Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

UN MUY FELIZ CUMPLEAÑOS! por mikaria

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

^^ EN UN LINDO DIA PARA UN GATO ENGREIDO^o^!

Notas del capitulo: ^^En tu dia un muy feliz cumple, dedicado a tod@s l@s lindos fans de eset morenazo de muerte^^
                    Capitulo Único: Un muy feliz Cumpleaños. TITULO: Un muy feliz Cumpleaños
 Serie: Yu-Gi-Oh!
 Parejas: S/J
Categoría: Yaoi
  

 

Genero: Romance, Angst, Humor, Drama, Lemon.


 

Disclaimer: Los personajes de Yu-Gi-Oh!, pertenecen a sus creadores. Esta es solo una historia escrita para su deleite y satisfacción espero. Con esta historia no creo perjudicar a nadie por ello solo tomo prestado estos personajes para narrar.
   

 

Nota de autor: Es, este el bello día en que nació nuestra adoración morena(^__^! La cual para nuestra desgracia es solo disfrute del rubio j eje). Pos que decir solo que el moreno de mis sueños, merece por lo menos un pekeño regalito, por ello he aquí yo con una locura, muy tontita, espero sea de su agrado. Y….  Feliz Cumple Mi lindo CEO!.... 

Resumen:

  

“A veces, una relación para llevarse a cabo necesita de tiempo.

 Solo el tiempo es capas, de dar los mejores resultados…  

Pues bien, si es posible pasar un muy feliz cumpleaños, sin la tristeza de antaño, y sabiendo que desde ese día… tu vida cambiara.

  

El tiempo dicta aquello que los grandes y buenos espíritus te dan al nacer.

  

La gran estrellas, del nacimiento de sonríe cuando tu menos lo piensas…

  

Por ello porque no pasar el mejor cumpleaños, pensando…

   

 

Es bueno vivir, no lo crees Seto? 

 

Si cahorro, es muy bueno… 

 

Feliz Cumpleaños mi Neko engreido! 

Un buen cumpleaños, se pasa junto al mar de nuestra vida, la excepción no lo es el ceo.

 

                                                                   

 

FELIZ CUMPLEÑOS SETO KAIBA!”  

UN MUY FELIZ CUMPLEÑOS.

     

Camino por quinta ves por ese lugar, ya era tarde lo sabia pero aun no tomaba el valor suficiente para entrar.

 

    Porque?.... bueno esa era su constante pregunta. Sabia que si no entraba perdería ese trabajo. Pero que hacer si  justo a el se le viene a ocurrir trabajar en un lugar donde justamente el se encontraba.

 

Entrar o no?....hay estaba la incógnita. Que hacer? por un lado necesitaba el trabajo por otro …. Se preguntaba como es que el justamente estaba allí.

 

   No, que era el hombre más rico y ocupado.

      Miro por ultima vez aquella puerta que comunicaba hacia adentro queriendo tener una esperanza de que hoy el no estuviera allí.Suspiro, seria una locura creer que no estaría,  ya que según los dueños siempre cada tarde iba allí a ayudarles. Se maldijo mentalmente no tenia oportunidad debería entrar de ese trabajo dependía el pago de su casa y de mas. 

 

-Bien, eres Joey Wheller con un demonio a que le tem… 

Trato de convencerse, mentalmente a lo que hubiera logrado de no ser que atrás suyo sintió la presencia a la que mas le temía.

  

-Wheller?... –

  

Bingo justo la persona que menos quería ver. Como pudo giro quedando con la boca abierta ante tan espectacular y bella imagen. Aquel que el mismo decía era su enemigo jurado.

 

Quedo anonadado ante la vestimenta que llevaba. Aquel, juego lo hacia ver tan bien no que no le quedaran los trajes que solía utilizar. Pero es que aquel juego de cocinero sin duda le sentaba bastante bien.

   

 Blanco.

  

 Nunca el blanco le pareció un color mas hermoso que en ese momento. Sin duda a esa persona le quedaba y bastante bien.

 Hubiera mentido de no haber dicho que en ese momento estaba más que alucinado. Lo único que podía ver eran esas bellas perlas azuladas como el mar que lo habían hechizado por completo.  

 

-Te estoy hablando….responde…

 

  El Ceo seguía hablando pero al parecer su escucha, ni caso le hacia. Y es que estaba tal alucinado por la imagen que solo en sueños podía ver. Pues si señoras y señores el niño en mas de una ocasión soñaba con la ocasión, en la que pudiera ver a su amor imposible en otro tipo de vestimenta.

 

  Camino al parecer, no le haría caso ya ni modo aun cuando se muriera de las ganas de saber que demonios hacia allí la persona que menos  “ debía” ver.

    Ya que eran enemigos?... ¿no? Pues lo eran para el mundo.

  

-Eh?... – miro a ambos costados, nada.- Que demon….- fue cuando noto como el objeto de sus deseos estaba dando la vuelta para entrar a ese lugar.

   

Al parecer había sido como si su vida dependiera de ello sin duda tan enamorado estaba que ni quería admitirlo.

   

-Kaiba…- grito tratando de hacer que su escucha diera vuelta.

  

-Que demonios quieres Wheller…?.-

  

-Eto….yo …- debatió entre seguir o callar.

  Sabia a la perfección que hacer lo que haría era parte de lo que debía pero aun no había decidido, o se quedaba allí parado o hablaba. Pero, para el no era fácil, el solo emitir palabra alguna se le complicaba.

   Lo veía, y un nudo en la garganta se le formaba. Sabia que algo debía decir, sino perdería la única oportunidad de salvar, su precario estado. De no conseguir ese empleo todo se iría al borde lo mejor era hablar.

  

Y hacerlo ahora o nunca….

   

-Y bien?.- repitió por quinta vez el ceo.

   El rubio solo suspiro, sabio que no era del agrado del moreno por lo que pedir lo que quería se le haría por demás difícil. Así y todo, continuo con lo difícil.   El moreno, solo observaba se debatía mentalmente. ¿Qué demonios, quería el allí justamente?...aun no se lo podía responder…  

-Yo…bueno….es….que…

  Esa visión era única, todo sonrosado a su merced.  

Pensó el Ceo por un momento. Era lo mejor sonrió para si, tratando de contener el aliento ante lo que sus ojos veían. Era bello, pero no podía admitirlo en el no estaba permitido el era el gran Jefe de la corporación mas grande del mundo.

    No una colegiala tonta….No el era la proeza mejor prestada del mundo. 

Sonrió nuevamente ante, los tartamudeos del rubio. Que es lo que quería aun lo dudaba. Lo único, que tenia en claro era una cosa algo le quería pedir.

  

-Yo….es…que…- junto sus manos, en un gesto digno de un niño, volteo su cabeza sonrió mucho… y trato de proseguir, cosa que se le hacia difícil por el hecho de tener el rostro del Ceo cerca suyo.- Trabajas aquí?.- soltó de repente todo rojo.

  

-Eso es lo que querías?.- soltó el ceo dando media vuelta para salir de allí.

  

-No…. – camino el rubio hasta ponerse frente.- Yo…..yo-

  -¿Qué…?.- El moreno ya estaba exasperado, que es lo que quería la belleza rubia aun no lo sabía. Lo que si tenía en claro era que lo que fuere, era importante.  

-Y bien me lo dirás o te quedaras allí parado como florero todo el día?.- espeto en ultima instancia fijando raudamente los ojos en su escucha.

 

-Bueno…. Yo…- <>- es que ….

 -QUE?...Maldición Wheller, ya habla de una vez.-   El rubio quedo de piedra no muy a menudo, veía a un seto kaiba por de mas enfadado. El moreno solo suspiro, había hecho mal en tratar hacia a su escucha. 

-Lo siento, es que me exaspera, un poco los balbuceos además llegare tarde.-

 

-Entonces si trabajas allí?.-

 

-Si, así es.-

 

-Pero porque?....si eres el dueño…

 

-De medio mundo?.- miro fijamente al rubio sacándole un sonrojo.- lo se pero no por ello no puedo darme el lujo de hacer lo que mas amo.-

  

Ante tales palabras el rubio se quedo helado, eso quería decir claramente que estaba dándole a conocer uno de sus pasatiempos. Estaba más que feliz, y por un momento olvido el motivo principal que lo llevara a ese lugar.

  Trabajo…  

Si por largas horas lo había debatido y si bien para el  mundo aun ellos dos seguían siendo enemigos, entre ellos ya no había palabras cargadas de ira y demás. Lo mejor que hacían era simplemente ignorarse.

  

Tan entrado en sus pensamientos estaba que ni se dio cuanta cuando el Ceo entro en aquel pequeño pero calido restauran. Al momento de voltearse y no conectar con las orbes azuladas que tanto amaba, se preocupo giro su rostro a ambos lados tratando de ver por algún lado al moreno, y fue así encontró que el Ceo ya vestid con u delantal blando estaba dispuesto a preparar todo saliendo para poder recibir las frutas y verduras que una joven pelirroja le estaba entregando.

 

  Sintió, una puntada en el pecho al ver la escena. Camino un paso esta vez haría las cosas como debían ser, inesperadamente se detuvo frente al local cerciorándose que aun estaba el pequeño cartel que había visto el día anterior.  Efectivamente aun estaba allí, si lo haría entraría y pediría ese trabajo.   

-Jou-chan…?.- sintió el llamado de una persona a su espalda, miro cerciorándose de que quien lo llamaba era la persona que menos esperaba.  

-Jun?.-

  

-Jou-chan…. Hermano, no creí que fueras tu.- soltó el moreno alzando en brazos al rubio y dando unas vueltas que no hicieron mas que marear al pequeño.

  -Ya…..yaaaaa, Jun… Junichi… Basta me mareo.- sonrió el rubio al notar como el moreno lo bajaba.  El escándalo había sido mucho, tanto que los pequeños ocupantes de aquel lugar habían salido dándose con una escena que no cabía ante sus ojos, aun no podían creer lo que veían, aquella pareja ya de ansíanos dueños de aquel local no cabía en su asombro de ver a una belleza rubia que ya mucho tiempo atrás habían visto y la cual no habían visto, hacia cuanto?. A decir verdad no lo recordaban talvez ya unos diez años.  

 

Pero, quien estaba mas asombrado de tal escena, el bello cachorro en brazos de aquel moreno a quien si consideraba un amigo pero que sin duda también era un gran rival en el arte culinario. No, esa escena no estaba pasando ni hacia dos minutos tenia a una cachorro todo sonrojado tratando de pedirle algo, que no pudo saber que era pero que estaba mas que seguro era importante, y hay de el tonto como era  que se hacia de rogar y que por ese motivo había entrado al local sin terminar de escuchar el pedido.

  

Si definitivamente era un estupido, de haber escuchado todo tal vez estuviera con el en ese momento y como buen conocedor del lugar le mostraría todo entablarían una amistad y tal vez el tiempo le daría lugar a algo mas, pero no. El como buen Kaiba debía ser unos cabezotas.

  Si definitivamente no era su mejor día, pues al parecer el moreno lo conocía. Pero lo que salía mas a su asombro fueron las palabras de sus “Jefes”.  

 

-Jou-chan?.- susurro una peliazul, de grandes zafiros grises en sus ya entrados cincuenta años, pero no por ello menos bella, atraviada con una típica vestimenta china. Sin duda alguna una mujer lo bastante bella como en antaño lo hubiera sido. A su lado un hombre de mediana edad también en su traje de cocinero como ciertamente su profesión lo ameritaba.

  

-Eres tu?.-

  

-Azakura-sama?.- dijo el rubio para al momento, deshacer el abrazo del moreno y abrazar a la mujer y seguido al hombre.- Asakura-sama, que gusto volver a verlos.- termino el rubio sonriendo por demás.

  

El ceo no podía entender nada como era que ese rubio conociera a esas personas que en su momento habían sido quienes cuidaran de su hermanito y de el antes de entrar al orfanato.

 

  -Que gusto volver a verte Jou-chan, ha pasado tantos ya diez años.- dijo la mujer con lágrimas en los ojos. 

 -Si Jun-kun era apenas un pequeño en ese momento.- dijo el mayor rememorando tiempos.- see recuerdo como se escondía detrás de ti cuando alguien lo molestaba tú eras su héroe….- 

 -Papaaaaaa!!!- grito el menor, volviendo al lado del rubio.- no es así, no Jou-chan?.- 

 -No tanto Jun-kun. Pero, en algo tiene razón el señor Azakura-sama eje j eje ej.- sonrió el rubio.  

Si esa era una escena sacada de una reencuentro familiar, eso es lo que venia a la mente del Ceo y eso, hubiera sido verdad si el Ceo no supiera, por demás que el rubio no tenia mas familia que ese estupido hombre, que funcionaba de verdugo del rubio,  y aquella pelirroja que era su hermana. Si todo eso volvía una y otra vez a la mente del rubio si no eran su familia entonces que?.

  

-Pero que hacen aquí?.-  -Tenemos un pequeño restaurante… acabamos de abrirlo hace muy poco, y tu mi niño que es lo que haces aquí?.-  

Buena, pregunta el rubio estaba mas rojo que un tomate como decir que había venido a pedir trabajo, que si no lo hacia, si no llevaba a su hogar algo de dinero su querido padre lo mataría a goles. Como decir eso?, aun no se hacia a una idea. Pero bueno que hacer, el dilema era; sin duda alguna quería ahora mas que nunca ese trabajo pero como pedirlo.

  

Su mente, estaba en un dilema y allí estaban las personas, que mas había querido en una etapa de su vida que había sido por demás perfecta sin duda alguna. Sonrió, por demás tratando de pedir ayuda a alguien que sabia no se la daría. Suspiro, ya que ni modo tendría que hacerlo otro trabajo seria malo para su salud pero de verdad lo necesitaba.

 

  -Bueno… yo.- trato de gesticular jugando con sus dedos.  

 

-Vino porque yo se lo pedí. - espeto el Ceo, de manera sumamente seria, ante la mirada atónita del rubio.- Es mi compañero de clase, y …- dudo en lo que dijera a continuación, pero acercándose al rubio paso un brazo por sus hombros.- también  mi amigo.-

 

  NO supo si lo hizo por ver tan cerca de ese sujeto de su cachorro, por puros celos o solo porque se le ocurrió para salvar la situación ya que había notado en gran medida, el nerviosismo de este.   El, no entendía nada, de cuando, el gran Ceo era su amigo. Lo único que pudo deducir, es que debido a que el moreno noto su nerviosismo dijo eso para sacarlo de esa situación.  

 

-Lo siento.- hizo una reverencia.- le dije que podría trabajar conmigo como mi ayudante, como últimamente hay mucho trabajo.- termino viendo a ambos mayores.- es que de verdad necesito la ayuda, y…-Dudo si decir lo siguiente, pero lo hizo.- Como Joey me dijo que podría me tome la libertad de pedírselo.-termino, siendo cociente de que lo que recién dijera podría jugar o no en su contra o en su favor.

 

  Su nombre… 

Si

 

  Lo escucho bien, fue su nombre en labios del ser que irremediablemente había tachado como un imposible. Miro a ambos lados, creía que era un sueño. Y bien que hubiera sido realidad si en ese momento no hubiera escuchado lo siguiente…  

 

-Es cierto Jo-chan?.- dijo su amigo.

  

-Eh?.-

  

-Si mi niño, lo que dijo Seto-kun es cierto?.- susurro la señora Azakura aun pensando.-

 

  -Buen….Yo.- tartamudeo el rubio, mirando a ambos lados. Que diría el no era de mentir, no. Definitivamente diría la verdad.

- Yo…  

-Ya, Jo… me prometiste que me harías este favor.- dijo el ceo.

 

  El rubio solo miro expectante, ese cambio no era propio del CEO. De pronto sintió como unos brazos rodeaban sus hombros mientras le regalaban algo que jamás creyó poder ver nunca.   

 -Jo…- susurro cerca de su oído.- me lo prometiste.- termino besando su mejilla. 

 -Mi niño, oh!.- esbozo una sonrisa la señora azakura.- Joven Seto-kun no sabia que ustedes….  

Ambos señores sonrieron ante esto. Al igual que el morenazo que solo contemplaba todo, si el era amigo de aquel rubio y sin duda lo quería eso era mas que obvio. Por ello si su amigo estaba en manos del como el lo decía “Mejor cocinero de todo Japón y el mundo” se alegraba. 

 -Jo-chan haberlo dicho…. Ma…. No que puede quedarse?.- pidió el menor, con una angelical carita.- Shi?.-   

-Ok.- dijeron ambos mayores entrando al restaurante.  -Pero que eso no opaque el buen labor de mi cocinero ne?.- dijo jun entrando apresurado, mientras hacia un gesto que no fue muy bien recibido por ambos muchachos. 

  Silencio… 

Incomodo sin duda dada dicha posición en la que ambos se encontraban, el moreno tomando la cintura de  “Su niño rubio”…

 

 

  

-Y, bien espero.- dijo seco el moreno.  -Que?.- el rubio parecía no entender nada.  -Pues el grito del.-gesticulo con ambas manos algo gracioso.- “Maldito Ricachon engreído quien te dio el permiso de llamarme por mi NOMBRE”.- termino viéndolo.  El rubio solo sonrió, camino despacio hasta entrar en el restaurante. Luego volvió un poco y encontró su mirada mientras sonreía de una manera que ilumino todo. 

 -Pues…- suspiro.- Mi permiso lo tienes desde hace mucho.- termino entrando por completo.  El ceo, sonrió. Tal vez tener a ese niño le daría la oportunidad que desde hacia mucho estaba buscando.

Camino unos pasos entrando, no sin antes poner el cartel de

 

   “Abierto”…

 

  ************************************  

 

 Decir, que al principio se llevaban bien seria más que mentir.  El tiempo dicta que una relación como la que ellos sostenían cambie, y de apoco se transforme en algo condenadamente bueno. En exceso eso fue lo que paso con esos dos.  Mientras el lindo rubio descubría poco a poco una faceta un tanto desconocida del moreno, este se deleitaba haciendo de mentor para el niño. 

 Felices fueron los momentos en que la rubia ensoñación descubrió cuanto gusto tenia el ceo con tan poco. Como lo era una buena copa de vino y algo preparado por sus propias manos.  Todo iba perfecto entre celos, por parte del Ceo al descubrir a ese tonto de Jun agarrado de la cintura de su niño, u otras cosa que pasaban en el tiempo que estaban allí, que sin duda solo tomaba las tardes y parte de la noche. 

Los meses habían pasado.

 

 

  Ya la relación de amistad había aferrado barreras, tanto que cierto día…  

-Y bien Jo-chan?.- decía el moreno mas que contento de al fin poder llevar al niño a su departamento. 

 -Buen…pues….es que yo …Jun-kun, seria una molestia además no es tan lejos.- trato de escapar el rubio.  

-ya Jo-chan te llevare, es muy tarde. Y la verdad pensándolo bien.- término llevando unas manos a su boca.- No que tenias que comprar algo?.-

  El rubio trato de decir algo pero sus manos le jugaban una mala pasada. Donde demonios había quedado el aguerrido Joey Wheller?.  

Fácil, relegado cuando al fin pudo estar al lado de su morena divinidad. Trato de decir algo, pues sus palabras no salían. Sentía sobre si una pérfida mirada. Sentía como la clavaban en su cuerpo como desnudándolo. Sabia de quien se trataba, y ahora que lo pensaba, últimamente había sido mas y mas.

 

 Si bien ambos eran amigos y de un modo u otro trataban a menudo, podía sentir sus ojos clavados en su cuerpo mucho mas cuando el estaba junto a alguien que al parecer no era del agrado del ceo. 

 -No… no te molestes caminare.- termino el rubio ya tomando su bolso para dirigirse a su hogar. 

 -Te llevo.- dijo el pelinegro, tomando una mano del niño rubio.- No dejare que a estas horas, vayas solo por ahí.- Todo hubiera salido perfecto de no ser por…  

-JUUUNNN….. Se escucho en todo el establecimiento al parecer la tranquilidad había acabado.Una mota de cabello pelirrojo se lanzo sobre el pelinegro obteniendo un bufido de parte de este. 

 -Karimi-chan, que haces aquí.- El niño, solo sonrió. Se levando colocando una mano en su cadera y la otra en su bokita.  -Vengo a dormir, aquí.- termino señalando el piso.- Tía, dice que prepares el futon.- sonrió a mas no poder, viendo al rubio.- Jo-san.- dijo el niño, ganadose un dulce beso de este.- como stas?.- 

 -Bien, karimi-chan.- sonrió ya caminado hacia fuera mientras el pelinegro trataba de liberarse del agarre de su dulce y pequeño primo.-Se buen niño, y obedece  a tu primo sep^^!.- sonrió el rubio ya saliendo por completo.- Te veo el lunes Jun-kun.- grito desde fuera.  

-Joooooooooooooo  

Siguió, gritando el pelinegro desde dentro del restaurante. El rubio solo sonrió, caminando.Sabía que ni bien llegado el lunes el pelinegro le armaría tal escándalo que estallaría la tercera guerra mundial. Bueno pero eso era el lunes, por ahora solo una cosa ocupaba su mente. Y eso era, saber como haría para poder entregar eso.Si bien lo pensó una y otra ves, y sabia las condiciones que hoy jugaban a su favor. Aun no estaba del todo convencido de hacer algo. Así que con todo en su linda cabecita siguió su camino.

  -Como se lo entregare?.- pregunto al aire, sin notar que de cerca era seguido por una figura. 

-Entregarle que a quien, cachorro?.-  

El aludido giro, viendo allí a su ilusión morena. A penas con el cabello húmedo, al parecer apenas tomo una ducha para retirarse a su mansión. Pudo notar como caminaba hacia el, sonreía. Si a más no poder…

  

-Eh?...Yo…Yo…- tartamudeaba el niño, viendo como el Ceo se detenía a pocos pasos, al parecer sacando una llave para abrir ese Porche.-B…Buenas Noches…Seto.- termino girándose, para poder seguir. Ya mañana vería como hacer llegar eso, una buena alternativa era el correo, si eso haría el correo. 

 Camino unos pasos, el rostro le ardía a más no poder. Su mente giraba, si bien sabia a la perfección que fecha era la que seguía aun no tomaba el valor suficiente para poder declararse. Pero aun sabiendo eso, había luchado por todos los medios pro poder obtener eso.  Desde el momento en que lo vio supo que de seguro seria de su agrado por eso es que tanto había trabajado para poder comprarlo. El regalo perfecto se había dicho. Muy poco le importaba que no tuviera para un mes, eso ya vería como hacer para sobrellevarlo. 

 Sonrió para si, mañana de seguro para ese muchacho seria el día más feliz, lo único que lo ponía por demás triste era saber que no podría estar a su lado. Camino, unos pasos el lunes serie un nuevo día, y de seguro esa persona llevaría eso. Lo único que esperaba era poder verlo, suspiro cuando sintió como su brazo era tomado, giro su cuerpo encontrándose con los orbes azuladas mas hermosas que jamás había visto.  

-Te llevo?.-

 

  -Eh?.- 

 -Si te llevo, cachorro bobo.- sonrió.  Eso si que fue una ilusión, el Ceo sonriendo, no como una mueca falsa, sino una sonrisa genuina y eso hizo más que feliz a ese niño. Además el había pensado en llevarlo, si bien eran amigos jamás creyó obtener un gesto como ese departe del moreno.  

-Y bien, no tengo toda la noche.- volvió a sonreír, pero esta vez de una manera seductora.- O quieres que si tenga toda la noche para ti, Ca…cho…rro…- concluyo, riendo de la cara de su niño. La cual sin duda era el retrato e conmemoración de los bellos y lindos tomates. 

 -ehh…..Yoo…Yooo….- tartamudeaba.- eh….  

-J aj aja ja ,hay cachorro.- sonrió de nuevo.- mejor sube te llevo, ya es muy tarde.- lo tomo de la mano y lo subió a su insuperable auto.  El viaje fue de lo mas silencioso, normal para uno, extraño para el otro. Lo que si el rubio pudo notar de ves en ves fue la mirada por demás penetrante del moreno, y los por demás insinuantes suspiros. Al llegar estaba. 

 -Mañana harás algo?.- dijo de plano el Ceo. 

 -Eh?.-

 -Monólogos es lo único que tienes en tu vocabulario?.- 

 -No.- 

-No, que?.- 

-Que no haré nada, y que no solo tengo monólogos.- 

-Entonces porque solo me respondes con ellos?. Te intimido?.-

 

  -No.- 

-Bien, cachorro esta charla seria mas nutrida si por lo menos no solo respondieras “eh?, o no”, dirás algo mas?.- 

 El rubio, estaba mas que rojo allí muy  cerca suyo estaba la causa de su tormento, y el como si nada. Estaba más que nervioso que hacer o decir. Miro su reloj, debía tener valor. Demonios que el no era una tonta colegiala, era un hombre. Pudo notar cuando el auto freno. Era la conclusión de que ya habían llegado a su hogar. El ceo suspiro… 

-Veo que a pesar de todo este tiempo, aun te desagrado.- dijo esto ultimo con un son de tristeza.- Bueno, ya llegamos.- dijo, para luego abrir la puerta, y lo hubiera hecho de no ser porque en una de sus piernas pudo notar el peso de una mano, y en el aire lo mas hermoso que ese día le pudiera regalar. 

-ME ….ME GUSTAS…- grito el niño. El moreno, observo impávido. No lo podía creer, si bien eso fue lo que escucho aun no lo podía creer.

Giro viendo la visión más bella del mundo. Allí en ese asiento un niño, con una mano sosteniéndola sobre el regazo del ceo, con los ojos fuertemente cerrados, un sonrojo súper notable, y la otra mano sosteniendo algo. Vio como su niño, trataba de abrir sus ojitos. 

-Me…me gustas Seto.- susurro el niño.- Se.- tomo en su mano eso que sostenía con mas aprehensión.- Se, que tal vez yo no. Y que lo que digo sea una locura, pero de verdad me gustas.- termino, alargando su mano hacia el rostro des ceo. Luego tomo aquel paquetito, y se lo dio.- Este es mi regalo.- susurro con todo el rostro rojo.- FELIZ CUMPLEAÑOS SETO.- grito nuevamente bajando rápido el auto dejando aun impávido ceo por demás desconcertado. 

Vio, como ese niño subía escaleras arriba de seguro hacia su hogar.  

Sonrió… 

Ese sin duda, era el mejor cumpleaños que alguien pudiera pedir.  Miro, nuevamente el lugar por el cual el niño se perdió. Giro su rostro hacia el paquete, tomándolo en sus manos y dando paso a abrirlo. Lentamente fue quitando el papel, para observar el contenido. Adentro  una caja de cristal, mostrando la más bella escultura que en su vida hubiera visto. Un dragón blanco de ojos azules enroscado con un dragón negro de ojos rojos, en el medio de ambos brillaba la forma de un corazón, y en el medio de este una inscripción…  

“Siempre tuyo Joey…” 

El moreno solo sonrió, llevando a la boca aquel bello regalo besando con devoción el suave cristal.

Llorando…Si llorando, señoras y señores pues sin duda alguna… ese…

 El día que el maldecía con el alma, el día que supuestamente debía de agradecer, en ver de ser gris como todos los años había adquirido el bello color … 

Del amor…

  **********************  

 

Un estupido, eso es lo que había sido. Se retaba mentalmente…

 “IDIOTA…. Y mil veces idiota, como voy a hacer eso ahora me va a odiar…. Me va a odiar …. Demonios … demonios…” 

Si, como el cahorrito lo decía era un grandísimo idiota, si bien el ya había optado pro mandar el regalo como anónimo y además por correo. Porque no lo había hecho?... Pues bien es que el escuchar esas palabras de su ensoñación lo pusieron muy triste sobre todo ver los ojitos triste cuando lo decía. 

“…Veo que aun te desagrado” Como si quiera, podía el ceo pensar eso, si el Joey Wheller. Amaba…

 Si, amaba, con todas las letras a ese moreno… Tal vez por eso fue que decidió armarse de valor y decir todo, pero sobretodo esperando nada a cambio, por ello hizo esa confesión y luego el regalo. Por supuesto no se quedo siquiera a escuchar nada, ni ver el rostro de su amor. No quería llorar, no pretendía siquiera ver su reproche o su negativa. Solo, sabía que llegado el lunes, renunciaría. Si eso es lo que haría de seguro el Ceo lo detestaría por lo dicho. Suspiro, ya estaba resignado. Hacia media hora su mundo era perfecto pero no tenía que abrir la bocaza y arruinar todo. Bueno si después de todo el era el

 “tonto wheller? no?. 

Pues entonces si podía arruinar todo. Suspiro, ya era hora de ir a tomar un baño, y sufrir. Pues eso es lo que haría esa noche y ese jueves, ya que no tenía ni ánimos de ir al colegio. Lo mejor seria esperar ese lunes y renunciar, ya encontraría otro trabajo. Se reclino… suspiro hondo y se paro de ese sillón.

 Camino, unos pasos cuando escucho unos golpes en la puerta. Se sintió intrigado pues el no esperaba a nadie. Además ya había pasado más de media hora desde que dejara al Ceo, y de seguro no era como si este estuviera del otro lado de la puerta. 

Abrió esperando cualquier cosa, o a cualquier persona menos a aquel ser que sin esperar siquiera, una mínima palabra se abalanzó, contra el rubio. Uniendo sus labios a aquellos que tanto había deseado, el beso fue frágil, sentido. Miel, puro néctar, salido de los labios de aquella majestuosidad rubia, sentía como poco a poco era guiado hacia dentro del departamento, como era tomado en vilo y guiado hacia el sofá, como era recostado… Poco a poco, sintió como su corazón latía a más de mil por hora, sentía como esa mano intrusa aun estaba en sus ojos, como estos eran tapados, como los labios de aquel intruso aun vagaban por los suyos propios. Cuando la exploración fue más que suficiente y el aire poco, ambos se separaron. El moreno se encontraba encima del rubio, este poco a poco abrió sus bellas amieladas no creyendo lo que sucedía, lo que estaba pasando. 

 -Es un sueño…- susurro, sacando la risa del mayor.- verdad?.- dijo al aire mientras suaves lagrimas salían de sus ojitos. 

-No, no lo es.- suavizo el rostro el niño.- Así, como no lo es el hecho de que es el mejor cumpleaños de mi vida.- sonrió con tan naturalidad que el niño rubio solo pudo abrazar ese cuerpo que tanto amaba. 

-Oh, seto…. No sabes lo feliz que soy, creí…-titubeo, mientras las lagrimas bajaban.- creí que no, me corresponderías, Oh seto te amo tanto!.- dijo el niño, ganándose un suave beso. 

-Te amo.- susurro en el oído del niño, el ceo. 

-Yo también te amo seto.- El abrazo solo duro unos minutos ambos estaban tan complacidos el uno con el otro. Se amaban y aun a pesar del tiempo que pasara, todo era como debía ser. El ceo estaba feliz de pasar por fin su primer cumpleaños sin ninguna circunstancia triste y con la dicha de un nuevo amor.

 El niño rubio abrazaba ese cuerpo que había aprendido a amar de apoco, puesto que señoras y señores las cosas se aprenden de a poco. Suspiro, sintiendo los suaves besos del moreno en su cuello, el gentil vaivén de su cuerpo sobre el suyo… 

-Me encanto.- dijo el ceo, mientras se levantaba del cuerpo de su niño.- Me encanto, es lo mas hermoso que me regalaron.- susurro en los labios de su niño.

 -Mi seto.- sonrió Joey. Luego pícaramente cambio su semblante.- Pero.- puso un dedo en los labios del moreno y luego lamió la extensión de este.- Ese no es mi único regalo.- sonrió, perdiendo por fin toda vergüenza.- El ceo, sonrió ante tal acción, su niño si que era desinhibido. 

-Y, bien mi señor, cual debo creer sea su otro regalo?.-pregunto. 

-Eso, usted deberá de descubrirlo.- sonrió levantándose y guiando a su ahora amante a aquella que seria una de las noches mas apasionantes. Y para mi dulce niño moreno, la primera de todas las fechas más importantes, aquella que se supone es la mejor del año… 

El mejor de todos los cumpleaños!... El primero que pasaría al lado del ser que más amaba, y del cual ya nunca más se separaría.  

-Feliz, cumpleaños Mi Seto…   

 

 The end!. 

 

Nota de autor: Como están mis niñ@s!, que tal su vida, pues yo muy feliz. Recién he podido volver del Doc con noticias mas que buenas, una buena amiga me dejo un lindo RR en Esperanza dándome ánimos, y ahorita luego de un tiempo no tan largo puedo al fin decir que mi situación poco a poco esta mejorando, por una linda niña me he enterado que en este lindo día es la fecha del nacimiento de mi adoración morena, que junto a mi santísima belleza rubia me hacen los días muy placenteros. Je je, a decir verdad muchas son las razones por las cuales el día de hoy es un día feliz, pues al parecer haré mi primera publicación a nivel Doujinshi-manga, soy feliz. Y si bien conciente de que no soy tan buena, ni tampoco tengo en este momento la salud para esto me he alegrado saber que gente considera que mi trabajo es como me lo dijeran “Excelente”. Je je , mi lindo moreno pasara junto a su rubio adorado un muy feliz cumple. Pido disculpas si no puse Lemon, ya saben no soy buena escribiéndolo. Pero si dibujándolo a quien desee un lindo lemon dibujado de Joel y seto ya saben mis dires están a su disposición. Este pequeño tributo a mi adorado moreno me costo un poco, ya que el día de ayer no tuve mucho tiempo y como he andado mucho en el medico pues ni modo pero me di un tiempo y faltando anas clases pude terminarlo. Espero que a cierta personita le guste.

^O^! Lindo Neko que la pases muy bien que yo te doy pastel, si tu me das al lindo cachorrito…. Je je para tod@s las fans de este lindo niño… 

Disfruten!^O^!!!

 Y mis niñas, este es mi dulce regalito para el ceo adorado, aunque uno es un poco viejito…. Ok ahorita si me despido esperando verlos en mis otros fics… Mikaria Karter. © 
Notas finales: ^comentarios ya saben abajito que yo feliz de recibierlos y contestarlos___

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).