Un amor echado al olvido Capítulo 1:
Era una noche tormentosa y Roy se encontraba sentando frente a la única ventana de su casa con vista a la calle. Seis años atrás se había sentado en esa misma ventana al ver partir a su único amor mientras sus lágrimas caían. Aun no sabía los motivos para que su amado lo abandonara y por más investigaciones que había echo no había averiguado absolutamente nada. Había estado tanto tiempo tratando de conocer las razones por la que Edward lo había abandonado que descuido su trabajo y terminaron por echarlo. Ahora…solo y sin trabajo no le queda más que llorar y sufrir por su amor aunque no le faltaba nada. Trabaja como mesero a medio tiempo en un bar no muy lejos del lugar y con el dinero que se ganaba le daba para alimentarse perfectamente bien. Sus amigos le habían ido a visitar pero él no había podido sonreírles y ni sentirse cómodo con ellos y pronto dejaron de ir a visitarlo.
Roy se levantó de esa ventana y se dirigió a su habitación. Se puso el pijama y se acostó. Se cubrió hasta la cabeza y lloró como nunca…su corazón había sido roto y nadie había podido repararlo…solo él…él era el único que habría podido repararlo pero tenía bien presente que jamás volvería…jamás.
Mientras tanto Edward estaba cenando con su hermano en alguna parte del mundo. Alphonse y Edward habían comprado un apartamento en donde vivían y trabajan en una mina. Edward ya tenía 21 años de edad mientras que Alphonse tenía uno menos. Ambos se llevaban muy bien las personas de ese lugar pero aun así, Edward, no conseguía ser planamente feliz. Desde la vez en que le entregaron las fotos de Roy haciéndolo con otras mujeres no había parado de pensar en él y eso lo hacía lucir triste todo el día e incluso en la noche cuando dormía. Alphonse había tratado de que se olvidara de el pero jamás lo consiguió.
-Al…regresaré *dijo Edward decidió y con la maleta ya echa. Su hermano regresaba del trabajo sudado y cansado mientras que Edward se había ausentado.
-¡¿Pero Edward!? ¡¿No fuiste tú el que jamás regresaría para no volver a verlo y que jamás volviera a engañarte?! *contesto, Al, sobresaltado y asustado.
- Si pero…Al…me he dado cuenta que sin él mi vida no tiene sentido alguno, así que volveré y lo personaré…con la condición que jamás lo haga…lo amo demasiado como par olvidarlo…son seis años, Al…seis años donde he tratado de olvidarlo sin conseguirlo y haré todo lo que puede para ser feliz…por lo menos mientras llega mi muerte. *dijo Edward saliendo de la habitación con determinación. Ya había comprado el boleto de tren se dirigía a la cuidad de su amado. Llamó a Riza* Riza…es Edward. Se que no te he llamado hace semanas pero deseo pedirte un favor. ¿Roy vive en el mismo lugar? ¡¿De verdad?! Pues entonces me dará tiempo…gracias. *Ed colgó y se montó en el tren. En menos de una hora estaría de vuelta.
Durante el caminó Edgard venía pensando en su amado coronel. Riza y el se habían mantenido en contacto y ella le informaba acerca de la vida de Roy. Sabía que por estar averiguando el por que de su partida lo echaron de la milicia y que ahora trabaja como mesero en un restaurante. También sabía que no había salido con nadie desde que se fue y que creían que Roy estaba en depresión. Edward dejó caer varias lágrimas al recordar todas las cosas por las que había pasado Roy pero aun le dolía muchísimo el que Roy lo hubiera engañado con otras mujeres sabiendo que él se había entregado completamente.
Cuando llegó se dirigió a un hotel cerca de la casa de Roy. Al ver la hora se dio cuenta que aun debía estar trabajando así que se acomodó en la habitación y tomó una siesta. Al despertar se duchó y se vistió para darle una pequeña sorpresa a su adorado coronel. Se puso el abrigo, pues hacia frío y se acercaba el invierno, y caminó con calma por toda la calle hasta llegar frente a la casa de Roy. Allí tomó aire y toco la puerta. Roy abrió y al verlo se quedó helado.
-¡Edward! *dijo Roy sorprendido
-Roy…hace tiempo que no nos vemos. Sigues viéndote igual. ¿Puedo pasar? *dijo Ed
-Claro…pasa, pasa. *dijo Roy precipitadamente dejando espacio para que Edward pasara al interior. Ed entró y se quitó el abrigo el cual tomo Roy y lo dejó en el perchero.
-Eres muy amable, Roy. *dijo Ed después de que Roy tomara su abrigo.
-Siéntate. ¿Quieres algo de tomar?
-No…estoy bien.
-Edward,… ¿qué…qué te trae por acá de nuevo?
-Pues…yo…quiero pedirte perdón por haberme ido sin darte explicación alguna. La verdad es que me fui por que me entregaron unas imágenes donde tú lo hacías con diferentes mujeres y…eso me lastimó tanto que no quería escucharte y sencillamente tomé el consejo de mi hermano para irme.
-¡¿Qué?! ¿Qué fotos? ¡Yo nunca te engañe, Ed! ¡Nunca! *dijo Roy, de rodillas frente a el y sujetando sus piernas, con desesperación.
-Pero…
-¡Muéstramelas! ¿Las tienes?
-Si, aquí están. *dijo Ed sacándolas de su bolsillo. Roy las miró furioso* Sabía que querrías verlas así que las traje.
-Estas fotos son de antes de que te conociera y puedes preguntarle a Havoc…el sabe de estas relaciones que tuve.
-¿Seguro?
-Al cien por ciento.
-Pues iré a hablar con Havoc. *dijo Ed poniéndose de pie. Roy se levanto y lo tomó del brazo.
-Por favor…ve mañana…quédate un poco más conmigo. No sabes el tiempo que he esperado volver a verte.
-De acuerdo, Roy, de acuerdo. Sabes…ya no importa lo que diga Havoc…te creo. Quiero estar contigo de nuevo. *dijo Ed abrazándolo y siendo correspondido por Roy* Te amo, aun te amo fervientemente.
-Yo…también te amo, Edward. *dijo Roy tomando su barbilla con una mano y besándolo en los labios con suma ternura haciendo que Edward se derritiera en sus brazos y soltara un gemido. Roy, al separarse, sonrió* me da gusto escucharte gemir después de tanto tiempo. ¿Quieres…hacer el amor conmigo?
-Claro que si, mi coronel.
-Yo…yo ya no soy coronel Edward.
-Lo se. Riza me ha mantenido informado acerca de cómo has estado. Por eso vine a esta hora y no antes…por que sé que estas trabajando como mesero.
-Yo…no es que sea un trabajo que me de orgullo.
-Lo sé, lo sé. Pero olvidémoslos de eso…llévame a tu cuarto y hazme tuyo de nuevo* Edward se desasía en ideas. ¿Quien le había mandado fotos de Roy con mujeres cuando eran antes de que Roy conociera a Edward?
Roy tomó a Edward en brazos y lo llevó a su habitación. Allí lo acostó sobre la cama. Besó el cuello de Ed haciéndolo gemir y agarrarse de su cuello mientras Roy le quitaba la ropa con lentitud. Cuando ambos estuvieron completamente desnudos, Roy procedió a lamer su erección mientras dilataba su entrada suavemente hasta que Edward casi le gritaba que lo penetrara. Roy sonrió.
-No…quiero que sea lento…quiero disfrutar de ti. *dijo Roy lamiendo su cuerpo y fue sorprendido por Edward…su expresión era de enfado* Te ves sexy cuando en enfadas. *dijo Ed acariciando con la punta de sus dedos el miembro de Ed mientras el se auto penetraba gritando de placer al sentirlo por fin a dentro. Roy soltó un suspiro de placer puro y tomó con fuerza las caderas de Ed para embestirlo con rapidez mientras jadeaba. Ed echó la cabeza hacia atrás y gemía de puro placer. Pronto Roy se vio al límite igual que Ed y al llegar al clímax gritaron al unísono cayendo Ed sobre Roy exhausto.
-Ed… ¿te casaras conmigo? *preguntó Roy
-Claro que si. *dijo Edward sonriéndole mientras ambos se acomodaban y dormían abrazados.