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Aún estoy soñando despierto con esas imágenes, y tengo encima estos extraños nervios, que no sé si provienen porque ahora nos dirigimos a su apartamento o porque acabamos de ver juntos un amanecer. De todas formas, no puedo evitar esbozar una sonrisa y aferrarme con más firmeza de su cuerpo. Me siento bien... Esta calma me hace sentir bien
-¿Quieres que me apresure más? -siento que su torso se mueve, había volteado su cabeza para intentar observarme, ya que el semáforo aún está en rojo. Debió haber creído que estoy asustado por tanta claridad... otra cosa no se me ocurre
-Etto... Preferiría que no suframos un accidente, así que mejor continúa con la velocidad con la que estábamos, de todas formas estoy bien -suelto un poco mi agarre para mirarle, aunque mucho no lo logré, ya que a penas puedo ver el reflejo del casco que llevo puesto, en el suyo.
-¿Seguro?
-Hai
Los automóviles de nuestro alrededor comienzan a marcharse, eso quiere decir que el semáforo ya no está en rojo, vuelvo a sostenerme bien de él, luego continúa el viaje de regreso.
Cierro mis ojos nuevamente, toda esa claridad es extraña para mí, por más que tenga este casco con un cobertor para los ojos, de un color oscuro. El solo hecho de que me haya decidido a ver un amanecer es algo muy extraño... Sobre todo después de todo lo que pasó... Hum, mejor dejo de pensar en eso y llevo mi mente a otro lado
-Ya llegamos.
Abro mis ojos, descendemos hacia el estacionamiento del edificio, Akai continúa reduciendo la velocidad hasta que la motocicleta se detiene por completo, cerca de una de las columnas. Me suelto para después bajarme y quitarme el casco, ya que aquí está relativamente oscuro. Akai también baja, sin antes haberla estacionado para después tomar los cascos y asegurarlos a la motocicleta, y esta a su vez a la comlumna, con una cadena que luego selló con un candado.
Le tomo de la mano y caminamos hasta una puerta, que nos llevaba hasta la planta baja, me coloco la capucha por si acaso. No había nadie allí, como era de esperarse, ya que es tempranísimo. Entrecierro un poco más los ojos, creo que es completamente de día, el bloqueador solar impide cualquier tipo de daño, por suerte. No sé que sería de mí sino.
Llamó al ascensor y esperamos un rato. Mientras tanto, agarro fuerte su mano. Estoy nervioso, a pesar de todo.
-¿En qué piso te encuentras? -pregunto para intentar pensar en otra cosa y no en el hecho de que estoy en un lugar sin protección a la luz solar y, lo más importante, que es de día...
-El quince. Es bastante cómodo... Un poco estrecho pero puedo vivir en él por un tiempo hasta que consiga un mejor empleo y así comprarme otro... Estoy pensando en vender mi motocicleta, pero es mi único móvil, a no ser que comience a moverme por medio de autobuses o metros...
-Tal vez no te convendría... Bueno, todo depende que qué tipo de empleo buscarás...
-Hai. Tengo planeado seguir algo con la informática... Creo que voy a estudiar algo, en un corto período de tiempo, para conseguir una pequeña base y así conseguir un empleo, luego, estudio otra cosa, que sea más de apoyo con lo otro para conseguir algo mucho mejor todavía.
-Ya tienes todo planeado, ¿ne? Vas a bajar de peso con tantas idas y venidas que vas a tener... -¿le alcanzará todo el tiempo para hacer eso?... Un momento... ¿va a tener tiempo para mi?... ay, no puedo estar pensando en esto... no tendría que pensar así
-Nee, no sé si tanto así, pero que me costará acostumbrarme es seguro... De a poco me adiestraré. Luego a la rutina clásica... ver a las mismas personas todos los días en un largo año: cuando trabaje, y si vendo la motocicleta, los mismos rostros en el subte o en el autobús...
-Todo el montón de gente que camina a las corridas en hora pico... los bocinazos de los autos...
-Aa... -siento que suspira... creo que ya le fatiga el solo hecho de imaginárselo- ¿Qué le pasa al condenado ascensor que no llega? -menciona molesto, y creo que presionando otra vez los botones
-Tal vez esté descompuesto... o lo están utilizando...
-¿A los dos? Sería demasiada la mala suerte....
-Aguarda un momento más... Ya debe estar por llegar...
-Hikaru, ¿te sientes nervioso?
-¿Ah? ¿Por qué lo preguntas?
-Porque no abres los ojos y porque presionas fuerte mi mano
-Ah, sumimasen -le solté y abrí mis un poco mis ojos, para alejarme; tal vez le molesta que haga eso...Ay, pero me es muy difícil observar normal con tanta claridad
-Baka, no lo dije para que te alejaras -me tironea del brazo y me hace chocar contra él, para abrazarme. Al instante me aferro de su torso- Lo dije porque tal vez sería mejor que subiésemos por la escalera, antes de que estés así por culpa de esa porquería que no llega
-Estoy bien, no te preocupes
-¿De verdad? Ya sé distinguir de cuando te pones nervioso... tiendes a no mirar adelante y presionas tus manos, o te agarras bien fuerte a algo... te tensas -uuhh... eso no se vale.... Cielos, nota mis actos más de lo que creí... Pero yo no me doy cuenta de que hago siempre lo mismo cuando me siento nervioso...- Hikaru, ¿quieres ir por las escaleras?
-No, no quiero
-¿Por qué no? Esta cosa es capaz de tardar días en bajar...
-Akai, quiero preguntarte algo
-Dime...
-¿Has visto entes en el edificio?
Hace un silencio, un poco extraño a mi parecer, más bien... creo que no va a responder nada bueno... Hay entes por todas partes, incluso en los negocios de cualquier tipo, restaurantes, librerías, locales de ropa y demás... en hospitales, en comisarías... ¿por qué no en los edificios?
-Unos cuantos... pero, ¿por qué preguntas eso así de repente? -no le respondo, se me hace demasiado estúpido como para decirle la razón de porqué lo pregunté... es demasiada necia la razón- Ah, ya sé... Tienes miedo.
-Mejor esperemos al ascensor... -otra vez adivinando... y pegándole bien. Las estructuras demasiadas altas, como este edificio, me hacen acordar a ese condenado hospital en el que estuve internado no-sé-cuánto-tiempo
-Hikaru. Nadie te va a hacer nada -me agarra de los hombros, seguramente para mirarme- Abre los ojos.
-Me molesta la claridad.... -le dije, haciéndole caso a medias
-Mmhh... Bueno... Mira, sé que tuviste unas cuantas malas experiencias, pero... no dejes que te intimiden. Antes no eras así, no tenías miedo, o demostrabas no tenerlo...
-Pero antes no me habían pasado todas las cosas que hasta ahora sí...
Escuché solo el ruido que algunos autos hacían al pasar. ¿Hice mal en decir eso? Mmh... creo que sí...
-Subamos juntos. Vas a ver que no sucederá nada
-Son quince pisos
-Estarás conmigo, no tengas miedo
-De acuerdo... pero si hay un ente en cada piso que subamos, olvídate que voy a seguir. Primero me tiro al vacío que hay entre las escaleras antes de continuar...
-¡Hikaru!
-¡Gomen, gomen! Se me escapó...
-Arg, ¡baka! -me besa en los labios, para después comenzar a subir todos esos dichosos pisos
Tendré los ojos prácticamente cerrados, ¿por qué tendría que ver a algún ente así? Pero de todos modos los tengo que abrir un poco más, sino me tropezaré y llevaré a Akai conmigo en la caída. Si no los veo, los siento; es lo mismo.
-¿Cuánto falta?
-Ocho pisos
-¿¿Qué?? ¡Vives muy arriba! -me detengo a descansar un rato. La verdad es que estoy muy exhausto, lo que me preocupa un poco
-¿Ya te cansaste?
-¡No te hagas el fortachón! ¡Sabes que estoy anoréxico o anémico o lo que sea que tengo y que no tengo mucha resistencia! -me agarro el pecho con una mano mientras que la otra la coloco en mi rodilla para tratar de controlar mi cuerpo.
-Mmh... No lo decía para molestarte, de verdad me sorprende que te hayas cansado tan rápido. No subimos muy a prisa...
-Sí... Lo sé, pero...
Un fuerte escalofrío me recorre la espalda, un frío, tal vez imaginario, habita en los pasillos repentinamente. Me hizo dejar de hablar. Tal vez sea mi imaginación, pero no puedo quedarme siendo que puede ser verdad. Me coloco bien y miró detrás de mí. El pasillo está oscuro, no veo mucho... todo está bastante oscuro, ahora que me lo pongo a pensar...
Esas sensaciones no se van, siguen ahí y los escalofríos se reiteran. Tengo un mal presentimiento, maldita sea. Encima, siento al corazón un poco raro...
-Akai, YA quiero seguir subiendo -le digo sin dejar de mirar el pasillo.
O fue mi imaginación, ¿o en aquel pequeño rincón hay alguien? ¡Ay, listo! ¡Yo me voy de aquí!
Comienzo a subir las escaleras a prisa, espero que Akai me esté siguiendo, no sé que haré sino...
Sin dejar de subir, miro atrás, para intentar encontrarlo a él. Lo veo, efectivamente. Continúo, vuelvo a mirar al frente... una especie de...persona, de tez de una tonalidad extraña está frente a mí, justo cuando terminan los escalones. Los latidos del corazón se me cuadruplicaron... Tiendo a retroceder, pero olvidé el pequeño detalle que aún estoy en una escalera. Resbalo y voy en caída. Para mi suerte, ¡Akai está conmigo!
-¡Baka! ¡Por esto es que íbamos lento! ¡Sabía que tarde o temprano te caerías!
-¡Ay! ¡No vengas con eso ahora! -hago esfuerzos para colocarme bien, mientras, observo de reojo a ése que me dio un buen susto
-¡¡Deja de tener miedo!!
-¡¡No puedo!! M-me... da una sensación extraña... me hace sentir... feo...
-Pero no reacciones así. Sigamos...
-D-demo... demo
-AAhhhggg... ¡Que dejes de tener miedo! ¡Estoy contigo! -me agarra de la mano y comienza a llevarme. ¡Noo! No quiero pasar al lado de ése como si nada.... me mira muy fijo... ¡No quiero!- ¡Deja de resistirte, vamos a mi apartamento de una vez!
-¡Maldita sea, Akai! ¡Estoy temblando! No quiero... por favor, no quiero...
-Hikaru, vamos...
Bueno, aparentemente no me queda más remedio que hacerle caso y pasar por al lado de ese...de ese espíritu... Me apresuro esta vez para abrazarme a Akai y caminar así. Me siento como un niño de cinco años que le tiene miedo a algo que no distingue bien. Esto...se me hace peor porque ese ente me está mirando fijo. ¿Desde cuándo que cuando las miradas de los demás están clavadas en mí, me pongo así de nervioso?
Creo que ya pasamos... No sé, yo cierro los ojos y camino en la dirección que Akai camina, si me está llevando hacia cualquier parte, yo voy con él.
-Mira, aquí estaban -me dice luego de un rato, al mismo tiempo que dejaba de caminar. Abro los ojos y me encuentro a ambos ascensores con las puertas abiertas- Por eso es que podíamos esperar en la planta baja toda la eternidad... -comienza a caminar hacia ellos, yo lo solté y me quedé mirando desde allí- No entiendo porqué no reaccionaban... -se da vuelta para observarme, yo simplemente le respondo la mirada. Tengo una sensación extraña con respecto a esto ¿qué acaso él no?- ¿Qué es lo que sucede ahora?
-N-nada... Es solo que... ¿no sientes extraño este lugar?
Se queda mirándome en silencio, no se escucha nada, ya siquiera los autos, estamos demasiado arriba... Estos pasillos también están a oscuras, aparentemente está hecho a propósito. En cierta forma me conviene ese pequeño detalle, por la enfermedad, pero...
-A veces, sin embargo... debes saber que el miedo no ayuda en nada. Si temes a lo desconocido, siempre te quedarás estancado, de pie en un mismo lugar. No sirve de nada, si no te arriesgas, no consigues nada. Por lo menos intenta vencer este miedo, de lo contrario, te quedarás estático en cualquier lugar, y a cada rato, porque sabes que a los entes los puedes encontrar en cualquier parte. Lo sabes, como el médium que eres.
Me lo quedo mirando un rato más, no tengo nada que decirle, supongo que tiene razón. Camino hasta él para después subir a uno de los ascensores y así poder llegar a su apartamento de una vez por todas. Una vez dentro, me acerco aún más y lo abrazo, en parte por aún tener un poco de nerviosismo, y por otra, porque tengo ganas de sentirlo cerca.
Al final, los números pasaban y pasaban, hasta que llegamos al quince y se detuvo, las puertas se abrieron. Todo normal. Todo en perfecto estado. Me toma de la mano y continuamos el recorrido hasta su bloque, el cual era el C. De lo contrario, no hubiese colocado la llave allí. Abre la puerta y me invita a pasar primero. Yo acepto.
Mientras me quitaba las zapatillas y las dejaba en la entrada, noto el desorden en el que se encuentra todo el apartamento. Algunas cosas aún en las cajas y otras cubiertas con una túnica blanca. La claridad que provenía a través de la ventana, me obliga a entrecerrar los ojos y colocarme la mano sobre la frente, para evitar que tuviesen tanto contacto con aquella luz. Siento que los pasos de Akai se dirigen hasta allí, y cierra las cortinas, dejándome más clara la visión de todo el lugar, que no era muy grande; se entraba y se tenía el comedor-cocina, frente estaba la puerta del baño y al costado la de la habitación; a la derecha, el ventanal en donde aún Akai sigue de pie, buscando algo en la pared.
-Tienes que ordenar un poco, ¿ne? -le pregunto mientras miraba y tocaba con las yemas de mis dedos, un mueble de una tonalidad un tanto oscura, repleto de revistas y libros
-Hai. Son pocas cosas, pero aún no termino de desempacar. Me tengo que encargar también de las ventas de los otros muebles que estaban en la otra casa. Y también de la venta de esa misma. -me comenta mientras se me acercaba
-¿Estás seguro de querer venderla? -pregunto mientras le abrazo suavemente y reposo mi cabeza en él
-No veo porqué no. Además, mantener dos viviendas es muy complicado, y tengo que tener una suma importante de dinero para hacer eso, lo que no dispongo. Estaré bien en este lugar pequeño, si estudio, me consigo un mejor empleo, para volver a mudarme a un lugar más cómodo y de ahí veré lo que hago...si continúo estudiando y así continúo subiendo, o si me conformo con lo conseguido. Venderla será mejor, además de que aún me seguiría trayendo muchos malos recuerdos ese lugar si permaneciese allí. Quiero estar únicamente para el ahora...
-Mh...
Pasa su mano por debajo de mi ropa y la siento en mi espalda baja; siento su calma respiración, un silencio dulce y un extraño cosquilleo abdominal. Creo que es el mismo primer cosquillo que me llegó cuando lo vi por primera vez o aquel extraño cosquilleo que me invadió cuando lo hicimos por primera vez... Todo por primera vez, aunque claro sé que no será la última vez que lo sienta. Porque pasaré mucho más tiempo a su lado, y él del mío.
Continúa subiendo su mano, a penas rozándome la piel, siento que sus labios se acercan cada vez más a mi cuello, primero un pequeño toque, luego un diminuto beso que se va transformando más y más, hasta que sus labios se entreabran y su lengua saboree mi dermis. Muevo mi rostro en dirección contraria para entregarle más espacio, para que tuviese más lugar con el que su lengua pueda degustar; sostengo su cuerpo con fuerza pero a la vez con delicadeza. Introduce la otra mano por debajo de mi ropa, pero ésta comienza a tomar un rumbo contrario al de su compañera, continúa bajando hasta toparse con mi pantalón, para comenzar a tironear del cinturón que llevo puesto.
Poco a poco, siento los movimientos del resto de su cuerpo, y éstos comienzan a llevarme consigo hacia su habitación. Deducción, pues no recuerdo bien por dónde se encontraba. Poco a poco, aumentan sus suspiros y gemidos, al igual que los míos y mi nerviosismo. No es un nerviosismo "agradable", me hace sentir tenso.
Abre la puerta, a medida que me sostiene la barbilla y me besa tranquilamente pero a la vez con devoción. Sigo retrocediendo y él caminando frente a mí, llevándome, guiándome por dónde debo pisar y por dónde no, en qué dirección ir y de cuál me debo alejar, hasta caer ambos bruscamente sobre el lecho. Contempla mi cuerpo, sosteniendo su peso en sus brazos, hasta que finalmente se sienta por la altura de mis piernas y comienza a levantarme el abrigo, manteniendo sus ojos tiesos en los míos.
Cierro mis ojos lentamente y posiciono mi cabeza como si estuviese observando el techo, pero no lo es. Entierro mis dedos en el acolchado, mientras siento que mi piel comienza a ser descubierta poco a poco. Llega hasta mis brazos, entonces me levanto un poco para que termine de quitarla. Su cuerpo muy cerca del mío, me tienta a agarrarlo y comenzar a deshacerle de su atuendo, él complacido, solo me sonríe tranquilamente y me facilita las cosas, dejándose llevar. Al instante de haber terminado con su vestimenta superior, se me arroja encima a besarme por el cuello, por las mejillas y por la boca, al mismo tiempo que aleja su cadera de la mía, para dejar espacio y así poder quitarme el pantalón. El suyo también tiene el mismo final que el mío: terminar arrojado en el piso, lejos.
Ya ambos desnudos uno frente al otro, nuestras manos espontáneamente comienzan a inspeccionar y acariciar el cuerpo del otro, buscando las invisibles marcas del pasado que demuestran que unas veces ya estuvieron allí, buscando sus propias huellas, aquellas que solo ellas eran capaces de reconocer. Gemidos que escapan de su boca y que son esparcidos por mi piel, roces que me estremecen y me dan una extraña sensación... Siento que me agarra de las piernas y me las separa un poco, sé que al mismo tiempo se está adaptando a mí, tratando de no "cometer errores" para que mi cuerpo no reaccione por sí solo tratando de evitarlo, como tantas veces ya pasó.
-¿Estás bien? ¿Quieres que continúe?
No puedo darle una respuesta sonora, simplemente atino a mover mi cabeza, aferrándome fuerte de las frazadas y comenzando a arquear mi espalda. Realmente no quiero que suceda lo que las otras veces sucedió, porque no quiero que vuelva a aparecer esa traba que mi cuerpo y cabeza imponen. No quiero más recuerdos, solo quiero disfrutarlo, pero mi cabeza me trae algunos recuerdos y mi cuerpo reacciona ante ellos.
Akai es Akai, no más Bakemono, no más Chi, Kami o Yami... Quiero ser quien soy sin darme cuenta, y disfrutar de quien tengo.
Siento sus dedos por debajo, esparciéndome el lubricante, y de a poco, haciendo presión. No puedo abrir los ojos, de las ansias y de la desesperación. Le digo que continúe, entonces siento a uno de ellos dentro, que con el tiempo lo comienza a mover, para luego introducir un segundo.
Se me escapa un gemido... sé que no aguanta más, que no podrá estar mucho tiempo más así
-Akai...hazlo ya... hazlo de una vez, por favor...
-¿Lo dices porque lo quieres o porque piensas solo en lo que crees que yo necesito? -siento que me pregunta entre jadeos, quitándome sus dedos de mi interior
-Porque lo quiero... Hazlo...
Me levanta un poco las piernas, luego de un momento, siento que comienza a penetrarme muy lentamente, como si tuviese miedo de lastimarme, pero por el lubricante no siento ningún tipo de fricción brusca, ningún tipo de dolor. Largo un gemido mientras arqueo aún más mi espalda y me aferro a las frazadas.
Con cada movimiento que hace, más delicadeza siento a pesar de que la continuidad de éstos mismos aumente. Sus jadeos y los míos llegan a ser uno solo, siento que de tanto calor interior mi cuerpo se fundirá, pero aún quiero seguir sintiendo su respiración agitada chocar contra mí, sus manos tocándome y sosteniéndome, su lengua recorrerme el pecho... Ya no más de morderme el labio, simplemente dejo mis labios separados para que los sonidos del placer que siento salgan por sí solos.
No creo poder aguantar mucho tiempo más, y se lo advierto, al rato, eyaculo y siento que mi semen se me esparce encima, jadeo con fuerza por un largo rato y Akai después.
Relajo mi cuerpo, él aleja el suyo, se quita el preservativo y lo arroja al cesto, luego acomoda las frazadas para cobijarnos, se me acerca y me abraza de costado, acurrucándose a mi lado, ya que esta cama no es muy grande. No puedo más que respirar agitadamente y sonreír un poco. Me quita los cabellos húmedos de mi frente y luego me acaricia las mejillas
-Mmhh... Ai-shiteru...
En esas palabras, sentí su respiración chocar contra mi oreja, haciéndome un escalofrío y no solo por eso, sino por su tono voz y por lo que me decía.
-Mou...Ai-shiteru... Akai -de a poco se me cierran los ojos, las caricias que me está haciendo me relajan cada vez más y hasta me provocan sueño.
-Youkette ne...
Abro mis ojos, sintiendo la tranquilidad. La tibieza que emana un cuerpo a mi lado, es mayor a que la de estas mantas. Acaricio su brazo suavemente, mientras observo su rostro y vigilo su dormir.
Busco un reloj o algo que me indique la hora, en una mesa pequeña al costado veo un aparato que me dice 13:21 en grandes números rojos. Suspiro y vuelvo observar a Akai dormir, se acurruca frotando su rostro contra mi hombro. No puedo evitar sonreír, es tan tierno...
-Mmmhhh... ya deja de mirarme tanto... me haces dar como cosquillas en el estómago -me dice comenzando a abrazarme cada vez más fuerte
-¿E-estabas despierto?
-Hai... Solo que tenía cerrados los ojos, y cuando me acariciaste supe que te habías despertado... al igual que lo que estabas haciendo hasta hace un ratito... acerté, ¿ne? -a pesar de esta oscuridad, puedo ver que abre sus ojos y me observa
No le digo nada, solo le sonrío, me coloco de costado y le abrazo también. Siento sus labios en los míos, paso mi mano por su cuello y la dejo reposada en su nuca, al mismo tiempo que le correspondo.
El beso termina al cabo de un rato, un rato gustoso. Nos quedamos observándonos las miradas por un tiempo, mientras él me acaricia el cabello y yo la piel de su espalda.
-Hikaru...
-¿Mn?
-Me alegra tanto verte... verte superando tus miedos... tratando de cambiar lo que eras antes, pero sin perderte a ti mismo...
-Mh... A mi me alegra estar contigo... -me acerco y le doy un corto beso, luego no me alejo de su rostro, solo escondo el mío un poco, cerrando mis ojos- Aunque... aún tengo algo de confusión en mi cabeza... No sé realmente si estoy siendo yo o si estoy siendo el de antes, que estaba tan aislado... No sé como explicarte... pero es como, que tengo un poco de temor que... tal vez vuelva a lo de antes, o que simplemente cambie... pero cambiar...no sería la palabra que yo busco... porque no puede cambiar algo que no hubo... porque tal vez no era nadie....
-Huumm.... Hikaru, ¿por qué te haces tanto problema, ne? -siento que me acaricia con mayor firmeza, y cada vez desciende más, hasta solo acariciarme la espalda- Por más que digas que antes no eras nada, sabes que mientes... No mires solo lo malo y los errores que cometiste, mira lo bueno y todo lo bien que has hecho, para tomarlos y no perderlos... Seguirás siendo tú, por más que cambies tu forma de vestir, o incluso tu forma de hablar... cualquier cosa física, mientras no cambies tu mente solo por los demás... seguirás siendo tú... Las personas siempre cambian, ideas, pensamientos, creencias, aunque puede ser que algunas prevalezcan por más tiempo, pero no por ello quiere decir que cambia su forma de ser.
-Mmh... Creo que entiendo
-Jeh... Mira, supongamos que... yo un día aparezco vestido con ropa....hinduista... -no pude evitar reírme un poco de tan solo imaginármelo...- No te rías, te lo digo en serio -siento que su voz no parece afirmar sus palabras, él también se está riendo un poco- ¡Bueno! ¡Fue lo primero que se me ocurrió! Esta bien... A ver.... Un día paso por tu casa y me encuentras vestido...como esos jóvenes que usan talles grandes de ropa, gorras a pesar de que llueva, colgantes de plata a montones, anillos, anteojos solares, quizás... ¿Piensas que cambiará mi forma de pensar?
-Pensaré que tu cabeza tiene algún tipo de "problemita" -le respondo riéndome
-¡¡Maldita sea, Hikaru!! -me empuja un poco mientras se ríe. La verdad es que me lo imagino y me causa mucha risa. Encima dijo "como esos jóvenes", como excluyéndose, ¡el es joven también! Que no se vista como ellos es otra cosa... Ay, diablos, no puedo quitarme la imagen de Akai vestido así...- Bueno... evidentemente no funciona porque te empiezas a reír... Bueno, pero supongo que me entendiste a donde quiero llegar...
-Si, pero... si te comienzas a vestir así, no creo que sea solo porque te dieron ganas y ya, sino porque alguna que otra cosa influyó en ti para que comenzaras. O sea, que dejaste de ser tú, ¿no?
-Eh... No.
-No te noto muy convencido....
-Es verdad que no me vestiría así todo porque un día me despierte y diga "quiero vestirme así"... algo tendría que estar relacionado, tal vez la música que "caracteriza" ese tipo de vestimenta... ¡Bueno! El punto es: que mucho puedes intentar simular de afuera, pero poco podrás cambiar de la noche a la mañana tu forma de pensar. En todo caso, mentirías, a los demás pero no a ti.
-Akai
-Dime
-¿Sabes cocinar?
-¿¿A qué viene esa pregunta tan repentina y fuera de lugar?? -me aleja y me mira con los ojos bien abiertos, sorprendido y a la vez un poco juguetón
-Jajajaja Para saber si vamos a tener que llamar a los bomberos cuando intentemos cocinar algo
-¡¡Aaaah!! ¡Bakaaa! -me golpea la cabeza con suavidad, mientras se mordía el labio para aguantarse la risa- Sí, sé cocinar. No muy bien, pero voy mejorando... Pero mejor pidamos algo
-Como tú quieras... Yo no tengo la menor idea de nada de cómo cocinar, siquiera un mísero tocino -acabo de recordar que ya perdí las dos primeras comidas de mi día, si mi nutricionista se llega a enterar me va a querer ahorcar... Ay...
-¿Ni siquiera eso? Jajaja
-¡No te rías de mi inutilidad! -le digo juguetonamente mientras le doy un pequeño golpe en el hombro....
-Jajaja... Está bien, está bien... ¿Nos vamos levantando ya? Es bastante tarde y TÚ te tienes que alimentar bien -me señala y comienza a separarse
-Soo naaaa..... Quédate un ratito más conmigo.... -le abrazo y le obligo a acostarse otra vez
-Noo... Tienes que alimentarte, aunque me den ganas de quedarme un ratito más en la cama... -se recuesta y extiende los brazos...
-Jajaja ¿cómo quieres imponer algo que ni tú tienes ganas de obedecer?
-Ya bueno... está un poco fresco... Déjame buscar el teléfono del pantalón y pido algo. ¿Quieres comer aquí o prefieres "como se debe"?
-Nee... Ni idea... - lo dejo sentarse y puedo verle toda la espalda descubierta
-Eres de gran ayuda para decidir... -comenta sarcásticamente mientras se levantaba en busca de su pantalón
Solo reí mientras lo veía buscar su pantalón. Luego observo la ventana cerrada, la habitación está relativamente a oscuras, no creo que lo logré encontrar así. Le propongo que encienda la luz del techo, para que lo encuentre dentro de estos minutos y no en unas horas. Lo hace y entonces cierro mis ojos y me los cubro con mi mano, no pensé que sería tan fuerte.
-Por eso mismo no la quería encender -escucho que dice a medio reír
-Ne, no importa -me doy vuelta para quedar boca abajo, mientras sentía que comenzaba una conversación con algún lugar de comidas rápidas.
Levanto mi mirada y la sitúo en el respaldar de la cama, creo que será mejor que me vista. Me siento y comienzo a buscar mi ropa del suelo, Akai me miraba mientras hablaba por el móvil, luego se lo colocó al hombro y lo reposaba en su oreja con este mismo, mientras intentaba vestirse. Se me hace un poco gracioso los intentos que hace para que no se le caiga el teléfono.
Lo único que me falta encontrar son mis medias, me arrodillo en el suelo y las busco por debajo de la cama. Las veo, meto mi mano por debajo para alcanzarlas. ¿Una mano?
-¡¡¡Aaahh!!! -comienzo a gritar asustado mientras retrocedo
-¿¿Qué te pasa?? -Akai acababa de cortar con el móvil, y me mira entre algo asustado y algo travieso
-¡Algo de ahí me agarro la mano! -le respondo aún algo asustado, él se arrodilla y luego observa
-No hay nada
-¡Te juro que algo me agarró! ¡Era una mano!
-A ver... Déjame ver -envuelve mis manos con las suyas para que las separara y las puede observar- ¿De dónde te agarró?
-...De la muñeca -respondo aún reviviendo esa sensación fea
-No tienes nada. ¿Estás seguro?
-¡Akai! ¡No voy a estar diciendo cosas de estas porque sí!
-¡Bueno! Tal vez te lo imaginaste. Yo no sentí ninguna presencia aquí dentro desde que me mudé.
-Mh... -¿y si ése me estaba siguiendo a mí? Ay... no otra vez, no empecemos otra vez con esto....
-Ya, levántate... -me entrega su mano luego de haberse puesto en pie- ah, no espera, primero voy a ver si todo está a oscuras en el....en la cocina-comedor
Me ayuda a levantarme, me quedo mirando la cama mientras él se iba. Esto no me gusta. ¡No quiero ser más un clarividente! Es feo, ¡no quiero, no quiero! Ay, ¿y si Chi le empieza seguir a Akai? ¿o a mí? ¡Noo! Eso sería como vivir en el infierno... Mn, eso me hace acordar, ¿y mi abuelo? Hace rato que no le veo ni siento... Hace dos semanas más o menos....Bueno, quizás esté mejor ahora... Y si dejo de ver a mi abuelo, quizás deje de ver a los demás... ¿y dejaré de ser un médium? No quiero serlo, ¡no quiero serlo! Aunque... ¿Quién me lo garantiza?
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