Fecha: Lunes, 21 de Mayo de 2007
Autor/a: Yoko
Capitulo Uno: Tristeza Oscura
Beauty
Odio mi imagen, odio ser quien soy...tengo 15 años y mi peso es de 31 kilos...Soy anoréxico.
Yo acepto mi enfermedad, se que la tengo pero no me importa esta "enfermedad" es la que me permite ser mas delgado y eso es lo que quiero, siempre odie que mi tía me tomara de los mofletes y dijera ridiculeces que me lastimaban, odiaba ser el rellenito de la familia pero ahora ya no mas...ya no.
Me levanto con cansancio de mi cama, "desde que empecé a vomitar la mayor parte del tiempo estoy cansado o deprimido" nada mas estar completamente fuera de la cama veo mi cuerpo entero reflejado en el espejo mas grande de mi habitación, veo mi lamentable cuerpo reflejado, mis piernas y mis brazos no se diferencian parecen frágiles palos recubiertos con carne humana, las ojeras debajo de mis ojos ya tienen una tonalidad violeta oscura, resaltando mas aun por mi piel tan blanca. Mis ojos son de un color avellana un tanto oscuros, antes de mi enfermedad eran claros y brillantes pero se han ido opacando cada vez más, mi pelo es rubio dorado lo llevo largo hasta los hombros en un corte disparejo, mi cara es demasiado afeminada para mi gusto, he pasado como chica para algunos hombres que se me han acercado y se han ido enojados y decepcionados, no es mi culpa tener una cara tan de niña y no pienso cortarme mi cabello, adoro como esta...
Actualmente estoy viviendo en mi mansión, es bellísima, en los hospitales del país no quieren tenerme como huésped, dicen que soy demasiado problemático y que termino mas lastimado en los hospitales que en mi propia mansión, es verdad...No soporto estar encerrado en una habitación con el monótono color blanco, me lastimo o vomito mas de la cuenta solo para que me saquen de allí.
Miro la hora en la alarma, 6:30 p.m si quiero llegar temprano al colegio mas vale que comience a cambiarme ya mismo, tomo las medias de color negro y me las coloco, toco mis piernas con fastidio, ni siquiera bellos tengo el sueño de cualquier chica y una pesadilla para mi, no me queda mas que suspirar, me pongo el pantalón negro y busco un cinturón del mismo color, el pantalón me queda grande, termino poniéndome la camisa de color blanco, la corbata negra en un nudo perfecto y arriba el buzo con el logo del colegio.
Bajo las largas escaleras de madera de caoba y paso de largo sin entrar en la cocina, para que fingir que como si no lo hago, nunca desayuno me sabe agrio y seco el desayuno no importa lo que coma, me llevo plata para gastarlo en un kiosco fuera del colegio, me guardo las golosinas en mi mochila y cuando llego a casa como hasta que siento nauseas y vomito.
Linda vida no?...
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-Hola Ethán, llegas temprano-Saludo Daniel Whostford, mi único amigo, les daré une breve descripción de el, se la merece, tiene un cabello canela corto largo hasta sus orejas, de tez morena, ojos verde claros son muy bellos, alto, atlético, juega en el equipo de fútbol, es un defensa. ¿Como puede ser mi amigo? Ni yo me lo explico. -Hola Daniel-Respondo sin ánimos. Ánimos son los que me faltan últimamente. -Que pasa?-Pregunta preocupado-Animo Ethán, que hoy es viernes- -Si Daniel, como si yo saliera los viernes o sábados, solo salgo los domingos para ir a visitar a mis abuelos, desearía dormirme y no despertar jamás-Digo sin pensarlo y me odio un poco mas, Daniel siempre esta ahí para apoyarme o protegerme y yo siempre con mis comentarios sarcásticos sobre mi vida o la muerte-Lo lamento-Digo con sinceridad. -Esta bien, pero no vuelvas a decir esa estupidez mas, me escuchaste, tenes 15 años y todavía te queda una larga y aburrida vida por vivir-Responde usando su humor que logra sacarme una sonrisa. Las clases se pasan volando, y llega la hora que mas odio, "la comida" entramos a la cafetería, solo acompaño a Daniel a comer por que yo no probo bocado, algunos me miran con perplejidad lo se, para que estoy aquí si no como nada, por mi cuerpo se pueden dar cuenta que no como y lo poco que si lo vomito, es que...no quiero volver a ser rellenito, gordo o lo que sea, no quiero y no soportaría verme al espejo y verme mas gordo, se que no lo resistiría. Incluso puede que coma y mi estomago no lo resista y tenga que ser llevado al hospital de urgencias, me inyecten suero y eso haría que engorde...lo se estoy enfermo tanto de cuerpo como de mente...soy un caso perdido. -No hace falta que te quedes-Me dice Daniel al verme mirar la comida como si fuera veneno. -Estoy bien-Sonrió a medias. -Que haces aquí esqueleto, si tú no comes-Se burla Karim Klarson el chico más popular y detestable de todo el colegio. Siempre me toma a mí como el centro de las burlas. -Márchate Klarson-Dice mi amigo mirándolo con odio. -Hummm...Mira-Dijo acercándome su bandeja-Hamburguesa y papas fritas, quieres? Jajaja que tonto soy, si tu no comes, vomitas-Rió con sus amigos. -No te cansas de burlarte de mi-Pregunto dolido apartando la fuente y su comida de mi vista. Me miro perplejo, seguro no se esperaba una contestación de mi parte, nunca respondo a sus insultos o cualquier comentario que me haga. Por que la gente no me deja en paz, soy tan humano como ellos y tengo sentimientos, solo que soy mas delgado de lo normal. -No llores Ethán, por favor-Rogó Daniel, siempre me decía que si había algo que odiaba era verme llorar. -No lo haré, no por el-Dije tragando el llanto que amenazaba con salir y reteniendo las lagrimas que humedecían mis ojos.
"Todos bailan un vals, rodeándome, estoy en el centro de la pista, me ignoran, nadie ve mi dolor, nadie lo siente, hasta en mi mirada esta presente, pero será acaso que nadie me ha mirado a los ojos...Nadie me rescata, y cada vez me hundo mas, y no hay pozo, no hay fondo."
Llego a mi casa y me despido de Daniel ahora el se tiene que ir a su practica, tiene unos amigos ahí por eso no me preocupo, a veces me da miedo que lo golpeen por juntarse conmigo, por defenderme. No me perdonaría si le hicieran algo...
-Llegue-Grite subiendo las escaleras. Me voy a ir directo a mi habitación, haya prenderé la computadora, me fijare quien hay en el msn sino me meteré a una sala de chat, necesito distraerme, saco las golosinas, me siento frente a la pantalla, pongo un cd de Linkin Park y como mientras chateo, por suerte hay unos cinco conectados y todos me caen bien. Son chicos y chicas de otros países, comienzo a comerme las golosinas mientras le doy pequeños sorbos a la botella de Sprite.
Ese es un típico viernes a la tarde, a la noche recibo la invitación de Daniel para salir a bailar o a tomar algo por ahí, respondo con un no gracias, diviértete y cuídate no tomes mucho, me pregunta si no quiere que se me quede conmigo, y arruinarle su viernes, no, ya hace demasiado por mi.
Pido a la sirvienta que me haga palomitas de maíz y pongo películas hasta hartarme. Vomito todo lo que ingerí, y me acuesto con mi pijama de seda que cada vez me queda más grande.
El sábado pasa de la misma forma, yo sin querer salir de mi habitación, mis padres insisten unos momentos y tras recibir negativas de mi parte se marchan. Para que salir? Para que la gente me mire sorprendida, como si no fuera algo común la anorexia, hay males peores saben?...Claro que no, todas las amistades de mi padre son de la alta sociedad, alta suciedad para mi...Ajenos a los horrores del mundo, le dan la espalda al mundo.
Creo que mi habitación es mi santuario, es donde verdaderamente me siento cómodo, solo, me gusta y me disgusta estar solo, hay momentos en que me ataca la debilidad y tengo necesidad de un abrazo, pero no lo busco...no, no lo tuve nunca de niño por que abría de tenerlo ahora. Por que soy anoréxico, por que tengo una enfermedad que tarde o temprano me va a matar...soy un estupido soñando con lo irreal.
Me voy a ir a dormir, puedo sentir mis parpados pesar, parece que cada día me quiero acostar más temprano...
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Puedo escuchar que abren mi puerta, entre abro los ojos, seguro es mi mama para decirme que me aliste así nos vamos a ver a mis abuelos, que por ciento viven en una mansión alejada de la ciudad, es un lugar muy bello no tienen animales de granja solo un perro ovejero alemán que los cuida, tienen grandes hectáreas de césped verde esmeralda, su casa esta decorada alrededor con flores de todo tipo y colores algo hermoso. Me gustaría mas allí si no fuera por mi abuela, insiste en verme comer, no tarda en saltar el tema de mi anorexia que logra hacerme irritar.
-Vamos Ethán, hora de levantarse-Me dice mi madre con una sonrisa en su cara de piel blanca como la porcelana, es una mujer de gran belleza, tiene tan solo 37 años, compartimos el mismo color de cabello, sus ojos son de color azul, alta, de buen cuerpo.
Le sonrió tratando de parecer animado, espero que salga de la habitación para salir de la cama, creo que le daría por desmayarse si viera mi cuerpo, estoy seguro y no quiero hacerla sufrir.
Me visto con un jean color negro azabache, una musculosa blanca, encima una camisa y arriba de esta un buzo negro, me gusta este color aun que me iría mejor si tuviera el pelo negro. Me calzo las zapatillas ya suponen de que color verdad...?
Bajo lo mas lentamente que puedo, me tengo que sentar a desayunar con mis padres...Es tan...como lo odio, tengo que fingir que como y he aprendido a hacerlo muy bien, puedo sentir como mi papa me observa, me dirán loco pero me da risa hasta que uno no esta medio muerto no toman conciencia de que existes y que necesitas cariño y supervisión.
Tomo mi lugar al frente de mi mama y al lado de mi papa que siempre ocupa la punta como el hombre de la mansión, la sirvienta con dudas me sirve una bandeja de plata con finas flores tallada, un tazón de cereales frutales con leche caliente como comía antes, un plato blanco con dos tostadas tostadas a la perfección, dulce de leche, manteca, queso crema con cualquiera yo quiera acompañarlas, y un vaso de jugo de naranja recién exprimido y una taza de café con leche.
Miro con repugnancia el tazón con los cereales, con solo verlo tengo ganas de vomitar, me enferma el sabor de la leche, tomo con algo de nerviosismo el vaso con jugo de naranja y le doy un pequeño trago para sentir la pulpa y el juego bajar por mi garganta hasta llegar a mi pequeño estomago, para cuando ellos ya han terminado yo solo le he dado una pequeña mordida a una tostada con manteca que me prepare y tomado un poco de juego.
Nos subimos en un silencio mortal a la limosina, mi madre cruza un par de comentarios con mi papa mientras yo me limito a mirar por el vidrio polarizado, como cada vez mas nos vamos alejando de la ciudad.
-Ethán-Me llama mi madre, ella fue la que me eligió el nombre dice que siempre le había gustado.
La miro para que sepa que la he escuchado y le estoy prestando atención.
-Hoy a la casa de los abuelos van a venir invitados, te acuerdas de la familia Prince-Pregunta calidamente.
Niego con la cabeza, y eso quienes eran, además por que tendría que retener nombres o apellidos en mi cabeza de gente que no me importaba ni yo a ellos.
-Ya me parecía, si tan solo tenias ocho años cuando nos vimos por última vez, tú solías jugar con Micael su hijo...-
"Micael, que nombre" Pensé con ganas de reírme "Y yo que creía que mi nombre era feo"
-Lo que tratas de decir es que están invitados a comer, y que esperan que me comporte como es debido, con respeto y educación-Termine yo, no quería que mi madre me contara toda la historia de mi amistad con "Micael".
-Oh Ethán, siempre me cortas mis historias-Reprocho mi madre-Pero si eso era, que te comportes como se debe-
-Perfecto, eso haré-Respondí volviendo a centrarme en el paisaje.
El viaje paso tranquilo como siempre, ya estábamos entrando por el gran portón de la mansión, era plateado y tan alto y electrizado como para que nadie se atreviera a siquiera pensar en treparlo.
Cuando llegamos al final del camino pude ver que ya había una limosina blanca estacionada, los invitados ya habían llegado, otra cosa que odio, conocer gente nueva o que me presenten a personas que conocí cuando tenia pañales...Lo admito antes de mi enfermedad era más sociable.
Se que esta enfermedad me ha quitado muchas cosas, pero nada en la vida es gratis, no es así? Todo tiene un precio.
Bajo de la limosina sin ánimos, mi padre y mi madre están con una sonrisa de oreja a oreja, parece que esta familia les agrada.
Mis abuelos salen afuera con unas personas totalmente desconocidas para mi, los invitados quien mas si no, pero no veo a su hijo "Micael" por ninguna parte.
-Linda, Ben y el ya no tan pequeño Ethán-Dijo el hombre sonriéndome con calidez.
Parecían ser buenas personas, yo noto cuando la gente miente, llamémoslo sexto sentido, podía ver que la mujer y ese hombre realmente radiaban de felicidad al ver a mis padres y a mi.
Mi madre se abrasaba con la mujer, y mi padre con el hombre después cambiaron, mi padre se abrazaba con la mujer y mi mama con el hombre.
-Logan Prince, y esta es mi esposa Haley Prince-Dijo el hombre estrechándome la mano, y su esposa deposito un beso en mi mejilla, parecían una pareja de recién casados.
Me gusta describir a las personas así que eso haré ahora mismo.
Logan Prince, tenia un cabello con el corte de ejecutivo de mi padre, eran bastante parecidos, mi padre tenia cabello negro y mis ojos almendrados, en cambio su pelo era castaño oscuro y tenia ojos tan turquesa que parecían de fantasía, los dos altos, hombres corpulentos, los dos de tez morena.
Haley Prince una mujer muy atractiva, algo bajita, delgada de tan buen cuerpo como madre, de cara angelical, su pelo caía de forma graciosa en el moño de flor de lirio con el que lo había sujetado, era del mismo color que el de su marido, y sus ojos eran color miel.
Entramos en la mansión, era un lugar lleno con cosas en cuero, madera y paja, era rural pero no perdía el toque fino.
La mesa estaba puesta exquisitamente, con un mantel color blanco y porcelana de primera traída de Japón, algunas veces escuchaba lo que decía mi abuela.
-Por donde andará Micael-Dijo medio gruñón su padre.
-Deja al niño explorar Logan, ya vendrá-Dijo mi abuela sonriente.
Mis abuelos...? No los voy a describir, solo digamos que son menuditos, de cabello blanco y insoportables, contentos y contentas?, no me pregunten mas por ellos...
-Buenos días-Dijo una voz cerca de mi haciéndome sobresaltar, dije que también odio las sorpresas?.
-Por fin Micael-Dijo su madre riendo.
Estrecho la mano con mi papa sonriente para luego besar como un casanova la mano de mi madre y decirle "Vous est une beauté, une jeune dame" Traducción "es usted una belleza, joven señorita".
Cuando llego frente a mi me miro de arriba abajo para después poner una sonrisa tan...simpática.
-Te extrañe tanto Ethán-Dijo para luego abrazarme con muy poco cuidado mientras todo sonreían con ternura.
"Y a este que carajos le pasa, si mas no recuerdo desde los ocho años que no, nos vemos...Debería pensar que el es un hipócrita pero no me esta mintiendo, este tipo si es raro" Eso fue lo primero que pensé al conocerlo, pero ahora puedo decirles que no es raro esta loco...No les diré ahora por que ya irán dándose cuenta a medida que les cuente.
Después de tan caluroso rencuentro...Nos dispusimos a comer, como siempre finjo que como algo, habían preparado manjares de toda clase, había desde langosta hasta pasta de la más fina, pan de toda clase y tipo. En fin demasiada comida para mi gusto, me decidí por un poco de lasaña, mi comida favorita antes de empezar a vomitar todo lo que comía.
Podía sentir la vista fija de ese chico Micael Prince en mi, ya me estaba hartando así que comencé a mirarlo de la misma manera, era muy apuesto por que negarlo, no piensen que soy homosexual, me gustan las chicas pero soy capas de decir si algún chico me parece lindo sin miedo a que piensen que soy homosexual, gay.
Tenía un cabello color castaño oscuro como el de su padre, en un corte como el cantante de Green Day pero algo mas corto, y desmechado haciendo que las puntas de su cabello se pararan sin necesidad de algún tipo de gel, sus ojos eran...demasiado perfectos, nunca había visto unos así eran de un turquesa con miel en conjunto, su tez estaba bronceada, alto, musculoso era un chico "carilindo" sin tener rostro afeminado, seguro seria titular de algún equipo, rugby, fútbol, básquet.
Sentí una calidez en mi falda, Sadai acababa de apoyar su cabeza en mi falda, Sadai es el perro ovejero alemán del que les hable, siento un gran aprecio por ese perro es el único que me mira igual desde mi enfermedad no veo lastima en sus ojos si no comprensión. Lo acaricie sonriente.
Prepare un sándwich de jamón crudo y se lo di, sabia que le gustaba el jamón crudo.
-La langosta esta riquísima, no comes Ethàn-Pregunto mi abuela.
"Acá vamos" Pensé con fastidio.
-No-Respondí secamente.
Una rápida mirada de desaprobación entre mi abuela y yo.
-Provecho-Dije levantándome de la mesa y saliendo hacia el jardín, Sadai me seguía, un fiel amigo, me dirigí al banco que tiene el gran cerezo, me gustaba sentarme ahí al frente había una fuente con un ángel, era un lindo lugar para meditar.
-Hola-Dijo una voz detrás de mi, no hacia falta voltearme era ese chico Micael.
-Hola-Respondí sin apartar mí vista de la fuente.
-Yo podría ayudarte sabes?-Me dijo tomando asiento al lado mió.
-Como? Haciéndome el favor de matarme?-Pregunte irónicamente.
No tenia ganas de hablar con nadie...
-No, puedo ayudarte con tu problema-Dijo sonriéndome.
-Y quien eres tu, un ángel, Dios?-Me burle, dudo que alguien pueda ayudarme, además quien dijo que lo quisiera.
El se rió.
-No, solo soy Micael Prince, y alguien que esta interesado en ti-Termino.
"No se por que, pero sentí mis mejillas arder, ese chico estaba interesado en mi, y que era ese brillo en sus ojos...Un momento!!! Era homosexual, y por que estaba sonrojado yo"
-Micael-Su padre lo estaba llamando.
-Lo lamento pero ya me tengo que ir, ha sido un placer y una enorme alegría volverte a ver Ethàn, nos vemos mañana-Dijo dándome un beso en la mejilla y caminando hacia donde estaban sus padres.
Yo me quede estático, acababa de besarme en la mejilla, el...un chico me beso en la mejilla.
Camine sonrojado y me despedí de sus padres junto con los míos, nosotros también ya teníamos que volver a la mansión.
"Nos vemos mañana...? Que había querido decir con eso, mañana era lunes y tenia que ir al colegio."
-Por cierto hijo, la familia Prince se mudo a Londres, mañana pasaras por el para ir al colegio-Dijo mi madre.
"Oh...carajos!!!" Tendría que estar con ese chico raro en el colegio.
Bajamos de la limosina...
Realmente me sentía muy cansado.
-Te sientes bien Ethàn-Pregunto mi padre preocupado-Estas muy pálido-
-Solo estoy algo cansado-Dije yo antes de caer al piso, desmayado.
°●Continuara●°