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LA MARCHA FUNEBRE AL ALTAR por airam-chan

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Notas del capitulo:  

Se enciende un reflector en una sala oscura, dejando ver un banquillo con un sombrero negro de copa boca arriba, donde sale alguien que carga un letrero de "se busca" en el pecho:

Airam: >w< ohaio gozai masu~!! - Una extraña conejita rosada con traje a rayas blancas y negras se pone a caminar en círculos con suma concentración - ... -w- ok, ahí va el discurso aburrido:

  • 1. T0T gomen nasai!!, ¬¬ empiezo a creer que ya no distingo la diferencia de tres semanas a tres meses, XP. Pero en estos han pasado tantas cosas, ^^well, eso puedo explicarlo en el punto dos:
  • 2. T.T *coloca letrero de: se solicita beta*. El mío fue despedido, ¬¬ pero el sabe que no fue algo personal, solo falta de responsabilidad.
  • 3. Tuve gripa, ¬¬ y no, no era influenza.
  • 4. Anna Rice me esclavizó durante... ¬¬ bueno, el tiempo necesario como para provocar una baja en mis calificaciones, T-T aun trato de recuperarme, ¡Mis vacaciones! ToT... *¬* pero esos vampiritos son un verdadero deleite.
  • 5. *-* y la ultima, pero no menos mortífera de todas, ¬u¬ mi prof. De idiomas me indujo al mal, u.u solo basta mencionar que se trata de mi propio teme bastardo... XD o quizás debería decir que es mas mi dobe hiperactivo.

OwO well, para no hacerla tan larga, después de tener cuchillo en mano y cuello, ¬¬ y el traje a rayas no es por eso...

Nee chan: XP no, eso fue obra mía.

Airam: ^^U enteramente capricho suyo el vestirme de coneja fugitiva. Ok, lo importante de todo es que al fin hemos logrado combinar los arrebatos inoportunos de MUSA con el tiempo que hemos sonsacado para obtener...

Nee chan: T.T...

Airam: T.T ok, en realidad no es de nuestros capítulos favoritos, había escenas que no estamos acostumbradas a hacer, ^^ pero en fin, esperamos que les guste aunque sea un pelín.

 

P.D. ¬u¬ Hemos incluidos dos canciones en el cap que son originarias de los Beatles pero que en mala hora las oímos en una peli como covers, así que no pudimos evitar usarlas, algo que ya tenía rato queríamos hacer. ^^ les dejamos el link de ambas para que puedan oírlas si es que gustan:

http://www.youtube.com/watch?v=iLZMdM7aLn4

http://www.youtube.com/watch?v=O5ORJr_k5bg

P.D 2. Novahikaru chica ¬¬ sabes que fuiste como la ultima coca del desierto, XD well, esperamos con ansias el final de "vuelve a mi". Saludos.

 

CAPITULO XIV: UN DULCE VENENO

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Se oían respiraciones agitadas, típicas de alguien que ha rebasado el límite de velocidad y la resistencia de su cuerpo. Desde la sombra de un ventanal, se proyectó la sombra distorsionada de alguien que, cansado, sujetaba su costado izquierdo.

-Deja de jugar... - El leve farfullo de una voz femenina surcó el lugar - y mátalo de una vez.

Dentro de aquella mansión, las pisadas que resonaban como eco del lugar, aceleraron.

John, el que huía, logró adentrarse en una habitación. Agitado, repasó la oscura biblioteca con prisa, recordando que en sus tiempos de sucia prosperidad había comprado la casa por el sinfín de pasajes ocultos que tenía, tantos, que ahora mismo no recordaba ni uno solo.

Topó de espalda a la pared, activando un pasaje tras la chimenea de forma totalmente accidental, mostrando el único camino posible, uno que inútilmente recordó lo toparía con pared apenas doblara a la derecha, y ya no habría salida...

Dobló, medio corriendo, medio cojeando, dando media vuelta al final del camino, observando el sitio por el que había venido.

Al no haber más ruido que el de su respiración agitada, ahora bien podía distinguir el andar parsimonioso de sus perseguidores, como si dieran una caminata romántica a la luz de la luna...

...cada vez más claros, cada vez más nítidos... cada vez más cerca. Ahora escuchaba incluso la respiración de esos extraños.

Sabía que estaban a la vuelta del pasillo, pero por algún motivo no aparecían, no se mostraban. Una repentina ráfaga de furia recorrió sus venas, calentando su sangre al grado de doler...

Se incorporó para esperar la muerte aunque sea de forma un poco más digna. "Si solo no hubiera cooperado con ellos" era la frase que repetía constantemente en su mente. Finalmente se irguió, pero tan rápido como lo hizo, una mano de color tostado con la uñas pintadas de negro se asomó por el borde de la pared y, muy lentamente, fue reptando por la misma hasta mostrar el brazo, el torso y la pierna. Sin embargo, no podía ver rastro alguno de cabeza. Se arrepintió enseguida, pues tan rápido como pensó aquello, una cara cubierta totalmente por una espiral que solo mostraba su ojo derecho, apareció de entre las sombras, logrando que cayera de bruces al suelo por la impresión...

A paso lento, el extraño empezó a dirigirse hacia él, mientras que John solo atinaba a sudar, pues sabía que gritar solo acarrearía más problemas, huir ya era impensable, y rezar... ¿para qué empezar a hacerlo a solo tres segundos de tu muerte si has quebrantado todo mandamiento existente a lo largo de tu vida?

Fue justamente ahí, cuando el extraño juntó las manos al frente, dejando oír el tan temido ruido característico de aquél desaparecido grupo de asesinos de élite, ‘el crujido'. Aquél simple tronar de dedos, en la única banda que no usaba armas de filo o fuego, sabía que significaba algo así como el ‘desenfunde'.

El enmascarado detuvo su andar frente a él, y tras segundos que le parecieron eternos, la ronca e infantil voz del extraño hizo eco por el pasillo.

-¿Quién lo está encubriendo?

"Tal vez, solo tal vez, si les digo la verdad sobre la serpiente me maten de forma rápida" pensó en una mezcla auto-compasiva y auto-convincente.

-Kabuto - Confesó de forma quebrada y llorosa, voz que apenas y hacía sombra a la voz de mando que solía tener.

-¿Viste Konan? Al final, siempre son iguales - Externó el de la máscara con sorna.

John se tensó con horror al sentir un calosfrío en su espalda, justo cuando unas delicadas manos le sujetaron la cabeza por los lados, apenas alcanzando a ver por el rabillo al ángel de la muerte, una bella dama azabache que portaba una flor en la cabeza.

-Sí, lo que digas...

 

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Invadida por la melodía ‘Claro de Luna' de Debussy, proveniente de algún punto en su interior, la calma absoluta reinaba en la omnipotente mansión Uchiha. Sus jardines, habitaciones y pasillos, ya de por sí gozosos de tranquilidad en demasía en horas de trabajo y escuela, hacían confundir su situación actual como algo rutinario, aunque esta vez la causa que la hubiera dejado así fuera meramente excepcional.

Técnicamente, era un día gris. Y de forma graciosa, la casa parecía estar en sincronía con el mismo, auxiliándose del alumbrado eléctrico para no lucir tétrica a raíz de la ausente luz solar, menguada por esa extraña y tupida lluvia matutina que no dejaba de comentarse en el canal del clima, tan polémica en los medios de comunicación como el atentado que la familia Uchiha había sufrido la noche anterior durante un evento de caridad. Un acto bajo, vandálico, que casi cuesta la vida a uno de sus integrantes y que la policía investigaba, todo esto, sin ventilar a cierta ciencia lo que había sucedido en realidad.

De improviso, la música clásica cicló repetidamente, delatando su origen desde una de las tantas habitaciones de la casa, trabada en la misma estrofa, sin poder continuar, revelando lo viejo y usado del compacto.

Un botón del mando a distancia bastó para reproducirla otra vez desde el inicio. Dejando el control en la mesilla de centro en su cuarto, Itachi se dirigió a la cama para soltar la pila de ropa y cosas que cargaba, todas pertenencias de Naruto. La idea de guardarlas tuvo que esperar cuando su correspondencia voló varios metros desde su escritorio, obligándolo a recogerla y  a cerrar la ventana antes de intentar acomodar los papeles en algún cajón. Frunció el ceño cuando entre ellos un llamativo sobre amarillo captó su atención.

-Uchiha Sasuke - Leyó en su parte inferior derecha.

¿No era el mismo que le había dado a su hermano unos días atrás? Aunque también, estaba la posibilidad de que le hubieran dado a él la correspondencia de Sasuke por equivocación. Giró el papel y trató de hacer memoria. No tenía sellos ni estampas, el nombre estaba caligrafiado a mano, e incluso olía a comida para perro. Tenía toda la pinta de ser el que le habían dejado aquellos críos extraños.

Pero entonces, si aún lo tenía consigo... ¿qué le había entregado la vez pasada?

Su atención volvió al balcón al escuchar la puerta azotarse, presa de una ventisca, colando con ello algo de humedad a la habitación. Dejando el sobre en la mesa, se aproximó a la puerta con la idea de asegurarla esta vez, sin alcanzar a cerrar siquiera al divisar en la terraza a un visitante inesperado. Ahí, una empapada y pequeña bola peluda temblaba apenas arrimada al cobijo de una maceta.

-¿Qué no tienes una guarida donde refugiarte? - El zorrito paró las orejas y miró a Itachi tras su comentario - Hay mucho bosque por allá - Señaló.

Pero, como si hubiera dicho lo contrario, Itachi parpadeó apenas cuando el zorrito entró a la habitación tal cual rayo. Bufó molesto al cerrar. Ahora tendría que atraparlo y echarlo por la ventana lo más pronto posible antes que el cuarto entero oliera a humedad.

-¡Oye, eso sí que no! - Gritó al ver al bicho ese trepar a la cama con toda la confianza del mundo. Lo siguió de inmediato, extrañándose al ver que se refugiaba justamente dentro de la boina negra que Naruto solía usar.

Dejando de lado suposiciones sin sentido, el de coleta levantó el gorro -con todo y zorro rabioso dentro- y lo llevó por la habitación hasta dejarlo en la olvidada cesta de la esquina.

-Aquí o nada, que si no te gusta bien encuentras mucho jardín allá atrás - Sentenció, tirando de la boina con suavidad, tratando de dejar al animalito sobre el cojín, parpadeando con verdadera sorpresa cuando éste comenzó a lamerle las manos con docilidad.

¿Y ahora?, ¿Acaso ya no tenía rabia? Más extrañado que antes, Itachi posó de nuevo la boina en la cesta, observando a Kyuubi rodearla varias veces antes de acurrucarse de sobremanera en su interior, soltando un sonido que asemejaba un pequeño maullido.

-Tú... lo extrañas - Murmuró aun con sorpresa. Una débil sonrisa suavizó sus facciones, animándose incluso a rascar la felpada orejita un instante, obteniendo el mismo el extraño resultado que antes, sintiendo incluso cosquillas por la textura áspera de la lengua del zorro - Te comprendo...

-Itachi, ¿dónde va esto? - Un recién llegado Shisui entró al cuarto y, apenas vio a Itachi señalar la cama, dejó en ella un par de maletas para volver su atención a la esquina de la habitación - ¿Qué hace el peluche rabioso en tu cuarto?, ¿acaso ya aprendió a quererte?

-Solo buscaba a Naruto, y se refugia del frío - Murmuró el azabache volviendo a sus asuntos.

-Se ve que sigue siendo muy amigable - Externó con sarcasmo, desechando toda idea de acercarse al ver al animalito enseñarle los colmillos un momento para después ignorarle olímpicamente - Itachi - Llamó quedamente - En verdad, no era necesario que sacaras sus cosas del cuarto.

-Está hecho, Shisui.

-Bueno, si... supongo - Cansado tras su repentino regreso, el peli corto tomó asiento en la cama, esperando. Observó a Itachi guardar varios papeles antes de tomar un pequeño sobre blanco de su escritorio, mismo que guardó en una conocida mochila.

-Toma - El de coleta se la extendió - Para Kakashi - Especificó.

-¿Cómo...? - Shisui la sujetó volviendo a mirarle con sorpresa, observando que su sobrino verificaba el móvil con aire ausente - ¿No regresas al hospital con Etsuko y conmigo?

-Iré más tarde - Contestó escueto, tecleando un mensaje en el celular.

-Pero vendrás, ¿cierto?... - De uno, Itachi cerró el móvil, prestándole algo de atención a su pariente.

-¿Por qué no iría?

-... Olvídalo - Dudoso, Shisui sonrió y agitó la mochila al caminar a la salida - Entonces, te veo allá.

La puerta de la habitación se cerró ante la atenta mirada de Itachi. El móvil, vibró poco después, y él leyó en la pantalla la respuesta que esperaba. "Atinaste. Suigetsu y Kisame ya vienen en camino". Guardó el aparato sin sorprenderse, e impasible, se agachó frente al reproductor, silenciando la habitación... permaneciendo inmóvil y ausente.

Después de un rato, inspiró hondo, torciendo la nariz al percibir una desagradable pestilencia a humedad. Miró enseguida al culpable, enarcando una ceja al verle menear la felpada cola inocente y graciosamente para él. Ese bichejo era más astuto de lo que suponía. Optó por dejarle abierta una ventana, solo en caso de emergencia, sitio desde donde vio el auto de Shisui alejarse de la casa. Ya sin vacilar, tomó su equipaje de mano y cruzó la habitación directo a la puerta, echando un último vistazo a Kyuubi al salir.

-Bye bye...

 

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"Por circunstancias de fuerza mayor, he tenido que trasladarme urgentemente a NY. Problemas van, problemas vienen, sabes todo lo que concierne a las maromas que da mi complicadísima pero importante existencia. De hecho, si no hubiera problemas, no tendría empleo, y moriríamos de hambre. No puedo complacerte en todo. Aun así, no quise irme sin una explicación decente. Lo sé, que considerado soy ¿Cierto?, pero que puedo hacer, si es uno de mis defectos.

With love Ita.

P.D. Si piensas que te has desecho de mí, estas muy equivocado. Estaré de vuelta antes que te den el alta, así que más te vale no frecuentar a ese pervertido de Sai durante mi ausencia... y hablo en serio."

 

Un amplio suspiró emanó de Naruto al bajar la tarjetita que tenía en manos. Verifico el móvil, como era costumbre cada que terminaba de leer aquel recado que Kakashi le había dado.

Aquello parecía haberse vuelto una rutina. Apenas leía la nota, miraba el móvil, y tras comprobar que no había llamadas o mensajes marcaba el "1" en el teclado, esperando inútilmente una respuesta diferente a la de siempre.

-"Por razones personales del cliente, este número se halla ocupado o fuera del área de cobertura. Por favor, intente llamar más tarde o deje su mensaje después del timbre. Ding, ding dong..."

Resignado con lo repetitivo de la situación, el oji azul cerró el móvil y guardó la nota en el mismo sobre blanco en que la había recibido, poco después de haber recuperado la conciencia... hace ya dos semanas atrás.

Cuando la recibió había sentido un gran alivio, incluso pensando que no necesitaba una carta de kilómetros, solo una explicación clara y concisa que lo dejara más tranquilo. Grande fue su error al leer los tres pobres párrafos que citaba.

-Maldito, como si le cobraran por escribir.

En sí, no le sorprendía tratándose de Itachi, sabía lo seco y objetivo que podía llegar a ser.         El problema radicaba en que no podía contactarlo. Contactarlo y advertirle sobre el objetivo real de aquellos tipos. Contactarlo, y pedirle que se cuidara.

-¡¡Bolita, por favor!! - Risas muchas y aquél llamado lo hicieron reaccionar, mirando luego la esfera de hule que chocó contra la banca en la que descansaba - ¡¡Naru nii, por aquí!!

Se levantó y arrojó la pelota a unos niños en las cercanías, saludando cuando los chibis agitaron las manos al aire y la enfermera de pediatría lo saludó antes de volver su atención a sus "delicados" protegidos.

Miró de nuevo el móvil, esta vez solo fijándose en la hora, sonriendo inconscientemente al encaminarse hacia los enormes edificios que cercaban los jardines del hospital.

Se adentró por la cocina prácticamente con la ruta memorizada, topando con una que otra persona de blanco que lo saludaban ya sin extrañarles al verle andar como si nada por áreas restringidas. Todos sabían de sobra que "Naruto-kun" solo tomaba un atajo. Pasó del comedor sin problemas, casi corriendo por el pasillo que daba directo al ascensor de la planta baja, sin llegar a subir a éste pese a que lo tenía abierto y en frente, frenado al reparar en la máquina de bebidas que tenía a pocos metros a la derecha.  

No era que tuviera sed. Mal que bien, había aprendido que era mejor terminar las tres dietas del día a que Tsunade le doblara la ración, o en el peor de los casos, a que volviera a ponerle la sonda digestiva con tal de nutrirlo. Lo que había llamado su atención era más bien el aire ausente con el que Iruka escogía lo que quería tomar, y no creía que mirando solo aire mientras la máquina esperaba su elección fuera a darle la susodicha bebida.

 

El sonido de algo caer en el cubículo inferior hizo al castaño parpadear con sorpresa, notando como Naruto sacaba la lata y se erguía para extendérsela con amabilidad.

-Gracias - Iruka atinó a sonreír, sujetando la bebida para mirar la máquina con duda - Te ofrecería algo, pero no estoy seguro de si puedas...

-Oh, no me lo agradezca, en realidad pensaba escogerle un trago - El rubito sonrió divertido - Pero es obvio que no hay de esos aquí.

-Vaya... - Una risa sincera escapó del castaño - Creo que ahora entiendo porque terminaste aquí - Y que Naruto llevara una mano tras su cuello y le sacara la lengua al reír de forma juguetona terminó de relajarlo, optando por elegirle un bote de agua antes de sentarse en las escaleras, con el menor solo un escalón más abajo.

-¿Cómo has seguido del estómago? - Iruka sorbió un poco de zumo al mismo tiempo que el otro agua.

-De lujo - Un puchero asomó en el rostro del oji azul - No entiendo porque Tsunade oba-chan no me da el alta, si incluso me han quitado los sueros, mire - Alzó las mangas de la chamarra que cargaba sobre el pijama del hospital, mostrándole varios piquetes y un montonal de moretones que efectivamente se esforzaban en desaparecer - Debería decirle que me deje ir a casa.

-Cuando dices casa... - Iruka pasó de los morados para verle directamente al rostro - ¿Te refieres a la mansión, o a Nueva York?

Tras un momento de leve sorpresa, una mirada gacha sucedió en el menor. No, no era Nueva york, pero casi atinaba.

-Debe ser desesperante no saber nada de él ¿cierto?. Después de todo, Itachi es lo único que tienes - Sonrió al ver el desconcierto de Naruto - Llegué a esa conclusión hace tiempo, después de pensar mejor lo que les dije cuando hacíamos la tarea de Konohamaru, eso de ser feliz con salud, familia o alguien que te ame. También recuerdo perfectamente como dijiste, que nosotros debíamos ser realmente felices al tener las tres. Pero aunque las tengas, las cosas no son tan fáciles... no siempre es así.

-... - El rubito le sostuvo la mirada, atento - ¿Iruka-san... no es feliz?

El mayor suspiró y su mirada se perdió en el aire.

-Pese a apellidarme igual, mi verdadera madre murió al darme a luz, y mi padre a causa de una enfermedad poco antes que yo cumpliera doce. Mi actual familia me ha sido prestada. Además, tengo una promesa pendiente, en espera a que me decida a tomar el futuro que mi padre dejó para mí, pero al mismo tiempo, tengo el cariño de la persona equivocada, alguien que no deseo lastimar cuando llegue el momento. No puedo llamar a esa decisión felicidad... ¿Tú podrías? - Cuestionó entonces a su inusual y repentino confidente.

-Parece una encrucijada, pero... - Naruto se lo pensó, suspirando con algo de pesar y resignación, algo que se le estaba dando demasiado bien en estos días - Aún así, creo que es mejor saber que tus padres se fueron por caprichos de la vida a terminar pensando que quizás te abandonaron, tener gente que te quiere como a uno de los suyos a no tener un lugar donde ir, y también, creo que amar... y ser correspondido... ¿acaso se necesita más que eso?

Iruka quiso contradecirlo, realmente quiso. Sin embargo, no supo hacerlo.

¿Cómo podía un niño hablar de temas como deber, soledad o amor con tanta fluidez? Pensándolo mejor, ¿Por qué le había contado todo esto? Es cierto que con la cercanía del aniversario luctuoso de su padre habían resurgido muchas dudas sobre el tema pero...

-Iruka-san - Naruto le sonrió - A Iruka-san le gusta Kakashi-hentai, ¿cierto?

Menuda sorpresa... el castaño sintió claramente como un vergonzoso calorcito se difundió por su rostro hasta abrasar la punta de sus orejas, virando el rostro inútilmente y algo tarde como para haber pasado desapercibido. La intuición súper-desarrollada de ese niño, empezaba a darle miedo.

Naruto rió despacito, y decidió darle un par de segundos. Iruka parecía... tan buena persona. Y pese a haberle quitado cierta gema, Kakashi le inspiraba confianza. Se veían tan alegres juntos.

-Iruka-san - El aludido volvió a mirarle con su llamado - Fighting - Le deseó al tiempo que alzó un puño cerrado al frente, ganándose una sonrisa cargada de agradecimiento por parte del mayor.

 

 

Tarareó la cancioncita del elevador un momento, esperando ya no tan pacientemente llegar al piso deseado. Incluso le dio tiempo de alzar sus mangas y echar un vistazo a los múltiples tonos de azul y morado que tapizaban desde sus muñecas a sus antebrazos.

-En verdad... no se notan tanto´dattebayo.

El timbre del ascensor sonó, tomándolo desprevenido ésta vez, retomando su camino a la brevedad tras estirar las mangas del abrigo nuevamente.

Después de eso, recorrió muy poco los pasillos cuando alcanzó a oír una risa extraña, demasiado sospechosa, y más aún porque parecía brotar en grandes carcajadas. Sin resistir más la curiosidad asomó en la misma habitación de siempre, sorprendiéndose de verdad al ver que efectivamente era Sasuke quien reía a pulmón abierto, sin saber que pensar al siguiente al ver la causa de ello, apreciando como el azabache luchaba en la cama por zafarse del ataque de alguien más.

-¡¡Aho!! - Una certera colleja por parte de Gaara bastó para que Sai dejara de torturar al enfermo al sujetarse la dolorida cabeza - ¡¿Acaso quieres abrirle la herida?! - Exclamó hecho una furia, observando como Sasuke retrocedió veloz apenas fue liberado y cambiaba esa risotada por una mueca de dolor al sujetar su costado derecho.

-Pero, Gaara-chan, en serio decía que...

-¡Que no me digas así! - El peli rojo alzó un puño amenazante, provocando que al instante Sai pasara al otro lado de la cama de un brinco, haciendo resbalar un goterón por la frente de Sasuke al haber visto semejante acrobacia desde primera fila, pegándose un poco más a la cabecera - ¡Tú...!

-¡Naruto-chan! - El oji azul parpadeó al ver a Sai correr hacia él hasta situarse detrás, usándolo como escudo - Gaara ha vuelto a digi-evolucionar al modo asesino, de haber tardado un poco más, habrías tenido que hacerme un funeral con flores, incienso y tamales incluidos.

-Si te asusta, deberías dejar de provocarlo - Externó ya con cierta diversión.

-¿Yo?, ¿Provocar su furia asesina? - Sai miró a Gaara bufar con un gesto torcido - Pero si solo quería que el bastardo se recuperara más rápido. Muchos artículos definen a la risa como un método curativo usado en múltiples enfermedades - Explicó, señalando al azabache con inocencia.

-Hacerle cosquillas cuando hace apenas unos días de que le quitaron los puntos no me parece la mejor de las ideas - El peli rojo se cruzó de brazos, y Sasuke y Naruto asintieron totalmente de acuerdo.

-Qué lástima, los artículos decían que era una terapia muy efectiva - Sai miró entonces al oji azul, quien frunció el ceño con sospecha al verse observado - Naruto-chan, tú no tienes heridas que puedan abrirse, ¿cierto?

Sasuke abstuvo de soltar otra risotada a causa del dolor en su costado, pero si sonrió al mismo tiempo que Gaara al ver que Sai ya soplaba un muy inflamado pellizco en mano con lagrimones en los ojos tras haber intentado lo mismo con Naruto, quien sin pena alguna se acercó a la cama hasta tomar asiento en la parte más alejada de la misma, sin extrañar a nadie en absoluto. Lo que si se ganó enseguida la atención del resto es ver al peli rojo recoger su mochila del sofá cercano y echársela en hombros.

-¿Era en serio? - Preguntó Sasuke curioso, centrando la mirada de todos en Gaara.

-Lo prometido es deuda, solo hasta que Naruto volviera - Recordó - Es una visita importante, incluso voy retrasado - Reviró los ojos al ver caras largas - Oh vamos, no es como si no fuera a venir de nuevo, cualquiera diría que ustedes dos jamás serán dados de alta.

Sai rió al ver una enorme piedra imaginaria caer sobre las cabezas de Naruto y Sasuke al saber que se refería a la larga estancia de ambos en el hospital.

-Bueno, nos vemos pronto - Gaara agitó una mano y rodeó la cama para marcharse, dejando la atención de todos en la puerta por un buen rato.

-Temari-san dice que esta vez Papá-san va en serio - Externó Sai con un gesto imperturbable. Sasuke y Naruto, que ya se habían acostumbrado a su extraña forma de hablar, se limitaron a analizar sus palabras - ¿Ves Uchiha?, si Gaara se tiene que ir de Japón, será tu culpa.

-¿Mía? - Sasuke le miró con sorpresa.

-Si no te hubieras dejado balear, Papá-san no pensaría que este es un país peligroso y con altos índices de delincuencia. Debiste evitar la bala a toda costa.

-¡¿Y como se supone que hago eso?!

-No esperarás que yo lo sepa - Sai se encogió de hombros - Pero tu si deberías, se supone que eres perfecto...

Naruto se desconectó al empezar a oír sobre arañas radioactivas, piedras de kriptonita y capas invisibles, pensando que si de verdad obligaban a Gaara a dejar el país, tal vez sería totalmente culpa suya. El largo interrogatorio al que la policía lo había sometido apenas su salud se había estabilizado, se había quedado casi tan en blanco como antes de haberle hecho una sola pregunta. Quizás, cuando Sasuke dijo que la verdadera víctima había sido el prometido de su hermano, pensaron que él resolvería el misterio tras el ataque, mas no fue así. A excepción de una descripción explícita de los atacantes, de los cuales Sai se había encargado de elaborar un perfecto dibujo hablado, la policía no había logrado sonsacarle nada más. Y no era que estuviera encubriendo nada, era solo que... Itachi...

 

-Nada - Agitando la mano frente a Naruto, Sai volvió la mirada a Sasuke, que veía igual de extrañado que él la total ausencia del menor - Descuida, he leído sobre el tema, sé exactamente qué hacer en casos como éstos.

-Oye, no - Alarmado, Sasuke estiró una mano al frente, dudando seriamente de lo que Sai pudiera hacer - Espera...

Y Naruto parpadeó, despertando justamente al sentir un sutil roce en su mejilla, virando el rostro hacia el origen, alcanzando a ver a Sai sonreírle ampliamente.

-Hora de huir - Susurró divertido, aún muy cerca de él. El oji azul posó una mano en su mejilla y retrocedió de golpe, sorprendiéndose un poco más al ver que Sai apenas si esquivó la almohada que pasó volando a su lado - Si que eres bastardo Uchiha, ni siquiera me dejaste preguntarle si quería otro - Soltó al esquivar un segundo almohadón, tomando sus cosas para correr hacia la puerta - ¡Nos vemos!

Sasuke paró con su tercer arma aún en sus manos al verle salir del cuarto, bufando molesto y enfocando a Naruto tras ello, topando directamente con la atenta mirada del menor, terminando por arrojarle la almohada al ver que éste parecía mirar con fascinación.

-¿Y a mí por qué? - Naruto atrapó el cojín.

-Porque me da la gana, por eso.

-¿En serio?

-¡Por supuesto! - Totalmente convencido, Sasuke volvió la vista al frente, haciendo como que no veía la descarada alegría de Naruto asomar poco a poco - Es un país libre ¿No?, Si quiero, te lanzo almohadas. Así de fácil. ¡¿Algún problema con ello?!

-Oh, ninguno - El oji azul negó con un gesto pícaro, sonriendo sin poder evitarlo. Sasuke enarcó una ceja al instante.

-¿Qué es tan gracioso?

-Es un chiste privado - El menor parecía disfrutar de la mala leche del otro - Es un país libre, acabo de aprenderlo.

-Convenenciero - Escupió, revirando el rostro en dirección contraria.

-Y a mucha honra - Soltó enseguida, provocando un gesto divertido en el azabache con tan pomposo comentario.

Sasuke volvió a observarlo, completamente consciente de que había terminado por sonreír, a su vez, provocando la suave y fresca risa del rubio, simplemente jugando... y disfrutando.

-Neh, Sasuke - El menor apoyó las manos en la colcha y se inclinó un poco hacia adelante, desbordando emoción en su mirar - A que no adivinas lo que conseguí.

-También apuesto a que no adivinaré, ¿Qué conseguiste? - Preguntó realmente interesado, y es que había retomado sus antiguas teorías de que ese dobe era tan impredecible como descarado.

-¿Recuerdas cuando te hablé de mi viaje al gran cañón?

-Ah, ¿hablas de tu sueño hippioso de recorrer los estados unidos en una casa rodante destartalada mientras escuchas música de amor y paz?

-Teme, no es un sueño hippioso - Un pequeño puchero asomó en el rostro del blondo - Y si, hablo justamente de ese viaje.

-Lo que digas, ¿qué hay con él?

-Bueno, pues digamos que estoy un paso más cerca de hacerlo realidad - Externó con renovada emoción - Me he hecho de uno de los requisitos.

-¿En serio?, No me digas que... - Ante la satisfacción del oji azul, Sasuke se mostró sorprendido, como si de repente hubiera entrado en sintonía con lo que él pensaba - ¡¿Al fin te has robado la casa rodante?!

-... - Y la mandíbula de Naruto se desencajó - ¡Por supuesto que no!, ¡¿por quién me tomas?!

-Cielos, ¿ahora te da un arranque de dignidad? - Soltó entre sorprendido y divertido - Con la de puertas que te he visto abrir, no me saldrás con que tienes pensado comprar el vehículo.

-Maldito - En menor entrecerró los ojos y torció el labio - Olvida la casa rodante, ¿quieres?

-¿No era eso? - Sasuke alzó la vista - Casa destartalada, gran cañón... - Recordó - A menos que hayas conseguido un mapa, o un boleto de avión para volver a los estados unidos, no adivino de que te hiciste ahora - Concluyó, volviendo su atención en el menor, mostrando una sonrisita de autosuficiencia con ver el tic nervioso que mostraba el oji azul en la ceja.

-¿Sabes?, me estoy pensando seriamente el no decirte - Naruto suspiró hondo y, sin querer recordar todo el tiempo el porqué, aquella sonrisa que últimamente mostraba de más, emergió por sí sola - Olvídalo.

-¿Uh?

Algo desconcertado, Sasuke miró a Naruto arrimarse un poco más hacia él, aún en la orilla de la cama, y remover el cuello de su pijama, zafando en breve parte del cableado del "manos libres" para extender un auricular hacia él. Sin hacer más teatro, el azabache lo tomó y lo colocó en su oído derecho, sin escuchar nada aún.

-Casa destartalada, gran cañón, y música de la buena, Sasuke - Explicó el blondo comprensivo, presionando un botón del móvil.

"Close your eyes and I'll kiss you, tomorrow I'll miss you, remember I'll always be true."

Resuelto el bendito misterio, Sasuke mantuvo su índice sobre el auricular, en su oído derecho, y su atención en Naruto, quien cerraba los ojos y comenzaba a tararear la melodía que escuchaban, cortesía de los Beatles si sus nulos conocimientos musicales no le fallaban.

"And then while I'm away, I´ll write home every day..."

-And I'll send "all my loving" to you~ - Coreó el menor.

Era una broma de mal gusto, eso pensó el azabache, desechando esa idea de inmediato al ver que su cuñado realmente se limitaba a disfrutar de la música. Claro, él bien sabía que Naruto era un terremoto alegre, imprudente y libertino, pero distaba de ser cruel o mal intencionado... lo sabía. Además, también sabía que el culpable de la nueva y creciente confianza que había entre ellos, no era otro más que él mismo, aceptando completamente las posibles consecuencias de su necia "amistad", consecuencias que no sabía de qué forma afectarían a Naruto o si en verdad le afectaban siquiera, pero que en él estaban dejando huellas que quizás pronto se volverían imborrables...

...pero joder, sería problema exclusivamente suyo a final de cuentas.

-¿Cómo haces para agregar música nueva a tu móvil con tanta frecuencia? - Musitó curioso, llamando la atención del oji azul con ello.

-Secreto - Contestó con burla y misterio.

-¿Y así esperas que no piense mal de ti? - Naruto le sacó la lengua en son de broma y él volvió a centrarse en la música - Dobe.

Aun sin necesidad de encararse, una pequeña sonrisa emergió en ambos, sincera pero frágil, y a la vez tan involuntaria como verdadera. Aunque fuera en ráfagas fugaces, y solo cuando se quedaban a solas, se sentía bien ser honesto de vez en cuando.

Y tras contemplar la escena en silencio por varios segundos, Kakashi optó por pasar del umbral y posar un termo y una bolsilla plástica en el buró de forma intencionadamente ruidosa, atrayendo efectivamente la atención de ambos, rompiendo la pequeña burbuja que habían formado momentos atrás, una que él mismo empezaba a ver con demasiada frecuencia estos días.

-Hora del té - Exclamó animado, acercando una silla para sentarse frente a la cama y sacar unas cuantas tazas que Naruto se ofreció a sujetar con el fin de ayudarle a servir.

A veces, de verdad lamentaba tener que ser él quien los volvía a la tierra tan a menudo. Pero no podía darse el lujo de hacer la vista gorda, después de todo, el único que caminaba directo al vacío era Sasuke, así lo hiciera de forma voluntaria.

-Naruto, ¿Qué tal tu estómago? - Preguntó con manzana y cuchillo en mano, comenzando su labor de pelar.

Sasuke dejó de soplar su té para mirar curioso, como queriendo comprobar la fresca respuesta que daría el oji azul. Naruto siempre decía lo mismo, "De lujo", y después, como tantas otras veces, comenzaba una especie de auto-monólogo donde se quejaba ampliamente de su larga y exagerada estancia en ese lugar. Y a él, también le parecía exagerada. Al principio, cuando apenas empezaba a salir del letargo de los sedantes, atribuyó la hospitalización de Naruto a las heridas que aquél tipo le dejó. Pero con el pasar de los días, y sumado a uno que otro comentario de sus extrañados parientes, notó que las vendas que su cuñado llevaba fueron desapareciendo, dejando solo un vendolete alargado y del mismo tono de su piel fijado en su pómulo izquierdo. Incluso hoy veía algo nuevo, o más bien, algo menos... ya no tenía soluciones en los brazos.

-Debería decirle a Tsunade oba-chan que me el alta´dattebayo - Concluyó un muy indignado oji azul a Kakashi, quien rió con un goterón al ofrecerles la primera manzana lista y en rajas antes de ponerse a pelar la siguiente.

Sasuke tomó un tenedor y se acercó una rodaja para morderla, volviendo su atención a Naruto cuando este sujetó otra con la mano y se la echó entera a la boca, como si tuviera prisa.

-Gaara tiene razón - Continuó en alto el oji azul apenas pasó bocado - Otro poco y me saldrán raíces, hasta Sasuke será dado de alta antes que yo, no es justo´dattebayo...

Entonces, el azabache no pudo evitar ver a su tío con un gesto interrogante. Kakashi se encogió de hombros, partió la fruta, la dejó en el plato y volvió a repartir su atención entre Naruto y una manzana nueva. Sasuke mordió por segunda vez su misma porción. Quizás el dobe tenía razón. A decir verdad, según su padre en su última visita, él podría haber vuelto a casa desde hacía varios días, sin embargo, su abuela había insistido en que en el hospital podía vigilar su herida de cerca, revisarlo a placer y le evitaba a Mikoto tener que hacer grandes esfuerzos cuando ella aún estaba obligada a permanecer en reposo. Así, procurando la salud de ambos, su padre cuidaba a su madre en la mansión, y Kakashi y su abuela lo cuidaban a él en el hospital mientras el resto hacía milagros con las industrias para que no se cayeran tras la ausencia de media familia. Pero ahora que su herida estaba cerrada por fuera, que comía y respiraba perfectamente, e incluso empezaba a levantarse de cama para ir al baño, era un hecho que pronto volvería a casa.

-Naruto kun - Llamó una voz femenina en la puerta, haciéndoles mirar a Meymi-san, la paciente enfermera que Sasuke veía de vez en vez cuando Naruto se olvidaba de volver a tiempo a su habitación - Su medicación por favor.

-Hum... - El oji azul sonrió a los Uchiha y asintió antes de levantarse, siguiendo a la enfermera hasta perderse en el umbral.

Y ahí venía el otro misterio para Sasuke. ¿Por qué lo medicaban aún?, Comprendía que él mismo necesitaba analgésicos o la herida dolería un poco aún por dentro, pero Naruto...

Según oyó de sus parientes, el dobe había tenido un problema gástrico muy aparatoso el mismo día del evento, algo más grave que simples golpes, pero no podía imaginar semejante explicación cuando dijeron -con la misma incredulidad que la suya- úlcera gástrica.

-¿Cómo puede tener un hoyo en el estómago a su edad? - Susurró para sí.

-Corrección, "podía tener" - Habló Kakashi ante su sorpresa - Lo operaron el mismo día que a ti y dieron fin a su problema, a menos claro, que se haga a pulso otro agujero.

-¡¿Qué?! - Ahora sí que no cabía de la sorpresa - Pero... pero él no tiene rastros de que le hayan echado cuchillo.

-Hay otros medios. Sé cuidadoso Sasuke, de su condición solo sabían Oba-san, Itachi, él mismo Naruto y yo - El peli plata terminó la última manzana y tomando otro cubierto, se unió al aperitivo - No creo que le guste ventilar sus asuntos nada más porque si.

-... - Sasuke frunció el ceño - ¿Por qué me lo dices entonces?

-Por que querías saberlo, ¿o me equivoco?

-... No - Bajó la vista y continuó sumido en dudas, en otra de sus odiadas encrucijadas de cuando quería saber algo que al mismo tiempo presentía se arrepentiría de descubrir - Y... ¿Cómo te enteraste?

-Itachi me lo explicó. Dijo que desde antes de conocerlo, Naruto ya arrastraba serios problemas con sus hábitos de comida, que hizo una gastritis crónica y que esto es consecuencia de ello - Externó su tío con seriedad, atento a su reacción - Sasuke...

-Eso no quiero saberlo - Cortó a prisa, molesto, apartando la comida para volver a la cama - Te equivocas en eso, yo... - Se cubrió completamente con las sábanas, algo inquieto y dolorido por lo rápido que se había acostado - De verdad... prefiero no saber dónde rayos se metió mi hermano.

 

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Definitivamente... no quería salir.

-¿Todo bien, joven?

La despreocupada voz del chofer volvió la atención de Gaara al frente del vehículo, seguramente en un intento por comprobar la situación económica de su bolsillo tras presenciar sus constantes ausencias mentales.

Era inútil postergarlo más. Para tranquilidad del sujeto, liquidó la ya enorme cuenta del taxímetro y salió del vehículo, contemplando el enorme edificio gubernamental donde residía la embajada hindú a solo una calle de distancia, sitio donde su padre, Yashamaru, y seguramente también Temari, esperaban desde hacía hora y media su llegada.

Lo asaltó un calosfrío...

Bueno, era de esperarse.

-¿Tan terrorífico es Papá-san? - Gaara giró, contemplando a Sai con una mezcla de horror y sorpresa mientras éste posaba la palma extendida por sobre sus ojos a modo de tratar de ampliar su campo de visión pese a tener la sombra de muchos rascacielos y que el sol estaba prácticamente por ocultarse.

-¿Pero qué...?

-¿Hago aquí? - Completó el azabache, dedicándole una amplia sonrisa de su repertorio - Te lo he dicho todas las veces Gaara-chan, gustaré de ti aunque al Uchiha-bastardo no le parezca. Así que hace rato seguí al taxi, y heme aquí.

-¡¿Por todo el recorrido?! - Gaara realmente estaba sorprendido esta vez. De todas las cosas estúpidas que Sai había venido diciendo estas dos semanas, sin duda, esta era una de las que se llevaba el premio, la otra, por supuesto fue cuando dijo que "gustaba de él" la primera vez... justamente frente a su exnovio - Uf, no puedo creerlo. Si que eres un caso perdido - El peli rojo negó, preguntándose como su día podía seguir sumando puntos negativos.

-Lo que yo no puedo creer, es la demencia del taxista - Sai se mostró algo molesto - Mira que dar tantas vueltas a la ciudad para llevarte a un destino tan corto, deberíamos quejarnos con la empresa - Exclamó, sacando el móvil a prisa con obvias intenciones de marcar.

-Alto ahí - De un ademán el oji verde le arrebató el aparato - Sai, de verdad, busca a alguien más a quien molestar.

-No puedo - El azabache mostró el índice - Deidara-sempai está de un genio horrible desde que le pedí que me acompañara a visitar a Naruto al hospital.

-¿Y no te has preguntado el porqué? - Cuestionó con toda la ironía del mundo.          

-Supongo que tiene que ver con "El peor castigo".

-¿La pintura? - Externó sorprendido.

-Pues sí, creo que al conocer a Naruto y ver que tiene el mismo color de ojos lo ha defraudado. Se ensañó con ella, es una lástima, "abismo" era una gran obra. Incluso, él mismo dijo que no volvería a pintar algo similar - Murmuró con cierto pesar.

Un goterón resbaló por la frente de Gaara. Mira que ingenuo capullo, y pensar que se trataba más bien de un pervertido en potencia.

-Ya. No puedes acercarte a Deidara pero, ¿qué hay de Naruto?, él también te gusta ¿no?

-Eso es diferente. Además, él va a casarse pronto, Deidara-sempai me lo explicó - Sai se cruzó de brazos y asintió - Dijo que no puedo jugar con él porque, aunque me disguste, Itachi no baka es su persona más importante, y Naruto también es la persona especial de ese Uchiha-maldito.

-... - Algo perplejo y desde que conoció al par de pintores, Gaara se preguntó por vez primera que relación tendría la pareja de Sai con el hermano de Sasuke y con Naruto - ¿Deidara-san dijo eso?

-Si - Asintió de nuevo - Y también me dio permiso para ir tras de ti.

-¡¿Cómo qué te dio permiso?!

-Dijo que, a veces, uno tiene impulsos que no se dan dos veces en la vida, y que debemos seguirlos si no queremos entristecer en un futuro, lamentándonos por algo que pudo ser.

-Espera - El menor cerró los ojos y negó con las manos antes de revolverse el pelo, demasiada información junta, además... - ¡"Debemos" me suena a manada! - Externó con una enorme vena en la sien - Y yo no pienso ser partícipe de loqueras inútiles, entérate que tengo un fracaso amoroso. Encima, hoy... - Enmudeció de pronto.

-¿Hoy...? - Sai le animó a continuar, observando atento al paralizado peli rojo que tenía en frente.

Gaara suspiró, guardó compostura y decidió que era tiempo de hacerse la idea. Volvió su atención al azabache y supuso que algo de amabilidad no haría daño a nadie.

-Mira - Empezó, buscando la manera de decirlo todo junto, y de forma clara - Sé que me puse... algo idiota ese día al ver a Sasuke herido y al borde de la muerte, y agradezco totalmente que me hayas ayudado...

-Fue un placer abrazarte.

-¡No interrumpas! - Alzó la voz, nuevamente con una vena gorda en la frente - ¡¿No ves que trato de decir algo importante?!

-Lo siento, creo que he cogido manía - Sai sonrió y él oji verde rogó a buda por paciencia. Tomó aire y volvió a la carga.

-Yo no tenía intenciones de dejarte confuso ese día, y menos aún de haber provocado "impulsos" - Remarcó los benditos impulsos -, que ahora sientes que debes seguir, pero...

-¿Cómo cuando me devolviste el abrazo? - Gaara lo fulminó con la mirada - Vale, continua por favor.

-En resumen, no puedo salir contigo.

-¿Ah no? - Sai no parecía sorprendido.

-No.

-¿Acaso, aún sientes impulsos hacia el Uchiha-bastardo?

-¡No! - De verdad estaba perdiendo la paciencia - Y no quiero sentirlos - Agregó antes que se le ocurriera algún otro disparate.

-Entonces, dame una razón válida - Vaya que Sai era directo.

-Vuelvo a Nueva Delhi, es un hecho,  ¿contento? - Admitió al fin, harto de Sai, y de sí mismo - Aún si yo "quisiera" - Remarcó el quisiera - involucrarme en tus locuras, sería debut y despedida, a menos claro que quieras canalizar tus impulsos hacia mi hermana, ella se queda, y con lo bien que ya se llevan, apuesto que estaría encantada.

-¿Estás celándome?

-¡No!

Ante la sorpresa de Sai, Gaara hizo un mohín, uno realmente extraño e infantil, pero a la vez, parecía capaz de arrancar la cabeza al primero que se acercara, era como si estuviera volviendo a digi-evolucionar. Era tan divertido gustar de él, pero...

-Gaara-chan...

-¡Que no me digas así! - Rugió el otro, parpadeando con sorpresa al ver una extraña expresión de abatimiento que no había visto en el azabache, pero era lógico, después de todo estaba rechazándolo - Vale, vale, que sensible que eres, ¿qué quieres?

-¿Va en serio? - Soltó sin vacilar - ¿Te irás? - El oji verde volvió a mostrarse algo molesto, asintiendo con un gesto cabizbajo - ¿Cuándo?

-... - Gaara bajó un poco más la cabeza - De hecho, están esperándome.

Un espeso mutismo se cimbró, uno que no hacía silencio, sino que dejaba oír más alto el ruido del tráfico de la avenida, de la escasa gente que aun rondaba el edificio a esas horas, y de uno que otro avión que planeaba la ciudad, seguramente abandonando o arribando al aeropuerto.

-Quizás, si no tuviera que irme... - El menor calló al ver que ya hasta estaba diciendo tonterías nada más por hablar.

-Está bien, admito que, tienes una razón válida.

Bueno, con lo último que había escuchado, por lo menos ahora Gaara estaba seguro que Sai había entendido el pretexto por el cual no podía dejarse engatusar por alguien como él, levantando la vista cuando la palma de una mano ajena empujó su frente para alzarle la cabeza, apenas alcanzando a tomar aire de la sorpresa cuando Sai posó sus labios sobre los suyos. ¡Pero qué diantres!

Entonces sintió algo, y con un demonio, si que fue un "impulso", uno donde le tomaba el cuello con fuerza... y lo estrangulaba. Sin embargo, el azabache se separó y, atónito, Gaara comprobó que estaba aún más sorprendido y paralizado que antes.

Y no es que Sai besara de infarto, la verdad, no había tenido tiempo de comprobar eso. Era el simple y sencillo hecho de haber visto a Jiraiya saludarlo desde el otro lado de la calle lo que lo había dejado en semejante estado.

-¿Gaara-chan? - Sai ladeó el rostro confundido.

-Es...espera aquí un momento - Musitó apenas, pasando del maldito insensible de Sai para atravesar la corta avenida. Ni siquiera sabía exactamente el porque, pero tenía unas enormes ganas de disculparse con el patriarca de los Uchiha. Es decir, Sasuke y él habían terminado, aunque casi nadie en su familia se hubiera molestado en comprobarlo. Era casi como si esperaran que volvieran mientras fingían no enterarse de nada. Por favor, si hasta Naruto y Sai se habían dado cuenta de que ya no estaban juntos.

-Te ves bien, pequeño - Jiraiya sonrió ampliamente.

Y a Gaara le dio otro calosfrío.

-Bueno, si... si - Murmuró apenas, armándose de valor para aclarar lo que tenía que aclarar - Em, Jiraiya-sama... lo que acaba de ver...

-Ya no sales con Sasuke, ¿cierto o falso? - Interrumpió el otro, jactancioso.

-...Cierto.

-Entonces, no tienes que darme explicaciones - Externó, mostrando una media sonrisa llena de comprensión y a la vez picaresca - Aunque te recomiendo usar sitios más oscuros o privados, en ese sentido Sasuke te cuidó mucho. Pero es solo una sugerencia.

-No, yo no - Negó totalmente abochornado. Como odiaba la vergüenza, se ponía rojo - Es decir, él y yo no...

-Joum, ves rosa y te dicen azul. En verdad, no entiendo a los jóvenes de ahora - El mayor se encogió de hombros y abanicó el aire con una mano - Bueno, debo dejarte, estoy algo cansado, deberías aprovechar tu juventud y salir por ahí a divertirte, en eso admito que mi nieto si era algo seco, pero no juzgues un libro por la portada, es un Uchiha después de todo, y en eso pecamos de ardientes, fogosos e insaciables.

-¡Jiraiya-sama! - Gaara miró al cielo y empezó a contar hasta diez, omitiendo la sonora carcajada del mayor. Vaya que este había sido un día de perro, y al mal paso darle prisa - También debo irme, mi padre va a matarme - Murmuró algo más calmo.

-¿Tu padre? - El albino volvió a reír con ganas - Tu padre seguro ahora va rumbo a la India.

-¿Qué? - El menor le miró de inmediato.

-Bueno, te soy franco. Esperaba que Sasuke se pusiera las pilas contigo, pero la familia no se quedó con ganas de adoptarte.

-... - Negó extrañado, no entendía nada.

-Pensándolo mejor, mientras estés en Japón sí que tienes que entregarme cuentas, de lo contrario ¿qué le diré a tu padre? - Externó obviamente divertido, tocándose la frente de forma guay - Mira que convencerlo de que nos dejara a cargo de tu seguridad no ha sido nada fácil, tiene un genio peor que el de tu hermana, no sé cómo puede ser diplomático.

-Pero... ¿eso quiere decir que...? - Antes de que pudiera terminar, una conocida limusina paró frente a ellos, Jiraiya agitó la mano como despedida al entrar, y Gaara se sintió bobo al ver el vehículo esfumarse en un santiamén - ¿...me quedaré en Japón? - Completó en un hilo de voz.

-¿Te quedarás?

Ya no sabía ni porque seguía sorprendiéndose al ver a Sai tras él.

-Eso parece - Exclamó aún con duda, mirando luego aquél ya vacío edificio de gobierno.

-Entonces, hay que celebrarlo.

-¿Qué?

No era que fuera mala idea, era solo que Gaara no creía que le estuviera sugiriendo celebrar solo, así lo comprobó al mirar con renovado enfado que el azabache tomó su mano y tiró de él como si nada. En realidad, lo que colmaba el feliz asunto de que se quedaría en Japón como quería, era que acababa de darse cuenta de que también se había quedado sin su ‘razón válida'.

-¿Tomarme la mano también es un impulso? - Preguntó con verdadera curiosidad, a sabiendas que la extraña sonrisa de Sai no revelaría sus intenciones - ¿Igual que el beso?

-Por supuesto - Sai le guiaba algo serio y callado, muy atento al camino - Desde que te conocí, he sentido muchos impulsos.

-¿A sí?

-Te digo que es verdad. Por ejemplo, está cuando sentí el impulso de molestarte, así que me burlé de la ropa de tu país, también el de consolar tu llanto, el de seguirte sin saber porqué. Deidara-sempai incluso me echó de la cama por haber tenido un impulso mientras dormía a causa de haber soñado contigo...

Pese a lo inesperado de eso, Gaara recordó también otra de las tantas razones por las que no podía liarse con él. Se supone que Sai estaba emparejado ya, y el tal Deidara debía estar loco. ¡¿Quien en su sano juicio te otorga permiso para ir y verte con otra persona?!, Lo suyo con Sasuke había terminado justamente por eso, bueno, por eso y porque le había mentido en lugar de ser honesto y negarle la decisión de si dejaba que le viera la cara o no.

-... Por eso, tuvo que explicarme que era lo que pasaba y me aconsejó ir tras de ti.

-¿De verdad dijo eso?

-Si - Sai sonrió como si recordara algo divertido - Dijo: "Dile que gustas de él e intenta ser honesto, si después de eso el niño ese te bota, siempre podremos recurrir a unos fuertes meneos".

Sai detuvo el paso al sentir una repentina y férrea resistencia, girando para ver cuál era el problema esta vez, contemplando una extraña aura oscura emanar de su actual cita...

-Gaara-chan... ¿Cuántas veces puedes digi-evolucionar?

El menor mostró su semblante frío y asesino. Esta vez, Sai retrocedió al parecerle que de verdad le arrancaría algo, y sospechaba que no sería la cabeza, acelerando el ritmo con que retrocedía hasta echar a correr. Aún así, los impulsos de Gaara le parecían divertidos.

-¡¡Tú...!!  - El peli rojo lo señaló, pegando la carrera tras él con el único fin de enseñarle que con Sabaku No Gaara, no se juega.

Era definitivo, odiaba a Sai. El malnacido pecaba de honesto.

 

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-¿Tomando aire fresco?

-Hum - Sin abandonar su cómoda postura, sentado en aquella banca que todos sabían solía frecuentar, Naruto levantó la vista, esbozando un intento de sonrisa a Kakashi - ¿De vuelta a casa? - Preguntó al ver en sus manos el mismo termo que le había visto traer en la tarde.

-En realidad pensaba dejarlo en el auto y aprovechar para ir por algo de lectura decente - Explicó, tomando asiento junto a él - Me extrañó que no regresaras a la habitación de Sasuke... ¿sucede algo?

Naruto volvió a mirar entonces el crepúsculo, repasando lo que rondaba su mente. Su inalcanzable alta médica, las ganas de saber qué tanto hacía Itachi, el recuerdo de su retorcido papi Orochi, el saber que los prefería muertos a juntos y ‘felices', pensar en cómo volver y buscar un acuerdo con esa maldita serpiente... tener que decir adiós a Sasuke. No, nada de eso era "algo" que pudiera compartir con Kakashi...

-Debería convencer a oba-chan de que me dé el alta - Así que se salió por la tangente - Ya que a mí, no me hace caso.

Kakashi observó su extraño y repentino abatimiento. No era una faceta que conociera de él, y el hecho de hallarlo solo y alejado le hacía deducir la razón, recordando también que tras su disgusto con Itachi, igual se había aislado a cal y canto.

-He pensado mucho en ustedes - Confesó, ganando un poco de la atención del oji azul - En Itachi, en ti... en Sasuke. Observo día a día, desde hace tiempo, y no logro comprenderlos.

Ahora sí que Naruto lo miraba y escuchaba. Justo lo que necesitaba, más problemas.

-Cuentan por ahí - Continuó - que lo prohibido, se vuelve tentador... ¿Sabes cómo termina esa historia? - volcó entonces toda su atención en el prometido de su sobrino, topando con el enigmático azul de sus ojos. Vacíos... vacíos y fríos.

Naruto apartó entonces la vista con serenidad. Por supuesto que conocía el final, y por experiencia propia. La única forma de librarse de la tentación, era rendirse a ella.

-Diga... a dónde quiere llegar.

-A pesar del tiempo, y la distancia... ellos se admiran y se respetan - Después de pensarlo otra vez, Kakashi se decidió - Hablo de Itachi y Sasuke, son hermanos después de todo, un par que comparte un cariño mutuo muy, muy especial.

Incapaz de responder, Naruto apretó los puños con discreción. Así que... a eso quería llegar.

-Al verlo contigo, de alguna forma asimilamos que eres valioso para Itachi, incluso me arriesgo a pensar que para él significas más que cualquiera de nosotros. Respecto a Sasuke, estoy seguro que te das cuenta... de lo que tú significas para él.

Con un parpadeo, Naruto enfocó la brillante gema azul que se balanceó justo frente a sus ojos. Giraba destellando de forma intermitente, dando la impresión de ser un hermoso espejismo. Sorprendido, miró a Kakashi de reojo, extendiendo las manos juntas hacia adelante, dejando que el pendiente de Sasuke aterrizara suavemente en sus palmas.

-Eres su tentación, Naruto - Sin voltear a verle, el oji azul abrió los labios un segundo, prefiriendo cerrar la boca y callar al siguiente - Y lo último que deseo, es que te conviertas en su perdición.

Entendía... entendía perfectamente. Naruto tomó aquél zafiro por un extremo y lo observó con detenimiento, apreciando los delicados ángulos de su forma alargada, frunciendo el ceño al distinguir unas líneas grabadas en su interior... ¿japonés?

-Dice: Sasuke - Kakashi halló entonces un atisbo de emoción en los sorprendidos zafiros de Naruto, que pasaron de él para volver a fijarse en la gema, como si ahora quisiera memorizar los kanjis que formaban aquél nombre - Y en tu sortija... dice: Itachi.

Entonces el rubio se tensó, girando su mano izquierda al reparar en esa otra joya, una que por lo visto, al tener frente a sus ojos todo el tiempo, no había observado lo suficiente.

-Me siento obligado a decirte que cualquiera en la familia reconocerá lo que tienes en tus manos con solo verlas, todos tenemos una diferente - Explicó - Para los Uchiha, los zafiros significan amor, y lealtad.

Tras incontables segundos de silencio, una exhalación emanó del menor, apretando los dientes al mismo tiempo que una mueca tensa se formó en sus labios. Miró rápida y distraídamente el cielo, suspirando con ahogo, parpadeando con insistencia.

-No creo que seas una mala persona... y sé que entiendes porque te pido esto - Una pequeña sonrisa emergió en el peli plata, posando una mano en el hombro de aquél chiquillo que tanto distaba de parecer interesado o pretencioso, propinándole un apretón en señal de apoyo - Aunque no tengo derecho alguno de meterme, no me gustaría ver como malgastan su vida de forma tan mediocre.

Kakashi se marchó tras sus palabras, dejándolo a solas para meditar.

Naruto entreabrió la mano derecha, con el pendiente un su palma, luego, giró a ver el anillo que llevaba en la izquierda. Así que, ese era el precio. El silencio de Kakashi era realmente caro, pero bien fundamentado. Tenía muy buenas razones... para forzarlo a decidir.

 

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Salió de la habitación quitándose los tapones de los oídos y aún con algo de sueño a cuestas, frotando su frente con la yema de sus dedos, deteniendo su andar al haber pisado algo en su trayecto.

-... - Un conocido gesto de mala leche se formó en el rostro de Itachi al ver la alfombra tapizada de basura y múltiples manchas de procedencia no del todo desconocidas.

Caminó a prisa, parando de nuevo frente a la sala, apagando la música y tirando de la enorme colcha que había justo en medio, sacando a sus "invitados" de brazos de Morfeo de una forma poco amable.

-¿Quién? - Solo en paños menores y con unas ojeras dignas de competir con las de Itachi, Kisame saltó de la sorpresa, mirando a los lados con rapidez.

-¡¿Donde?! - En igual de condiciones, Tobi tomaba posición de lucha, buscando la amenaza aún con los ojos cerrados.

-Hum - Igual de ligera de ropas y dando media vuelta en su sitio, Konan volvió a acomodarse sobre el cojín del sofá.

-Muy bien pichones - Itachi echó un vistazo rápido a su alrededor y dudó un momento donde señalar primero, optando por dar prioridad al pasillo de su departamento - No sé quién o quienes participaron en el folleo, pero más vale que empiecen a limpiar un poco, ¿No les parece?

-Ahum - Tobi bostezó con verdadera pereza - Oh, pero si es solo Itachi - Musitó tallando sus ojos antes de echarse de nuevo en la alfombra, abrazando a Konan al acomodarse, rodando hacia Kisame segundos después con un par de lagrimones en los ojos tras la cariñosa colleja que ella le propinó.

-Menudo cabrón - Adormilado, Kisame empujó a Tobi por la cabeza, sin quitárselo del todo de encima - Duerme otro rato y fastidia más tarde - Concluyó, volviendo al mismo asunto que los otros dos.

Un enorme tic asomó entonces la ceja del ignorado azabache.

Diez minutos después...

-Gracias - Totalmente limpio, fresco, y sin dejar de lado el periódico matutino, Itachi tomó de la taza de café que Konan había dejado en la ahora limpia y brillante barra de la cocina, sitio donde un breve desayuno para cuatro esperaba a que los otros se sentaran para empezar.

-Maldito genio el que te cargas - Cerrando el refrigerador, la enfurruñada azabache tomó asiento y posó un par de cucharas congeladas en sus ojos, tratando de bajar la inflamación - Kisame tiene razón, te hace falta no una, sino varias sesiones de buen sexo.

-Déjalo en paz, el pobre no tiene la culpa de ello - En la sala, fregando la alfombra y la mesa con un paño húmedo, Tobi posó una mano en su espalda baja y se estiró hacia atrás - vivir... a base de pajas... no ha de ser fácil - Soltó con esfuerzo, provocando que el "pobre" Itachi enarcaba una ceja y alzara la vista por encima del diario justo cuando los ojos del peli corto se abrieron de golpe al haber oído un "crack" demasiado peligroso en su columna.

-Está decidido - Recién llegado a la sala tras haber sacado costales enteros de basura, Kisame palmeó la espalda de Tobi, doblándolo hacia adelante tras otro "crack" - En cuanto vuelvas, múdate de casa de tus padres, pídele perdón por lo que quiera que hayas hecho esta vez y reconcíliate de inmediato.

Ignorándolos, Itachi pasó página y continuó su lectura, como si buscara algo interesante entre las notas policiacas y sociales.

-Pero... ¿Desde que se fueron? - Unas líneas azules surcaron el rostro de Konan al echar cuentas y ver que los dedos de las manos no le alcanzaban - ¡¿No es demasiado tiempo?!

-... - Itachi mordió una tostada con algo de saña, pasando página de nuevo.

-En serio chico, mira - De uno, Tobi bajó el diario y le miró decidido - Sé que el amor te dio duro esta vez, pero esto ya es una emergencia, y estoy dispuesto a ayudarte... tu sabes - Tobi sonrió un poco lascivo - como antes.

-Me uno a la contienda - Konan también rió de forma sugestiva.

-Eh, chicos... - Kisame carcajeó con algo de nervios.

-No necesito favores - Cortó, alzando el diario de nuevo.

-¿Lo ven? - Kisame alzó las palmas resignado - Ha caído en la monogamia.

-Oh, vamos Itachi - El de coleta refunfuñó cuando Tobi bajó de nuevo su lectura - No puedo creer que no estés necesitado, o que manuela te sea suficiente, a menos que... - Musitó el peli corto con duda, encarándolo - De verdad, ¿nada de nada?... ¿ni una vez?

El de coleta entrecerró los ojos al tener encima la mirada acusadora de sus tres amigos, torciendo el labio cuando viró el rostro al sentirse demasiado observado.

-¡¡Te lo tiraste!! - Gritaron los tres a coro encima de la mesa, y de él, provocando que casi se fuera de espaldas con todo y silla.

-¡Con un demonio! - Itachi se levantó con una enorme vena en la sien - ¡¿Pueden dejar de hablar de mi vida sexual?!

-Ya sabía yo que era demasiado tiempo - Tobi rió con diversión.

-¡¡Suigetsu, Suigetsu!! - El de coleta abandonó la cocina llamando hacia algún lado de la  casa - ¡¿Dónde diantres se metió?!

En ese momento el cerrojo de la puerta principal crujió, centrando la atención de todos en ella con contrastante seriedad.

-¿Tanto me extrañaron? - Soltó alegremente desde el umbral un joven de cabellos albinos hasta los hombros y apenas cubiertos por un alto gorro de lana, relajando abruptamente a los departamento - Pues ya llegó por quien lloraban - Agregó, adentrándose con una sonrisa que mostraba unos afilados dientes muy parecidos a los de Kisame - Bien, pedido listo Itachi.

El aludido observó el extraño y gordo portafolio que el hermano de Kisame le extendió, apreciando como el chico señaló la puerta en un cabeceo, esperando su afirmativa para volver a hablar.

-Pueden entrar - Suigetsu sonrió al ver asomar a una extraña chica de lentes de pasta y larga cabellera roja atada en una coleta, seguida de un sujeto alto y serio de corta melena naranja - Karin, Juugo, les presento a... ya saben quienes.

Una gotaza resbaló por la frente de la mayoría, que miraron al sonriente Suigetsu como si le faltara un tornillo, mientras Itachi se ocupaba de posar aquél maletín en la mesa y alzaba la tapa tras zafar los seguros con extremosa rapidez.

-¿Son confiables? - Preguntó el azabache de coleta al aire.

-Por supuesto - Fue la chica peli roja la que contestó, acomodando sus lentes con un ademán despectivo.

-¿Les explicaste la situación?

-Con detalle - Ahora fue el otro recién llegado quien osó contestar.

-Ya - Suigetsu se encogió de hombros - Digamos que tu querido suegro no se ha portado muy bien con ellos que digamos.

-Hum... - Tras un extraño crujido, Itachi extendió la mano derecha al frente sin inmutar a nadie al ver la amenazante Colt M4A1 que apuntaba - Que raro.

Un sonido parecido al de algo cuando se enchufa se oyó apenas en el departamento, dispersando en el aire una infinidad de plumas que emanaron del ahora destrozado cojín del sofá tras el impacto. Itachi bajó el arma y tras un nuevo click levantó una más pequeña, apuntando un sitio diferente al anterior, repitiendo el fugaz y -para Karin- sorprendente suceso varias veces en apenas cuatro segundos.

Itachi dejó la última de ellas en la maleta y la cerró con seriedad.

-No me van. Suigetsu, consigue armas convencionales - Soltó apenas levantarse de la mesilla y perderse camino a su habitación.

-Co... como digas - El albino parpadeó, mirando entonces el enorme y reciente agujero que lucía su gorro favorito en la punta - ¡Muy bien, ¿Quién diablos lo hizo enfadar?! - Soltó a sus compinches, todos mirando sus atuendos y valorando aquello que Itachi había baleado durante su pequeña evaluación de juguetes. Tobi frunció el ceño al ver a Konan y Kisame señalarlo de forma directa.

-Pajillero reprimido - Murmuró el peli corto con indignación.

Liberada de la primera impresión, Karin se agachó a recoger sus gafas, analizando la pata que ahora le faltaba. Una puntería espeluznante, ni siquiera le había dado tiempo de temer por su vida, admitió para sí al colgárselas en el escote con la que aún le quedaba. Dedicó a Juugo una mirada significativa, y ambos asintieron con seriedad.

 

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-Alta después de la comida - Ordenó, anotando su orden en el registro correspondiente.

Ya se lo venía temiendo. Pensando rápido, Sasuke miró de inmediato a su médico responsable.

-Pero... yo aún me siento mal.

-Si digo que estás dado de alta, es que estás dado de alta - Sin dejar lugar a réplicas, la matriarca Uchiha cerró con fuerza la tablilla médica que tenía en manos - ¡¿Algún problema con eso?! - Dirigió a su rebelde paciente. Una mirada fulminante idéntica a la de ella emergió en el ahora enfadado rostro de su nieto, quien bufó desbordando indignación a pestes.

-Oba-san, ¿Y qué sucede si de verdad se siente mal?

Tsunade cambió entonces el objetivo de su furia, provocando que Shisui respingara y abrazara a Shizune como acto reflejo, ante la risa nerviosa de su gemela.

-Oh, vamos mujer - También desde el sillón de visitas, Jiraiya sonrió con la escena - Era solo una duda.

-¡Pamplinas! - Tsunade rodeó la cama y, ante fastidio de Sasuke, posó una mano sobre su cabeza y lo despeinó con saña, sonsacándole un gesto de mala leche aún peor - Los estudios son normales, come, respira y la herida cerró perfectamente. Ese malestar debió ser un error y pasará pronto - Explicó felizmente, dedicando una sonrisa escalofriante al menor - Muuuy pronto, ¿Neh, Sasuke cariño~? - El aludido entrecerró la mirada con la indirecta.

-Cómo voy a saberlo. Se supone que tú eres la experta, ¿O no?

El efecto fue inmediato. Una enorme vena se hinchó en la frente de la matriarca, que soltó a su nieto y despotricó por todo el cuarto antes de salir de la habitación echando rayos y centellas, aludiendo cosas como "crio desagradecido" y frases semejantes.

-Y ahora castigará a todos con horas extras - Musitó Jiraiya con un suspiro al momento de salir tras ella.

Los gemelos pusieron cara de circunstancias, soltando un fugaz "volveremos por ti" al enfermo antes de seguir a los mayores.

Lejos de contestar, Sasuke apartó las sábanas de uno, calzó y tomó un abrigo del sofá para salir del cuarto. Si a final de cuentas le habían dado el alta, entonces, ¡Al diablo con el reposo!

En realidad le importaba poco si su abuela se había dado cuenta o no de la verdad, ella tuvo la culpa después de todo. Cuando le había dado el alta la primera vez, dos días atrás, lo había tomado por sorpresa, quizás esperando que brincara de la emoción al oír que dejaba el hospital, y antes de haber podido reaccionar ya estaba de pie en la puerta del mismo. Pero no, no podía irse así, tan de repente. Por ello, haciendo uso de unos inexistentes dotes teatrales, fingió dolor...

¡Ni él podía creerlo aún!

Omitiendo ese vergonzoso detalle, su abuela picó, y dudando de su bienestar lo dejó en observación un poco más, ordenando una nueva serie de estudios... y reposo absoluto. De haber sabido lo segundo, habría fingido otra cosa.

Tras recorrer el piso de cirugía por completo, halló una enorme pizarra al final del mismo. Como imaginó, su propio nombre estaba ahí, marcando el número de cama y habitación que ocupaba, apreciando como una enfermera apuntó "Alta" justo delante. Pero, extrañamente, el otro que buscó, por lo visto no estaba hospitalizado en su misma área.

-Disculpe - Llamó a la chica de blanco - ¿Sabe en qué área del hospital está la enfermera Meymi-san...?

 

 

Algo cansado por el recorrido y ahora con verdaderas, y molestas, punzadas en su cicatrizada herida, Sasuke tomó asiento en una de las tantas mesas de la cafetería, sujetando por inercia su costado derecho mientras aún buscaba a su alrededor.

-Maldito reposo - Murmuró a lo bajo, algo falto de aire - Y también... maldito usuratonkachi - Agregó, apenas cayendo en cuenta de cuál había sido su error.

Dejar que fuera Naruto el que lo buscara a diario, concentrando las visitas de ambos en su habitación, lo había mal acostumbrado. Ahora no sabía donde jodidos buscar. Y, preguntar por la afamada Meymi-san también había sido un error, cosa que descubrió al enterarse que la enfermera había sido cambiada al área de cuneros, y para colmo, estaba de vacaciones.

Suspiró profundo, recargándose completamente en la silla, frotando su costado por encima del pijama.

Si, se había mal acostumbrado... a su compañía, a sus largas charlas, a repelar sus comentarios disparatados, sin importarle tanto el anochecer al dar por hecho que al día siguiente estaría ahí, presumiendo música o simplemente hablando sin parar con todos. ¿Cómo olvidó que aquella rutina no sería eterna...? Recordándolo hasta que el hechizo se rompió, cinco días atrás.

Al principio se molestó un día entero por su desaparición, enfado que se esfumó al descubrirse pensando que tal vez se había puesto mal, llevándole a preguntar desinteresadamente por su salud. Una sonrisa apagada cruzó su rostro al recordar que incluso llegó a pensar que quizás Itachi había vuelto, dándolo por hecho hasta que, entre pláticas, Kakashi bromeó con la verdad absoluta de que si su hermano estuviera ahí, seguro lo visitaría.

Después de eso decidió buscar a Naruto, bueno, esa era el plan cuando le salieron con la estupidez del alta, y luego con el maldito reposo, el que se obligó a guardar para no tirar el telón de su mentira y ganar algo de tiempo.

Alzó la vista al ver algo más de gente, fijándose en el reloj de la cafetería... hora de comer.

Se levantó y rodeó el lugar para volver, fijándose a su paso en los limpios cristales que lo separaban del jardín, parando de súbito al recargar una mano en aquél muro transparente y comenzar a buscar a los lados una salida que lo llevara al exterior, volviendo sus pasos al hallarla en dirección opuesta a la primera. Una vez fuera, saltó la guarnición de arbustos para cortar camino, andando cada vez más lento hasta detenerse junto a su cuñado, cómodamente acostado boca arriba en el pasto, con el sol en la cara, los brazos abiertos al cielo y los ojos cerrados, respirando con pasiva lentitud.

El azabache reparó en lo relativamente cerca que estaban del comedor, y de la gente que comenzaba a llegar, volviendo entonces su atención al menor. ¿Estaría dormido?... Parecía cómodo.

-¡Buu!

Sus hombros de tensaron en un respingo cuando algo sujetó su tobillo izquierdo. Retrocedió de inmediato presa de un aterrador calosfrío, mirando con el corazón de fuera como una amplia y divertida carcajada irrumpía el supuesto sueño del rubio.

-Lo sien... siento - Externó el oji azul entre risas, sentándose para sujetar su estómago - No me pude resistir.

-Ja-ja, que divertido - El típico ceño fruncido estropeó el rostro de Sasuke - Ahora entiendo que has estado haciendo toda la semana, ¡Molestando gente! - Reprochó sin rodeos.

-A decir verdad... - El oji azul se encogió de hombros con travesura - El único que siempre cae con eso, eres tú.

-Te la estás ganando, subnormal - Contrario a su amenaza, Sasuke respiró aliviado cuando Naruto volvió a reír, sintiéndose internamente tranquilo de una manera definitivamente extraña, inundado por una calma que había echado de menos.

La diversión de Naruto cesó al ver la palma que se extendió hacia él, siguiendo el brazo hasta dar con la sonrisa torcida de Sasuke.

-Me han dado el alta - Anunció - ¿Comemos juntos?... como amigos - Agregó al verle algo incrédulo.

Esbozando una leve y fugaz sonrisa, el oji azul estrechó su mano, tirando del agarre hasta conseguir quedar de pie, arrastrándolo consigo casi al instante y sin aviso.

-Espera, dobe - Extrañado y abducido, Sasuke se vio caminando en dirección contraria a la del comedor - No es por ahí, ¡Esta es área restringida! - Soltó apenas leyó el letrero de la puerta que cruzaron, aquél que estaba junto a otro que decía "cocina".

-Tranquilo, teme, es solo un atajo - Explicó el menor, saludando apenas a uno que otro apuradísimo sujeto de blanco en su camino.

Y vaya atajo. Antes de lo previsto ya estaban a espera del ascensor. Por la hora y la rapidez con que ellos mismos cruzaron el lugar, Sasuke apostaría que nadie notó aquél agarre confianzudo que aún mantenían. Desde luego que tomarse las manos no era para tanto, la carrera por si sola podía causar agitación y ahogo, ¿no?.

-¿Estás bien? - Naruto le miró preocupado.

Doki-doki.

Apartando su mirar del rubio, Sasuke le soltó para sujetarse el pecho, coincidiendo con el timbrar del elevador al abrirse. Entró recargándose en el fondo y pegó un hondo suspiro, dejando que fuera Naruto quien marcara el piso deseado, apenas notando cuando las puertas se cerraron. Sintió el típico vértigo del tirón inicial, y luego nada. Mas recuperado de la carrera, vio a Naruto recargarse junto a él, tarareando vagamente la cancioncilla del alta voz, como si tuviera la cabeza en otro lado.

¿Estaría pensando en Itachi?

Observó el elevador marcando "Planta Baja" en rojo, con la flecha titilando hacia arriba.

Sin tener mucho que decir, optó por esperar en silencio. Aunque cada vez que estaba con él le comiera la curiosidad, se negaba a tocar los tantos temas que habían omitido en sus conversaciones, como si hubieran hecho un voto de silencio sin haber cruzado palabra. Itachi era uno de ellos... el atentado era otro, la propuesta de matrimonio otra, y podría seguir citándolos mentalmente. Pero siempre que los recordaba prefería callar... justo como ahora.

Viró el rostro un poco en dirección contraria, sin repelar al hecho de que Naruto hubiera recargado la cabeza en su hombro derecho. Buscó distraerse con otra cosa, verificando cuantos pisos faltaban para tratar de ignorar el hecho de que el dobe acababa de tomarle la mano... de nuevo. Aún decía "PB", y la flecha titilaba y titilaba. Recorrió con la vista el tablero de control, hallando hasta abajo el botón "stop" de un rojo intenso que indicaba su actual funcionamiento.

-¿Lo has visto? - Susurró el rubio apenas audible. Pero él escuchó perfectamente, y sintió a Naruto apretar su agarre con su muda afirmativa - Ya... déjalo un ratito más, ¿vale?

Doki-doki.

¿Qué pensaba? por supuesto que no. Sasuke entendió su mano libre al frente para alcanzar el tablero, quedándose exactamente en el mismo sitio con una vaga sensación de idiotez, dudando como deshacer el fuerte abrazo con el que Naruto lo había detenido.

-Sólo unos segundos - Con el rostro por encima de su hombro, el menor se alzó un poco más hasta alcanzar a susurrarle al oído - Tu también necesitas darte cuenta.

Se sentía... extraño. Era como si algo fuera a salir de su interior, desbordando lo que quería retener. Pero al mismo tiempo, se sentía bien, igual que el roce de sus manos. Sasuke sonrió al notar que ya no quería huir, bajando aquella mano poco a poco hasta rodearlo por la espalda, atrayéndolo un poco más.

Le abrazó también, deseando que muchas cosas se fueran al trasto.

Estar en sus brazos, sus roces, aquel cosquilleo que le crispaba los nervios al sentir el cálido aliento de Naruto en su cuello, y que erizó su piel cuando sintió un suave mordisco en su lóbulo. Todo, absolutamente todo en él le inducía a cometer estupideces, como el virar el rostro y perderse en esos suaves cabellos dorados, hallando su inconfundible olor a lavanda; como al alzarle el rostro y rozarle con la nariz la frente y la mejilla, algo ansioso por llegar a su destino y descubrir si aun sabía a helado; estupideces como el haber gruñido de enfado al sentir solo un pobre y cortante beso en la mejilla cuando Naruto, se le separó.

-¿Amistad? - Susurró tristemente el rubio frente a él - Yo no puedo ser tu amigo, no quiero - Explicó, tomando una mano del azabache entre las suyas, obligándolo a cerrar el puño - ¿Tu sí?

La respuesta de Sasuke se quedó en su garganta, mirando esos zafiros fija e intensamente. No... no podía ser honesto, era egoísta, era ruin, era... un mero capricho. Pese a ello, quería retenerlo a su lado.

-¿Te das cuenta ahora?, ¿El por qué no debes acercarte a mi? - Con una débil sonrisa, Naruto le soltó, retrocediendo hasta pulsar el botón rojo del tablero, provocando de nuevo aquél tirón en el estómago - Si lo haces... no me culpes.

Ilógicamente rápido, la musiquita de fondo cesó y las puertas se abrieron a tope.

-Felicidades por tú alta, y buena suerte - Con algo de melancolía el oji azul agitó una mano al frente al de salir del ascensor.

Apenas a solas, Sasuke extendió al frente el puño que Naruto le había cerrado antes, abriendo la mano y la boca como si fuera a decir algo... intentando detener a alguien. El ascensor se cerró de súbito, justo al mismo tiempo que el sonido de algo caer y rodar extraviado por el piso tras haber sido liberado de su prisión llamaba su atención.

A sus pies, apreció el llamativo destello de su pendiente azul cuando dejó de moverse.

-Dobe - Murmuró, agachándose para recuperar aquella inútil baratija, sonriendo al contemplar el zafiro que el mismo le había colgado a modo de agradecimiento aquél día, en la pista de hielo - Ya decía yo... que si estabas pensando en ese idiota.

 

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Grandiosa fecha para viajar a Hakodate.

Y pese a la multitud que iba y venía por el andén 13, sabía que el calor humano pronto sería escaso e insuficiente.

Alzando  un poco más la bufanda blanca que abrigaba su cuello y parte de su boca, Iruka impidió que el humillo que emanaba al respirar, anduviera libre por ahí. Recorrió un poco la manga de su gruesa gabardina y comprobó la hora en su reloj de pulso cuando el arribo de un tren cercano provocó que sus cabellos castaños, ahora libres de ataduras, se movieran a causa del aire que arrastró a su paso.

El sonido del aire comprimido salir de golpe cuando el tren se detuvo del todo, se oyó solo segundos antes del altavoz, anunciando con claridad el tiempo que el mismo estaría en la estación y el destino final de su largo recorrido.

-Cuarenta minutos tarde, ¡Cuarenta minutos! - Se quejó una ancianita al arribar al transporte ferroviario en el andén.

Iruka sonrió con nostalgia al pensar que esto, era solo era el comienzo de los retrasos. Afianzando su abrigo, subió y tomó asiento en uno de los tantos lugares disponibles, mismos que habían ido vaciándose con las horas y las estaciones intermedias del camino, y ahora, por transbordar en una ruta secundaria a la principal.

Pasó media hora para que el tren se moviera de nuevo, abandonando en breve la estación.

Totalmente seguro de que había sentido algo vibrar, Iruka revisó su bolsillo, abriendo el móvil para contestar una llamada entrante.

-¡Iru...-chan! - La voz de Shizune resaltando entre la enorme interferencia de la línea le tomó por sorpresa - Te... he busc...do todo el día, inc... han pr... ntado por ti y no he s... contestar. ¿Dónd... estás? - Atento a su hermana, Iruka pasó su mano enguantada por el empañado cristal de la ventana, apenas divisando el monte Fuji como un punto pequeño y distante en el horizonte, presenciando la caída de los primeros copos de nieve en lo que llevaba de recorrido, los cuales, poco a poco, iban cambiando el paisaje mientras más avanzaba.

-Camino a casa.

 

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-Di, "aaah".

-Ah.

La luz blanca de la lamparita inundó el interior de su boca, permitiendo su perfecta valoración. La mirada almendrada se entrecerró insatisfecha. Pasó entonces a tocar con el índice aquel matiz azulado que se disimulaba bajo los ojos de su paciente, cuyos años de experiencia le permitían distinguir.

-¿Y bien? - Naruto le miraba expectante.

Guardándose su decisión, Tsunade tomó la tablilla médica de la cabecera, y hojeó con insistencia el expediente del niño.

-¿Itachi? - Musitó la rubia a Kakashi, quien desde el sillón de visitas negó el haber podido contactar con él - Crío desobligado... Alta - Agregó bajito al final. Dejó la tabla de lado tras anotar la orden con desgano, respingando con enorme sorpresa cuando se vio repentinamente abrazada.

-Gracias - Aferrándola con fuerza, Naruto sonrió feliz tal cual era a ojos de la matriarca, un mocoso - Gracias - Repitió, separándose luego de sentir algo de bochorno con lo que había hecho.

Tsunade le golpeó suavemente la frente con el índice a modo de juego, sorprendiéndolo de sobremanera con esa respuesta. Era... era como Itachi. Riendo con la cara de poema que tenía el oji azul, y llevada por un anormal arrebato de ternura, Tsunade le besó la frente.

-Alta mañana después de la comida, Kakashi vendrá a recogerte a eso de las cuatro - Repitió la rubia, despidiéndose de ambos para abandonar la habitación.

Anonadado, y algo sonrojado, Naruto miró a Kakashi como si quisiera comprobar que no se había vuelto loco de repente, pero el peli plata aún veía la puerta con la misma sorpresa que él.

-Te ha tomado aprecio - El mayor sonrió entonces a Naruto - Seguro hoy vuelve a llover por esto.

A solo unos pasillos de ahí, Tsunade desvanecía de a poco su sonrisa.

- "O" negativo - Recordó el grupo sanguíneo, pensando en alguna forma rápida para conseguir más sangre de ese tipo. Los pocos paquetes que guardaba el hospital para emergencias, habían tenido que ocuparlos en el mismo Naruto el día del atentado.

Lo inusual que era su sangre y saber que, en lugar de mejorar, los resultados de ese crío empezaron a salir repentinamente mal desde hacía poco, empeorando día a día, la estaban preocupando. Naruto necesitaba un donador urgente de sangre, y quizás, también necesitaría el trasplante de médula ósea después de todo.

Pero eso era imposible, él llevaba ya dos meses en tratamiento y los progresos parecían haberse revertido con todo e intereses en tan poco tiempo. Sin un milagro urgente, para él esto era... el final del camino.

No quería ser negativa, y decidió agobiarse después. Primero lo primero, sacarlo del hospital o, con sus inexistentes defensas, Naruto terminaría pescando una infección de las que ahí sobraban, estaría más seguro en la mansión. Con móvil en mano llamó enseguida al mayor de sus nietos.

-"Por razones personales del cliente, este número se halla ocupado o fuera del área de cobertura. Por favor, intente llamar más tarde o deje su mensaje después del timbre. Ding, ding dong..."

-Crío desobligado - Susurró con desgano renovado - Por tu propio bien, deberías volver de inmediato, Itachi - Marcó de nuevo, un número diferente, barajeando las últimas opciones del menor - ¿Namikaze?

 

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La fría brisa invernal meció las cortinas en la habitación.

Sin hallar razón suficiente para cerrar el ventanal, Sasuke lo ignoró, permaneciendo inmóvil y a oscuras, solo a veces iluminado por algún relámpago distante en el oscuro cielo nublado.

Después de la pequeña bienvenida que sus padres y parientes le habían dado, al fin lo habían dejado subir a descansar, arrumbándose boca arriba en la cama apenas la tuvo a su alcance, sin haberse tomado siquiera la molestia de encender la luz tras la puesta del sol. Si solo pudiera... ignorar a aquel que rondaba su mente desde hacía tiempo, varios meses ya para ser más exactos, quizá su vida aún podría volver a ser tranquila y llevadera.

"¿Te das cuenta ahora?, ¿El por qué no debes acercarte a mi?"

Cuanto más lo intentaba, mas inútil le parecía la idea de Naruto... alejarse.

Pero, si omitía el hecho de que tenían una especie de amistad con toques eros, y que -según su familia- el par de pichones parecía haberse contentado, si quería o no frecuentar a su cuñado era asunto suyo. Total, no era algo prohibido, no iban a separarse ni a cancelar su boda porque él le hablara, ni tampoco que Naruto fuera algún peligro biológico y él fuera a morir por acercársele...

Por inercia, tocó su costado antes herido con suavidad. Ya no dolía.

... está bien, la última era una mala comparación y admitía que casi pasa algo así, pero, ¿ahora estaba vivo, no?, ambos estaban vivos, emparentados y... algo enrollados.

"Neh... ¿Estás bien?". Le susurró aprisa. Al ver a Naruto asentir, no pudo evitar sonreír aliviado. "Cuanto me alegro..."

Y luego, nada... era lo último que recordaba del atentado. ¿Por qué había hecho algo así? Debía ser... "estupidez crónica", si, seguro ese era su mal, y era más que obvio que era Naruto quien lo había contagiado al conocerlo en las vegas, aquél diabólico sitio donde sus síntomas de idiotez franca empezaron a manifestarse.

Que sonría. Que hable. Que se divierta... Cualquier cosa menos aquella triste y ausente mirada.

Desde entonces, parecía haberse propuesto hacerle alcanzar una meta tras otra, como una cascada que cae sin oponerse a la atracción de la gravedad, caprichos personales que cesaron al descubrir que para Naruto solo había sido un free, y que tenía a alguien... alguien que en lugar de hacerle sonreír, parecía lastimarlo cada día un poco más. Era testigo de ello, podía recordar su semblante triste, al borde del colapso y el llanto, ese día, cuando le vio desahogarse.

"Itachi... no me ama...". Naruto alzó la vista, observando su shockeada expresión, "Aunque quiera, no podrá, porque él... ama a alguien más" Confesó, cerrando los ojos, terminando su cerveza en un largo trago, deslizando sus dedos por sus labios, cabizbajo, secándose cuidadosamente antes de alzar la vista, sonriendo al ver su sorpresa. "Patético... ¿cierto?"

Está locura estaba marcándolo, y no se refería solo al aspecto físico. Confundido, Sasuke pasó una mano por su rostro, rozando sus labios en el trayecto... ¿Cuántas veces había terminado por besarlo?

Se detuvo un segundo, abriendo discretamente la boca al sentir el alcoholizado aliento de Naruto rozar su rostro. Unió sus labios con suavidad, saboreando, moviéndolos con extrema lentitud, delineándolos y adentrándose a su interior con delicadeza. Ladeó el rostro, y Naruto se adaptó a su ritmo, lento, provocando que cediera el agarre en sus muñecas. Deslizó sus dedos por sus palmas abiertas, y lo dudó una... dos veces... hasta que se atrevió a entrelazar sus manos.

Cerró los ojos y agitó la cabeza, no debía permitirse recordar eso. Esa vez, no es que hubiera vuelto a ceder a sus caprichos internos, simplemente, no quiso verlo llorar. Para ser un desliz, cuando estaban juntos, la situación realmente se les iba de las manos.

Y a todo esto, ¿Por qué se lo pensaba tanto?, si Naruto... había escogido ser fiel a Itachi a final de cuentas.

Mantuvo los ojos cerrados, respirando con tranquilidad.

Naruto... era un peligro. Era tóxico... un veneno... que causaba adicción.

"Baka... baka". Le oyó murmurar entrecortado, asombrándose al ver rodar lágrimas por sus mejillas cuando él aún sonreía, quizás reflejo de haber carcajeado a tropeles solo instantes atrás. "Te quería de verdad... y aún lo hago... mucho... mucho"  Sollozó, bajando el rostro, tornando aquél gesto en llanto, tristeza... "¿Por qué no te importó?"... y reproche.

Repentinamente molesto, le tomó el rostro con cuidado, secando las lágrimas de aquél usuratonkachi con sus pulgares, sin poder hacer mucho por detenerlas. Deseó poder borrar de su corazón al responsable de su llanto, y conservar para sí su curiosa mascota. Aún estando abajo, e invadido por esa idea, rodeó su cuello, atrayéndolo con suavidad, rozando su nariz con la suya, cerrando los ojos poco a poco al ladear el rostro...

-Déjame... tomar su lugar.

 

Abrió los ojos de golpe, agitado, confundido al notar que Naruto ya no estaba sentado encima suyo, como se suponía que lo tenía solo momentos atrás... ¡¿Qué rayos había sido eso?!... Se apoyó en los codos para erguirse, comprobando que aún estaba en las penumbras de su habitación.

¿Un sueño?

Y uno muy real.

Aturdido, se levantó y encendió la luz. ¿Las tres de la mañana?

¿Realmente se habría quedado dormido? O solo había pensado tanto que ahora entraba en una fase avanzada de su recién descubierto mal.

Con duda, se arrimó a la orilla y abrió el cajón de su buró, sacando una pequeña llave plateada, con el extremo de arriba plastificado a modo de cubierta, sitio donde un par de botones se disimulaban. La apretó con fuerza y miró por el ventanal, fuera llovía con suavidad.

-¿Qué nunca nevará? - Reprochó con sincero remordimiento - ¿O no está permitido... pedir un deseo egoísta?

 

 

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La adrenalina había vuelto a sus venas, logrando que se moviera más rápido y preciso de lo habitual. Seguro no era el único que había extrañado la sensación... esa de estar al borde de la muerte por puro gusto y placer.

Una vez terminó los preparativos, se agachó al borde de la azotea de aquél edificio, como un sigiloso felino que mira atento su presa, en espera del momento adecuado para saltar... aunque en realidad, sabía de sobra que difícilmente pasaba desapercibido, ni aún rodeado por la espesa oscuridad que precede al amanecer, y todo gracias a las llamativas ropas que llevaba.

Pero, como la gran banda estrafalaria que eran, ellos podían permitirse semejante atentado a la moda, vistiendo aquél largo saco negro con estampado de nubes rojas, conscientes de que era lo que le daba el nombre a su organización, y completamente orgullosos de la sensación que provocaba el simple hecho de pronunciarlo.

Akatsuki... pánico.

Itachi observó cada detalle del edificio que tenía enfrente, el único en varias calles que aún mostraba un insignificante atisbo de luz y actividad, estando a solo una avenida de infiltrarse en el que seguramente había sido transformado en uno de los sitios con mayor seguridad en Norteamérica, después del pentágono, o la misma casa blanca por supuesto.

Tomando un gran tropel de aire, se obligó a permanecer en sus cabales y guardar algo de paciencia. Como cabecilla provisional de esta misión, no podía darse el lujo de perder la cabeza. Así que declinó por mentalizar una vez más el sitio exacto donde cada uno de sus compañeros aguardaba, a espera de su señal.

-Escuchen - Exclamó elevando apenas una octava de su voz habitual. Aunque era apenas un susurro, el intercomunicador que llevaban, permitía a los demás oírle a la perfección - Como bien saben, esta no es una misión cualquiera. No es un juego, es algo peor, es... un asunto personal - Una sonrisa burlona asomó en su rostro, misma sonrisa que sabía se había dibujado en el rostro de cada uno de sus compañeros - No saben cuan agradecido estoy por el simple hecho de que hayan respondido a mi llamado pero, si alguien desea abandonar... lo entenderé, la última oportunidad la tendrán en exactamente unos minutos.

-No acapares toda la gloria Itachi - La voz de Konan, segunda portavoz al mando, se hizo oír - La causa por la que nos llamaste no solo te incumbe a ti.

-Somos una familia -Tobi se oía tranquilo.

-El que se mete con uno, se mete con todos - Completó Suigetsu.

-Sí bueno, estoy de acuerdo con ustedes pero... - Kisame se oía impaciente - Si alguien además mío lo hace por un poco de sangre, diga yo.

-¡Yo! - Apoyaron los nuevos, Karin y Juugo.

-Bueno, será como quieran - Completamente agradecido, al grado de no poder explicarse con palabras, Itachi se permitió sonreír una vez más - Pero les advierto que no voy a pagar gastos de entierros, cuentas de hospital ni seguros médicos, ¿oyeron?

Pasada la obligada parte sentimental, Itachi palpó el porta kunais que llevaba atado al muslo derecho.

-¿Armas listas? - Preguntó con cuidado renovado, aún algo incrédulo de sus propias palabras, obteniendo un asentimiento general.

Y es que al dominar al menos cinco estilos de lucha cada uno, ser expertos en el arte del espionaje y sigilo, así como el uso de un cuantioso número de antídotos y venenos, conocimientos obtenidos tras dolorosos años de experiencia callejera y a los que bien supieron sacar provecho, el simple hecho de que en esta ocasión ocuparían armas convencionales en una misión, era algo así como... ¿memorable?.

Honestamente, no iba con su persona, ni con su estilo de pelea.

Sin embargo, tener presente que lo que lo movía era un asunto completamente personal, y saber que nadie más que él saborearía su dulce venganza, lo impulsaba a querer protegerlos de algún modo, algo tarde para pensar que no quería involucrar a nadie más, pues la luz que irradiaba aquél anuncio de neón con forma de manzana, al fin se había esfumado, señal inequívoca de que era hora de pronunciar aquél conjuro tan previamente ensayado...

-Juugo, Karin. Es tiempo - Exclamó con dureza, desencadenando que una gran onda de muda e imperceptible  interferencia se alzara sigilosamente en varios kilómetros a la redonda - Tobi...

-Hecho - Respondió de inmediato - Se han quedado sin líneas telefónicas.

-Buen chico - Soltó con voz claramente dominante - Suigetsu, Kisa, lo han visto... es hora de dormir.

Como si hubiera terminado de pronunciar las palabras mágicas, el fuerte sonido del chasquido que produjo el haber botado, y quemado, siete pastillas en las instalaciones eléctricas de las cercanías, precedió al inmediato apagón que se suscitó en casi diez cuadras en el perímetro, apagón que la salida del sol en el horizonte disimuló a la perfección.

Y ahora, era cuando la verdadera acción comenzaba. Lejos de reír por algún motivo emotivo, gracioso o de duda, Itachi sabía que solo ya solo les aguardaba el dolor de la derrota, o el tan ansiado olor de la sangre.

-De lo que te perdiste... Mizuki.

 

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Tamborileaba los dedos en la mesilla de cerca, igual que hacía desde hace casi hora y media.

Llegaba tarde... muy, muy tarde.

Miró por la ventana... quizás era mejor alistar todo de una vez.

Con aparente calma, alzó la mezclilla negra de sus vaqueros para anudar sus botines, alcanzando luego sus calentadores que esperaban sobre su mochila, tirando bien a la altura de las muñecas hasta sacar sus dedos por los espacios correspondientes en la tela. Esperando que sirviera de algo, vistió un corto chaleco azabache encima de la playera blanca que llevaba y se rodeó el cuello con una frazada, no era una bufanda, pero hacía frío y seguro calentaría algo. Se colocó al final una gruesa gorra negra cuya forma cuadrada hacía parecer que tenía orejas de gato... pero era larga, y cubría sus orejas, además de que terminaba en dos largas y delgadas trenzas de lana que bien podía anudar bajo su barbilla si el frío se ponía rebelde...

¿Quién le habría escogido la ropa?

En fin. Ahora sí, completamente listo, se sentó en la cama a esperar... de nuevo.

-Naruto-san - Entrando a la habitación, una mujer de blanco dejo una charola en la mesilla de junto, pasándole un juego de tabletas y un vaso de agua - En lo que llegan por usted, aún podemos recordarle esta dosis.

-Gracias - Sujetándolas en su puño, el oji azul se llevó la mano a la boca, pasando agua seguido de eso.

-Por favor, cuídese - Pidió la preocupada enfermera al recogerle el vaso - Coma bien, y no olvide sus horarios de medicación.

Sonriendo con agradecimiento, el rubio asintió, logrando que ella imitara su gesto antes de marcharse. Observando la puerta unos segundos más, tiró de su mochila y hurgó poco para hallar su viejo y regordete monedero en forma de rana. Lo abrió de un pellizco y se llevó la mano libre a la boca, escupiendo con disimulo lo ocultaba.

-Gama chan... tu también di, "aaah" - Como si aquello ya no le perturbara, dejó caer las tabletas que debió haber tragado en el interior y cerró el monedero, dejándolo de nuevo en la mochila.

Confirmó en los cajones por millonésima vez que no olvidaba nada y, tras recoger lo que había puesto encima de la almohada con anticipación, se sentó en la cama a esperar. Miró el cielo nublado por la ventana, sin poder ver bien la puesta de sol a causa de los densos nubarrones que tapizaban el firmamento.

Aferrando lo que guardaba en su puño derecho por un instante, abrió la palma, y confirmó que encontraba más azul en las piedras de su sortija que en el firmamento de estos días... azul que se tornó repentinamente amarillo.

De hecho, todo a sus ojos se empezó a ver... ¿café?.

Algo mareado, y empezando a sudar frío, Naruto sujetó su cabeza con una mano, sin llegar siquiera a ser consciente de cómo la sortija resbaló de su agarre, o del como su cuerpo se precipitó lento y sin remedio hacia atrás...

 

.o.0.o.0.o.0.o.0.o.0.o.

 

Su corazón ya venía trabajando a marchas forzadas, agitado y presuroso, consecuencia del tramo recorrido hasta ahora en el interior de la fortaleza enemiga, palpitando como si cada latido fuera el último. Y quizás... pudiera serlo.

Sonrió fascinado con la idea, contemplando la entrada de un abarrotado pasillo frente a él sin moverse un solo milímetro, lugar que lo acercaría a su verdadero objetivo, y también, sitio donde seis sujetos de negro le apuntaban con arma en mano, imponentes y amenazantes, en espera de que se atreviera a intentar algo para tirar del gatillo.

Con ese desbordante desafío, Itachi se agachó extremadamente rápido, justo a tiempo antes de que algo que parecía un boomerang gigante alcanzara a rebanarlo por detrás, desestabilizando la concentración de los sujetos, al grado de hacerles retroceder cuando aquélla giratoria y enorme espada de púas metálicas se incrustó horizontalmente en el umbral del pasillo tras destrozar parte de la entrada.

¡Ahora!

Desplazándose con una velocidad y destreza asombrosas, pasó a Samehada por debajo, explotando al máximo el reducido espacio que tenía, esquivando cada ataque en su contra con envidiable agilidad, y a su vez, profiriendo cortes mortales a cada movimiento que realizaba. Itachi parecía danzar en el centro de un aparatoso remolino humano, levantando a su paso tonos de carmín en el aire que salpicaban el desgastado papel tapiz del lugar.

Se detuvo de súbito, y todo pareció detenerse con él.

Agachado en el final alejado del pasillo, con las manos cruzadas frente a él a la altura de su rostro, sosteniendo un kunai en cada una, escuchó el estrepito de varios cuerpos derrumbarse a su espalda.

¡Oh, yeah! I tell you something...

Volteó solo unos segundos antes de empezar a correr de nuevo, apenas alcanzando a ver a Kisame sacar a la enorme samehada de la pared para girarla y volver a ser clavada en la entrada, ahora de forma vertical, como si buscara bloquear el paso a alguien más, y darle algo más de tiempo.

Siguió la ruta planeada, y los pasillos que siguieron al anterior, se terminaron en solo cuestión de minutos, deteniéndose frente al umbral que tanto ansiaba, alcanzando a distinguir el inconfundible olor a humo de habano, formando una mezcla suave y aberrante con el alcohol que se percibía en el aire, incluso, si agudizaba el oído, podía escuchar perfectamente la respiración tranquila de alguien en el interior.

Estiró su mano hacia el pomo, parando al ser inesperadamente interrumpido con la voz de sus camaradas.

-Área sur contenida, ¿Qué hay del resto? - Parecía que a Tobi le faltaba algo de aire.

-Tiburoncín y yo sí que tenemos algunos problemas - Konan se oía realmente ocupada, e Itachi comprendió que no solo Kisame le había ayudado momentos atrás - Descuiden, estamos en ello.

-Juugo, Karin y yo hemos peinado la zona este, pero han conseguido separarnos - Y Suigetsu parecía la mezcla perfecta de los dos anteriores - ¿Itachi?

-Hum - El azabache de coleta sonrió en silencio - Pues este muñeco ha terminado sus deberes, así que va directo por el dulce del premio - Susurró.

-¿Solo?, ¡Ni lo pienses! - Tobi se enfadó enseguida - Espera a que llegue alguien más.

-Iré, soy el que está más cerca - Exclamó Kisame con apuro, e Itachi se percató enseguida que la costumbre y la tensión del momento parecía haberles hecho olvidar quien llevaba el mando esta vez.

-Da igual, tiburoncín - Agregó, aún entre susurros - Para cuando llegues, me habré terminado el postre.

Regresando al punto donde se había quedado, giró el pomo con sigilo, asombrándose un poco al verle ceder con suma facilidad pues había imaginado un mínimo de resistencia. Pero no, todo se encontraba dispuesto de una forma extrañamente complicada para los demás, y sospechosamente práctica para él... demasiado fácil.

-¿Es que vas a quedarte todo el tiempo en la puerta, querido yerno? - Escuchó de aquella voz lasciva proveniente del interior - Si no entras, tendré que beberme el whisky que tan gustosamente he servido para ti.

Tras esta pequeña jugarreta, Itachi sintió que la sangre comenzaba a hervirle de verdad, dejando aflorar el odio y el rencor que realmente le guardaba a esa maldita serpiente, mismos que había sabido controlar hasta ahora y que le habían llevado a hacer lo que hacía, buscando vengarse de una forma u otra por haberse atrevido a atentar contra los suyos. Con más fuerza de la necesaria, tomó el pomo de nuevo y lo giró, pero apenas había delatado su presencia, el frío tacto del metal le hizo parecer que una cubeta de agua helada le caía por completo... había picado.

El, integrante de una de las organizaciones de asesinos más buscados y mejor pagados del mundo. El, sucesor exiliado de una de las organizaciones médicas y académicas más fructíferas y reconocidas de Japón, capaces de competir con las primeras a nivel internacional. El, un Uchiha... había picado con el anzuelo mas choteado de todos los tiempos.

¡Con un maldito demonio!

Preso de una serenidad digna de quien está sumamente apurado, Itachi soltó una silenciosa carcajada y empujó la puerta sin dar un solo paso aún, haciendo uso de un enorme auto-control para adentrarse con extremo cuidado, luchando por no aporrearla contra la pared y arrojarse sobre su querido suegro para rebanarle el cuello de un movimiento al vislumbrar la pálida figura de Orochimaru, cómodamente sentado frente a una mesita ratona, mueble donde un vaso de whisky extra reposaba justo al alcance de una silla vacía, dándole la vaga sensación de que entraba a una realidad subalterna o algo así.

El sitio, aún provisto con cómodos muebles atacados por el tiempo y luciendo en sus paredes un blanco que ya variaba desde el lila hasta el marrón coagulado en sitios donde empezaban a desconcharse, mostraba un estilo único, casi soberbio, majestuoso e inverosímil, incluyendo la elaborada vajilla de cristal del vistoso y surtido mini-bar de la habitación.

-Deberías ponerte cómodo - El viperino señaló con un cabeceo la silla vacía frente a él, fijando luego su amarillento mirar en su invitado, repasando su enorme y asquerosa lengua por sus labios - Creo que tenemos una larga charla pendiente.

-Difiero contigo - Contestó el otro con una serenidad que le sorprendió a sí mismo y que, según leyó en el rostro del otro, causó temor - Quisiera terminar lo que vine a hacer, y volver a Japón lo más pronto posible - Explicó al comenzar a girar un Kunai en torno al índice de su mano derecha mientras se acercaba a paso lento y cauto.

-Ku, ku, ku. Tu sí que sabes ir al grano Itachi - Orochimaru rió divertido - Ya hablas como el hombre de la casa que ansía volver al hogar. Y créeme, puedo entender la causa, después de todo, conozco mejor que tú el efecto adictivo que mi Naruto provoca en las personas que le miran, la razón del porque busqué hacerme de él en cuanto lo vi por primera vez y del que lo pusiera a bailar en este mismo escenario, esperando el momento adecuado para empezar a venderlo y recuperar con creces mi inversión.

-El es mío - Siseó el de coleta, fulminándole con la mirada - Solo mío.

-Descuida, ya no guardo el más mínimo interés en prostituirle, si pienso en su actual falta de pureza sumada a su negativa actitud, es obvio que su simple apariencia no se ajustará a mis planes. Pero cuando los imagino retozando tan despreocupados de la vida, despiertan mi indignación. Prefiero desaparecerlos del mapa. Aunque debo confesar que no me esperaba que un asesino como tú se enamorara realmente de un niño como él - Y una sonrisa retorcida desfiguró sus facciones - Dime, ¿Le has contado por qué te alejaste de tus padres?, ¿O te ha funcionado el teatrito de vida humilde y limitada que le has dado?. Y no me salgas con la historia esa de que tu alma ha encontrado paz a su lado.

-...- El azabache irradiaba verdadera rabia en su mirar.

- Si lo analizas con detalle, en realidad te estoy haciendo un favor. Te diré el porqué Itachi-kun. En realidad es algo de sobra conocido pero que a ti, por lo visto, se te ha olvidado - Insinuó con maldad, entrecruzando los dedos al frente - El amor, es un veneno corrosivo... ¿Crees que nadie más lo verá como tú?, ¿Esperas que te sea fiel?... ¿Qué harás si sucede lo contrario?

-¡Silencio! - De forma abrupta, Itachi alzó el kunai al frente, listo para silenciarlo de una vez y para siempre... sin saber porque rayos no lo arrojaba y le atravesaba la garganta de una buena vez.

-Ita, Ita, Ita. Es lamentable ver que hasta Sharingan, el perfecto asesino desaparecido, puede perder la cabeza por un poco de ese dulce veneno - El viperino cabeceó en negativa - Lo que en realidad has provocado con ese matrimonio, es sentenciar a Naruto y a ti mismo a sucumbir al ritmo de una marcha fúnebre, llevándolo directo a su perdición. Acéptalo, eres peligroso, quien asegura que no serás tú mismo quien tome su vida en un arrebato... ¿Te perdonarías algo así?

-... Creo, que ahora entiendo por qué se odia a los suegros. - Con esfuerzo, Itachi esbozó una sonrisa forzada e irónica - Hablan demasiado.

Sin darle tiempo a reaccionar, y totalmente decidido esta vez, Itachi se impulsó hacia delante de un movimiento, deseando ahora más que nunca convertir esa sonrisa burlona en una mueca de terror, parando en seco casi justo frente a él y retrocediendo de un brinco para evitar la enorme guardaña de tres hojas que se clavó sobre la mesa ratona en la que se había apoyado segundos antes.

De un tirón, el mismo rubio que Naruto había visto en el evento de caridad, Hidan, recuperó su guardaña y la giró tras él con la otra mano extendida al frente, calculando distancias en apenas décimas de segundo antes de arrojarla una vez más. Con suerte, podría romper su record y tardar menos tiempo de lo usual en decapitar a su víctima.

Itachi cayó limpiamente, teniendo que retroceder una vez más apenas había tocado suelo, más ocupado en esquivar los toscos pero peligrosos movimientos de aquél psicópata como para poder retomar su primer objetivo, desconcertándose a su vez al sentir algo caliente en el cuello, sacándose el intercomunicador de inmediato y frunciendo el ceño al ver el pequeño hilo de humo que emanó de este.

Olvidándose del estropeado aparatejo, un espeluznante sonido surgió cuando el de coleta paró el filo de las cuchillas con un kunai, impulsándolas hacia atrás y consiguiendo abordar de frente a Hidan, propinando un ataque tras otro mientras el rubio conseguía apenas cubrirse con la correa metálica de la guardaña, al final soltándola al retroceder de un salto para conseguir una distancia prudente y ponerse a salvo.

Estáticos y analizándose aprisa, Itachi e Hidan se mostraron igual de sorprendidos al ver el cuarto repentinamente envuelto en una espesa cortina de humo grisáceo.

Itachi sonrió con disimulo al reconocer el instrumento de camuflaje de su grupo, olvidándose de Hidan para volver a buscar a esa maldita serpiente ponzoñosa, alcanzando a ver una figura alta y fornida interponerse entre ambos. Alertado por una serie de zumbidos frente a él, rabió al tener que retroceder esta vez guiado totalmente por el instinto, seguidos por el claro sonido de cinco filos metálicos al incrustarse en la madera del piso.

¿Shurikens?

Se detuvo al fin, totalmente seguro de que había regresado al inicio, de pie en la puerta, contemplando como la nube oscura se disolvía.

Orochimaru estaba exactamente en el mismo lugar, con esa fastidiosa sonrisa aún en su rostro. A la derecha de éste, Hidan ya sostenía la correa de su inseparable guardaña, y su izquierda, sin sorprenderse demasiado, observó a Juugo.

-¿El resto? - Preguntó melosamente la serpiente al peli rojo.

-Controlados - Respondió escueto, sosteniendo el duro mirar de Itachi sobre su persona.

Aferrando el Kunai con algo más de fuerza, Itachi entrecerró la mirada con un poco de frustración, cuidando cada movimiento propio al ser totalmente consciente del arma que le apuntaba a menos de quince centímetros de distancia, justo a la altura de su sien izquierda, sostenida por una completamente tranquila Karin.

-Descuida, no estarás solo - Orochimaru logró ganar su rabia una vez más - Tu querido niño irá enseguida tras de ti, a diferencia de Hidan, Kakuzu no suele entretenerse con sus víctimas... Karin querida, ¿nos haces el favor?

Con esa señal, Karin liberó el seguro de arma, tensando un poco el índice en el gatillo.

-Mfh, tienes razón... - Pese a todo pronóstico, Itachi sonrió con decisión, dejando caer el Kunai para cerrar el puño al grado de hacerlo crujir - Definitivamente, no me gustaría... irme solo.

En un movimiento apenas visible, Karin se sorprendió al sentir la mano de Itachi aferrar el arma que empuñaba de forma casi instantánea, tirando del gatillo tan pronto pudo sin reparar en el gran cambio de trayectoria que había sufrido su brazo, alertando de sobremanera a los presentes al ver la bala dar justo en el blanco... en una persona diferente.

La expresión atónita en el rostro de Hidan no sugería si habría sentido algo más aparte de sorpresa cuando se desplomó inerte al lado de Orochimaru, todos volviendo la atención al ahora peligroso azabache cuando con un movimiento más dobló la muñeca que sujetaba de la peli roja hasta hacerla crujir, consiguiendo que ella soltara el arma sin más, arrancándole una verdadera mueca de dolor al tiempo que él pisó el kunai en el piso hasta hacerlo saltar al aire, alcanzando a arrojarlo hacia donde deseaba justo antes de abalanzarse al frente tal cual tigre a su presa.

Sin perder más tiempo, Juugo botó el seguro, apuntó y, tras el que fuera el último estallido en el lugar, todo terminó al fin.

 I think you´ll understand.

 

.o.0.o.0.o.0.o.0.o.0.o.

 

Contemplando como las salas se iluminaron una tras otras al encender la luz, Deidara dejó los sitios concurridos de la galería buscando algo de paz... una paz que últimamente no conseguía ni siquiera en sueños.

Camino a su sitio favorito y bostezando con verdadero cansancio, volteó hacia al ala este al escuchar un extraño eco en el lugar.

¿Y eso?, parecía que algo se hubiera caído en alguna de las habitaciones. Pero esas áreas, estaban supuestamente vacías... y cerradas.

Tomando valor, asomó por el primer pasillo con algo de desconfianza, tratando de ver algo entre las sombras y sorprendiéndose al vislumbrar a su viejo amigo salir por una de sus puertas.

-¿Sasori? - Llamó apenas, acercándose enseguida.

-¿Dei? - Completamente alertado, el peli rojo jaló la puerta tras él con poco disimulo, azotándola sin querer y avanzando para lograr interceptarlo antes de que llegara hasta ahí - ¿Qué haces aquí?

-Eso mismo iba a preguntarte - Completó el rubio, mirando hacia aquella puerta con extrañeza al ver que el otro le jaló por el brazo para guiarlo de vuelta a la salida del área - ¿Por qué cojeas?

-No estoy cojeando.

-Estás cojeando - Afirmó el oji azul, mirando ahora con sorpresa la desgastada y molida apariencia del peli rojo - ¿Te peleaste con alguien?

-No pelee.

-¡Peleaste con alguien! - Enfadado, Deidara paró en seco, mirando fijamente al otro, haciéndolo suspirar con fatiga.

-Está bien, pelee con alguien y me oculté para descansar un rato y evitar que me regañaras, pero he conseguido justo lo contrario. ¿Estás contento ahora?

-Sabes que no - Con una ceja enarcada, Deidara se cruzó de brazos - ¿Se puede saber la causa de tu salvajismo?

-Le debía un favor a alguien - Sasori sonrió al ver la sorpresa de su amigo - Y también, me disgusta ver buitres rondando madrigueras de pequeño zorros, esperando pacientemente a que salga de territorio seguro para darle caza. ¿Ahora sí, contento?

-... - Preguntándose que rayos significada todo eso, Deidara volvió a fruncir el ceño - Sabes que no.

-Oh, dios sagrado de las alturas - Sasori alzó los brazos al cielo con angustia - Agradezco tanto que Deidara jamás aceptara salir conmigo, es tan difícil complacerlo.

Soltando un bufido de molestia, Deidara continuó su camino... patán, y el que se había tomado la molestia de preocuparse un poquito por él.

-Neh, Dei. Te hablo insensato  - Caminando tras él, Sasori consideró prudente cuidar su tobillo al caminar, solo haciendo visible su marcha irregular al buscar apoyar menos su peso en el mismo - ¿no ves que alguien necesita primeros auxilios?

-Peleaste por gusto, ahora no vengas llorando como un niño pequeño - Perdiéndose en su estudio, Deidara pasó directo al sanitario, volviendo en breve hasta donde Sasori había tomado asiento, dejando una caja blanca en el piso para sacar un ungüento de él - A ver ese tobillo - Musitó.

-Sé cuidadoso - Alzando algo la tela del pantalón, Sasori dejó que el rubio le aplicara un poco de antiinflamatorio, reteniendo una que otra mueca de dolor... la verdad es que estaba algo hinchado.

-¿Por qué peleaste? - Aplicando un vendaje provisional, Deidara miró a su amigo con duda y enfado.

-Te dije la verdad, no puedo hacer más si no me crees - Apreciando como terminaba su labor, Sasori se sintió repentinamente nostálgico - A diferencia tuya... que jamás quisiste decirme la razón del porque siempre me rechazaste.

-... - Cerrando la cajita frente a él, Deidara se incorporó, mirando con un poco de remordimiento la distraída mirada de Sasori pasar por ahí, seguro intentando restar importancia a lo que había dicho - Nunca salí contigo, por qué sabía que eras sincero... por eso.

Ahora si verdaderamente sorprendido, Sasori topó con la decidida mirada azulina del otro.

-Con el último que querría jugar, era con alguien que podría salir lastimado cuando yo me hartara. Sabes perfectamente, que solo buscaba con quien olvidar mis problemas. Por eso... yo no te convenía.

-Ya veo - Pegando un hondo suspiro, el peli rojo recompuso su sonrisa al instante. Al fin y al cabo, aquellos eran temas del pasado, temas que solo a veces le provocaban curiosidad - Neh, Dei...

-Ahora que quieres - Con un peso menos encima, Deidara volvió a mirar a su amigo, observando con desconfianza la enorme sonrisa que este mostraba a la nada, como si recordara alguna travesura - ¿Qué?

-¿Sabías que hoy le dan el alta a Naruto?. Vamos un rato con él peque, no es tan desagradable si lo tratas...

El estrepitoso sonido del botiquín al caer cuando Deidara lo soltó, seguida de una apenas contenida mueca de dolor por parte del peli rojo al sentir ese golpe indirecto en su tobillo aligeró enormemente en gesto de mala leche que se había formado en el rostro de Deidara.

-Upss, cuanto lo siento - Murmuró el rubio con algo de diversión, agachándose para sujetar el inflamado tobillo con fuerza, haciendo al otro brincar de su asiento.

-¿Sabes?, creo que puedo curarme solo esta vez.

-Sabes que no. Ahora, pon tu trasero en la silla y presta acá ese tobillo.

Cielos, definitivamente debería aprender de Sai y zanjar el tema por la paz... aunque, quizás era buena señal que ahora Deidara solo se enfadara. Prefería eso a que se deprimiera, como solía hacerlo en el pasado.

Oh... y no debía olvidarse de sacar lo que había ocultado en la otra sala momentos atrás.

Cualquiera se infartaría de la impresión si descubrían al buitre por error.

 

.o.0.o.0.o.0.o.0.o.0.o.

When I say that something...

 

Blanco...

Naruto parpadeó, comprobando lo que veía. El techo. ¿De dónde...?. Reaccionó entonces, sentándose con cuidado en la cama.

Miró la puerta de inmediato, sin hallar ningún curioso por ahí. Era una fortuna que hubiese estado sentado cuando se desvaneció... y al parecer, no debió ser por mucho si nadie lo había notado. ¡Qué suerte!, de lo contrario, seguro ahora si lo refundían en el hospital.

Y tenía cosas importantes que hacer. Océanos que cruzar, tratos que cerrar, prometidos que buscar... y quizás, si "el de arriba" le regalaba un poquito más de tiempo, ir al gran cañón y comer algo rico.

-Tal vez... Ita aún quiera ir conmigo.

Sonrió algo cabizbajo al comprobar que la costumbre... era algo difícil de cambiar.

Jadeó de repente, mirando sus manos con alarma. No estaba. Saltó enseguida de la cama, buscando por el piso, arrodillándose junto a esta para ver debajo, suspirando con alivio al distinguir aquél brillo celeste a su alcance.

-Naruto-san - Llamó una voz femenina a la puerta - Llegaron por usted.

-¡Voy! - Estirando la mano un poco más, alcanzó la sortija y se levantó a prisa, tirando de su mochila para correr a la entrada... rumbo a su libertad condicional.

Fue un alivio que los trámites de alta ya estuvieran hechos en recepción, recibiendo en casi nada su constancia médica, sus indicaciones y medicamentos suficientes como para indigestar a gama-chan.

-Uchiha-san lo espera en la entrada del edificio - Dedicó amable la enfermera - Creo que tuvo un problema con el estacionamiento - Agregó con una gotaza.

Naruto asintió y sin necesidad de prestar atención, recorrió el camino con facilidad. Lo había repasado antes muchas veces, sin atreverse a escapar esta vez a causa de la vigilancia policiaca que les habían dejado por ser víctimas de intento de homicidio y saber a los sospechosos sueltos por ahí.

No pudo evitar mirar feo al guardia en la puerta, sacándole la lengua cuando éste no le veía. Sonrió al correr el tramo faltante, parando poco antes de llegar al estacionamiento al haber visto algo inusual en el camino, algo definitivamente fuera de lugar y a solo metro y medio de distancia a su derecha.

-¿K-kakashi-san...?

I want to hold your hand

 

 

¡Al fin! Después de tener que mover el auto, encender las luces intermitentes, y casi jurar al oficial de tránsito que era una emergencia y que no tardaría, había conseguido librarse de la infracción por estacionarse donde no debía al querer ganar tiempo. Reglas de tránsito, ¡bah!. Sasuke apenas había dado media vuelta cuando vio a Naruto ahí, aunque, con la carrera que el rubio llevaba, quizás tendría que correr tras él cuando pasara de largo la salida vial en la que él estaba por ir derecho hacia el estacionamiento. Para fortuna suya, no tuvo que dar un solo paso, pues el oji azul paró justo a su altura, visiblemente sorprendido y con su atención fija en su persona.

-¿K-kakashi-san...? - Musitó apenas.

Temiendo que al responder su valiente determinación pecara de cobarde, el azabache se limitó a abrir la puerta del copiloto de aquél convertible blanco, obviando la invitación.

Naruto permaneció estático, sin poder apartar la vista de él. Casualmente distinguido, y portando lentes oscuros, que aunque lo hacían lucir jodidamente arrebatador, le hacían imposible leer la expresión de sus ojos... No.

-¿Y Kakashi-san? - Preguntó de nuevo.

-La verdad, es que no lo sé - Confesó - Es raro que no esté aquí, que desaparezca así como así - El azabache sonrió en acto reflejo - Esto, ¿podría llamarse suerte? Así no tendré que darle explicaciones del porque he decidido secuestrarte. Ahora, sube por favor.

I want to hold your hand

-No hables al azar - Atontado al ver esa sonrisa fresca y segura en su rostro, Naruto retrocedió un paso... No. - Esperaré por él - Soltó con la mayor convicción posible.

-Por favor, sube. No muerdo - Agregó con suavidad. Sasuke volvió a sonreír, y Naruto entreabrió los labios, agradeciendo no poder ver la cara de estúpido que seguro y tenía ahora - Bueno, tal vez sí - Admitió algo bajo, pero aún así, abierta y burlonamente.

Sabiéndose en desventajosa tentación, Naruto bufó y dio media vuelta, alejándose, inclinándose un poco hacia adelante al sentir un peso ajeno en la espalda justo cuando Sasuke le rodeó el cuello con un brazo, poniéndolo realmente nervioso al escucharle susurrar tras él.

-Ven conmigo... a menos que quieras mis razones aquí y ahora - De nuevo una sutil sonrisa emanó del azabache - Pero si me ve contigo, el oficial de tránsito se enfadará con seguridad.

I want to hold your hand

 

 

Bien, estaba comprobado. Era un idiota, un estúpido, alguien patético, era... un usuratonkachi.

Con esa y una larga lista de recriminaciones internas, Naruto abrazó un poco más su mochila, mirando de reojo a su azabache secuestrador al volante... ¿No pudo haberse enamorado estúpidamente de alguien más?

Al final, decidió observar el paisaje en dirección contraria... de nuevo, tratando de disfrutar del camino en las afueras pero sin poder pasar desapercibido que Sasuke encendía el estéreo.

Rayos, ¿Qué diantres estaba esperando? ¡Ah, sí!, las importantísimas razones del porque lo había buscado hoy, y si la suerte le sonreía al menos una vez, también le gustaría saber a dónde lo llevaba.

Suspiró fuerte, y algo tarde empezó a prestar atención a la música.

Oh please say you me you´ll let me be your man,

And please, say me to me you´ll let me hold your hand.

Now let me hold your hand,

I want to hold your hand.

 

¿Era... una coincidencia? Sí, eso debía ser, algo sin importancia, una canción tocada al azar. Sin embargo a Naruto le fue imposible no buscar una respuesta en Sasuke, observándolo con muda sorpresa. ¿Por qué los Beatles?, ¿Por qué justamente esa letra?... ¡¿Por qué hasta ahora?!

Esquivo a la mirada de su acompañante, Sasuke dejó fluir algo que llevaba deseando desde hacía tiempo. Se quitó los lentes y volanteó de repente, parando a un lado de la carretera, aferrándole por el cuello apenas soltó el volante para atraerlo por el cuello y cerrar los ojos al unir sus labios con algo de fuerza.

Naruto lo vio venir... pero no quiso evitarlo. Se limitó a responder, y disfrutar del encuentro de sus labios, siendo él quien deseó y se adentró en la cavidad de Sasuke para rozar su lengua con la suya, saboreando cada roce.

Pero había algo diferente.

Era ansioso, apresurado.

Rudo... y pasional.

Realmente odió depender del oxígeno cuando Sasuke se separó, pese a que el mismo terminó con una emocionante sensación de ahogo, aferrando su mochila cuando estuvo a punto de caer de su regazo por el jaleo.

And when I touch you

I feel happy inside.

It´s such a feeling that my love I can´t hide.

I can´t hide.

I can´t hide.

 

-Me gustan los Beatles - Murmuró el agitado azabache frente a él.

Aun cuando Sasuke volvió a poner en marcha el auto, y aún cuando Naruto cubrió la sortija en su mano izquierda con la contraria, una pequeña sonrisa emergió en ambos, sincera y espontánea, tan voluntaria como verdadera.

Yeah, you got that something

I think you´ll understand.

When I feel that something

I want to hold your hand,

I want to hold your hand,

Aunque se fuera al infierno por esto, se sentía bien un poco de honestidad al fin.

I want to hold your hand.

 

.o.0.o.0.o.0.o.0.o.0.o.

 

Sin importar en lo más mínimo el sonido y el trazado recto que aquella garritas dejaban en el pulido piso de madera del pórtico a su paso, el collar que cernía el cuello del "pug" dio un par de tirones hacia arriba, provocando que el perrito castaño brincara en el acto los escalones que su amo subía, corriendo a su lado para atravesar juntos un elaborado portal de madera.

La campanita en el marco tintineó dos veces, denotando que habían cerrado la puerta tras entrar a una estancia, cálida y con decoración marcadamente occidental.

Dejando su correspondencia de lado, el sujeto rubio de cabellos en punta, anudó la correa del can en una de las sillas del comedor, cruzándose de brazos al entrecerrar su azulina mirada. Enseguida, el perrito agachó la cabeza al piso y aulló afligido.

-¡¡Pakkun!! - Gritó un pequeño de unos ocho años al momento de hincarse junto a él para abrazar al perrito. También de melena rubia, corta y alborotada, alzó la suplicante mirada de sus ojos verde limón hacia el mayor - Pakkun no tuvo la culpa, papá. Él no es malo - Excusó.

-Lo sé, Yuki - Con un suspiro de paciencia, el oji azul relajó su postura, agachándose frente al par de miniaturas - Pero, si no quieres que lo castigue, evita que siga saltando sobre los carteros - Sentenció con una mirada escalofriante, que hizo temblar a ambos - No tienes idea de lo que duele una mordida con estos colmillitos, enano - Agregó al pellizcar los mofletes del pequeño y tirar hacia los lados.

-¡Duele, papá, duele! - Se quejaba el chiquillo al mismo tiempo que el perrito ladraba y saltaba consternado, escándalo que no evitó que oyeran perfectamente la voz de alguien más.

-¿Qué sucede aquí? - Preguntó una bella mujer peli roja al dejar una humeante cacerola en la mesa, mirándolos al tiempo que se sacaba los guantes de cocina - ¿Minato? - Preguntó al no oír respuesta alguna.

-¡Pakkun es inocente, mamá! - Se adelantó el pequeño, extendiendo el enternecedor cachorro café al frente - Solo le sigue la corriente a los otros.

-Que interesante versión, oye nada más lo que dice tu hijo, Kushina - Con una gotilla resbalando por su frente, el oji azul se levantó y siguió a su esposa rumbo a la cocina.

-¿Habla en serio?, a mi me parece todo lo contrario - Murmuró la aludida al empujar una bandeja con vasos hacia el rubio, desviando un momento su verde mirar hacia él antes de abrir los estantes de la alacena.

-Es porque, efectivamente es lo contrario - Lavándose las manos para tomar la charola de antes, el oji azul volvió al comedor - Yuki, baja a Pakkun de la mesa - Ordenó al dejar la charola para acercarse la olvidada correspondencia.

-Si papá - El menor obedeció con desgano, mirando con charabitas la cesta de panes que su madre colocó en el centro.

-¿Te has lavado las manos? - Un puchero asomó enseguida el rostro del pequeño con la mención de ella, saltando de la silla en dirección a la cocina con pakkun tras él, mientras la peli roja tomaba asiento tras servir las bebidas - ¿Fue profundo? - Preguntó curiosa.

-Esta vez, solo rasguños. Pero, ver una jauría completa de perros gigantes con un cachorro de  Pug a la cabeza, seguro provocará traumas psicológicos severos al cartero - Explicó un concentrado Minato, bufando una sonrisa contenida al haber recordado la escena. Con un suspiro, empezó a aventar sobre a sobre los papeles mientras recitaba - Cuentas, cuentas, cuentas, pago, recibo, ¡Oh, los cupones de descuento! - Los rescató del montón para continuar - Invitaciones decembrinas, y...

La peli roja pasó a Yuki su comida recién servida, observando con interés la repentina sonrisa de Minato al soltar la última hoja en la mesa.

-Creo que este año, donaré sangre a Konoha hasta después de las fiestas - Exclamó el oji azul como si nada - No quiero volver a pasar la noche buena mareado, o con una sed peor a la que dejan las crudas de año nuevo - Concluyó, recibiendo feliz su platón. Fue entonces que Kushina notó el conocido símbolo del mencionado hospital en el papel.

-Oh, Tsunade-sama llamó ayer por la tarde - Recordó la oji verde - No me creía cuando le dije que ya estábamos en el país, dice que agradecería enormemente que pasaras a donar lo antes posible.

-... - Parando antes de haber dado bocado, y con algo de sorpresa, Minato miró a su esposa - ¿Sucedió algo?

-Hum - Kushina asintió seria - Dice que hay alguien, cuyo caso de leucemia le recuerda mucho a Yuki.

-¿Si, mamá? - El pequeño rubio alzó la vista al haber oído su nombre.

-Come, no es nada - Con una muy bella y familiar sonrisa, Minato palmeó la cabeza del pequeño, quien confundido, miró también a su madre asentir con calma - Por cierto, Yuki... - El oji azul suspiró, retomando aquél temple autoritario - No le des de comer a Pakkun bajo la mesa.

-Sí, papá.

 

.o.0.o.0.o.0.o.0.o.0.o.

 

La diferencia entre un capricho y una pasión eterna, es que la segunda, es más duradera.

 

CONTINUARÁ...

Notas finales:  

 

Con cada personilla de por aquí, me siento enormemente agradecida muy a su manera, Arigato por leer!~ :D

Muchas gracias por el comentario: Sheymi, Evil_Kitsune, Nadyha, ReGiMi-chan, Silfides, Vero_sai, Ch3l, Ayumi, Kiyu_Unmei, Otaku_sasunaru, Kawaikunoichi, Lizuka, KAro Zan, Akiramail, KiRiZari Hotachi =^^=, DAisugirl, Flavsela...

*Sheymi:

¡Hi!~ X3

Cielos, tiene mucho que no sé nada de ti. Pero, después de siglos desaparecidas, hemos vuelto con más.

Ojala te agrade el capitulo, y lo hayas disfrutado como desearíamos.

Cualquier queja, sugerencia que tengas, sabeis que siempre estare dispuesta a escucharla y emprenderla.

Nos leemos pronto. Desde aquí saludos!~

Chau! *-*

 

*Evil Kitsune:

Hias!~ <3 cuanto tiempo, ¡de verás! xD

Uh~ sos brasileira. Pero el que puedas leer el español ya dice mucho o.o eso es bastante.

Yo realmente no sé ni pisca de portugués ;w; y se siente denigrante. Aquí no es tan común ver gente hablándolo. En las calles tiendo más a encontrar y escuchar a extranjeros americanos, alemanes y franceses.

Tres de los idiomas que se me han visto interrumpidos xD

En lugar de aprender a dominarlas, mi profesor y yo preferimos aprender otras cosillas x3 como la inmortalidad del cangrejo, el color del cielo,  y cosillas similares xDD

Pero en fin, cuando tu profesor resulta ser un chico joven muy atrayente sin asuntos serios que atender, pues hay que aprovechar x3

Bah!~  para que le doy más vueltas ¬w¬U es mi koi.

Yeah!~ el chico que tiende a soportar todas mis eternas perezas, mi mente pervertidilla y muchas~ muchas~ otras ocurrencias mías -w-

Pero, aun cuando dices ‘apenas entender la lengua' eso es avanze. Y hablar otros idiomas siempre te ayuda mucho. Supongo sería cosa que le desarrollaras. Pero, insisto. Entenderlo, ya dice mucho *-*

¡De verás!

 xD Creo que ya no debería ver tanto Naruto doblada al castellano ¬w¬U ese chico tiende a decir para todo, ‘¡de veras!~' x3

¿Y dónde diantres quedo su hermoso dattebayo? ;w;

Well, volviendo al fanfic...

Lamentablemente como te habrás dado cuenta, Itachi se equivoco de papel.

Wow~ te mantienes firme a tus sospechas ^^U y sí, no te negaré lo que tiene ese papel. Aunque si lo quieres saber con más detalle, en el próximo capi se descubrirá 9w9 o más específicamente, cierto azabache muy atractivo, lo descubrirá ^^

Y también, poco a poco, se irá conociendo lo que realmente quiere nuestro guapo Uchiha mayor. El 2do nombre de ese chico debería ser enigma.

Por cierto, mil disculpas por la tardanza. Estoy consciente del tiempo en el cual prometimos capitulo pero, ¡rayos! No tengo idea de que paso.

Mucho, y poco a la vez.

¿Será la primavera? ¿O el actual verano? xD

Eso me recuerda a los malparidos mosquitos ¬¬** los detesto...

Aunque lo que más nos importa es que volvimos.  Así que, espero no haberte decepcionado con esta nueva actualización. Que por cierto, es algo distinta de las demás.

Nos leemos pronto.

Desde aquí saludos, besos y abrazos neh? Hasta las buenas nuevas!!~ x3

 

*Nadyha:

¡Oh cielos! No sabes cuánto me alegra leerte por aquí x3

Siempre un placer responder tus reviews.

Pero, lamentablemente debo afirmarte lo inevitable u.u el final de esta historia se aproxima. Quizá solo 3 capítulos. O tal vez una colada. Pero de que habrá epilogo, habrá*-*

En cuanto a tus agradecimientos. Que va~ x3 yo soy la que quiero darte las gracias. Por tu bello comentario y por seguir leyéndonos aun a pesar de nuestras enormes tardanzas. Realmente se aprecia mucho todo lo que dices. ¡¡Gracias!! X3 ‘la apapacha fuerte'

Aunque, debo disculparme. Sé que mencione tres semanas T^T pero, simplemente no entiendo como el tiempo voló.

Todo paso tan rápido que nos vimos en aprietos. Yeah!~ Toda una desagradable aventura, con un desenlace muy agradable xDD

Al menos ya no dormiré sola en mi casita de terror al estilo Frankenstein x3

Lo juró, sólo le falta estar a la cima de una montaña y con rayos iluminado su cumbre (aunque con las últimas lluvias~ ya ni falta le hace...) ah~ y no podía faltar la musiquilla de terror. El sonido escalofriante dentro de la casa ya la tiene incluida xDD

El típico rechinar de los pisos, el estruendoso sonido que proviene del techo y de la lamina...

Son soportables cuando te acostumbras -w- aunque de vez en vez das un brinco cuando estas desprevenida.

Lo mono es cuando al salir siempre topo con la manda de patitos que corren en la lluvia, son unas monaditas!! x3

Bueno, bueno. Se admite que tiene lo suyo. Es bastante calientita y reconfortante del frío.

Por cierto, espero ya estés mejor de lo que sea que hayas tenido owo al principio es raro llegar por esos rumbos.

El afamado, hospital.

No me desagradan. Pero tienen su lado macabro. Todo limpio~ ¬¬ da desconfianza en un inicio, en ocasiones veía con desconfianza la lámpara de a lado.

Bah~ simplemente me aburría xD y ya no sabía qué hacer, miraba la lámpara un cuando ésta daba miedo xDD

Tele~ ;w; extraño pucca, quiero cable...

Onegai!~ <3

Te cuidas mucho. Desde aquí, saludos, besos y abrazos. Y hasta las buenas nuevas.

Sayo!~ :3

 

*ReGyMi-chan:

Oh! Primero que nada, muchísimas gracias por el cumplido. Es enorme y realmente deleitante *-* lo aprecio mucho.

¡Sí! Es bastante fácil ganarme, pero esto no se debió a tus halagos. Si no a la forma en cómo te desenvuelves, me agrado tu forma de expresarte. Eso siempre dice mucho de una persona.

Primero que nada. Eso de abandonar la historia... realmente dudo que seamos lo suficiente crueles para hacerlo.

Y en el caso de tener que dejarla. Lo más probable es que publicaríamos una nota. Dando señal de vida, o lo poco de ella, anunciando nuestra dolorosa partida. Además de una muy~ buena razón de por medio. Aunque sospecho, que realmente deberá haber una razón muy buena.

Y como no lo hay por el momento, pues a continuarle!!!~ x3

Sobre la pregunta referente a cómo o, dónde nació esta historia, no puedo contestarla por el momento. Realmente discúlpame ;w;

Nadie me la había cuestionado como tú, y sospecho que en el último capítulo, responderé eso. Aunque la respuesta no es de otro mundo. Es más~ xD es graciosa y quizás hasta muy peculiar.

Y a mi parecer, esa respuesta ira más dedicada a ti que en general <3

Espero nos leamos pronto. Y que también hayas disfrutado de este capítulo.

Nuevamente gracias por comentar y leer.

Hasta las buenas nuevas.

Kisses!~ <3

 

*Silfides:

¡Oh cielos! Esa frase tuya diciendo que ‘pensabas que habíamos abandonado' lo eh leído ‘varias' veces ¬w¬U Y no, disculpa si ofendo, no es mi intención, y tampoco ironía. Pero, si por cada que me dicen eso me pagaran un dólar, sería rica!!!~ *-*

¡Sí!~ mira hasta donde llega la mugre economía xD

¡¡¡La crisis, la crisis!!! >w<

En fin, recibimos lo que cultivamos, o sembramos? O.o soy mala en las moralejas o lo que sea que sean.

Demo, estamos nuevamente por aquí. Con capítulo nuevo, y pronta actualización.

En cuanto a tu frustración, la comprendo TwT pero al menos puedo garantizarte que en el siguiente capítulo habrá mucho romance ;) supongo te darás una idea. Sobre todo con el final que se ha cargado el cap <3

En cuanto a Itachi, que parte de ese chico no señala ser un misterio ¬¬*

Pero, el sólo imaginar cómo se pondrá este guapo azabache, en cuanto se entere que su dulce bombón de miel estuvo en las vegas con nadie más que con su amado hermanito DDX My god!~ I'm die! X3

Gracias por tu comentario. Y como has comentado, menos bla bla bla, y mas glu glu glu xD así que, manos a la obra.

Espero nos leamos pronto. Y cualquier duda podéis preguntar, que aquí es como un estilo buzón de quejas y sugerencias.

Sayo!~

 

*Vero_sai:

Hias girl!~ <3

Muchas gracias por el halago. Y ahora que te leo, recuerdo que te debo algo. Un muy~ buen review :3

Pero con esto del malvado malísimo tiempo ¬w¬ no he podido hacer nada. Así que nos es de sorprenderse que después de siglos a penas entre a la página.

Espero nuevamente nos tengas paciencia en esto, y nuevamente gracias por leer y el comentario.

Nos leemos pronto. Besos! *-*

 

*Chel:

¡¡¡Ohayo sweet heart!!! X3

Lo sé, lo sé, Al fin volví~

¡¡OH YEAH!!~ lol

Primero que nada, nuevamente agradezco con enorme euforia tu rr :3 Verte por aquí es increíble x3 simplemente no tengo palabras para describir lo halagadas que nos sentimos.

Sólo espero no haberte decepcionado, tras charlar conmigo. Sólo soy una chica bastante rara.

¡Oh! Cierto. También soy muy honesta, loca (padezco de bipolaridad xD) y cariñosa x3 entre otras cosas claro.

Jamás olvidare la charla junto a Sakura Angeliux, cuando preguntaste por la función del azúcar ^^U pero que se le hace, estudio ciencias químicas (y ahora también farmacología) así que mi mente automáticamente tiende a irse en general dentro del funcionamiento en el organismo vivo, y en este caso fue con el ATP xDD me lleve un chasco al no ver la obviada importancia que lleva en las comidas *¬* Reí como pocas veces xDD inclusive desperté a mi hermana, y no pudo evitar no reír cuando leyó todas las cosas que escribíamos.

Ejem, regresando con el fic ^^

Lamentablemente la cosa (el FF) acabara pronto, y nos la estamos arreglando para tratar de sacar los capítulos lo más antes posible. La sola idea de que, piquen en lo qué sucederá o haya plagio de idea, nos atemoriza <3

Así que no te sorprenda vernos por aquí antes de nuestros previstos 3 meses xD

Por cierto, ojalá te haya gustado este nuevo capítulo y, no se te haya hecho tedioso leerlo ^^U sé que es algo diferente de lo usual, y es lo que nos hace sentir un poco inseguras.

Ita peleando... *¬*

En cuanto a Sasuke. Ahora más que nunca comprendo que da cosilla, todo le sucedió tan de repente.

Pero, en cuanto a la escuela. Hay una muy~ buena razón de por medio. De hecho, Itachi tiene en sus manos el por qué, de ello. ¿Te recuerda algo el sobre que aun posee? ^^

Well, espero vuelva a leerte. Suerte por ahí.

Besos!~ x3

*Ayumi:

Ñu!!~ >3 ‘corre y la apapacha fuerte' Cuánto tiempo sin leernos, my lover lol

Por cierto, no sé si te había aclarado que, leo el manga de Naruto. Al menos hasta donde va por el momento, y de hecho, aun cuando lo tengo descargado, sigue siendo mi vicio como muchos otros *-*

Yeah~ compro mangas x3

En realidad, en ocasiones me da por ser coleccionista. Y desde mis escasos 6 años comencé a coleccionar mangas xDD

Sólo imagínate mi librero *w* es mi pequeño orgullo xDDD

Aunque, la mayoría de mis allegados insisten que, cuando muera de hambre, haga rollito con ellos y los coma T.T Buu~ Aun en esa situación, preferiría morir de hambre a tocarlos xD

Demo, mi librero no sólo está repleto de mangas, también hay libros, que por cierto, es otro de mis vicios x3

Mi dinero se despide fácil de mí cuando hay mangas, libros y películas xDD

¿Y dónde queda la comida? o.O

E ahí la razón por la cual tenga gastritis y colitis nerviosa xD

But, don't worry. Por el momento ando comiendo de las mil maravillas. Con mis tres comiditas y mis dos colaciones al día, tal cual comía cuando vivía con mis padres ‘musiquilla dramática de fondo' TwT

Malditas adictivas~ òwó mientras más como, más hambre me da.

Pero, al menos creo no regresar dentro de poco al hospital por razones similares >3

Well, espero muy pronto nos leamos. I miss u  ;w;

Desde aquí saludos, besos y abrazos. Y también para los belos mininos que en su momento me deleitaron la vista *-*

Chaoo~ :3

 

*Kiyu_Unmei:

Lo siento ^^U Pero puedo garantizarte que esto es un sasunaru. Ciertamente hay ocasiones que quedo con cara de O_O WTF!! What it is...?

Más sin embargo, me gusta. Aunque, también comprendo que tanto rollo comienza a hartar.

Pero, quedan escasos capítulos para el final.

¿No te ha sucedido aquello que cuando estas cerca del final en una carrera, das todas tus fuerzas y de ser posible, corres más rápido?

Al menos nosotras sí. Y aunque no lo parezca, queremos finalizarla lo antes posible.

Pero, el tiempo es cruel en ocasiones ¬¬*

Well, un placer contestarte. Espero continúes leyendo a pesar de aburrirte con nuestra drama y, nuestra larga ausencia.

Gracias por el comentario, nos leemos~ owo

 

*Otaku_sasunaru:

¡Wow! Debo confesar que al principio no sabía que contestar, sólo me quede riendo por buen rato.

xDDD al principio correspondí esa idea tuya, que creías conveniente tranquilizarte y explicarte mejor, pero ciertamente, aprecio enormemente tu comentario. Fue  muy sincero y carismático.

Por cierto, aun cuando lees, debes comer bien :3 sino, copia táctica mía y de muchos. Lleva la comida contigo xDD

Comprenderé si al principio te riñen.

Lo hicieron conmigo xD pero al ver que era caso sin-fin ni ganancia, además de una pérdida de tiempo. Me dejaron llevar platillos por toda la casa, desde la cama, hasta tirada en el recibidor a lado de las escalerillas, justo en el suelo. Recibiendo lo justo de viento a la sombra del brillante sol en calurosos veranos. Aunque a cambio de su silencio, sólo debía recoger los trastos x3

Y por cierto, no me molestan las maldiciones. De hecho, últimamente me he hecho un poco sensible. Así que no lo tomes personal y yo tampoco vale? Sólo escribe lo que te nazca. Eso es lo mejor x3

Además, yo también estoy loquita. Hay ocasiones en que mi razón y juicio se vuelan la barda y me dejan libre para hacer ciertas travesurillas xD

Disculpa la tardanza. Espero este capítulo no te haya decepcionado.

Un enorme saludos por ahí, y nuevamente gracias por el comentario.

Sayo!~ :3

*Kawaikunoichi:

Uh~ TOT estoy lista para el castigo ‘la abraza fuerte' ¡pero no me odies!~ ‘llora a mares en su rincón emo.

El tiempo es cruel conmigo... ;w; I love u (?) Don't kill me, onegai~ ‘ojos de borrego tierno' lol

Espero no haberte dejado con cara de O_O ¡WTF! Pero, misteriosamente siempre estás ahí cuando necesito a alguien. Y, es aun más sorprendente como me amansas de las furias, depresiones o dudas con las que usualmente llego xDD Si, por lo general, termino con una sonrisa.

Os quiero chica x3 (De forma inocente. No del yuri vale? ¬w¬U Aquí me piden especificar todo xD Ha~ ‘suspiro' Cuanta gente mal pensada hay en este mundo, quizá empezando por mí x3)

Oh God. ¿Gaara nenaza? Ciertamente para estos momento ya estarías bajo arena lol tu sabes los cariñitos que se carga Shukaku xD

Well, lo admito, Gaara se veía como nenaza. Pero siendo sincera... el chico se veía de lo mas violable. Ni Sai pasó de largo esto. Y yo que esperaba ver si Sasuke reaccionaba de algún modo u.u...

Pero. No que va. Ya sabía yo que este chico sigue siendo un reprimido sexual. ¿Qué pasará en el momento en que se desfogue? *¬* muero por ver eso >3

Ku!~ Oh yeah!~ Hidan & Naruto *¬* babeo con la sola imagen... Ese par de cuerazos en una pelea cuerpo a cuerpo x3 no me es sano xDD

En cuanto a Itachi...  el siempre ha sido un enigma *¬* y eso lo hace más deseable xD

Más sin embargo, creo que has eliminado aquella idea de la cual sospechabas firmemente que, para nuestro azabache mayor, Naruto solo era una pequeña fijación. Un ser al cual solo quería proteger.

Y ciertamente con todo esto del final lejanamente cercano, obviamente saldrán ciertos trapillos a la luz. Por lo menos en este capítulo se ato un cabo, Kakashi e Iruka <3.

But, don't worry. Todo quedará tan claro como el agua destilada, es sólo cuestión de un par de capítulos, y mucha paciencia xD

También espero saber pronto de ti. Tiene mucho que no charlamos.

Cuídate mucho, y por cierto, espero que estés mejor y no hayas recaído.

Besos y abrazos. Sayo!~  :D

 

*Lizuka:

¡Hias!~ x3

Respondiendo a tu review, debo comentar que estoy bastante bien. Vivita y coleando que es lo importante.

Me alegra que te haya gustado el capítulo.

Si, comprendo que todo fue rápido. Sasuke, Naruto, Ita, Gaara e inclusive el mismo Sai con sus nuevos impulsos. Por no mencionar el terrible shock que sufrió la familia entera xD

Pero, ¿Qué tiene de malo ver Pucca? ;w; No me sé todos los capítulos, y mucho menos de memoria. No soy fanática, ni tampoco me molesta. De hecho me gusta verlo de vez en vez. Cada que tengo oportunidad (y cable/sky) para verlo xDD Es divertida *-* y muy entretenida x3

¿Y qué es ese chiste privado? quiero saberlo >w< ¿Puedo? Aquel que mencionas que tiraras a Deidara con la pizza en la cabeza.

Me suena, más no sé si es parecido. Las tostadas siempre caen boca abajo ¬¬ es por así decirlo, con la cara abajo, justo donde tienen la verdura, el aderezo, salsa, crema, queso o lo que sea TwT (ya se me antojaron -w-) entre gustos se rompen géneros. El caso es que, siempre que cae, todo queda abajo. Supongo que es cuestión de equilibrio y gravedad.

Más sin embargo, por aparte están los gatos. Estos tienden a caer siempre de pie.

Entonces, la cuestión es, ¿Qué pasaría si le amarramos a un gato la tostada en la cabeza?

¿Es a eso a lo que te refieres? x3 Ahí me dices si es verdad o me equivoco. Al menos es lo que llego a mi mente cuando leí esas líneas :3

Esperamos haber satisfecho tus gustos. Bad boys, fight and blood.

Ojala te encuentre nuevamente y muy pronto en el ciber. Casi no solemos coincidir, y aun recuerdo que la última vez que charlamos, hablamos de helados (?) Oh yeah, te mencione la de queso con zarzamoras. ¡Quiero! *-* y con barquillo onegai~  Oh cierto, también te mencione que adoraba tu Death the kid, pero es que en verdad se veía tan mono en esa posición. Eso me recuerda también a la convención *w* ¡compre botones! Tres para ser exacta. Itachi, Sasuke y Naruto >w< las amo. Están re-bellas. Y había yaoitescas. SasuNaru *¬* Je! ¬w¬ me sorprendió ver botones de esta pareja y no de un NaruSaku, SasuSaku o SasuHina, trate de buscar para el homofóbico de mi oni-chan xD pero ni modo, no había. Y no pienso darle de las mías ¬¬ me da rabia lol... xDD

Al final, tuve que sentarme en las gradas para que no me agarrara nuevamente lo compradora compulsiva x3 Había cosas interesantes *-* Y llegaron los tipos que hacen las voces en español de Kakashi, Sasuke y Naruto. No me gustan esas voces, pero aun así fue divertido. Jamás imagine que el tipo que hacia la voz de Sasuke había hecho la voz de la pulga en la serie de ‘Mucha lucha', al hacer el cambio de voces casi grito, francamente se oía muy bien *¬* ¡oh!~ Sasuke~ se oía bien y, junto con esos cortometrajes que ponían en las pantallas de atrás. No supe que más pedir <3

Gracias por el comentario. De verdad espero charlar pronto contigo. Y yo soy la que debería decir esa frase D: ‘I can see people death' lol. Sin comentarios ¬w¬

También ruego ya estés mejor :3 ‘la apapacha fuerte' Nos leemos hasta las buenas nuevas.

¡Besos!~ x3

 

*KaRo Zan:

¡Karito-chan! X3 Arigato por el comentario. Y viéndolo desde otro punto de vista. A nosotras también nos tomo nuestro tiempo actualizar el FF. Nos disculpamos enormemente por ello. Espero no te decepciones y hayas disfrutado de este nuevo capítulo.

Nuestros más cordiales saludos. Un enorme beso y abrazo.

Hasta las buenas nuevas~ :3

 

*Akiramail:

Ohayo chica bela~ ‘la apapacha' nos es un placer como siempre contestarte, y continuar con este fic x3 mis más enormes saludos, besos y abrazos.

Puff, tu primer comentario me recuerda a que, mi exposición en matemáticas avanzadas fue, una completa catástrofe xDD

Sólo nos dieron 15 minutos para 4 Unidades, y vale que mi amigo perdió sus gafas, leía todo mal xD y yo, solo me la pase con el rostro tras la lap, evitando reír y llorar al mismo tiempo. Al menos las diapositivas de la dichosa exposición, fueron de las buenas (por no mencionar que fueron las mejores) eso quizá me consuela un poco 9.9 El tiempo acabo, y ya ni tiempo me dio para explicar lo último, ¡ja!~ Fue único. El primer y caótico equipo xDD el peor...

Aunque, tuve 7... eso no me hace gracia ¬¬ necesito que mis siguientes dos parciales sean 10, a menos que no quiera reprobar la materia... 8 es reprobatoria ;_; y yo quiero mis largas vacaciones.

Que por cierto, ya me dijeron nerd T.T ¿tiene algo de malo pasar casi toda la mañana -y parte de las tardes- en una polvosa biblioteca? (si, xD de verdad está llena de polvo) aunque no voy al área de ciencias (donde ciertamente, siempre debería estar) sino en el área de lectura. Pobre, no hay alma que la pise u.u por eso la consuelo y degusto sus preciosos sofás x3 demo, ahora de verdad trato de pasarla en el 3er piso, esmerándome en entender fisicoquímica. Que ciertamente no es tan difícil como la vi, en la 1era vez.

Oh cielos. Ignora todo el choro, siempre tiendo a irme por las ramas y cuando me doy cuenta, ya voy lejos xD

Francamente me alegra en demasía encontrarte por la inter, demo... Lo sé. Me he desaparecido por buen rato T.T I miss u (?)... lol

Así que desde la última vez que te encontré, cumplí con lo que te mencione. Me leí vuelo 69 en casita y sin interrupciones. Aunque, de hecho me lo leí en un centro de salud, más específicamente en la zona de encamados x3 es re-cómodo. Y no me dicen nada cuando me pongo en toda clase de posiciones para mejorar mi lectura xD

Oh, pero ya no tuve la oportunidad de decirte:

¡¡JODER!! DDx ¡¿Por qué no me pediste ayuda en ese OS?! *^*

Hubiese estado más que encantada de haber cooperado, y sin dinero claro. Malvado primo tuyo (no te ofendas onegai), como se atreve a... ¬¬* tu sabes... si esto es más que sagrado lol... xDD

Y no nos importaría no tener créditos ;w; (Sí. Nee-chan ayudaría con mucho gusto, de hecho ella también maldice la suerte de tu primillo x3) de verdad me hubiese alegrado ayudarte en tu proyecto. Siendo un OS. Con estos bomboncitos de por medio *¬*

Aunque, definitivamente hubiese hecho mis maldades x3

Primero que nada, te hubieses olvidado de un posible ItaDei... ¡Oh yeah! Hi sweet ItaSasuNaru :3

Oh cielos, he quedado reprimida... ¡Quiero un trío!~ x3 Hoy tengo Química Inorgánica *-* la hora de las inspiraciones. Quizá me llegue la luz para ver un posible OS con esta pareja, o que mejor que, un muy posible ItaNaruSasu... ¡Oh God! Muero feliz~ xDD

Hum... eso me recuerda que ya tendré asesorías de dicha materia. Y si me llegan a ver haciendo otra cosa que no sea tomar apuntes, me dan colleja y media TwT Suu-chan y Nee-chan se parecen mucho ¬3¬ Oko, la fantasía vendrá en su momento, y ojala no sea mientras tenga clase XP

Muchas gracias por el comentario y tus palabras, nos es un enorme halago x3

Aun me parece increíble cómo puedes escribir todo esto. De verdad se aprecia mucho. Os quiero chica :3 Mil besos y abrazos. Espero encontrarte pronto por ahí.

¡Hasta las buenas nuevas!

Suerte~ ^^

 

*KiRiZari Hotachi =^^=

¡Hias!~ ¡cuánto tiempo! <3

Gracias por seguir comentando, siempre me alegra leerte por aquí *-*

Y no te preocupes por los comentarios tardíos, después de todo, también solemos tardar ^^U

Por cierto, me gusta mucho tu sinceridad. Eso me da mucho que decir de ti, y me agrada :D

Además, por el momento no podíamos mencionar mucho sobre la pareja predilecta. Primero se debía atar algunos cabos. Me desagradaba que el baka de Sasuke aun no fuese sincero consigo ni con su ex pareja. Además que me encantaba la idea de un encuentro de todos X3

Pero, espero este capítulo te deje un poco satisfecha, es como la entrada de una gran merienda ¡teje!~ xD

En cuanto al matonaje... este aun no acaba ¬w¬ ¡y yo también adoro a ese guapetón de Itachi! X3 se toma muy en cuenta los rezos 9w9

Y en cuanto a la revelación que tiene en la punta de la lengua Kakashi... ¡¡oh!!~ como lo adoro x3... sin comentarios... xDD Se ha convertido en mi amor platónico. Así que, aun tengo esperanzas que Kishimoto no lo haya matado ¬w¬ más por su bien...

Y vaya, creo que ya es un hecho que Sasuke y Naruto están casados xD sino, pues ustedes ya los casaron ¿neh? xDD

En cuanto a lo de capoeira. No fue intencional, ni mucho menos adrede. Honestamente no sé si este deporte nació en Brasil, mas sin embargo, se que lo practican en muchos otros países, entre ellos tu hermoso país sur americano.

En una ocasión observe en los barrios Japoneses como estos lo practicaban, ¡son geniales! Con su compleción delgada, ni tan baja ni demasiada alta, los hacían veloces y muy agiles. Realmente me dejaron con la boca abierta, ¡Son muy buenos! >w< Quiero volver a verlos *¬* Son tan guapos...

De ahí mi fantasía con el dicho deporte *-*

Regresando al tema. En cuanto a Sasuke con Gaara, creo que no lo comprendiste... este atractivo par, cortó.

Etto... con lo del evento, no entendí que quisiste decir ^^U

Kurenai y Asuma realmente lo hicieron con buenas intenciones, fondos y caridad. Los hay verdaderamente. Esas personas que quieren ayudar. Sólo que, son algo difíciles de encontrar. Y me da la impresión de que Naru lo hizo porque él, en su misma infancia no imaginaba ‘que más dar' con tal de toparse con unas personas igual de agradables, tal y como este loco, pero bondadoso par.

Muchas gracias por todo~ tu comentario, de verdad se aprecia muchísimo x3

Prometido que en el siguiente capítulo habrá más sasunaru... *¬*

Mil besos y abrazos.

¡Chao!~ :D

 

*Daisugirl:

Wow, realmente no puedo prometer nada respecto a muertes ^^U aun con el dolor de mi alma, tuve que poner como advertencia muerte de un personaje 9.9 de hecho, el final se acerca, y espero les agrade :D

Muchas gracias por tus palabras, realmente me levantaron el ánimo (sobre todo por la gripe de muerte que me cargo, esta suele dejarme achicopalada y necesitada de un buen abrazo xD... ¬¬ y no, no es la mal parida influenza)

Y creo que, en este capítulo te habrá quedado claro la situación de Sasuke y Gaara. Pero aun así, nuestro precioso pelirrojo, tiene su dignidad y orgullo, fue por ello que dio por finalizada su relación. Él se dio cuenta de los actos de Sasuke, y se olio lo que había, por ello, creo que una muy buena charla les dejo en claro todo. Adoro a ese chico x3

En cuanto a las siguientes preguntas, tratare de responderlas de igual modo, son varias... xD

El acto de salvajismo. Al principio, nos planteamos como reaccionaria los medios en sí, más por la misma sociedad que les rodea, por no decir fama que se cargan (esto me recuerda a la pobre Kurenai. Todo iba tan perfecto~...). Pero de igual modo, los medios, el dinero y el poder, hacen maravillas ^^ espero que con esto te des una idea. De todos modos, sólo dejamos la idea al aire, puesto que no vemos la necesidad de explicarlo.

En cuanto al compromiso de Naruto e Itachi, también nos lo pensamos 9.9 digo, la dichosa familia son como celebridades ¿no? Pero aun así, como ya mencione, el dinero hace maravillas. Y en este caso, cubrirá algunos hoyos.

El acercamiento de mi pareja favorita *¬* creo que ya lo leíste en este capítulo... x3

Por cierto, disculpa por la tardanza. Pero mi nee-chan se las ve negras con su trabajo xD y yo, desde el 1er día que llegue a clase, tuve exámenes (¡¡Sí!! Eso fue demasiado cruel T.T) por consecuente que, toda la semana, hasta ahora, aun los tengo. Además me entristece que, pasando esta semana, a la siguiente, nuevamente habrán exámenes >.< eso hace quererme cortar las venas con galletas de animalito xDD da igual, estoy tratando de estudiar 9.9

Y ahora con la gripa... ya llevo medio rollo de papel T^T (charmine onegai~ xDD ¡Oh! Cierto, queda claro que no es la malparida influenza ¬3¬) aunque me siento achicopalada al ver cómo se va así como así xD

Sólo trataré de no rozar esos temas por el bien de mi salud xDD

*-* oh cielos, mi melancolía quedo ‘out'...

¡¡Arigato!!~ X3 ‘la apapacha fuerte' muchas gracias por las felicitaciones, eso nos alegra en demasía, y hace que sigamos esto con mucho esmero <:3

Por lo que se, aun hay varios proyectos, así que, seguiremos escribiendo hasta donde podamos ^^

Nuevamente gracias por el gran~ comentario. Espero nos leamos pronto.

Un enorme saludo, besos y abrazos.

Sayo~ :3

 

Flavcela-chan:

¡Cuánto tiempo! ^^ aquí nee chan (kuri...) mira que dejarnos por tanto, pero sabrás por mi ototita que el tiempo se ha vuelto despiadado con nosotras y no he podido pasarme de nuevo por NU, realmente que le llegue un final a estas alturas y algo que considero una utopía XD, además de que me he involucrado tanto en los proyectos sasunarutescos de airam que prácticamente ya me costaría terminarlo XP. Por cierto, a airam le habría encantado dejarte comment, pero la escuela se lo impidió y ya deseábamos bajar el cap (¬¬ lleva una semana listo), pero te envía muchos saludos ^^.

Well, solo me queda agradecerte que me hayas nombrado impredecible, pero hay situaciones donde las cosas ya obviaran, TwT quizás comprendas lo que te digo justamente en este cap.

Te mando un saludo enorme y te deseo éxito.

Bye bye~!!


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