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CHOCOLATES Y ROMPECABEZAS por sank

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                                                PRIVILEGIO 

Ya era hora de dormir en el orfanato donde residían los adolescentes Near y Mello. El primero era un tranquilo adolescente de cabellos blancos  y el segundo, un rubio adolescente temerario y siempre con deseos de obtener lo que quería. 

Near ya se estaba alistando para sonar con los angelitos, cuando de pronto la puerta de su habitación se abrió sorpresivamente. 

– Hola Near  ¿ya vas a dormir?

–…Qué quieres. ¿Acaso vienes para tener sexo? – dijo Near dejando los rodeos.

– Pues claro. Para que otra cosa crees que vengo a esta hora – respondió de una manera fresca.

–No haces más que buscarme para eso. Hoy estoy cansado.  Mejor otro día – agregó el lindo y adorable peliblanco metiéndose bajo las sabanas. 

 Mello, sin hacer caso a las palabras de Near,  se dirigió hacia la cama y también se metió bajo las sabanas, exactamente encima del peliblanco. 

– Mejor no pierdas tiempo negándote. Sabes que me gusta obtener lo que quiero –Mello sujeto las manos de near con las suyas.

– Pero ya lo hicimos ayer. Estoy cansado. Ya no me molestes ¿Acaso piensas forzarme?

– Near, eso no será necesario, siempre te niegas  y al final terminas cediendo –Mello comenzó a besar, bajo las sabanas, a Near.

  Lo que dijo el rubio resultado cierto, pues Near comenzó a ceder a sus besos y caricias. Ellos  comenzaron a jugar bajo las sabanas. 

Por el pasillo un pelinegro delgado y con unas notables ojeras estaba dando algunas rondas por el pasillo de las habitaciones, cuando de pronto escucho por cierta habitación gemidos no tan audibles.

Muy despacio, el moreno, abrió la puerta de dicha habitación y prácticamente se quedo desconcertado, pues comprendió que bajo las sabanas había más de una persona.

Los adolescentes se dieron cuenta y por ello,  buscando de cualquier forma ocultarse, se cayeron por el lado de la cama que el moreno no podía ver. 

– Qué está pasando aquí. A ver, a ver – dijo acercándose para ver por el otro lado de la cama que no estaba al alcance de su vista. 

Cuando se acercó, pudo ver a Near asomado y cubierto por las sabanas. Era  obvio que él no era el único que estaba bajo las sabanas. 

– Elle… no te preocupes, sólo me caí de la cama, pero ya estoy bien… Ya te puedes ir –dijo Near fingiendo estar tranquilo. 

Elle, como se llamaba el moreno, tiro un poquito la sabana para poder descubrir la cabeza oculta de Mello. 

– Hola, Elle, Que tal te va – saludo disimulando – sólo estábamos tendiendo la cama y nos caímos. Eso fue lo que pasó.

– Sí,  eso fue lo que paso – agrego Near, apoyando a Mello. 

Elle se quedó mirándolos sentenciosamente. 

– Mocosos ¿Creen que soy un tontito? .como se les ocurre que yo pueda creer esa  gran mentira. ¿¡Como es posible que estén tendiendo la cama desnudos y a la media noche!?

– Bueno, al menos lo intentamos – pronunciaron los dos al mismo tiempo.

– Ya, mejor a dormir tranquilos. Cada uno en su cama y ya hablamos de esto mañana, pues ya es muy tarde para hacerlo ahora. 

Elle salió de la habitación, dejando a los adolescentes. Ellos, apenas Elle serró la puerta, continuaron con lo que había sido interrumpido. 

La noche paso, como siempre, muy rápido y los rayos del sol ya estaban acompañando la mañana. Near y Mello no hacían en todo el día mas que escabullirse de Elle, pues no querían afrontar el regaño. 

– Mello,  Ya te atrape. Ven aquí – dijo Elle  luego de una larga persecución a Mello. 

Mello no tubo más opción que seguirlo. El recorrido fue hacia un salón vacío y no se sorprendió ver a Near sentado en una carpeta jugando con su caballo. Near había sido el primero en caer. 

– A ver chicos, voy directo al grano. ¡Qué diablos les pasa! Desde cuando iniciaron sus encuentros clandestinos. Como es posible que ustedes siendo tan jóvenes estén haciendo eso y…

– Ya,  Elle, no seas envidioso y mejor consíguete un novio – interrumpió Mello descaradamente.

– ¿¡Qué cosa!?Pero que niño más respondón.

– Seguramente nos trajiste aquí para interrogarnos sobre nuestras técnicas en la cama. Sí seguramente es eso

– agregó el rubio.– Ya Mello, cállate – exigió el peliblanco cubriéndole la boca al rubio.

– Además no somos tan jóvenes. Yo ya voy a cumplir quince – dijo Mello, quitando las manos de near de su boca.

– Sí,  que gran hombre es usted, senor rubio – respondió Elle de una forma sarcástica.

– …  

Luego de una pausa para mantenerse calmado, elle reinicio la entrevista. – Bueno, al menos se habrán cuidado.

– ¿Cuidarme’ ¿para qué? mi Near nunca se va a embarazar.

–…Bueno, en verdad…este… ya,  ya,  ya. Lo digo por las enfermedades.– Ah, si es por eso, no te preocupes, pues yo sólo lo hago con mi Near y siempre lo voy a hacer sólo con él. 

Luego de escuchar ese pequeño discurso, Near se quedo con la boca abierta de lo sorprendido que estaba. 

– ¿De verdad sólo piensas estar conmigo?

– Pues claro. Tú que pensabas.

–… Bueno, yo pensaba que solo estábamos jugando. Todo este tiempo nunca traté de tomarte en  enserio.

–  ¡Que nunca que! ¡Pero por qué Near!

– Ya te lo dije, yo pensaba que estabas jugando conmigo  – respondió el peliblanco muy relajado – además que me odias y todo eso por ser más inteligente que tú y dejarte en el penoso y marginado segundo puesto.

–…Cuando salgamos no va a existir ningún primer puesto, además yo soy el que tiene el control de todo.

–…Entonces, lo que me dices mientras hacemos el amor es cierto  y cuando me dices que te diga todas esas frases y…

– Near se cubrió la boca, muy sonrojado,  al darse cuenta de lo que estaba diciendo en frente de Elle.

– Bueno, entonces ¿lo podemos intentar? –agrego Mello impaciente por escuchar la respuesta de Near.

–…Sí, pues supongo que es una propuesta oficial – Near se lanzo a los brazos de Mello muy feliz por lo que estaba pasando –En verdad, yo siempre te quise y te quiero , pero  no quise tomar en serio lo que hacíamos , ya que no quise comprometerme sentimentalmente porque tenía miedo salir lastimado.

–Que bueno, ya me estaba asuntando pensar que andas jugando por ahí con todo el mundo.

–No digas eso – Near se comenzó a engreír en los brazos de Mello. 

Elle se comenzó a sentir marginado  en la conversación ya que los adolescentes comenzaron a iniciar conversaciones que sólo los involucraba a ellos. 

– Bueno chicos, recuerden que igual tiene que cuidarse...en vista que todo esta bien, los puedo dejar continuar con el día.

– Sí,  Elle –dijo Mello, acurrucando y engriendo a Near con sus brazos – y hazme caso, consíguete un novio. Ya eres muy mayorcito y no queremos verte solterón toda tu vida. 

Muy ofendido Elle, viendo a los jóvenes, se detuvo en el umbral de la puerta, para sorprenderlos con lo que les iba a decir. 

– Para tu información, muchachito, yo ya estoy casado – dijo Elle, mostrando muy orgulloso  el anillo que tenia en sus dedos.

– ¿De verdad, Elle?  – Dijo muy animado Near, acercándose para ver el anillo – que bonito está. Nunca me había dado cuenta del anillo.

– Seguramente, ya que es probable que estuvieras ocupado pensando en cierto rubio que conozco –dijo Elle, mirando a Mello de reojo. 

Luego de que Near le sacara información a Elle de  como conoció a su esposo y como se enamoraron, Elle se retiro del salón, dejando a los adolescentes  aún muy sorprendidos. 

– No lo creo Elle casado.

– Sí, quién lo pensaría, pero no te preocupes, yo también te voy a comprar un anillo muy bonito.

– ¿De verdad?– respondió Near  más emocionado –ya me dieron ganas de hacerlo aquí.

– Que bueno, ya que a mi también. 

El salón fue testigo de lo que sus dos únicos habitantes estaban haciendo y desafortunadamente para ellos, Elle regresó y se ganó con lo que acontecía. 

– ¡Mocosos, me voy un momento y ustedes ya…!

– Elle, mejor ve a buscar a tu esposo y no molestes que aun no lo hago en mi near

– interrumpió Mello a Elle muy molesto por la interrupción.

– Ahora van a ver,  ¡Y estoy seguro que no se están cuidando! –dijo por ultimo Elle, más aterrado aún. 

Los días pasaron y los adolescentes estaban volviendo loco a Elle, pues no hacia más que sorprenderlos en lugares inesperados con lo suyo. Para su buena suerte, Mello cumplió los quince muy pronto se tuvo que ir. 

                         ………………………………………… 

Cuando Mello  estuvo fuera no hacia más que hacer su propia fortuna para que cuando Near saliera del orfanato no le faltara una casita bonita donde quedarse. Siempre visitaba a  Near, pues no quería descuidarlo y cuando Near cumplió los quince años, mello se lo llevo a vivir a su linda casita de dos pisos, un inmenso jardín con pileta, piscina, campo de golf,  que por cierto no consiguió aliándose a una mafia ni nada por el estilo.  

Poco tiempo, exactamente al mes, los dos se casaron. Elle no estuvo de acuerdo con la idea de la boda antes que ellos se casaran, pues él consideraba que eran muy jóvenes para casarse, pero el también estaba muy enamorado y pudo comprender la situación de los dos adolescentes. Near y Mello conocieron a Raito, el esposo de Elle. Mello y raito se llevaron de maravilla  y no sintieron ganas de matarse. Al final Elle y su esposo resultaron padrinos de la  boda 

                          ………………………………………… 

El joven matrimonio ya tenia dos años y vivía muy feliz, pero el seme sentía que faltaba algo para que su felicidad sea verdaderamente completa. 

Los dos estaban en su gran habitación viendo un bonito programa en la tele. Mello estaba sentado en la cama y su uke tenia su cabeza recostada sobre las piernas de su él, mientras este ultimo jugaba con los cabellos del recostado. 

– Mello, en que estas pensando – dijo Near al ver a Mello en la luna.

– Sólo estaba pensando que me gustaría tener un hijo.

– Ah, era eso. Yo también quiero. Que tal si adoptamos uno.

– No. Lo que pasa es que yo quiero uno propio. 

No era la primera vez que hablaban de tener un hijo y Near sabia exactamente lo que quería su Mello, pero este nunca se lo había dicho de esa forma. …l se sintió muy incomodo y sin mas se levanto  para irse a esconder en el armario muy afligido. Mello, al darse cuenta de la reacción que había provocado en su uke,  se sintió muy culpable por lo que había dicho.  

– Near, sal del armario. Lo lamento, Nunca debí decirlo.

– Mello, mejor vete y déjame solo – Mello pudo escuchar la vos de Near muy resentida.

– Near, sal del armario. Ya no quiero nada, sal de ahí.

– Si tanto quieres tener un hijo, mejor  déjame y reinicia tu vida. Aun eres joven y puedes conseguirlo fácilmente.

– Near, deja de jugar y sal. Yo quiero tener un hijo propio pero contigo. 

Near salio del armario y abrazo a su Mello como sólo un buen  uke sabe hacerlo. 

– Pero Mello, tú sabes que eso es imposible. Perdóname por no ser…

– No lo digas, Near – lo interrumpió Mello. 

Mello sabia que lo quería era imposible y le molestaba seguir hiriendo a Near con sus ideas y deseos imposibles. Acariciando los cabellos de Near, Mello busco la manera de disculparse con Near por su insistencia. 

La linda pareja se fue a recostar, luego de la pequeña discusión,  en  su lecho matrimonial. Near se quedo dormido, en los brazos de Mello, al momento. Mello se quedo viendo la tele un documental, que recién había empezado y que no sabia de que trataba, desde la comodidad de su cama, abrazando lo que mas quería. 

– Near, Near, despierta – insistía Mello al averiguar de que trataba el documental.

– No, no tengo hambre – respondió Near  dormido.

– Pero, Near, esto es importante – volvió a insistir Mello.

– No tengo hambre – volvió a responder Near. 

El sueño tenía atrapado a Near y por eso por más que su seme insistió él no se despertó. 

                      ………………………………………… 

Al día siguiente Near fue liberado por el sueño, pero, Lugo de mirar al costado de su cama, no encontró a Mello a su lado. Era muy temprano y sintió mucha duda. Cuando se estaba alistando para salir, Mello entro a la habitación con la velocidad de un rayo y sorpresivamente lo  abrazo y besó. 

– ¡Near, Near, no sabes de lo que me he enterado!

– La verdad, no.

– Mira esto – Near vio en las manos de su seme un manual.

– Es un manual – dijo Near muy incrédulo.

– Sí, pero no es cualquier manual.

– No me digas.

– Es el manual que completara nuestras vidas.

– Te dije que no me dijeras.  

Near se sentó en la cama triste. Nuevamente su seme le estaba insistiendo con lo mismo. Para el era muy dura ver como Mello se mostraba con tanto entusiasmo, mientras el sabia que nunca podría concebir un ser dentro de él.

Se sentó a escuchar sin protestar lo que su seme comenzaba a decirle. 

– Mi Near, ayer vi un documental  y dicen que cabe la posibilidad de que puedas concebir.

– ¿De verdad? Eso es imposible. Los chicos no podemos. Ese tal documental debe ser una gran estafa.

– Sí. Cuando vi. el documental  tuve dudas y muy temprano Salí buscar este manual que explica todo muy detalladamente.–

 ¿Y te explica por qué razón los ukes podemos embarazarnos?

– Claro que sí, pero eso no nos interesa.

– ¡Quiero saber! ¡Quiero saber!

– Está bien Near, pero ese tema lo tratamos otro día. Lo mas importante es lo que tenemos que hacer para que pase –respondió Mello mientras habría el manual muy animado

–Este manual esta lleno de reglas, pero  para no complicarnos la vida separa las reglas mas importante. 

Mello comenzó a explicar aquellas reglas, pero Al ver muy desanimado a su uke, Mello se sentó junto a él. 

– Near que pasa. Tú sabes que yo quiero tener un hijo contigo, al menos dale una oportunidad al manual – le dijo abrazándolo muy afectuosamente.

–…A ver cuéntame… de todas maneras, no pierdo nada escuchando.

 Al escuchar  que su uke le iba  poner atención, Mello comenzó a explicarle, nuevamente,  las reglas mas importantes para que él, su uke, pudiera concebir. 

– Primero te voy a explicar  algo importante. De todos los ukes en el mundo, solo un pequeño porcentaje puede concebir. Y de ese pequeño porcentaje  se separan dos grupos.

–…Hasta ahora va muy mal –dijo Near.

–El primer grupo puede concebir fácilmente, y cuando digo fácilmente quiero decir en menos de un año. El segundo grupo que puede concebir  tiene más problemas, pues se demoran en concebir más de un año.

–… Se pone peor – volvió a decir Near.

– El primer grupo puede tener más  hijos sin problemas, pero para el segundo grupo es probable que ya no puedan tener más hijos por lo difícil que se les hace volver a concebir. Y sabes qué, a mi me late que estas en el primer grupo –agrego Mello muy animado.

– Pero, Mello,  tú mismo lo dijiste, el porcentaje es muy pequeño y no creo que yo este dentro del porcentaje que puede concebir, pues ya tenemos una larga vida sexual y nada de nada.

– Near – Mello abrazo a Near – no digas eso, tienes que ser positivo.

– Pero si lo que digo es La verdad – agrego Near, nuevamente muy desanimado.

– Lo que paso fue que no lo hacíamos de la forma correcta.

– Pues ahora estoy más confundido. Acaso   debemos hacerlo de una forma…– Near se sonrojó.

– No es eso, lo que pasa que ese pequeño porcentaje puede concebir pero en un momento determinado y créeme cuando te digo que es un momento determinado, pues  ese momento no se presenta todos los días.

– Entiendo Mello. Seguramente el primer grupo debe tener más de esos momentos y por eso concibe mas rápido y el segundo, pues ese momento determinado debe ser como un milagro.

– Sí mi Near.

– Entonces eso significa que para descubrir si pertenecemos a uno de los dos grupos, tenemos que hacerlo cada rato… Yo no creo que pueda aguantar.

– No digas eso, mi Near, tú eres un niño muy sano y estoy seguro que puedes soportar eso y más.

– Bueno… creo que eso es cierto.

Mello tomo de la mano de Near, quién, Near,  muy extrañado , quiso saber a donde pensaba llevarlo Mello. 

– Mello, adonde vamos – preguntó.

– Al hospital. Vamos a hacerte la prueba para ver si estas dentro del porcentaje.

– Al hospital – Near lucia muy nervioso – yo odio los hospitales. No quiero que se me acerquen esas enfermeras asesinas con sus agujas gigantes – Near trataba de liberarse. 

Mello, luego de convencer a Near, lo llevó al hospital para hacerle la prueba. Una vez en el hospital, Near tuvo que afrontar a una enfermera con una de esas agujas que él detestaba. Luego de ese penoso enfrentamiento, ellos tuvieron que regresar el día siguiente para que le dieran la respuesta.  

Para mello el día que restaba fue muy largo. …l contaba las horas para regresar al hospital y recibir el sobre con el resultado. Al día siguiente, apenas amaneció, Mello se llevo a Near al hospital.

La enfermera, quien había pinchado a Near el día anterior, fue quien entrego el sobre. Mello, apenas recibió el sobre, no hacía más que dar vueltas mirando el sobre muy nervioso. 

– Dámelo, Mello, yo lo abro – dijo Near muy tranquilo.

– Espera, yo quiero hacerlo – dijo Mello muy quieto  y nervioso viendo el sobre.

– Si sigues así, nunca lo vas a abrir. 

Después de estar tan quieto mirando el sobre por largo rato, Mello se decidió  a afrontar la respuesta sea cual sea. Sus manos, muy despacio y temblorosa, abrieron el sobre. 

– Near, quiero que sepas que sea cual sea la respuesta yo nunca te voy a dejar de amar.

–…Ya me estas preocupando, Mello. Mejor te hubieras quedado callado – dijo Near, mientras vía a Mello paralizarse al ver la respuesta.

–…Near…

–… No me digas nada mello. Será mejor que baya a casa y aliste mis maletas para irme.

– No digas tonterías, Near, tú no te vas a ninguna parte – Mello le dio a near un beso muy tierno

– lee el resultado.

– Aquí dice que yo…

– Sí, Near

– Mello abrazo a Near, muy feliz y satisfecho por la respuesta.

– Y en que grupo estoy –Near pregunto muy deseoso por saber la respuesta.

– Eso no tiene respuesta. Lo mas importante es que estas dentro del porcentaje. 

Mello y Near se retiraron del hospital. Ellos se despidieron muy felices de la enfermera, quien se despidió con un hasta pronto.  

En casa, Mello tomo de la mano a Near y lo llevo a su habitación con deseos de intentar embarazar a near. 

–… Estoy considerando la idea de que tengas a tu hijo con otra persona, pues yo no quiero estar gordito – le comunico a su rubio, que  estaba en su encima.

–No digas disparates, Near, yo quiero tenerlo contigo. 

Y desde ese día Mello no dejaba tranquilo a  Near. …l tenia la ilusión de que su near concibiera un hijo de él y por eso siempre le ponía muchas ganas. A Mello no le importaba si estaban en un centro comercial, en una galería o en cualquier lugar publico con tal de cumplir con esa regla, además el siempre le decía a near que quizás ese era el momento en que él podría concebir. También por las noches, cuando Mello se deportaba muy intranquilo diciendo que ese podría ser el momento. Near no hacía mas que hacer lo que su seme quería pues lo vía tan emocionado con la idea y además también por que a le gustaba estar con Mello.

                     ………………………………………… 

El día era muy soleado y Near como buen uke, estaba preparándole la cena a su querido y bien amado seme, con mucho amor. De pronto, sintió  el abrazo de su seme, mientras le echaba sal a su comidita llena de amor. Near, apenas  sintió el abrazo de Mello,  sabia lo que lo esperaba. 

– Near, adivina para que vine – le dijo a su uke

– Para que más vendrías, pues para hacer el amor, supongo.– Pues sí mi Near – agregó besándole el cuello.

– Mello, ya pasaron cuatro  meses y nada de nada. Yo creo que no estoy dentro de ese privilegiado  grupo.

– Pero, Near, el resultado fue afirmativo y además recuerda que tenemos como un año para averiguar si estas en el primer grupo – dijo Mello sin dejarlo tranquilo.

– Ya lo sé, pero que pasa sí no estamos dentro del segundo grupo. Sabes que estar en el segundo grupo es como estar fuera del porcentaje.

– No digas  eso. Estoy seguro que sí estas dentro del primer grupo. 

Near ya había perdido las esperanzas, a pesar de que sabía que tenía que esperar un año para saber si estaba en el primer grupo. A él le daba mucha penita ver a Mello tan animado todos los días.  

– Mello…

– Qué.

– Quiero que sepas que te amo –Near se acercó a mello para que Mello pudiera tomarlo en sus brazos.

– Eso ya lo sé – Mello beso a Near  demostrando quien era el que mandaba.

–Mello… vamos al cuarto – Near apago la hornilla, pues su guiso  de amor ya estaba listo.

– No, yo quiero hacerlo aquí.

–… Ya lo hemos hecho en casi todas la habitaciones de la casa y no creo que aquí sea diferente – dijo Near  dejándose llevar por los brazos de su gran amor. 

Mello desvestía a su near como buen seme y comenzó a acariciar el cuerpo afectuosamente, pues quería que su hijo sea producto de un momento de amor. 

– Near, no has cambiado nada, sigues tan lindo como la primera vez – dijo Mello mientras desvestía a Near.

– Debe ser porque siempre hago dietas –dijo Near con un tono gracioso.

– Pues yo creo que te verías mas lindo gordito. 

Near comenzó a sentir el peso de su bien amado y como siempre se inicio la rutina de amor. Todo estaba muy bien, pero él empezó a sentir mareos y malestares. Sentía que la cabeza le daba vueltas. Near no quería preocupar a Mello, por eso trataba de aparentar que todo estaba bien. A pesar de que Near se esforzaba por no demostrar sus malestares, ya no tuvo más remedio que confesarlo. 

–…Mello…me siento un poquito mal. 

Mello, al darse cuenta de que  su amado Near estaba muy palido, lo recostó en sus brazos.

– Tranquilo mi Near, no te preocupes. 

Mello se asusto mucho cuando se dio cuenta que Near se estaba poniendo cada ves mas heladito y fue aun más peor, pues él  había perdido la conciencia. 

Sin perder  tiempo lo alisto y se lo llevo a su auto, para dirigirse a gran velocidad a un hospital. Mello temía lo peor. Pensó que quizá fue demasiado para Near. Ya se estaba arrepintiendo de haber insistido tanto en la idea de tener un hijo. El  ahora solo quería permanecer al lado de Near. 

En el hospital, Mello no tubo más opción que dejar a Near en manos de los especialistas y contar los minutos para que todo pasara y tan solo fuera un momento desagradable.

Después de una muy larga espera, pudo conversar con el doctor en su despacho. 

– Doctor déjese  de rodeos y dígame que tiene mi Near

– le dijo al médico muy preocupado.

– Muy bien joven, Pero manténgase tranquilo. 

Mello ya estaba perdiendo la paciencia, él quería saber lo que le había pasado a su uke. 

– Doctor… – El paciente estuvo a punto de perder la vida, pero hemos podido reanimarlo 

Mello se quedo desconcertado, pero no dijo nada, ya que quería saber que llevo a Near a ese estado extremo. 

– Felizmente esta muy bien y también el hijo que esta esperando.  

Mello se puso de pie. …l no podía creer lo que el doctor le había acabado de decir. En realidad su Near había concebido de él. Se quedo mudo .luego de salir de la impresión, dentro de el se estaba llenando de mucha felicidad. Había logrado lo que tanto deseaba. Su felicidad fue tanta que hasta se lanzo al  doctor para darle un fuerte abrazo. 

– Doctor, no sabe la gran noticia que me ha dado. Pero que paso con mi near. ¿Acaso el esta enfermito? Por qué pasó eso.

– La verdad… usted tiene la culpa – le respondió el doctor muy molesto.

– Pero yo…– Claro que sí, usted es el único responsable. Parece que usted no le dio la atención necesaria y es por eso que tuvo esta recaída...Supongo que usted sigue el manual del muy famoso documental – le dijo el doctor, al ver a Mello muy desubicado,  sacando el manual de un cajón.

– sí, pero he seguido las reglas. No entiendo en que he fallado –Mello tomo el manual que el doctor le dio – lo he leído todo y no creo haber olvidado nada.

– Ubique la pagina 37  

Mello comenzó a buscar esas famosas reglas, pero el doctor se la quito de las manos al verlo altamente sorprendido. 

– Yo no me di cuenta que faltaba esa… 

– Debió haber sido muy atento al comprar el manual. Le voy a explicar esas reglas muy importantes. La primera es que: si una pareja practica esta propuesta, el uke debe tener un control medico cada semana, para comprobar si ha concebido. Y la segunda regla  prácticamente va de la mano de la primera, pues, luego que se comprueba que el uke ha concebido, no debe realizar ninguna clase de esfuerzo, ya que  el cuerpo del uke no esta preparado para esta situación y es muy riesgoso para él y para el concebido.

– Esa regla es muy importante ­– dijo Mello muy preocupado.

– Sí. Considérese muy afortunado de no haber perdido a su pareja. En realidad me alegro por ustedes ya que no solo es muy difícil que ustedes conciban un hijo. Le aconsejo que cuide mucho de él, pues es muy riesgoso  llevar el embarazo durante los nueve meses. Eso es solo con las primeras concepciones, pues luego el cuerpo del uke puede afrontar sin problemas los siguientes embarazos.

– Y cuanto tiempo tiene mi Near.

– El tiene dos semanas de embarazo

– Yo quiero verlo, doctor.

–No, ahora no puede. …l esta descansando y además no podemos permitirle visitas. El podría sufrir una recaída  –al ver la expresión asustada de Mello, el medico agrego –no se preocupe. Descartamos la posibilidad. Estaremos al pendiente de él. Si usted quiere verlo tendrá que esperar hasta mañana. 

La espera para él fue muy angustiosa y muy larga. Como todo tiene su final, la noche paso y la luz del día ya se estaba asomando. Lo primero que hizo Mello,  fue ubicar al doctor para que le autorizara la visita a Near. 

– Bien, sígame. …l ya recobró la conciencia y se encuentra en buenas condiciones. Aun así, no podemos permitir que abandone  todavía  el hospital. Tenemos que seguir al pendiente de él unos días más.

– Estoy de acuerdo, doctor, él se queda aquí el tiempo que sea necesario.

– Será muy bueno para  él que reciba su visita. También le quiero decir que el paciente  no sabe nada del embarazo y será usted quien le dé la buena noticia. 

Mello estaba muy feliz, pero de haber sabido las reglas que desconocía, nunca hubiera arriesgado a Near. Sabía que tenía que cuidarlo durante el tiempo  que restaba y ni hablar iba a confiar el cuidado de su Near a nadie. 

Pronto estuvieron frente a la puerta  donde descansaba Near. El medico dejó sólo a Mello. 

– Hola mi Near

– Mello se acercó y beso sus labios

– Estoy un poquito asustado. No se que me pasó. 

Mello se quedó  en silencio mientras abrazaba a  Near y pensaba que hubiera sido de él sin Near. Si todo hubiera terminado con un final catastrófico, se puso a preguntar que estaría haciendo en ese momento. En realidad, lo único que sabía es que para él hubiera terminado su existencia. 

– Mello, no me asustes – dijo Near al sentir el abrazo tan dramático de Mello – No me digas que me han diagnosticado una enfermedad fatal. No me digas eso por favor… no me quiero morir. 

Mello enmudeció. No quería decirle que estuvo a punto de perder la vida, y  no solo de él, sino también de su  hijo. Mello decidió  obviar eso .pensó que tal ves no era necesario que Near lo supiera, mientras que él lo cuidara mucho. 

– Near, no te preocupes, ya todo esta bien. Fue solo una recaída. Pero ya paso.

– En verdad. Pero por qué

– Sólo fue por mucha presión, tú sabes…

– Ya lo sabía, mi cuerpo no pudo aguantar tanto sexo. Sabía que exceso hace daño – respondió a Mello con una mirada acusadora. 

Ver a Near tan tranquilito como si nada hubiera pasado nada lo conmovió tanto, pero ya no quería pensar en aquello. Ahora en lo único que quería pensar era en  el cuidado de su Near y su hijo. 

– Near, adivina que – dijo mello tratando de ocultar su alegría para comunicarle sobre su estado.

– No me digas, seguro que desististe de tener tu tan deseado hijo.

– No, la verdad es que has concebido a nuestro hijo – dijo Mello muy emocionado, sin poder contener mas la noticia.

– ¿De verdad?– Near se lanzó a los brazos de mello muy feliz – esto parece unos de esos fic que leo en una súper pagina.

– Sí, mi amor, ahora seremos muy felices.

–...Pero... Me voy a inflar y pareceré un hipopótamo. Yo no quiero parecer un hipopótamo… y que va a pasar con mi figurita…Y las estrías  y…  si me deformo y ya no puedo regresar a ser delgado, ya no me vas a amar….y… 

Al ver a Near tan preocupado, Mello decidió silenciarlo con sus labios. 

– Near, que estas diciendo. Yo nunca te voy a dejar de amar… y si no puedes volver a ser delgado, pues… yo estaré junto a ti todos los días en el gimnasio – dijo Mello graciosamente. 

– Si pues, como no – cambiando de tema, Near agrego – Mello, ya me quiero ir a casa. A que hora nos vamos.

–…Near, el doctor dice que te tienes que quedar mas tiempo, ya que  quiere seguir al pendiente de ti. No te preocupes, todo esta bien…todo va a estar muy bien –respondió Mello, evitando la mirada de Near, mientras acomodaba su almohada.

– Mello… no soy un tontito, se que me ocultas algo y lo voy a averiguar, ya veras – Mello enmudeció. 

El sabia que su Near no debía preocuparse, ya que tambien lo recomendaba el manual. …l considero que decirle la verdad iba a preocuparlo más. 

Pronto llegó el día para  dejar el hospital y  penas llegaron a casa, Mello  recostó a Near  en la cama para dejarlo ahí postrato todo el día sin dejar que se levante. El siempre estaba a su lado para atenderlo .

Near ya tenia sospechas de lo que estaba sucediendo y por eso cuando Mello estuvo muy atento leyendo junto a él el famoso manual, se lo quito de las manos. 

– Near, dame ese manual. –le dijo Mello disimulando su preocupación.

– No te lo doy – respondió Near revisando el Manual, mientras lo sujetaba con fuerza. 

Mello no quería forcejear con él y  no le quedo más remedio que  ver como  Near buscaba en el manual la información que estaba sospechando. 

– Mello, eres un tramposo. Le haz arrancado una hoja –le dijo mirándolo muy molesto.  

–Mi Near es un niño muy observador. En realidad yo no arranque la hoja que le falta al libro. Ese libro me lo vendieron así. No te quiero ocultar nada…ya que no tengo remedio– Le dijo a Near, mientras le alcanzaba el manual completo que había comprado. 

Near cogió el manual y sin abrirlo, espero que fuera su Mello quien le contara lo que decía esa misteriosa hoja perdida. Mello, al darse cuenta que era lo que su uke quería, se sentó a su lado para contarle la regla importante y el riesgo que había corrido. Near se quedo en silencio, pero luego de un momento, le dio con los dos libros en la cabeza muy despacio, para luego abrazarlo. 

–No me importa el riesgo que tome, Mello, yo te quiero hacer feliz.

–Si yo hubiera sabido esa regla, jamás te hubiera arriesgado. Es por eso que quiero que estés echadito en la cama. No quiero que te pase nada.

–Si  te quedas a mi lado, no me importa estar el tiempo que queda postrado en la cama.

–No te preocupes, yo siempre voy a estar a tu lado y te voy a cuidar. 

Los días pasaron y pronto Near cumplió los siete meses. A él ya  se le notaba su barriguita. Mello siempre lo despertaba con su beso de buenos Díaz y su desayuno. Near se ponía muy feliz cuando vía a su Mello siempre a su lado .Mello Siempre estaba junto a él para acompañarlo. …l no se sentía solo y tampoco sentía que le faltara algo

                        ………………………………………… 

– ¿Estas cómodo,  mi Near?– Mello  tomo en brazos a su Near para acomodarlo en su auto. 

­–Mello, yo puedo llegar al auto, no tienes que exagerar – reclamó  Near, ya que consideraba que Mello exageraba con sus cuidados, pero igual le encantaba ser engreído por él.

–No reclames, Near. Sabes que no quiero que te pase nada y además el manual dice…

–Sí Mello, ya lo se – dijo me Near muy incómodo, pero verdaderamente feliz por dentro. 

Mello llevaba al parque siempre a Near pues  no quería tenerlo encerrado en casa. Sentó a su uke en un sitio reservado y se quedaron ahí muy quietitos y bien abrazaditos. Para Near y Mello eso era suficiente. No requerían de nada más. Deslizando sus manos por el rostro de Near, Mello beso a su uke.

En aquel preciso  instante, Mello se dio cuenta que alguien les había tomado una foto. No tan lejos, pudo ver a tres chicas. Estas chicas no hacían más que sonreír muy emocionadas y sin darse cuenta, ellas ya estaban muy cerca, tomándoles más  fotos.  

– Hola que tal. Ustedes de ven ser Mello y Near. Nosotras somos Sank , Mavya y Neferura. –dijo Sank , una chica delgada y bajita.

– Hola, que emoción – dijo Neferura, una chica muy alegre y animosa.  Ella se lanzó a los brazos de Near con mucho cuidado.

– Pero Mello es muy apuesto. –dijo Mavya, una jovencita de cabello azulado,  abrazando a Mello. 

Las chicas hablaban  muy emocionadas  alrededor de Mello y Near. Mello se quedaba callado para poder escuchar al menos una palabra. …l no entendía nada. 

–Ya debes tener siete meses. Mira te hemos traído algunos obsequios – Neferura  le entrego a Near  los obsequios.

– Sí hemos venido especialmente para entregártelos. 

Sank comenzó a lanzar flashes. Neferura y Mavya posaban al lado de un alegre Near y un dudoso Mello. Sank no se quedaba atrás, pues ella también quería salir en las fotos. 

Mello y Near nunca habían visto a ese trío tan animado y feliz. 

–Bueno, ya basta de desbordar mucha alegría. Díganme  quienes son ustedes.

–Esa es la pregunta que estábamos esperando…. En realidad todos, muy curiosos, nos preguntan eso –dijo Sank nada sorprendía.

–Nosotras somos tres chicas que viajamos por todo el mundo visitando parejas yaoi que están esperando un bebe –explico Neferura. 

Near, al escuchar esa respuesta,  no desaprovecho en formular una pregunta. 

–Y este año cuantas parejas han visitado.

–Bueno, con ustedes es la segunda pareja – Respondió Mavya

–Pero el año pasado  solo hicimos diez visitas. Solo diez parejas en todo el mundo fueron los afortunados. Y de esas diez parejas, ninguna perteneció al segundo grupo –dijo Sank como si estuviera recordando las visitas del año pasado.

–Sí, es una pena que ninguna pareja que pertenece al segundo grupo no haya conseguido lo que quiere – agrego Neferura muy apenada.

–Es como sacarse la lotería –dijo  Mavya  Al escuchar lo que las chicas habían dicho,

Mello abrazo a Near para besarlo. Near se sintió muy afortunado te poder hacer feliz a su seme. Sank, muy oportunista, comenzó a tomar muchas fotos. 

–Que lindo. Todos los semes que hemos conocidos son muy cariñosos con sus uke.

–Miren estas lindas fotos – Neferura le  entrego unas fotos a Near y a Mello.

–Esta es la primera pareja que hemos visitado en este año. Son Naruto y Sasuke. Ellos son tan lindos. En esta foto el uke tiene cuatro meses – dijo Mavya señalando al uke de la foto. 

La primera parte de la  tarde paso. Las chicas le contaron a Near y a Mello sus experiencias visitando a parejas yaoi y lo felices y afortunados que  se sentían, hasta que Sank comenzó a descontrolarse de la emoción. 

–Creo que a Sank ya le esta comenzando a dar su ataque – dijo Mavya.

–sí, mejor nos vamos. Tenemos que darle su medicina antes de que sea tarde o sino tendrá que regresar al cuarto blanco nuevamente.  

Las chicas se despidieron de la pareja feliz, ya que Sank había arruinado la visita. 

Near y Mello estaban solitos, cuando de pronto vieron que a lo lejos estaba sentado Raito. Mello lo llamó para que pudieran conversar. Raito al ver a Near se sorprendió mucho. 

–Near, me parece o…

–Sí

–respondió Mello abrazando a Near.

–Bien por ustedes –  dijo raito un poco triste.

–Y esa tristeza, raito.

–Lo que pasa es que yo hace ya mucho que le dije a Elle que se hiciera la prueba para ver si estaba dentro del porcentaje. Para nuestra alegría, el resultado fue positivo. Desde entonces, Elle y yo lo estamos intentando y nada de nada. Ya esta dicho que mi Elle esta dentro del segundo grupo y por eso, él esta muy desanimado.

–No digas eso.

–Es que ya lo hemos intentado mucho tiempo y elle se deprime cada ves que asistimos al control y le dicen que no ha concebido. 

Los tres se quedaron en silencio. Raito se veía realmente desalentado y Near no se podía imaginar a Elle triste. 

–Ustedes son muy afortunados – dijo raito al mismo tiempo que se paraba para poder irse.

–Raito no te desanimes, sigue intentándolo. En vez de estar aquí deberías estar con Elle. Yo se que ustedes también pueden lograrlo.

–…Tienes razón, Mello, lo voy a seguir intentando.  

El tiempo paso Y los afortunados padres tuvieron como hijo a un varón. Mello quería tener mas hijos, pero no quería arriesgar a su Near. Near, por otro lado, quería hacer feliz a Mello y por eso trataba de convencerlo diciéndole que  siempre y cuando este junto a él, iba a estar muy bien

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Mello y Near se encontraban en el parque junto con su hijo de un año y mrdio. El pequeño corría por todos lados y sus padres siempre debían estar al pendiente de él. De pronto vieron a los lejos a raito y a Elle .Mello y su uke se quedaron sorprendidos al ver a Elle con una prominente barriguita, sentado en una silla de ruedas. Ellos se imaginaron que Elle y Raito habían conseguido lo que querían. 

–Que bien, Elle. Me alegro por ustedes.

–Gracias Near. Me da mucho gusto que Mello me halla animado a  seguir.

–Y se ve que lo estas cuidando muy bien.

–Sí. No quiero que le pase nada a mi uke lindo – Raito beso a Elle.

–Y tú, Near, nos llevas la delantera –dijo Elle mirando al pequeño travieso.

–Y más aun. –agrego Mello acariciando la barriguita de Near – mi Near tiene un dos meses de embarazo.

–Sí. Al final logre convencer a Mello.

–Que suerte. Ustedes pertenecen al primer grupo. Nosotros solo tendremos a Teru. 

Elle no dejaba de ver muy aliviado a Near y Mello. Consideraba una suerte que Near y Mello no se hayan cruzado con ese momento de lotería cuando eran demasiado jóvenes, pues eso si que hubiera sido un desastre. Auque consideraba que Near tuvo su primer hijo muy joven, no dudo en alegrarse por ellos. 

Las parejas estaba muy felices  en el parque de repente sintieron la presencia de tres chicas que venían hacia ellos muy felices. Ellas rodearon a Near y a Elle. 

Todo fue felicidad para las dos parejas. Near tuvo su segundo hijo y la pareja se animó por el tercero. El doctor les dijo a los felices padre que iba a ser la niña que tanto esperaban  y que  ese ultimo embarazo no  iba  tener  problemas, pues el cuerpo de Near ya estaba preparado para afrontarlo, pero igual Mello insistía en cuidarlo mucho. Casi al mismo tiempo, Elle volvió a quedar embarazado para sorpresa de todos, he incluso la noticia se hizo pública, pues era muy extraño que un uke que pertenecía al segundo grupo, tuviera un segundo hijo. Los felices padres también esperaban una niña.  

Los padres de familia, siempre se reunían en el parque para acompañar a sus hijos. A los tres pequeños hijos de Near y mello, siempre les gustaba jugar que eran miembros del FBI. El segundo hijo  de Mello y Near tenía la costumbre de buscar en las maletas ajenas y siempre tenía problemas por eso con el hijo de Elle y Raito, pues le gustaba buscar especialmente en la maleta de Teru. Al final los dos niños se hicieron muy buenos amigos y el hijo de Mello perdió esa mala costumbre. En cambio, a la pequeña hija de elle y Raito, le gustaba jugar que era una exitosa periodista.  

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Los jóvenes padres, Mello y Near,  estaban el parque sentados. Sus hijos se encontraban en el colegio y ellos aprovechaban ese momento para disfrutar de la brisa a solas. 

–Mello.

– Qué, mi Near.

–Aun no me has dicho por que los ukes podemos embarazarnos.

–Near ¿verdaderamente has esperado tanto tiempo para que sea yo quien te lo diga?

–sí

–Bueno, eso ya no importa. Tenemos tres hijos y es lo único que importa.

–…Tienes razón, eso es lo único que importa.

–…Near.

–Qué, Mello.–Que tal si lo hacemos aquí.

–Mello… tú nunca vas a cambiar.

–Tú tampoco. Sea donde sea, nunca te  me haz negado.    

                                                                                FIN

 


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