Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Deseo a una estrella… por Yakaylex2

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola amigos. La narración del capítulo está hecha tanto desde el punto de vista de Adrien como el de Marinette. ¡Qué lo disfruten!

POV ADRIEN


- ¿Está es tu pequeña cabaña a las afueras de París? - Me dice Marinette sorprendida. – ¡Es una enorme casa de campo!


- Jamás dije que fuera pequeña. - Le digo con un guiño.


- Mi lord, esta casa es maravillosa. - Cat Noir se cuelga emocionado de mi cuello. Lo abrazo por los hombros. Me encanta sentir su cuerpo. No me malinterpreten, tampoco es que quiera hacerle cosas pervertidas… Bueno, la verdad es que sí quiero. Pero no me refiero a eso, sino a la suave sensación que me produce en mi pecho el sentirlo tan cerca. Es cálido y vulnerable. Si bien ahora se ve un poco más delgado y alto que antes, sigue siendo el mismo gatito juguetón y bromista del que me enamoré. Pero hay algo en su mirada y en la de Ladybug que no logro descifrar.


- Pues yo también creo que es fabulosa, Adrien.


- Gracias, Ladybug. – Inclino respetuosamente mi cabeza hacia ella y después volteo hacia Marinette. Asiente un poco incómoda.


- No digo que no sea genial, pero esto no es una cabaña. - Ladybug la toma de la cintura y le susurra algo a su oído. Mi amiga se sonroja demasiado y agacha la vista.


- ¿Por qué no entramos? - Los tres asienten. Por suerte no hay nadie, ya que la persona de la limpieza se va temprano. Marinette y yo terminamos nuestra transformación y otra vez volvemos a vestir como civiles. Plagg y Tikki vuelan en dirección a la cocina. Los chicos admiran cada uno de los rincones y eso me hace sentir orgulloso. Por fin puedo tener una casa a la que puedo llamar hogar. Es cálida y tiene todo lo que a mí me gusta. Y por supuesto no está impregnada de recuerdos y de la frialdad de mi padre. Después de varios minutos de reflexión, escucho un grito.


- ¡Vaya, que baño tan grande! – Cat Noir ha llegado hasta mi habitación. Hay algo con ese chico y las duchas que no entiendo muy bien. Me dirijo hacia Marinette.


- Si quieren, pueden tomar la siguiente habitación. Allí encontrarán todo lo necesario para que puedan darse un baño.


- ¿Tendrás algo de ropa que puedas prestarnos? – Me pregunta mi amiga tímidamente, mientras entro a mi habitación.


- En el closet. – Le digo sin prestar mucha atención. Cierro la puerta y escucho los gritos de satisfacción de mi gato negro. Me quedo parado como un tonto sin saber que hacer hasta que escucho unos gritos diferentes.


- ¡Auxilio! – Escucho un golpe fuerte.


- ¡Cat Noir! – Grito asustado mientras entro rápidamente al cuarto de baño. El cambio de temperatura y la enorme cantidad de vapor hacen que comience a toser. – Cof, cof… Cat Noir, ¿dónde estás? – Miro a mi alrededor buscándolo, cuando de pronto siento unos brazos fuertes alrededor de mi pecho, que me arrastran hacia la ducha. Miro sobre mi hombro y descubro a mi hermoso gato negro detrás de mí.


- ¿Estás bien? - Le pregunto mientras me sonríe coquetamente. Noto que está completamente desnudo y me sonrojo a más no poder.


- Si… Pero tú no. - Me dice mientras me suelta bajo el agua. Siento como toda mi ropa comienza a empaparse y veo que Cat Noir se para frente a mi seriamente. Me quedo paralizado y es entonces que veo su hermoso rostro acercarse. Nuevamente sus labios están sobre los míos y es lo más delicioso que he probado en mis veintiún años. El agua corre sobre nosotros, pero por primera vez no le hago caso. Solo me importa perderme en ese universo de besos. Hábilmente me ha quitado toda mi ropa y ni siquiera sentí cuando pasó. Mi corazón comienza a latir mientras siento una suave esponja recorrer mi cuerpo.


- Cat... Cat Noir... espera yo puedo... - Intento detener su mano, pero otra vez sus labios me aprisionan.


- Silencio... - -Me susurra. - Solo tardaré unos minutos. - Sus agiles dedos lavan mi cabello y cuerpo, mientras se escapan algunas caricias tiernas. Suspiro de puro placer. Pero no se trata solo de sexo, es algo más profundo. Es simplemente tenerlo a mi lado, abrazándolo, tomándolo de la mano, escuchar su hermosa voz y mirar esa brillante sonrisa. Es ese sentimiento de paz que me inunda y que me hace no querer despertar de este sueño. Siento frio en mi cuerpo y me doy cuenta de que estaba perdido en mis pensamientos. El rostro de Cat Noir está preocupado, mientras siento el mio húmedo. Para mi sorpresa, el agua de la ducha ya no está saliendo.


- ¿Por qué lloras, mi lord? - Me pregunta preocupado. - ¿Te lastimé al tallarte?


- No, Cat, no... - Susurro y se acerca con sus brazos abiertos. Escondo mi rostro en su pecho. - Te amo tanto que no quiero que vuelvas a desaparecer de mi lado. - Lo abrazo con fuerza. - Prométeme que no te iras de mi lado, ¡por favor! - Siento su mano acariciar mi cabeza húmeda con tranquilidad, pero noto una ligera tensión en él. Aun así, esboza una sonrisa tranquilizadora y deposita un suave beso en mi mejilla.


- No puedo prometerte tal cosa. - Me mira con los ojos húmedos. - Pero lo que sí puedo hacer es decirte lo que siento por ti. - Suspira. - Yo también te amo, Adrien Agreste. – Lo miro y sonríe traviesamente. – Si pudiera hacerlo, me casaría contigo sin dudarlo.


Lo abrazo con más fuerza y es entonces que nos dirigimos hacia la cama. En ese caso, nuestra “luna de miel” está por comenzar.


 


POV MARINETTE


 - ¿No te parece asombroso? - Mi emoción es en verdad inmensa. Entramos al enorme cuarto que nos asignó Adrien y además del magnífico decorado, el closet que está lleno de ropa y accesorios de mi talla. Mi amigo no reparó en gastos.


- ¿No te parece extraño? - La voz de Ladybug transmite una ira contenida; la miro confundida.


- ¿A qué te refieres?


- ¿Acaso no te parece extraño que tenga un closet lleno de cosas para ti? - Su rostro se ve molesto.


- Bueno, si es un poco extraño, pero... - No sé qué decirle. - Tal vez hizo las compras en línea por la situación o...


- O tal vez ya había pensado en traerte a vivir con él aquí. - Me mira con frialdad y siento como me sonrojo. - ¿Hay algo que me estés ocultando, Marinette?


- Na... nada...- Titubeo y siento que es lo peor que puedo hacer. Su rostro se contrae en una mueca molesta. El ceño fruncido. Siento estremecerme de miedo, como si nunca hubiera visto esa mirada en mí. Sus ojos se ven como dos pozos negros. Aprieta con mano mi muñeca. - ¡Ladybug! - Le grito y entonces veo como sus ojos vuelven a aclararse. Me suelta de inmediato.


- Lo siento, Marinette. - Me dice con la mirada baja. - No quise asustarte.


- Sé que no lo hiciste a propósito. - Le digo amablemente. Ladybug no sería capaz de lastimar a nadie.


- Es solo que... - Titubea torpemente, como a veces yo lo hago. - No me gusta que Adrien y tu estén tan cerca.


- Solo somos amigos y compañeros en la lucha contra Hawk Moth. - Le digo mientras me siento a su lado. - No tenemos nada entre nosotros.


- Lo siento de verdad. Debería controlarme mejor. - Susurra antes de tomar su ropa limpia. - Me ducharé rápidamente para que tú puedas entrar. - Asiento débilmente. Me hubiera gustado bañarme con ella, pero la última discusión que tuvimos me detuvo. ¿Por qué había tenido que mostrar esa mirada? Unos minutos después, escucho una tierna voz.


- ¿Qué pasa, Marinette? - Tikki ha llegado a mi lado. Por un momento me había olvidado de ella. - Te ves triste.


- Lo estoy, Tikki. - Me mira asustada. Odio preocuparla en vano.


- Pero deberías estar feliz, ¿no crees?


- Lo sé, pero…


- ¿Pasó algo malo? – Tikki seguro lo sabe.


- Hice enfadar a Ladybug por una tontería y…


- ¿Te lastimó?


- No, no te preocupes. – Le digo la verdad.  – Lo que me lastimó en si fue ver esa mirada extraña y obscura. Como si ya no me quisiera.


- Tonterías, Marinette. – Se acerca y acaricia mi cabello. – Ladybug te ama tanto como tu a ella. ¡Y ahora están juntas! ¿Eso es lo que quería so no?


- SÍ, lo sé, pero, ¿hasta cuándo? - Le digo con amargura.


- Tal vez para siempre. - Responde Ladybug. Tikki y yo volteamos hacía donde está.


- ¿Qué dijiste? - No puedo dar crédito a lo que escucho.


- ¿Ladybug? - Le pregunta Tikki mientras se acerca.


- Bueno Tikki, en teoría ya no deberían llamarme así. - Extiende su dedo para saludar a mi Kwami. - Pero supongo que es la costumbre.


- ¿Y tu Kwami? - Miro a mi Lady que agacha la cabeza avergonzada.


- Lo perdí. - Logra musitar y luego comienza a llorar fuertemente. Corro a su lado y la abrazo. Sin importar lo que haya pasado antes, sigue siendo el amor de mi vida, así que no puedo evitar que su dolor me lastime a mí también. - Perdí a mi Tikki para siempre.


- Puedes contarnos lo que pasó, Ladybug. - Le digo sinceramente. Tikki asiente con una mirada comprensiva. Ladybug nos mira con una tímida sonrisa y niega con la cabeza.


- Prefiero que lo hablemos mañana con Adrien y Cat Noir. - Asiento lentamente. Escuchamos algunos ruidos bastante fuertes del cuarto de Adrien y mi rostro se tiñe de carmín. Es difícil no imaginar que están haciendo en este momento. - Mejor aprovechémonos de la noche como ellos, ¿no te parece Marinette? - Intento decir que sí, pero mi cuerpo está completamente rígido.


- Entonces creo que estorbo aquí. - Dice mi Kwami. La miro asustada mientras Ladybug le sonríe. - Te la encargo mucho.


- Gracias, Tikki. - Levanta el pulgar en señal de afirmación. - No te preocupes. - Estoy a punto de agregar algo cuando escucho un grito desde la ventana.


- ¡Terroncito! - Plagg se escucha asustado.


- Iré con él. - Dice Tikki mientras sale con la ventana. Me ha dejado sola. Bueno, no precisamente.


- Entonces... - Me dice Ladybug.


- Entonces... - Le digo nerviosa.


- Anda, toma un baño. - Me entrega mis cosas. La miro confundida. - Perdóname de nuevo por asustarte y lastimarte. - Parece en verdad arrepentida. - Es que el solo pensar eso...


- Nada que ver. Te lo juro. - La tomo del brazo. - No hay día en que no deje de pensar en ti. - Me mira sorprendida. - De verdad, Adrien solo es... - Interrumpe mis explicaciones con un arrebatador beso.  Poco a poco siento mis piernas flaquear y nos acercamos a la enorme cama que se encuentra a nuestras espaldas. Siento como todo vuelve a estar bien. Ladybug está a mi lado. Quizá para siempre. No sé cuánto se haya tenido que pagar por este deseo, pero estoy dispuesta a luchar por ella. Y puedo apostar que Adrien hará lo mismo.

Notas finales:

Bueno, hasta aquí el segundo capítulo. Disculpen el lado tóxico que le di a Ladybug, pero por más que lo intenté esa idea seguía surgiendo en mi cabeza. ¡Por favor no usen su gataclismo en mí! Espero que les haya gustado y espero ya pronto retomar el ritmo que llevábamos con las historias. De verdad que han sido semanas terribles, malas, muy malas. Pero pronto estaremos de regreso, ¿ok? Nos vemos pronto.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).