POV ADRIEN
Ha pasado casi un año desde lo ocurrido. Reconstruyo en mi cabeza una y otra vez esa noche tan mágica y especial que tuve con mi Cat Noir. Pero todo se opaca con el dolor que siento al saber que quizá no volveré a verlo nunca más.
- ¿Por qué sufres, Adrien? - Plagg se encuentra en el alfeizar de la ventana comiendo camembert como si su vida dependiera de ello. - Quizá en algún momento regrese a ti.
- ¿Cuándo?, ¿Dentro de tres, cinco, diez años?
- Eso es mejor a decir nunca más. - Cierro mi boca de golpe ya que tiene toda la razón. Hace un año creí que no lo volvería a ver y sorprendentemente volvió a aparecer. Tal vez allá arriba hay un Dios muy grande que me permitirá estar a su lado otra vez. - Como sea. - se relame el queso en su boca. - Me voy a pasear con Tikki y los demás Kwami. Nos toca hacer excursión al Museo del Louvre.
- ¿Trixx y Wayzz no los acompañan, cierto? - Le pregunto algo nervioso.
- Para nada. - Me sonríe traviesamente. - Hoy les toca hacer vigilancia. ¡Adiós!
Me recuesto en mi sillón frente a la ventana. Después de que Marinette usara su amuleto encantado, todo volvió a la normalidad, -incluso la ilusión que creo Volpina sobre nuestra boda secreta por suerte, quedó en el olvido -. Pero nosotros dos no. Los siguientes dos días que tuvimos libres, nos quedamos dentro de nuestra respectivo cuarto, y al menos yo rememoraba con cada detalle el cuerpo y la esencia de mi Cat Noir. De no haber sido por Plagg y Tikki, creo que ni siquiera hubiéramos comido. Afortunadamente Hawk Moth tampoco atacó París.
Después de regresar, duramos dos semanas sin dirigirnos la palabra. Algo tonto en realidad, ya que ninguno había tenido la culpa. Todo era culpa de la frustración y el coraje de no hacer nada para retenerlos. Sin duda actuábamos muy extraños, ya que tanto Nino como Alya se encerraron durante horas con nosotros en nuestras respectivas habitaciones, hasta que les contamos todo. Fue tanta la liberación que sentimos, que Marinette y yo volvimos a estar como siempre. Ahora ellos son los portadores únicos de los Kwami de la tortuga y el zorro respectivamente, y en ocasiones patrullan París para darnos una noche de descanso a Marinette y a mí.
Comienzo a dormitar un poco y entonces escucho mi celular.
- ¿Hola? - Mi voz se oye adormilada.
- Adrien, asómate a la ventana. ¡Rápido! - Su voz se escucha emocionada.
- ¿Qué pasa?, ¿Acaso viste una estrella fugaz? - Me asomo, aunque sé que el cielo está nublado. Extrañamente una sola estrella brilla con todo su esplendor en el cielo.
- Es algo más importante, Adrien. - Me dice molesta. Su voz se escucha un poco más ronca que de costumbre.
- ¿Acaso estás en traje de baño, mi Lady? - Le digo burlonamente.
- ¿Te gustaría más verme a mí en traje de baño o a tu preciado Cat Noir con su traje de cuero? - Me dice seria. Siento un cosquilleo.
- ¿Qué dices?, ¿Me estás jugando una broma, Marinette? - Le pregunto molesto. Hablar de Cat Noir y de Ladybug es un tema tabú.
- ¿Acaso te parece una broma, mi lord? - Cat Noir aparece de cabeza frente a mí. Me sorprendo demasiado.
- ¿Cat Noir? - Le digo temeroso.
- Así es, mi lord. - Me dice con esa hermosa sonrisa que tiene. - ¿Sabes? Siempre quise que me besaran como aquel superhéroe, de cabeza, mientras nos mojamos bajo la lluvia... - De pronto, un rayo ilumina el cielo y extrañamente comienza a llover. - ¡Perfecto! ¿No te parece mi...?
Pero ya no dejo que siga hablando. Suelto el teléfono sin importarme si terminé la llamada o no. Tomo con ambas manos su hermoso rostro y lo beso una y otra vez. Con calma, con profundidad. El sabor salado del agua se mezcla con lo dulce de sus labios. Se separa un poco para poder ponerse de pie.
- No creí que fuera tan complicado. - Me mira y se abalanza a mis brazos. - ¡Te extrañé tanto mi lord!
- Y yo a ti Cat Noir. - Le digo contra su cuello. Si es un sueño o una ilusión, no quiero que me despierten nunca en mi vida.
- Me encantaría contarte todo lo que hemos pasado este último año y de porque estoy aquí... - Lo suelto y lo miro asustado. - Pero la noche es muy corta y hoy quiero disfrutarla. Así que... ¡Garras fuera! - Dice y la transformación se termina. Plagg me mira curioso.
- Viéndolos bien, no se parecen mucho. - Me dice sinceramente. - Iré a asaltar tu cocina, Adrien 2. - Asiento mientras lo miro marcharse.
- Qué simpático tu Kwa... - Comienzo a decirle a Cat Noir, pero noto que su traje de cuero negro no ha desaparecido. - Pero, ¿cómo?
- ¿Te gustaría ver a Ladybug en traje de baño o a mí en mi traje de cuero? - Me dice seductoramente. Sus ojos entornados bajo ese antifaz, su cuerpo tan bien trabajado cubierto por ese traje tan entallado y esa sonrisa tan luminosa que tiene, hace que pierda la cabeza de un momento a otro.
- Obviamente a ti con tu traje negro. - Le digo mientras lo abrazo de la cintura. - Aunque también me gustaría verte sin él. – Agacho la cabeza tímidamente. Sonríe travieso.
- Eso se puede arreglar, mi lord. - Me dice al oído. Mi corazón comienza a palpitar violentamente, así que lo levanto de la cadera y lo llevo hacia mi cama. Comienzo a besar su rostro, su cuello, todo su cuerpo. Escucho sonidos bastante eróticos de su parte y me vuelvo completamente loco.
Será una noche mágica.
POV MARINETTE
- ¿Segura que no quieres que me quede, Marinette? - Su voz suena preocupada.
- Descuida, Tikki. - Le digo con una sonrisa. Falsa, por supuesto. - Tú ve con Plagg y los demás y diviértanse.
- Hoy iremos a Louvre. - Me dice orgullosa. - Gracias a Trixx y a Wayzz que nos ayudan a ser los vigilantes.
- Vuelen con cuidado. - Les digo adiós con la mano y pronto todos los Kwami salen por mi ventana. Subo al techo de mi casa y veo como se alejan despreocupados. Solo hay una estrella en el cielo, luminosa y brillante y recuerdo como hace casi un año desee con todas mis fuerzas volver a ver a mi Ladybug. Después de un rato comienza a llover. Mis lágrimas se confunden con el agua que moja mi cuerpo, pero no me importa. Quiero alejar el dolor de mi cuerpo. Hace cuatro años creí que me había enamorado de una ilusión y nada más. Podía vivir con eso, aunque fuera doloroso. Pero ahora, el saber que pertenecen a otra dimensión, que son reales, me hace sentir completamente infeliz y desdichada. ¿Por qué no podemos estar ni Adrien ni yo con las personas que más amamos?
- Te vas a enfermar, mi Marinette. - Me dice una voz fuerte pero melodiosa. No lo puedo creer. Tal vez solo se trate de un truco hecho por mi mente cansada. No hago ni el menor intento de moverme. De pronto siento unos cálidos brazos alrededor de mi cuerpo. - ¿Acaso no me escuchaste, Marinette? - Muevo mi cabeza incrédula.
- No... no estás aquí... -Logro musitar débilmente. Sé que no está a mi lado. Se que es como siempre. Una simple ilusión, un sueño del que en algún momento tendré que despertar.
- Entonces... -susurra a mi oído con sensualidad. - ¿Puedo hacer esto, ¿verdad? - Comienza a besar mi cuello mientras desliza sus manos lentamente sobre mi cuerpo. La calidez que siento es algo inimaginable, mucho mejor que en mis sueños más eróticos que he tenido. Estoy dispuesta a entregarme por completo. ¡Un momento! ¿Y si se trata de una pervertida que entró a mi cuarto a acosarme? La tomo por sorpresa y golpeo su estómago con fuerza. Retrocede y estoy a punto de tomar una pesada maceta.
- ¡Espera, Marinette! - Me grita mientras levanta su rostro con una mueca de dolor reflejada.
- ¡Oh, dioses! - Digo fuertemente mientras corro a abrazarla. - ¡Realmente eres tú!
- Creo que ya quedamos a mano por la última vez que te lastimé el brazo. - Me dice mientras intenta recuperar el aire, tanto por el golpe como por el abrazo.
- Lo siento, mi Lady. - Le digo llorando. - No creí que fueras realmente tú.
- No hay problema, mi Marinette. - Me dice suavemente, mientras corresponde a mi abrazo. - ¡Te extrañé!
- Yo también. - Le digo mientras busco sus labios. Comenzamos a besarnos lentamente.
- Espera un momento, Marinette. - Me dice mientras se pone de pie. - ¡Motas fuera! - Tikki sale e inclina respetuosamente su cabeza. Después sale por la ventana con prisa. - Disculpa a Tikki. - Me dice mientras veo que aún conserva su ropa de Ladybug, - aunque esta vez el material es completamente de cuero de vinilo, lo que hace resaltar mucho más su figura. – Se que es muy tímida y yo todavía haciendo cosas con ella presente. - Asiento compresivamente.
- Pero, ¿cómo es posible que sigas con ella?, ¿qué puedas estar aquí? - Me mira sonriente.
- Te lo diré rápidamente porque la noche es muy corta y quiero aprovechar el tiempo perdido. - Me ruborizo ante la insinuación. - Cat Noir y yo intentamos convencer al maestro Fu de que nos volviera a dar nuestros Miraculous, pero nos dijo que la confianza es algo por lo cual hay que luchar día con día. - Suspiró. - Pasaron los días y mientras nosotros seguíamos con nuestra respectiva vida como civiles, Hawk Moth aumentó sus ataques a Paris. Los demás portadores no eran lo suficientemente fuertes para vencer solos a los akumas. El maestro Fu decidió entonces buscar a los indicados para utilizar los Miraculous de la destrucción y creación, con resultados completamente desastrosos. - Volvió a suspirar. - Después de un tiempo él mismo nos fue a buscar tanto a Adrien como a mí para que regresáramos a nuestro sitio...
Flashback
- Aún queremos ver a Adrien y a Marinette, maestro Fu. - Dijo el antiguo Cat Noir.
- Pero, ¿acaso no quieren regresar a sus antiguos puestos?
- Por supuesto que sí, maestro Fu. - Respondió la antigua Ladybug con rapidez. - Pero como usted lo dijo, tenemos que ganarnos su confianza de nuevo, así que se acabaron las mentiras. - El chico asintió. - Todavía queremos verlos. Y si hubiera una pequeña oportunidad de hacerlo...
- ¿Volverían a entregar a sus Kwami? - Dijo el anciano sombríamente.
- ¡Por supuesto que no! - Gritaron los dos.
- Pero aprovecharíamos cualquier oportunidad que se nos presentara para viajar otra vez a su dimensión. - Dijo nuevamente el chico.
- Entonces...
- Hay una posibilidad, maestro Fu. -Le dijo Bunnix, que era como la consejera personal del guardián de los Miraculous. - Cada mes se abre un portal entre esta dimensión y la dimensión de Marinette, podrían aprovecharla para visitar por esa noche a sus amados. Puedo darles los horarios para que no afectemos ninguna de las dos dimensiones con esas acciones.
- Tendríamos que tener mucho cuidado de Hawk Moth. - El anciano se veía pensativo.
. No volveremos a hacer nada estúpido, ¡se lo juro! - Dijo el chico.
- Y cumpliremos las reglas y normas que ustedes nos digan, maestro Fu. ¡Por favor! - Imploró la chica. Bunnix lo miró y el anciano asintió.
- Solamente porque son muy buenos en su papel de Ladybug y Cat Noir. - Les entregó sus Kwami. - Pero un solo desliz y...
- ¡No se preocupe! - Gritaron felices los héroes, mientras llamaban a sus respectivos Kwami.
Fin del Flashback
- Así fue como recuperamos a Tikki y a Plagg. – Ladybug se escuchaba muy feliz. - Ahora podremos visitarlos cada mes y... - Me abalancé sobre ella. Tomé su rostro con mis manos y comencé a besarla sin parar. Ella me correspondió de la misma manera y allí mismo, con las estrellas y la noche cubriéndonos como un manto gigante, nos entregamos una a la otra.
Quizá fuera suerte, quizá hubiera un Dios muy grande allá arriba o tal vez fue el poder de la estrella. No me importaba demasiado. Por fin nuestros deseos se habían vuelto realidad.