Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Emparejados por Tsubasa

[Reviews - 42]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Pues, este no es el primer fic que escribe, ni el primero que subo (¿entonces porque mi estomago reacciona como si así fuera ;____;), pero es el primero que subo a amor-yaoi.

Este fanfics esta programado para ser de 4 capis, uno por cada pareja, aunque puede que ponga un epilogo, depende de la respuesta que tenga el fic... sinceramente, me encantaría que alguien me leyera y me dejara algun review, aunque sea para criticarme la única falta de ortografía que no corregi (soy una obsesa de la ortografía)

En fin, me dejo de chacharra que ya los debo estar aburriendo, los dejo de una vez con el fic, que lo disfruten ^o^

Notas del capitulo:

Primera pareja en competencia y la favorita de a loca que les habla: Tobi y Deidara *¬*

(se escuchan los rugidos de la multitud que solo existe en mi cabeza)

Sin más los dejo con el capítulo, sin antes recordarles que ni "Naruto", ni ninguno de los personajes que aparecen ahí me pertenecen, todos son propiedad de un simpatico trillonario japónes, llamdo Kishimoto Masashi, a quien se los tomo "prestados" para escribir las burradas que se me ocurren.

Era una discusión tonta, pensaba el frió rubio. Una discusión muy tonta y sin sentido opinaba, pero eso no evito que esos tres idiotas siguieran peleando.

-¡No les permitiré que lo toquen, frikis de carnaval!

 

-¡Pues mira quien habla, el más normal del grupo, primo de Pinocho!

 

-¡Al menos no soy un estúpido fanático religioso o una comadreja con insomnio, Mister Uchiha soy-lo-más-perfecto-que-ha-puesto-Dios-sobre-la-tierra!

 

-Al menos lo reconoces Pinocho

 

-¡Que no me llames Pinocho, comadreja con conjuntivitis! No me interesa que seas el genio de los Uchiha te mandare con tus ancestros si es necesario para que dejes en paz a mi Deidara-koi

 

-¡¡¿Desde cuando lo llamas Deidara-koi, engendro de madera contrachapada?!! ¡Vamos a fuera a ver cuanto te dura tu famosa inmortalidad!

 

-Bueno, mientras ustedes se matan, yo me llevo a Dei-chan a mi habitación

 

-¡Alto ahí Hidan! ¡Deidara no es tuyo, es mío, así que no se te ocurra tocarle una pestaña!

 

-¿Y desde cuando es tuyo? Además, planeaba tocarle algo más que una pestaña, Uchiha... Ahora, si me disculpas, comadreja cegatona, yo y Dei-chan tenemos que ir a ponerle Jorge al niño.

 

- En tus sueños, parodia de vampiro; seré yo, Uchiha Itachi, el supremo poseedor del Tsukiyomi Mangekyou Sharingan y el Uchiha más sexy que ha existido alguna vez, quien se encargue de tapar todos los agujeros de ese cuerpecito delicioso, kukuku.

 

-Cállense, par de idiotas, si alguien va a estampar a Deidara contra la pared seré yo, y no un par de vanidosos egocéntricos como ustedes.

 

Deidara no sabía que era lo que le molestaba más: que estuvieran discutiendo a voz de cuello y sin ningún pudor que lo iban a violar tan pronto se deshicieran de los otros dos estorbos, o que todos lo vieran como un apetecible y débil ukecín.

Estaba a punto de terminar esa discusión con un C4, cuando una voz conocida lo llamo:

 

-¡¡DEIDARA-SENPAIIIIIIII!!

 

Tobi apareció saltando cual Heidi por uno de los túneles de la Akatsuki-cueva, y se lanzo a abrazar al rubio, como si fuera un perrito feliz de ver a su amo después de que este pasara un largo tiempo fuera de casa. Los otros tres dejaron de pelear y le dijeron miradas llenas de odio mal disimulado al enmascarado, pero Tobi los ignoro completamente, y Deidara sólo suspiro; estaba acostumbrado a las muestras de amor del chico.

 

-¿Qué pasa Tobi ¬¬?

 

-Oh, Deidara-sempai, el Líder me pidió que le diera un mensaje ^o//.

 

-Eres un muy buen chico Tobi, pero ¿Por qué no le das el mensaje a Deidara DESPUES DE HABERLO SOLTADO? -le dijo el dueño del Sharingan, con una vena que saltaba peligrosamente en su frente.

 

Sasori se limito a mirarlo feo y Hidan, le gruño. Tobi se quedo mirando a Itachi (sin soltar a Deidara), con la cabeza inclinada hacia un costado, como si no entendiera lo que decía. De repente, como si le hubiera caído un rayo, soltó a Deidara, y se llevo la mano detrás de la cabeza, mientras reía tontamente. Itachi, Sasori y Hidan se llevaron la mano a la cabeza, y la movieron como si estuvieran confirmando que Tobi era el ejemplar más estupido de la panda de frikis que eran.

Deidara paso olímpicamente de todos, fastidiado de todas las idioteces que tenía que soportar y volvió a preguntarle a Tobi acerca del mensaje

 

-Pues el Líder dice que tenemos que partir inmediatamente hacia el País del Outo, a buscar el jinchuuriki de Houkou, que se encuentra en la Aldea de Sakurasako ^//.

 

-Ok, vamos ¬¬.

 

-¡Espera Dei-chan!

 

Los tres ninjas habían gritado al mismo tiempo. Deidara se dio vuelta para mirarlos, más hastiado que nunca.

 

-¿Qué...?-pregunto con voz de ultratumba.

 

Deidara estaba cabreadísimo y lo notaron. La última vez que lo habían visto así, tuvieron que hacer remodelaciones, porque la mitad de la Akatsuki-cueva se había derrumbado y buscarle un nuevo compañero a Kakuzu.

Fueron 23 segundos exactos de incomodo silencio, hasta que Itachi, con su acostumbrado buen tacto, fue quien hablo:

 

-¿Quieres ir a mi habitación a jugar al Papá y la Mamá?

 

De lo siguiente que se supo, fue de una explosión que se escucho hasta Suna. Cuando el humo se hubo disipado, se pudo ver a Deidara saliendo de entre la nube de polvo, con la cara roja de ira, con Tobi corriendo detrás suyo para no perderlo de vista.

En cuanto a los otros, se podían ver los cuerpos de los tres pretendientes en el suelo, inconscientes. El que había recibido más daño había sido Hidan, que había sido usado como escudo humano por los otros dos, pero como era inmortal, a pesar de las terribles quemaduras en 3º grado en el 110% de su cuerpo, sobreviviría sin problemas.

 

Afuera de la Akatsuki-cueva, Tobi finalmente había alcanzado a Deidara.

 

-¿Cree que estén bien sempai?

 

-No me importa, ni me interesa –le respondió aun furioso.

 

-Jejej, el sempai parece estar muy enojado, pero igual se nota que se preocupa por ellos.

 

Deidara se detuvo repentinamente por el comentario del enmascarado.

 

-¿Qué demonios quieres decir con eso Tobi? ¡Esos estúpidos merecen irse al Infierno!

 

Quería volver a andar lo más rápidamente posible hacia la aldea, pero el sonido de una risita complaciente lo detuvo.

 

-Si lo que el sempai quería era mandarlos al Infierno, pudo haberlo hecho fácilmente… -escucho sus pisadas, acercándose lentamente hacia él-… muy fácilmente…

 

Deidara sintió el sudor frío que corría por su nuca. Casi podía ver aquella sonrisa desvergonzada debajo de esa mascara en espiral y esos ojos llenos de malicia.

 

-En realidad –continúo Tobi- sempai es muy considerado, siempre preocupándose por los demás…

 

Se acerco descaradamente y le susurro sensualmente al oído del rubio:

 

-Porque si realmente los hubiera querido ver muertos, sólo tendrías que habérmelo pedido y hubiera acabado con esas asquerosas alimañas, que se atreven a soñar con tocar tu hermosa piel… -era un tono cargado de odio, pero también rebosante de sensualidad y erotismo-… les hubiera arrancado los brazos y las piernas a mano limpia, hubiera sacado sus ojos de sus cuencas, para detener esas miradas llenas de lujuria mal contenidas, hundido mis manos hasta el fondo de sus pechos, y reventado sus corazones como pompas de jabón…

 

No podía evitarlo. A pesar de las horribles cosas que le susurraba, la respiración sobre su oreja, una cálida caricia donde no llegaba a tocarle la piel, lo estaba volviendo loco. Sus mejillas estaban sonrojadas y su corazón palpitaba como loco. No lo miro, para evitar que viera sus ojos llenos de vergüenza por su poco autocontrol ante su tentadora voz.

 

-Pero, en el fondo, muy en el fondo, no querías que los matara, por eso tenías tanta prisa por irte, mi amado sempai.

 

Lo sostuvo por la barbilla y lo obligo a mirarlo. La mejillas del rubio encendidas como flores de cerezo a punto de florecer, el ceño levemente fruncido, el delicado sonido de su corazón, que se había vuelto a acelerar ante el toque del moreno. Tobi pudo sentir su propia excitación cobrar vida ante el rostro de su sempai. Era la imagen misma del erotismo. Conocía poco de arte, pero estaba seguro que Deidara era la más bella de las obras de arte del mundo.

Se saco lentamente la mascara y un único ojo escarlata se fijo en los azules del rubio. Deidara se sonrojo aun más y desvió la mirada, mirando cualquier cosa que no fuera ese único ojo. El moreno sonrió con algo semejante a ternura en los rasgos de su cara y abrazo a su amado sempai.

 

-Eres muy tierno sempai ¿lo sabías? ^//

 

-Cállate Tobi, tenemos una misión que cumplir y el País del Outo queda muy lejos aun ¬//¬

 

-Como digas Deidara-sempai. Parece que estaremos viajando durante un tiempo bastante extenso ^//

 

-Ni que lo digas, aunque no me importa; mientras más tiempo nos tome, más tarde volveré a ver a esos idiotas y a escuchar sus tontas discusiones ¬¬*

 

-Tienen razón, sempai: discutir por quien se queda contigo es bastante tonto…

 

Antes de que pudiera reaccionar, Tobi lo atrajo hacia si, devorando su boca en un profundo y apasionado beso, que el otro no tardo en responder. Las lenguas peleaban dentro de sus bocas una guerra que ambos querían perder, en una salvaje danza de lujuria. Cuando se separan, la piel del rubio volvía a estar sonrojada, haciéndolo sumamente apetecible a los ojos del monocular, a quien se le dibujo una sonrisa de satisfacción en los labios.

 

-Es muy tonto discutir por algo así, porque es obvio a quien perteneces.

 

Deidara frunció el ceño, mientras sus mejillas brillaban de vergüenza y rabia. Le pego un único coscorrón al que tenía enfrente y se dio media vuelta, caminando directo hacia el País del Outo.

 

-¡Deja de decir idioteces y date prisa estúpido cerdo pervertido, que no tenemos toda la vida para cumplir esta misión! – le grito al llegar a los lindes del bosque.

 

Tobi sólo sonrió y volvió a colocarse su mascara tranquilamente, pero tuvo que echar a correr cuando vio a uno de los pájaros de arcilla de Deidara elevarse sobre las copas de los árboles y volar a toda velocidad hacia el País del Outo.

 

-¡¡Sempaiiii!! ¡Espéreme! ¡No me deje abandonado aquí, no sea cruel! ¡¡Sempaiiiii!!

 

Deidara tenía las manos sobre los oídos y canturreaba: “No puedo oírte, no puedo oírte, no puedo oírte”, mientras aumentaba la velocidad.

 

-¡¡¡¡¡SEMPAAAAAAAAAAAIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!!!

Notas finales:

No estuvo tan malo, creo yo (humildad aparte)

Esto no podía decirlo hasta terminarlo, pero gran parte del capítulo estuvo basado en esta imagen.

http://mikutashi.deviantart.com/art/Seeeeennnpppaaaiiiiiiiiiiiiiii-59274746

XDDD, adoro a esta pareja, me hacen reir tanto XDDD

Dedico este capítulo a la maravillosa Mikutashi-sama y a sus magnificos dibujos ^^

http://mikutashi.deviantart.com/


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).