¡¿Nightmare?!
Matty
{TenRan-Sama en ff.net}
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- Diálogos
“pensamientos”
Narración normal
Sueños
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-Ahh…así…ahh!!
-Nh…
-WAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!!!! {N/R: gran comienzo para un fic ¿no? xD}
Ren se sentó en su cama de golpe ¡Es que no era posible que soñara ‘eso’ de nuevo! Se levantó tranquilamente, como si hace unos segundos no hubiera gritado cual persona que ve un fantasma, dirigiéndose a la cocina que quedaba a chorrocientosmil kilómetros de su habitación (exageradamente claro xDU) para tomar un vaso de leche fría para relajarse un poco.
Desde hace meses que venía soñando lo mismo ¡No era posible! Eso NO podía (o mas bien no DEBÍA) ser un sueño premonitorio…
Bueno, bueno ¬ ¬U si podía.
Y es que soñar… bueno… que te ‘acuestas’ con un chico no es muy alentador que digamos ù.u. Menos si eres un chico, y por demases no eres homosexual.
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El chino caminaba normalmente por la ciudad dirigiéndose hacia el instituto. Era lunes, el peor día de la semana según todos, y para el no era la excepción. No había podido seguir durmiendo debido a ‘esa’ pesadilla, que ya en esta última semana se había hecho bastante frecuente.
Cuando era pequeño Ren podía ver el futuro en los sueños, es decir, sueños premonitorios. Soñaba con visitas, lo que llegaría por el correo, desastres naturales, etc. A medida que fue creciendo, esos sueños se hicieron menos y menos frecuentes hasta que desaparecieron.
Pero desde hace mas o menos medio año. En una noche normal y corriente… lo soñó.
Soñó que se acostaba con un chico. Y no uno cualquiera, sino que con uno increíblemente torpe y baka, de cabello raro, y mirada dulce y pícara al mismo tiempo, con un toque inocente en todo momento ¡Por Kami-sama! ¡Ni que fuera gay!
Pero para su sufrimiento, ese sueño se había repetido muchas veces, y estaba completamente seguro de que era un sueño premonitorio. Y lo peor no era el sueño, sino que…
○○○○○○ Flash Back ○○○○○○
- Ren, me pasas el azúcar? – preguntó su hermana, mientras tomaba su café. Pero Ren no la escuchaba, tan solo miraba su leche aburrido, como abstraído y con cara de “Stand By” – Ren, me pasas el azúcar? – Preguntó por segunda vez, algo fastidiada, sin obtener la atención de su querido hermanito - ¡Ren! – le gritó en el oído al pobre chinito, haciendo que este pegara un salto y hasta la leche misma se asustara cayendo desmayada al suelo N/R: pobre leche ú.u.
- Que demonios… -masculló Ren mirando la leche derramada por el antes impecable suelo de la cocina, para luego mirar a su hermana con algo de molestia – ¡¿Qué quieres Jun?! No tienes que gritar para que te escuche…
Jun estuvo a punto de dejar atrás toda su faceta de hermana buena y preocupada por su hermano para soltarle unas cuantas palabrotas a su puntiagudo y sordo de Ren. Pero, luego de contar hasta un millón, se calmó para intentar descifrar el porqué del comportamiento tan ido y extraño del único de todo el mundo que compartía sus mismos progenitores.
- Ren, estas como ido, te pasa algo?
- No he tenido una buena noche…
- No me digas que…Otra vez? – preguntó con voz baja y semblante preocupado, esperando ansiosamente la respuesta de su hermano.
- Así es… - respondió derrotado y enojado, apretando el tazón en donde antes se encontraba la leche.
-…
Hubo un silenció incomodo durante algunos segundos, en los que Jun miraba fijamente a Ren, quien la miraba seriamente. Su hermana cerró los ojos un momento, para luego…
-Kyaaa!! Ren! Esto es genial!!! –exclamó su hermana emocionada, apachurrándolo hasta sacarle hasta la mas mínima partícula de oxigeno desde sus ahora atrofiados pulmones – Mi hermanito es un bishie uke!!!
-J—Jun… me…ahogas – articuló apenas, para que unos segundos después Jun le soltara y pudiera volver a ser un mamífero terrestre -¡¿Cómo demonios puedes emocionarte por algo así?! Además,¡¿Que demonios es Uke?!
-Verás hermanito, en el yaoi…
Y así comenzó Jun con una cátedra completa sobre ukes y semes, que casi le cuesta su salud mental…
○○○○○○ Fin Flash Back ○○○○○○
Si, lo peor era que el 75 de su familia lo apoyara e incitara, porque no solo estaba de acuerdo, sino que le metían cosas en la cabeza, como “Que tiene de malo ser gay? El 75 de los hombres son gay!” y cosas así, que son totalmente una mentira ¬¬U.
Llegaba al instituto al fin, como de costumbre, cuando el pasaba las chicas babeaban y gritaban como si fueran urracas. Realmente las odiaba ¡Eran tan…! ¡Tan…! ¿Cómo decirlo?... quizás huecas, molestas, vacías. Por sobre todas las cosas y personas detestaba a aquellas que solo se fijaban en el físico. Y el, por ser como era (totally sexy!), había conocido a muchas personas así.
Entró por fin al salón, con la esperanza de pasar una hora tranquila, en las intensas y estresantes clases de física, donde no volaba ni una mosca sin que el profesor mandara al pobre bicho volador fuera de clases y castigado durante una semana.
Pero al entrar, se encontró con quien realmente era su peor pesadilla…
-Oye, te sientes bien? – preguntó un chico alto de ojos negros al ver la expresión totalmente sorprendida del muchacho frente a el. Es más, se encontraba pálido y con sus pupilas totalmente dilatadas. – ¡Oye!
Ren comenzó a sentir como sus piernas flaqueaban para luego caer hacia atrás, lo último que vio fue el techo del aula, y unos cabellos celestes.
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-¿Ren, te encuentras bien? Te ves un poco enfermo – preguntó Ran Tao viendo a su hijo, mientras el estaba sentado en el sofá.
-Si, deberías ir a dormir un poco Ren – aconsejó Jun, tomando un poco de te.
-Hoy… - articuló Ren apenas, intentando volver a la tierra – pasó lo que más temía…- sentenció con voz lúgubre, apoyando su cabeza en una de sus manos.
Las dos mujeres abrieron los ojos desmesuradamente, para luego mirarse mutuamente, y después mirar a Ren. Y así sucesivamente, hasta que Ran Tao pudo reaccionar.
-¿Es el sueño en que tu…?
-Si…
Nuevamente las Tao se miraron preocupadas, para luego, otra vez mirar a Ren. Ran se acercó a su pequeño hijo, para poner una mano en su hombro. Realmente su hijo se veía traumado!
-…Ren – habló con tono suave y conciliador.
-¿Si?
-¿Como es él? – preguntó emocionada su madre, abrazándolo por el cuello, esperando ansiosa la respuesta.
-Pues es…-comenzó, pero luego se dio cuenta de que demonios estaba diciendo – ¡Mamá! ¿Que demonios haces? Se supone que debes oponerte!
-Claro que no – dijo con voz cantarina, para sentarse en el sillón de en frente, y cubrir su rostro con el abanico y reír… de forma ‘RanTaoistica’ (O.oU) – Jujuju! Pero Ren! Acéptalo, con esto ya eres definitivamente gay
-¡Yo no soy Gay! – exclamó Ren en su defensa, totalmente sonrojado
-Esa es la primera etapa Ren, negación – dijo Jun, cual experta, moviendo la cabeza de un lado a otro. –
-No hagas como si lo supieras todo, Jun!
-No es que lo diga por mi cuenta! Mira, aquí lo dice! –exclamó su hermana, mostrándole un libro titulado “1001 Pasos para identificar el yaoi en todas partes”
Ren le miró algo desconfiado, para luego levantarse del cómodo sofá e irse a su habitación, dudando seriamente de la salud mental de su hermana y su madre.
-¡No me voy a volver gay! ¡Voy a luchar hasta el final! – se dijo a si mismo, poniendo una expresión determinada, para luego volverse hacia el escritorio y estudiar. Mañana habría examen.
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-Gatito, te ves mas enojado de lo normal, que te pasa? – preguntó un chico de cabello largo y castaño, al tiempo que pasaba su brazo alrededor de cuello del mas bajo
-Aléjate Hao – advirtió Ren, pellizcándole fuertemente la mano al susodicho castaño
-¿Estas Bien? Ayer te desmayaste ¿no? – preguntó preocupado un chico de cabellos verdes y mirada suave. Ingles obviamente.
-Si. Estoy bien, Lizerg – dijo mirando hacia cualquier lado. Estaba seguro de que el chico del sueño aparecería en cualquier momento.
-¡Whoa! ¡Tú eres el chico que se desmayó al ver mi cara!
Ren cerró los ojos y se levantó de su lugar bastante sonrojado. Había escuchado esa voz muchas veces en sueños… diciéndole palabras cariñosas… Wa! ¡¿Que demonios estaba pensando?! Ò.o
-Soy Horokeu Usui, Horo-Horo para los amigos – dijo el peliazul poniéndose en frente de un algo shockeado Ren. – Te lleve a la enfermería después de que te desmayaste ¿recuerdas?... Me estas escuchando? O.o – dijo picándolo en el brazo con un lápiz.
Al chino ya se le podía ver con tamaña venita sobresaliendo de su frente. ¿Cómo era posible que EL se enamorara de ‘esa’ cosa… bueno… persona? Además, ahora que lo veía bien, ni tan lindo es… bueno, tal vez un poquito…
-Gracias por llevarme a la enfermería ayer… - dijo apartando el lápiz en un rápido movimiento, mirándolo a los ojos lo mas fríamente que pudo – Pero no quiero tener nada que ver contigo, así que desaparece de mi vista – concluyó pasando altivamente por el lado de Ren.
-…Q—QUE DEMONIOS?! Si yo no le hice nada!! – gritó Horo agarrándose los cabellos en un gesto desesperado y maniáticamente azul.
-Si que raro… - acotó Hao, que había estado escuchando la conversación desde al lado, pero el par ni cuenta se había dado de su presencia – A lo mejor le asusta tu cara, azulito.
-¡¿Como va a ser que mi cara le asuste?! ¡Además no le he dado motivos para odiarme! Y aún mas importante ¿Quién demonios eres tu Ò.o?...
- Yo soy Hao Asakura, el puto amo del universo y amante de Ren… - dijo el pelilargo, con un fondo con estrellitas y luces de colores.
-O.o…
- No le creas – dijo Lizerg, apartando de un empujón al idiota con complejo de superioridad llamado Hao Asakura. – Somos amigos de Ren, soy Lizerg Diethel, mucho gusto. – saludó sonriendo encantadoramente.
-Ya que ustedes son amigos del puntiagudo, pueden decirme que demonios le pasa?
-Bueno, Ren es así la mayor parte del tiempo, pero solo con las personas a las que detesta. O sea que te detesta Azulito
- Pero…!
-Te dije que no le creyeras. Y si bien Ren hace eso, solamente actúa así con la gente a quien conoce y que realmente le ha dado motivos para odiar. Aún así es muy popular con todos. Es extraño… Nunca había odiado a una persona a quien apenas había conocido…
-¡Felicitaciones! Te has llevado el premio por ser la primera persona en sacar de quicio a Ren sin siquiera moverse!
-Ese idiota… Ya verá! No le dejaré en paz hasta que me de una explicación!
Mientras tanto…
Ren estaba apoyado en la baranda del techo del instituto, mirando hacia la nada. Estaba nublado, un perfecto día para que al fin comenzara su plan ‘ignorar al bastardo peliazul’…
Tenía asumido de que si lo ignoraba y le trataba mal, este se alejaría y no tendrían ningún contacto, así nunca pasaría lo del sueño. Era la única forma…
Además, ahora ni tranquilo podía estar. Porque apenas cerraba los ojos, recordaba la sonrisa alegre de ese chico… ¿Cómo era que se llamaba…? Horokeu Usui… ¿no?...
-Es lo mejor para Usui y para mi… - susurró aun mirando hacia la nada.
Pasó así al menos diez minutos, hasta que sintió que la puerta que daba al techo del instituto se abría.
-¡Ren! Quiero hablar contigo… - habló el peliazul con voz agitada, había subido corriendo las escaleras, eso era obvio…
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