La lluvia caia sin piedad sobre la ciudad, a pesar de que eran las cinco de la tarde parecia como si fuera de noche debido a que las nubes ocultaban totalmente al sol.
En una de las calles de la ciudad, frente a la estacion de autobuses estaba él: un hombre alto, delgado, de piel morena clara, atractivo, vestia un pantalon y una chamarra de mezclilla que estaban totalmente mojados por que no llevaba paraguas, pero a él no le importaba.
Un taxi se paro frente a él y lo abordo
-Al hotel San Reno- Indico de manera seria y distante
El taxista puso en marcha el auto, y como lo suponia calles mas adelante el trafico era un caos debido a la lluvia.
Él veia la lluvia caer a traves de la ventanilla del auto, por fin despues de tantos años, estaba en la ciudad donde nacio. Ya habian pasado diez años y regresaba a donde se encontraban las dos cosas mas importantes de su vida: su hermana y la venganza, sus ojos brillaron ante esta ultima palabra ¿Quien lo diria? Teniendo solo 21 años y lo que lo mantenia vivo era el odio, por eso se habia convertido en lo que era, por eso era policia, por eso estaba aqui, por eso habia logrado que lo transfirieran a la ciudad, ciudad que odiaba con toda su alma, que aborrecia.
Ahora las piezas de su vida comenzaban a moverse y aunque se llevara toda su vida, lo encontraria y lo mataria con sus manos, si, terminaria de una vez con la vida de ese infeliz.. aunque su hermana lo odiara por convertirse en un asesino... su pequeña hermana...
-Espero que no se lleve una mala impresion de la ciudad- Dijo el taxista interrupiendo los pensamientos de Alexis Merton, si ese era su nombre.
Observo fijamente al taxista, no llo habia observado, ni siquiera visto bien, este so miraba por el retrovisor con un gran sonrisa...