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Invierno... por Aome1565

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Notas del fanfic:

Este fic es de idea original, es decir, que tanto los personajes como la trama me pertenecen...

...Y a este fic lo escribí durante todo febrero, para regalárselo a una querida amiga el 25 de ese mismo mes... ella ya lo leyó... ahora quiero que ustedes lo lean...

Notas del capitulo:

Aquí estoy otra vez, en una nueva publicación... se que aún no he terminado de publicar "Enséñame a nadar", pero a este fic lo escribí hace bastante y recién ahora decidí subirlo... espero lo disfruten...

...El fic está inspirado en la canción "Invierno" de Reik, la cual está al final del fic, pero recomiendo leerlo escuchando "Winter Love" de BoA...

...y dejen reviews...

 

 

Desde la mañana temprano no paraba de llover. Una enorme y lujosa casa se alzaba sobre la colina, alejada de la cuidad. En ella sólo había dos personas, separadas por una pared.

 

Su cabello castaño, desordenado y recortado en picos en las puntas cubría su frente hasta las pestañas, dejando ver apenas sus tristes y verdes ojos. Se recostaba por la pared, sentado en el piso, junto a la ventana, con una mano sobre el cristal, sintiendo el golpear de la fuerte lluvia sobre el mismo, mientras su respiración también la golpeaba. Una lágrima perdida se escabulló desde su ojo y resbaló por su mejilla, hundiéndose entre sus labios.

 

Del otro lado del muro, en la misma posición, estaba un joven cual calco del muchacho al otro lado de la pared. Su cabello también era castaño, algo largo, pero con un corte recto a la altura de sus cejas, dejando ver perfectamente sus serios pero entristecidos ojos verdes. Él era el menor de un par de gemelos. Siendo serio, pero guardando un profundo sentimiento en su corazón. Tohmas se puso de pie y, abriendo la robusta y alta puerta, salió de su alcoba y entró en la de Andrew, su hermano mayor por un par de minutos, quien no le dirigió la mirada, sino que se quedó volando fuera de la casa.

 

-Tiemblas... -dijo el menor, rompiendo ese silencio casi asesino y se le acercó lentamente, tomando en su camino una manta de sobre la cama y la echó con cuidado por encima de su hermano-. No sé por qué siempre te comportas así, ¿acaso quieres enfermar?

 

-¿Sólo para reprocharme has venido? -contestó sin verlo a los ojos.

 

~Tohmas's Pov~

 

¿Por qué te comportas así?... hace ya catorce años que nos conocemos, catorce años como si fuésemos un espejo...

... y Ojala eso fueses, un espejo... un espejo al que sólo recurro para creer que no estoy solo... Pero también creo así que me abrazo a mí mismo, que respiro mi aroma y el de nadie más... Pero es inevitable, cada vez que te veo un escalofrío me recorre, y yo no hago más que tratar de acercarme a ti, de hacerte sentir lo que siento, pero huyes y me dedicas una seria mirada.

 

Me acerco un poco más a ti, aprovechando que estamos solos. No quiero que sientas frío. Pero no me miras y me rechazas.

 

~End Pov~

 

-Pues... me voy... -dijo Tohmas y se volteó. Cuando llegó a la puerta, esa apacible voz lo frenó.

 

-Tom...

 

~Andrew's Pov~

 

Llegas y te comportas conmigo como yo jamás me he comportado contigo. Tratas de protegerme y de cuidarme, cuando tu deber es sólo ser querido, sintiendo yo algo tan profundo y prohibido hacia ti.

 

Trato de frenarte, sabiendo que mi voz te congela, y espero que algo surja de mi interior.

 

-¿Qué? -me respondes únicamente.

 

-¿Te quedas un momento más? -fue lo que te dije, sonrojándome, corriendo un poco la frazada que me habías echado sobre los hombros.

 

Sólo te volteaste y caminaste hacia mí. Me helaste con tu seria mirada y te sentaste a mi lado, yo te cubrí con la cobija y te abracé disimuladamente por la cintura.

 

~End Pov~

 

No se atrevían a verse a los ojos, pero el mayor decidió decir lo que no se atrevía a expresar desde hacía mucho tiempo.

 

-Perdón... de veras lo siento, Tom. Mi intensión no era dañarte... sólo temía que se nos escapara de entre las manos.

 

-¿Y por qué decidiste alejarte de esa forma?... me heriste en demasía -respondió el menor, soltando algunas lágrimas y abrazando sus piernas.

 

-Porque pensé que entenderías que esto no podría ser y, usando la razón, tomarías distancia... pero todo puede más que una simple pared -seguía explicando Andrew, quien jugaba con sus pulgares.

 

~Tohmas's Pov~

 

Y hasta que por fin hablas. Esperé tanto tiempo por que te decidieras a romper el espejo y te presentaras así ante mí, como hacía cinco años no lo hacías, sintiéndote en completa confianza de decirme lo que te ocurría...

Pero desde ese día de invierno, en que nos quedamos solos en casa, como ahora, nos sentamos en un sillón, cobijados bajo la misma frazada, y caímos uno encima del otro, no pudimos evitar sonrojarnos, cambiando ambos... tú te alejaste de mí, y yo me arrinconaba solo, evitando tus miradas disimuladas, esperando no impulsarme a correr hacia ti y besarte de la manera más dulce posible.

 

¿Qué?, ¿qué es esto?, ¿acaso tu mano tamborilea en mi cintura y tu brazo se aferra mí?

Me acerco un poco más, sólo para sentir tu calor...

 

~End Pov~

 

-A ti te ocurre algo... hace semanas que estás así -dijo Andrew después de un largo silencio.

 

-Tú eres quien más me preocupa. No bajas a desayunar siquiera -contestó el menor, recostando su cabeza en el hombro de quien tenía a su lado.

 

Andrew tomó la cabeza de su hermano y la colocó en sus piernas, recostándolo en el suelo, luego empezó a acariciarle, viendo como se relajaba lentamente y sus respiraciones se acompasaban. Tohmas se dormía quedamente, sintiendo ese cosquilleo en la espalda, como cada vez que se encontraba tan cerca de su hermano.

 

~Tohmas's Pov~

 

Ahora desearía poder abrazarte, besarte. Quedarme así, contigo, el resto de mi vida... pero, ¿será correcto?... claro que no, pero nunca nada fue correcto... desde el día en que me acerqué a ti y te besé, sin saber lo que hacía, noté que ya nada en mi cabeza estaba en orden... y cómo volver a ordenar mis pensamientos si empezaba a enamorarme de mi hermano gemelo...

 

Siento una respiración muy cerca de mi rostro. Abro los ojos y veo los tuyos, verdes, tristes y ocultos bajo aquella capa de cabellos castaños. Estabas tan cerca que sentía tu dulce e irresistible aroma a lemon-pie.

 

-¿Aún comes esos empalagosos pasteles? -pregunté.

 

-Cuando estoy lejos de ti, es lo único que me acerca... ¿acaso no recuerdas que los comíamos juntos?

 

Me decidí por sonreírte por primera vez en mucho tiempo, tú no dejaste de masajearme la cabeza, mientras, inclinado un poco sobre mí, dejabas ver perfectamente tus verdes y profundos ojos. Acaricié quedamente tu suave cabello y volví a sonreír.

 

~End Pov~

 

~Andrew's Pov~

 

Me sonrojo al ver tu hermosa sonrisa. ¿Por qué no puedo sonreír así también?... ojala pudiese responderte esa sonrisa, que tanto me gusta y que hacía tiempo no podía ver... todo por mi alejamiento...

 

-Lo lamento, Tom... lamento todo esto...

 

Fue un impulso algo improvisto, pero tus labios me llamaban a gritos de dolor. No me resistí a besarlos. Te incorporaste rápidamente y me viste a los ojos, luego fijaste tu mirada en mis labios. Sabía qué harías, entonces te tomé de las manos y entrelacé nuestros dedos. En ese momento nos besamos con pasión, inevitablemente.

 

~End Pov~

 

Se besaban con vehemencia, juntando sus cuerpos a más no poder en un abrazo casi posesivo. El mayor permitió que sus manos se escabulleran por debajo de la camisa bordó de Tohmas, quien dejó escapar un suspiro mientras su corazón daba un vuelco al sentir tal contacto.

 

-Tus manos están frías... ¿qué te parece si te cubres un poco más? -dijo el menor, levantando la camiseta blanca de Andrew mientras señalaba la cama con la cabeza.

 

Ambos se dirigieron hacia la gran y acolchonada cama con dosel, sostenido por cuatro postes de caoba, entera y finamente tallados, unidos al armazón de la cama, y del cual caían las cortinas de seda blanca. Dos colchones se encimaban sobre la estructura de caoba, cubiertos por sábanas de seda blanca también, y un fino edredón.

 

Los pelicastaños caminaban mientras se besaban y despojaban al otro de su prenda superior, hasta haber llegado a recostarse sobre el edredón de la cama.

 

Andrew quedó sobre el menor, desabrochando su camisa bordó, mientras dejaba que Tohmas le quitara la camiseta blanca de mangas largas y cuello alto lentamente, sin despegar la palma de sus manos de la piel del pecho del mayor, el cual poseía un torso completamente bronceado.

 

-Deberías... exponerte un poco más... al sol... -decía Andrew mientras besaba el cuello y el pecho de su hermano, mientras que éste no se quedó atrás, desabrochando el pantalón de jean ajustado del mayor.

 

-Lo... mh... tendré en... cuenta -decía Tom empezando a jadear, al sentir una de las manos de su hermano dentro de sus negros y ajustados pantalones, mientras que con la otra se lo desabrochaba.

 

Andrew continuó descendiendo sus labios por el pálido torso de su hermano hasta su ombligo, donde hizo bailar su lengua y siguió deslizando su respiración hasta llegar al bajo vientre de Tohmas, quien introducía sus manos dentro de bóxer del mayor, acariciando las nalgas del mismo, descendiendo por sus largas piernas la única prenda que lo cubría.

 

Cuando ambos estuvieron en medio de la acolchonada cama, se observaron fijamente a los ojos, queriéndose besar con la mirada, decirse todo eso que hacía tanto tiempo que no se atrevían a expresar.

 

-Tu presencia siempre me ha perturbado, ha acelerado mi corazón y mi respiración, me ha metido en mis más pervertidos pensamientos... pero ahora todo es tan real. Tus ojos quemando mi piel, tu respiración agitada chocando contra la mía... y tus labios, tus labios así, tan cerca, tan tentativos -decía el menor acercando sus labios a los de su hermano, respirando cerca de él.

 

-No te hagas del rogar... que me excitas... siempre lo has hecho... vamos bésame, bésame que no lo resisto -decía el mayor, aferrándose a la nuca de su hermano, besándolo con real vehemencia, mientras guiaba por su pecho a una de las manos de su hermano.

 

Semi-envueltos en las sábanas, no dejaban de besarse y disfrutarse sólo con el contacto cuerpo a cuerpo, hasta que Andrew se posicionó sobre su hermano, dándole a entender que lo deseaba a más no poder. El menor veía esa lujuriosa mirada en los brillantes y verdes ojos del mayor, respirando entrecortadamente adrede, para excitarlo más.

 

Andrew separó las piernas del menor y empezó a penetrarlo sin rodeos, arrancándole gemidos, respirando agitadamente, sudando. El mismo sintió las manos de Tohmas sobre las suyas, llevándolas hasta su miembro, rogándole un poco de ese frenesí que empezaba a hacerse presente.

 

-Ah... Andy... ah... así -decía Tom, quien movía sus caderas al ritmo que imponía su hermano.

 

-Hace tiempo que... ¡ah!... no me llamas... mh-ah... ¡así! -gemía el mayor, penetrando y masturbando a Tohmas, sintiendo las manos de este tomarlo por las nalgas y atraerlo hacia sí, provocando un poco más de acercamiento entre las caderas de ambos.

 

Un trueno se fundió con un grito del menor de los gemelos. Por fuera de la casa llovía torrencialmente, golpeando las altas ventanas de toda la casa, en donde ya no había luz eléctrica, quedando a oscuras esa habitación donde los gemelos se batían en una tormenta de gritos, gemidos y sudor.

 

Los labios de Andrew se deslizaban sobre el pecho de su hermano mientras lo embestía cada vez con más frenesí, mientras lo masturbaba y sentía el golpear de sus caderas.

 

-Be... bésame... ah-ah-ah... ¡hazlo!-ah -suplicaba Tohmas, desesperado por un poco más de contacto del que ya recibía.

 

El mayor continuaba embistiendo a Tohmas, quien lo impulsaba hacia sí tomándolo de sus bien formadas nalgas. Andrew, no quedándose atrás, masturbaba fogosamente al menor.

 

-Ah-ah, Andy... Andy yo... me... corro, ah... -decía Tohmas rasguñando la espalda baja de su hermano, embarrando con su semilla su vientre, el de su hermano y las manos de éste, quien las lamió hasta haber saciado su sed un tanto más, derramándose luego en el interior de su gemelo. -Ahora... déjame... déjame a mí.

 

Tohmas recostó a su hermano en la cama y se posicionó sobre el mismo, penetrándolo suavemente mientras lo sostenía de los hombros.

 

-Ah, hermano, ah... así... sí -gemía Andrew enredando sus piernas en las caderas del menor, aumentando la velocidad de las embestidas.

 

Tohmas empezó a masturbar a su gemelo, arrancándole fogosos gemidos.

 

El orgasmo en ambos no tardó en llegar. El menor apoyó ambas manos a los lados de la cabeza de Andrew y se recargó sobre sus brazos, dejando que algunas gotas de sudor resbalaran por su rostro y cayeran en las encendidas mejillas del mayor.

 

Aún llovía fuertemente, empezaba a oscurecer y en la mansión no había luces encendidas, y mucho menos en esa habitación, en la cual podía sentirse el recién vehemente clímax.

 

Ambos estaban en medio de un remolino de sedosas y blancas sábanas. Tohmas estaba semi-recostado sobre el pecho de su gemelo, manteniendo la cabeza un poco más abajo del cuello de Andrew, la pierna izquierda enganchada con la pierna del mayor y el brazo derecho bajo la nuca de éste. El menor sentía el subir y el bajar del pecho de su gemelo causa de su queda respiración. Andrew respiraba el dulce y embriagante aroma a almendras proveniente del suave y castaño cabello de su hermano mientras lo acariciaba.

 

-Ah, hermano. Hace tanto tiempo que no siento tu pecho subir y bajar tan cercano al mío, ni tu piel junto junto a la mía, tampoco tu dulce sabor a lemon-pie... esto es lo que siempre ha estado en mi mente, y ahora se hace realidad -decía Tohmas, estremeciendo la piel de su hermano al hablar sobre ella.

 

-No eras el único Tom, no eras el único -respondió el mayor, largando un suspiro.

 

El menor daba pequeños besos sobre el pecho de Andrew, quien suspiraba mientras su respiración empezaba a agitarse notoriamente.

 

-Cuando haces... mh, eso... ah, me excitas.

 

-¿Ah, si?, ¿y cuándo hago esto? -preguntó Tohmas y se sentó sobre las caderas de su hermano, rozando su miembro con el del mayor.

 

-Mmm... hazlo de una buena vez y no te hagas del rogar.

 

-Sabes que me gusta hacer todo con lentitud, hermanito -fue lo que Tom respondió, inclinándose sobre el mayor y empezando a besar y succionar cada una de las tetillas del mismo, las cuales endurecían ante tal contacto. Andrew continuaba suspirando mientras sus mejillas se encendían en un ardiente rojo.

 

Tohmas giró y se colocó a gatas sobre su hermano, con la cabeza entre las piernas del mismo, acercando su lengua al ahora rígido miembro del mayor, quien tenía tendido sobre su rostro la virilidad de su gemelo, la cual tomó con sus manos mientras acercaba su boca.

 

-¡Cómetela de una... ah... maldita vez! -gritó Andrew y luego dio un pequeño mordisco al miembro de su hermano. Él dejó de tocar la pelvis del mayor con su lengua e introdujo en su boca la latente erección de su hermano.

 

Ambos gemelos practicaban sexo oral a su hermano, llegando al orgasmo a los pocos minutos. Esta vez quedaron recostados uno sobre el otro, unidos en un vehemente beso, sudados, con los espasmos de ese último clímax.

 

Andrew pareció haberse quedado dormido. Tohmas se levantó sigilosamente de la cama, cubrió a su hermano con el edredón y entró en el baño de ese cuarto, el cual poseía una pared de vidrio, que hacía alusión a una negra pared si se lo observaba desde afuera, viéndose la colina descendiente desde adentro.

 

El pelicastaño llenó la tina con agua tibia, la perfumó con esencia suave de almendras y se sumergió en ella, mojando su tersa y pálida piel, en la cual aún sentía las caricias de su hermano. Se puso de pie para tomar el jabón de la repisa, pero al sentarse nuevamente notó que la bañera estaba acolchonada, hasta que pudo reaccionar y percibir que era su hermano quien se había sentado en la tina en ese par de segundos y sin que él se diese cuenta sino hasta que lo abrazó.

 

-An... Andy... -dijo Tom luego de reaccionar. Recostó su cabeza en el pecho del mayor, quien le quitó el jabón de las manos.

 

-Déjame a mí... -susurró Andrew en el oído de su gemelo y empezó a enjabonar el pecho del mismo lentamente, mientras que con su otra mano le acariciaba una de las piernas-. ¿Qué ocurre que no te excitas? -volvió a susurrar el mayor, como si la casa estuviera poblada de gente.

 

-Trato de relajarme mientras tomo un baño como este, y ni tú ni tus caricias lograrán perturbarme... mejor relájate tú también -dijo en menor y tomó las manos de su hermano, pasándolas por sus bien formadas nalgas, suspirando profundamente al sentir tales caricias.

 

-Un manjar -susuró Andrew en el oído de su gemelo, luego de sentir sus manos en aquella firme superficie mientras le besaba el lóbulo de la oreja.

 

Ambos dirigieron sus miradas a la pared de vidrio, viendo como aquella fría lluvia no dejaba de caer, azotando las paredes y el techo de la casa, las ventanas y esa gruesa pared de vidrio de aquel baño.

 

Tohmas se dejaba hacer, permitiendo que su hemano le acariciase enteramente, le lavase el cabello y le besara el cuello.

 

Los gemelos salieron de la tina, se besaron con vehemencia y se cubrieron con las batas, acercándose a la pared transparente. Oyeron sonar las fuertes campanadas de la sala un piso más abajo, indicando que eran ya las ocho.

 

-Llegaron... -dijo Andrew con cierto tono de angustia, viendo un auto negro y largo entrar por el enorme portón de barrotes de acero.

 

-Eso lo sé. Pero nada podemos hacer -contestó Tom y empezó a caminar hacia la salida del baño. Inmediatamente se dirigió hacia la puerta de esa habitacíon y la abrió, seguido de su gemelo.

 

Ambos caminaron esos metros que separaban las puertas de caoba de cada una de las habitaciones. El menor entró en su cuarto e intentó cerrar la puerta, pero Andy interpuso un pie e ingresó en la espaciosa alcoba, aferrándose a la espalda de su hermano.

 

-A la última campanada de medianoche -susurró en el oído de su gemelo y se retiró del cuarto luego de morderle suavemente el cuello. Cerró la puerta y caminó hacia su habitación con una media sonrisa.

 

La lluvia no paró de caer. El día seguía siendo gris. Y la noche llenó ambas habitaciones contiguas, en las cuales ambos hermanos esperaban ansiosos la llegada de la medianoche... la medianoche de aquel invierno...

 

 

Llueve afuera, llueve además

Está desierta la cuidad

Mientras tú y yo

Nos refugiamos en la eternidad

No siento frío cerca de ti,

Dentro de mí brilla el sol

 

Se cae el cielo y qué más da,

Tenemos nuestro mundo

El día sigue siendo azul

Si estamos juntos

No importa nada más

Que aquí jamás será invierno

 

Tanto ruido, tanta soledad

Gente que corre sin parar

Tras la puerta

Es universo de infinita paz

Necesito la calma que tú me das

 

Se cae el cielo y qué más da,

Tenemos nuestro mundo

El día sigue siendo azul

Si estamos juntos

No importa nada más

Que lo que tú me das

 

Nubes viento, miedo, lluvias,

Noches grises ni una luna,

Otro invierno de oscuridad

Tú me besas, tú me curas,

Tu calor y tu ternura

No lo dejan entrar.

Invierno, invierno, invierno.

 

Se cae el cielo y qué más da,

Tenemos nuestro mundo

El día sigue siendo azul

Si estamos juntos

No importa nada más,

Que aquí jamás será invierno

...invierno...

 

...se cae el cielo y qué más da...

...el día sigue siendo azul...

 

...se cae el cielo y qué más da...

...tenemos nuestro mundo...

Notas finales: Espero les haya gustado mi fic... agradecería que dejasen reviews...

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