Tan fácil fue dejar todo esto atrás ¿verdad?
Tan simple fue romper todo lazo que te conectaba con nosotros.
Tan trivial fue verte marchar.
Yo sufrí, ellos sufrieron. Tú sufres.
Y nadie gana.
Nunca tuve una familia, ahora no la necesito. Padre, madre, hermanos ¿Alguno me hubiese detenido?
No, creo que no.
Eres muy frío conmigo. Quieres sólo para tí la gloria, sólo para tí el dolor. Esto pierde sentido.
Y yo ya me aburrí de esperar.
Rompo las promesas, abandono mis sueños.
"patético..."
¿Y qué mas da?
Retroceder en mis pasos no me llevara a nada productivo. Como sensei dijo " Es hora de un deseo egoísta". Aunque nunca descubrió la magnitud de sus palabras, me impulsaron, me ayudaron,
Me convirtieron.
Dime realmente, si existe la felicidad.
Yo no la he encontrado, y no trates de convencerme.
No soy tan idiota.
Cada uno nace con una cruz en su espalda, no importa cuanto te esfuerces, ella no cambiará ni se irá. Si al nacer no quisieron que fueses feliz, tu vida se convertirá en miseria. Por que aferrarte a la idea es como un veneno, una maldición.
La esperanza es la luz de los ciegos.
Imaginaria. Ilusa. Irreal.
"¿Compartes mi opinión?"
Insano.
Anormal.
Son feas palabras, a nadie le gusta escucharla de los labios de ninguna persona. A mí, por lo menos, no me gusta escucharla; aburre, deberían encontrar más sinónimos.
Apartarse de mi camino no los salvará de mi furia, mucho he esperado ya. Hace falta acción.
"Je, no. Claro que no"
Los bosques siempre me llamaron la atención, silenciosos, tranquilos, mentirosos, enmascarados. Cuando vayan caminando por este camino, creerán llanamente de que se trata de un hermoso paisaje. Sí.
El ultimo paisaje. Hermoso y tétrico paisaje.
Porque sé que tu corazón no aguantará más latidos, que no queda suficiente sangre, que no alcanza la fuerza siquiera para respirar.
Pero tienes suficiente orgullo para luchar.
Aunque en vano.
"Ya no más"
El sonido de mi mano saliendo de tu cuerpo es extasiante, prohibido, morboso. Te dan unas ganas enormes de volver a hacerlo.
Una y otra vez.
El piso lleno de sangre no me intimida, es común esta imagen. Tus cabellos lentamente se tiñen de rojo y tu cara se pone pálida.
La noche se va enfriando, igual que tu cuerpo.
"Eres demasiado entrometida, Sakura"
Por muy cercana que seas, no permitiría que me (nos) espiases.
Asegura muy bien tus pies antes de dar el siguiente paso, de lo contrario el piso se podría romper. Confiada, curiosa o preocupada, pasaste por alto un detalle vital.
Mi cuerpo ya no es mío, es de Él, Él lo manda y controla. Lo usa y lo tira. Lo rompe y olvida.
Pero sigue siendo de Él.
Aunque te quiera y respete, no eres nada si estás entre mis (nuestros) objetivos.
"Ya te lo había advertido"
Lo amo, me desea. Me entrego, me deshecha. Lo cuido, me lastima.
Y no sé que enfermizo pecado hace que me guste tanto.
"Me pregunto qué querrá de cenar. Tal vez le guste un plato de dango"
Desde los quince, a los veinte. De los veinte a los veintiséis.
Me tiene en sus redes, no voy a escapar, librarme o irme.
Aunque quiera.
Por que me es imposible vivir sin Él.
"Dattebayo..."
Al fin y al cabo, yo también soy un traidor, un asesino, un monstruo. Alguien que es capaz de, si es necesario, lamer el piso para que me mires y te den ganas de usarme otra vez. Alguien que aguanta el olor de otras personas impreso en tu piel y se restriega contra tí, si así aviva tu lujuria.
Alguien que se perdió a sí mismo, para seguir a otro que lo hirió, lo usa y lo va a utilizar.
Y lo peor:
Es que no me importa.
Lo disfruto.