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Jorge y Saul por Bellatrix

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Notas del capitulo: Bueno aqui traigo el segundo capitulo de esta historia un poquito biografia...espero que lo dsfruteis
 

Se denotaba humor en sus tonos de voz, pero sabia lo burro que se ponía Saúl cuando perdía los nervios, así que ni corta ni perezosa me interne en el retrete y la imagen que vi me dejo bastante shockeada...

Jorge con la espalda apoyada en la pared, siendo sujetadas sus manos por encima de la cabeza con una de Saúl, mientras que este tenía una rodilla entre sus piernas y le apuntaba con el frasco de colonia. Ninguno de los dos se percato de mi presencia y Saúl comenzó a acercarse felinamente al cuello de Jorge para susurrar en su oído, tan flojo que apenas pude oírle:

 

_ ¿Y si ahora quisiera hacerte lo que me diera la gana, que?

 

El pequeño cuerpo de Jorge se tenso ante la caricia del aliento de Saúl. Intento zafarse del agarre, pero apenas llegaba con las puntas de los pies al suelo. Su respiración se agitaba y Saúl lo miraba divertido, incluso con burla y no aguante más.

Le pegue un empujón a Saúl, quedando Jorge tirado en el suelo, agotado. Le ayude a levantarse y nos dispusimos a salir de ahí.

 

_ Eh Jorge no te enfades, que era broma.

 

Ni siquiera se volvió a verle. Pasamos a clase, no sin antes hacerme que le prometiera que no se lo diría a  nadie. Nos sentamos a jugar a las cartas con los demás, pero yo pronto me escabullí al pasillo, donde encontré a Saúl sentado en un radiador.

 

_ Te has pasado Saúl.

_ Pero si ha empezado el...

_ No  tiene que ver, tío. Te has pasado tres pueblos. Se ha enfadado contigo y mucho.

_ Pues que se enfade...

 

Estaba claro que ahora no se podía hablar con el. Cuando se ponía sabiondo era inaguantable. Volví a entrar y me encontré con que Jaime le preguntaba a Jorge al mas puro estilo detectivesco, ya que se conocen como si fueran hermanos. Saque del apuro a Jorge pidiéndole que me acompañara al bar del instituto,  cosa que hizo encantado.

 

La siguiente clase llego y con ella una nueva y, para mi, grata noticia: ese trimestre haríamos acrogimnasia. Ya sabéis, un baile por grupos donde se hacen figuras humanas y pequeñas acrobacias. La profesora nos dejo elegir los grupos. Lo que os voy a contar ahora puede que parezca un poco contradictorio, pero tiene su explicación. Mi grupo estaba formado por Jaime, Jorge, Fernando, Manu, Desi, Maria, Sara y yo. Digo contradictorio porque Desi es mi amiga que me dejo por otras y Maria y Sara son por las que me abandono. Sin embargo, por muy malas que sean son muy competitivas en lo que a notas se refiere lo que daba la garantía de que se trabajaría en el grupo y eso es lo que yo y todos queríamos.

 

Pronto quedamos para ensayar y preparar la coreografía. En mi instituto, acuden alumnos de las poblaciones de alrededor por lo que los  de fuera tenían que quedarse a comer o que los trajeran. A Jorge y Fernando los traían, pero Jaime se quedaba en casa de una tía suya que, casualidades de la vida, vivía cerca de mi casa, por lo que nos íbamos juntos.

 

Hicimos parejas de chico-chica y yo me puse con Jaime, mientras que al pobre de Jorge le toco con la víbora de Maria. Sin embargo, no solo ensayábamos fuera del instituto, si no también en clases de gimnasia por lo que pude ver las reacciones de Saúl ante los movimientos de Jorge.

 

Al ser tan liviano y ágil, Jorge casi siempre coronaba nuestras difíciles figuras sacando muestras de admiración de todos y pude ver como Saúl se moría de envidia. No sabia muy bien si porque le daban a el un poco de lado para atender a Jorge o porque Jorge no le prestaba atención a el.

 

Yo también me lleve parte de ese mal sentimiento de Saúl, ya que en muchas de nuestras construcciones yo sujetaba a Jorge. Recuerdo una en la que sus manos se apoyaban en mis hombros y sus pies en los hombros de Fernando, que mide mas o menos 1'80, por lo que quedaba prácticamente en vertical hacia abajo. Yo le sujetaba poniendo una mano en su pecho y otra en la parte mas baja de su vientre, para darle estabilidad y cada vez que lo hacia Saúl me mataba con la mirada.

 

Me divertía mucho sacar de quicio a Saúl, ya que pensaba que se lo merecía por haber tratado así  al pobre Jorge. Seguía con la mirada cada una de sus acciones cada vez que hacíamos algún paso hasta tal punto que empezó a descuidar su propio baile, llevándose una regañina por parte de su grupo.

 

De nuevo otra noticia nos hizo saltar de júbilo: excursión, excursión a Valencia. Nos apuntamos muchos, tantos que tuvimos que llevar dos autobuses grandes. Yo me senté con Desi, a la cual le gustaba tenerme bien sujeta pues se comportaba como el perro del Hortelano: no comía, pero tampoco dejaba comer. Yo me sentía muy sola, la verdad es que no era un sentimiento era la pura realidad, ya que visite toda la ciudad sin mas compañía que mi sombra. Eso, claro, hasta que Jaime y Jorge me invitaron a ir con ellos convirtiendo ese viaje de pesadilla en uno de ensueño. El día junto a ellos fue realmente estupendo, comiendo, visitando sitios desconocidos...simplemente genial, pero todo se acaba y llego la hora de volver a casa y de separarme de ellos, ya que sus asientos estaban atrás y el mío delante. Desi se sentó con Maria y yo estaba sola y muy, muy deprimida. Me marche lo mas atrás que pude, tumbándome en unos asientos vacíos, intentando aguantar mis lagrimas, las cuales no sabían si eran de odio, frustración o tristeza.

 

Blanca, mi amiga de la infancia me obligo a sentarme con ella, dando la casualidad de que Saúl estaba detrás de su asiento. Les conté toda la historia y ambos me abrazaron y me reconfortaron todo lo que pudieron, consiguiendo que me calmara bastante y dejara de llorar. Un poco mas animada empezamos con el juego perverso al que tan acostumbrados estábamos, dejando un poco sorprendida a Blanca, que rió nuestras ocurrencias. Sin embargo, notaba como Saúl no era el de siempre y le pregunte por la razón de su bajo estado de animo

 

_ No se... Es que estoy dándole vueltas a lo de Jorge. Le he pedido perdón como unas doscientas mil veces y nada.

_ Y ¿Por qué no hablas con el ahora? Esta sentado solo, que Jaime ha ido hablar con Remedios.

_ Y ¿que le digo? Es que ya se lo he pedido de todas las maneras posibles y me ignora o me manda a la mierda...

_ Yo que tu le diría: Jorge, se que soy un gilipollas, infantil, burro....

_ Oye que quiero que me perdone no que tenga mas insultos para decirme..._ me paro levantando una ceja

_ Si..._ me salio una risa nerviosa, pero es que yo solo quería darle ejemplos..._ Bueno, pues eso, le dices que no lo hiciste adrede y que te pasaste, que por favor que te perdone. Te rebajas un poquito...!y ya esta!

 

No muy convencido, se levanto y se dirigió hacia el asiento vació que había al lado de Jorge que miraba distraído por la ventana. No pude escuchar lo que decían, aunque luego ambas partes me lo contaron y prácticamente salio como yo esperaba. Cerraron la disputa con un abrazo, con los típicos golpes en la espalda que se dan los "hombres". Me hicieron mucha gracia.

 

Sin embargo, y en contra de lo que esperaba, Saúl se quedo allí. Sin hablar (cosa todavía mas rara) solo disfrutando de la compañía y el silencio que Jorge le proporcionaba. No podía apartar la vista de donde ellos estaban, me alegraba mucho de que dos de mis mejores amigos se reconciliaran después de tan ridículo enfado.

 

Pronto pude ver como la cabeza de Jorge iba cayendo hasta quedar alojada en su pecho de manera incomoda, pero lo que me provoco un vuelco al corazón fue la manera tan dulce en la que Saúl le cogió entre sus brazos, dejando que descansara en su fuerte torso hasta el final del viaje, mientras el no apartaba la vista del rostro del dormido...

Notas finales: Espero vuestros rr que siemrpe me animan muchio ^^ un bso

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