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DEL AMOR AL ODIO SOLO HAY UN PASO... Y VICEVERSA por LALY

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Notas del fanfic:

 

Estos personajes no me pertenecen.Son propiedad de sus respectivos autores.

 

    Un día tranquilo y sereno en el Orfanato hasta que cierto rubio rompe el silencio con un sonoro estallido.’¡¡CRASH!!’ Roger fue corriendo hasta la zona común donde encontró trozos de cristal procedentes de la ventana que daba al patio. Junto a ella, encontró a un pasmado Mello con el arma del delito

-¡¡MELLOOOOOOOOOO!!!!                           

-Perdona Roger, estábamos jugando y se escapó el balón. (Asustado)

-¡¡ Nada de excusas!! (Se dirigió hacia Mello a pasos agigantados y lo agarró de la blusa cuando este intentó escapar) Ahora mismo me vas a acompañarme a la zona de castigo y te vas a quedar allí todo lo que queda de tarde, ¿de acuerdo?

-¡Pero si yo no he sido, suéltame!

-(mirada asesina) no me hagas preguntar niño por niño, que ya eres bastante grandecito para reconocerlo.

-Vale, lo admito, ¡pero ha sido un accidente! Por favor no me castigues.

  Roger, tirando de Mello, salió de la habitación bajo una atenta mirada almendrada oculta tras la multitud.

  Roger, tras dejar a Mello (el cual no había dejado de quejarse todo el camino)en la zona de castigo, fue hasta su despacho. Pero otro fuerte ruido lo devuelve a la zona común, donde encontró a un pequeño peliblanco delante de lo que parecía uno de los jarrones del salón, el cual estaba roto en pedazos.

-¿Near?

-Lo siento, he sido yo.

-Pero, si tu nunca…en fin, acompáñame a la zona de castigo.

   Near accedió de muy buena gana y fue tras Roger sin armar ningún ruido, todo lo contrario de Mello. Roger abrió la puerta descubriendo a Mello tal y como lo había dejado: sentado en el pequeño sofá de la estancia, apoyado en la mesa que había justo delante, con expresión enfurruñada.

-¿Ya puedo salir? (Medio alegrándose)

-No, te traigo compañía.

   Acto seguido, Roger se aparto dejando ver al pequeño Near, que se escondía detrás del mayor. Mello no pudo ocultar su asombro. ¿Near? Si el nunca hacia nada.¿cómo había llegado a parar allí? Y lo que más le preocupaba, ¿iba a tener que pasar toda la tarde con él? ¡si lo odiaba! No podía soportarlo por el hecho de que él era el nº 1, mientras el permanecía a su sombra en el 2º puesto. No podía tolerar que Roger los encerrase juntos toda una tarde. Simplemente…

-¡NO! (gritó sin ser conciente)

-¿Tienes alguna objeción a que Near se quede aquí castigado contigo?

-(sonrojado) no, es que… (Miró por un momento a Near. Ya no parecía estar asustado como antes. Ahora su rostro reflejaba una notable tristeza, clavando su mirada en el suelo. Parecía dolerle que Mello lo despreciara)…no, nada. (Volviendo la cara)

-Entra Near (Dándole paso con la mano)

   El nombrado entró en la habitación como con miedo. En los 16 años que llevaba en el orfanato nunca había estado en ese sitio (No como Mello). Nada más entrar, inspeccionó la sala: era una habitación pequeña, con un sofá también pequeño pegado en la pared que quedaba a la izquierda según entrabas en la sala. Junto a este, una lámpara de pié iluminaba la estancia, ya que solo tenía una minúscula ventana sobre un sillón, por la cual no entraba apenas un poco de luz. En el centro pegando un poco al sofá, había una mesa redonda de madera, y un sillón que estaba situado en la esquina derecha frente a la puerta era el escaso mobiliario de la habitación.

  Near se sentó en el sillón lejos de Mello y se puso a jugar con su pelo mientras miraba al suelo. Roger cerró la puerta. Un incómodo silencio reino en el cuarto. Tras unos instantes, Mello rompió el hielo:

-No te sientes tan lejos, que parece que me tienes miedo.

  Near se sorprendió, pero no dijo nada, simplemente se levanto y, temeroso, se sentó junto a Mello, mientras este lo observaba atentamente.

-¿Y a ti, por qué te han castigado?

-…mmm…por...romper un jarrón.

-mmm?¬ ¬ (curioso)

-nada, lo cogí y se me resbaló de las manos.

-¿qué querías hacer tu con el jarrón?

-…………….

  Roger entro interrumpiendo la conversación con una bandeja que puso en la mesa. Al instante, ambos chicos miraron lo que en ella traía: un par de vasos de leche, galletas, una baraja de cartas y lo que mas feliz puso a Mello,…una tableta de chocolate XD. Al rubio se le hacía la boca agua. Roger se fue y dejo de nuevo solos a ambos chicos. Veloz, Mello alargó la mano para coger el chocolate mientras Near bebía leche. Rompió a prisa la tableta en dos y colocó una de estas sobre la mesa, llevándose la otra a la boca. Cuando terminó, comenzó a curiosear la baraja. Near terminó la leche y se disponía a coger el chocolate cuando se percató de que Mello no le quitaba el ojo de encima a este.

-Tómalo.

-¿?

-En serio, cógelo.

- ·///· Gracias.

  Este gesto de Near marco mucho a Mello que, al terminar, pensó que no se moriría si fuese un poco más amable con él, aunque fuese su rival.

- ¿Quieres jugar a las cartas?

-…mmm…

-Venga hombre, aprovechemos que Roger nos las ha traído, nunca antes lo ha hecho.

-…Bueno vale.

  Comenzaron a jugar y charlar. Mello se fue dando cuenta de que Near no era tan malo como él lo pintaba. Pensó que quizá, con el tiempo, podría llegar a ser su amigo. La tarde paso y Roger fue ha buscar ha los chicos encontrándolos dormidos en el sofá.

-Bueno…parece que al menos el castigo ha servido para algo.

  Sonrió. Le hacía feliz el pensar que el haber pasado la tarde juntos había hecho que Mello y Near hubiesen empezado ha llevarse bien. Despertó ambos chicos, de los cuales uno se alarmó al darse cuenta que habían dormido juntos (no hace falta decir quien, ¿no?). El otro simplemente no dijo nada (¬ ¬).

 :: :: :: :: ::

 ……….

 ……..

 ……

 ….

 ..

 .

       Pasaron los días y apenas habían vuelto ha hablar desde entonces. Sin embargo, cierto rubio no dejaba de pensar en aquel chico de ojos almendrados con el que estuvo esa tarde. Sonó un silbato.

-¡Mello! ¿Qué te pasa? Estos días vas como dormido o algo así.

-Perdona Matt, estaba pensando en mis cosas, se me ha ido la cabeza demasiado.

-Esto no es propio de ti. ¡Que estábamos en un partido, Mello!

-Lo se, y ya te he dicho que lo siento. ¿Podemos continuar?

-No, si el pitido era el que daba fin al partido. Hemos ganado.

-¿Ah sí? Bueno, pues me voy a la ducha, que estoy reventado.

-Te espero allí.

-Vale.

   Mello se dirigió a su cuarto a coger la ropa limpia y luego partió a los baños. Seguía sin poder quitarse a Near de la cabeza. Lo peor, es que no sabía por qué se le venía tanto a la cabeza. Llegó a los baños y, al entrar, oyó el ruido del agua cayendo de una de las duchas.

-(pensó) Debe ser Matt.

 Se metió en el pequeño departamento destinado a la ducha.

-Ya estoy aquí Matt. (Apartó la cortina)

  Se sorprendió mucho al no encontrar a Matt en el interior. En su lugar, encontró un esbelto y débil cuerpo de espaldas a él, el cual tenía una blanca piel por la que caían las gotitas a gran velocidad. Del ruido de la cortina, este se dio la vuelta y clavó sus almendrados ojos en los del sorprendido Mello. El rostro de este último mostraba un evidente sonrojo.

-Perdón (cerró la cortina veloz)

  Mello salió a toda prisa del baño cruzándose con Matt, el cual se quedó algo extrañado.

  El rubio fue corriendo por el pasillo camino a su cuarto sin poder quitarse de la cabeza la imagen de Near. No podía olvidar esa piel pura y suave por la cual caían sensualmente las gotas de agua, ni tampoco esa esbelta figura desnuda que ahora se habían quedado grabadas con fuego en su mente. No entendía por que desde aquella tarde no había podido sacarse al muchacho de la cabeza, ¡si era su rival! ¿Por qué?

  Fue dándole vueltas al tema, intentando razonar hasta que tuvo que admitir a su pesar lo ya evidente: se había enamorado de Near. Aquel día en la sala de castigo había surgido un sentimiento muy fuerte, y este último encuentro con el chico lo había confirmado. No solo eso, ahora ardía el deseo en su interior de poseerlo. Quería, no…necesitaba hacerlo suyo. Anhelaba poder tocar su piel y sentir sus latidos, oír su respiración…todo.

  Llego a su cuarto y se tumbó en la cama sin borrar la imagen de su mente. En su interior luchaban la razón y el corazón. ¿No es mi rival? ¿No se supone que debo odiarlo? entonces, ¿por qué lo amo? Alguien llamó a la puerta.

-Ey Mello, los del equipo vamos a ver una película en mi cuarto, ¿te apuntas?

-¿de qué va?

-Es una de miedo

-Venga vale (pensando: haber si me distraigo y dejo de pensar en Near)

  Bien entrada la noche, los chicos se dispusieron a ir a dormir.

-Buenas noches.

-Tened cuidado con los Zombis.

-si claro, buenas noches.

  Mello giró la esquina del pasillo y se quedó de piedra.’El cuarto de Near’, pensó. No, no podía pasar por allí. Pero era el único camino. Pasó decidido, animándose a si mismo diciendo que no iba a pasar nada, que la hora que era Near debía estar dormido. Pero en momento que pasaba por delante, no pudo evitar mirar, esperando encontrar la puerta cerrada. Al encontrarse la puerta entreabierta su corazón se aceleró. Volvió el debate interno en el que su mente le mandaba ignorar aquello e irse a dormir, pero el deseo ganó, haciendo que este entrase en el cuarto con cuidado.

 Cuando sus ojos se acostumbraron a la oscuridad, pudo ver a Near en la cama, dormido profundamente. Se le veía tan relajado…que parecía no despertarse ni aunque tirasen el edificio. Mello se acercó a la cama colocando su cara a la altura de la del otro chico. Sus impulsos volvieron a ganar, acabando por acariciar dulcemente el rostro de Near. Su piel era suave y cálida, justo como el la había imaginado. El subía y bajaba por las mejillas del muchacho, cuando sintió que algo lo aprisionaba por la muñeca.

 Las almendradas orbes de Near se abrieron de golpe, clavando la mirada en las de Mello. Este se levantó avergonzado para marcharse de allí lo antes posible, mas no pudo moverse del sitio: Near lo tenía fuertemente sujeto. El rubio se quedó mirando al muchacho unos instantes hasta que este deposito un dulce beso en su mano aprisionada. No hicieron falta palabras.

 Temeroso, Mello se acercó a Near quedando sentado. La cercanía con el ser amado hizo que el anterior miedo y desconfianza desaparecieran, y no dudó en besarlo. El beso, que fue dulce y cálido, duró apenas unos instantes. Tras el hubo un corto minuto incómodo que Near rompió abrazando al rubio. Mello tumbó al pequeño en la cama, dejándolo bajo él, y comenzó a besarlo por toda la cara, siguiendo un recorrido que comenzaba en la mejilla derecha, pasando por la frente, para acabar besando sus labios, esta vez de una forma mas apasionada. Los dos chicos se acariciaron y besaron apasionadamente.

 Mello comenzó a desabotonar el pijama del otro chico, dejando entrever su delgado torso. Se detuvo unos instantes para contemplarlo, y con sus manos dejó caer el pijama de Near, el cual se deslizaba por su espalda. Near sacó sus brazos de las mangas para agarrar por el cuello al mayor, siendo correspondido por este. Mello rompió este instante para sacarse la camiseta por la cabeza. Su pecho estaba algo mas formado. Volvió a agarrar a Near por la cintura, se tumbó sobre él para que este cayera de nuevo a la cama (puesto se había levantado, quedando sentado) y volvió a acariciarle, esta vez en el costado.

 Una de las veces, aprovechó para bajar hasta la cadera, y empezó a bajarle el pantalón, quedando el pequeño en unos boxers color cielo. Mello se puso de rodillas para contemplar el cuerpo de Near. Este estaba tan sonrojado, que hacía que se excitase más. El chico se acercó al rubio, sorprendiéndolo, y se colocó justo delante de su miembro cubierto.

El sonrojo de sus mejillas aumento notablemente. Cogió con la boca los bordes tanto del pantalón como del boxers, y comenzó a bajar por las piernas del chico. Mello estaba a morir de excitación, lo cual se reflejaba en su miembro ahora al descubierto. Near volvió a subir hasta el rostro del chico, y le mordió dulcemente el labio inferior.

-Hazme tuyo, Mello(Le susurró al oído, mordiendo dulcemente el lóbulo de este).

 Mello ya no aguantó más. Se tiró sobre el pequeño, le bajó los boxers de un tirón y los lanzó lejos. Miró el rostro de Near y lo besó con fuerza. Tras esto, se quedó mirando el miembro de éste y le dio un beso en la punta, lo cual hizo estremecer al chico. Lo miró y sonrió con lujuria. Se metió todo el miembro del menor en la boca y comenzó a subir y bajar por la longitud. Near moría de placer. No podía creer que su gran amor hacia el rubio, el cual había estado manteniendo en secreto desde siempre, fuera correspondido de tal manera. Era feliz; muy feliz.

  Estuvieron así, mello moviéndose por la longitud y Near retorciéndose y dejando escapar sonoros gemidos, hasta que el pequeño no pudo contener más. Un último gemido fue la señal para que Near se corriera en la cavidad del rubio. Este saboreó la esencia del muchacho, que se encontraba con pose cansada, aún respirando con dificultad. El mayor se acercó gateando de una manera sensual a los labios del pequeño, y lo besó con pasión. Tras esto introdujo tres de sus dedos en la boca del chico. Este los lamió con deseo.

  Mello sacó los dedos de la cavidad del pequeño, colocó los tobillos de este sobre sus hombros, quedando el en el centro, y comenzó a introducirlos uno a uno en el interior de este. Cada nueva intrusión le hacía mas daño que la anterior al chico. Cuando se encontraban los tres dedos moviéndose en el interior de Near, Mello los retiró, provocando molestia al otro chico, y se posicionó para penetrarle.

  Near cerró los ojos, aterrado, y agarró con fuerza las sabanas para descargar sus nervios.

-Tranquilo(le decía el rubio)Voy a intentar no hacerte daño. -Me da algo de miedo.-

Solo duele al principio. Luego te gustará, ya verás.

-…

-Si quieres paro y…

-¡¡No!!Quiero hacerlo…Contigo.

 Esto último llenó de felicidad al rubio, el cual hizo lo que el pequeño le pedía, y comenzó a penetrarle, muy despacio. Near mostraba en su rostro una expresión de dolor, pero esta fue desapareciendo poco a poco a medida que su entrada se dilataba. Este terminó por cesar cuando el mayor alcanzó el punto mas sensible del interior de Near. Este gritó de Placer.

-¡¡AAHHH!! Sigue, por favor, sigue.

  Mello aceleró el ritmo al oír las peticiones del chico, provocando así mas gritos por parte de este. Near alargó los brazos para atraer hacia él al rubio, el cual lo besó. Al estar ahora mas cerca el uno del otro, Near pudo oír como, entre jadeos, Mello susurraba débilmente que le quería.

-¡¡Te Quiero!!Gritó Near, siendo esta la nueva señal.

  Llegaron al orgasmo justo a la vez, manchando Near el pecho de Mello, y vaciándose éste por completo en el interior del primero. Cayeron rendidos en la cama, uno sobre el otro, sudando y con la respiración muy alterada. Mello se echo a un lado de la cama sin quitar la vista de encima de Near.

-Near

-¿Sí?

-Hace un segundo…has dicho que me querías... ¿Es verdad?

 (Sonrió y lo abrazó, hundiendo su rostro en el pecho del rubio)-Sí, es verdad. Te quiero, Mello. Siempre te he querido. Desde el principio.

-¿Y por qué no dijiste nada ni intentaste ser mi amigo entonces?

-No era capaz, por mucho que lo intentaba, ganaba la vergüenza.

-….

-Pero siempre intentaba encontrar la ocasión perfecta para hablar contigo (a Mello se le vino a la cabeza que , quizá, lo del jarrón no fue un accidente ( y acierta))

 -Te quiero, Mello(Se pegó más a éste).

-Y yo a ti.(por fin, lo dije)

 Se taparon con las sábanas empapadas en sudor y pasión, y se quedaron dormidos, abrazándose y rozando su piel desnuda con dulzura. Compartiendo el mismo sueño: un futuro, juntos y felices.

 FIN


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