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Itia De Libra por AMMU TEIKOKU YUDAINA

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Notas del fanfic:

Hola mis terrones de azúcar, aquí esta mamá terrón de azúcar publicado algo para la balanza antigua, que sin duda es un atrevido en su comportamiento.

Itia de Libra, debes ser un atrevido siempre?

Bueno, pues por tu cumpleaños no te vamos a decir nada malo.

Solo dos cosas terrones de azúcar.

Contenido lemon, algo fuerte, así que les voy a dar la advertencia de una vez, no me hago responsable de ningún trauma, así que terroncitos menores de edad, ya saben que deben evitarlo.

Y otra cosa, feliciten al Libra del pasado.

Por cierto, este One Shot de cumpleaños sera algo diferente, quise probar algo distinto.

Espero que lo disfruten mucho.

Ahora si a leer mis terrones de azúcar.

Notas del capitulo:

Hola mis terrones de azúcar, aquí esta mamá terrón de azúcar publicado algo para la balanza antigua, que sin duda es un atrevido en su comportamiento.

Itia de Libra, debes ser un atrevido siempre?

Bueno, pues por tu cumpleaños no te vamos a decir nada malo.

Solo dos cosas terrones de azúcar.

Contenido lemon, algo fuerte, así que les voy a dar la advertencia de una vez, no me hago responsable de ningún trauma, así que terroncitos menores de edad, ya saben que deben evitarlo.

Y otra cosa, feliciten al Libra del pasado.

Por cierto, este One Shot de cumpleaños sera algo diferente, quise probar algo distinto.

Espero que lo disfruten mucho.

Ahora si a leer mis terrones de azúcar.

El frío presente, envolviendo a cualquiera que esté en la intemperie con el abrazo del invierno.

Demostrando que este clima, es perfecto para beber un té caliente, algo de café o simple y sencillamente chocolate a esta temperatura.

Tranquilamente acurrucado a lado de la persona que amas, o con tu familia…

Un hermoso momento, en donde el frío no pueda romper ese instante, si tienes la posibilidad de una chimenea, ver los pedazos de madera quemándose, para traer aún más calor al hogar.

Algo delicioso para comer, o simple y sencillamente platicar, hablando de cualquier tema.

Es la manera en que muchos disfrutan este clima, que logra congelar hasta los huesos…

Aunque, bueno… A quienes lo disfrutan de una forma sumamente diferente, pero efectiva para compartir el calor mutuo.

Sin embargo esta acción era mejor realizarla en su propio hogar o alguno de esos hoteles del amor, donde tanto parejas estables, como quienes solo desean pasar un buen rato de formas fieles o clandestina.

Pero aquí podemos apreciar que no es el caso de dos hombres, que están disfrutando mucho de su momento íntimo en el auto.

Ambos no son de seguir convenciones de amor… Ya que para Itiá y Gateguard, cualquier lugar es bueno para amarse, siempre y cuando mínimo tengan su privacidad.

Se habían detenido para ir a una zona tranquila de su ciudad, después de una hermosa noche, que incluyo una deliciosa cena, bastante elegante, una pequeña caminata, que no duró mucho pues el tiempo arrecio y la nieve comenzó a caer de forma precipitada, haciendo que los caminos rápidamente sean cubiertos por esta y sea imposible ir a casa por el momento.

Algo que ellos dos no desaprovecharon, encendiendo la calefacción del auto y de paso la de sus propias intenciones.

Vieron esa enorme oportunidad de tachar una de sus locuras sexuales de la lista, la cual iniciaron desde que eran sólo novios, y ahora que se volvieron esposos han seguido haciendo.

El pelirrojo da marcha con la insinuación.

Sonriendo de forma coqueta al peli negro, acercándose a él, llevando su mano derecha a la entrepierna de su esposo, seduciéndolo de esta forma.

-Itiá… ¿Qué te parece si nos calentamos mutuamente?- Su pregunta atrevida, mientras se desabrocha la ropa, para ir dejando ver un poco de su piel, provocando al otro, para que se de cuenta de sus verdadero deseos.

Una sonrisa se dibuja en los labios del contrario, disfrutando como su pareja le masajea de forma descarada el pene por sobre la ropa.

-¿Estas seguro borreguito? – Le pregunta con una ceja alzada, mientras se acercar para ir acariciando la mejilla del pelirrojo con la mano izquierda y la derecha ayudándole a dejar ver más piel de la cuenta.

-Si… Vamos, será divertido…- Acerca su rostro al oído del contrario para susurrarle y provocarle -Estoy muy caliente por ti Itiá, ya no soportar mucho más… Por favor…- El tono que usa es tan ardiente, su lengua lamiendo el lóbulo, para darle una buena mordida suave -Hazme tuyo…-

Es imposible resistirse a este pelirrojo tan atrevido, de piel como la porcelana, cabellos rojos como el mismo fuego y ojos de esmeraldas preciosas…

Los rosados labios, como otras partes de su pequeño cuerpo.

Una verdadera tentación para el hombre delante.

Pues el pene de este ya está duro entre la ropa, significando que su cuerpo necesita con urgencia la entrada de quien se le ofrece.

-Bien…- El tono ronco, indicando que ya se encuentra extremadamente excitado -Pero una vez que inicie, no te dejaré huir mi pervertido borreguito- Su tono de burla, algo que ambos se comparten, su relación funciona de esta forma, pero es agradable para ellos.

Las esmeraldas dejan ver la lujuria impregnada, con una sonrisa en esos labios rosas, dejando expuesto su pecho, descubierto pues la camisa que usa se encuentra abierta, revelando sus pezones ya duros, por el toque de una mano atrevida de lado derecho y del izquierdo él mismo se ha estado estimulando.

-Eso me gusta… - Atrae a su marido, para besarlo de forma desenfrenada, algo que Itiá acepta gustoso.

No puede evitar sentir fascinación y obsesión por ese pelirrojo que ha robado su corazón y desea que permanezca a lado de Gateguard.

Los brazos rodean el cuello del peli negro, las manos más grandes tomando con firmeza la espalda del otro, para atraerlo a su cuerpo…

Están calientes en sus acciones, se puede ver por los jadeos que se escapan, y como el vapor de esos alientos sale, al separe de esos besos húmedos... En donde ambos disfrutan, jugando con sus lenguas, las bocas abiertas, dejando que su saliva escape de las comisuras de los labios.

Itiá dedica pequeñas mordidas en el inferior labio de quien ama, marcándolo como su propiedad, dejando que la sangre salga un poco, pero es una acción que disfruta tanto Gateguard, y lo enciende a seguir provocando a su esposo.

Cuando el aire falta, las mejillas se sonrojan, el sudor se presenta y los miembros de ambos hombres se endurecen, y una zona del pelirrojo se humedece por la necesidad de atención.

Rápidamente, el pantalón de Gateguard comienza a estorbar, siendo quitada por su propietario, pues ya no aguanta no tener dentro de su cuerpo al pelinegro, el cual siempre lo embiste como le gusta, tocándole como siempre lo desea, y aún así con esa lujuria, seducción, atrevimiento, y en ocasiones un juego algo rudo, el amor existe, uno que ambos disfrutan como locos.

Las miradas lascivas se comparten, el deseo impío de tomar el cuerpo contrario y dedicarse su singular amor.

Ver al Doncel que tomó como esposo, es tan candente, que se encuentre desnudo de la parte inferior ver sus piernas torneadas, en donde marcas de sus antiguos juegos se han quedado, más mordidas en esos regordete músculos, y como deja ver la ansiedad de ese pene, que desea que su esposo penetre la parte posterior para provocarle un orgasmo prostático.

Y un plus de excitación, es como la camisa junto al saco que uso para la cena en donde Itiá sorprendió al pelirrojo con ese espectáculo, solo porque así lo quiso y puede darle de repente algunos lujos a su amado.

Aún sobrepuesta en ese frágil cuerpo, sólo dejando ver el pecho del pelirrojo, tentador, suculento… No deseaba quitarle la ropa por completo, pues quería abrigarlo aún.

Sonríe el pelinegro, admirando a quien tiene como pareja de por vida y dando gracias internamente, a ese día… En donde fue a ese parque y conoció a esta preciosa joya que desde esa primera visita no permitió que se le fuera, y ahora lo tiene para él solo.

Si, es verdad… Es demasiado egoísta, pero…

¿Pueden culparlo, teniendo a este Doncel como esposo?

El pantalón del pelinegro es desabrochado por si mismo, dejando ver su miembro erguido que ya necesitaba liberarse de ese encierro por las telas, ya encontrándose listo para iniciar, dejando ver algo de líquido pre seminal, con algunas venas en el mismo, siendo grueso…

Algo que para Gateguard es un maravilloso manjar, que probará en solo unos segundos.

Ya no podía soportarlo más, necesita ser penetrado por el pelinegro…

Juegos previos o sexo oral, ahora no eran necesarios.

En un solo momento… El pelirrojo se coloca sobre el otro… Ansioso por gozar de una feroz penetración.

-¿Tan desesperado estas por mi pene?- Se burla al tenerlo sobre si, aunque aún no estando del todo conectados, pero no hace falta mucho para eso…

-Claro que si… Vamos… Tú también lo quieres, mi trasero te desea…- Sonríe y sin pensarlo mas, y ahora siendo él quien le robe un beso a su amado pelinegro, comienza a bajar sus caderas de forma lenta y pausada…

Su ano ya ha tenido preparación previa, pues obviamente es usado muy seguido, para darles placer a ambos, salvo que… En aquellas ocasiones habían estado mejor preparados…

Pues por el momento, y haber estado bebiendo un poco en el restaurante, su nivel de alcohol lo has hecho olvidar de un pequeño detalle, que poco importa ahora.

Ya que Gateguard ha insertado en sí mismo el miembro de su pelinegro.

Algo que siempre lo hace gemir como desesperado

-¡¡¡AAAAH… ERES ENORME… AAAAH…!!!- Arquea su espalda, dejando escapar algunas lágrimas de esas esmeraldas preciosas, tensando su cuerpo, echando su cabeza para atrás, apretando sus manos en los firmes hombros de Itiá, y de igual forma sus pies contraídos, pues eso le provoca el hombre que lo sostiene con fuerza de esos glúteos redondos y suaves, que se han abierto para darle espacio a su pene.

Jadeos sonoros, gemidos potentes, lágrimas cayendo de esas mejillas sonrojada, aferrándose por quien es el dueño de su corazón.

Es el placer que lo inunda hablando, pues sonríe al momento se acostumbra. No importara cuantas veces lo hagan, Gateguard sigue siendo estrecho, y disfruta cada estocada que se presenta… Además que sus caderas se comienzan a mover de arriba a bajo, a siendo ayudado por las firmes manos, que ahora toman su posición en las caderas pronunciadas de su esposo.

Lo vuelve loco esta sensación abrumadora, en donde su cuerpo corrompe desde lo más profundo a su amado pelirrojo.

Profundas estocadas, tocando hasta el punto más placentero para el otro y de igual forma el pelinegro, siente que toca el mismo cielo a cada embestida suave que da.

Ya que la posición no es lo suficientemente cómoda como para dar por completo libertad a movimientos más bruscos, pero está bien, ambos hombres están disfrutando algo así de pecaminoso y atrevido, pero en una zona donde la visibilidad es cero y no serán encontrados en lo más mínimo.

Bueno, al menos hasta el momento en que la nieve disminuya, mientras seguirán sin notar como los cristales se empañan, por el calor en el interior, combinado con el sudor y ese aroma a sexo que ambos despiden.

Sí que se estuvieron conteniendo tanto, deseando volver a su hogar, pero… El clima se los impidió, aun así no les arruinara su momento de deseo intenso.

El sonido del choque de sus pieles es excitante, combinado con el chapoteó de sus fluidos que caen entre ambos.

-¡¡¡AAAAAH… I… TIAAAAH… AAAAAH!!!- Se abraza al cuello ajeno, jadeando, apoyando su mentón en ese hombro, notando que en esta ocasión esta mucho más sensible que otras veces.

Entrecerrando sus ojos, dejando que pequeñas lágrimas caigan, gimiendo con fuerza, temblando por como sus propias caderas suben y bajan sin que se dé cuenta, esta hipnotizado por el placer tan inmenso.

Es excitante estar haciendo algo así en un lugar al exterior, aun estando en la seguridad de su auto.

-¿Es demasiado para ti?- Canturrea con un tono ronco, y una sonrisa prepotente, pues sabe que su pelirrojo, es muy juguetón y sexual a partes iguales, pero cuando está demasiado excitado, pierde algo de sus fuerzas, pero su sensibilidad que aumenta.

-Eres muy grande… Aaaahggg… Ayy… Siempre olvido… Que eres así…- El dolor que presento un poco al principio, se vuelve en satisfacción sexual a grandes cantidades, pero provoca que su cuerpo tiemble, igualmente sus caderas se tengan que esforzar mucho más, como sus piernas por sostenerse.

-¿Te gusta… Aggr…?- Sonríe mostrando los dientes, sujetando con mayor fuerza esa pálida piel, dejándole sus marcas digitales, es sublime esta sensación en todo el diámetro de su falo, siendo exprimido por el ano de quien ama –Lo hacemos muy seguido y aun…- No pude evitar ir besando de forma demandante la piel que su pelirrojo le expone de ese cuello y hombro que la camisa no logra cubrir por estar desabrochada –Eres tan estrechó…- Habla de forma pausada, mientras los chupetones, ligeras mordidas de desesperación por ir aumentando las estocadas.

Logran inundar el cuerpo del menor en un existís profundo, que lo hace suspirar, gemir y jadear.

Sintiendo su parte posterior humedecida, siendo ultrajada con un vaiveneé intenso, es perfecto como ambos se complementan de forma perfecta, está perdiéndose en lo que su cuerpo presenta.

-Aaa… Ve más ra… Pido…- Le ordena en cierta forma al pelinegro, dejando que lo estimule lo más posible, acercándose mas y siguiendo el ritmo de cada embestida.

Ya que su miembro igual está haciendo algo de fricción contra Itiá, haciendo disfrutar a partes iguales por ambas lados al pelirrojo.

-¿Crees soportarlo?- Su tono de burla, haciendo que las caderas de su amado borreguito rojo, suban y bajen al compás con él.

-Si…- Asiente, sin poder dejar ver su rostro, pues siente agradable estar en esta posición, en donde se acomoda en el hombro del otro y su cuerpo está casi desnudo.

-Bien, pero…- Sonríe, sujetando de nueva cuenta esas nalgas redondas que ha mordido cuando el otro esta acostado coba abajo, para bajarlas de una sola vez, de nuevo yendo mucho más profundo, provocando que el otro se mueva de donde se encuentra, para echar la cabeza para atrás, arqueando su espalda como la primera vez, y gimiendo con fuerza.

La cara sonrojada, con las gotas saladas cayendo de sus esmeraldas, pero es capturado rápidamente por la nuca, obligándolo a ir directamente al rostro del pelinegro.

Itiá deseando un profundo beso del más joven, aprisionándolo entre ese acto y su agarre, no lo dejará ir en ninguno momento, pues el clímax está a nada de llegar en ambos.

Se puede sentir, pues se conocen muy bien.

Gateguard tiene mucha resistencia en esto, aunque su cuerpo se vuelva tan sensible, aguanta cada estocada, hasta que siente que su eyaculación llega y es acompañada con la de Itiá.

El significado de este beso, es que ambos están por terminar, pero no van a separarse por eso.

Aunque ambos ya tienen poco más de un año de casados, el pelirrojo aun no desea tener hijos, sin embargo en esta ocasión, no se tomaron las precauciones necesarias.

Están haciendo el amor a su estilo, sin nada que proteja de un embarazo y poco les importa en este instante.

-Borreguito… Prepárate… Te llenare…- Le canturrea de forma pausada, es demasió estasis al sentir como su venida está a nada de inundar a su pelirrojo enojón, que es tan dócil aquí.

-Si… Iii… Esta… Bi… En…- Le dice en los pocos instantes, en que el beso se rompe, por la falta de aire.

El vaivenee se vuelve a un ritmo en donde ambas partes se compensan, los dos jadeando, respirando agitadamente, mirándose a los ojos cuando se puede, y cuando no, cierran los mismos para besarse apasionadamente, sin importar nada más.

Solo unos segundos pasan de esto, cuando la venida del pelirrojo se presenta manchando la ropa del pelinegro, a casi nada la eyaculación del mayor que se esparce por ese interior, que disfruta y a la vez, aprovechará su semilla.

Dispara demasiado dentro del pelirrojo, que se comienza a escapar al momento de acabar.

Los pechos de ambos chocan al compás de una respiración tan agitada, han llegado a este instante de disfruté pleno.

Gateguard no tuvo oportunidad de alejarse del pelinegro, ni cuando la liberación ocurrió, pues fue aprisionado por su esposo, al instante de esos besos, ahogo sus gemidos y jadeos en la boca del otro.

Sin embargo ya pasada la eyaculación, las fuerzas del menor se pierden, dejándose caer un poco al nivel del pecho del otro, acurrucándose como puede, sin dejar que el miembro del pelinegro salga de su interior.

Itiá es quien ha disfrutado tanto, por su fuerza sigue igual, a la vez que la conciencia, sonriente al sentir como el cabello de su pelirrojo, choca con su barbilla -¿Estas bien?- Le pregunta con un tono más suave, pero igual de tosco.

-Si…- Su cuerpo sigue temblando, el espasmo que siente aun no termina de desaparecer, aferrándose más al contrario.

-Mi amor, ¿Sabes que no usamos algún condón?- Le pregunta como si no supiera el otro la respuesta.

Aun sin recuperar su compostura, presentándose tan dócil como es en la cama, lo contrario a como es al estar en público o en un día cotidiano con su esposo.

-Si…- Una pequeña risita se deja escapar entre el jadeo del clímax.

-Creo que si te he embarazado…- Pensativo, pues es normal entre ambos a veces hacer algunos chistes tontos, sin dejar sus cursilerías y cosas sin sentido de pláticas –Seria cerca de mi cumpleaños-

-Ja, ja, ja, bien…- Suspira, levantando su rostro, al parecer se recupera rápidamente de haber hecho el amor de forma salvaje –No tendré que darte ningún regalo en este año si es así-

-Mmmh…- Pensativo, pues la idea de no recibir regalo de su pelirrojo le contraria, pero… Que si es verdad y un hijo nacerá de esta noche loca, no le desguataría para nada –Bien, pero después deberás recompensarme-

-¡¡¡¿QUÉ?!!!- La personalidad altanera del de ojos verdes se hace presenté, alzando una ceja, mostrándose ofendido –Oye Itiá, si me has embarazado, tendrás que hacer todos los quehaceres del hogar- Un puchero, girando la cara para ignorarlo –Cargare un bebe por nueve meses, tendrás que hacerte responsable de eso-

Le da mucha ternura que este joven hombre se comporte así, le gusta, le encanta, le fascina y excita demasiado.

Que le es imposible, el no volverse a poner duro.

-Claro que me hare responsable, y no harás nada si me dieras un hijo, te cuidare mucho más…- Besa esos labios que tienen su marca, pues su la tentación de todos los días –Espero que si nazca para mi cumpleaños, seria hermoso el regalo, pero te cuidaré mucho, sin importar el día que sea… Y te verás precioso algo redondito- La mirada del pelinegro se vuelve bastante lasciva.

-¡¡¡AAAAH…!!!- Se sorprende, pues algo lo está incomodando –I… Itiá… Estas creciendo… ¿De nuevo?-

-Si…- Se acerca a ese rostro, que de nuevo esta sonrojado, mientras cierra un ojo y jadea, por la sensación invasora –No podre aguantar con una sola vez y…- Mira por la ventana, mientras sostiene con una mano la espalda del perro –La nieve aun no cesara-

Una lágrima cae de sus esmeraldas, sintiendo como el pene de su amado, de nuevo parece estar recargado de sangre y los testículos de semen, listo para dejarlo dentro de su cuerpo.

-¡¡¡AAAAAA…!!!- Asiente tembloroso, pero bastante feliz –Bien…- Rodea el cuello del otro con sus brazos, para dedicarle una sonrisa traviesa –Inunda mi vientre con tu esperma, veremos si puedes embarazarme o no-

-¿Me retas?- Levanta su ceja, tomando el desafío enserio.

-Si- Coqueto y atrevido como es el pelirrojo.

Ambos hombres se siguen entregando al deseo carnal, entre besos, abrazos, estocadas y venidas, no pararan hasta que sus cuerpos queden satisfechos y ya no puedan más.

Y aun después de eso, regresaran a su hogar, para darse un baño y seguir, aunque dependería mucho.

Si Gateguard termina rendido, Itiá lo recostara con cuidado en el asiento trasero, para admirar la belleza de ese joven hombre que lo acepto como esposo.

El pelinegro siente que es el más afortunado del mundo, pues tiene a su lado a ese pelirrojo que lo ama con la misma intensidad.

Sí que espera poder embarazar a su esposo en esta oportunidad que le ha dado, pues el regalo de un hijo para su cumpleaños sí que lo quiere.

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quién me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Aquí esta mamá terrón de azúcar, dándoles un hermoso regalo a nuestro lindo Itia, que sin duda es muy loquillo en sus acciones. 

Pero recuerden que yo aun estoy de vacaciones, por lo cual solo publico cositas de cumpleaños de terrones y caballeros dorados.

Espero que lo disfruten bastante y que me esperen, de verdad lo agradezco, ya pronto volveremos a tener actualizaciones todas las semanas.

Ya saben cinco días a la semana, y sin contar que estoy ya casi terminando los detalles de los 500 terrones de azúcar.

Wow, jajajajaja perdón por la tardanza.

Ahora a cantarle la canción oficial de la familia terrón de azúcar a esta balanza pervertida.

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Itia tu cumpleaños si que si. 

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Itia tu cumpleaños si que si. 

Bueno mis terrones, espero que lo disfruten, ya en menos d quince día volveremos.

¿Están emocionado pro saber que continuara en los fic's?

Yo si, pues quiero que conozca la verdad de muchos casos.

Pero ahora a esperar.

Sin mas, cuídense mucho, hagan caso a las medidas de higiene, no se expongan.

Los quiero mucho.

Ammu se va. 


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