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Sentimientos a flor de piel por Aozora

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Notas del fanfic:

Bueno, traté de explicar lo más leve de un lemon n//n, pero es que todavía me algo de verguenzita plantearlo directamente. Y aunque ya he hecho varios lemons, nunca he sido capaz de publicar alguno, ¿qué pasa si no me sale bien? *-*.

Bueno, lo pude en las advertencias sólo porsiacaso.

Espero que les guste, espero sus reviews!

Notas del capitulo:

Jee xP, un KyuMin lindamente escrito xD.

Un intento de lemon, pero sólo el comienzo, espero sus opiniones!, para saber en que puedo mejorar. Con el tiempo me haré el valor de subir uno completito completito xP ( me refiero a un lemon).

 Espero sus reviews! Gracias por leer.

Mientras veía como la noche caía desde su ventana, recordó aquel extraño momento que pasó con su compa ero.

>> Flash Back

Era de mañana y Kyuhyun había recogido su ropa sucia para llevarla a la habitación donde se encontraba la lavadora. Cuando llegó, se encontró con Sungmin, le sonrió en forma de saludo y se acercó a una de las máquinas vaciando las tenidas dentro. El mayor no decía nada, sólo estaba ahí parado, apoyado en una de las lavadoras, mirando con insistencia a Kyuhyun.

Apretó el botón de encendido, y la máquina comenzó su trabajo, moviendose frenéticamente en su lugar.

- Hace frío - comentó el menor, sólo para comenzar una conversación.

Recibió como respuesta un asentimiento de cabeza, y prefirió seguir en silencio, ya que parecía ser que su compañero no deseaba hablar en ese momento.

Se mantuvo quieto en su posición, esperando que la lavadora terminara. Los minutos se le hacían eternos en ese molesto silencio que había optado por mantener, pero cada vez que deseaba decir algo, la indiferencia de Sungmin le frenaba.

- Kyu ...¿te parezco lindo? - el silencio fue roto por las tímidas palabras dichas por Sungmin. Kyuhyun no hizo más que abrir sus ojos y mirar entre nervioso y confundido a su hyung.

- ¿Ah? - su cerebro le falló como nunca en ese momento. Es que, realmente era extraño que alguien de tu mismo sexo te preguntara si le encontrabas lindo o no. Aunque, ahora que analizaba cada uno de los movimientos y rasgos de Sungmin, no era una persona la cual se pudiera rechazar así de fácil. Empezando por aquellos pequeños ojos del mayor, oscuros, pareciera que fueran pincelados por un verdadero artista. Su boca, sus labios, parecían dos frutos prohibidos que quisieran ser mordidos y saboreados. Esa suave piel que poseía, tan blanca, como si al momento de tocarla, se rompiera de tan sólo sentir el tacto.

Hubiera seguido con su análisis interno, pero el puchero que se presentaba ante él le impedía hacerlo.

- Vamos Kyu!, no te hagas el tonto, responde a mi pregunta - tuvo que tragar saliva para calmarse. Pudo apreciar la inseguridad en los ojos de su hyung, y no tuvo más opción que responder con sinceridad.

- Si - dijo con voz suave, casi en un susurro. Su mirada ahora se encontraba fija en la lavadora que seguía moviendose ruidosamente.

Oyó el suspiro aliviado que dejó escapar Sungmin y sintió las manos del mayor colarse por sus costillas, abarcando luego, toda su espalda, en un abrazo, para su gusto, demasiado dulce.

Respondió sin saber porque, a ese abrazo tan extremadamente íntimo, pasando sus brazos por los hombros de Sungmin, y apoyando su rostro en el pelo de éste. Pudo oler el suave aroma que desprendía, un olor tan característico de él, que conocía casi a la perfección.

- Kyu, me gustaría darte algo ... - dijo separándose Sungmin. Kyuhyun le miró confundido, esperando "eso" que le daría.

Casi se desmayó cuando sintió los suaves labios de su hyung sobre los suyos. Por su cuerpo pasaron variedades de sensaciones, inexplicables en el momento. Cuando el asombro ya había pasado a segundo plano, la ansiedad de sentir mucho más aquel fruto que se entregaba, le hizo entre abrir sus labios para tratar de irrumpir en aquella boca delicada. Sungmin no opuso resistencia y dejó que Kyuhyun investigara más allá. Sintió como la lengua del menor entraba algo nerviosa y buscaba la suya. Con agrado la recibió y comenzaron ambas su juego de seducción, rozandose primero, tímidamente, para luego dejarse llevar por la pasión del momento, y frotarse insistentemente una con la otra.

Kyuhyun intentaba pasearse por toda la boca del mayor, inspeccionando cada rincón, y memorizando cada lugar. No todo el tiempo podía recibir un beso de Sungmin, y si esta vez sería la última, deseaba guardar en su memoria cada detalle de este mágico beso.

El sonido característico de la lavadora cuando termina, hizo que ambos se separaran, regulando su respiración, debido al lo efusivo que había sido el beso. Kyuhyun sonrió levemente esperando a que Sungmin dijera algo, pero lo único que recibió fue un sonoro beso en la mejilla.

- Gracias Kyu, realmente lo disfruté - luego de aquel comentario, Sungmin tomó su ropa y salió de la habitación, dejando al menor con la boca abierta.

¿Había sido un juego de parte del mayor?, ¿sólo lo había hecho porque se le antojaba?. Sacudió su cabeza, tratando de alejar aquellos pensamientos. Sungmin no era así, no era de ese tipo de persona. Pero cada segundo que pasaba en silencio en aquella habitación, le aseguraba que sí, que era ese tipo de persona. Con su mente hecha un embrollo de pensamientos, llevó su ropa hacia su habitación. Gracias a Dios que el día anterior, Ryeowook le había pedido compartir pieza, así no tendría que encontrarse con Sungmin al entrar.

Dobló y ordenó sus prendas, colgándolas luego, en uno de los armarios.

Aún pasado varios minutos desde el "incidente", su mente no dejaba de procesar aquello. Había sido su primer beso con un hombre, y no se había sentido mal, es más, había sido una sensación tan exquisita, que ahora deseaba fervientemente volver a besar aquellos labios. Algo enojado por sentirse de esa manera, se dejó caer en su cama, desordenandola el en proceso. Se quedaría toda la tarde si era necesario, para poder aclarar sus pensamientos y sentimientos.

>> Fin Flash Back

Y así había sido. Se había pasado toda la bendita tarde, encerrado en la habitación.

Como ninguno de sus compañeros estaba en casa, debido a sus ocupadas agendas, el había podido darse el lujo de quedarse acostado todo el día. Era su día de descanso, y lo que menos había hecho era aquello. Su cuerpo se relajaba, pero su mente trabajaba y trabajaba, y mientras más trabajaba, más se enredaba.

Aquel beso no le dejaría tranquilo por un buen tiempo, y ver al mayor constantemente, no ayudaría en lo más mínimo.

Como había decidido levantarse un rato, para que su cuerpo se estirara, ahora se encontraba sentado en el alfeizar de la ventana, observando los puntos blancos de la ciudad, y los ruidosos autos que pasaban por la calle rápidamente. El cielo ya estaba oscuro, y supo que dentro de poco, el departamento se llenaría de gente, y por lo tanto, de bulla también.

Maldijo internamente haber decidido ir a vivir con los chicos, no porque no le agradara su compañía, si no porque, en los momentos de tristeza y desánimo, no podía permanecer un momento a solas, relajado y en silencio. Pero de cierto modo, agradecía todo aquello, porque, gracias a las bromas y locuras de sus compañeros, no tenía tiempo para analizar las situaciones problemáticas con detenimiento, y estresarse con ellas.

El silencio que le rodeaba fue roto por el gran grito de saludo, seguramente hecho por Shindong. Suspiró, y se dirigió a la sala para saludar a los recién llegados.

- Hola hyung - saludó a Shindong, para luego saludar a Siwon, Heechul, Teuki y Kangin, que venían con él. Cada uno hizo su saludo característico y luego todos se dirigieron hacia la cocina.

- "Al parecer tenían hambre" - pensó para sí Kyuhyun. Se sentó en el sillón, esperando a que le llamaran para comer, pero el ruido de la puerta le hizo mirar hacia ella.

Ahí estaba el objeto de sus pensamientos. El causante de todo su malestar mental, y culpable de su confusión interna.

- Hola Kyu - saludó con inusual seriedad en su voz. Kyuhyun levantó una ceja en se al de duda. El mayor se acercó hasta quedar sentado a su lado, mientras que sus manos se posaban en su estómago, apretando la camiseta celeste que llevaba.

- Yo, no debí irme sin haber explicado mi atrevimiento - ahora su voz era suave y tranquila. Kyuhyun le escuchó, atento a cada una de sus expresiones y palabras.

- He tenido constantes sueños en los cuales yo soy el protagonista, y tu estás en ellos - el estómago de Kyuhyun se contrajo y su boca se abrió levemente. ¿Qué tipo de sueños serían aquellos?. Prefirió dejar de divagar y escuchar atentamente lo que tenía que decir su hyung.

- Al principio tuve miedo de aquellos sueños. Eran demasiado extra os para mí. Pero, con el tiempo fui aceptándolos, hasta que terminé cediendo ante ellos - un sonrojo se expandió en las mejillas de Sungmin, haciéndole ver más adorable de los común. Kyuhyun era un mar de confusiones, y es que, cada palabra de Sungmin le enredaba más.

Sintió nuevamente esa calidez propia de los labios de Sungmin sobre los suyos, pero ahora, ocupando toda la fuerza de voluntad que le quedaba, se separó de su compañ ero, mirándole fijamente.

- ¿Por qué haces esto? - fue la simple pregunta que salió de sus labios. Sungmin sonrió nostálgicamente, para luego acariciar la mejilla de Kyuhyun.

- Porque cuando acepté mis sue os, también acepté mis sentimientos por ti - esas únicas palabras, hicieron que el corazón de Kyuhyun saltara de alegría. Sungmin debía referirse a esos sentimientos, más conocidos como amor y cariño. Si no, ¿que otra razón tendría para besarle?. En un arranque de felicidad, estrechó al mayor entre sus brazos, agradeciendo silenciosamente aquellos sentimientos. Y es que, su corazón no sentía algo diferente a aquello. Deseaba a Sungmin, le necesitaba, le quería a su lado, ¿qué otras pruebas se necesitaba para saber que él también le quería?.

- Kyu, ¿tu me correspondes? - preguntó tímidamente Sungmin, recibiendo un suave beso en respuesta. Un beso que, comparado a los dos anteriores, venía recargado de entrega y cariño.

Con cuidado se fueron parando del sillón, aún unidos por sus bocas, y se dirigieron a la habitación del mayor, que compartía con Yesung, que en esos momentos se encontraba en un show, y no llegaría dentro de muchas horas.

Entraron dificultosamente a la pieza, chocando de vez en cuando con uno que otro zapato tirado en el suelo. Rieron al momento que cayeron debido al desorden que tenía Sungmin en su espacio. Ambos se levantaron, y siguieron el beso, sentándose ambos en la cama. Kyuhyun recostó a su hyung, posicionándose luego, sobre él con mucho cuidado, procurando no aplastarle con su peso.

- Kyu, estas llegando muy lejos - dijo sonriendo el Sungmin, por lo cual Kyuhyun de un salto quiso levantarse, pero los brazos de Sungmin alrededor de su espalda, le mantuvieron quieto en su lugar.

- Esta bien, me gusta - susurró Sungmin en el oído de Kyuhyun, provocando miles de escalofríos en la nuca del menor.

Comenzaron un nuevo beso, en donde la pasión y el desenfreno se hacían presente. Kyuhyun seguía sobre Sungmin, besando ahora, el cuello del mayor con necesidad contenida.

- Ah... Kyu, alguien puede ah... entrar - la voz de Sungmin era entrecortada y llena de excitación. El menor se separó del cuello de su compañero, y se quedó mirándole.

- Lo siento Hyung, pero ahora no puedo parar - él mismo se sorprendía de su atrevimiento, pero es que su cuerpo estaba tan caliente, que no soportaría un minuto más sin poder tocarle.

Devoró nuevamente cada centímetro de piel expuesta entre el cuello y hombro de Sungmin, abriendo ansioso cada uno de los botones la camisa de su hyung. Estaba siendo impaciente, pero los gemidos que provenían de la boca de su compa ero, le indicaban que iba por buen camino.

Lanzó, sin cuidado, la camisa hacia un costado, dejando al descubierto todo el blanquecino pecho de Sungmin. Mordió sus labios levemente, y sintió las ágiles manos de su hyung, colarse por debajo de su polera.

- Ah.. Hyung - de su boca salían miles de gemidos y sonidos entrecortados debido a las caricias que le propinaba Sungmin por todo el contorno de su pecho y abdomen. Las incontables sensaciones que le provocaba aquel chico, eran inexplicables para él. Nunca en la vida se había sentido tan atraído por otra persona, y menos por un hombre. Pero Sungmin era diferente, el era especial y único, y él no dejaría pasar la oportunidad de estar con aquel ser. Porque le amaba, le necesitaba, le asfixiaba cada momento que no estaba con él, y eso no cambiaría por nada del mundo.

Ambos ya se encontraban semi desnudos sobre la cama. Sungmin tan sólo con ropa interior, y Kyuhyun con el pantalón desabrochado. Ya estaban fuera de control, y nada les haría retroceder. Necesitaban unirse y sentirse rodeados de la calidez de cada uno, y esa era la oportunidad perfecta. Sus cuerpos sudados a causa de la excitación y el calor, sus cabellos revueltos debido a todo el movimiento que ejercían sus cuerpos, el sutil temblor de Sungmin debido a la espera por sentirse invadido de una buena vez por Kyuhyun, y el ansia del menor por sentirse acogido por la calidez y estreches de su compañero.

Todas esas sensaciones fueron impulsoras del acto más bello que puede llevarse a cabo por una pareja, aquel acto que une todos sus sentidos y emociones, donde cada uno le pertenece al otro, y donde el amor se lleva a cabo en su máxima expresión.

Los dos terminaron aquel ritual de pasión, cansados y exhaustos, respirando velozmente en busca de más oxígeno para sus pulmones.

Kyuhyun se retiró del interior del mayor, con cuidado y suavidad, tratando de no herir a su hyung. Por su parte, Sungmin ponía su mano en su pecho, sintiendo como su corazón palpitaba de una manera incontrolable como queriendo salirse de su lugar.

- Hyung, ¿te hice daño? - la pregunta casi lastimera por parte del menor, hizo que Sungmin sonriera abiertamente. Negó, acariciando la mejilla de Kyuhyun, para luego darle un tranquilizador beso en sus labios.

- No te preocupes, lo disfruté muchísimo, ¿y tú? - recibió un asentimiento de cabeza por parte de su, ahora, amante.

Kyuhyun se dejó caer a un lado de Sungmin, recibiendo los cálidos brazos del mayor rodeando su cintura. Se quedaron en silencio, sintiendo cómo el sueño se apoderaba de sus cansados cuerpos.

- Buenas noches hyung - el casi susurro fue oído por Sungmin, lo cual hizo que se aferrara más a ese cuerpo que se mantenía pegado al suyo.

- Buenas noches, Kyu - respondió, sintiendo como, cada vez más rápido, sus ojos se cerraban debido al cansancio.

Esa noche, Yesung no pudo dormir en su habitación, y tuvo que, irremediablemente, compartir pieza con Ryeowook.

 

Fin ~~

Notas finales:

¿Cómo ha quedado? o_o, me siento nerviosa por las opiniones *.*. Espero que les haya gustado.

 

 Cuidence mucho, besos y abrazos, Bye!


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