6. Notas de Amor
Hay muchas cosas que le gustan a Elle como por ejemplo: los ojos de Light, el color del cabello de Light, la forma en la que Light pronuncia su nombre y todo lo que tenga que ver con su Light. Sin embargo, hay algo que últimamente lo está matando.
—Oh, mira otra. —El castaño saca de su casillero una notita. Desde hace un mes todas las mañanas ha encontrado una sin falta—. "Tu sonrisa ilumina mis mañanas". —Lee, y luego se lleva una mano al pecho enternecido.
—Que asco, eso ni siquiera es romántico. —Elle pone los ojos en blanco, sin poder disimular su molestia.
—¿Qué dices? Está bonita —Light sonríe, en casa tiene una cajita con todas las notas, a sus diecisiete años es la primera vez que tiene una admiradora secreta— ¿Quién crees que sea?
—Alguna o algún idiota. —Se encoge de hombros malhumorado. Él también podría iniciar el día con una sonrisa si no fuera por esas estúpidas notas.
—¿Algún? —Enarca una ceja, volteando a ver a su mejor amigo.
Elle traga saliva disimuladamente. Sabe que más de un chico babea por Light, no solo las chicas, él es un claro ejemplo.
—¿Acaso no crees que puedas atraerle a un chico? —Su pregunta es con la intención de ponerse como opción, sin ser demasiado obvio porque nunca tendría el valor de confesarse.
—Uhm, supongo que sí. —Encoge los hombros de nuevo. A decir verdad le da curiosidad saber quién está detrás de las notas— ¿Vamos? —Light cierra el casillero luego de tomar lo que necesita.
—¿Me prestas la nota?
El castaño le da el papelito, sin desconfiar de su mejor amigo. Elle le toma una foto disimuladamente. Tiene un álbum dedicado a esas notas, con el fin de comparar letras, tiene que asegurarse que su enemigo es solo una persona y no más.
—Yo creo que es Misa. —Opina Light, guardando la nota con cuidado en su saco luego que Lawliet se la regresara.
—No, no es ella. —Responde de forma distraída mientras se asegura que la letra sea la misma.
—¿Eh?
Elle se queda inerte en el instante que se percata de sus palabras.
—Uhm —carraspea la garganta y se rasca la mejilla— quise decir que no creo que sea ella, porque le gustan todos, ¿no?
Light asiente dándole la razón mientras siguen caminando hacia el aula, Elle suspira aliviado, casi mete la pata. Hace un mes cuando todo esto inició la primera sospechosa fue Misa Amane, pero no fue muy difícil descartarla. La hermosa rubia líder del equipo de animadoras, no es la persona más cuidadosa que existe, ni siquiera tuvo que inventar una excusa rebuscada para tener acceso a algún cuaderno suyo y comparar las letras, ella dejó uno abierto a la vista muy fácilmente.
Todo esto de las notas ya tomó mucho tiempo, esperaba dar con el remitente mucho antes, al menos su lista de sospechosos se ha ido reduciendo. Una vez que llegan al salón, Light se dirige a su asiento y Elle al suyo, pero éste último primero revisa su celular, tiene algo que hacer antes que llegue el profesor.
—Vamos contigo. —Murmura viendo el siguiente nombre en su lista, si falla deberá tacharlo.
Camina hasta uno de los pupitres que están atrás, donde un chico con anteojos lee un libro.
—Hola, Teru.
El aludido aparta la mirada de la lectura y con un gesto de desagrado lo mira de pies a cabeza, algo que a Elle lo desconcierta un poco.
—¿Sí?
—El profesor me dijo que por algún motivo no tiene tu información y la de otros alumnos en el sistema y me encomendó que se los pidiera. ¿Podrías anotar en una hoja tu nombre, correo electrónico, número de contacto y dirección completa por favor?
Teru enarca una ceja, sin embargo no sospecha nada. Aún y con su extraño aspecto, ese chico es la mano derecha de muchos maestros, por lo que arranca una página para anotar lo que le pidió. Ahí es cuando los ojos de Elle se abren más de lo usual, ahora entiende por qué ese cuatro ojos lo vio de forma odiosa antes. Reconoce los ganchos que Teru hace al escribir, pero puede ser una coincidencia, aún así decide arriesgarse y probar suerte.
—Oye... —coloca una mano sobre el pupitre, aplastando la página. Teru alza la mirada, desconcertado y molesto— Light ya sabe que eres tú.
Elle sonríe al ver como el rostro de Mikami se pone pálido, ni siquiera le dijo que es lo que sabe el castaño, pero esa reacción solo puede significar una cosa: es él.
—Claro que... con lo amable que es, no se atreve a decírtelo. —Continúa Lawliet.
—N-No... no tengo idea de qu-qué hablas... —Le es imposible no balbucear, siempre ha sido un chico tímido y Elle lo sabe, por lo que se siente seguro de que ese cuatro ojos no dirá nada.
—Claro que sabes y lamento ser yo quien te lo diga, pero... —sonríe de lado y se inclina hacia adelante, acercándose a su rostro— Light y yo somos novios.
Si antes Mikami se había puesto pálido, esta vez parecería que su corazón dejó de latir por varios segundos. Elle se endereza más o menos y se aleja con su peculiar forma encorvada de caminar. Procuró específicamente no mencionar las notas, porque si Teru no era el admirador secreto aparte de quedar como un loco, hubiera quedado como un tonto.
oOo
Elle no pudo dormir luego de lo de ayer, de hecho no ha podido hacerlo desde que todo esto inició, motivo por el cual sus ya marcadas ojeras están alcanzando un nuevo nivel de oscuridad. Se remueve nervioso cuando llegan a los casilleros, si el de las notas no era el cuatro ojos, significa que su trabajo aún no ha terminado.
—Oh... —murmura el castaño tras abrir el casillero, provocando que el corazón de Elle palpite más de prisa— No hay nada... —murmura, revisando por todas partes.
—¿Y eso te molesta? —Pregunta entre dientes, intentando retener los celos.
—Para nada —admite meneando la cabeza, a decir verdad él está más enfocado en los estudios que en otra cosa—. Es solo que... no sé, ya me había acostumbrado. —Sonríe, sacando lo que va a necesitar.
—¡Pues yo también puedo hacerte notas! —Exclama sin pensarlo, provocando que Light de un respingo.
—¿Ah, sí?
Elle asiente rápido mientras busca en su mochila un cuaderno. Si su Light ya se había acostumbrado a esas notas cursis, tendrá que hacerlas, después de todo fue él quien se encargó de espantar a esa amenaza en particular.
—¿Qué quieres que te ponga? —Pregunta tras arrancar un pedazo de hoja y sacar un lápiz.
—¿No se supone que eso debes decidirlo tú? —Light ríe ante la actitud de Lawliet, le parece tan infantil y a la vez tan tierno.
En ese momento Elle se muerde los labios, preguntándose qué podría poner sin delatarse. Quiere mucho a Light, no cree que podría superar un rechazo por parte de él, y tampoco quiere perder su amistad.
—¡Ya sé! —Sonríe al tener las palabras correctas, luego se apoya contra un casillero y escribe «Eres el mejor»— Ya sabes, porque eres bueno en muchas cosas. —Explica lo último a fin de evitar que el castaño se sienta incómodo.
Light vuelve a reír una vez que su amigo le entrega el papelito.
—Elle sigues teniendo la letra horrible como cuando íbamos a la primaria.
El pelinegro frunce el ceño y hace un mohín con los labios.
—¿No deberías decir "gracias"?
El castaño asiente aún sonriendo, doblando con cuidado el papel.
—Gracias, la guardaré muy bien. —Eso último no lo dice solo por decirlo. Siempre guardó todas las notas en algún compartimiento de su saco hasta llegar a casa, pero está en específico la guarda directamente en el bolsillo de su camisa, porque es el más cercano a su corazón, el cual en este momento late ansioso.