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LA MARCHA FUNEBRE AL ALTAR por airam-chan

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Notas del capitulo:  

Ohaio mina!!! ^0^ ^0^

Si, aquí dueto desquiciado reportando un capítulo más, ¬u¬ ¬u¬... ku, ku.

Nee-chan: Primero que nada nos disculpamos ante el enorme retraso del capitulo, T_T pero, desde que nuestra cartera esta desnutrida y tiende a soltarnos el dinero al más pobre estilo remi...

Recuerdo de airam con pakkun: Dos monedas para el pan integral, diez para la leche light, ocho para la coca-cola... ¬¬... lo siento pakkun no alcanza para tu pedigree - Coloca una bandana en la cabeza del perro y un chalequito con cara triste que recita "Tengo hambre" - Tendrás que empezar a independizarte.

XD todos los derechos reservados.

Airamcita: Any way, la cosa es que este capi estaba desde hace dos semanas en realidad, pero mi huida a la montaña en dos ocasiones, el descubrimiento de los nuevos best seller del momento *¬*... y que nuestros agraciados padres, y ototito, hayan abierto un huequito en su apretada agenda para venir a felicitarnos por nuestro cumpleaños, ¬¬ aunque falte un mes para ello, nos mantuvo mas movidas que el reggaetón.

Nee-chan: ¬¬ incluso llegamos a tener la intención de bajarlo el 09 de octubre, para el cumpleaños de peloon chan... TwT imagínense.

Airam: peloon chan, gomen, el disco de las ardillitas que suena de fondo es en tu honor.

*Fondo de canción de cumpleaños en tono excesivamente agudo y rápido*

"Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti"...Cinco minutos después: "Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti"...

Nee-chan: XP heh, debe haberse rallado, como sea TwT.

Airam: Dedicado con cariño a peloon chan, esto está quemado por los últimos cinco minutos pero: "Feliz cumpleaños" *0*,  e ish chan, que salvó mi hígado del colapso al mostrarme yaoi XD.

Nee-chan: sin olvidar a  todos aquellos que nos dejan review, que ahora no pudimos contestar... ú_ù, gomen, pero cada uno es leído con mucho cariño ^^: Lady Dark, YH&MVS, AKIRAMAIL, kazeyue, Dkhaley, daisugirl, SakuraAngeliux, Liz, Valo, Ch3l, uchiha_naru, HikariOshina, Flavcela, KiRiZaRi Hotachi=^^=, Onigiri, etsuko_kurai, KUCHIKI HIWATARI, Aome_Uchiha, norico asamiya00, alefoggy, _Kawaikunoichi_, Kasy y Jade.

Airam: Por cierto Nesly-chan, *w* la travesura que te platique, está hecha. Mission complete ¡Yeah!

 

Naruto no nos pertenece... ¬¬ muy a nuestro pesar. Los bombones van a cuenta de Kishi-sensei. Nosotras solo raptamos a los personajes para deleite personal a cambio de lemon´s, kukuku...

 

 

*.*.o.o.*.*.o.o.*.*

Un Día excelente, el sol en lo alto en lo que probablemente era uno de los últimos días soleados del año, y un éxito a flor de piel.

-"Frio celestial" - Leyó en la noticia principal de aquél diario matutino.

¡Ah! Definitivamente nada como el éxito.

Sasori pasó pagina mientras degustaba otro de sus exquisitos bocadillos. Inusual que la comida rápida supiera a gloria, pero si, aquellos nuggets con mantequilla extra ahora parecían lo máximo.

Miró por encima de su diario al escuchar la puerta abrirse, sonriendo al ver a una de sus personas favoritas entrar y tomar asiento en uno de los múltiples botes de pintura que había por la habitación, esa donde, según un par de locos que conocía, el "arte" solía nacer.

Pero claro, saturada de pinceles, maderos y lienzos por doquier, quizás fuera cierto que para ellos aquél basurero era una fuente de inspiración.

-Te ves algo serio - Exclamó al ver la mirada del joven azabache perdida por uno de los ventanales - Bueno, más serio de lo normal. ¿Sucedió algo?... Sai.

Y ante su extrañeza, el chico soltó algo parecido a un suspiro sin apartar su mirar del mismo lugar.

Si, definitivamente mas serio de lo normal. Eso no podía ser tan malo... ¿O si? No es que Sai fuera una comadrita sociable en persona, pero recordando las facetas de aquél inusual chico, o bien rayaba en la picardía y perversión, o simplemente se limitaba a imitar a la perfección a un sordomudo, es decir, ignorar al resto del mundo al cien por ciento... un completo bipolar. Esto podría ser el descubrimiento de una nueva emoción más en él ¡Aleluya sea entonces!

Una vez más la puerta llamó la atención de Sasori y sonrió al ver entrar a su otra persona favorita.

-Hey Deidara te tengo una buena, Sai acaba de ampliar su repertorio de emociones ¿Puedes creerlo?

Sasori observó al rubio asentir de forma casi automática, tomar asiento en otro bote de pintura recargando su rostro en una mano y soltar un largo suspiro al perder su mirar en el aire.

¿Él también? Sasori alternó la mirada a ese par. Raros y callados. Quizás necesitaban algún aliciente para salir de tan repentino trance. Carraspeó captando la atención de ambos y meneó un poco el diario en sus manos.

-La opinión pública aboga por ustedes... ¿no van a  felicitarse?

Un intercambio de miradas entre Deidara y Sai, un apretón de manos y el más desganado "Bien por ti" que había escuchado en su vida y Sasori descubrió que junto a ellos, terminaría por volverse viejo antes de lo normal.

-Artistas, quien los entiende - Murmuró enfurruñado, terminando por abandonar ese sitio de locura a la brevedad, ya continuaría su preciosa y alegre lectura en su despacho, no fuera a ser contagioso.

Afortunadamente ser solo el representante, le auguraba una salud mental mas equilibrada que la que esperaba por ese par de locos. Con solo 19 y 21 años, juraría que bien tenían el genio de un par de viejitos pervertido y amargado respectivamente.

*.*.o.o.*.*.o.o.*.*

La fresca brisa nocturna colándose a su estudio favorito y Deidara cerró el ventanal, el frío no era bienvenido en ese sitio... su sitio.

-¿Quieres hablar? - Murmuró al ver a Sai aún sobre "dulcinea", el mismo bote de pintura con tono palo de rosa en el que llevaba sentado todo el día.

-No.

Un intento de sonrisa apareció en el rostro del oji azul, terminando por sentarse en la alfombra y dejarse caer a ella de espaldas con los brazos extendidos... así era más cómodo.

-¿Tu quieres hablar? - Sai al fin miró algo más aparte del aire, en busca de una respuesta a su "considerada" pregunta.

-No - El rubio le devolvió la mirada y un gesto totalmente picaresco surco su rostro - Quiero café.

-¿Sabes?... yo también.

Sai entrelazó sus manos en alto, estirándose perezosamente antes de ponerse en pie, dirigiéndose directamente con "Madelaine", la cafetera, que bien sabían era la consentida del lugar.

¡Era cierto! Era la única a la que no le faltaba absolutamente nada. Café descafeinado, entero, en granos, instantáneo, chantillí, crema batida, azúcar, canela, agua, leche, etc. No podía quejarse, lo tenía todo, incluso mucho trabajo.

La taza de capuccino que se posó a su lado, atrajo a Deidara de nuevo al mundo real, dejando su atención en los penetrantes ojos de Sai justo encima suyo, parecían... ¿Tristes? ¿Desde cuando Sai reflejaba sentimientos? Sasori tenía razón. Sai estaba... raro, como si mantener su atención en la realidad le costara... le costara algo más de lo usual.

-Volví a ver... - Murmuró el azabache - Fantasmas del pasado - Deidara bufó al sentir que, absurdamente, captó ese mensaje a la perfección.

-Ignóralos. Es lo que yo hago.

-Es que... - Sai se recostó con suavidad sobre él, posando su frente por encima del hombro del otro, dejando un beso suave en la zona- Olvidé como olvidar.

-Baka, ¿Siempre tengo que recordártelo todo?

-Eres mi sempai favorito después de todo - Esa frase y contrario a todo pronostico personal, esta vez, Sai no pudo fingir aquella típica diversión. En lugar de eso, optó por llevar una mano al cuello del otro, deslizándola con suavidad cuesta abajo para dejar otro beso a su paso.

El oji azul rodó la vista, enfocando su humeante capuccino... que desperdicio.

-Vale...  - Deidara sonrió con amargura retenida, suspirando con nostalgia al sentir una sutil mordida en su cuello - Después de todo, creo que esta vez yo también olvidé como ignorar.

*.*.o.o.*.*.o.o.*.*

El crujir del cerrojo en la puerta, y la idea de grabar esto como "El capítulo más estresante de la familia Uchiha" fue realmente tentadora para Sasuke, de no ser por el pequeño detalle de que el también estaba un poco inquieto... solo un poquito. Algo meramente insignificante.

-¿Y bien? - La misma Tsunade apuró a Iruka y Kakashi a entrar en la típica sala de reuniones, obviamente, también muerta de la curiosidad.

-Nada - Iruka fue el primero en decidirse a hablar - Solo dijo que no aún no se siente muy bien, que lamenta mucho no haber bajado en todo el día,  y... fue todo. No hay nada más que decir.

El suspiro colectivo más sincronizado en la familia y un pequeño tic apareció en la ceja de Sasuke al notar que, igual que el resto, viró la vista automáticamente a Kakashi ¡Kuso! Las Uchiha ´manías  se le pegaban más y más. Genial, solo le faltaba idolatrar las bodas.

-En realidad, Itachi tampoco dijo nada importante - Su tío peli plata negó penosamente con su respuesta - Solo que necesita terminar su proyecto final de la universidad y estudiar para el examen que le aplicarán en unos meses por haber exentado el semestre... ¿Eso es siquiera posible?...

Un gesto de decepción y la mayoría de los Uchihas dejaron caer el rostro totalmente abatidos. Y no era para menos.

Un par de notorias ausencias al desayuno, las salidas vespertinas para los preparativos de la boda canceladas, y que, tanto Itachi como Naruto se rehusaran rotundamente a salir de sus habitaciones, había desatado la alerta en la familia entera, al grado de enviar personalmente a Iruka y Kakashi por una explicación decente cuando se dignaron a saltarse la cena también.

-Es definitivo - Kurenai suspiro con decepción.

-Están peleados - Soltaron a coro Shizune y Mikoto, externando la obvia conclusión a la que habían llegado.

Una mirada furtiva con Iruka y Kakashi topó con la mirada de su sobrino al centrar su atención en él.

¡Que ni lo pensara!

Sasuke negó rápidamente, esquivando esa mirada acusadora de inmediato. No, él no tenía nada que ver. Si por el fuera, su hermano y Naruto bien podían molerse a golpes o a besos, allá ellos, y el resto debería ignorarlos de la misma forma. ¡Ah! y por supuesto, esto estaba lejanamente relacionado con su presencia en una reunión familiar.

-¿Que habrá sucedido? Estaban tan bien hace solo unos días - Asuma se cruzó de brazos, meditando la situación.

-Eso sin contar la fuga - Jiraiya imitó el gesto de su hijo mediano, dejando una sonrisita pícara al final - Ustedes recuerdan, el día que no llegaron a dormir.

-No digas disparates - Tsunade carraspeó a la brevedad - Itachi me ayudó con un caso legal y Naruto nos hizo compañía - Agregó convincente.

-Si mujer, como tu digas.

-Sasuke nii chan - Llamó el menor de los azabaches, ganando también la curiosidad del resto con ello - Ayer por la noche llegaste al mismo tiempo que Naruto nii chan ¿El no te dijo nada´koré?

-¡¡Fue una coincidencia!! - Soltó de súbito, posando ambas manos en la mesa al ponerse en pie de un brinco.

Maldición... Sasuke paseo la mirada por la extrañísima mirada de sus parientes y de verdad quiso darse de topes con la mesa.

-¿Qué fue una coincidencia Sasuke? - La severa mirada de su padre y el azabache supo que estaba ante un pequeñísimo aprieto.

-¿Y por qué llegaron juntos? - Tsunade también le miraba con notorio interés - Se supone que él estaba en la galería con Itachi y tu quedaste con Gaara ¿De que me perdí?

Genial. Ahora si que estaban acertando demasiado. Si podía dar una excusa decente antes que terminaran por deducirlo ellos mismos, podría decir que había sobrevivido a todo.

-No le busquen tres pies al gato - Kakashi se rascó el cuello, a ojos de Sasuke, notoriamente tenso - Konohamaru lo dijo claramente, llegaron al mismo tiempo, no juntos.

-Cierto, estaba aburrido y veía el LCD en el recibidor esperando por mis padres cuando los vi llegar - Afirmó el pequeño.

-Entonces - Shizune miró a Sasuke con duda - ¿Qué fue una coincidencia?

-Que topáramos al llegar, ¿Contentos? - Ni lento ni perezoso, Sasuke tomó asiento de nuevo - Y solo dijo "Buenas noches" - Agregó cerrando los ojos y cruzando los brazos con enfado, sumiéndose en su asiento y decidido a pasar por alto el resto de esa estúpida reunión.

-No te enfades hijo - Mikoto le sonrió con ternura, volviendo su atención al frente con preocupación - Entonces, ¿Creen que... rompieron?

Y Sasuke abrió los ojos de súbito ¿Rompieron?... Sus tíos Kurenai y Asuma insistían que no era para tanto, pero... ¿Y si...?

-No teman, Jiraiya y yo averiguaremos que pasó - Tsunade se oía decidida.

-¿Perdón? Tú haz lo que quieras, pero yo no soy un metiche - El albino respingó sorprendido ante la enorme llamarada que emanó de la matriarca.

-Su unión pende de un hilo y ese par necesita darse cuenta de ello. Nadie mejor que tu para convencer a Itachi y al parecer, nadie más que yo ha hablado seriamente con Naruto, así que, es nuestro deber.

Si no hubiera sido un pecado Uchiha, Sasuke hubiera carcajeado con ganas. La cosa hasta parecía un himno, incluso veía la bandera hondeando con el lema "Si al matrimonio" ¡Absurdo! Lo que esos dos buscaban era tiempo ¿Acaso su abuela no se daba cuenta?

-Madre, con el debido respeto, déjalos - Fugaku miró con seriedad a su madre.

¡Al fin alguien coherente!

-Pareciera que la vida de tu hijo no te interesa.

-Cometimos el mismo error en el pasado, te recuerdo que ni cuando niño aceptaba órdenes y lo hará menos después de siete años.

-Tsunade sama - Mikoto sorteó la vista a ambos con preocupación, agachando su mirar cuando su esposo sujetó su mano con fuerza.

-Dejemos que Itachi resuelva sus problemas como le plazca.

-Hablaré con él, está decidido... es mi última palabra.

Los puños de Sasuke se apretaron con fuerza ante la impotencia de su padre, era demasiado orgulloso como para aceptar su ayuda.  Aunque bien sabía, ni sus tíos, se atreverían a meter el dedo en aquella vieja llaga.

Un fugaz recuerdo... "Itachi esbozó una sonrisa socarrona, sujetando su mejilla enrojecida al volver la vista a su abuela y dejando una mirada de reproche a su padre antes de salir de la habitación"... y Sasuke optó por cerrar los ojos.

Quizás ahora era más consciente de lo que había sucedido esa noche, cuando bajó a la estancia, guiado por el escándalo del lugar, la última vez que lo vio.

-Si mi hijo vuelve a huir... - Fugaku entrecerró su mirar - No te perdonaré.

Sasuke miró a su padre con sorpresa, y sus tíos estaban igual de perplejos ¿Qué la felicidad de su hijo no le importaba? Tonterías. Sonrió con un deje de orgullo, borrando ese gesto al pensar en lo que su padre defendía. A él... también le importaba la felicidad de su hermano.

*.*.o.o.*.*.o.o.*.*

Aquél mirar aguamarina perdido en el aire y Temari supo que todo, era una perdida de tiempo. Oprimió el mando que llevaba en manos, cesando la melodía que resonaba en el salón de baile.

-Gaara - Llamó por enésima vez, esta vez olvidando omitir la preocupación en su voz.

-Lo siento - Exclamó bajito.

El peli rojo soltó el chal vaporoso que cargaba y dio media vuelta, sentándose al piso, usando el espejo en la pared a modo de respaldo para descansar un poco.

La cómoda ropa deportiva, la privacidad del lugar y tener los deberes hechos, no ayudaba, simplemente, la atención de Gaara se negaba a permanecer en la habitación, y peor aún, en la pieza de baile que se suponía debían perfeccionar en sincronía, petición especial de su padre.

-¿Ni siquiera un mensaje? - Soltó la chica débilmente - ¿Una explicación?

-Ha estado algo distraído. No es que me moleste...

-A mi sí - Interrumpió con energía y enfado renovado - Te debe mínimamente una disculpa. No solo te deja plantado el muy cínico, encima parece haber olvidado que habían quedado. Debería asarlo vivo.

-Temari - Por primera vez la voz de Gaara sonó amenazante - Debe haber tenido algo importante en medio. Él... no suele ser así.

-Si claro - La rubia se cruzó de brazos - No sé que puede ser más importante que mi novio, claro, pero tú encima le consientes que te ignore el resto del día... baka - Frustrada, Temari soltó una pataleta ¿En que idioma tenía que repetirlo?

-Estaba cambiado - Murmuró el menor de súbito - Luego, atento, distraído y ahora, está distante. No entiendo... ¿Qué le sucede a Sasuke?

-Está perdiendo la cabeza - Temari sostuvo su mirar tras haber ganado la atención del peli rojo de forma automática, al fin ¡Al fin! parecía meditar sus palabras - Y me temo... que no es por ti.

Lejos de sorprenderse, Gaara sonrió un momento, desviando el rostro para no tener que aceptar lo coherente que sonaban esas palabras.

-Gaa chan, no quiero verte llorar si descubres que es demasiado tarde para ti. Ya le quieres suficiente, ahora, déjalo... deja a Sasuke.

*.*.o.o.*.*.o.o.*.*

Le era difícil recordar el número de veces que había requerido tal seriedad y decisión para lograr un objetivo. Con una economía solvente desde la infancia y prácticamente el mundo a sus pies, Jiraiya había luchado por muy pocas cosas en la vida realmente.

Y ahora, todo parecía indicar que si quería la atención de Itachi, tendría que hacer uso de la entereza que había guardado para el final de sus días. Pero era eso o pasar otras cuatro horas en la habitación de su nieto, sentado frente a él sin que este se hubiera dignado siquiera en mirarle.

-Itachi... necesito tu atención un momento - El albino retiró el puro de su boca, ganando claridad en sus palabras - ¿De verdad planeas hacer algo de tu vida?

Una pequeña pausa, una inhalación y exhalación más al tabaco, el agradable olor a menta inundando la habitación e Itachi igual de centrado en su PC portátil, y Jiraiya expiró con una ceja enarcada... paciencia, paciencia.

-Mira hijo, hay cosas que no se toman a broma, una de ellas es el amor. Se supone que este te hace reflexionar y querer hacer algo productivo, que valga la pena, algo por la persona que amas... - Su paciencia se agotaba - La otra - retomó con enfado - Es la familia, aquella que te apoya incondicionalmente pese a tus errores, que te acepta tal cual eres y se preocupa por ti, aunque la ignores peor que a la peste ¡¡Niñato cabrón y altanero!!

-... - Y al fin, aún con la vista en la pantalla, una pequeña sonrisa emergió en labios de Itachi - Este chiste esta bueno, si me das tu mail, podría enviarte algunos.

-¡¿Por lo menos has oído una coña palabra de lo que he dicho?! - Jiraiya hundió su puro en la portada de un libro cualquiera, ganándose de inmediato una miraba reprobatoria - ¿Has escuchado alguna vez la palabra respeto?

-Si. A mi y a la única persona a la que una vez juré respetar, nos importa un carajo - Murmuró amenazante - Igual que el amor, la familia y sus tradiciones. Ahora largo... o ponte cómodo, me da igual.

*.*.o.o.*.*.o.o.*.*

Sentir los cálidos rayos del sol en su rostro fue agradable. Cerró la puerta tras él y Gaara se recargó en ella un momento, contemplando el techo del edificio de último curso. Vacío.

Ni un saludo, una palabra, en todo el día. Si no estaba aquí... no buscaría más.

Subió la escalerilla metálica a su lado y, una vez arriba, tomó asiento junto a ellas, prefiriendo contemplar el atardecer y la escuela desde las alturas antes que ver que Sasuke parecía no haber reparado en su llegada.

-¿Terminaste clases?

Gaara volvió la vista, quizás... no había pasado tan desapercibido como creía.

El azabache continuaba con la vista al cielo, descansando cómodamente boca arriba con un brazo tras la nuca y el otro extendido al piso, sujetando al final un pequeño librillo entreabierto que, al parecer, hacía rato había dejado de ser interesante.

-Y tu no entraste a las tuyas - Trató de sonar... neutro.

-Solo exenté uno que otro examen.

-No me habías contado - Volvió la vista al frente, pensativo.

El deseo de continuar la platica parecía esfumarse tan rápido como el sol tras el horizonte, oscureciendo en breve el panorama. El peli rojo sonrió irónico al ver que las cosas podían eclipsar con tanta rapidez.

-Sasu...

-Regresaré temprano - Cortó de súbito - Hay... un asunto familiar... que mis abuelos dijeron podrían resolver. Me gustaría ver si es verdad.

Gaara asintió. Así que, ¿Estaba así por cuestiones familiares? Habría jurado  que Sasuke pasaba de su familia. Debía ser algo realmente importante.

-¿Te importa si... salgo con un par de amigos?

Le miró negar ausente y Gaara desvió el rostro en dirección contraria cuando Sasuke se levantó para recoger sus cosas. Quizás si le miraba, terminaría soltando que iba con Temari y sus amigos, él, no era tan sociable como ella.

-Adiós - El azabache saltó las escalerillas ágilmente, dejando oír la puerta abrir y cerrarse tras desaparecer de su vista.

-Si Sasuke - Alzó su mirar al cielo, sintiendo su interior turbio como el gris del firmamento - Te veo mañana - Quizás temari tenía razón, quizás estaba demasiado... encariñado con él - O tal vez no...

*.*.o.o.*.*.o.o.*.*

Retiró el termómetro de la boca de su paciente y lo agitó tras leer de él.

-Todo está bien, no tienes fiebre - Tsunade dejó el termómetro de lado para tomar asiento al borde de la cama - ¿Qué te molesta Naruto?

-Nada. Solo estoy cansado - El menor tomó la almohada tras él, volviendo a recostarse - Gracias. No debió molestarse.

-Tu cansancio, ¿Acaso tendrá que ver con que Itachi no haya venido a verte en dos días? - Soltó la rubia al aire, casi con aire despreocupado y juguetón.

-Itachi no es parte de mi tratamiento.

-Pero seguro aporta bienestar a esta parte de tu cuerpo - Agregó señalando el pecho del oji azul - ¿Sabes? Me caes bien, me gustaría ayudarte, claro, si me dejaras escuchar que ha pasado.

Naruto miraba la enorme sonrisa de la matriarca Uchiha, el ejemplo personificado, y sonrió ante el gesto. Decidió sentarse un instante, después de todo, no debía despreciar tan curiosa muestra de "aprecio".

-Es usted un amor ¿Sabía? - El oji azul amplió su sonrisa - De verdad, no tiene de que preocuparse, sabemos que el matrimonio no es un juego. Gracias a su ejemplo, entendemos que es algo eterno, la entrega total de sentimientos, comprensión mutua y confianza plena en la pareja.

La matriarca también sonrió ampliamente, orgullosa y satisfecha con semejante confesión. Esto sería más fácil de lo que pensaba.

-Y también... - continuó el menor - Que no es algo que te ate pues, pese a los horribles defectos que podamos llegar a encontrarnos, el poco tiempo que su trabajo nos deje y aunque, con los años, quizás la pasión pudiera esfumarse, siempre habrá lealtad y sobretodo mucho respeto.

Naruto tomó las manos de Tsunade con "anhelo"  y la rubia frunció el ceño al notar cierta... irregularidad, en tan... conmovedoras palabras.

-Aún así, si eso también acabara, un par de copitas para olvidar tan pequeñísimos detalles no caen mal, incluso podría acompañarme una que otra vez... ¿Neh?, Tsunade obba chan.

Aquella mirada azulina fijamente clavada en su persona y Tsunade realmente no supo si abrazarle... u odiarle. Movida por la impotencia, se levantó de golpe, saliendo de la habitación tras un sonoro portazo.

Nadie... ¡Nadie! Le hablaba de semejante forma.

Al parecer, penetrar la barrera que Naruto tenía alzada a su alrededor, sería una labor mas titánica de la que había pensado, y era mas que obvio, que ella no era bienvenida a tan codiciado espacio mental.

*.*.o.o.*.*.o.o.*.*

Miró la elegante vajilla colocada correctamente en la mesa y Shizune sonrió con su hazaña. Por lo menos, algo bueno resultaba de todo esto. No recordaba desde cuando, la familia había cenado junta tantas noches seguidas, aunque ahora fuera por un tema delicado en particular.

-¿Shizune?

La chica volteó, sonriendo a Iruka y quitándose el delantal para invitarle algo de beber. Con él, la espera sería más amena.

-Y dime Iru - Sorbió algo de vino, sonriendo con ligereza - ¿Cuánto más jugarás con tu vida y la de mi primito?

El castaño no disimuló el desconcierto en su rostro ante la divertida mirada de su hermana.

-Creo que no soy la única que ha notado que estimas demasiado a Kashi-chan. Y tú, mejor que nadie ha comprobado lo mucho que lobito te quiere. Por respeto a él, deberías decidirte pronto ¿No crees?

-Se oye fácil - Iruka suspiró y volvió a su bebida con desgano, sosteniendo su mirada al aire de forma pensativa - No quisiera... lastimarlo.

-¿Seguro que es eso? - Una sonrisa traviesa surcó su rostro, mirando alrededor al murmurar - No será que... ¿En realidad, no quieres alejarlo de ti?

-¡Shizune! - El castaño se irguió enseguida - ¡No digas...! - Callando al ver llegar compañía a la habitación.

La azabache saludó a Kurenai y Asuma con una amplia sonrisa, divertida con la explicita mirada con que Iruka cerró todo tema de conversación... por ahora.

*.*.o.o.*.*.o.o.*.*

El incesante, y horrible, tintineo de cubiertos parecía ser lo único que la familia Uchiha escucharía por esta noche, casi apostaban por ello.

Quizás, obra de las mil y un maldiciones que Jiraiya soltó cuando se atrevieron a murmurar el nombre de Itachi, ahora considerado un tabú en la casa, o la fulminante mirada que Tsunade dedicó a Fugaku cuando se animó a preguntar un simple "¿Y bien?".

Cualquiera que hubiera sido la más obvia de ambas, se había encargado de apagar todo asomo de curiosidad tan rápido como al hundir la llama de un fosforo en una cubeta de agua.

Afortunadamente para todo aquel que llevara el apellido Uchiha, aparentar calma en situaciones tempestivas, era pan comido.

-Buen provecho a todos.

Aquella voz tan conocida en la puerta del comedor y fue obvio que lo anterior solo había sido la calma antes de la tormenta.

Jiraiya entrecerró la mirada automáticamente al ver a Itachi adentrarse en la habitación y tomar asiento, como si nada hubiera sucedido, negando cuando una chica de la servidumbre le acercó la cena.

-Con tu permiso - Itachi sonrió al robar la copa de vino de su hermano a su lado, alzándola frente a todos antes de sorber brevemente de ella - ¿Se puede saber por que esto esta mas deprimente que la tumba de mi tortuga?

-Veloz no está muerta´koré, sale de vez en vez y tiene mas vida que el mismísimo Highlander - Konohamaru sonrió feliz de poder decir algo al fin. El silencio le sentaba peor que la leche entera a su estómago.

Tsunade extendió una mano a su esposo a modo de silencio al ver que este se disponía a hablar, volviendo su atención a Itachi con la mente algo más fría.

-Y dime, querido nieto ¿A que debemos el honor de que hoy te dignes a mostrarte ante tu familia?

-Vaya que se han vuelto sensibles - Itachi sonrió con ligereza - En realidad quiero aclarar un par de cosas... y agradecer otras tantas - Agregó algo más bajo, ganando la extrañeza de todos.

Itachi miró la puerta un momento, sonriendo discretamente al volver la atención a su copa.

-Buenas noches - En la puerta, un conocido rubito oji azul sonrió a la extrañada familia Uchiha - Con permiso - Adentrándose con paso ligero, cadencioso y... ¿extrañamente cautivador?

Kakashi volvió la vista a Sasuke de inmediato, pasando su mirada al resto de la familia y suspirando con alivio al ver que ahora no sería raro que su cuñado fuera el centro de su atención, o tal vez, hasta su sobrino miraba raro el nuevo look del pequeño Naruto.

Pero era comprensible. La holgada camisa blanca que prácticamente le llegaba a la mitad de los muslos, los primeros botones desabrochados dejando ver el largo lazo oscuro que anudó en su cuello, el pantalón de mezclilla en negro a juego con un par de converse blancos y el pelo recogido en una coletilla alta que dejaba escapar un par de mechones por su nuca y frente, parecían hacerlo irradiar una seguridad en si mismo que jamás le vio cuando los Uchiha se habían encargado de su vestimenta.

-Gracias - Soltó al mayordomo que retiró la silla para darle cabida junto a Itachi - Y provecho a todos - Agregó de nuevo al frente.

-¡¡Sé mi modelo!! - Sin aviso alguno, Kurenai posó ambas manos al comedor y miraba al chico prácticamente con estrellitas en los ojos.

-¿Eh? - El oji azul sonrió extrañado, llevando las manos a sus oídos para retirar sus imperceptibles audífonos, dejando oír claramente el "punchis punchis" de alguna muy fuerte melodía - ¿Perdón?

-Las ofertas de trabajo otro día - Itachi carraspeó aparentemente incómodo.

-¿Trabajo? - Naruto volvió la vista a Kurenai con emoción.

-Dije... otro día.

El oji azul miró a Itachi con un puchero, bufando molesto y colocándose sus audífonos nuevamente para evitar terminar armando una escena, obviamente poco familiar, ante el resto.

-En fin - Con el silencio tras la furcia escena, a Itachi le costó poco recuperar la atención de todos - Solo me gustaría decir un par de cosas.

Naruto perdió la vista en la mesa y retiró uno de sus auriculares, obviamente atento a la conversación que daba inicio.

-Primero que nada - Mikoto y Fugaku se miraron brevemente, extrañados al ver a Itachi sonreírles como hacia mucho no veían - Gracias por acogerme de nuevo. No los hubiera culpado si me hubieran echado a tiros. Segundo - El azabache miró a su abuela y apoyó los codos en la mesa con las manos entrelazadas al frente - Gracias también por el apoyo a Naruto. Pero...

-Itachi...

-No se equivoquen - Jiraiya calló nuevamente ante la suave interrupción de su nieto - Dije que me casaría, pero no esperaba que hicieran una fiesta de sociedad por ello.

-Eso no está a...

-Como también... - El azabache alzó la voz un poco, someter a su abuela no era tan fácil - Era absolutamente innecesaria la vestimenta, los modales, las tradiciones y demás - Itachi negó con un deje de molestia - No nos va. Todo eso sobra... como nosotros aquí.

Un gesto de sorpresa colectivo se apoderó de la habitación, Itachi meneó su copa al frente y Naruto elevó la vista, sonriendo al ver a Sasuke desviar la vista de él cuando toparon por un segundo.

-No estaremos por mucho - Retomó Itachi a toda la familia - Solo deseamos poder estar en paz el tiempo que nos quede aquí, lamento si les decepciono y... de verdad, gracias por todo.

*.*.o.o.*.*.o.o.*.*

Su cuerpo tembló un poco. Producto del frío proveniente de la terraza frontal del segundo piso de la mansión o de la penetrante mirada de Itachi sobre él, cualquiera de las dos, o ambas.

-¿Vienes a desearme buenas noches, Sasu chan?

¿Por qué... el comentario de su hermano, que disfrutaba de la vista nocturna del lugar, le parecía tan lleno de sarcasmo?

El azabache menor respiró hondo. Esto, no era un obstáculo, solo, debía concentrarse en su objetivo. Miró de nuevo a su hermano y se acercó, recargándose de espaldas a la barandilla con su atención fija en el mayor.

-¿Sabes Sasuke? Aún no te creo el cuento de niño malo y rencoroso - ¡¿Niño?! Sasuke entrecerró los ojos con enfado e Itachi rió con semejante gesto - Eres demasiado noble Sasu. Y aunque no me creas, esa es una de tus virtudes.

-No me creas tan bueno... podría ser el mismo diablo - El menor volvió la vista a la ciudad que se alcanzaba tras los terrenos de la casa - Además, deja de llamarme Sasu... Ita.

El peli largo carcajeó un momento y posó una mano sobre la cabeza de su hermano, revolviendo sus cabellos un instante pese a la fulminante mirada de este. Había pasado tanto tiempo. Su pequeño ototo... ya era un niño grande.

-Se feliz.

-¿Eh? - La sorpresa asomó el rostro de Sasuke.

-Vive, y ríe... diviértete, sal, haz y deshaz a tu antojo, no dejes que nada amargue tu vida, lucha por lo que quieres, para que no te arrepientas de haber dejado pasar tus días en balde. En pocas palabras... se feliz.

Itachi sonrió al ver la cara de ido de su hermano, topando sus dedos índice y medio en su frente para hacerlo reaccionar.

-Aunque no se exactamente cuando será, esta vez... me despediré de ti, dalo por hecho. Buenas noches, Sasuke.

Por segunda vez en la noche, Sasuke se limitó a ver a su hermano alejarse tras hacer y decir cosas que jamás imaginó. Expresar gratitud, aconsejar y ser considerado.

Suspiró y decidió tomar asiento en la terraza, no podía volver al comedor, ahora no. Necesitaba despejar su mente, y crear una excusa decente al por que no consiguió sonsacar a Itachi la causa de tan repentino aviso. ¡Bah! Su familia era una entrometida.

"Se feliz" Esas palabras parecían tan irónicas al venir justamente de Itachi.

-No puedo hacer eso... no puedo - Susurró, negando para reprimir recuerdos que había jurado enterrar, algo que hacia frecuentemente - Por que podría ser el mismo diablo, y tu, definitivamente... terminarías odiándome.

*.*.o.o.*.*.o.o.*.*

Nada podía compararse al bello trinar matutino de los pajarillos que habitaban la mansión Uchiha.

-¡¡¿Están locos?!! ¡¡No pienso hacerlo!! ¡¡Definitivamente no!!

A excepción de la encantadora voz de Sasuke.

-Inspira, expira, inspira y expira - Iruka tiró a su sobrino por los hombros para regresarle a la silla de la que había saltado recién escuchar su nuevo veredicto, y misión, masajeándole la zona para intentar relajarle un poco.

-Y te entiendo Sasu - Kakashi abanicaba al azabache, que amenazaba con sufrir una embolia de un momento a otro - De verdad insistimos en que era una locura, pero es eso o enfrentar a tus abuelos y sabes lo necios que pueden llegar a ser.

-¡¡Me importa un cuerno!! ¡¡¿Por que no van ellos si tanto les interesa saber que le pasó al idiota de Itachi?!!

Iruka y Kakashi rieron entre nerviosos y tensos, soltando a Sasuke para comenzar a dar vueltas por la habitación de su sobrino, a quien por cierto habían asaltado a primera hora de la mañana por obvia decisión familiar.

-¡¿Y encima quieren que le pregunte todo esto?! - El azabache leía un pequeño papel en sus manos, haciendo que nuevos tonos de rojo surcaran su rostro al ver semejantes disparates - ¡"¿Podrías ser mi modelo?"! ¡¿Eso que tiene que ver?!

-Esa fue pregunta de Kurenai, insistió demasiado - Soltó el cara marcada con desanimo - Kakashi, esto de verdad es mala idea.

-¡Lo sé! - El peli plata se derrumbó en otro de los sillones de la habitación.

Pero como explicar a sus padres y hermanos que, ahora más que nunca, Sasuke el menos indicado. Mira que enviarlo con Itachi la noche anterior, al menos había logrado superar eso, pero... ¡¿Enviarle con Naruto?!

Sin embargo, para la familia entera, Sasuke era la mejor opción. En extremo inteligente, manipulador, y encima, el que mas confianza podría inspirar a su cuñado al ser mas o menos de su misma edad.

-No lo haré, es mi última palabra - Sasuke se cruzó de brazos frente a sus tíos y estos sonrieron satisfechos.

Sin embargo, olvidaron el detalle de "increíblemente terco", y era más que obvio que nadie podría obligarlo.

*.*.o.o.*.*.o.o.*.*

Desconectó el cable USB apenas la pantalla del PC se apagara, comprobando en su móvil la localización de las melodías que había descargado mientras se encaminaba al baño, dejándolo en el azulejo cuando llegó al tocador.

En el espejo, aquél rubio se palmeó las mejillas, espabilando tras haber estado en el chat y descargando música... toda la noche.

-Gracias por el internet Shizui San - Murmuró levantando sus cabellos en una coletilla alta - Y suerte con Neji, Hina chan.

Definitivamente el internet era genial, sin embargo...

-Si permanezco encerrado un día más, juro que me volveré claustrofóbico.

Sin embargo, el encierro no iba con su persona.

Se inclinó al espejo comprobando su imagen y sonrió de forma juguetona antes de volver a la habitación. Sacó del clóset su mochila favorita y metió solo lo más importante, echándosela al hombro para dirigirse a la puerta.

Abrió dispuesto a divertirse y enviar sus asuntos al carajo por lo menos unas horas...

-¿Sa... suke...? - Paralizándose antes de haberlo logrado al ver a un sorprendido azabache en su puerta con la mano en alto, al parecer sin haber alcanzado a tocar - ¿Qué estas haciendo?

-Ah... Nada... - Sasuke miró su puño en alto y lo escondió tras él, sonriendo algo tenso - Yo solo... quería... saber que hacías, si, eso. ¿Qué haces?

-Voy de salida ¿Por qué?

-Por nada... ¿Sabes andar por la ciudad?

-Ya aprenderé - El oji azul miró al azabache con fijeza, torciendo el labio al verle mirar distraídamente por su alrededor - ¿Puedo ayudarte con algo más?

-¿Eh? - Sasuke negó evitando mirarle.

-¿Quieres... venir? - El azabache volvió a negar y Naruto sonrió por inercia - Bien... entonces, adiós.

Naruto cerró la puerta y miró a Sasuke al pasarle de largo. Lástima, le hubiera gustado tener compañía.

Le hubiera gustado... ir con él.

*.*.o.o.*.*.o.o.*.*

Pie derecho al frente, atrás, pie izquierdo a la derecha, vuelta. Esto era realmente divertido.

-¡Wujuu!

Naruto sonrió, deteniéndose al mismo tiempo que la melodía y mirando a su alrededor al notar los aplausos de una emocionada multitud que admiraban el puntaje que había obtenido en la máquina de baile, retrocediendo al verles acercarse a pedir todo tipo consejos en el área.

Llegó a la salida del negocio como pudo, mirando a la izquierda un momento antes de continuar su carrera calle arriba con una gran sonrisa.

Al fin, varias cuadras después, aquella gente pareció desistir, además, que iba a decirles ¿Qué era la primera vez que subía a una de esas?

Se detuvo para descansar, mirando con duda la entrada de aquél enorme edificio ¿Patinar? Volteó un momento y continuó su camino, dejando una pequeña risita a su paso.

-Mas tarde quizás.

*.*.o.o.*.*.o.o.*.*

El ruido del claxon y corrió para llegar a la otra acera tras haber cruzado la calle casi con luz roja.

Miró a los lados con insistencia y Sasuke llevó la mano derecha a su gorra, bajando el frente un poco más, dando media vuelta y bajando el rostro un poco cuando Naruto pasó corriendo a su lado, rebasándole, y pasando desapercibido... una vez más.

El dobe ¿Aun tenía tanta energía?

Alzó la vista para no perderle, sobresaltándose cuando le vio dar media vuelta con cara de haber olvidado algo, volviendo sobre sus pasos y topando hombro a con hombro con él.

-¡Lo siento! - Soltó apresurado el oji azul, perdiéndose en breve por el pequeño mini súper que tenía a su derecha sin haberse fijado en más.

Sasuke suspiró realmente aliviado, se recargó de espaldas junto a la puerta, alzando un poco más el cuello de su abrigo. Afortunadamente el lugar, tenía la misma entrada como salida.

Solo debía esperar.

Frotó sus manos al frente, soplándolas un par de veces para darse calor. La tarde empezaba a caer y Naruto parecía tener más energía que el conejito de duracell, sin embargo... Una pequeña sonrisa asomó su rostro... había sido un día divertido.

"Debiste dejarme ciego... para prevenir que me enamore de ti.

Sin embargo... ¿Por qué siempre me hiciste ver tu belleza?"

-¡Buuu!

-¡¡Woah!! - Ver el rostro de Naruto asomar frente a él de súbito y Sasuke saltó repegándose a la pared con el pulso enormemente alterado.

-Para ti - El oji azul sonrió dejando en manos del perplejo azabache una latita de café caliente - Hace frío ¿Neh?... ¿Crees que deberíamos volver ya?

Naruto posó un par de bolsas de compras al piso, agachándose para destapar su propia lata, mirando al azabache brevemente antes de beber.

-... - Sasuke se agachó con duda, mirando su café sin animarse a abrirlo - ¿En que momento?

-Desde el principio.

-¿Por qué fingiste?

-¿Por qué me seguiste?

-Yo pregunte primero - Rezongó, molesto de ver la típica risita de Naruto salir a flote - Que mas da... - Sasuke bufó y destapó su bebida.

Soplaba, probando de vez en vez. Tomar café caliente, agachado fuera de un mini súper, contemplando por ratos al mar de gente pasar de un lado a otro, peculiar... y agradablemente cálido.

-¡Ah! - Ante gracia de Sasuke, Naruto exhaló refrescantemente al terminar su segunda latilla - ¡Yosh! Hora de continuar - Levantándose de golpe y tendiendo una mano hacia él.

-Puedo solo - La palmeó con el dorso de su mano para levantarse.

-Tú no teme, la basura - Una venita afloró en la frente de Sasuke cuando Naruto le quitó su latita, arrojando las tres al basurero de junto - Y toma, lleva una tu también - Agregó dejando una bolsa plástica blanca en sus manos.

-¡¿Y esto que es?! - abrió la bolsa intentando ver el contenido.

-Papas, aperitivos de arroz y ramen.

-¿Ramen? - Sasuke alzó la vista, buscándolo a los lados al no verle - ¿Dobe? - Respingando al sentir a Naruto empujarle desde atrás.

-Apúrale teme que cerraran por tu culpa.

-¿Dónde?

-¡Date prisa! Camina.

*.*.o.o.*.*.o.o.*.*

La horquilla entró sin apuro por el pequeño resquicio, crujiendo levemente sin ser la definitiva cuando era girada con notoria destreza por su interior.

-Naruto...

-¡Shhh! Ya casi - El aludido agitó la mano derecha brevemente al aire antes de tomar de nuevo la horquilla, mientras escuchaba atento con la oreja pegada a la puerta.

-Dobe... - Insistió el otro, volteando insistentemente y con cierto nerviosismo hacia la calle vacía tras ellos.

-¡Voilá! - El oji azul se incorporó orgulloso cuando la puerta trasera cedió, dejándoles paso al interior - Vamos Sasuke.

El azabache suspiró desganado, le siguió cerrando tras el y una gotita resbaló por su rostro al ver a Naruto analizar una segunda puerta.

-Bien, aquí voy - Naruto hurgó sus cabellos esbozando una sonrisita zorruna al sacar otra horquilla de entre ellos - Extraño mi llave maestra.

-¿Llave maestra? - Sasuke sonrió con un deje de burla, sacó su cartera tomando una tarjeta plástica de ella, la cual deslizó por el resquicio de la entrada, volviendo la luz roja a verde de forma automática, abriéndola de forma limpia y sin trabas - Esta, es mi llave maestra - Agitó la tarjeta con orgullo - En la ciudad, le dan entrada universal a unas pocas personas, mi abuela, es una de ellas.

-Tramposo - Naruto viró el rostro con falso enfado ante la victoria del otro.

Se adentraron y Sasuke tomó asiento solo una hilera después de la orilla de la pista de hielo principal. Con esta, serían tres veces que acudía a un sitio así. A diferencia de Naruto, había descubierto que los patines y los dolorosos trancazos en el hielo no era lo suyo. Prefería observar. Por otro lado, el dobe, no lo hacía tan mal, exceptuando una que otra ridícula caída, la mayoría del tiempo parecía balsear sobre el hielo con suma facilidad... otra diferencia más entre ellos.

-Neh, Sasuke - Naruto se acercó a la orilla, pasando un pie al otro lado de la barra para tomar asiento y alcanzar la bolsa de bebidas - ¿No piensas patinar o que?

-Ya te dije que no es lo mío.

-Je, solo por que te caíste más veces que yo´dattebayo.

El oji azul bebió de su lata tal cual soda, notando la extraña mirada del azabache en él cuando volvió a exhalar de forma refrescante tras su hazaña. Sonrió y posó una latita de café más frente a él, consiguiendo que le hiciera compañía en breve, abriendo las frituras también para amenizar.

-Debería estar frío ya - Murmuró Naruto al ver a Sasuke sorber lentamente de su lata, mientras el destapaba otra más para si.

-¿Eh? - Sasuke frunció el ceño extrañado, ¿Cómo que debería? ¿Acaso no lo había notado por si mismo?

Un extraña idea y, antes que Naruto pudiera evitarlo, tiró de las bolsas de bebidas, abriendo los ojos con sorpresa y mirando al oji azul de inmediato sin poder creerlo aún.

-¡¡Estas bebiendo!!

-Y tu conmigo - Soltó el otro con diversión.

-No me salgas con incoherencias, es obvio que no hemos estado bebiendo lo mismo, además... - Sasuke entrecerró la mirada acusadoramente - No venden alcohol a menores de edad.

-Es cierto´dattebayo - El oji azul asintió divertido - Pero es fácil cuando un adulto te espera en la puerta por su encargo y credencial.

-¿Que dices? - Sasuke enarcó una ceja sin comprender.

-Por cierto teme - Naruto metió una mano a la bolsa de su sudadera, extendiendo al otro una tarjetilla plástica y una conocida identificación - Gracias por invitar, a la próxima pago yo ¿Vale?

Un exclamo de sorpresa emanó de Sasuke al recordar el "accidental" choque que tuvieron frente al mini súper de los hechos.

-¡No tienes nombre!

-Si lo tengo - El oji azul, terminó su bebida y destapó una más, deslizándola por la banca hacia el azabache con una sonrisa de lo más retadora - Uzumaki Naruto... a tus órdenes.

"Es muy tarde ahora...

Tu esencia ya se ha vertido sobre mí."

*.*.o.o.*.*.o.o.*.*

El sonido del altavoz se escuchaba a lo largo de cada una de las salas del lugar, anunciando vuelo tras vuelo, llegada tras llegada y... retraso tras retraso. Una noche normal en el aeropuerto Internacional de Tokio.

-Udon, no te alejes - La voz de su madre hizo al pequeño detenerse un segundo, volviendo su atención a la cajita plástica de 40x60 que reposaba junto a las maletas.

-¡Un segundo mamá! - La sonrisa del pequeño se amplió al asomar por la rejilla de la misma, acercando su mano a ella sin vacilación - Hola ¿Cómo te llamas?

El estruendoso mini-ladrido del perrito blanco en su interior hizo al niño respingar hacia atrás, sollozando levemente antes de soltarse al llanto completo y correr en dirección contraria.

Un atractivo y elegante castaño con tatuajes en forma de triángulos invertidos se agachó frente a la cajita señalando su interior de forma severa.

-Chico malo, chico malo - El can agitó el rabillo, aullando con emoción al ver a su amo abrir su jaula de viaje - No akamaru, se supone que te estoy regañando - El chico suspiró derrotado al ver al perrito lamerle la mano con afición.

-Lo estas consintiendo mucho, Kib - El aludido se irguió con el perrito en brazos, sonriendo al ver a un conocido morocho con sus maletas a un lado.

-¿Qué puedo hacer entonces? Shino, el pobre está tan enamorado de mí que hasta un regaño es música para sus oídos.

El de gafas rió levemente por el comentario, callando al ver al perrito ladrarle de forma inmediata y amenazante... empezaba a creer que Kiba tenía razón.

-Chico malo, chico malo - Kiba señaló al perrito de inmediato - ¿Cuántas veces tengo que repetírtelo akamaru? Papá y mamá - Explicaba señalándose a si mismo y a Shino una y otra vez tras la frase - ¿Entiendes?

Una gota por la frente de ambos al ver al perrito observando con la lengua de fuera y meneando la colita animadamente.

-Olvídalo Kib - Shino negó al ver a akamaru ladrarle una vez más - No olvides a que venimos.

-Cierto, debemos darnos prisa o Hana nee-chan nos hallará primero - El chico sacó un sobre amarillo del portafolios que llevaba a cuestas, sonriendo al mirarlo detenidamente - Pareciera una eternidad, desde que la última vez que vimos a Sasu.

*.*.o.o.*.*.o.o.*.*

La mirada azabache alternaba entre la lata y ese rostro burlón, beber, no beber. Beber o, ser un mojigato. Beber o, pasar por un tonto. Beber... y quizás... ser mas sincero.

Estiró la mano al frente decidido, alzando la vista con enfado cuando Naruto retrocedió la lata hacia sí, impidiendo que la alcanzara.

-Lo sabía.

-¿Qué? - había olvidado lo fácil que podía llegar a provocarlo.

-Eres un chico bueno Sasuke, no eres de los que beben. Ahora sé que en las vegas, debieron ser Kiba y Shino los responsables de tu borrachera.

El rubio sonrió ante el delatador enfado del otro, y optó por quitarse los patines para cruzar las piernas al frente, tipo flor de loto. Más cómodo, dejó otra lata de café frente al azabache, tirando de las frituras y comiendo mientras terminaba su cerveza.

-¿No patinas más?

-No es bueno dar tantas vueltas con algo de alcohol encima ¿sabes?

Sasuke suspiró derrotado y rodó su lata de café, vacilante y algo desganado. Aunque, si lo pensaba mejor, con unas copas de más... miró a Naruto botar una lata vacía más en la bolsa antes de sacar otra... sería más fácil sonsacarle la verdad.

-Neh - El azabache tragó pesado al pensar la forma mas apropiada de preguntar, sin parecer entrometido... ¿Por donde empezar? - Dobe... tu...

-¿Puedes dejar de llamarme dobe? - Un pequeño puchero asomó en el rostro del menor - ¿Te dije que me gusta mi nombre? Naruto... anda dilo - El azabache frunció el ceño un instante, acaso...

-¿Estás ebrio? - Soltó sin contenerse.

-¿Bromeas? ¿Con tan poco?- Naruto carcajeó un instante - Ajá, seguro, cuéntame otro chiste.

-... - Sasuke enarcó una ceja... ¿Lo estaba o no?

-¿No te sabes ni uno? Entonces quizás debería... contarte una historia de terror - susurró con un toque lúgubre.

-Mejor dime. De verdad... ¿Itachi y tú están peleados? - Bueno, ahí iba la pregunta de sus padres.

-¿Qué?... ¿Te interesa?

-En realidad... - Sasuke desvió el rostro, pensando, debía cuidar sus respuestas si quería mas información - Si, como a todos en la casa. Itachi sigue siendo un integrante de la familia... y mi hermano - Agregó casi inaudible.

-Hum... - Naruto meneó su lata, mirando con aparente interés las burbujas que conseguía con ello - Peleados... no es la palabra correcta.

-... - Sasuke volvió su atención a él - ¿Entonces...?

-Solo, estamos algo... distanciados. Digamos que él... necesita tiempo.

-¿Tiempo? - Frunció el ceño confundido - ¿Tiempo para qué?

-Para decidir que hará - Naruto sonrió, sintiendo la imperiosa necesidad de beber para poder contestar mejor, terminando la lata que tenía en manos con algo de ansiedad, respirando hondo al final y volviendo la vista a él - Para darse cuenta... de lo obvio.

Sasuke le miraba confundido, cada vez entendía menos.

-¿Acaso no van a casarse? Se supone que ya han decidido que... se aman - Completó de golpe, bien, he ahí la pregunta de sus abuelos - No entiendo qué tiene que definir, no veo nada más obvio que eso.

Naruto resopló conteniendo pobremente una risa de lo más sarcástica, destapando otra lata y bebiendo para apagar su momentáneo estado de gracia, y poder volver a la conversación.

-Eres demasiado inocente Sasu - Soltó provocando en leve sentimiento de ofensa en el azabache - ¿Piensas que todas las personas están unidas por amor? ¿Crees en los cuentos de hadas? o en ¿vivieron felices por siempre?

Crueles palabras que mostraban una cara diferente de la moneda. Sasuke entendía la frase a la perfección, pero...

-Itachi, no sé cuando se dará cuenta - Naruto torció el labio bajando la mirada con enfado - Es molesto tener que esperar. Depender de alguien... te denigra.

-Dobe... - El azabache calló de súbito al ver esos zafiros mirarle con enfado, se había olvidado por completo - Es decir...

-¿Puedes guardar un secreto? - Naruto observaba serio el enorme desconcierto en el rostro de Sasuke - Si te lo digo... ¿Podrás callarlo?

Sasuke asintió, sin embargo, quería... y no quería escuchar.

-Lo obvio - Naruto suspiró hondo, pegándose la lata a los labios, sorbiendo por tragos pequeños, necesitaba beber - Itachi... - Necesitaba decirlo, sacarlo de una vez de su interior. Necesitaba... ser libre - No me ama.

Los ojos y labios de sasuke se abrieron lentamente, causa de la sorpresa, atónito. Había escuchado mal... "Mentira".

-Jamás lo ha hecho, y debe darse cuenta que jamás lo hará - Naruto alzó la vista, observando la shockeada expresión del azabache - Aunque quiera, no podrá, porque él... ama a alguien más.

El oji azul cerró los ojos y se empinó la lata, sintiendo como ese "algo" que le había lastimado por tanto, bajaba por su pecho, carraspeando con fuerza al terminar. Cabizbajo, deslizó sus dedos por sus labios, secándose con cuidado, sintiendo que ahora... podía respirar mejor. Alzó la vista a su callado acompañante y sonrió al elevarle el mentón, cerrándole la boca.

-¿Patético no? La realidad lo es.

Sasuke parpadeó, retrocediendo ante el contacto del rubio, sin poder apartar su mirar de él ¡Mentira! Tantos cambios en Itachi, solo cinco minutos atrás habría jurado que era por la influencia de Naruto en su vida y ahora... ahora no concebía esto. Y sin embargo...

-¿Por qué estaría con alguien a quien no ama? - Vale, esta no era una pregunta familiar... pero la duda le escocía.

-Mfhm - El oji azul amplió su sonrisa un poco más - Por que el baka cree que moriré si se va de mi lado... aún más patético ¿Cierto?

"Y... ¿morirías?" Frustrante, esa era la sensación que invadió a Sasuke cuando aquellas palabras no salieron de sus labios. Una pregunta que, cobardemente, no quería fuera resuelta.

El sonido de la lata al entrar a la bolsa de desechos y el azabache vio a Naruto sacar una cerveza más.

-Deja de beber - Murmuró de súbito, ante la extrañeza de esos zafiros - Basta - Posando una mano sobre la lata al ver que se disponía a abrirla - ¡Con un demonio! - terminando por arrebatársela y alejar la bolsa de él.

No quería verle así, no ahora que su mente sacaría conclusiones absurdas con suma facilidad... no quería saber más.

 

-Como quieras - Naruto tiró de la bolsa de frituras, frunciendo el ceño al mirar al interior, sonriendo de nuevo al hurgar en ella - Es verdad, casi me olvido.

-¿Qué cosa? - Sasuke miró con renovado interés la pequeña cajita que Naruto extendió hacia él.

-Para ti - Dedicó mas animado - Un detalle...

-Un detalle que te recuerdo, compraste con mi tarjeta - Bien, no había querido reprocharle, pero no estaba en su mejor momento. Sin embargo a Naruto pareció caerle en gracia pues rió con el comentario - ¿Puedo abrirlo?

-Seguro - El oji azul sonrió, dejando la cajita en sus manos, observando como tiró del listoncito rojo para alzar la tapita - ¡¡Espera!! - Posando ambas manos sobre la caja para evitar que continuara -Tks, tks, tks - Naruto agitó un dedito al frente - Olvidé decirte algo importante - Sonriendo al ver el gesto de mala leche en el rostro del azabache - Si te gusta... sonríe ¿Ok?

-¿Solo eso? - Naruto asintió - Esta bien.

-¡¡Espera!! - El azabache prácticamente respingó cuando Naruto posó de nuevo sus manos con una divertida carcajada.

-¡¿Ahora qué Usuratonkachi?!

-Si no te gusta... - Sasuke le apuró deseando saber de una buena vez de que se trataba la desdichada gracia del dobe - También sonríe ¿Ok?... pero, si te encantara... los agradecimientos extras van a cuenta del agraciado.

-¿Es todo? - Naruto asintió feliz, liberando al fin sus manos - ¿Estas seguro que no volverás a interrumpir? - El oji azul negó posando sus zafiros en la pequeña cajita, sonriendo un poco más con ello - Bien, aquí voy...

Sasuke suspiró y de un tirón, quitó la tapa, parpadeando con sorpresa cuando un pequeño guantecito rojo se estrelló con suavidad sobre su nariz en un chusco intento de gancho, mirando como el responsable, un pequeño minino boxeador negro, le mostraba la lengua con un gesto de mala leche en el rostro y la leyenda "Soy el mejor" en el pecho, mientras Naruto se desbarataba de la risa con la hazaña.

-¡No es gracioso!

-A que no te lo esperabas ¿eh? - Naruto sujetó su estomago tratando de calmarse - Es igualito a ti, lo vi y dije, el teme debe tener su retrato en casa.

-Usuratonkachi - Murmuró con enfado, presionando al minino para volverlo a su caja.

-¡Oye!  - Naruto respingó entre enfadado y divertido - ¿Qué hay con mi nombre? ¡Dilo!

-No lo mereces, además, a que viene esto.

-... - El oji azul pareció nostálgico un segundo, mirándole mas alegre al siguiente - Si no volviéramos a vernos, será mi forma de reñirte a distancia. Cuando hagas algo mal, ábrela y te dará un golpe de mi parte, como haría yo.

-... - Sasuke miró la cajita con extrañeza. Naruto, aún pensaba ir con Itachi, pero... ¿Qué tan lejos?... ¿Hasta donde? - Gracias, lo recordaré. Yo, no tengo nada que darte.

-No esperaba que lo hicieras.

-Un segundo - Sasuke llevó una mano a su pecho, dejando la caja a un lado antes de buscar por el cuello de su ropa, alzando una bella y alargada gema azul, quitándose el par de cordeles negros que la sujetaban.

-¡De ninguna manera! - Naruto metió manos de por medio al ver a Sasuke extender los cordeles hacia él - ¡¿Cuanto se supone que cuesta eso?!

-Es una baratija - Sasuke pasó el collar por su cabeza y Naruto cerró los ojos ante lo brusco de la acción, mirando la pieza en su cuello instantes después - Detesto llevar cosas de esas, así que iba a tirarla tan pronto pudiera.

-¿En serio? - Naruto la miraba con duda, sonriendo al azabache con gratitud doble - Gracias Sasuke... y también, por escucharme.

Sasuke sonrió débilmente, apartando la vista de aquél collar, tomando su cajita para golpear al gatillo con el índice... dulce venganza.

Lo agradable del momento duró realmente poco, pues ver a Naruto agacharse a un lado de la banca con una mano en la boca tras lo que pareció ser una arcada, fue algo realmente perturbador.

-¡Dobe! - Sasuke se acercó, palmeando su espalda con sutileza - Necesitas vomitar, vamos al baño.

Sin poder erguirse aún, Naruto aferraba la mano a su boca con fuerza, esforzándose por respirar lo más normal que podía para intentar hablar.

-Esta... bien - Susurró, meneando una mano al aire, tragando pesado... Era el alcohol - Iré so... solo - Debía ser el alcohol.

"No importa cuanto trato de eliminarla o borrarla...

... tu esencia se sigue vertiendo sobre mí sin parar."

*.*.o.o.*.*.o.o.*.*

Viró el rostro a un lado, mirando la entrada del baño de forma insistente.

¿Podía alguien ser más dobe? Mira que ser tan terco como para negar su estado, convencido de que el zigzag con el que llegó a los sanitarios, era línea recta, y encima, amenazarlo con echarlo a patadas si se dignaba a... ¡Mirar¡

Joder, como si eso le hubiera pasado por la cabeza tras tremendo susto. Aunque en verdad se estaba pensando entrar, ¡Pero no por eso! Siendo franco empezaba a preocuparse, no lo escuchaba vomitar, toser, ¡Nada! vaya ni siquiera roncar.

-Buuu~ - Inesperadamente, Naruto meneó los deditos frente a él, haciendo se pegara espaldas a la pared de forma automática.

-¡Deja de hacer eso ¿Quieres?!

Sasuke apenas intentaba mostrar algo de "preocupación",  cuando la cantarina risa del dobe y verlo tambalear sobre su eje, de nuevo, le hizo sujetarle por la cintura y atraerlo hacia sí, evitando su inminente caída.

-¿De verdad, no quieres... una historia de terror? - Agregó el menor cabizbajo, descansando su rostro en el pecho del azabache.

-... - Sasuke suspiró con culpa, había dejado que bebiera de más - Volvamos.

-Aún no - Murmuró bajito, rodeando la espalda del mayor con ambas manos, abrazándose a él - Aún no Sasuke... aún no - Agregó en susurros.

Atento a esa súplica y con sus manos flotando en el aire al no atreverse a corresponder, Sasuke optó por centrar su atención a otro lugar un momento, terminando por tomar sus hombros, separándole con suavidad.

-Es tarde ya - Murmuró frente a él - Vamos.

Naruto escuchaba mirando atentamente cada detalle en ese rostro. Piel blanca, ojos profundos, labios delgados... y sonrosados. Se aferró a sus hombros, alzándose sobre las puntas de sus pies y cerró los ojos al acercarse a él.

Un fugaz gesto de sorpresa y Sasuke cerró los ojos con fuerza al virar el rostro con rapidez, dejando ese beso posarse en su mejilla.

El oji azul rió despacito al ver la infantil reacción del azabache, elevando una mano para tocar el lugar que había besado.

-¿Porqué tienes que ser tan... adorable?

"La vida me dice... que no debería soñar.

Que no debería tener esperanzas."

-No sabes lo que dices... - Aturdido, así se sentía, seguro por el intenso olor a licor que le llegó junto a esas palabras - Créeme, no quieres esto...

El azabache calló y con rapidez, sujetó la mano que el rubio deslizaba por su mejilla cuando sintió sus dedos recorrer sus labios. Se sentía bien pero, no debía continuar... esto debía detenerse, Naruto... no sabía lo que hacía.

El oji azul ladeó el rostro para ver mejor al azabache. Presionó con el índice un poco más, embelesado al ver esos labios entreabrirse, cediendo con lentitud, dándole paso poco a poco. Tiró de su rostro al frente de forma súbita y unió sus labios al fin, deslizando su mano a su nuca para fundirse más a él, besándole con demanda.

El azabache topó con el muro tras él, atrapado al haber intentado retroceder vanamente, buscando las manos de Naruto a tientas, dudando al sentir sus besos empezar uno tras otro sin que parecieran tener final, escuchando su respiración agitarse al no romper el contacto.

No podía, no debía. Había jurado no volver a mentir.

Aferró las muñecas de Naruto con fuerza, girando y consiguiendo separase al acorralarlo a la pared, aprisionando sus manos a ambos lados de su cabeza, mirándole con enfado mientras su pecho subía y bajaba clamando el aire que le faltaba.

-Tú - Murmuró aún sin recuperarse - ¿Crees que es divertido? ¡No soy tu pasatiempo...! No tienes ningún derecho.

-Lo sé - Naruto cerró los ojos un momento, como queriendo evitar ver algo desagradable - Es solo que yo... quise... besarte.

Un gesto de decepción en el azabache y dejó caer el rostro cabizbajo. No esperaba otra respuesta... no deseaba... nada más.

-¿Por qué tu Sasuke? - El aludido alzó la vista de súbito, esas palabras, las había escuchado antes - ¿Por qué tenías que ser tú? - Agregó en un murmullo.

-Cállate, estas diciendo solo disparates - Frunció el ceño, molesto al ver la tristeza con que esos zafiros le miraban, cuyo brillo parecía augurar lágrimas que no deseaba ver, con esa expresión tan distante que tanto odiaba. No de nuevo, no si el causante ni siquiera le amaba - Ni se te ocurra...

-Es que... - El rubio dudó al ver a Sasuke inclinarse hacia él con lentitud.

-Dije... silencio.

-Pero, tú...  - Entrecerrando los ojos para enfocarlo ante tanta cercanía - Me... - Cerrándolos por completo al sentir los labios de Sasuke rozar los suyos.

Sasuke se detuvo un segundo, asimilando lo que hacía, abriendo discretamente la boca al sentir el alcoholizado aliento de Naruto rozar su rostro, uniendo sus labios con suavidad, moviéndolos con extrema lentitud, saboreando, delineándolos lentamente y adentrándose a su interior con delicadeza.

Ladearon el rostro para acomodarse, y Naruto continuó al ritmo de Sasuke, percatándose como el férreo agarre en sus muñecas cedía de forma gradual, sintiendo esos dedos subir a sus palmas, rozándolas con sus yemas de arriba abajo, dudando, terminando por entrelazar sus manos.

¿Alguna vez un beso suyo había durado tanto?... Sasuke se acercó un poco más, juntando sus cuerpos por completo... Sí, una vez... soltó una de sus manos para llevarla a su cuello, acariciándolo cuesta abajo, arrastrando a su paso la bufanda que llevaba el oji azul...  con el dobe diabólico.

El chasquido de sus labios al separase y Naruto elevó el rostro clamando aire, frunciendo el ceño al sentir a Sasuke morder su clavícula, suspirando con sus besos y lamidas, terminando por soltar su otra mano para deslizar ambas por la espalda del mayor.

El azabache continuaba su labor cuesta arriba, sintiendo como Naruto levantó su sudadera y tiró de su camisa, colando sus manos por debajo de estas, acariciando su torso, parando en seco al emitir un repentino gemido cuando le sintió presionar uno de sus pezones.

-¿Te lastimé? - Susurró el oji azul al notar esas orbes fijas en su rostro.

-... - Enmudecido al sentir sus mejillas arder con tan simple, y pudorosa,  pregunta, Sasuke negó débilmente, buscando sus labios una vez para pasar de lo embarazoso de su situación.

Todo lo contrario.

No necesitó decírselo, Naruto respondía su beso y continuaba masajeando esa zona de forma deliciosa, arrancándole pequeños gemidos de placer que ahogaba en sus labios.

Decido a no ser el único, Sasuke al fin recorrió la espalda del menor, acariciándole, bordeando con duda su pantalón. No sería la primera vez... que jugaban a tocarse. Gimió un poco más alto ante un pequeño pellizco por parte del otro... ¡Al carajo!... Coló sus manos bajo la prenda y le toqueteó sin reparo, escuchando como Naruto también gimió con su atrevimiento.

Ambos interrumpieron su beso cuando el menor flexionó una pierna por reflejo ante las caricias que recibía, haciendo una fuerte presión sobre el miembro de Sasuke a su paso.

-Demonios... - Sasuke jadeó y cerró los ojos, apoyando su frente sobre la del oji azul, ambos, notoriamente agitados.

-Sasuke - Llamó el menor en un susurro, deslizando sus manos hacia abajo, deteniéndose justo en el límite de la tela.

-Dime - El azabache abandonó el interior de los jeans del menor, sujetándole el cuello sin separarse de él.

Había jurado no volver a soñar, había prometido no volver a mentir, y de verdad... lo había intentado. Pero, pese al estado en que Naruto se encontraba, pese a toda culpa, Sasuke no podía evitar sentir algo torcerse placenteramente en su interior... ansioso... por seguir.

-Tú... - El oji azul le miró aún agitado, aferrando sus caderas con fuerza - ¿Te casarías conmigo?

-... - Las orbes ónix se abrieron notoriamente sorprendidas, repentinamente paralizado al sentir todo detenerse... absolutamente todo.

Alucinaba de nuevo... ¿Verdad?

Naruto le abrazó al sentir esa necesidad, acurrucándose en el pecho de Sasuke. Escuchaba... su corazón latir tan rápido... "Tum, tum, tum"... parecía arrullarle, se aferró más a él.

¿Por qué justamente Sasuke? Habiendo tantas personas libres, habiendo tantas personas sin relación alguna a Itachi... ¿Por qué había tenido que enamorarse precisamente de su hermano?

Estaba mal... luchar por él... ¿Cierto?... pero soñar, soñar no estaba prohibido.

-Cásate conmigo... onegai.

Cerró sus ahora inútiles zafiros con fuerza, haciendo caer una lagrima con esa acción. Todo, daba vueltas tan vertiginosamente desde hacía rato. Todo, estaba tan borroso y oscuro, desde antes de empezar, y sin embargo, bien había valido la pena aguantar.

Si muriera justo ahora... justo ahí... en sus brazos... no tendría nada que reclamarle a la vida.

"Que no tengo permiso... para amarte."

_.o._.0. Continuará .0._.o._

 

Notas finales:  

Sean felices´ttebayo.


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