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Heridas que buscan sanar por KakaIru

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Notas del fanfic:

Ueno, este mi segundo One-shot NejiNaru, espero q les guste aunq sea un poquito! n////////n

Notas del capitulo:

Bueno, este One-Shot va dedicado a varias personas. A Nephthys y a Sara, quienes me ayudaron a la hora de escoger título, MUCHISIMAS GRACIAS!!!! Y por supuesto dedicado a Libby chan, que es un amor y se cuánto ama esta pareja, aunq no haya muchos fics de ellos. Pero como dicen por ahi, hay q poner su granito d arena n/////////n

Espero q este One-shot les guste y se animen a dejarme sus comentarios!!!

Y bueno, lo d siempre! One-Shot dedicado a tod@s l@s fans de esta superlinda parejita........

NejixNaruto 

 

 

---

 

Neji nunca había sentido miedo de nada, jamás había sentido temor, nunca antes en su vida había tenido esa terrible sensación que genera el miedo a perder algo muy importante. Y según creía él jamás lo sentiría, pero eso antes de enterarse de esa noticia.

 

No sólo era el hecho de que, de pronto, se había sentido increíblemente inseguro, también había sentido una insana desesperación que generaba en él unas enfermizas ganas de acabar con todo y escapar a algún lugar inhóspito donde no pudiesen encontrarle. Porque él, dueño del Byakugan, un genio por excelencia, conocido por sus acertadas observaciones y su increíble buen juicio, de pronto parecía haber enloquecido.

 

Su mente estaba hecha una bola confusa de deseos, pensamientos y contradicciones.

 

Instintivamente apretó la mano que sostenía a la suya.

 

Los ojos azules se posaron en él, sorprendidos de pronto.

 

-¿Estás bien?- preguntó el rubio con una diminuta sonrisa en el rostro.

 

Neji asintió.

 

-Sí- fue su simple respuesta, completamente opuesta a cómo se sentía en verdad.

 

Pero no daría palabras a sus inseguridades, no daría voz a sus miedos, no dejaría que su propio temor se pusiera en su contra.

 

Aún así... no quería perderlo.

 

¿Por qué había tenido que volver?

 

¿Por qué no podía haberse ido al fin del mundo y nunca regresar?

 

¿Por qué le habían permitido unirse nuevamente a la villa?

 

De pronto sintió a su acompañante detenerse, y sus blancas pupilas se perdieron en el cuerpo frente a él. Sus ojos brillaron de odio puro ante ese ser que parecía regresar de las cenizas del pasado para volver a ponerlo todo de cabeza.

 

-Sasuke...- susurró Naruto, sorprendido, inmóvil, incapaz de decir algo más.

 

-Naruto- respondió el vengador con una extraña sonrisa en el rostro, obviando a propósito la presencia de Neji, cosa que pasó desapercibida para el rubio-, he vuelto.

 

Tan rápido como una exhalación Naruto soltó la mano de Neji y se lanzó sobre su eterno amigo y rival.

 

Un abrazo.

 

Un simple abrazo que hizo a Neji hervir de rabia.

 

Dentro de su pecho, su corazón dio un vuelco, pero en su mente su orgullo se antepuso a su dolor. Bien, si Naruto quería ir con Sasuke él no lo detendría.

 

Aún así… dolía, y mucho.

 

Dio media vuelta, de forma lenta y suave, avanzó unos pasos dispuesto a irse, pero en algún recodo de su mente esperando a que el rubio chico notara su ausencia y le hiciera regresar, o al menos se colocara a su lado. Esperó y esperó por su llamado, alejándose cada vez, y nada sucedía, no había dulce voz llamándole, no había suave tono instándole a regresar, no, en cambio había risas lejanas, abrazos proferidos, leves murmullos de gusto.

 

¡Basta!

 

Él no podía, ¡simplemente no podía!

 

Furioso consigo mismo Neji echó a correr, tratando de alejarse de aquellos dos. Y nuevamente volvió a maldecirse, no sólo a él sino también a ese odioso chico que había reaparecido de la nada.

 

De pronto se detuvo.

 

Su mirada blanca, casi lila, se posó en el chico frente a él. Ambos se observaron un par de segundos. Iba a continuar caminando pero la voz del otro le detuvo.

 

-¿Estás bien?- preguntó Lee un tanto extrañado al ver en el rostro de su amigo una mueca tan rara, una mezcla de ira e infelicidad.

 

-Sí- respondió adornando su rostro con una expresión fría y cortante.

 

Lee se encogió de hombros y Neji supuso que allí acabaría la conversación. Pero se equivocó.

 

-¿Es por Sasuke?

 

Neji apretó los puños al escuchar ese nombre.

 

Así que eso era…

 

-Naruto-kun te ama, eso lo sabes perfectamente…- dijo antes de seguir su camino, ignorante de lo que sus palabras hubiesen podido desencadenar en su compañero.

 

¿Lo sabía? ¿Realmente Neji lo sabía? Bueno, Naruto le había dicho que le amaba, pero él estaba bien consciente de que el rubio, antes de sentir algo hacia él, había estado perdida y locamente enamorado de Sasuke, quien aún ausente resultaba ser el peor rival para Neji.

 

Y, ahora que había vuelto, era mucho peor.

 

Apenas podía combatir contra su recuerdo, ¿podría vencerle en persona?

 

Suspiró.

 

Se acercó a uno de los árboles que rodeaba la zona de entrenamiento y se sentó donde la sombra aliviaba.

 

Triste.

 

Se sentía muy triste. Y esa tristeza desencadenaba en él algo parecido a la furia, porque en ese preciso instante él estaba muy confundido. De sobra sabía que amaba a Naruto, eso lo tenía tremendamente claro, a pesar de lo mucho que habían peleado en el pasado, aún así había reconocido que algo en aquel chico lo atraía como un imán.

 

No sabía si era su sonrisa, su mirada tan cristalina, su voz, su forma de ser, ¡pero algo era!

 

Algo dentro de Naruto parecía decir: “¡Ámame!”, y él, pobre incauto, había respondido; “¡Te amo!”. Pero eso antes de que Naruto dijera:

 

-Amo a Sasuke con todo mi corazón…

 

Esas palabras habían dolido a Neji, habían calado profundamente en él e incluso le habían hecho claudicar en su empeño de obtener su corazón. Pero, como buen genio, tuvo que sobreponerse al dolor e idear mil y un planes para hacerse de esa preciada joya. Y cuando Naruto, tiempo después, había dicho:

 

-Creo que me gustas… ¿Podemos darnos una oportunidad?

 

Neji, hinchado de felicidad, había respondido:

 

-Quiero que estés siempre a mi lado, no quiero perderte nunca.

 

Él se había prometido a sí mismo hacerle olvidar el recuerdo de Sasuke, borrar cada huella de su corazón, cada marca abandonada en su cuerpo y en su mente. Cada día de dedicación, de entendimiento, anhelando, secretamente, la muerte del contrincante, o que nunca regresara, pero… ¡estaba ahí!

 

¡Había vuelto!

 

¿Por qué?

 

De pronto abrió los ojos, consternado, enmudecido, estático, ¡incrédulo! ¿Qué era eso que sentía?

 

Llevó ambas manos a su rostro y tocó suavemente sus mejillas.

 

¡Húmedas!

 

¿Por qué? ¿Acaso eso era lo que llamaban ‘llanto’? ¿Era eso de lo que tanto había oído hablar? ¿Eran esas sus lágrimas? Pero… no… eso era imposible… Él era un genio, él no podía llorar, no podía darse el lujo de ser débil, de demostrar sentimiento alguno que no fuese la indiferencia. Y sin embargo, ¡ahí estaba! Llorando en silencio, su cuerpo inmóvil y sin rastro que le delatara. Sólo su mirada que largaba esa salada agua en forma de gruesas lágrimas.

 

Silenciosas y dolorosas lágrimas.

 

Y lloró, largo tiempo, allí ajeno a todo, en soledad…

 

_

 

 

La tarde caía lentamente, el hermoso cielo tiñéndose de bellos tonos naranjas y rosas. El sol ocultándose, dando a las nubes un apetitoso tono dorado, y él, indiferente a la belleza que le rodeaba, caminaba desesperanzado y triste por las concurridas calles, a pesar de que nadie notaba cambio alguno en él.

 

Alzó la mirada de pronto, como si algo dentro de él le obligara a hacerlo, respondiendo a un inaudible llamado.

 

Un llamado de lucha.

 

Los ojos blancos se enfrentaron a la mirada azabache.

 

Allí ellos, en medio de la nada, solos en el vasto mundo, retándose, demostrando mediante sus ojos lo mucho que se odiaban, el terrible rencor que se profesaban.

 

-Sasuke...- susurró apretando fuertemente los dientes.

 

El aludido le dedicó una mirada cargada de odio, bufando en señal de molestia, pero en todo momento manteniendo la guardia en alto, dispuesto a enfrentarse al otro en caso de ser necesario. Aunque, pensándolo de forma fría, él no podía darse el lujo de pelear en ese momento, después de todo su presencia en la villa era condicionada y ante el más mínimo error le encerrarían para siempre, si es que no le mataban en la sala de torturas.

 

En cambio, decidió jugar por ese camino que tan bien conocía y, acertadamente, resultaba ser siempre el que más lastimaba a sus enemigos.

 

El vengador suspiró y se acercó a Neji, una vez cara a cara bajó la mirada, soltó un suspiro y murmuró:

 

-Gracias por haber cuidado a Naruto en mi ausencia, pero ya no es necesario que continúes haciéndolo, yo he regresado- dijo de forma venenosa.

 

Neji apretó los puños con fuerza hasta hacer palidecer sus nudillos.

 

-Debes tener mucho valor para decir palabras tan osadas, Uchiha- respondió de forma indiferente, a pesar de que por dentro no se sintiera tan seguro.

 

-Sólo yo soy dueño de su corazón, jamás ha dejado de amarme- susurró el vengador echando a andar, dejando atrás a un Neji más bien extático.

 

El Hyuga agachó la mirada.

 

¡Mentira!

 

¡Tenía que ser una vulgar mentira! Naruto no podía estar enamorado de un ser como aquel, una persona tan fría y cínica. ¡Naruto le amaba a él! ¡A Neji Hyuga! ¡Tenía que ser así...!

 

Y los ojos blancos parecieron perforar el suelo. De haber podido se hubiese lanzado en contra del Uchiha y le hubiese molido a golpes, pero bien sabía que las peleas dentro de la villa estaban más que prohibidas. Aún así debía descargar su frustración contra algo, o contra alguien, o reventaría del puro enojo que sentía.

 

Así que, con este objetivo en mente, se dirigió a los campos de entrenamiento.

 

Golpe tras golpe, en cada gota de sudor se iba un poco de la enorme frustración que sentía, en cada magulladura a su blanquecina piel iba disminuyendo su rencor, y asimismo su temor parecía no descender de nivel en su cuerpo, al contrario, parecía aumentar con el paso del tiempo.

 

Y cuando la noche cayó por completo y Neji se vio solo en ese desolado bosque, respirando agitadamente, su ropa desgarrada y sus puños sangrantes, se dijo a sí mismo que esa situación no podía continuar y que él no podía vivir con esa incertidumbre, con ese temor. El debía hablar con Naruto, ¡pero ya!

 

_

 

 

Naruto abrió los ojos con sorpresa al ver frente a él a esa persona a la que no veía desde hacía tanto tiempo y a la cual extrañaba más que a nadie.

 

El rubio sonrió.

 

-Sasuke...- musitó en voz baja al verle acercarse.

 

El vengador no respondió, sólo alzó la barbilla del más chico e hizo que ambos se contemplaran a los ojos. El rubio se sonrojó ante la cercanía y su corazón latió con una fuerza inusitada, sus propios latidos retumbando en sus oídos como si se tratara de una marcha en la cual su corazón llevara la voz cantante, exageradamente, con la fuerza de un gong chino repicando incansablemente.

 

¿Por qué Sasuke le miraba de esa forma tan... penetrante?

 

¿Por qué su corazón se aceleraba al sentir esos fríos dedos sobre su piel?

 

¿Y por qué algo dentro de él parecía quebrarse al contemplarle?

 

-Naruto- dijo Sasuke acercando su rostro gradualmente.

 

Sus alientos se juntaron. Sus miradas batallaban en brillo e intensidad. Un calor nada apropiado recorrió el cuerpo del kitsune, pero de pronto las palmas de sus manos sudaron y se enfriaron de forma alarmante. Porque... eso que ahora estaba sucediendo era lo que él había soñado desde hacía muchísimo tiempo.

 

¡Sasuke le estaba besando!

 

Y sí, sus labios eran suaves, a pesar de que imprimía bastante fuerza al beso. Sí, una boca que le devoraba, que parecía succionar todo él, un beso demandante, y exultante en su demanda se daba cuenta de que no era enteramente correspondido y, a pesar de que Naruto no le apartaba, tampoco le respondía.

 

Profundizó aún más el contacto de sus bocas, tomó al rubio de la cintura y lo condujo hacia una pared. El más chico sólo se dejó llevar, manipular, su mente muy lejos de allí, vagando dentro de su corazón, tratando de apartar todas las dudas que le asaltaban de pronto.

 

¿Por qué los besos de Sasuke se sentían tan fríos a pesar de ser tan fogosos?

 

¿Por qué no podía corresponderle?

 

¿Por qué su corazón dolía de esa forma, como si sangrara?

 

De pronto lo entendió... sí, pero cuando ya era demasiado tarde, cuando dos ojos blancos casi lilas contemplaban anonadados la escena.

 

-Naruto...- susurró el Hyuga aún sin poder creer lo que sus ojos claramente mostraban.

 

De no haber sido siempre un genio y de no haber mantenido siempre una actitud fría aún hacia las cosas más dolorosas, Neji se habría derrumbado. Habría caído al suelo, sobre sus rodillas, llorando como un niño desesperanzado y triste. En cambio su reacción fue otra, sobretodo al ver la enorme sonrisa de superioridad que le dirigía el dueño del Sharingan.

 

Más por impulso que por otra cosa se abalanzó sobre el traidor echándolo a un lado, tomándole desprevenido, golpeando incesantemente sus puntos de chakra, pero más que precisión había en sus ataques una ira cegadora que le impedía atinar y, aprovechando esta oportunidad, el Uchiha correspondió con otra serie de golpes y, tras mucho enfrentamiento, logró inmovilizar al Hyuga, quien se debatía entre los brazos de su oponente.

 

-¡Sasuke!- exclamó Naruto acercándose al dúo que peleaba- ¡Déjalo! ¡Sasuke, déjalo en paz!- gritó tratando de apartar al Uchiha, pero el moreno, ciego en su propia furia, le hizo a un lado de un empujón que guió al rubio al suelo.

 

Completamente poseídos ambos chicos se enzarzaron en una lucha sin cuartel. Golpes, maldiciones y demás se dejaron escuchar hasta en los rincones más recónditos de la Aldea Oculta entre las Hojas.

 

De pronto la aldea entera dio la alarma y en menos tiempo del que se imaginaba ya todos los jounin se reunían en el lugar en cuestión. En menos de un minuto se lanzaron a separar a ambos chicos y, viendo que no parecían querer ceder, tuvieron que usar un poco la violencia. Tanto Sasuke como Neji se detuvieron cuando se percataron de esas filosas kunais que estaban predispuestas y preparadas en dirección a sus cuellos, filosas armas sostenidas por manos profesionales, ninjas del más alto rango.

 

Sí, se tranquilizaron un poco.

 

A ninguno le convenía cometer errores.

 

Sasuke bufó con molestia al ver llegar a Tsunade, con un rostro irritado y los puños cerrados fuertemente. Ya imaginaba lo que vendría, pero... ¿qué tanto le castigaría?

 

-¡Sasuke!- exclamó la rubia al colocarse a la altura de ambos ninjas.

 

El pelinegro desvió la mirada a un lado.

 

-Neji, Sasuke, ¿se puede saber qué demonios estaban haciendo?- preguntó completamente molesta, frunciendo el ceño y dando a entender que no estaba para bromas. Quería la verdad, ¡y la quería ahora!

 

Pero ninguno de los ninjas quería hablar. La rubia se enojó aún más.

 

-Muy bien, si ninguno de los dos quiere hablar entonces los dos serán castigados- ordenó.

 

-¡No!- gritó de pronto el rubio sabiendo muy bien en qué consistían esos castigos y lo terribles que eran.

 

Tsunade miró a Naruto, interrogándole con la mirada.

 

Ahora ya entendía de qué iba el asunto. Suspiró. Porque las reglas eran las reglas, para todos, por más que les quisiera.

 

-No hay remedio- aseveró la rubia-, serán encerrados. Sasuke ha roto las reglas, para él las cosas no serán tan fáciles.

 

Naruto abrió los ojos al escuchar sus palabras.

 

La respiración de Sasuke quedó suspendida en su pecho.

 

-Pero...

 

-Lo siento mucho, Naruto- interrumpió la rubia Hokage-, pero Sasuke será castigado duramente si es que consigo que el dejen con vida. ¡Llévenselo!

 

Los jounins acataron la orden.

 

Sasuke aun no lo creía...

 

Lo iban a matar... ¡Lo iban a separar de Naruto! ¡No! ¡Él no podía separarse de la persona a la que más amaba!

 

-¡Naruto!- le llamó el vengador- ¡¡¡Naruto!!!

 

El rubio lloraba con desconsuelo.

 

-¡Por favor!- rogó a la Hokage.

 

La rubia, al ver su rostro lloroso y triste, se conmovió. No, ella no podía verle llorar, no podía verle sufrir de esa forma por más Hokage que fuera. Ella también era humana, también tenía sus límites. Aun sabiendo que se arrepentiría mandó detenerse a los jounins. Los ninjas la miraron.

 

Pero Tsunade sabía que tenía que ser dura, aunque no quisiera, ella debía mostrar su autoridad, y bien, si Naruto quería clemencia, se daría cuenta de que la clemencia requería un alto precio.

 

Ambos chicos fueron colocados frente al rubio. Tsunade se paró detrás de él, lo tomó de los hombros y le hizo mirarles a la cara. Naruto lloraba. Neji odió verlo llorar y menos siendo él, en parte, el causante.

 

-Muy bien, Naruto, quieres piedad para ellos- adivinó la rubia, Naruto asintió-. Pues bien, te la daré, ahora dime, ¿a cuál de los dos salvarás?

 

Todos abrieron los ojos al escuchar sus palabras.

 

¿A cual de los dos?

 

¿Es que Tsunade le estaba obligando a escoger?

 

¿Escoger? ¿Entre Sasuke y Neji?

 

Los ojos de Naruto se derramaron con más fuerza. Escoger. Su pecho subía y bajaba rápidamente, víctima de sus espasmos y sollozos. Tsunade le dejaba sin escapatoria. No, él no quería elegir entre uno y otro, él quería estar con ambos, a los dos los quería, a los dos los amaba...

 

Los amaba...

 

Realmente, ¿los amaba en la misma medida?

 

Sus ojos se posaron sobre Sasuke.

 

Sasuke, el amor de su vida.

 

Neji, quien le había comprendido y apoyado.

 

Sasuke, quien le había abandonado rompiendo su corazón.

 

Neji, quien gentilmente había tomado ese corazón y lo había vuelto a arreglar, haciéndole latir, haciéndole creer...

 

Pero Sasuke... ¿qué sentía estando con Sasuke? ¿Amor? ¿Amistad? ¿Era acaso una ilusión lo que sentía hacia Neji?

 

¡Por Kami, estaba tan confundido!

 

-Naruto...- le urgió la Hokage.

 

-¡Gomenasai!- exclamó Naruto cerrando los ojos y dando rienda suelta a sus lágrimas- Gomenasai, Sasuke-kun...

 

Tanto Neji como Sasuke abrieron los ojos con suma sorpresa... Eso quería decir que...

 

-¡¡¡Naruto!!!- exclamó Sasuke al tiempo que los jounins se lo llevaban por la fuerza- ¡¡¡Naruto!!! ¿Por qué?- rebeldía- ¿Por qué?- desesperación- ¿Por qué...?- resignación.

 

Y había en sus ojos una decepción tremenda. Naruto lo vio, vio su mirada acusadora, triste, desesperanzada, ¡traicionada!

 

Sasuke... su Sasuke... él lo había traicionado...

 

Sintió entonces los brazos de Neji estrujarle con fuerza, apoyándolo, consolándole en su llanto sin fin, comprendiéndole. ¡Neji siempre le comprendía! ¡Neji era tan bueno! Y él entendía entonces que había elegido la opción correcta, él había seguido lo que su corazón dictaba, lo que su mente clamaba, lo que su cuerpo exigía.

 

¡Le amaba!

 

Y también él le abrazó con fuerza. Llorando, por Sasuke, quien seguramente...

 

-Lo siento, chico, pero las cosas son como son- dijo por último la Hokage antes de marcharse del lugar.

 

Allí quedaron entonces ellos dos, en silencio, muy juntos, casi pareciendo la misma persona. Y cuando Neji condujo a Naruto hacia su departamento, comprendió que muchas cosas habían cambiado entre ellos.

 

Pero Naruto...

 

Naruto le había dado la prueba de amor más grande que pudiese existir.

 

_

 

 

El día llegó, y con él las presiones de aquello que pudiese ocurrir. Ya todos se habían enterado del incidente ocurrido la noche pasada y más de uno esperaba la ejecución del Uchiha. Y él, precisamente, nunca hubo estado más gustoso de ver la muerte de alguien, sin embargo algo dentro de él había cambiado, algo relacionado con los sacrificios, con el corazón, con el sufrimiento, con el amor.

 

Él hubiese preferido ser siempre un insensible, un bastardo sin corazón, una persona fría y que únicamente se preocupaba por sí mismo, sin embargo debía entender que había cambiado, y mucho, mucho más de lo que realmente deseaba. Y ahora estaba allí, haciendo eso que nunca creyó hacer. Pero en el fondo no se arrepentía, porque las lágrimas de Naruto eran la peor cosa que pudiese existir.

 

Se acercó entonces a la puerta.

 

Tomó una gran bocanada de aire y tocó. Del otro lado se escuchó la voz de la mujer.

 

“Debes hacerlo”, se dijo entrando a la pequeña sala.

 

Y, una vez adentro, no hubo vuelta atrás…

 

_

 

 

Las lágrimas de Naruto corrían libremente por su rostro. ¡Se sentía tan culpable! ¡Tan miserable! ¡Él le había dado la espalda a Sasuke cuando este más le necesitaba! ¡A su mejor amigo! ¡A su compañero de toda la vida!

 

Y ahora... ahora Sasuke iba... iba a morir por su culpa...

 

Por eso no podía dejar de llorar, por eso sentía que no valía nada, por eso se sentía tan terrible consigo mismo.

 

Sasuke nunca iba a perdonarlo, eso era seguro, y él mismo consideraba que no merecía su perdón, porque le había traicionado de la peor manera, le había abandonado.

 

Y se sentía tan mal, tan triste, tan desconsolado, llorando allí, en casa de Neji, completamente solo, hundido en su propia oscuridad, sin derecho a nada, sin derecho a respirar siquiera el mismo aire que los demás, porque los demás no habían hecho lo que él. Ya ni siquiera pensaba ser merecedor del amor de Neji, no, un ser como él no merecía algo tan hermoso y bueno como ese amor.

 

Él, menos que nadie, merecía Amor...

 

-¡¡¡Sasuke!!!

 

_

 

 

Levantó la cabeza al sentir la puerta abrirse, sus ojos acostumbrados a la oscuridad se resintieron ante al enorme cantidad de luz que de repente inundó todo. Y entre todo ese doloroso paisaje se perfilaba una figura que conocía demasiado bien. Era ella, la reconocía, ¿pero para qué había ido a verle?

 

¿Habían tomado ya la decisión?

 

¿Le matarían como al peor?

 

Bueno, si al menos ya no quedaba camino para él entonces no mostraría acto alguno de arrepentimiento. Porque no, no se arrepentía de nada, talvez de haberse alejado de Naruto, pero él quería una segunda oportunidad para estar con él, misma que había desperdiciado en esa pelea sin sentido.

 

Ahora debía pagar con su vida ese error.

 

-Ya es hora, Sasuke- dijo Tsunade desatando sus cadenas.

 

-Entiendo- respondió el azabache masajeando suavemente sus heridas muñecas- ¿Me dejarán despedirme de él?

 

Tsunade volteó a verle.

 

Algo en el rostro de Sasuke le conmovió. No supo si era su expresión triste o la forma apagada en que sus ojos le miraban. Algo en ese chico le hacía sentir a ella un sufrimiento terrible, un sentimiento que no podía soportar. ¿Cuándo se había vuelto tan sensible? Bueno, sólo con esos chicos tan importantes para ella, sólo con Naruto...

 

Su pobre Naruto... quien en ese instante debía estar destruido...

 

Asintió entonces, levemente, sí, podría verlo, una última vez antes de despedirse para siempre...

 

Salieron entonces de la pequeña y poco iluminada celda. Apenas unas horas ahí y parecían haber sido años. Sasuke se sintió de pronto perdido, desesperanzado. Se sentía tan... inútil. No había podido recuperar a Naruto, de hecho ahora sí que lo había perdido para siempre.

 

Agachó la cabeza y contempló sus muñecas nuevamente atadas. Prisionero. Esclavo de su propio destino, ese destino que él mismo había escogido, haciendo a un lado el amor en busca de una venganza, ahora regresando al pasado le resultaba imposible sobrevivir en él. Pero al menos... su corazón ya no dolería más...

 

-Es hora...- dijo Tsunade sacándole de sus pensamientos.

 

Sasuke asintió.

 

Ahora... sólo quedaba esa salida.

 

_

 

 

Un llanto ahogado inundaba la casa que tanto Neji como Naruto compartían. El rubio aún permanecía acostado sobre el colchón, llorando cual pequeño niño, sintiéndose infeliz y desdichado. ¿Por qué el amor tenía que ser tan difícil para él?

 

De pronto unos toques en su puerta.

 

Se levantó lentamente, limpiando su rostro, borrando cualquier rastro de lágrimas.

 

Se acercó a la puerta, la abrió, y sus ojos se abrieron como platos...

 

-No puede ser...

 

_

 

 

Neji detuvo sus pasos.

 

¿Habría hecho lo correcto? Sí, definitivamente. Porque él podía permitir cualquier cosa menos ver esos hermosos ojos llorar, y él había prometido a Naruto que nunca le causaría ningún sufrimiento, que lo apartaría del dolor, así que estaba bien, sí, muy bien, porque ahora estaba más que seguro de sus sentimientos y de los del rubio.

 

Ahora, finalmente, no había nada qué temer. Porque Sasuke había dejado de ser un enemigo...

 

_

 

 

-¡Sasuke!- exclamó Naruto lanzándose a los brazos del vengador.

 

El pelinegro lo acogió dulcemente y lo apretó contra su pecho, sintiendo las saladas lágrimas del otro mojar su piel. Allí estaban, allí estaba él, ese momento que tanto había temido, la despedida final.

 

Lo besó entonces, un último beso, y Naruto le correspondió con todas sus fuerzas, sintiendo ese momento como lo que era: una despedida.

 

-Sasuke- susurró Naruto una vez se separaron-, ¿cómo es que estás aquí?

 

Sasuke agachó el rostro. Resultaba... increíble, todo lo que había pasado, todo lo que estaba pasando, la forma en que todo había terminado. Y, en el fondo, talvez debía agradecerle, a ese tonto, a ese estúpido que le había robado el amor de Naruto pero que, aún contra todo pronóstico, había salvado su vida.

 

-Él lo hizo...- respondió Sasuke tendiéndole al rubio una especie de carta.

 

Algo temeroso Naruto la tomó en sus manos. Comenzó a leerla, y a medida que avanzaba se plasmaba en su rostro una mueca de estupefacción tremenda, porque... ¡era imposible!

 

De repente sus ojos se inundaron de lágrimas. Pero esta vez, lágrimas de felicidad. Dentro de su pecho su corazón saltaba de júbilo, una enorme paz hacía presa de él. Porque ese chico... ese Neji...

 

-Supongo que esta es nuestra despedida- dijo Sasuke dando la media vuelta, y antes de que Naruto pudiese decir algo continuó:- Tsunade no me ha permitido quedarme, así que esto es todo.

 

Naruto asintió. Sí, comprendía. La clemencia de Tsunade también tenía sus límites. Aún así...

 

Le abrazó, fuertemente, con todas sus fuerzas. Sasuke simplemente se dejó abrazar, muy consciente de que le extrañaría, extrañaría su calor, su cuerpo, le extrañaría más que a nada en el mundo. Pero ahora debía partir.

 

Se deshizo del abrazo lentamente y echó a andar.

 

A lo lejos escuchó la voz de Naruto:

 

-¡Espero que nos volvamos a ver!- y asintió. Sí, eso esperaba, pero no ahora que esas tenaces lágrimas descendían por su rostro.

 

_

 

 

Neji le vio venir, le vio caminar de esa forma tan característica, como si nada le importara. Sus miradas se cruzaron por unos segundos, pero ninguno de los dos se detuvo. Sasuke simplemente le ignoró, Neji hizo lo mismo.

 

Ya no había palabras que decir...

 

El resultado final ya estaba estipulado, ya se sabía quién era el ganador y quién el perdedor.

 

Cuando se cruzaron y rozaron levemente sus hombros hubo entre ellos una especie de descarga eléctrica. Fue como si el tiempo se detuviera, pero ellos, ya habían saldado todas sus cuentas.

 

Y ambos debían continuar con sus respectivas vidas...

 

_

 

 

Cuando Neji llegó a su casa no esperaba que ese rubio se lanzara sobre él de una forma tan alegre y le besara de esa forma tan apasionada, repitiendo hasta el cansancio:

 

-¡Gracias! ¡Te amo tanto! ¡Gracias!

 

Pero para Neji fue como si hubiese vivido toda su vida para escuchar esas palabras. Ese momento en el que sus besos y caricias fuesen correspondidos por completo, sin un ápice de duda, sin ninguna sombra del pasado que atormentara el amor que sentían el uno por el otro.

 

Y ese chico rubio, ese bello chico, se veía tan feliz, que él mismo se sentía lleno de dicha.

 

Sí, yo también te amo, Naruto.

 

Y consumaron esa noche todo el amor que sentían, y allí, siendo iluminada por la tenue luz de la luna, esa carta que había significado todo, esa carta que Sasuke había recibido no sólo como un suspiro de vida, sino como una condena del alma:

 

- - - - - - -

 

Sasuke Uchiha, si he convencido a Tsunade y a los Ancianos de permitirte continuar con vida no ha sido por ti sino por Naruto, porque sé que te quiere mucho más de lo que yo mismo puedo llegar a entender y estoy consciente de cuánto sufriría si tú murieses. Así que al final he tomado la decisión de hablar con la Hokage y pedir que se te perdonase. Porque al final de cuentas, yo he ganado, he ganado el amor de Naruto... y la prueba de mi victoria es tu existencia.

Neji Hyuga

 

- - - - - - - -

 

 

 

*** OWARI ***

 

Notas finales:

Holaa!! Espero q les haya gustado aunq sea un poquito!! Jejeje gomen! Les hice pensar q mataria a Sasuke??? Pues no, no le he matado, pero tampoco le he dejado con el rubio! ^^U

Aun asi espero q les haya gustado! A las fans d Sasuke, gomen! Le hice sufrir, espero q no me quieran matar!! ^^U

En fin, ahora si me despido, sus comentarios son mas q bienvenidos, me encantaria saber su opiniòn, aunq ya por haberse tomado el tiempo d leer esta cosita...

MUCHISIMAS GRACIAS!!!!!!!! ^^ 


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