Era la mañana de la boda y todo el mundo se hallaba exaltado, los organizadores del evento (la princesa y sus 14 (Na.: O.O) ayudantes) y los criados iban de un lado a otro del palacio, pues todo tenía que ser perfecto. En parte el servicio del palacio quería que el día de hoy fuera el mejor para el moreno, ya que le querían mucho y siempre se había mostrado una persona muy afable aun y estando comprometido con el general, y eso era algo de agradecer.
El rey Cobra rondaba por los pasillos totalmente distraído, vistiendo sus ropajes más especiales para la ocasión. Quantos le veían se preguntaban que le pasaría al sultán para que un día tan especial para él, ya que su mejor amigo se iba a casar y él era el padrino, estuviera tan abstraído del mundo.
-Dejadle, seguramente esta preocupado por lo que dirá en la ceremonia.-dijo sonriendo la princesa Bibi, viendo como su padre se encaminaba al hermoso jardín del palacio donde se iba a celebrar la ceremonia.
El sultán se sentó en el que iba a ser su asiento y miro al altar, suspiro triste y se removió el pelo para luego agachar la cabeza entre sus piernas y empezar a llorar. Aquello no era justo, no lo era en absoluto, para ninguno, ni para Shanks ni para Luffy, todo lo que habían sufrido por estar juntos y ahora aquello…
-No sabes cuanto lo siento Luffy, parece ser que Ra no está contigo ni con mi buen amigo pelirrojo…-susurro recordando la conversación que había escuchado aquella mañana entre el general y cierta persona.
Mientras en su habitación el general acaba de alistarse, por fin, en 2 horas estaría casado con su hermoso ángel, la sonrisa que tenía en el rostro empezó a borrarse levemente, el recuerdo de aquella conversación aun estaba rondando en su cabeza… ¿Por qué? ¿Por qué ahora que era feliz? sacudió la cabeza, no debía dejar que aquellos pensamientos le invadieran, no hoy…estaba vivo, pues iba a disfrutarlo, y esa noche en especial, si por fin tras tanto tiempo tendría a su hermoso ángel entre sus brazos, y sería suyo solo suyo…
-Muahahahahaha… -río maniático imaginándose como iba a disfrutar con su hermosísimo ángel. De repente le golpearon la cabeza, e indignado se giro para encontrar la cara que menos quería ver en aquel momento de felicidad para él.- Alteza.-dijo con cierto cinismo.
-No vengo a pelear pero parecías un loco…-dijo con simpleza el moreno.
-no se que debo hablar yo con un niñato malcriado por muy principito que este sea.-dijo rudo. No le caía mal el moreno, había podido comprobar que no era mala persona pero, estaba intentando arrebatarle a su ángel y eso, no se lo perdonaría nunca.
-De su futuro y hermoso esposo.-soltó tranquilamente. Shanks iba a golpearle por la insolencia que demostraba pero…-me rindo.
-¿Qué?-pregunto extrañado.
-que me rindo.
-¿Por qué?
-Como le dije… solo iba a intentarlo hasta el día de su boda, y aquí estamos, no voy a mentirle he estado con gente casada, pero, Luffy es especial, y nunca haría nada que pudiera dañarlo.-dijo mirándole con una mirada segura y una sonrisa derrotada.
-Ace…
-hagamos las paces ¿si? Estoy seguro, que seremos grandes amigos.-dijo tendiéndole la mano, el general dudo si tomarla.-le prometo que no intentaré nada con Luffy, solo quiero tener una buena relación con usted, en parte por él, pues me gustaría seguir siendo su “casi hermano” en el futuro, me conformare con eso, pero necesito que mi “casi cuñado” me acepte para ello.-dijo sonriéndole de corazón. Antes esto el general acepto gustoso la mano.
-espero que si tengamos esa relación que dices.
-Deseo que sean muy felices, sin rencores se lo digo en verdad, y que tengan una larga y prospera vida juntos.-Shanks sintió un pinchazo en el corazón-cuídale.-Ace se dispuso a salir de la habitación cuando el general lo detuvo.
-sabía… cuando me lo dijeron, que tomaría esta decisión…-Ace lo miro perplejo- ¿te molesta quedarte un momento? hay algo que me gustaría pedirte, gozando de nuestra reciente amistad…
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Lejos de allí, Luffy estaba hecho un manojo de nervios, estaba tomando el baño ritual de purificación antes de vestirse, en los baños sagrados de Alubarna acompañado de su hermana, su cuñado, Nami y algunos sirvientes e amigos. Salio de la tina y se puso el albornoz que le había regalado Robin para la ocasión, que estaba perfumado con damas de noche y jazmines. Salio y camino hasta la casa de su cuñado donde había pasado la noche y donde se iba a alistar.
Como era costumbre en Alabasta, la celebración era pública, y con más motivo si uno de los novios era parte de Palacio, así que la gente le tiraba pétalos de flores mientras seguía un sendero que llegaba de los baños a la casa de su familia, para luego dirigirse al Palacio. El ambiente era cálido y ameno, la cuidad entera estaba rebosante de felicidad por el compromiso que se llevaría a cabo en menos de 1 hora y media.
Mientras acababa de ponerse las joyas y las sirvientas retocaban el vestido tradicional (por el que al final se había decidido ya que era una tunica y no lo hacía femenino pero, si le ponía en su lugar como el débil de la relación) suspiro nervioso. Las sirvientas fueron a buscar a los mozos que llevarían el porta personas que llevaría al futuro esposo a palacio. Robin le beso y le dio fuerte un abrazo. Se sonrieron, y de golpe la morena y la pelirroja empezaron a llorar ante la mirada atónita del moreno y de su cuñado.
-¿ocurre algo malo? No les gusta el traje, me lo regalo el señor ojos de halcón, le dije que era muy ostentoso para alguien como yo pero insistió y como me parecía bonito y es amigo de Shanks por no hacerle el feo…-las chicas lloraron más fuerte aún-chicas… ¿tan mal me veo?-pregunto ahora preocupado.
-no es eso hermano.-dijo Robin secándose con cuidado de no estropear el maquillaje.- es solo que…
-¡Buaaa estas tan lindo!- gimoteo la pelirroja de golpe.
-¿Qué?-pregunto extrañado.
-¡¡estas hermoso hermano!! Estoy segura que en mi boda no estuve tan bella como tú…-dijo Robin suspirando, a lo que Franky se reboto y grito:
-¡¡que pero si estabas hermosísima mi amor!!
-¿si?-dijo con cara de cordero degollado.
-claro que si, con el vestido blanco aquel estabas hermosa y solo tenía en la cabeza tus hermosos…-Robin le beso, callándole porque sabía lo que venia y le daba vergüenza cuando su esposo hablaba de esa manera tan…
Nami y Luffy se miraron entre si, rieron conociendo bien el carácter del carpintero. Una de las amigas de cocina de Luffy llamada Margarethe, Maggi como él la llamaba, entro y se quedo estupefacta.
-Es-estas hermosísimo…-fue lo único que pudo decirle la rubia. El moreno se sonrojo y se lo agradeció.-el porta personas te espera fuera.-terminó con una sonrisa.
-¡¡ ¿Qué?!! ¡Ya son las 12!-casi grito por culpa de los nervios. Todos en la habitación rieron ante la reacción.
Robin le puso las joyas en sus brazos pintados como era la tradición. Normalmente esto lo hacía o el padre o la madre, pero al no tener ninguno, lo hico ella. Todos salieron de la casa menos Luffy y Robin que se quedaron en la puerta.
-a partir de aquí, tu vida cambia, y a esta casa solo vendrás de invitado en celebraciones ya que tendrás la tuya propia, aunque siempre podrás venir aquí cuando lo precises, formaras tu familia así como yo…-Luffy levanto la cabeza, eso significaba…sonrío feliz y lleno de ilusión, Robin asintió.-si Luffy estoy embrazada, serás tío, y en cuanto nazca quiero que seas su protector. (Na.: algo parecido a un padrino)-Luffy la abrazó emocionado iba a felicitarla cuando…-recuerda, que desde hace 2 minutos no puedes decir nada hasta que no llegues al altar, así lo manda la tradición al ser el débil de la relación, sino los dioses no os darán su consentimiento…-Luffy asintió, así que la abrazo para felicitarla a cambio. Robin beso su frente.-ahora ya no soy tu protectora, solo volveré a serlo el día que los dioses reclamen a tu esposo, hasta entonces, él cuidará de ti.-y dicho esto le tapo con el velo el rostro.-baja la cabeza, hasta el altar no lo podrás levantar, en parte por culpa de esto.-dijo mientras le ponía una corona de oro fina, elegante, pequeña pero que pesaba bastante, y Luffy lo hico notar al bajar la cabeza de golpe.-es el de mama, como yo me case con Franky que no es de nuestra religión no lo pude usar, pero tu si puedes, y deberás dárselo a tus hijos, y ellos a los suyos. Ahora vamos, seguro tenemos a un impaciente general en el altar…
Dicho esto Luffy salio de la casa y entro en el porta personas, cerraron las persianas para que nadie pudiera verlo, pues era un mal augurio. El camino a palacio se hico eterno para el moreno, quería llegar ya, escuchaba a sus convecinos felicitarle y algunas oraciones de prosperidad como era lo normal, para entrar por fin a las puertas de palacio que estaban abiertas al publico para que vieran el enlace. Shanks, que esperaba ansioso en el altar al ver llegar el porta personas sintió su corazón saltar. Todos los invitados se levantaron para recibir al novio.
Más de la mitad, nobles invitados por la princesa para favorecer relaciones de países, no se hacían una idea de la belleza que aparecería ante sus ojos en menos de unos segundos, cuando Luffy salio del porta personas suspiraron, tenía un cuerpo envidiable la verdad,…Robin se acerco a su hermano y le quito el velo dejándolo reposar en sus hombros al descubierto el hermoso rostro de su hermano, al apartarse. Muchos suspiraron y retuvieron el aliento,… era…
-un ángel bajado a la tierra.-susurro Shanks observando lo hermoso que se veía Luffy con un traje tradicional de Alabaste, dorado en su mayoría, pero con algunas cosas de blanco para demostrando su pureza, cosa que nadie discutía. Los ojos reseguidos en su contorno en negro, dejando ver unas hermosas y largas pestañas que encuadraban unos hermosos ojos esmeraldas, que brillaban con luz propia, y para terminar una sonrisa dulce y apenada por estar delante de tanta gente…-simplemente es hermoso.-susurro enamorado.-haciendo sonreír a Cobra y a Ojos de halcón.
Luffy vio con ojos enamorados al general, estaba tan atractivo con aquel traje convencional…negro de pies a cabeza, con la americana abierta dejando ver una camisa blanca debajo que estaba desabrochada por los primeros botones y lo hacían lucir muy sexy y atractivo. Luffy se pateo mentalmente por pensar algo así…
Mientras este atravesaba el pasadizo central acompañado de Ace, este lo miraba absorto, tan hermoso,… y recordó las palabras del general apenas hacía unos minutos atrás… sonrío al llegar junto al aludido y les susurro:
-os dejo con lo vuestro que estaréis muy ocupados digo yo.
La pareja río ante la broma, y Ace se retiro a su respectivo asiento. Luffy subió al altar amarrándole la mano a Shanks, mirándose a los ojos, el sacerdote, un hombre mayor, con el pelo blanco y mirada bonachona y complexión robusta, sonrío al ver que estaban tan absortos el uno en el otro que no se daba cuenta de que él ya estaba allí.
-no quisiera importunarles pero, debido a como se miran, el lugar y las circunstancias yo diría que ustedes se quieren casar, y si no me escuchan difícilmente lo vamos a conseguir.-los invitados rieron y los novios también, girándose a mirar al sacerdote.
-bien. Tengo que decir, que en todos mis años de oficiar estas ceremonias tan felices, tan bellas, tan únicas…no había visto una mirada tan llena de cariño y de amor con la que comparten, Shanks y Luffy, que están hoy aquí para demostrarnos a todos con este acto, lo que se quieren… no lo que se aman-el moreno y el pelirrojo se miraron sonrientes.-creo que no hace falta decirles mucho, pues se les ve realmente muy enamorados, y lo que este viejo sacerdote les diga no les vendrá de nuevo, pero recuerden, por mucho que pasen, por muy dolorosa que sea la situación todo, todo se puede solucionar con la ayuda y el amor de ambos… Ya que el amor es el sustento de nuestra naturaleza. Quiéranse, ámense, así serán felices. Protéjanse mutuamente y cuídense, eviten engañarse, pues eso destruirá su pareja, la base principal es la verdad. Dicho esto, no los hago esperar mucho más. Shanks ¿te comprometes a cuidarle y amarle y protegerle para toda la vida?
-si, me comprometo y reprometo hacerlo siempre, aunque muera.-Ace, Cobra y ojos de halcón temblaron ante esto. Luffy solo sonrío feliz.
-¿y tu Luffy?-pregunto feliz el sacerdote.
-Por supuesto, hasta el final de los tiempos.-se miraron enamorados ajenos a todo, solo pendientes de escuchar la frase que ansiaban los dos desde hacía un rato…
-Entonces yo los declaro Marido y esposo. Podéis besaros que se que os morís de ganas de hacerlo.-dijo mientras sonreía y salía del altar.
Shanks atrapo los labios de Luffy de inmediato, ambos cerrando los ojos felices de estar unidos frente a todo. Los aplausos no se dejaron de escuchar en un rato. Al rato tanto la pareja como los invitados a la boda fueron a la sala de comensales oficiales de palacio para el banquete nupcial, mientras la gente de la cuidad volvía a sus quehaceres hablando acerca la bella ceremonia.
Antes de empezar con la comida tras el piscolabis inicial, Shanks hablo para todo el mundo con una copa en la mano desde la mesa presidencial, donde se encontraban ellos, los novios, el rey y princesa acompañados de ojos de halcón del lado del pelirrojo, y del lado de Luffy estaban Robin, Franky, Nami y Ace.
-una vez decidí que el día que yo me casará así lo haría, y no se hacen una idea de lo feliz que soy en este momento. Solo quiero agradecerles su presencia en este día tan especial para nosotros, que sepan, que están presenciando no solo una boda, no solo un compromiso, si no la unión de nuestras almas-Luffy casi llora ante esto, conmovido.- Luffy como podrán apreciar, es el ser más bello de este mundo, pero no solo por fuera, si no por dentro, tengo que admitir, que al principio me gusto su físico, pues es bello, eso nadie lo puede cambiar…-más risas.-pero cuando empecé a conocerle, y vi la hermosísima persona que es, que yo he llegado a la conclusión de que Luffy es tan bello porque su físico refleja su alma y su corazón. Ese corazón que no le cabe en el pecho y esa alma tan pura que posee, que hace que todo el mundo le ame por como es. Es la persona más hiperactiva que conozco no he visto que deje de moverse nunca, si lo hace alguna vez creeré que ha muerto-la gente río gustosa ante la broma mientras Buffy se mordía el labio inferior con un gesto burlón- También es algo cabezota, es mas es más terco que una mula, y estoy seguro de que en más de una ocasión voy a dormir en el sofá. –Luffy cruzo los brazos sobre la mesa y escondió su cabeza en ellos. Shanks le miro divertido pero prosiguió.- Habla las 24 horas del día, habla tanto que creo que no necesita oxigeno para respirar-Luffy se levanto y le miro indignado. Llenándose la sala de risas.-y si se enfada da bastante miedo la verdad. Pero,…la mayoría del tiempo es dulce y tierno, amable y bueno… y hay veces que llego a pensar que en verdad es santo por sopórtame a mi, que soy un completo desastre,…-Luffy asintió, y las risas llenaron otra vez el recinto.
-Eso también lo pienso yo.-dijo tranquilo. Shanks sonrío.
-Por eso, delante de toda esta gente te quiero dar las gracias… por soportarme, por quererme, por amarme,… y por ser tu, que espero que nunca cambies.-un OH general se dejo escuchar mientras se besaban.
A principios del baile, antes del vals nupcial, los novios hablaban con los invitados.
-tiene suerte General, es muy hermoso. Le sienta muy bien el traje seguro que querrá que lo lleve más veces.-dijo un conocido de Shanks.
-Cierto, le queda perfecto el traje, pero yo más bien estoy pensando en como quitárselo.-El moreno le dio un codazo a contestación a la “sutil” broma del general.
Bailaron la pieza y se dirigieron a su habitación de nupcias, en el ala más apartado del castillo, una habitación cálida y enorme, decorada con colores dorados y plateados, con detalles en madrera, había un baño al fondo con una bañera enorme y un tocador precioso. Pero lo que ambos más deseaban en aquel momento era la enorme cama que había al fondo de la habitación a la que llegaron entre besos…
Continuará… ^0^ joi joi que mala soy
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