Tu lo sabes, yo lo sé...
Detengo este momento y lo grabo en mi memoria, como muchos antes. Hasta el más insignificante detalle queda guardado en mi cerebro. Cada una de tus expresiones son interpretadas en un precioso código del que amo participar.
He aprendido... te he aprendido, y sabes que lo he hecho, aunque realmente no me importe que tanto lo odies, ya que has pasado una vida entera tratando de ocultarte en una máscara de indiferencia. Que por cierto aborrezco... te daña, me daña.
Puedo decir muchas cosas de ti, como que amas las noches, pero odias dormirlas, que te atormenta tu pasado y te calma mi presencia. Puedes reírte, pero se que ahora mientras jugamos a odiarnos, tu corazón late más fuerte que de costumbre, qué como lo se?, tengo en mi cabeza cada una de tus miradas y tus ojos brillan de una manera distinta.
También puedo decirte que seguimos en este juego porque me conoces como nadie y sabes que mi reacción es distinta cuando estoy con tigo, que me sudan las manos, que se me paraliza el cuerpo, me cuesta pensar y en ocasiones, cuando me sorprendes en las noches, me cuesta hablar.
Me conoces perfectamente, sabes que frase seguiré y como reaccionaré, al igual que yo con tigo. No trato de evitarlo, es más, hasta me atrevería a confesar que me gusta.
Este juego se esta agotando, podría seguir describiéndote eternamente, hay muchas cosas nuevas de ti cada día, podría seguir pretendiendo que te odio y podrías hacerlo con migo. Y lo que voy a hacer ahora es algo completamente fuera de mi, pero... absolutamente necesario.
Quién te conoce más que yo? Puedes responder a eso? Porque esa sería la única forma de detenerme...
Interrumpo tus constantes insultos y me acerco a ti lentamente, con algo de miedo debo decir. No opones ninguna resistencia y tampoco me respondes con una provocación. Esta nueva cercanía, la estas disfrutando no?
Por un momento, ya cerca de tus labios me detengo, aquí se termina mi análisis, es hasta aquí donde se lo que va a pasar y no se si pueda continuar.
Diablos, me asusta pensar que saldremos lastimados, pero aun así, este miedo no es suficiente para alejarte.
Dudo, demonios , no puedo evitarlo. Lo esperas? Lo necesitas tanto como yo? Es verdad que te conozco? Si si lo hago, y se que esto no es algo solo mío, verdad? Ren... dame alguna señal.
-yo...- digo patéticamente, eso era exactamente lo que no tenía que decir... maldita sea...
-horo- susurras, aléjate ren, aléjate lo antes posible, no quiero estropearlo pero...
al diablo con todo
tomo tu cintura y te acerco, no me detienes pero tampoco me sigues, se muy bien lo que es eso...rozo apenas tus labios esperando una respuesta que pronto llega. Tus manos se entretiene en mis hombros mientras buscas más profundidad y no dudo en otorgártela.
Si esto esta mal no lo se, y no podría importarme menos, solo se que esto que nace tanto de ti como de mí... esto es algo que hemos esperado por demasiado tiempo y...
demonios ren besas tan bien...
Fin?