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Te quiero así por Yesushika

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Notas del fanfic:

                                                                                       

¿Qué es la comida?

 

Bueno es alimento que proporciona energía al cuerpo, placer y bienestar, que nutre y quita las ansias, que no puedes nunca dejarla y que por más que quieras reducir las cantidades es casi imposible… y es que la comida es algo que para el ser humano es vital.

 

Sin ella el mal humor esta presente, tu cuerpo esta cansado, y hasta hace un ruidito peculiar que llama la atención de cualquiera.

 

Sin embargo no toda la comida es sana, existe la tan famosa, apreciada y tan rica comida chatarra… esa que por envase proporciona miles y miles de calorías…

 

Ahh, las calorías, que bueno que hago mención de ellas, engordan y proporcionan uno de los mayores traumas de un ser humano, las tradicionales lonjitas, llantitas, panza, gordura o como le quieran llamar…

 

Pero a poco no, los productos que tienen calorías son deliciosos, tan exquisitos que no puedes dejar de comerlos y si lo haces, si en verdad tienes la fuerza de voluntad para dejarlos, estas con la baba a todo lo que da, no puedes dejar de ver en tus sueños aquellas rebanadas de pan blanco con mantequilla de maní que no pudiste comer en la merienda en casa de tu amiga, o aquellas deliciosas galletas de chocolate con chocolate relleno que viste en la tienda de la esquina y que con toda tu fuerza de voluntad no compraste. Bueno mi siguiente relato es sobre la gran fuerza de voluntad de un hombre envidiable, con tal determinación que al final… pudo más su antojo.

 

Habían pasado no se cuantas semanas o meses desde que habían decidido irse a vivir juntos, a una calida casita que entre los dos habían podido pagar, vivían cómodos, felices, tenían todo, cable para ver todos los canales de t.v, una enorme cocina, pues el gran fénix había reclamado que sin ella no se inspiraría para hacer algo decente de comer, pues si querido lector aunque usted no lo crea el gran, poderoso, altivo y hermoso fénix amaba la cocina y pasaba gran tiempo del día en ella, creando sus platillos, Seiya su pareja era quien mas disfrutaba de ellos, de hecho esperaba con ansías la hora de la comida, ahí no comía se atascaba de alimento, era como un pozo sin fondo, tanta era su voracidad y tal la cantidad de mugrero que comía que su cuerpo sufría pequeñas transformaciones poco perceptibles al momento… aclaro al momento pues con el tiempo, quizás pueda notarse un POQUITITITO MAS.

 

Ikki al final de cuentas se sentía halagado de que alguien además de su hermano le dijera que cocinaba delicioso, y que además de él arrasara con la comida y es que era tan satisfactorio ver que todo el sudor, esfuerzo y dedicación invertido en ese proceso de elaboración y cocimiento daban resultados, el ver las cacerolas vacías producía en el un orgullo enorme que pensaba seriamente en abrir un restaurantito, quien quite y ganaba una plata y mucha gente disfrutaba de sus delicias culinarias.

 

Lo que Ikki no se daba cuenta es que para hacer todas esas cosas exageradamente deliciosas que comían, tenía que utilizar, litros y litros de aceite, manteca y mantequilla, deliciosos ingredientes vitales en una elaboración de alimento pero… ah como engordan, imagínense, comparan a la semana mas de  5 litros de aceite y en una sola comida se gastaban uno… recalco en una sola comida, ahora multiplicando eso por 3 al día son 3 litros, échenle los estragos que podían llegar a sufrir esos hermosos cuerpos esculturales que nuestros protagonistas tienen, SON CATASTROFICOS LOS RESULTADOS.

 

Digamos que Ikki no sufría mucho cambio, pues el seguía saliendo a correr en las mañanas, hacia un poco de ejercicios y se tomaba sus 2 litros de agua diarios, su sagrado ritual nada ni nadie evitaba que lo siguiera, era vital en su vida, cosa contraria a su amadísimo seiya, holgazaneando todo el día en la casa, viviendo de mantenido de la manutención que Saori les daba por quincena, porque aclaro, era quincenal nada mas las de ellos pues seiya insistió que con tanto gasto para la comida tenían que recibir el doble y nuestra bondadosa diosa accedió “amablemente”, viendo la televisión y comiendo, al final del día se estiraba un poco y a la cama, que vida… tan deliciosa vida.

 

Como bien dicen, uno se ve todos los días, así que era completamente natural que no se notara mucho el cambio tan rotundo, todo fuera que se citaran a una pequeña reunión para recordar aquellos tiempos de antaño, ahí fue cuando la gente se dio cuenta de tan radical cambio de look del morocho y es que como decirlo, estaba diferente, no esa no es la palabra, tan cambiado, no tampoco, estaba tan, tan… tan ¿gordo?

 

Nadie dijo nada por respeto a la decisión de Seiya de dejarse hacer tanto ala fodongues, si a ikki le gustaba así y Seiya se sentía a gusto ¿quienes eran ellos para juzgarlos?, aún así a como batallaron para ocultar su asombro.

 

La cena paso sin muchos contratiempos, digo sin muchos pues tuvieron que sacar de nuevo sus dotes de caballeros de athena para rescatar aunque sea un plato decente para cenar y es que el morenito estaba tan hambriento esa noche que arrazo prácticamente con todo, y para cuando quisieron servirse la segunda ronda a la sorpresa de que la comida se había ido de vacaciones a no se donde, porque simplemente no estaba.

 

Al final de cuentas la velada salio bien, todos felices y contentos se marcharon a sus casas… lo que no sabía Ikki es que al día siguiente se armaría una revolución en su casa, no peor que una revolución… OTRA GUERRA SANTA!

 

Domingo en la mañana, todo silencio en la casa de los Fénix, se podría asegurar de que todos en esa casa estaba dormidos pero no, el pequeño Seiya estaba muy despierto, de hecho no había pegado ojo en toda la noche, y es que por mas que había intentado hacerlo, esa noche en especial no había podido ponerse en su cómoda posición boca abajo y es que había cierto bulto en su estomago que no lo dejaba estar a gusto y fue ahí cuando entro su vanidad y cuando la cruda realidad le dijo que necesitaba dieta urgentemente.

 

Aceptarlo fue un gran paso, pero como dicen: “del dicho al hecho hay un buen trecho” y es que con solo pensar en tener que dejar de comer le daban pequeños escalofríos por toda la espalda, era tan difícil, tan complicado y fuera de contexto, el necesitaba de su comida completa, necesitaba de grandes raciones de alimento para vivir, pero también sabía que estaba mal el dejarse hacer así, sabía que necesitaba ejercitarse, volver a la vida sana de antes… si bien en su pequeña cabecita hubo tooda una discusión de los pros y los contras de ponerse a dieta, eran exactamente las 8 de la mañana y todavía no se decidía.

 

Preguntarle a Ikki solía ser una opción que le rondo por la cabeza casi toda la noche, pero desistía en la idea, que tal si Ikki no le había dicho nada no mas por no ofenderlo, no, el sabía que tenía que resolver esto solo, pues solo se había metido en el problema del sobre peso.

 

Cuando escuchó que Ikki despertaba automáticamente sus ojitos se cerraron, estuvo quieto y sereno hasta que lo escuchó en su templo, entiéndase la cocina, suspiro derrotado, y mas derrotado se sintió cuando le llegó ese peculiar aroma tan delicioso de un buen desayuno, luego unos pasos dirigiéndose a la recamara, sus ojos se cerraron, un beso suave y tierno en los labios y un “ya esta el desayuno” fueron suficientes como para que como autómata se levantara y se sentara a comerse tan delicioso y vital alimento, y es que como dicen muchos y como el mismo se justifico y elimino un poco la culpa: “ el desayuno es el alimento mas importante del día”.

 

La culpa, ese sentimiento miserable que te ataca cuando sabes que hiciste algo mal, la culpa la tan maldita culpa fue quien le dicto su error y se lo recalco toda la desgraciada mañana, haciéndolo sentir miserable, la hora de la comida llegó, y fue directamente con nuevos ánimos a la cocina, estaba dispuesto a servirse un poco menos de alimento, dispuesto a comer mas verdura y tomas mas agua que de costumbre, pero como dije estaba, tiempo pasado ya que no puedo decir esta pues no lo logró, su voluntad flaqueo y al final comió bien y bonito y es que… que bonito es lo bonito y mas cuando se siente bonito.

 

Ese día se sintió terrible, anímicamente y físicamente, se dio cuenta del mal que se había hecho y estaba conciente de que tenía que actuar, pero es que era tan difícil.

 

Al final de cuentas el día acabó y con ello su ciclo alimenticio también, La mañana los alcanzo mas rápido de lo que el morocho hubiera querido, esa mañana se había levantado tempranito, tanto que alcanzo a Ikki cuando este decidía salir a correr- Ikki, podría ir a correr contigo?- El aludido lo miró sorprendido, después sonrió calidamente y asintió, se sentó en un sofá y espero pacientemente a que Seiya se cambiara para que lo acompañara, estaba feliz de poder compartir de nuevo esos momentos a su lado.

 

Esos momentos fueron angustiantes para Seiya y es que jamás en su corta vida había sufrido tanto con una simple caminata, tenía que sentarse mínimo cada media hora porque su cuerpo no daba para mas y después de un merecido descanso volvía a emprender la marcha, Ikki se sentía terrible al ver el estado del morenito pero es que el lo amaba así, gordito, tan abrazable, tan pachoncito que no quería que cambiara nunca, era el hombre perfecto, era simplemente el amor de su vida.

 

Regresaron al su tan cómoda casa, Seiya jamás imagino ser tan feliz al llegar a su tan amado hogar, lo primero que hizo fue tirarse a la cama y acurrucarse un poco, necesitaba recuperar todas las energías gastadas en la caminata, estaba exhausto.

 

Ikki por su parte se sentó a su lado y sonrió enternecido- eres perfecto- susurro al viento.

 

Chaparrita cuerpo de uva
Cinturita de gallina
Ya no hagas mas aerobics
Tu figura me fascina

 

Los días pasaban y Seiya se levantaba temprano para ir a caminar con su amado, poco a poco se adaptaba al ritmo, pero todo en esta vida tiene su tiempo y no fue de un día para otro que de buenas a primeras pudo trotar un tramo, no, señores y señoras fueron meses de dedicación y esfuerzo, lo único que le faltaba a nuestro morenito era que bajara su cantidad, mas algo en el se negaba a hacerlo.

 

Se miraba constantemente al espejo, su barriga no bajaba en lo absoluto, seguía estando igual de boludita y redonda, exactamente igual a como había empezado la “dieta”, solo que ahora no era la típica lonja aguada, no, ahora estaba un poco mas dura- genial ahora se puso maciza y pa bajarla va a estar difícil- pensaba con pesimismo Seiya e Ikki lo miraba de reojo, había pensado ayudarlo un poco a que bajara unos pocos kilos, pues el insistía en que Seiya se veía mejor así con volumen que flaco y escuálido.

 

Ya no cuides lo que comes
Ni te me pongas a dieta
Y que le importa a la gente
Si es que tu calzón te aprieta

 

 

 

En fin, desde ese día fueron ensaladas al por mayor, se acabó el uso de aceite y margarina en esa casa, la manteca estaba completamente prohibida, sopas y pastas imposibles, los refrescos ni se mencionaban, todo con tal de ayudar un poco a su amado, recalco solo un poco, pues Ikki quería que conservara unos kilos de mas.

 

- Ikki ya estoy harto de ensaladas, que te parece si hoy comemos una buena pasta y un enorme filete de carne asado con una deliciosa papa asada- Seiya se relamía los labios a cada palabra pronunciada, Ikki sonreía tímidamente mientras negaba con la cabeza y es que era casi imposible no cumplirle los caprichos a ese hombre y mas cuando tenía esa mirada tan tierna, tan necesitada, tan de él.

 

- Te propongo mejor comer otra cosa- Seiya lo miró entristecido, mas no tuvo chanza de reprochar algo pues se vio seriamente atacado por una cantidad de besos y caricias, de sensaciones y corrientes eléctricas que disfruto tanto que de todo se olvido… ¿ el hambre?... esa simplemente se transformó de hambre por comida a hambre por… ustedes comprenderán.

 

Ese día no hubo comida a ninguna hora…

 

Te quiero así
Yo así te quiero
Pa' mi lo físico
No es lo primero

 

 

El día los pesco todavía en el tan deseado y complicado arte amatorio, habían probado mutuamente que aun tenían aguante pa los maratones y como habían estado metidos todo el bendito día anterior y toda la desgraciada noche pues era lógico que tuvieran un hambre feroz, pero que digo feroz era algo que me cae daba miedo, pero aún así se comportaron como todos unos caballeros, se levantaron entre risas y arrumacos, se prepararon un sano desayuno y como una pareja de recién casados almorzaron, terminado ese pequeño ritual regresaron cautelosamente a su tan cómoda recamara, en la cual odio decir se perdieron todo el bendito día y no aparecieron hasta la mañana siguiente.

 

¿Quién sabe que harían allí adentro?

 

Te quiero así
Y hazte la sorda
Si cuando pasas
De envidia te gritan gorda

 

 

Después de tan terribles maratones en los cuales de paso les cuento, que quemaron calorías a lo tonto, y es que como bien dicen: “No hay mejor ejercicio que el sexo”. Y vaya que decidieron ponerlo en práctica, adiós a las caminatas matutinas, Ikki se había propuesto que su morenito bajaría mas rápido de peso si practicaban el arte de amarse más seguido y me cae que lo hicieron.

 

 

En fin, siempre cuando decides bajar de peso te dicen:” los últimos kilos son los mas difíciles, no te desanimes”. Bien eso fue lo que nuestra pareja aprendió, pues no habían podido bajarle esa molesta llanta a Seiya, por mas agua que tomó, por mas caminatas que recorrió, por mas sexo que practico, no hubo poder humano que lograra que esa estúpida llanta se bajara, cosa que estreso al moreno. Ikki sonreía triunfal.

 

 

Decidí traerte flores
Y también te traje tortas
Porque después de que comes
Cariñosa te comportas

 

 

Ese día una deliciosa cena esperaba en la mesa: “una vez al año no hace daño”, había de todo y claro que ninguno de nuestros dos protagonistas desperdicio tan suculenta comida y es que hacia tanto que no comían otra cosa que no fuera lechuga que extrañaban el sabor de un buen filete asado en un charco de aceite… porque ha que ricas son las grasas.

 

Y como bien sabemos hay que aplicar dichos aquí también: “ después de un buen taco…un buen tabaco”, pero como nuestros santos no fumaban creo que es mas conveniente mencionar el otro:”Después de una buena comida… una buena cogida”. Y vaya que lo pusieron en practica, al santo y seña, tal y cual esta escrito.

 

Así me gustas gordita
Pa' que quiero un esqueleto
De anoréxicas y flacas
el panteón esta repleto

 

 

Los días continuaron su rumbo y la desgraciada llanta seguía ahí recordándole a Seiya que seguía gordo, que tenía kilos de mas y estaba tan desesperado que se puso a llorar. Ikki como buen amante, lo consolaba con besos y abrazos, palabras dulces y caricias deliciosas que hacían que Seiya se olvidara de su pequeño inconveniente.

 

 

Lo tuyo no es exceso de grasa es exceso de gracia mi amor

 

 

 

Al final de cuentas Seiya aprendió a vivir con ese bulto, le molestaba pues su vanidad había entrado finalmente, después de unas muy merecidas vacaciones, en acción y esta le insistía en que tenia que desaparecer esa protuberancia en su estomago, y un día Ikki apareció con la solución.

 

- Me vas a pagar la lipo- gritaba emocionado el morenito.

 

Ikki negó con la cabeza y con una enorme sonrisa en su rostro.

 

- alguna liposucción escultural?- preguntaba de nuevo ilusionado el morenito.

 

De nuevo una negativa.

 

Hasta que con una mirada le insito a que hablara.

 

Sin decir nada, saco su sorpresa de detrás de su espalda.

 

 

Y si dicen que va llena
Y si dicen que va llena
Peor seria fueras vacía
Y lo que es mas importante
Gorda, gorda pero mía

 

 

-UNA FAJA!- grito sorprendido, Ikki asintió

 

- Una solución rápida Burrito, desapareces la lonjita y me cumples el caprichito de que no mas me la enseñas a mi- Seiya sonrió enamorado, lo abrazo y se fundieron en un laaaaaaaaargo beso.

 

 

Y es que como bien dicen:” La comida es un placer”

 

Te quiero así
Yo así te quiero
Pa' mi lo físico
No es lo primero

 

Después de todo, un buen trazo de carne, una buena sopita y una deliciosa rebanada de pastel no engordan mucho, o bueno, nada que la maravillosa faja no pudiera ocultar.

 


Te quiero así
Y hazte la sorda
Si cuando pasas
De envidia te gritan gorda

 

 

                                                                               FIN

 

 

 

 

 

 

Notas finales:                                                                                                                                                                                                                                                                   

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