Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Touch my man I kill U por SigmaIII

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Universo y personajes de HelluvaBoss pertenecen a Vivziepop/ Viviene Medrano. 

Shippeando a Wally como si no hubiera un mañana. 

Notas del capitulo:

Historia contada desde la perspectiva de Moxxie. 

REFERENCIAS: Ver notas finales. 

 

 

Había una tregua y por eso Striker andaba como si nada en la casa Goetia mientras sostenía una conversación con Blitz quien preguntó. 

—Tenía mucho que no escuchaba de ti, ¿Ahora en qué andas?

—Sí, deje la vida de mercenario. Ahora me dedico a no matar. 

—¿No matar? Espera ¿Cómo es eso?

—Ahora estoy en el negocio de no matar. Contratas mi servicio de no matarte por un tiempo determinado a tarifa fija. Va muy bien. Y tengo clientes frecuentes como tu amigo payaso que acaba de hacer su pago– Los diablos miraron a Fizzarolli quien sonreía nervioso y señalaba su teléfono móvil. Mostrando a Striker el comprobante de pago en pantalla.

—O como tú novio búho que paga mi suscripción anual– 

El príncipe se acercó a ellos para acompañarlos en la caminata rumbó al salón. 

—¿Stolas le pagas a este maldito para que no te mate? –Reclamó Blitz.

—Si, y para no secuestrarnos o planear atentados en nuestra contra ni contra Via. Es como comprar un seguro pero mejor, me hace sentir a salvo.  

—¿Qué?— Blitz se molestó, dedicarse a matar requería recursos y moverse, no matar era mucho más rentable por menos esfuerzo, pero admitía que aún no estaba a la altura de un tipo como Striker para darse el lujo de cobrar por no matar, tal vez algún día. Siguieron andando hasta que llegaron a un salón lleno de demonios. Había muchos asientos y mesas dispuestas con platillos, bebidas y aperitivos. 

—Odio a los sangre azul, pero admito que esta fiesta es de muy buen gusto. ¡Oh! ¡Olvídalo!, el ambiente se arruinó– Agregó apenas miró a Moxxie entrar al mismo salón por el otro extremo.

—¿Por qué ese mal ánimo Striker? – Se defendió – Acaso te incomoda que ¡Yo!, ¡Moxxie! el hombre sensible y casanova ande cerca ¿Celoso? 

—¡Escúchame bien! ¡Métete conmigo de nuevo y te mataré!

—¿Por qué Striker? ¿Te molesta que ¡Yo Moxxie!, el hombre sensible y casanova, haga cosas de hombre sensible y casanova? 

—¡Toca a mi hombre de nuevo y te mato Moxxie! ¡TE MATO! ¡ME IMPORTA UNA MIERDA LA TREGUA! ¡HAZLO DE NUEVO Y TE MATARÉ! – Striker le apuntó directo a la frente, presionando su pistola contra la cabeza del demonio, si algo lo detuvo de apretar el gatillo fue el helado filo en su cuello, miró abajo, Millie ya había hecho igual y presiono sus dos  cuchillos en la piel, en posición y preparada para cercenarlo.

—Tal vez no lo habría tocado si hubieras estado allí para impedirlo, pero estabas muy ocupado trabajando para mi padre— 

—¿Debería? —Se adelantó Stolas. 

—Tranquilo, yo me encargo— Blitz abrió la ventana y se asomó, agitó la mano para llamar la atención de alguien en el exterior y gritó— ¡Wally, Waaaaaallyyyyyyy! ¡Controla a tu perra! ¡Está amenazando a mi empleado! — 

Enseguida el teléfono móvil de Striker comenzó a sonar. Sin dejar de apuntar, con la mano libre lo sacó de su bolsillo y contestó. Apenas escuchó la voz al otro lado y sin apartar la mira del imp frente a él respondió. 

—¡Estoy trabajando! – Y colgó. Siguió mirando con odio a Moxxie, quien sonreía con suficiencia, sin miedo retrocedió y se dejó caer con autoridad sobre una silla acojinada de la sala, mientras Millie seguía amenazando con sus cuchillos a Striker. Entonces el teléfono de Blitz sonó y el diablillo contestó, escuchó atento las palabras del demonio al otro lado de la línea y siguió sus instrucciones. Caminó y acercó su móvil al oído de Striker. 

El vaquero escuchó la voz emitida por el aparato y con firmeza contestó. 

–¡Estoy trabajando! – Pero el diálogo siguió– ¿Qué? ¿Cómo que comiste eso? ¡No puedes comerlo, eres alérgico! ¿Por qué lo comiste? ¡Carajo!– El demonio bajó su arma y Millie lo imitó, apartó sus cuchillos del cuello de Striker, la mujer retrocedió hasta estar a escasos pasos de su esposo.  El vaquero se marchó. 

____________

Blitzo miró por la ventana, Wally se encontraba sentado en el parapeto de una jardinera del patio interior de Stolas. A su lado Striker lo tranquilizaba: 

—Es un tipo de pan, es solo agua y harina. Puedes comerlo. 

—Entre en pánico. 

—¡Oh! Si tienes duda pregunta con qué ingredientes lo prepararon– El duro demonio siguió confortando tiernamente a Wally, una forma impensable en él.

No hubo ninguna alarma alimentaria, Wally lo inventó para distraerlo.

______________

Blitz se acercó a Moxxie muy intrigado. Le reclamó. 

–¿Te acostaste con Wally? ¡Cómo pudiste! ¡Eres mi empleado, debiste dormir conmigo! ¡Milli! ¿Cómo lo permitiste? –

Ella se soltó a reír. 

—¡No señor, no fue así! Le aseguro que no es como imagina.

—¿Entonces qué pasó para que Striker te odie más de lo normal? ¿En qué momento lo jodiste así? –

—Pues….

 

Moxxie contó de la vez que tuvo que viajar a Avaricia, a una zona maderera y montañosa. Con solo dos vías de acceso y de salida. La carretera y el teleférico. Este último llevaba más rápido a la ciudad más cercana y daba acceso a la civilización. 

No estaba allí por gusto, estaba allí por orden de su padre y bajo amenaza. Pero peor que trabajar para su padre. Era Striker trabajando también para su padre. Su estancia allí fue un tormento. El vaquero lo jodió como nunca. Lo eligió como su saco de boxeo y todos allí estaban bien con ello. Por su puesto Crimson no solo lo alentaba, lo aplaudía. 

Reunidos por una operación de tráfico de armas. Usaban el transporte de madera como pantalla, pero no eran troncos lo que llevaban los camiones. Tenían que ser discretos, pero también necesitaban la mayor seguridad posible. Por eso estaba allí. 

Después de tormentosos días en un campamento en el bosque, mañana sería el último. 

Y como era rutina, en cuanto pudo; el vaquero lo hizo mierda. Comenzó a caminar con él, a llamarlo nombres y como si no tuviera más creatividad a meterse con su hombría como siempre. Tan cansado como estaba, Moxxie solo lo ignoró. Iban por un camino de tierra que llevaba a la carretera, se acercaban a un espectacular con escalera mal montada al frente y un demonio imp en esta terminando de pegar un letrero al espectacular. Ver a ese demonio le dio una idea a Striker, sonrió y siguió con su discurso. 

—Hay dos tipos de hombre Moxxie. De acción como Blitzo y como yo — Striker pateó la escalera haciendo perder el equilibrio al diablo quien cayó desde lo alto. Lo atrapó en el aire y con la cola salvó su cubeta de pegamento. La brocha salió volando. Se lo mostró — Y de negocios como tu padre y este caballero—Moxx reconoció a Wally Wackford, pero el asombró de encontrarlo allí tuvo que esperar porque enseguida y aún llevándolo en brazos Striker dio media vuelta y lo besó, con orgullo, como besan los sementales. Con un beso apasionado, firme, dulce y profundo. Era como ver a Pepe Le Pew en acción. El vaquero movía su cabeza conforme requerían los movimientos de su lengua y labios; emitió un fuerte sonido “mmmnnnnn”, por su lado Wally soltó una risa nerviosa y de sorpresa apagada por el contacto entre las bocas. Su cuerpo entero se erizo, agitó las piernas y cola por la exaltación. 

Enseguida Moxxie les dio la espalda para no mirar. Fue tan incómodo, moría de vergüenza. La vergüenza que se siente cuando uno se encuentra con una pareja sumamente afectuosa. Pero rápido la vergüenza pasó a irritación; porque aquel beso fue absurdamente prolongado. Claramente Striker lo hizo así, a propósito para presumir y sacarlo de sus cabales. 

Se habría marchado, pero como adivinando que se iba. Striker se separó del demonio, acción acompañada de un fuerte ruido de ventosa que se despega. Regresó los pies de Wally al suelo. El diablo permaneció de pie temblando, mascullando por excitación y confundido. 

El mercenario le hizo saber su conclusión a Moxxie. 

—Y no eres ninguno de ellos. Eso quiere decir que eres una mujer— Acomodó la escalera, pero se llevó el balde de pegamento con él para impedir a Wally terminar el trabajo en el promocional. Aunque de lejos parecía un sabotaje claro. En realidad lo hacía para impedirle volver a subir y accidentarse. Tras decir unas palabras a Wally en el oído se marchó. 

Moxxie permaneció de pie. Apretó los puños. Sabía que no tenía que hacerle caso. Por eso odiaba que sus palabras le afectarán. Se quedó allí. Entonces una voz lo tomó por sorpresa y lo sacó de su ensimismamiento.

–Se equivoca.

–¡Qué? – Moxxie miró, era Wally quien le hablaba. El imp se dirigió a él tras salir del trance de amor y acomodar sus ropas intentando calmar el alborotamiento en su interior. Repitió: 

–Se equivoca, no son dos. Son cuatro tipos de hombre: el de acción, el de negocios, el showman y el amante sensible, I say I say— No entendía porque le decía esto. Pero el diablo siguió hablando. —¿Cuál eres? 

–¿Cómo?

–¿Qué tipo de hombre eres? 

–No, yo no… – Estaba harto de estas conversaciones. 

–¿No eres un hombre? –Wally le miró los cuernos para comprobar. Molesto por la inspección Moxxie respondió. 

–¡Sí lo soy! 

–¿Entonces cuál eres? –Repitió la lista– ¿El de negocios? ¿El de acción? –No respondió— ¿Eres un showman? –Moxxie negó con la cabeza– ¡Entonces debes ser el amante gentil! 

–Supongo.

–El amante gentil, sensible y casanova. 

–Sí, creo que sí- 

Sin dudas es con lo que más se identifica. Pero no podía olvidar las palabras de Striker. Seguro el vaquero diría algo como “Lo mismo que ser una mujer” o algo por el estilo. Pero de nuevo Wally lo distrajo de estos pensamientos. 

–¿Quieres hacerle una broma?

–¿Qué?

–Qué si quieres hacerle una broma—

No supo qué pensar. Se sintió muy extraño, conocía a Wally de vista y siempre le pareció raro. Mucho. Era su vecino de oficina, trabajaban en el mismo edificio, pero nada más. No sabía si confiar en él. Y ahora, sabiendo que estaba con Striker. Lo más probable es que solo buscara fastidiarlo tanto como el vaquero. 

El demonio insistió con la propuesta. 

–Será divertido–

Intrigado y sin poder ser más pisoteado, Moxxie se dejó guiar. 

____________________

Striker iría al pueblo y regresaría al campamento, para ello tenía que seguir la carretera. Se le adelantaron cruzando por un camino de tierra que Wally conocía. Con ese atajo tuvieron suficiente tiempo para preparar la broma. Con ramas y retazos de un costal que encontraron improvisaron dos espantapájaros. 

Pusieron el primero al pie del camino donde era imposible de ignorar. Y lo ataron con una cuerda. Vigilaron todo el rato hasta que Striker pasó por allí y siguió su camino. Una vez fuera de vista montaron el segundo espantapájaros, pero lo hicieron más adelante en el sentido y dirección de regreso. Tuvieron que esperar mucho, Wally lo hizo impaciente. Finalmente Moxxie se animó a preguntar. 

–¿Por qué pienso que planeaste esto con mucha anticipación? 

–¡Shhhh! ¡Ya viene! —

Se ocultaron. Striker pasó frente al primer espantapájaros y una vez le dio la espalda jalaron la cuerda para tirarlo hacia atrás y sacarlo de la vista. 

Más adelante el vaquero se encontró con el segundo espantapájaros. Se detuvo, giró hacia atrás convencido de que se lo acababa de cruzar, pero ese espantapájaros ya no estaba. Permaneció sin moverse y mirando a ambas direcciones del camino, rascándose la cabeza confundido. 

Y ya. Esa era la broma. 

Wally tenía un humor simple. Tuvo que esforzarse mucho para no explotar a carcajadas y ser descubiertos. Cayó al suelo y se tapó con las dos manos la boca. Se retorció en su lugar preso de la risa y su mueca era de sufrimiento por tener que obligarse a contener las risotadas. Comenzó a quejarse de dolor mientras se sofocaba a sí mismo para callarse.

Era una tontería, pero fue efectiva. El desconcertado y molesto vaquero se marchó. 

Burlarse de Striker con esa broma inofensiva ánimo mucho a Moxxie. Hasta al peligroso mercenario se le podía tomar el pelo. Entonces no era tan invulnerable como presumía. 

Con dolor de cabeza por la falta de aire al contener la risa. Wally lentamente se puso de pie. 

Huyeron de la escena del crimen, caminaron un poco librando la vegetación, siguiendo el camino de tierra de antes. En su trayecto Wackford emitía risitas intercaladas con prolongadas y sonoras carcajadas en las que se doblaba y paraba de caminar al recordar la confusión de Striker. Estuvo así hasta que finalmente llegaron a la carretera a la altura del espectacular de antes.  

Contrastando ambos carácteres y sin poder entender cómo este par terminó involucrado. Moxxie no pudo evitar preguntar. 

–¿Y es algo casual? ¿Lo de ustedes? 

– Para nada, Jaja, Striker es un caballero muy formal. Estamos juntos hace dos años. – Clamó emocionado e inhalo profundo para recuperar el oxígeno perdido con las risas. 

Moxxie se sorprendió, de que alguien como Wally se relacione con Striker y de qué Striker pareciera tener algo parecido a sentimientos. 

–¡Es un sociópata! ¿No te asusta? 

–Nop. 

–¡Está loco!

–Me asustaré cuando no esté.

–¡Es un matón, siempre grita! 

–La inseguridad grita. 

–¿Qué fue lo que le viste? Además del físico –Si, de lejos era muy atractivo, pero de cerca era un completo patán. Para el imp no tenía sentido. No podía entenderlo. 

–¡Es fuerte, valiente! ¡Hábil! ¡Implacable! Me hace sentir seguro. 

–¡Ohh! ¡Vaya! Parece que acabas de describir a mi esposa….  Sabes qué, no somos tan diferentes. 

–Me gusta el pop y el country. 

–Tal vez un poco diferentes.

— ¡Y mañana se irá! – Wally gimoteó– ¡Y yo me quedaré aquí! ¡No quiero! Moxxie ¿No puedes hacer que tu jefe ordene a Striker vigilar la feria?, al menos dos semanas en lo que termina.

–Dudo mucho que a nuestro jefe le interese la seguridad de la feria—

La conversación que tuvieron dejó en evidencia que Striker le contaba a Wally lo suficiente sobre su trabajo, pero no todo. Moxxie también ató cabos sueltos. No sabía mucho de lo que ocurría fuera del campamento dónde el grupo de mafiosos protegía las armas. Supo entonces que en el pueblo había una feria local, montada en la explanada que daba acceso al teleférico. Para anunciarla Wally había ido a pegar el letrero del promocional; era empleado en la feria y se había trasladado desde Orgullo hasta allí con la excusa del trabajo, pero la realidad es que lo hizo para pasar tiempo con su pareja. Por su lado, el vaquero, cuando no estaba de guardia y no lo estaba molestando se escabullía al poblado para encontrarse con él. Pero como la operación de transporte de armas finalizaba el mercenario se iría primero pues aún no terminaba su labor como escolta del jefe. Y Wally tendría que despedirse y esperar una vez más para poderse reunir de nuevo con él.

 

 Continuará...

Notas finales:

¿Quién es Pepe Le pew? Clic en el enlace:

 https://www.pinterest.ca/pin/12314598956282908/

Gracias por leer.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).