Habían pasado tres semanas desde que nos vimos por última vez y la verdad es que les noté muy cambiados. Jorge se mostraba frío, arrogante, demasiado misterioso. Estaba distanciado de todos nosotros y eso no me gustaba para nada.
Por su parte, Saúl se veía cabizbajo. Demasiado apagado para sus costumbres y cada vez que miraba a Jorge los ojos se le llenaban de lágrimas no podía mas que agachar la cabeza.
Pasaron las clases de ese primer día de nuevo trimestre como un soplo de aire y pronto ya estábamos a última clase, en tutoría. Como siempre y para no variar, formamos nuestro corrito para jugar a juegos de cartas y palabras. La mirada asesina que Jorge le dedicaba a María, era tan dura que aun estoy buscando en enciclopedias el adjetivo adecuado para demostrar el cúmulo de sentimientos dañinos que salían por sus pupilas. La muchacha que por supuesto no estaba al tanto de la "relación" que el pequeño mantenía con el que seguro se había enrollado en las cenas navideñas, le preguntaba por su estado de ánimo haciendo el tonto como siempre.
Saúl no se había movido de su mesa, estaba apoyado en sus brazos, como si se dispusiera a dormir, pero simplemente miraba por la ventaba a las gotas de fina lluvia que empapaban los cristales haciendo que se empañaran.
Se quedó tan sorprendido como yo, cuando unos toquecitos en su hombro derecho le hizo girar al cabeza. Allí estaba Jorge, mirándole con sus ojos chocolate, notando el enrojecimiento en las orbes de Saúl. Se agachó y comenzó a susurrar en el oído del mayor. Después ambos hablaron con nuestra tutora y desaparecieron por la puerta. Yo, a la velocidad de la luz me hice la enferma y salí también... ya no estaban. Era prácticamente imposible que les hubiera dado tiempo a salir así que me acerqué a la puerta del baño de los chicos para escuchar. No me equivocaba, estaban allí.
_ Jorge, por fa...
_ Calla, no quiero que salga ni una palabra de ti ¿lo has entendido?
Lo que vino después de verdad que no me lo esperaba. Oía infinidad de ruidos demasiado extraños. Primero lo que identifiqué como la puerta de un baño abriéndose, alguien sentándose en la taza y mucho movimiento encima de ella.
Mis oídos percibían jadeos, gemidos ahogados frustradamente... era tan claro que se succionaba algo... que algo entraba dentro de otro algo. Se oyó perfectamente que ambos llegaron al orgasmo y las respiraciones ahogadas después de ello.
Mi boca estaba casi tan abierta como mis ojos. No podía ser. Después de todo lo que había sufrido Jorge no podía estar tirándose a Saúl como si tal cosa, ese no era mi Jorge... pegué de nuevo la oreja a la puerta para escuchar para ver si decían algo.
_ Jorge ¿Por qué has hecho esto? Déjame que me explique...
_ No tienes nada que explicar. Por lo que a mi respecta, esta relación nunca pasó los límites de lo carnal. Tu haz con tu cuerpo lo que quieras que yo haré lo propio con el mío. Ni yo te debo nada ni tu a mi.
Los pasos se acercaban hasta mi posición y sentí miedo de ser descubierta, aun así no me moví ni un ápice.
_ Para mi si ha sido algo mas que sexo...yo te quiero
_ Vaya, ¿así que morrearse con María es tu manera de demostrármelo?
_ No fui yo. Ella fue quien me besó.
_ Claro, lo olvidaba. Tu solo le abriste la boca para que pudiera meterte la lengua a placer...
_ Además, yo iba muy borracho...
_ Pues no haber bebido.
De un salto me introduje en la puerta de enfrente, en el baño femenino, al mismo tiempo que Jorge salía del de su sexo triunfante. Se había vengado de Saúl dándole de su propia medicina. Posiblemente se hiciera mas daño a si mismo que al mayor, pero como mucho después me confesó le recompensó en sobremanera.
El curso fue transcurriendo sin más actualidades en la vida de mis dos amigos. Todo parecía perdido. Saúl no hablaba a Jorge y Jorge no hablaba a Saúl. Las pocas veces que cruzaban alguna palabra era por una necesidad mayor.
A mi corazón le dolía mucho aquello e intenté que al menos la amistad que antaño tuvieron no se echara a perder, pero la amistad y el amor son mala combinación...
Un día, sin embargo, vi que Saúl escribía mucho en una hoja arrancada de su cuaderno. Movía su mano de manera hipnotizante, rápida. Llenó las dos caras de la hoja cuadriculada y la dobló con cuidado guardándola en su abrigo. Me pareció un poco raro que hiciera eso, pero le resté importancia y seguí atendiendo en clase.
En el recreo Jorge me llamó con una sonrisa en los labios y me cedió un trozo de papel plegado. Lo fui desdoblando con cuidado hasta que descubrí la minúscula letra de Saúl en ella. Miré a Jorge para pedirle el consentimiento de poder leer algo tan íntimo, asintiendo él.
"Hola Jorge:
Llevamos ya sin hablarnos mas de un mes y me está matando esto. Nunca quise hacerte daño. Simplemente pensé, al venir tu con Ali a la fiesta que no te importaba y que te avergonzaba estar conmigo. Por eso bebí tanto aquella noche. No es que me esté excusando porque sé que lo que hice no tiene perdón, pero aun así te pido que vuelvas a hablarme como antes de que todo esto pasara. No solo eres lo que mas quiero en este mundo, si no que te considero un gran amigo que no me gustaría perder.
No se muy bien explicar lo que pienso, pero bueno, lo que quiero decirte es que aunque no espero que me perdones, porque no me lo merezco yo te voy a seguir queriendo porque nunca he querido a nadie como te quiero a ti.
En fin, espero que algún día pueda ser capaz de demostrarte cuanto te queiro.
Perdón, perdón, perdón, perdón, perdón, perdón, perdón, perdón, perdón, perdón, perdón, perdón, perdón, perdón, perdón, perdón..."
Y así seguía hasta terminar las dos caras. Jorge me preguntó que que opinaba. No pude mentirle. Le dije lo que pensaba. Creía que todo el mundo comete errores y que hiciera lo que hiciera: perdonarlo y continuar con la relación, perdonarlo y quedar como amigos o seguir en la situación actual; lo mejor era hacerlo ya porque lo peor es que existiera un periodo de confusión entre ellos, las cosas siempre han de ser claras.
No se si la decisión de Jorge fue la mas acertada, pero al menos pudo devolverles a ambos un atisbo de la alegría que ese desagradable percance se había llevado.