Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Escrito en el Destino por Akiko_y_Shizuka

[Reviews - 11]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Lo sé, no tengo perdón por haber tardado tanto en actualizar. Más cuando la historia estaterminada. Sólo la ando acabando de betear...

Shizuka ha contratado un sitio nuevo para nuestros fics, les dejo la dirección:

http://www.katsuai.net

 

Capitulo dos

Jensen llegó un poco tarde a casa ese día. Tras una semana de la visita a la escuela por parte del presidente, había encontrado incomprensibles motivos para sentirse un poco abrumado por cosas que le eran nuevas.

Lo otro habían sido sus padres. Quien desde hace dos días se habían tenido que retirar casi todo la jornada de casa, debido a unas dificultades en el experimento.

Su padre parecía renuente a llevar a su madre, especialmente en su estado, pero Jensen vio la ágil manera en que ella convenció al hombre. Confirmando, una vez más, lo terrible que podían llegar a ser las mujeres.

Así que esa noche estaría solo. Por ello cerró perfectamente y entró a la cocina, encontrando la comida que su madre había preparado para él. La metió al horno y encendió el televisor, donde hablaban de la visita que el presidente realizaría a Australia, con fines diplomáticos. Ya de paso escuchaba el sonido del cielo, anunciando la lluvia, y agradecía no haber tardado más en la calle.

Así que se dispondría a pasar unas horas tranquilas, mientras comía y hacía los deberes, de vez en cuando mirando su serie favorita en la tele.

Y ahí comenzó a llover, aunque eso no le escandalizó por el momento.

Jensen terminó con su tarea y se tiró al sofá, para, traviesamente, quedarse despierto más de lo permitido y ver esa película violenta que su madre no le dejaría ver en la vida.

¿Pero qué tenía de malo unos cuantos cuerpos descuartizados?

En algún momento pensó en hacerse palomitas, pero la idea se le fue de la cabeza con ese rayo, seguido de aquel trueno y de que se fuera totalmente la luz en su casa.

Jensen se levantó fastidiado para buscar una linterna, y otro trueno le erizó la piel. En seguida se puso nervioso al no encontrarla. Más nervioso le puso esas extrañas figuras que dibujaban las sombras cuando un rayo alumbraba los árboles de afuera.

Incluso creyó escuchar ruidos en la planta superior de la casa.

Atemorizado, tomó su chubasquero del armario y salió de la casa tomando su bicicleta.

Ni loco se iba a quedar allí.

A Mitad del camino la lluvia empezó a tomar fuerza y Jensen se empapó, a pesar de tener puesta esa protección. Fue hasta llegar a esa enorme casa que se sintió más seguro y entró bajo la mirada curiosa de los guardias, quienes le saludaron. Sin embargo estaba muy asustado para corresponder a cualquier saludo y terminó avanzando por ese pasillo hasta la habitación de su tío, donde se detuvo a golpear la puerta.

- ¡Voy! - el enorme hombre abrió y miró con curiosidad a su sobrino - ¿J.D.? ¿Qué te pasa?

- ¿Puedo quedarme a dormir, tío? - preguntó Jensen, con ojitos de cordelo degollado.

- Pero... a tus padres no les hará mucha gracia enterarse.

- Tampoco están en casa para enterarse - ironizó el moreno, entrando a la habitación hasta quitarse ese empapado chubasquero y tirarlo a una esquina - Se fue la luz en casa y me dio miedo - acabó por admitir con algo de vergüenza.

Seguro su tío acabaría riéndose de él.

Maurice apretó los labios.

No era la primera vez que Jensen se quedaba solo en casa, y ya había advertido al respecto a su hermana, pero ella siempre se escudaba tras la misma excusa.

Tonta. Que Jensen no demostrara miedo, no significaba que no lo tuviera.

- Quítate la ropa mojada - le dijo y le tendió una toalla - Báñate con agua caliente. No quiero que pilles un resfriado.

Jensen asintió y tomó la toalla para entrar al escueto cuarto de baño.

Pero eso no evitó que llenara la bañera con agua caliente y que gastara más de medio bote de jabón para hacer toda aquella espuma y sentirse un poco más relajado.

Por lo menos siempre tendría a su tío.

La puerta del baño se abrió y su tío entró para lavarle el cabello.

- J.D., tienes que dejar de escurrirte así, a esta casa - dijo con suavidad - Nunca sabremos si pasará algo malo. No todo es paz alrededor del presidente.

- Pero estando tú nada malo puede pasar, ¿no?

Era adorable en la forma en que Jensen tenía idealizado a su tío. Una vez llegó a llamarlo "Terminator", cuando le vio una cazadora de cuero. Maurice nunca volvió a ponerse una.

- Yo siempre haré lo mejor que pueda - Maurice le echó agua encima y suspiró - Pero es que este tipo es tan impredecible... - lamentó - Se me escapa, incluso a mí.

Jensen sacudió su cabecita para quitarse el agua de los ojos.

- ¿Por qué lo dices?

- Daryl Llod supera mis expectativas, a veces - dijo con una sonrisa y se incorporó - Creo que tengo una pijama de tu tamaño, iré a buscarla.

- No entiendo porque dices eso - comentó Jensen desde el cuarto de baño, mientras se levantaba para secarse.

- Porque veo que tienes una amistad muy especial con él - dijo Maurice - Sólo una vez vi algo parecido, pero no puedo saber si es el mismo caso.

- ¿Mismo caso? ¿Quién? - se interesó el pequeño, saliendo del baño, envuelto en la gran toalla.

- La curiosidad mató al gato - Maurice le dio una pijama y salió - Ponte eso, iré por algo para que comas.

El moreno suspiró y obedeció, dejando la toalla tirada de cualquier manera sobre el suelo, y comenzó a vestirse poco a poco.

¿Así que Daryl había tenido otro amigo?

Era raro, no recordaba a nadie más excepto a su tío.

Nunca vio a Daryl más cercano a los guardas, por ejemplo, o a la gente de la casa en lo más necesario.

Jensen suspiró de nuevo, y calientito y sequito se acercó a la ventana a ver esa maldita tormenta.

Al menos esperaba que amainara para su visita al acuario.

Maurice regresó con unos bocadillos que olían deliciosos y encendió el televisor en una película, mientras comía.

- Mañana es sábado - comentó - ¿Tienes planes?

- Iré al acuario - le dijo, con la boca llena.

- Oh, verás a esos aburridos bichos - Maurice se acomodó en la cama - ¿Por qué no buscas un hobby más normal? Ver peces no tiene nada de gracia.

Jensen saltó encima de su tío, y quedó sentado sobre su estómago.

- A mí me gustan, son interesantes - borbotó el chico - Iré con un chico de un curso superior que por lo menos entenderá de lo que hablo, así que será divertido.

- ¿Una cita? - Maurice le hizo cosquillas - Aun eres un niño para tener una cita, J.D.

- ¡Claro que no es una cita! - rió Jensen con las cosquillas, aunque quiso parecer serio al decir aquello - No me interesan las citas, sólo los peces.

- ¿Que no te interesan las citas? -Maurice lo tumbó y se rió - Que extraño se oye eso en un adolescente. Especialmente de aquel que quiere dar el primer paso.

Jensen se ruborizó un poquito.

- ¿Tú has dado primeros pasos?

Eso tomó por sorpresa a Maurice.

- Yo no tengo suerte con las chicas, pero seguro tu la tendrías, J.D.

- ¿Y con los chicos tienes suerte?

Maurice se rió ante eso y revolvió el cabello de su sobrino.

- Eso ya lo veremos - le guiñó un ojo - Ahora a dormir.

Cuando Maurice apagó la televisión y la luz, Jensen se acurrucó a su lado, abrazándose a aquel ancho pecho.

- ¿Y te gusta alguien? - insistió un poquito más, sin lograr quitarse las palabras de su madre de la cabeza.

- Tal vez... - Maurice le besó el cabello - ¿A ti, te gusta alguien?

¿Le gustaba alguien?

Inevitablemente la imagen de Daryl le vino a la mente.

Jensen se apretó más contra aquel pecho.

- Tal vez...


* * *


Había quedado de verse con Dan a la entrada del acuario. Era por eso que corría tras haber aparcado la bici hasta que vio al rubio y se detuvo frente a él.

- Justo a tiempo - Dan le sonrió y se ajustó los lentes - Vamos, yo invito las entradas.

- ¿Ah? No hace falta - se apresuró a decir el moreno, intentando sacar su cartera antes de que Dan lo hiciera.

De otra manera parecería justo una cita, y eso le incomodaba algo.

- Deja que te invite - Dan le impidió sacar el dinero y sonrió - Después podrás comprar las sodas. Así equilibraremos lo gastos.

Bueno, eso tenía algo más de sentido, así que terminó aceptando.

Ya dentro Jensen miró el plano del acuario y se encontró en la decisión más dura en sus 14 años de vida: ¿dónde ir primero?

Por suerte Dan decidió por él, ya que al ver que tras 10 minutos mirando, seguía sin decidirse, y antes de ir a ver a ese precioso delfín, se internaron en el oscuro y precioso lugar de los peces tropicales.

Jensen pegó la cara al cristal, sin peder detalle de uno de ellos.

- ¿Viste que aleta más rara?

- Es una especie distinta a la que se ve comúnmente por aquí - explicó Dan y sonrió - Rescataron a este delfín de las redes, tiene mucha suerte, en verdad.

Después de eso, Dan se encaminó hacia el sitio especial donde tenían los arrecifes. Ahí pudieron ver una gran variedad de peces de colores que nadaban en el interior del estanque.

Sería estupendo tener una enorme pecera para contar con tanta belleza - comentó el chico con una sonrisa.

- Conozco una - dijo Jensen sin mayor importancia - Me encantaría vivir en este lugar. Cuando tenga edad pediré trabajo aquí, decidido.

- Puedes estudiar para ser veterinario - propuso Dan con una sonrisa - Es lo que planeo. Mi padre es veterinario y pensamos que mi hermano lo sería también, pero fue seducido por un rumbo mejor, supongo.

- ¿Hay veterinarios de peces? - preguntó Jensen con total desconocimiento sobre ese tema - Si lo hay, entonces seré uno.

- Es una especialidad - informó Dan -, primero debes saber veterinaria general. Cambiando de tema - lo miró - El fin de semana habrá un concierto de rock. Los fondos son para beneficio ecológico. ¿Quieres ir?

- ¿Es en la ciudad? - Jensen no recordaba ningún acto así para ese finde.

- Es a dos horas de aquí, pero no hay problema con el transporte. Un grupo de fans se esta organizando para ir, sólo tenemos que añadirnos.

- Tendré que pedir permiso - titubeó Jensen y miró otro pez - Preguntaré cuando regrese a casa.

- Ojalá puedas ir - Dan sonrió - Sería divertido.


* * *


- No - dijo una enérgica Mary, justo al preparar otro guiso horrible que acababa de servir a su marido, quien suspiró y comenzó a comer - ¿Te has vuelto loco? Dos adolescentes en un evento de rock se arriesgan mucho.

- Pero Dan es mayor - argumentó Jensen.

Claro, dos años mayor que él, todo un adulto.

- No te pases de listo conmigo, jovencito - dijo ella y le acomodó el plato para que comenzara a comer - Irás a ese sitio sólo si cuentas con la supervisión de un adulto responsable.

- Está bien, no iré - Jensen frunció su carita con fastidio, y encima aguantar otro experimento de su madre con la comida, qué horror.

Estaba claro que tendría que llamar a Dan para cancelarlo.

La puerta se abrió mostrando a un alegre Maurice que se sentó en la mesa tras besar a su hermana, pero hizo una mueca al ver la comida que le había servido.

- Hermana, si ya sabes que cocinas horrible - se quejó Maurice - Que sometas a tu marido y a tu hijo a semejante castigo no tiene perdón.

- ¡Nadie te invitó a comer, en primer lugar! - exclamó ella indignada.

- Pero yo te la ofrezco con todo el amor del mundo - gruñó Jensen, quien le pasó su plato rápidamente, aún disgustado.

- ¿Qué le has hecho a mi sobrino consentido? - riñó Maurice a su hermana.

- Tu sobrino consentido quiere ir a uno de esos horribles conciertos de rock - dijo ella con un bufido, mientras su marido comía en silencio.

- ¿Y qué tiene de malo?

- Que soy demasiado pequeño, según ella - contestó Jensen - ¡Pero si ya tumbo a guardas el doble que yo! - bueno, no casi, pero sabía defenderse de ellos.

- No irás sin la compañía de un adulto - insistió la madre, sirviendo más comida a su marido.

- ¿Es ese concierto a favor de la ecología? - preguntó Maurice y sonrió viendo la cara de su sobrino - Estaré ahí - informó - Deja que J.D. vaya conmigo.

La mujer lo estudió con la mirada.

- No lo regreses más tarde de su hora, que luego no duerme - amenazó la mujer con una pala de madera, de cocinar.

- ¡Bien! - Jensen saltó de su silla y se abrazó a su tío.


* * *


Viajar con su tío Maurice tenía sus ventajas. La primera era ese coche, algo destartalado, en el que se escuchaba música de rock mientras él manejaba y la otra...

... la otra era ese hombre en el asiento del copiloto, meneando la cabeza y buscando unas gafas con las que no resultase tan conocido.

La explicación de su tío Maurice fue muy simple: descubrió al presidente con la intención de escapar a ese evento, así que habían pactado que fueran juntos, por seguridad.

Por ello estaban los 4 en ese coche, pese que a Dan no parecía serle tan propicio, aun cuando lo expresaba directamente.

- Sólo espero que no te reconozcan - dijo Jensen, viendo al presidente y volteó los ojos - Si no, adiós concierto seguramente.

El moreno se quitó su gorra y se la puso a Daryl.

- Así será mejor.

- Me siento un poco ridículo - admitió Daryl.

- Te ves ridículo - conformó Maurice y detuvo el coche al ver que comenzaba a haber más gente - Sigamos a pie.

Jensen torció los labios y bajó del coche.

En verdad ese evento había atraído más de lo que esperaba.

- Lo siento si te sientes incómodo con ellos - dijo hacia Dan.

Puede que su tío no, pero tener al presidente justo ahí podría intimidar a cualquiera.

- Esta bien si has podido venir también - Dan le sonrió.

Avanzaron hacia el centro del sitio, cerca de una pantalla y se detuvieron cuando la música empezó.

El concierto contaría con la presencia de varios artistas, pero sin lugar a duda la canción más conmovedora fue esa que habló del futuro. Enterneciendo a Daryl lo suficiente para seguir la letra y cerrar los ojos, ante un atento Maurice, que vigilaba con atención.

Algo que no se le escapó en absoluto a Jensen, quien últimamente parecía estar más alerta en lo que a Daryl se trataba. Notar aquella mirada fue como miles de agujas cayeran en su estómago, provocándole esa sensación tan extraña y horrible.

Y lo peor fue cuando uno de los espectadores fue empujado y chocó contra el presidente. Maurice lo apartó con esa protección tomándolo por los hombros a su presidente, para que no cayera.

Jensen se mordió el labio inferior con fuerza y se obligó a mirar hacia adelante.

Tal vez... Ellos dos...

¿Daryl era la persona que le gustaba a su tío Maurice?

Ese pensamiento arruinó el resto del concierto y Jensen tuvo que regresar algo enfurruñado en el coche, mientras su tío conducía de regreso.

Daryl se había quedado dormido en el asiento delantero y Dan se había dado por vencido en su intento por iniciar alguna charla.

Maurice se ofreció a llevar a Dan a su casa, pero éste rehusó ya que quedaba cerca de la de Jensen, así que iría caminando. Al hombre le pareció bien y los dejó justo frente a la casa de su sobrino.

Antes de que el coche arrancara, el moreno pudo divisar como la cabeza de Daryl caía sobre el hombro de Maurice, y éste ni se inmutó de echarlo a un lado, es más, condujo tranquilo hasta desaparecer de allí.

Jensen notó los rápidos latidos de su corazón y miró atrás, para no ver luces en la casa, una vez más.

Entonces miró a Dan.

- Vámonos - le dijo con confianza.

Dan caminó a un lado de Jensen, hasta que llegaron a su casa y volteó para sonreírle.

- Ha sido una noche un tanto rara, pero lo he pasado bien. - se acercó - Justo iba a aprovechar para decirte algo, sin embargo con la presencia de tu tío y el presidente no me atrevía.

- ¿El qué? - le miró curioso.

Dan se puso colorado.

- Bueno.... La verdad es que - lo miró - Tu me gustas mucho - se detuvo - Por favor, sal conmigo - pidió.

En verdad eso le tomó por sorpresa.

Desde luego las bromas de su tío siempre tenían que acabar con cierto punto de realidad.

Jensen intentó decir que no, pero la imagen de Maurice y Daryl nuevamente, tan compenetrados el uno con el otro, le dolió en el fondo de su pequeño corazón.

- Saldré contigo - aceptó al final.

Dan sonrió.

- Genial - dijo emocionado y le tomó la mano antes de retirarse a su casa - Nos vemos en la escuela entonces.

Jensen asintió y entró en silencio a la casa.

El moreno arrastró los pies hasta su habitación, y al entrar, se dejó caer, arrastrando la espalda por la puerta.

Debería de estar feliz, ¿no?

Tenía pareja... pero no lo estaba.

Lejos de que Daryl pudiera tener alguna clase de relación...

... ¿cómo iba a fijarse Daryl en un niño?

Jensen lloró un poquito por darse cuenta de ese sentimiento, y de que tan sólo era eso, un niño.


* * *


- ¡Hola! - Carla entró al aula y acomodó sus útiles en la banca, para acercarse a Jensen con una gran sonrisa - Oye, "Jen" - le sonrió - ¿Has oído del concurso de la mejor carta al presidente? - se sentó frente a él - ¿No puedes hacer que la mía sea una de las finalistas?

Había pasado semana y media desde el concierto y esa era la novedad más reciente. El premio era una visita a la casa presidencial con una comida con el presidente.

- No creo - Jensen lanzó la pelota que tenía en las manos al aire - Mi tío me prohibió pasear más por allí - mintió el chico, aunque algo de eso le había dicho.

- Que pena - lamentó ella al instante.

A la hora del descanso entró un tranquilo Dan y colocó unos bocadillos frente a Jensen, para sentarse junto a él.

- ¿Quieres ir al cine? - preguntó con entusiasmo - Habrá una película buena.

- ¿Es de acción? - preguntó Jensen, tomando uno de esos bocadillos.

- Una de las más esperadas - aseguró Dan con una gran sonrisa - ¿Nos vemos a las 4?

- ¡¡¿Qué?!! - un furioso Adrien se asomó justo en ese instante - ¿Ustedes van a tener una cita? ¿Pero cómo pasó todo esto?

Jensen lo miró mal.

- Él no intenta besarme a la fuerza - le dijo, dejándolo en ridículo - Además, no es la primera - le informó con una gran sonrisa.

Y es que desde el día del concierto, pasaba sus tardes con Dan.

Cines, museos, partidos de tenis, sesiones de estudio... todo en lo que pudieran pasar el tiempo.

Así evitaría ir a aquella casa, y sentir aquel dolor en su corazoncito.

- Pero Parker no te quiere tanto como yo - lloriqueó Adrien - La prueba está en su mojigata forma de querer. Eso de no dar ni un solo beso es de ñoños.

- Ya se lo daré yo - determinó Jensen - Ahora lárgate, Adrien.

- Sólo recuerda que estaré ahí cuando te aburras de Parker - dijo el chico con encanto y salió.

Dan suspiró ante eso.

- Si que eres popular - murmuró rojito - Vaya que he tenido suerte.

- No lo soy - contradijo Jensen - Adrien tan solo lo hace por molestarme. Disfruta con eso.

- Yo no te molestaré - prometió Dan - ¿A las 4?

- A las 4 - corroboró Jensen y se levantó para volver a clase.

Antes de entrar miró al rubio y se despidió con una mano.

Quizá esa tarde terminaría dando un pasito adelante con Dan.

Cuando Jensen llegó a casa encontró a su tío Mairuce, riñendo a su hermana porque intentaba hacerlo comer. En cuanto vio a Jensen, lo tomó con cuidado para que su hermana no lograra darle un bocado.

- ¡Maurice, eres un exagerado! - se quejó ella.

- Estás embarazada, deberías dedicarte a cosas normales - dijo Maurice molesto.

- Estas son cosas normales.

- ¡No para ti!

La mujer apretó los labios y escapó indignada.

Maurice suspiró y se sentó frente a su sobrino.

- Te he extrañado.

Vaya, no se esperaba eso la verdad.

- Pero ya estás aquí - Jensen le dio un pequeño besito a su tío - ¿Qué tal todo? ¿Jonson mejoró su defensa?

- No me interesa Jonson - dijo Maurice con tranquilidad y lo miró - ¿Por qué no has ido a la mansión? Antes no podía sacarte de ahí y, de repente, dejas de ir.

- Es que... - titubeó Jensen y se acercó para hablarle con confiabilidad, por si su madre escuchara - ... estoy saliendo con alguien...

- ¿Qué? - Maurice fue totalmente tomado por sorpresa - ¿Lo conozco?

Jensen asintió.

- Es el que vino al concierto.

- Oh, el hermano menor de Parker - Maurice parecía decepcionado - Bueno, para ser el primero no está tan mal.

- ¿Lo conocías? - se extrañó Jensen.

- Sólo al hermano - Maurice sonrió - Es el novio del padre de Daryl - informó - Ahora deben estar en Francia...

- Ah - musitó Jensen, sin saber qué responder - ¿Sabes? Creo que esta tarde daré mi primer paso.

- ¿Tu...? - Maurice parpadeó al comprender - ¿Ese chico te gusta?

Jensen permaneció en silencio durante unos segundos, en los que justo apareció su padre por la puerta.

Así que calló.

- ¡Vamos, Mary! - apuró el hombre - El núcleo no esperará por ti.

Jensen suspiró.

- Eso significa que llegarán tarde.

- Ed, deberías trabajar solo en eso - regañó Maurice - Mary está embarazada. ¿Eso tiene significado para ti?

Edward lo miró.

Cuando se trataba de su trabajo, podría ponerse realmente serio.

- Es un asunto importante, Maurice - cortó el hombre, mirando el reloj con impaciencia.

- El primer beso que dará tu hijo también es un asunto importante - insistió Maurice.

Ed miró a su hijo.

- Es un chico listo, seguro sabe lo que hace.

- Ustedes dos son un desastre como padres - lamentó Maurice, escuchando que Mary bajaba a toda prisa.

- Hay comida en la nevera, cielo - ella besó a su hijo y pegó a su hermano en la cabeza - Volveremos tarde - anunció y tiró del brazo de su marido para salir.

Jensen escuchó como el coche partía con prisa.

- Papá tiene muchas esperanzas puestas en ese traslador de tiempo - comentó el pequeño sin importancia - Yo sigo creyendo que esas cosas sólo ocurren en los dibujos.

- ¿Traslador del tiempo? - eso hizo fruncir el ceño a Maurice y suspiró - Tu padre está loco.

- Eso le dije yo - rió Jensen - ¿Te imaginas viajar en el tiempo? Para una peli de ficción estaría bien.

- Mmm - Maurice no lo sentía tan descabellado y miró a su sobrino - No des tu primer beso a alguien que no valga la pena, a menos que no te interese - le dijo con seriedad - Dijiste que darías el primer paso, pero no tienes que darlo con la persona equivocada.

Jensen miró a su tío.

- ¿Y si la adecuada está fuera de tus posibilidades?

Maurice se incorporó y abrazó a su sobrino.

- Eso no justifica que te lances a los brazos del primero que se cruce en tu camino - dijo con cariño - Nunca te rindas, Jensen... Tú no naciste para darte por vencido, aun cuando haya muchas dificultades en tu camino.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).