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|| A Mad Night || por OsaKa

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Notas del fanfic:

Espero que os guste^^

Gracias por leer.

Ya pasaba de la una de la mañana y los cinco miembros de Dir en Grey seguían en casa de Shinya bebiendo con ganas. Al día siguiente empezaban la nueva gira y no iban a tener mucho tiempo para relajarse.
El alcohol ya corría de manera notable por las venas de todos. En ese momento Kaoru todo sonriente pasó su mirada por el reloj de la sala y, después de estar tres minutos mirándolo sin entender nada debido a su estado, se percato de lo tarde que era y se lo comunicó al resto.
Kyo bostezó.
- A mi me da demasiada vagancia tener que irme hasta casa a estas horas. Me quedó aquí.- concluyó el pequeño vocal.
- Como quieras…- contestó el líder bostezando también.
Se despidió y se llevó a los otros dos arrastras de la casa porque todavía querían seguir bebiendo.



Un taxi fue llevando a sus respectivas casas a Toshiya, Die y Kaoru.
El bajista se despidió de ellos y subió costosamente a su casa. Los dos guitarristas se dirigieron a la del pelirrojo.
Cuando llegaron y hubieron entrado Kaoru abrazó por detrás a Die y le besó el principio de la espalda.
- ¿Eso es que quieres hacerlo?- preguntó Die sonriendo.- ¿Te vas a aprovechar de mí ahora que no me puedo resistir?
Kaoru se rió.
- ¿Alguna vez te puedes resistir a mí Daisuke?
Die se dio la vuelta quedando enfrente del otro. Pasó sus brazos por el cuello de Kaoru y enredó sus manos en el pelo del otro.
- No…- respondió por fin, justo antes de empezar a besarle suavemente.
El rubio cerró más sus brazos alrededor de la cintura del otro guitarrista juntando más sus cuerpos. Le respondía al beso con pasión, juntando sus lenguas, enroscándolas.
Una de las manos de Kaoru dejó su cintura y fue bajando hasta llegar a su muslo, que empezó a acariciar. A esto Die respondió subiendo ambas piernas y cerrándolas alrededor de la cintura del rubio y sujetándose mejor a su cuello. Kaoru llevó sus dos manos al trasero del otro para sujetarlo con más seguridad.
Comenzó a caminar lentamente hacia su habitación a medida que iba besando al pelirrojo. Die separó una de sus manos del cuello de Kaoru y le fue acariciando el cuello hasta llegar al primero botón de la camisa que desabrochó y siguió con los siguientes.
Al llegar al borde de la cama ambos se dejaron caer en ella. Pero en un rápido movimiento, Die se colocó encima de su acompañante, el cual ya tenía toda la camisa desabrochada. El guitarrista de pelo rojo volvió a besar esos apetecibles labios, acto seguido empezó a bajar por su cuello lentamente. Besaba y lamía con pasión cada milímetro de la piel del rubio, haciendo que algún gemido que otro se le escapara de la boca suavemente. Agarró la camisa y la fue deslizando para sacársela a medida que bajaba un poco más por el cuerpo del otro. Una vez que se la sacó entera la tiró al suelo lejos y sus manos fueron al pecho, acariciándolo ligeramente con la punta de los dedos consiguiendo un leve cosquilleo que volvía loco al rubio mientras sus labios lamían uno de sus pezones. Kaoru, que desde que el otro se le había puesto encima se había agarrado a las sabanas, cuando Die empezó a realizarle esas caricias por los pezones sus manos se dirigieron a la espalda del pelirrojo. Para expresarle al otro lo que estaba consiguiendo hacerle sentir, empezó a recorrer su espalda con las manos haciéndole ligeros arañazos cuando Die tocaba algún punto sensible.
El pelirrojo quería seguir jugando a hacerle sufrir y su intención era seguir bajando. Pero el rubio le agarró por los brazos en el último momento, lo llevó enfrente de él y lo besó de nuevo. Mientras duraba el beso, Kaoru bajó sus manos hasta el borde de la camiseta de su acompañante y la fue subiendo hasta sacársela por la cabeza.
Die sonrió, sabía que al otro no le gustaba estar en desventaja en esas situaciones. Pero esta vez no le dejaría ganar. Se dirigió rápidamente a la altura del pantalón el cual desabrocho y quitó con rapidez y destreza dejándolo solo en ropa interior. El pelirrojo sonrió, podía notar el miembro endurecido debajo de los boxers, los cuales empezó a bajar lentamente y lanzó lejos de la cama una vez se los quitó al guitarrista. Volvió a los labios de Kaoru, y mientras los estaba besando una de sus manos empezó a masajear el miembro del otro. El rubio no se había esperado eso y empezó a gemir. Die recorrió todo su cuerpo con la lengua hasta llegar a su entrepierna, mientras seguía masajeándole le empezó a lamer ligeramente la punta de su sexo para luego llevárselo entero a la boca. En el interior de ella su lengua recorría el miembro de Kaoru, al cual se le escapaba el nombre del pelirrojo entre gemidos cada vez más audibles.
Cuando el rubio sintió que le quedaba poco para llegar le dijo costosamente a Die que lo dejara, porque él lo que quería era correrse dentro de su pareja.
Die obedeció, se desabrochó los pantalones y con la ayuda del otro guitarrista quedaron rápidamente los dos en las mismas condiciones. Se sentó sobre sus caderas haciendo que sus miembros se frotaran y soltaran ambos un gemido ahogado. Die volvió a agarrar entre sus manos el miembro del rubio, Kaoru le sonrió pícaro al ver lo que tenía pensado hacer. El pelirrojo dirigió el miembro del otro hasta su entrada y se lo fue introduciendo lentamente, en su rostro se dibujó una expresión más de dolor que de placer, pero no dijo nada. Una vez se lo hubo introducido completamente, ambos empezaron a moverse siguiendo el ritmo del otro.
La habitación se llenó de gemidos de ambos que iban subiendo de tono a medida que aumentaba la velocidad. Kaoru entrelazó sus manos con las de Die, y su compañero llevó una de ellas hasta su miembro, el cual Kaoru agarró y empezó a masajear. Die alzó la cabeza con los ojos cerrados y se mordió el labio inferior, al verlo el rubio sonrió con satisfacción y aumentó la velocidad de su mano.
Ambos cuerpos estaban ya cubiertos de un brillante sudor que les hacía verse más atractivos ,si cabía, a los ojos del otro. Los dos guitarristas sabían que ya no aguantarían mucho más, pero intentaban seguir sintiendo al máximo el placer que se provocaban mutuamente. Pero por mucho que intentaran resistir sus cuerpos tenían un aguante que ya hacía algo de tiempo que habían sobrepasado. Así que llegaron justos al orgasmo gritando le nombre del otro.
Die se separó lentamente del rubio, se echo a su lado y este lo abrazó por la cintura atrayéndolo lo máximo posible a él y con la otra mano le acariciaba el pelo. El pelirrojo apoyó su cabeza en el pecho de Kaoru y lo empezó a acariciar a medida que se le cerraban los ojos y se quedaba placidamente dormido. Kaoru sonrió cuando vio los ojos de su amado cerrase y le besó en el pelo antes de acomodarse mejor en la cama y dormirse él también.



Mientras en casa de Shinya, el baterista estaba recogiendo todo lo que habían ensuciando sus compañeros, mientras Kyo estaba placidamente sentado en el sofá mirando la esbelta figura de Shinya sin intención de levantarse. El alto le miro de reojo, llevaba un rato que no apartaba la vista de él sin decir nada y eso le estaba poniendo nervioso, y más viniendo de su amigo por la clase de mirada que le dirigía.
- Podías ayudarme, ¿no?- le preguntó para solucionar el silencio incomodo que se había formado.
- Es tu casa…Tienes que recoger tú.- respondió con su habitual sonrisa pícara.
Shinya alzó una ceja sonriendo también.
- Eso no es lo que dices las pocas veces que vamos a la tuya…Ahí somos nosotros los que tenemos que recoger porque dices que tenemos que limpiar lo que ensuciamos.
Kyo no dijo nada, solo volvió a sonreír.
- Pero conociéndote…- continuó Shinya.- Ya me suponía que las reglas que te creas las cambias a tú antojo.
- …Si tantas ganas tienes de verme recoger haré un esfuerzo y me levantare…- el más bajo miró al otro de una manera que le incomodó mucho.- Pero tendrás que compensármelo…- se levantó y se fue acercando lentamente a él.
- ¿¡Qué!?- el baterista dio instintivamente un paso atrás. No le había gustado nada como había sonado eso.- ¿A que te refieres?…¿Qué compensación…?
Kyo sonrió ladeadamente.
- ¿Tú que crees?- se siguió acercando.
- E-Estas borracho…
- Sabes que no. No me gusta beber por beber, y las pocas veces que lo hago sabes que tengo mucho más aguante que vosotros…
Ahora el pequeño vocalista estaba realmente cerca. No sabía si era porque se le había subido demasiado el alcohol a la cabeza o que, pero veía a su compañero muy atractivo…Sus ojos le miraban de una manera que le hipnotizaba y hacía que todo el deseo que se encontraba en ellos también lo empezara a sentir el baterista.
- Esta bien…- Shinya le agarró por el cuello atrayéndolo hacía él.- Pero lo haremos a mi manera…
Bajó un poco la cabeza para besarle. Kyo rápidamente le respondió al beso, haciendo que el otro abriera la boca para que pasara su lengua y se encontraran. Ambas lenguas se enfrascaron en una lucha sin tregua de la cual no hubo vencedor, porque ambos chicos se quedaron sin aire antes. El vocal aprovechó esa pausa para preguntar:
- Y…¿Cómo es hacerlo a tu manera?- alzó una cera sonriendo.
Shinya le devolvió la sonrisa con una picardía en los ojos que el otro jamás había visto.
- Ya lo veras…
Volvió a atrapar los labios del pequeño rubio entre los suyos mientras lo iba empujando levemente hasta su destino final, el sofá.
Kyo cayó sentado sobre este con Shinya encima de él abrazándolo. El más alto metió ágilmente sus manos por debajo de la camisa del vocal, fue subiéndola lentamente mientras acariciaba su espalda, hasta sacársela del todo tirándola al suelo. Mientras Kyo, dirigía una de sus manos al pantalón del baterista y después de desabrocharlo metía una mano dentro y empezaba a masajearle la entrepierna. Shinya no estaba preparado para eso, así que el gemido que se le escapó fue más fuerte de lo que el otro se esperaba, pero sonrió al ver lo que su mano conseguía hacer en esa zona tan sensible de su acompañante.
En ese momento el teléfono de la mesita del al lado del sofá empezó a sonar. Ambos chicos intentaron ignorarlo, pero el sonido les estaba molestando de veras. Así que Shinya descolgó el teléfono.
- ¿D-Diga?…- contestó con la respiración agitada ya que Kyo no había frenado su mano.
- Hola Shinya, soy Toshiya.- Kyo oyó al bajista desde el teléfono y juró vengarse la próxima vez que lo viera. Pero su mano no paró. Shinya soltó un ligero gemido que intentó ahogar.- ¿Te pasa algo?
- No, no es nada.- esta vez gimió el nombre del vocal inconscientemente.- ¿Querías a-algo?
“¿Kyo?” pensó Toshiya desde el otro lado.
- No…nada. Era que me aburría. Pero si estas haciendo algo no voy a molestarte. Adios.- y colgó.
Shinya se quedó un momento mirando al teléfono extrañado, pero al instante Kyo volvió a pedir su atención y Shinya se mordió el labio de placer. El alto fue echándose hacia delante llevándose consigo al vocal. Shinya estaba sentado sobre las caderas del otro, pero según se echaron el baterista se acomodó entra las piernas del rubio.
Paró de besarle en los labios y lo empezó a hacerlo en el cuello entre gemidos, Kyo ladeó la cabeza para facilitarle la tarea a la vez que enredaba los dedos de la mano que tenía libre en el cabello del otro. Shinya recorrió toda la exquisita piel del cuello del cantante dejándole algunas marcas en ella, para luego continuar bajando por su pecho lamiendo con la punta de su lengua toda la superficie. Mientras bajaba sus manos iban desabrochando y quitando el pantalón y luego la ropa interior de Kyo, puesto que le estorbaba.
El pequeño rubio tenía sus dos manos alrededor del cuello del otro, apretándolo un poco con pasión.



En casa de Toshiya este todavía estaba intentando asimilar lo que intuía que estaba pasando en la de Shinya. La verdad es que nunca se lo habría esperado de él, supuso que sería el alcohol…o la increíble manera de seducir del pequeño Warumono, se lo iban a decir a él…((Aquí todo el mundo paso por la cama de Kyo-chan xD))
Extrañamente no podía quitarse de la cabeza los gemidos del baterista. Al escucharlos se le habían erizado los pelos de la nuca, y eso no era lo único que se había puesto de punta.
Y todavía más extrañado por su reacción dirigió su mano hacia esa zona y la acarició por encima de la ropa. Un escalofrío le recorrió todo el cuerpo ante la sensación. En ese momento algo avergonzado de ella tomo una decisión. Al fin y al cabo no tenía sueño, y ¿qué otra cosa podía hacer?
Introdujo una de sus manos en el pantalón mientras con la otra lo desabrochaba. Su mano empezó a recorrer su ya excitado miembro, moviéndola de arriba abajo. El bajista se concentró en recordar los gemidos emitidos por Shinya. Se imaginó que estaba allí con él, que no era su mano la que recorría su sexo, sino la del rubio. Escuchó en su mente los gemidos del baterista mezclándose con los suyos en ese momento. Vio al otro rodeando con sus labios esa parte. Se lo imaginó haciéndolo llegar al éxtasis como él en ese momento.
Aun con la respiración entrecortada buscó en la mesa un pañuelo y sonrió satisfecho al tiempo que se limpiaba.



Shinya rozó con la punta de su lengua el miembro erguido de su acompañante, este gimió. Volvió a repetirlo pero esta vez lo lamió con más superficie de su lengua, Kyo volvió a gemir. El baterista empezó a darle ligeros besos en la punta, para luego metérselo en la boca, moviendo la lengua por toda la superficie del sexo del vocal haciendo que apretara cada vez más sus manos en el cuello del otro volviéndolo loco de placer. El más alto se metía y sacaba de la boca el miembro del otro aun continuado con el juego de su lengua. Hasta que sintió a Kyo estremecerse y soltar un gemido ahogado. No se apartó y recibió en su boca toda la semilla de cantante, la cual tragó. Volvió a hacer el recorrido por su pecho hasta llegar a sus labios, se fundieron en un beso amargo debido al sabor que tenía Shinya en la boca. Al separase el baterista le introdujo dos dedos en la boca. Kyo por fin confirmó sus sospechas sobre la frase “ Pero lo haremos a mi manera…”, y algo a regañadientes los empezó a lamer. Una vez ensalivados Shinya los fue dirigiendo lentamente a su entrada acariciando todo el cuerpo del pequeño. Al llegar introdujo uno de los dedos suavemente, sabía que el vocal no estaba acostumbrado a ser pasivo y que tenía que ser cuidadoso con él. Introdujo un segundo dedo, los movía lentamente en su interior haciendo que Kyo gimiera ante la molestia. Cuando lo sintió preparado sacó los dos dedos y, con la misma suavidad con la que había metido el primero de ellos introdujo su miembro. El rubio pequeño volvió a protestar. Shinya le besó para acallar sus protestas y empezó a moverse ligeramente. Según empezó a hacerlo las pequeñas protestas de Kyo pasaron a ser gemidos, cada vez más según aumentaba el otro la velocidad. Al pequeño no le gustaba demasiado esa posición, pero de vez en cuando estaba bien probar otras cosas, si no se aburriría siempre de los mismo. Entrelazó sus manos con las de Shinya mientras era besando por él nuevamente. Se habían acabado yendo hasta el borde del sofá, así que en uno de las envestidas del baterista ambos cayeron. Shinya cayó de espaldas en el suelo y Kyo encima de él. El alto protestó por el dolor en la espalda, pero Kyo, aunque le habían dolido las rodillas estaba demasiado excitado. Así que según vio que el otro paraba por el susto da la caída y luego para protestar por el dolor empezó a ser él el que se moviera. Al momento en que empezó a hacerlo Shinya lo olvidó todo y se olvidó de todo dolor y se unió a él. Sabía que no aguantaría mucho más, desde que habían cambiado de postura los gemidos de Kyo se habían intensificado más si cabía, además que desde esa perpectiva se le veia mucho más atractivo. Kyo llevó una de sus manos hasta los labios del baterista y los acarició. En ese momento Shinya terminó con un sonoro gemido antes de morder inconscientemente los dedos de Kyo que tenía a mano.
El pequeño Warumono se fue levantando delicadamente para no dañarse al salir del baterista. Una vez fuera se sentó sobre su estómago, ambos seguían gimiendo levemente.
- ¿Qué tal?- preguntó con una sonrisa pícara Kyo a su acompañante.
Este le respondió la sonrisa de igual manera.
- Genial…
Le hizo una seña al pequeño para que se levantara y ambos se dirigieron agotados a la cama del baterista.



A la mañana siguiente pasaron a recogerlos a todos. Cuando ya estuvieron los cinco en el coche el cófer les pregunto.
- ¿Qué tal anoche?- todos giraron la cabeza hacia él sorprendidos.- ¿Lo pasasteis bien?
Por las miradas que se dedicaron entre ellos antes de responder les dejó bien claro a todos lo que habían hecho.
- ¡Estupendamente!- respondieron a una voz divertidos.
Notas finales:

Espero que os haya gustado^^

Que os parecio que Kyo fuera uke??=P

 

Dejad vuestra opinion plis^^


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