Edward salto la gran muralla que protegía el Cuartel de Ciudad Central, al saltar al otro lado casi lo atropella un auto, cuando el auto freno de golpe, Edward le grito al conductor del vehiculo:
-Necesito tu auto, ¡ahora!-
Al notar que dentro del carro estaban Mustang y Hawkeye, se impresiono pero luego se calmo; el General Mustang lo invito a entrar.
En el camino hablaron de la situación actual, Ed se dio cuenta de que Mustang no era tan frió y calculador como él pensaba, después de todo, iba a arriesgarlo todo por la muerte de Hughes, incluso se sintió un poco mal porque antes había dicho que lo odiaba; en esa pequeña conversación su opinión hacia Roy Mustang cambio drásticamente.
Fue tanto así, tan cómodo se sentía Hagaren hablando con Roy, que al notar que el auto se detenía suspiro largamente, se sonrojo un poco al notar que Roy se le acercaba para preguntarle que le pasaba.
Ya fuera del auto, Edward y Roy se encontraban parados uno frente al otro, para despedirse Roy iba a hacer el saludo militar, pero recordó que Hagane ya no pertenecía a la milicia, así que solo le tendió la mano para estrecharla, Edward tan solo choco su mano con la de Roy en forma de despedida.
Edward ya se había dado la vuelta para marcharse, pero sintió una mano firme sujetando su muñeca, volteo y noto que Roy tenia una expresión un tanto sombría.
-¿Qué sucede, Roy?-le pregunto el rubio extrañado por la actitud que había tomado.
-Cuídate mucho Edward-le respondió sin mirarlo a los ojos.
-No seas tonto, el que tiene que cuidarse eres tu que vas a pelear contra ese homúnculo-le dijo sonriendo.
Roy halo hacia si al pequeño rubio (gomen nasai Ed ^^U) y lo abrazo.
-Lo digo en serio, Full Metal-
-No te preocupes, todo estará bien, Roy-dijo el rubio en un intento de calmar al mayor.
Roy miro el rostro de Ed, pero sabia que iba a pasar algo malo, se lo decía su instinto y esto le preocupo aun mas, lo apretó mas contra si mismo y volvió a repetirle al oído, en forma de susurro:
-Por favor, cuídate mucho Ed-
Edward se estremeció al sentir mas cercanía entre él y Roy se sonrojo notablemente al sentir como Roy besaba su oído suavemente y luego su mejilla, para luego separar sus ojos y mirar fijamente los ojos ámbar de Ed.
Ed le sonrió dulcemente, sabia que Roy estaba preocupado, lo notaba en su mirada, y él no quería eso, así que volvió a sonreírle, esta vez con mucha sinceridad y ternura, mientras Roy recorría su rostro con la mirada, se deleito viendo cada uno de los detalles que hacían que el rostro de Edward fuera perfecto, miro detenidamente sus hermosos ojos ámbar y lo bien que se veía su cabello cayendo sobre ellos y haciendo juego por el color, miro sus lindas mejillas sonrojadas por la estrechez del abrazo del que aun no se soltaban; ciertamente ese color carmesí le hacia ver mas bello de lo que ya era; miro su nariz perfilada, y luego, para finalizar su recorrido, miro su boca, sus labios entre abiertos que en ese momento se hallaban tan disponibles, esos labios de tonalidades carmín que tantas veces le habían hecho suspirar solo por el hecho de no tenerlos, era tan apetecible, pero no, no podía, no debía, el chico que tenia al frente era solo eso, un chico, un niño (Ed: ¬.¬), no podía abuzar de la confianza que se había ganado.
"¿pero que me pasa?, no puedo hacerlo, ¡reacciona Roy!, no puedes traicionar su confianza, jamás volvería a hablarte"-pensó abatido, realmente deseaba probar esos labios que tantos años atrás había deseado y que aun ahora deseaba.
Cerró fuertemente los ojos para reprimir el deseo, y en ese momento sintió como los pequeños labios de Edward se presionaban contra los suyos, abrió los ojos inmediatamente por la sorpresa y su cuerpo se tenso, pero al notar que Ed tenia los ojos cerrados y se entregaba con devoción al acto, se relajo y decidió hacer lo mismo.
El beso fue muy tierno y largo, Roy lentamente empezó a sacar su lengua y lamer delicadamente los labios de Ed, este comenzó a abrir lentamente su boca permitiendo que Roy explorara todo el interior de su cavidad, entrelazaron sus lenguas rápidamente, Roy masajeaba los labios de Ed con los suyos propios, Edward inconscientemente lanzo un pequeño gemido, lo que hizo a Roy sonreír un poco en medio del beso al saber el pequeño lo estaba disfrutando; Roy acaricio suavemente la espalda de Ed, para luego bajar sus manos a la cadera de este y halarlo hacia si, juntando completamente sus cuerpos (espero que se entienda el punto n///n) lo que hizo que Ed gimiera nuevamente pero con un poca mas de fuerza, Roy escucho perfectamente el sonido de placer que emitió el chico (y para mi que Riza también escucho pero se hizo la loca), Ed, que había soltado los labios de Roy, volvió de nueva cuenta a iniciar otro beso, pero mas apasionado que el anterior.
Unos minutos después cuando sus labios se separaron por falta de aire (¡¡estupidos pulmones!!...¬v¬) no sin antes Ed morder suavemente el labio inferior de Roy (¿Qué hubieran hacho si los hubiera dejado continuar?¬///¬), ninguno de los dos decía nada, pero eso no evitaba que se miraran directamente a los ojos, ahora las mejillas de Ed mostraban un intenso color carmín, mientras que las de Roy se veían levemente sonrosadas (la experiencia n//n).
-Edward, prométeme algo-rompió Roy el silencio, Ed lo miro extrañado y con la mirada pregunto que de que se trataba, entonces Roy continuo: -prométeme que te cuidaras mucho y que volveremos a vernos-
Edward asintió sonriendo y respondió: -te lo prometo, pero tu también tienes que cuidarte mucho-dijo mostrando una gran sonrisa que tranquilizo bastante a Roy, Lugo agrego, en un susurro casi inaudible: -ai shiteru, Roy-
Roy le sonrió dulcemente y volvió a apretarlo contra si, -watashi mo, ai shiteru, Ed... enano-le susurro al oído haciendo que una vez mas Edward se estremeciera y que en sus mejillas se agolpe gran parte de la sangre de su cuerpo, tuvo la fuerte tentación de lanzarle a Roy un golpe a la cara por haberlo llamado enano, pero se sentía tan bien entre sus brazos, que solo por esa única vez lo dejaría pasar, luego (por fin) se separaron, se quedaron así un tiempo, uno frente al otro mirándose fijamente a los ojos, finalmente ambos sonrieron y Edward se alejo, se despidió con un ademán de Riza y Lugo se fue corriendo, Roy lo observo hasta que desapareció por la calle, se dirigió al auto sin decir una palabra, solo entro y se sentó en el asiento trasero del vehiculo sin darle importancia a la mirada asesina que le lanzaba Riza.
Estaba feliz, había sido sincero con Edward sobre sus sentimientos y descubrió que era correspondido, pero había algo, algo que no lo dejaba tranquilo, esa opresión en su pecho, esa preocupación no desaparecían, estaba seguro de que algo malo ocurriría, por ello decidió poner todo su empeño en lograr su cometido y salir vivo con la esperanza de ver una vez mas a esa persona amada, de ver una vez mas a Edward Elric.
Fin
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