Cual lluvia que no cesa, las gotas de agua caían sobre mi rostro, y de alguna manera, esparcían mis lágrimas alrededor de toda mi alma. Una sensación de pena y melancolía inundaba mi espíritu esa noche, bañándome en llanto y desazón. Pasado un tiempo así, decidí tomar el jabón y limpiar todas las impurezas que el llanto, que el amor dejó en mi espalda, en mis dedos, en mi pecho, en mi corazón. Cuando por fin terminé de bañarme, me dirigí lo más rápido posible a mi habitación. Pero al llegar a la puerta, lentamente, con suma cautela, caminé hacia mi cama. Ya recostado en ella, me sumí en un mundo donde todo es posible, donde el amor no tiene barreras, donde tú estás a mi lado, donde te puedo abrazar bien fuerte, y no sentir ningún remordimiento por un sentimiento que surge de lo más profundo de mi ser. En ese mundo podíamos caminar los dos de la mano, por las calles, por las montañas, el mundo estaba hecho para que, incluso, muriésemos juntos.
Quizá había perdido completamente mi cordura, tal vez vagar por mundos imaginarios era algo común en lo chicos de mi edad, o a lo mejor no. De lo que estaba seguro era que lo amaba. Por todos estos sentimientos, mi cuerpo no pudo aguantar más y, ocurrió lo inevitable. Mi ser, ardiente y lleno de pasión, no me dejó pensarlo dos veces. Cuando me percaté de la situación, era demasiado tarde, mi cuerpo y mi espíritu estaban en un clímax de lujuria y locura vehemente. Solo podía pensar en su cuerpo, tan bello, pálido como la nieve; sus ojos, azules como cielo sosegado; su cabellos, rubios, tan hermosos como el sol en un día de verano. Entre tantos pensamientos, mi ser no aguanto tanta belleza y se rindió a sus pies. Me desperté de esa pasión en la que había estado sumido. Toqué las sábanas, estaban todas manchadas de amor. La apreté fuerte contra mi pecho. Y con fuerza, un suspiro que perdí dijo:
- Naruto, te amo.
Una lágrima recorrió toda mi mejilla, aunque esta era, de pura felicidad. Mi corazón estaba contento, porque sabía que algún día se armaría de valor y enfrentaría la verdad. Naruto siempre has sido mi único amor, aunque demuestre lo contrario. Siempre te amé, y siempre te amaré.
Autor: Sasuke.
Para: Naruto.