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LA MARCHA FUNEBRE AL ALTAR por airam-chan

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Notas del capitulo: Capítulo dedicado con mucho cariño a Novahikaru-chan y a mi nuevo pequeño sobrino minino, Sasunaru, y porque no? También a su encantadora ama, PokegirlUchiha. Gracias por el apoyo chicas :3

Y por cierto:1 mes y 18 días…. XDD
.: LA MARCHA FUNEBRE AL ALTAR :.


CAPITULO XIV: Y EL TIEMPO HABL”…

Tras casi un da entero de viaje, Kakashi abri los ojos para despertar de un sueo totalmente fingido, observando cada detalle por la ventana del tren.

Lo primero que resaltaba era el predominio del blanco en el paisaje invernal en aquella zona rural de Hakodate. Ver todo cubierto de nieve, solo pareca engrosar las formas de cada cosa en el lugar. Los tejados, las ventanas, las cercas. Ni siquiera los rboles salan librados del alcance de la misma, clara advertencia de la baja temperatura que habra fuera del vagn, algo comn en aqul distrito, y ms an por la poca del ao en la que estaban.

Obviamente era tarde para arrepentirse de no haber llevado ms abrigo que la gabardina que vesta cuando sali de la mansin la tarde anterior, cosa que el clima le record cuando baj del tren y sali por fin de la estacin.

Emprendi la marcha deprisa, tratando de que el fro no le calara tanto, reconociendo la calle principal del lugar sin problemas aunque haca aos que no lo visitaba, el mismo tiempo que Iruka tena de no pisar el pueblo para ser ms exactos.

Divis pronto un carrito tradicional, aquellos tpicos de madera que son tirados por hombres que asemejaba a los de la antigua era Edo, abordando despus de una breve charla con el dueo para fijar su destino y aceptando de muy buena gana la frazada que el joven conductor le ofreci.

Esta vez, casi ms por ansiedad que por costumbre, mir su reloj de pulso, cayendo automticamente en dos conclusiones. Primero que nada, el tren haba llegado con casi 6 horas de retraso, algo comn en invierno a causa de las constantes nevadas y de la gruesa capa de nieve en las vas. Segundo… sujet su cabeza con cascaditas en los ojos al pensar que Itachi le matara cuando se enterara de que haba abandonado a Naruto en el hospital. Pero al or de Shizune que Iruka haba vuelto a Hakodate, sus impulsos lo haban traicionado, llevndolo a abordar el primer tren que pudo tras abandonar la reunin de bienvenida que haban organizado a Sasuke incluso antes de que su sobrino llegara.

Iruka…

Decayendo de nimo una vez ms, Kakashi empez a ver partes de aquella enorme y antigua casona seorial colina arriba, cruzando el cercado frontal de aquellas tierras en pocos minutos. Pag al joven cuando descendi, quedndose frente a la puerta un rato ms, pensando en cmo excusar el hecho de haberle seguido.

…l siempre haba sido sincero con lo que senta por su hermano adoptivo, se lo haba hecho saber en incontables ocasiones y de formas muy diversas. Y quizs por el hecho de ser claramente bisexual, algo que al parecer solo l haba notado, Iruka nunca haba rechazado por completo sus insinuaciones, logrando solo llevarlos a una confusa relacin de hermanos con derecho a roces.

Pero Iruka tambin haba sido sincero, desde el comienzo, y en sus planes para el futuro… no haba cupo para l.

Y lo saba porque Iruka le haba contado sus sueos en una ocasin, mucho tiempo atrs, cuando la inocencia e ingenuidad an mova las acciones de ambos. Algn da, administrara el negocio de su propia familia, el que se venan heredando desde varias generaciones atrs. Recuperara la vida acomodada y tranquila que tuvo una vez, aunque ahora como el jefe de una familia, familia que inclua hijos llenos del mismo tipo de amor que su padre le haba profesado.

Consciente de lo que este viaje significaba para ambos, Kakashi alz la mano con decisin, sorprendindose al ver la puerta ser abierta sin que hubiera alcanzado a tocar, paralizado al haber topado de frente con un sorprendido Iruka, quien pareci asimilar su presencia con extrema rapidez al esbozar una sonrisa de gusto.

-No te dir el por qu – Exclam el castao de repente – Pero si te dir que esto, no me extraa en lo ms mnimo, Lobo.

Sin poder evitarlo, Kakashi sonri tambin al verse descubierto. Como siempre, ser el ms obvio de ambos, no le molestaba.

-Vas a las termas? – Pregunt, suponiendo que lo primero que Iruka hara sera recuperar el control de su centro vacacional. Aguas termales y un centro de esqu, una combinacin perfecta en un sitio rebosante de nieve. Pero el castao neg en un cabeceo y sali de la casa, cerrando tras l.

-Arregl todo con el administrador desde ayer. En realidad me diriga al cementerio – Explic mientras se quitaba la abrigadora chaqueta que traa para colocrsela en hombros, ignorando la leve negativa de su parte - Me acompaars, cierto?

-Hasta el fin del mundo – Murmur con franqueza.

Iruka sonri con sus palabras, siendo correspondido al instante, comenzando su caminata sin decir ms.

Kakashi pas del paisaje, ya conoca la vereda hasta el cementerio de la familia, justo en medio de un claro en el bosque muerto y congelado que haba detrs de la casa, aqul que recorreran en escasos quince o veinte minutos, o quizs menos. Prefiri centrar toda su atencin en Iruka. Sin su chamarra, an iba medianamente abrigado, y llevaba el cabello suelto hasta los hombros. Siempre le haba gustado su cabello suelto, quizs por eso el castao lo amarraba con tanta frecuencia. Le observ intentando grabar la imagen en su memoria, convencido de que la extraa relacin que haban mantenido hasta ahora solo tena dos caminos. Terminar por las buenas. O terminar por las malas.

Aunque ninguna de las dos le gustaba, prefera la primera.

Efectivamente, tardaron menos en llegar a aqul sitio, que aunque tena muy pocas placas blancas, la mayora de ellas eran elegantes y vistosas, pero a su vez, tan diferentes. Era como si cada una luchara por tener su propio sello personal, creadas acorde al gusto de la persona que nombraban. Iruka se agach frente a que se vea era la menos desgastada de todas. Incluso tena flores a los costados y se notaba haba sido recin aseada. Kakashi intuy que Iruka habra visitado el sitio antes de su llegada…

-Hola Padre – Iruka desliz una mano por el nombre – Cuanto tiempo – Y Kakashi se sorprendi al or eso.

… o quizs no.

-S que estars molesto – Continu – No he sido el ms cumplido, ni el ms ambicioso. Prcticamente abandon tu tumba y tu negocio para estudiar lo que me dio la gana, lo siento, tampoco soy administrador de empresas. Solo un simple maestro con un postgrado en psicologa… nada de empresas, ni centros vacacionales, ni herederos. Hum… soy todo, menos lo que t queras, No es as?. Lo lamento... espero algn da me perdones.

Algo desconcertado con lo que oa, Kakashi mir aquella lpida, recordando al hombre de la fotografa que Iruka tena en su habitacin como si ste realmente mirara a su hijo con enfado. Vaya, siempre haba idealizado al padre de Iruka como alguien protector y carioso, idealizando lo que su hermanastro le contaba. Jams haba pensado que tuviera ese lado calculador.

-Pero s que conoces mis razones, porque son las mismas del porque queras ese futuro para m – Emanando una risa fresca y jovial, Iruka se puso de pie, recordando aquella vieja promesa en el lecho de muerte de su padre como algo muy lejano, como si perteneciera a otra vida. Y de cierto modo, as era - Queras que yo fuera feliz, por eso estoy aqu.

Si poder evitarlo, Kakashi suspir, mirando en direccin contraria y echando las manos en los bolsillos de la chamarra de Iruka. As que, haba perdido contra el padre?, Contra un muerto?. No… si Iruka lo quera as, sera decisin suya. Y, por muy frustrante que eso fuera, saba que seguir tras de l no lo solucionara esta vez.

-Kakashi – Llam junto a l, moviendo su hombro para recuperar su atencin – Hey, no seas as. Saluda a pap.

El aludido mir a Iruka, fijndose despus en la lpida con cierta aprehensin. Por qu debera?. Por muy pariente lejano que fuera, ese hombre haba dejado de agradarle en lo absoluto, as que alz una mano y murmur apenas una fra palabra de respeto.

-Cuanta seriedad. Pareces un adolescente que el suegro ha descubierto sale con su hija – El castao volvi a rerse y Kakashi enarc una ceja, contrariado.

Mejor parbola no exista, pero l no era un adolescente, sino un adulto plenamente consciente de lo que quera, y no hablaban de una hija sino de un ‘l’, encima, aunque el supuesto suegro era prcticamente un ente maligno del otro mundo, haba conseguido que su tesorito hiciera lo que l quera, logrando separarlos al final de la historia. No, el tipo no le agradaba en lo absoluto.

-Bueno, supongo que es todo – Iruka suspir.

Kakashi le mir cuando descubri que le observaba con atencin, sonriendo con verdadero esfuerzo cuando el castao le tom la mano. As que… era todo.

Como si buscara dar sentido a sus palabras, Iruka se le acerc, dejando su otra mano en su mejilla cuando uni sus labios a los de Kakashi con obvia precisin y experiencia, aquella obtenida solo con el paso de los aos, sumindolos en una lenta sensacin de plenitud con cada roce. Pleno, completo y seguro de que no necesitaba ms en la vida. Sinti las manos de Kakashi atraerle an ms por la espalda, y l se solt para rodearle por el cuello sin separarse, como si la sensacin de fundirse a l con un gesto tan simple lo hiciera posible.

Al fin el aire consigui algo de espacio entre ellos, espacio que Kakashi borr de una forma diferente al aferrar a Iruka entre sus brazos en un abrazo fuerte y algo ansioso.

-Siento haberme ido sin decirte – Murmur Iruka con total claridad.

-Te perdonar si vuelves conmigo a casa… con nuestra familia.

-Que fcil me la has puesto, entonces es un trato - Kakashi abri los ojos con sorpresa al or esa afirmativa, separndose para disipar cualquier tipo de error. Iruka le sonri y deposit un corto beso en sus labios - Sucede algo?

Dudoso an de lo que alcanzaba a entender, Kakashi mir la lpida cercana a ellos, mostrando su ceo fruncido a Iruka.

-Estoy seguro que lo entender – El castao le solt entonces, agachndose una vez ms frente a aqul nombre, tocando apenas la piedra con su mano – Porque l dijo que me quera. Vendr de vez en cuando a visitarle, a ver las termas y el centro de esqu. Pero ahora, mi vida simple, conformista e incestuosa es lo que me hace verdaderamente feliz… tena que venir, y pedirle perdn por tan egosta decisin… No te parece?

Kakashi apenas asinti, mudo al comprender de golpe la explicacin a todo. Iruka no haba vuelto para cumplir la voluntad de su familia biolgica como supuso el da anterior, presa de la angustia de creerlo perdido.

Sino todo lo contario.

Aun agachado frente a la tumba de su padre, Iruka abri los ojos, sorprendido y se apoy al suelo para no caer cuando Kakashi le abraz desde atrs, sonriendo al sentir la frente del otro descansar en su nuca.

-Te amo… y te amar siempre, lo repetir hasta el cansancio.

-Lo s – Iruka sujet con una mano los brazos que le rodeaban – Porque esa terquedad tuya, es lo que ms admiro de ti – Sonri, y se sinti feliz, como haca mucho no lo haca, sabindose pleno y completo. Familia, salud, pero sobre todo, amando y sabindose correspondido.

Naruto tena razn despus de todo, no se necesitaba mucho ms que esto.


.o.0.o.0.o.



Un exclamo colectivo de sorpresa se oy en las cercanas. Algunas personas incluso sealaron al cielo cuando un juego de cinco bengalas ilumin cortamente el firmamento, el cual apenas si alcanzaba un tono azul marino tras la puesta del sol, recordndoles que lo mejor vendra hasta pasando la media noche.

Cumpliendo su objetivo con satisfaccin, el gento que recorra la feria retom sus pasatiempos, ahora comentando sobre el juego de luces que tanto ansiaban ver al final de aquella tradicional celebracin religiosa, desbordando energa y risas por doquier.

Sin embargo, una persona pareca haberse perdido aqul show, como si no hubiera visto ni escuchado el retumbar de las bengalas.

Totalmente quieto y con los pies desnudos en la playa del lugar se hallaba Naruto, tan relativamente cerca que solo le bastaba caminar un poco y subir dos segmentos de escaleras para unirse al resto. Pero, prefiriendo mantenerse justo en medio del tramo que haba entre dos de las mltiples y enormes fogatas que iluminaban a todo lo largo el borde del mar, miraba con intensidad la luz de las hogueras reflejadas en aqul inmenso charco ennegrecido, cuyas siluetas se movan deformadas con el oleaje. Quizs eso explicara la falta de atencin a los fuegos artificiales.

Observndolo en silencio, y a decir verdad a muy corta distancia tambin, Sasuke frunci el entrecejo al creer reconocer algo. Pese a ello, se limit a mirar como el rubio se encamin un poco hacia adelante hasta quedar al alcance de la marea, dejando que el agua abrazara sus pies y salpicara el borde doblado de sus jeans cuando esta se abalanz suavemente sobre la playa.

-Are… - Lo oy murmurar – Pero si est tibia.

Si an tena duda sobre lo que haba visto antes, Sasuke crey confirmar sus sospechas al or ese tono apagado. Era la misma mirada de antes, la que vio en las vegas cuando lo hallo solo y pensativo, la misma que tena aquella vez en la pista de hielo… la que pona cada vez que pensaba en Itachi. Carraspe al recorrer el tramo que los separaba, extendiendo hacia l aquel enorme bote de agua que traa, logrando que Naruto le mirara de repente con sorpresa.

-Qu haces?

-Chapoteo! – Contest el rubio con energa renovada al estrellar la planta del pie en el agua, logrando salpicar alrededor y sonriendo como si lo anterior solo hubiera sido producto de su imaginacin.

Y deseaba que as fuera.

-Agua mineral? – Exclam de sbito el oji azul, alzando el bote plstico cuando se percat de las burbujitas en el lquido – Definitivamente no eres alguien normal.

-Cmo qu normal? – Repentinamente enfadado, Sasuke arrebat el bote al rubio, abrindolo para tomar un poco de la misma, ofrecindoselo instantes despus, queriendo demostrar que no era nada del otro mundo – No s de que hablas. La gente normal toma agua.

-No, los chicos de hoy da toman cerveza, formas diversas de alcohol, y si no hay remedio, naranjadas – Argument como si nada - Qu eres?, Un boy scout ecologista?

-Tendra algo de malo si as fuera?

-No juegues!, En verdad lo eres? – Naruto sonri a lo grande cuando vio a Sasuke entornar los ojos hasta que solo qued una fulminante raya horizontal en su rostro, encontrando igual de mono al verlo bufar en negativa – Que mal, porque yo si me considero un protector del medio ambiente.

-En serio? – Sasuke se vio entonces sorprendido.

-Hum! – asinti emocionado – Recicla, reutiliza y, hum… disminuye… creo – Enumer, doblando los dedos conforme recitaba, provocando que una gotaza resbalara por el rostro de Sasuke al notar pareca haberle costado mucho recordar algo supuestamente bsico.

-Es ‘reduce’. Usuratonkachi, aun sin ser ecologista cualquiera sabe eso - Reprendi - Y, si te consideras uno, Qu tienes en contra del agua mineral?

-Nada – Solt al momento de recuperar la botella, agitndola por encima de su cabeza mientras la miraba alegremente – El agua mineral tiene un sabor exquisito, y es un ingrediente imprescindible en la preparacin de varias bebidas y cocteles como Whisky, Martini, cubas o margaritas.

-Cmo es que sabes tanto de bebidas?

-Cualquier chico briago sabe eso, qu tipo de adolescente eres? Oh!, lo olvidaba, uno abstemio, cierto?

-… - Y nuevamente los ojos de Sasuke se entornaron con supuesto enfado al ver la expresin animada del rubio – Lo estas haciendo a propsito, cierto?

-Hmph – Naruto baj el rostro solo un instante para disimular una audible risa divertida, mirando luego el entrecejo fruncido del azabache con verdadero deleite que no se molest en ocultar – Es que, verte enfadado es todo un show – Insinu casi en susurros, sostenindole la mirada.

Pero en lugar de enfadado, Sasuke se sinti extrao. Incluso desvi la vista hacia una de las fogatas sin comprender exactamente qu punto de aquella frase lo haba avergonzado y preguntndose como era siquiera eso posible. Quizs por la forma en cmo la haba pronunciado. O la forma en que le mir… tal vez.

A veces, le pareca que Naruto se comportaba como si tuviera una edad incluso mayor que la suya. Haca y deca cosas incoherentes para alguien de diecisis aos… como cuando coqueteaba, por citar un ejemplo.

-Woah!, Sasuke mira, hay arena resquebrajada! - Y Naruto volvi a ser el centro de su inters.

Pero tambin tena actitudes de un nio pequeo, en ocasiones hacindolo lucir an ms infantil que al mismo Konohamaru.

Era como si sufriera de personalidad doble. Le pareca ver dos caras de una misma moneda.

Observ como el rubio llegaba junto a la fogata que tenan ms cerca y observaba fascinado la arena que se haba secado con el calor, dndole un aspecto agrietado y parecido al de los mapas a causa de la sal con la que estaba mezclada. Un apenas audible crujido se oy cuando Naruto puso un pie en ella.

-Me gusta ese sonido – Exclam sonriente, repitiendo enseguida lo anterior – Vamos Sasuke, intntalo. Aunque te advierto que es algo adictivo.

Antes de responder, ambos voltearon hacia la feria al empezar a or algo de msica en las cercanas. Era pop-rock, msica en vivo de alguna banda local al parecer, de esas que osan debutar en espectculos sociales concurridos para intentar probar algo de suerte.

Volviendo a lo que antes haca, Sasuke pas de la invitacin. Encontraba ms interesante observar como el dobe pareca realmente disfrutar con algo casi tan extrao como intil como lo era el pisar arena seca, descubriendo que incluso tarareaba la meloda y mova la cabeza como si supiera la letra de la cancin, aunque estaba casi seguro que jams la haban escuchado.

-De verdad la arena es tan interesante? – Pregunt de pronto.

-Te parece algo tonto, neh?

-Para ser honesto… no – Y Sasuke logr percibir la renovada curiosidad del oji azul, as que agreg – Solo creo que pareces fijarte en cosas inusuales. Alguien normal habra corrido al festival apenas darse cuenta que estn de fiesta. Pero t en cambio, te entretienes con pisar arena tiesa y mirar el reflejo del fuego en el mar, algo que otros consideraran una insignificancia.

Como si tratara de ver lo mismo que l, Sasuke tambin observ el mar. Escuchaba las olas mecerse contra la playa, mir la luna en cuarto menguante a lo lejos y en lo alto, incluso descalz y pis la susodicha arena tostada, solo sintiendo un abrumante picor causado por la elevada temperatura de esta.

-Admito que es relajante, pero tampoco le veo lo grandioso. Pasara de esto sin problemas – Concluy al fin.

-Insignificancias – Repiti el rubio, sonriendo al ver el intento de Sasuke por pillarle el gusto a lo que haca – Debo admitir que tal vez si sean cosas sin importancia. Sasuke, dejaras que te expliqu mi propio significado de las cosas? - Dudando en cmo interpretar eso, el azabache retrocedi un paso cuando Naruto se coloc enfrente suyo – Tranquilo – Susurr – Confa en m.

Sasuke asinti an con algo de esfuerzo, no es que desconfiara de Naruto. Era ms bien que no confiaba en s mismo. Procurando relajarse, el azabache suspir y volvi a prestarle atencin, alterndose de nuevo cuando el rubio cerr los ojos, como si esperara algo de su parte.

Y qu rayos se supona tena que hacer l?! No haba dicho el dobe que l sera el instructor?!

-El mar es inmenso, y casi siempre fro – Murmur el oji azul de repente, deteniendo sus loqueras mentales – Sin embargo, me gusta que el agua de la playa roce mi piel, sobre todo al medio da, cuando es tibia y clida. Y las luces que danzan en el agua, parecen tomar formas de mi memoria, me traen recuerdos gratos.

Analizando lo que deca, Sasuke mir la baha una vez ms. As que eso era lo que Naruto vea. De sus mltiples visitas al mar, no escoga cual tratar de recordar. Simplemente, no crea que hubiera nada de especial en ellas.

-Cuando camino en la arena, me hace cosquillas – Continu el menor con una sonrisa, como si ahora mismo experimentara lo que describa – Incluso ahora, siento la brisa con su tpico sabor a sal, y ese calor en mi piel, es como si tuviera fiebre!… al sentir todo eso, s que estoy vivo.

Sasuke resping al sentir las fras y hmedas manos de Naruto tomar las suyas, culpando al hecho de que hubiera sujetado el bote de agua momentos atrs, apenas notando que el menor haba vuelto a abrir los ojos, y le dedicaba una bella sonrisa al comprobar que lo escuchaba con demasiada atencin.

-Detalles, como el tacto de una simple caricia – Retom el oji azul, alzando el agarre de sus manos frente a ambos, entrelazando sus dedos. Sasuke observ cada movimiento, y sinti cada roce que Naruto propin al deslizar sus pulgares por su piel entre agarre y agarre – Mirar a alguien especial… - De forma automtica, sus ojos se encontraron ante esa mencin – con intensidad… o con deseo…

Probablemente se estaba dejando llevar demasiado, pero se estremeci por completo al parecerle que encontraba precisamente esas emociones en aqul par de zafiros, ahora matizados con una danzarina silueta de dorado intenso a causa del fuego de junto. Y sinti deseos de besarle… besarle con las mismas emociones que Naruto describa con tanta pasin.

Lo habra hecho de no ser porque rompi aqul contacto visual, provocado al sentir como Naruto posaba una palma en su pecho de forma suave y repentina.

-Y sentir el latido de un corazn – Naruto sonri al percatarse de algo ms que el ritmo, de su velocidad – Me gusta cuando late as.

-No te pases – Susurr avergonzado, sujetando su mano para apartarle, frunciendo el ceo con las mejillas algo encendidas cuando Naruto lo hizo imitar lo mismo con l. Agach un poco la mirada, pero se permiti hallar el rtmico y apenas perceptible latir de ese corazn ajeno. Quizs, si no estuviera un poco nervioso buscara tratar de sentirlo mejor. Pero de repente senta que haca calor.

-Sasuke – Llam el oji azul, recuperando su atencin, logrando distraerlo un poco, solo para quedar nuevamente atrapado por ese fijo mirar dorado-azulino – Estas cosas tan insignificantes, han hecho que mi vida valga la pena.

Bien, la distraccin haba durado muy poco.

Sasuke volvi a sujetar la mano de Naruto con fuerza, esta vez para impedir que se la quitara de encima, y le sostuvo la mirada, no importando ya que l pudiera sentir que sus latidos haban vuelto a desbocarse. Not perfectamente como las mejillas del rubio se diferenciaron del resto de su piel por la aparicin de un bello tono rosado plido en stas, un color demasiado suave a como lo recordaba, pero segua siendo un color exquisito en su piel sin duda. Con ello, la msica del festival le pareci un vals distante y lejano, y el mar, la sombra perfecta que necesitaban para ocultarse del resto.

En la arena?... En el agua?

Lo deseaba. Y vea en sus ojos que Naruto tambin pensaba en algo ilcito e indecoroso. Sin embargo, ste desvi la mirada y sonri como si de repente estuviera muy, muy apenado.

-Antes, quisiera… ir a la feria un rato. Te apetece la idea? – Sugiri dudoso el oji azul.

Antes?

Fue entonces que Sasuke pareci despertar, soltndole enseguida mientras sinti su propio rostro empezar a arder por completo, siendo l mismo el primero que se encamin de vuelta con rapidez, sin hacer mucho por esperar a su acompaante. Par de golpe y baj un poco ms el rostro cuando Naruto le alcanz y estir una mano hacia l para alcanzarle sus olvidados zapatos… Ahora mismo, no le importara ser tragado por arenas movedizas.

Qu diantres le haba pasado?!

Se supone que solo le haba pedido una cita. No haba llevado a Naruto hasta ah para sugerirle un acostn.

Aunque, instantes atrs, lo hubiese deseado con demasiada intensidad.


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Despertando de un largo y placentero letargo, estir la mano hasta sacarla de las gruesas colchas de la cama, hallando a tientas su escandaloso y brillante celular en la mesita de junto, pulsando la tecla de contestar antes de abducirlo a su cmodo refugio para llevrselo al odo.

-Diga?

-Kakashiiiii!! – Y el peli plateado se sent de golpe con los ojos abiertos de par en par al or esa melodiosa voz en la lnea.

-Ma... mam? – Murmur, separando el mvil de su odo con rapidez debido al volumen de la respuesta.

Algo resentido an por su recin despertar, Kakashi pas una mano por sus cabellos, espabilando mientras trataba de entender los farfulleos que emita el mvil frente a l, paralizndose a medio bostezo al parecerle escuchar el nombre de Naruto entre un reclamo y otro… Es cierto, Naruto!

-Qu paso con l? - Completamente atento ahora, frunci el ceo y volvi a alejar el aparatejo, tratando de bajar el volumen del mismo para poder escuchar lo que quera decirle – Espera, madre, que no estoy entendiendo ni una palabra con tanto grito.

Kakashi volvi a detenerse, esta vez provocado por sentir la suave piel de un torso ajeno pegarse a su espalda desnuda al tiempo que un par de manos le pasaron por encima de sus hombros, mismas que en lugar de rodearle en un abrazo, le quitaron el mvil con suavidad, apagndolo sin titubear y arrojndolo con suavidad por entre las penumbras de la habitacin.

-Dependen demasiado de ti – Murmur Iruka a su odo, hundiendo el rostro en su cuello.

-No me molesta – Girando un poco hacia l, Kakashi apreci como el castao acarici sus brazos hacia abajo, sujetando sus manos entre las suyas cuando llegaron al final y guindolas para que le cernieran por la cintura.

-A m s.

Sintiendo una mordida algo posesiva al inicio de su espalda, Kakashi sonri con cierta satisfaccin interna, alzando una mano para atraer un poco ms a Iruka por el cuello, disfrutando de cada beso, de cada marca, cerrando los ojos cuando las manos del castao dejaron su cintura para ir un poco ms al sur.

De repente, Naruto dej de preocuparle. Despus de todo, contaba con el resto de la familia para que le cuidara.

Qu tanto problema hallaban en vigilar a un adolescente?


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-Tiene tres flechas. Con atinar solo una en el centro de cualquiera de los blancos de la primera lnea, gana un peluche. Si atina dos flechas en los que estn en la segunda lnea, gana uno de stos – Explicaba aqul sujeto barbn a un atento Naruto, sealando los peluches que colgaban del puesto para luego mostrar las cajas de premios electrnicos que tena bien custodiados tras la barra, todo apenas visible entre la enorme cortina de humo que inundaba el puesto – Pero, si tambin atinara una tercer flecha en los blancos de la segunda lnea, le dejo llevarse uno de cada uno, a que es una ganga?

Respetando la lnea dibujada en la arena, con el arco en una mano y agitando la otra frente a s para tratar de alejar un poco el humo de la chimenea humana que le explicaba las reglas, Naruto divis apenas las tres dianas de madera que tena a poco ms de quince metros de distancia, las tres a la misma altura y distanciadas tres metros ms o menos una de la otra. En los dos espacios que se formaban entre ellas, muy al fondo y solo si se inclinaba un poco al frente, Naruto poda ver el naranja fluorescente de dos dianas ms, haciendo un gran total de cinco… esas ltimas deban de ser las del premio gordo.

-Ests seguro de que podrs?, estn un poco lejos – Junto al l y sosteniendo tres flechas, Sasuke mir como el rubio entrecerr la mirada y llev una mano por encima de sus ojos para intentar ver mejor.

Una gotaza resbal la frente del azabache al verle extender una mano hacia l. Algo resignado Sasuke dej la primera flecha en su poder y se limit a observar. No caba duda de que cuando al dobe se le meta algo en la cabeza…

Buscando la forma de sujetar ambos objetos sin que se le cayeran, Naruto extendi el arco al frente en su mano izquierda, equilibrando la flecha por encima de su ndice y sujetando el otro extremo con los dedos ndice y medio de la derecha mientras trataba de tensar lo suficiente. Cerr el ojo izquierdo para apuntar, lidiando con un molesto temblor que le impeda lograr empatar la punta de la flecha con el aqul punto fluorescente a lo lejos.


Pero ese reproductor porttil con audfonos y memoria de 4Gb para guardar msica, tena que ser suyo!

-Woah…! - Naruto abri ambos ojos de golpe cuando la flecha se le resbal de entre los dedos, an alcanzando a malabarearla con el arco antes que sta terminara por caer frente a l.

Tres puntos suspensivos flotaron en el aire del lugar y Naruto rompi el silencio al rer y llevar la mano detrs de su cuello.

-Cero y va una! – Exclam en alto el dueo.

-Pero ni siquiera la lanc! – Replic enseguida.

-Cay delante de la lnea – Aclar sealando el piso, provocando un puchero en el rubio y que una imperceptible venita apareciera en la frente de su azabache acompaante.

-An te quedan dos ms – Record Sasuke de pronto, extendiendo otra flecha a Naruto, sonrindole un momento.

Algo perplejo an, el rubio sujet el que significara su segundo intento, asinti y volvi a apuntar. Eso es, solo necesitaba dos aciertos, as que esta vez tena que hacerlo bien. Entrecerr los prpados del nico ojo que mantena abierto, tens la cuerda al llevar la flecha hacia atrs… tena que hacerlo bien… y la solt.

La flecha zumb apenas, insertndose ruidosamente en una de las patas de madera que levantaba la diana central, impidiendo que siguiera su trayecto y alcanzara a la de atrs, provocando que Naruto frunciera el ceo con decepcin y Sasuke suspirara como si hubiera estado reteniendo el aire.

-Cero y van dos!

-Maldicin, dejar de confiar en la suerte de principiante. Adis, reproductor mo – Murmur el blondo con desilusin.

-An puedes aspirar a un peluche – Sugiri el azabache, haciendo que el otro riera con desgano cuando le alcanz la ltima flecha. Observando las peludas opciones, Naruto se sorprendi al ver a Sasuke sealar un gato negro de tamao real y de aspecto lnguido y elegante entre ellos, cuyo nico adorno era un corbatn rojo al cuello – Ese me recuerda al narcisista minino boxeador de la otra vez.

Un poco sorprendido de que Sasuke an recordara aqul detalle de bolsillo, el blondo ri enseguida con la idea de darle otro peluche.

-Buena eleccin – Interrumpi de inmediato el dueo, exhalando un poco ms de aqul humo txico – Ronronea cuando le rascan la panza, y malla cuando le frotas la nariz.

-De verdad me gustara ganarlo para ti – Solt el menor de repente, formando un gesto de sorpresa en el rostro de Sasuke con sus palabras. No lo haba dicho con esa intencin, ms Naruto agit las manos y apunt para tirar por ltima vez, mostrando total ligereza y descuido en esta ocasin – Pero como ya habrs notado, soy malsimo en casi todo lo que hago – Agreg al soltar la tercer flecha, relajando su postura enseguida y volteando hacia Sasuke con una enorme sonrisa al comprobar que la flecha se incrust justo en el centro de la diana que estaba en el extremo derecho - Lo ves?

-S… lo veo – Susurr.

Naruto se paraliz enseguida, imitando la sorpresa dibujada en el rostro del azabache para volver a mirar la diana.

No poda ser! Chueca y toda torcida, pero estaba en el centro. Y luego, se cay al segundo siguiente, como si solo hubiera esperado a ser vista para luego obviar el hecho de que haba impactado con mala trayectoria y casi por milagro durante unos escasos instantes.

-Cero y van tres!

-Qu?! – Exclamaron al unsono, mirando enseguida al hombre chimenea.

-La suerte no cuenta si la flecha no se sostiene – Aclar el barbudo dueo con una amplia sonrisa.

-Qu tipo de reglas son esas?! Esto ha sido un fraude! – Reproch Naruto con total indignacin – Vmonos Sasuke, busquemos algo mejor - Dejando el arco de lado, tom la mano de su acompaante y tir de l para marcharse enseguida.

No dio ni tres pasos antes que la frrea resistencia de Sasuke le hiciera voltear, apreciando curioso la expresin sombra y cabizbaja de ese rostro.

-Quiero intentarlo – Extern al levantar la vista, soltndose enseguida para pagar al sonriente sujeto y tomar el juego de flechas que le dio.

-Pero, Sasuke…!

-Sujeta – Dejando dos de ellas en manos de un sorprendido Naruto, Sasuke se plant detrs de la misma lnea blanca y sujet flecha y arco en su costado para coger un poco de arena y frotar sus palmas con ella.

-Acaso has practicado tiro con arco antes?

-Hace tiempo le la dinmica de esto en un libro de deportes de precisin, y confesar que no es gran ciencia – Respondi, parndose de lado, con los pies separados a la altura de los hombros para quedar totalmente perpendicular a la lnea. Gir el torso a la izquierda con el arco en la mano del mismo lado, posicionando la flecha con la derecha, luego, levando el arco al frente para apuntar.

-No pregunt si lo has estudiado!, Hay cosas que necesitan practicarse para comprender la teora!

-El nio tiene razn – Interrumpi el dueo, limando sus uas con poco inters.

-Hace tiempo, Kakashi me llev una vez a un campo de tiro – Tratando de ignralos sin mucho xito, Sasuke dirigi la punta de la flecha por encima de su extendido ndice izquierdo, sujetando el extremo opuesto con sus dedos pulgar, ndice y medio de la mano derecha, verificando que la cola de sta an permaneciera en el sitio exacto, logrando retroceder la cuerda con firmeza, justo lo necesario para topar la mano con su barbilla y llegar a su punto de apoyo, manteniendo los ojos bien abiertos y la mirada fija en su objetivo.

-Sasuke, deja de ignorarme y contesta!, hace cuanto se supone que fue eso?!

Torciendo un poco el labio a causa del escndalo, Sasuke frunci el ceo al soltar la flecha.

Sus mechones azabaches se mecieron suavemente con ello, brisa que acompa a un zumbido totalmente audible y que surc el aire velozmente, mismo que ces con el ruido seco de la flecha al incrustarse de forma efectiva en el centro de una de las dianas del fondo.

-Hace siete aos – Respondi, centrando la sorprendida mirada de sus dos espectadores en su persona.

-… - Como queriendo comprobar que la vista no le fallaba, Naruto empez a sonrer al ver la flecha en el blanco - Eres la leche, Sasuke!– Salt emocionado, alzando el puo cerrado en lo alto.

-Hmph! – Pareciendo algo molesto con el halago, Sasuke le quit la segunda flecha, volviendo a apuntar para evitar sus mejillas empezaran a arrebolarse – Falta una, no cantes victoria todava. Usuratonkachi, por eso la suerte no te sonre.

Demasiado alegre como para repelar eso, Naruto observ atento como el azabache acomodaba la flecha antes de levantar el arco y correga hasta el mnimo detalle en su postura previo a centrar su mirada en la punta de la flecha, movindola solo unos milmetros antes de quedarse totalmente quieto. Tras escasos segundos, la mano derecha de Sasuke se abri sin dudar, y la segunda flecha pareci una repeticin exacta de la primera, dando justo en el centro del blanco que quedaba intacto, dejando ver un panorama totalmente simtrico al tener ahora una flecha en cada una de las dianas de la segunda lnea.

En lugar de felicitarlo esta vez, Naruto volte al escuchar murmullos alrededor. Al ver algunos curiosos en las cercanas, descubri que Sasuke era una de esas personas que, an sin proponrselo, fcilmente se volvan el centro de atencin del mundo. Mir a Sasuke entonces, y sus zafiros toparon con la mirada atenta de esos ojos de intenso color nice, notando apenas como ste tena extendida la mano hacia l, en espera de la flecha que faltaba. Naruto sonri al cedrsela, dedicando una fugaz mirada al peluche colgante que haba llamado la atencin del Uchiha. Por lo visto, como todo prodigio de futuro brillante, Sasuke era tambin una persona ambiciosa.

Todo o nada.

Lo lograra?

Mir ambas dianas ocupadas y de repente se sinti ansioso al intuir que sera ms difcil atinar si el centro estaba ocupado ya. Cabece en negativa, recomponiendo su expresin ligera y confiada, despus de todo, ya saba que Sasuke era… varias personas exclamaron al ver el tercer tiro incrustarse junto a la primera flecha… alguien muy especial.


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Caminando de un lado a otro, igual o ms ansioso an que un padre nuevo que espera noticias de su mujer e hijo despus del parto, Suigetsu senta que el mundo se quedara muy pronto sin oxgeno si nadie ms entraba por esa puerta de inmediato.

Y aunque Tobi le acompaaba derrumbado en el sof, permaneca sumido en un mutismo peor que el suyo mientras sujetaba a una inconsciente, y afortunadamente ilesa, Konan en su regazo, presa an en los efectos de lo que pareca ser algn somnfero muy potente.

La situacin estaba igual de insoportable desde haca casi dos horas… cuando todo se puso raro.

Sin causa lgica, todos los intercomunicadores haban hecho corto de repente, y en cosa de nada, el antro haba sido arribado por decenas de patrullas. Segn alcanz a escuchar, se debi a denuncias hechas desde casas no tan cercanas al haber odo armas de fuego en las cercanas. Quedando sin opciones con extremosa rapidez, se haba encontrado con Tobi mientras buscaban al resto, hallando en breve a Konan y a Kisame. En ese momento, ambos haban temido lo peor al hallarlos tirados en medio de una sala completamente destrozada y entre decenas de cuerpos sin vida. Apenas les haba dado tiempo de sacarlos de ah y ver la manera de ponerlos a salvo de los oficiales como para haber podido buscar a alguien ms. Apegndose al plan original, regresaron al departamento de Itachi para verificar de paso el estado de sus camaradas.

Suigetsu recarg los codos en el respaldo del sof ms largo, mismo donde Kisame descansaba inconsciente, y sujet su cabeza entre sus manos al hacer su quinta o sexta rabieta del momento.

Por vez primera desde que haban regresado, Tobi se anim a mirarle con un aire de leve cansancio.

-Tranquilo – Murmur, logrando sonrer casi de la misma forma que siempre – No hay nada de ellos en las noticias, estn bien, ya lo vers.

Suigetsu suspir, intentando calmarse, mirando tambin el mudo televisor sin comprender como Tobi alcanzaba a escuchar lo que recitaba la comentarista, donde televisaban el atentado al pub y atribuan la masacre a un probable ajuste de cuentas al descubrir que el dueo de ste, Orochimaru, en vida tuvo lazos con la mafia. Pero lo que seguro no lograra era ser igual de positivo que su jefe, y estaba casi seguro que nadie en el grupo haba logrado igualar la frescura y el mismo aire despreocupado del lder, a excepcin quizs de Itachi…; comenz a caminar de nuevo en crculos, amenazando con abrir una brecha en el piso de seguir as.

Es que algo le ola mal.

Los intercomunicadores haban sido estropeados, no le caba la menor duda, y debi ser alguien de adentro. Kisame y Konan sedados, debieron tomarlos con la guardia baja como para haber cado con algo tan bsico. Encima, la tardanza de los que faltaban. Todo eso junto, le provocaba una ansiedad asfixiante al deducir algo que no quera pensar.

Traicin.

De sbito, el sonido del cerrojo gan su atencin, siendo vctima de una parlisis repentina al ver entrar a Juugo, ya vestido totalmente de civil, quien se quit del camino para abrirle paso a Karin tras l, como si intentara hacerle el camino lo ms fcil que poda.

Apenas cruzaron mirada, la peli roja le sonri con alivio sin percatarse de que l ya evaluaba en las vendas que ahora rodeaban la totalidad de su brazo derecho. An cubierta por la chaqueta que traa por encima, no poda ocultar que el brazo le caa con cierta pesadez sobre el costado mientras ella lo sujetaba con la mano contraria a la altura del codo, seal innegable de que estaba herida y disimulaba el dolor que senta en alguna parte de ste.

-Itachi? – Pregunt enseguida, interrumpiendo el pobre intento de Karin por hablar. Absteniendo de soltar aquella acusacin que le corroa, se limit a repetir su actual preocupacin - Dnde est l?

Con repentina sorpresa, Suigetsu apreci al azabache de coleta adentrarse tambin al departamento, cerrando la puerta tras l y mirando con extraeza la esttica escena de la entrada, pasando desapercibido para todos como la sonrisa de Tobi emergi de nuevo con la llegada del ltimo de sus amigos.

-Itachi – Susurr el albino incrdulo.

-Quin ms sino? – Contest a la vez que a la vez enarcaba una ceja.

Sin hacerse esperar, un atisbo de sonrisa apareci en el rostro de Suigetsu, como si de repente le hubieran aplicado un blsamo medicinal de efecto inmediato.

-Acaso… hay ms heridos? – Murmur Itachi con ahora nuevas dudas infundadas. Apreciando a los dos que dorman en la sala, hizo un repaso rpido del lugar. Una dama con la mueca rota, obra suya por desgracia, pero eso haba ganado ella al ponerle un arma en la sien sin decir agua va… aunque eso estuviera contemplado como una opcin muy remota del plan. Un par de sedados, saba que eso era obra de los amigos de Suigetsu y que despertaran en casi nada. Por ltimo, un desfile completo de raspones y araazos, nada grave - Suigetsu? – Llam, como queriendo comprobar que sus clculos no eran errneos.

-Debieron decirnos! – Reproch el albino en respuesta – Debieron… - Repiti bajito, sin sorprender demasiado a los presentes cuando se dej caer de rodillas en la alfombra, provocando enseguida que Karin se agachara tras l y le atrajera con el brazo que le quedaba ntegro para abrazarle.

-Est bien – Lo excus ella enseguida – Solo… solo denle unos minutos – Murmur, frotando la mano por su espalda para tratar de calmar los sollozos del joven.

-Debieron… decirme – Complet Suigetsu entrecortadamente, hundiendo su rostro en el cuello de la chica al abrazarla con una mezcla de alivio y necesidad.

Con unos cuantos remordimientos de conciencia, Itachi termin por disculparse, dirigindose principalmente al azabache peli corto que miraba atento desde la sala. Una sutil sonrisa asom en el rostro del azabache al ver a Tobi menear la mano al frente con aire despreocupado, dando a entender que no habra rencores por el asunto. Tenan tanto de conocerse que rezongar ahora por cosas intiles les pareca una total prdida de tiempo. Adems…

-Era tu plan – Lo excus Tobi, como si justificara una pequea travesura infantil – Y de cualquier manera, casi nunca me haces caso.


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Era extrao…

Observando a solas la festividad desde una de las tantas banquitas que rodeaban el templo local, un pequeo y no tan alto mirador al que te llevaban las mismas escalinatas de la playa si eras capaz de forzar tu resistencia fsica y subir por diez minutos sin parar, Naruto poda decir que tena el panorama completo a su merced.

Haba bastante gente para ser un pueblo pequeo. Quizs no todas las personas que disfrutaban de la celebracin vivan ah. Y, desde arriba, no haba tantos puestos de comida o juegos como crey cuando recin llegaron al lugar. Incluso, si se estiraba y abandonaba su cmoda postura –sentado sobre una pierna, con la otra colgando de la banca mientras se recargaba total y desganadamente sobre el respaldo- poda ver el bonito convertible blanco de Sasuke estacionado a lo lejos, auto que empezaba a preguntarse de donde habra salido, pues ahora recordaba que los Uchiha confiaban ms en la forma de manejar de Konohamaru que en el capullo de la familia. De hecho, empezaba a dudar incluso de la existencia del carn de conducir.

Vea casi todo. Y casi todo se reflejaba en sus ojos. La gente rer, pasear, disfrutar… y si se quitaba los audfonos de su nuevo reproductor, al cual haba pasado todas las carpetas de audio desde mvil justo antes de que se descargara, seguro tambin podra escuchar el ambiente del lugar y el sonido de los tambores en el templo a sus espaldas.

Pero no dejaba de ser extrao. Se senta… excluido, y sin pice de energa.

No se haba sentido as al llegar, al jugar tiro con arco, ni al repelar cuando Sasuke le dio el gato y no el reproductor que quera, consiguiendo revertir la situacin despus de probar con algunas distracciones ms, logrando ganarle en el Punch, juego donde la pesilla timbr la campana en lo alto despus de golpear la base con un enorme martillo. No le import derrotarlo en algo que, segn l, era de la poca de barbaros y vikingos, pues contra todo su orgullo, al final Sasuke haba tenido que reconocer quien era ms el fuerte de los dos, o al menos el ms descarado como para atreverse a pedir el premio de otra persona en lugar de los que el puesto le ofreci como trofeo.

Torci el labio al empezar a or una cancin que no era tanto de su agrado, pulsando enseguida el mando de Mp3 para cambiarla, dejando de nuevo su premio encima de su regazo. Hasta algo tan simple le haba costado. No tena fro, le ayudaba el clima, pero le dolan un poco los brazos y las piernas, estaban pesadas, y senta que cuando Sasuke volviera, tendra que apoyarse en l para caminar.

Los fuertes dolores que haba sentido en Nueva York se haban ido con los tratamientos. Ahora, era lgico que intentaran volver. Aunque no los senta como antes. No llegaban al grado de hacerlo llorar. Solo se senta pesado, aletargado, y algo aturdido. Como una versin pequea de los que recordaba. Incluso tena calor.

La sola idea de agacharse para quitarse los botines deportivos lo hizo dimitir. Mir entonces los calentadores en sus manos. En su caso, fue imaginar la sorpresa de Sasuke al ver sus moretones en sus brazos lo que lo abstuvo.

Qu pensara… si le deca la verdad?

La escena pas fugazmente por su mente. ‘Me estoy muriendo’ se oy decir. De inmediato ri con lo dramtico que eso haba sonado.

No… Sasuke no estaba preparado para or algo as. Nadie en el mundo lo estaba. O quizs si haba alguien… Itachi; la razn por la cual a veces todava tomaba las pastillas para tratar de ganar un poco ms de tiempo. Si supiera que con ofrecer a Orochimaru el tiempo que le quedaba a cambio de que dejara en paz a alguien tan noble como l… lo dara. Despus de todo, tratar de darle sentido a una existencia tan corta como intil antes de que se apagara, no era mala idea.

Pero, estaban tan lejos, que verse rodeado de alegra, de gente, de risas… de Sasuke… lo haca ver como un plan tan irreal, tanto que lo haca creer que en cualquier momento poda olvidarlo, pasar pgina y disfrutar de lo que realmente quera, junto a aqul que haba logrado que su mundo volviera a moverse.

-Sasuke – Susurr con una sonrisa. Pareca un tonto, sintindose feliz con solo decir su nombre. Al pensar en l, su propio corazn… lata tan rpido. Cerr los ojos y un mechn de sus dorados y alborotados cabellos resbal por su rostro – Ests tardando…


…///…

-Disculpe, puedo ofrecerle algo ms?

Suspirando al ver que el tiempo corra y corra despiadado a su alrededor, Sasuke neg apenas en un cabeceo, ignorante de que la chica de aquella pequea cenadura ubicada afuera de uno de los tantos hostales del lugar le atendiera con demasiada amabilidad. Es que el hostal acaparaba por completo su atencin, recordando tambin, y causa de su actual angustia, que haba dejado a Naruto esperando en el mirador.

Rato atrs, haba notado perfectamente que sus tpicos arranques de hiperactividad se haban esfumado, y hasta luca algo cansado. Record entonces que Naruto apenas haba dejado el hospital esa tarde, y que lo haba arrastrado ah tras dos horas de viaje con la idea de devolverle un poco de su antigua alegra, y tal vez, si consegua el valor suficiente, hablar con l… seriamente… muy, muy seriamente.

Mir la tablilla de madera con el nmero siete y la llave que colgaba de sta, sujetas en su mano, con un bochornoso y perceptible rubor en sus mejillas. Pens de nuevo en su problema, centrando la vista entonces en el mnimo negro que sostena en su regazo, y que sugestin o no, pareca mirarle con burla.

-Qu hago? – Le pregunt casi tan bajo como si de un secreto de confesin se tratase, sin saber si su dilema sera igual de embarazoso de haber trado a Naruto con l al momento de pedir alojo, algo que haba decidido pensando en el estado del rubio. Pero a ste pareca haberle agradado mas la idea de descansar en aquel sitio en espera de su regreso.

Haba solicitado la habitacin casi de forma refleja y sin pizca de mala intencin, solo notando el doble sentido de lo que haba hecho cuando, al salir del lugar, top con un grupo de estudiantes a mitad de pleno viaje escolar, bromeando acerca de con quienes les gustara compartir habitacin… y cama.

Fue ah cuando sinti que todo a su alrededor se haca inmensamente grande.

Recargando su codo en la mesa y su rostro en su mano, Sasuke tuvo que admitir que no era un dilema a decir verdad. Solo tena que decidir que poda ms: su consideracin hacia la intimidad ajena, o su repentino deseo de dormir abrazado a l toda la noche. Como si recordar que se encontraban a mitad de una aventura ilcita no fuera suficiente. Pero, de invitarlo a salir en plan de pareja a insinuarle una infidelidad en todas las letras de la palabra, haba un gran abismo… claro, eso s descontaba el arrebato de inconsciencia que haba sufrido en la playa cuando recin llegaron al lugar.

Frunci el ceo y se sonroj al mirar a su minino de felpa junto a l.

-Aunque de peluche, eres un gato despus de todo. Si caes de lado, rentar otra habitacin. Si caes de pie…


…///…


Oy un primer estallido a lo lejos, y una serie de lo que parecieron ecos del primero le siguieron.

Abri los ojos, tallando el dorso de su mano derecha en ellos para enfocar mejor. El silbido de una luz multicolor elevarse en el ennegrecido y nublado firmamento acapar su atencin, averiguando enseguida la causa de tanto alboroto. Luces artificiales.

El cuerpo ya no le dola, pero el vago intento de Naruto por moverse cedi al sentir un extrao peso encima. Hall con sorpresa a Sasuke recostado de lado a lo largo de la banca, abrazando aqul minino chillador y usando su regazo a modo de almohada. Como de cierto modo le daba la espalda, opt por hablarle para averiguar si realmente dorma o no.

-Descansaste? – Murmur primero el azabache.

El sonri.

-Si. Ests cmodo? - Sin moverse ms que lo necesario, l asinti - Ves bien desde ah? - Consciente de que se refera a las luces, Sasuke volvi a asentir. No las vea. De hecho, apenas si notaba el reflejo de stas en el mar, pero no haca falta. Prefera quedarse as.

Qu era lo que haca la cercana de Naruto tan prescindible? Su aroma? Quizs su calor, uno que por cierto ya no recordaba ni senta, an estando en su regazo. O tal vez era toda su esencia la que amenazaba con volverlo un adicto.

-Naruto – Murmur, sonrojndose un poco al continuar – Solo tengo una habitacin y… a menos que quieras enviarme al carro…

-Estoy seguro que hay mucho espacio dentro - Riendo con la mencin, Naruto roz la punta de los dedos con el extremo en punta de aquellos cabellos azabache, cuidando de que Sasuke no pudiera sentirlo, limitndose a dejar la caricia en el anonimato – Tendr algn sof, una alfombra felpuda o…

… una cama amplia. De repente, al pensar en cada una de las opciones, se estremeci.

-No te tocar. Lo prometo - Y la decisin de Sasuke lo hizo rer de nuevo. No poda creer que an conservara algo de aquella ingenuidad en su interior, por lo menos no despus de haber visto la miradita que le haba dedicado en la playa haca solo unas horas, una que casi lo lleva a darle un bocado y que ahora se arrepentira de no haberle dado mientras pudo.

Peg un suspiro de profunda decepcin y sabiamente decidi mirar las luces en el cielo un poco ms.


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Humeante, otorgando calidez al tacto con la fina porcelana que le contena y desprendiendo un olor deliciosamente narctico, invitaba a ser probado. Con gozoso cuidado, sorbi un poco, degustando la maravilla que haba prometido ser y supo que haba estado ciego por tanto tiempo. Era el caf latte ms perfecto que haba probado en su vida.

Madelaine era nica!

Con anhelo en su mirar, Sasori contempl la reluciente y dorada cafetera que yaca en una mesita sabiamente distribuida en su despacho. Sai y Deidara prcticamente podan irse despidiendo de esa belleza pues la molestia de haberle dado alojo, esto a causa de una repentina remodelacin en la dichosa sala que aqul par osaba llamar estudio, se hara definitivamente un gusto permanente. Estaba seguro!

-Ahummm! – Cubrindose la boca en un gesto mnimo de educacin, el peli rojo opt por continuar probando semejante elixir de dioses nocturnos, veladores y esclavos del trabajo… como l.

De repente, una punzada en su enyesado y alzado tobillo, postrado cmodamente en una butaquita baja, se gan una mitrada reprobatoria de su parte. Mal da el que haba aceptado la sugerencia de Sai de revisarse el pie, y todo porque Deidara le haba dicho que segua cojeando. Bah! De haber sabido que saldra del hospital caminando con muletas jams habra acudido a ese lugar.

Una segunda punzada sigui a la primera, hacindole arrugar el entrecejo y confirmar que los amplios ventanales estuvieran perfectamente cerrados y cubiertos. El sitio estaba perfectamente clido, y l a gusto con su caf Qu quera que su malnacido tobillo como para interrumpir su ahora placentera espera?

Un tic se instal en su ceja al sentir al fin la razn de tanto alboroto.

Sin perder ms tiempo, tom el delgado abrecartas de madera que ltimamente cargaba a todas partes, logrando burlar con sus dimetros el borde del yeso para alcanzar la piel bajo ste y raspar la zona repetidamente.

-Comezn, comezn, comezn. Parece que no sabe decir otra cosa – Musit con el rostro relajado ante el alivio que se sobrepona a aqul molesto picor.

Satisfecha la imperiosa necesidad de su tobillo, dej el maderito junto al telfono y aferr su caf con reinstaurada necesidad. Ahora s, calma absoluta. Ni siquiera el molesto hecho de estar a tan altas horas de la noche en espera de aquella llamada poda alterarlo. Que llamaran cuando pudieran, y reportara el resultado a primera hora. No haba prisa, adems…

Abriendo el mvil de uno, marc un nmero que ltimamente consultaba cada vez menos ante el constante fracaso de llamadas previas.

“Por razones personales de cliente, este nmero se halla ocupado o fuera del rea de cobertura. Por favor, intente llamar ms tarde o deje su mensaje…” Si, ah estaba, de nuevo el buzn. Y ver su correo electrnico sin respuesta alguna en la PC, encendida frente a l, no haca ms que ampliar el lapso de tiempo que le haban dado. Quizs el mal-amigo se an no encontraba espacios para poder encender su celular o mandar un simple mail. Sera eso, o finalmente le haban dado cuello. Sorbi de su caf con parsimonia y decidi angustiarse despus ante esa posibilidad.

El estrepitoso y repentino ruido del telfono de la oficina lo hizo trastabillar molesto. Era mucho pedir probar las maravillas culinarias de Madelaine en paz?!

-Galera Sur, departamento de coordinacin, Diga? – Pronunci de memoria, inspirando al recibir al fin tan problemtica llamada – Tambin me alegra orte y no me malentiendas pero, conseguiste averiguar algo?, es que ahora estoy un poco ocupado... Si, l es, Uchiha Sasuke… as es, la Facultad de Ciencias Mdicas. No me dieron detalles, pero creo que recibi la negativa hace tres semanas… fue por el medio formal creo yo, correspondencia.

Siguiendo detalles molestos, encendi el fax y esper pacientemente la supuesta causa de todo el embrollo.

Lo que haca por promesas y favores inoportunos.

Pero ciertamente, Sasori no poda negarse a una peticin suya, menos cuando parecan cosas indefensas y altruistas como ‘Vigilar de la seguridad de Naruto al salir de hospital’, pan comido por cierto, o ‘Averiguar porque su tonto hermanito menor haba sido rechazado en la universidad si tena ms neuronas que cualquier otro Uchiha’, esa s que le haba costado averiguarla.

Pero, supuestamente, todo se concretaba al bendito papel que escupa la copiadora del fax.

-Gracias, ha sido un placer tratar contigo dulzura, salgamos por ah un da de stos. Besos, ciao – Agreg con coquetera, y tambin de memoria.

Colg para tomar la susodicha hoja de la victoria, mirndola con una sonrisita de satisfaccin que no se borr ni siquiera cuando una ventana en el porttil empez a titilar para hacerse notar en la pantalla, revelando la presencia de una video-llamada que insista en ser contestada, misma que tras intentar durante un tiempo prudente, termin por desistir sin haber conseguido acaparar en lo ms mnimo su atencin.

-Sasori! – La puerta se abri de golpe y, desde ella, Deidara mir por toda la habitacin hasta que sus zafiros hallaron a su preciada Madelaine, esbozando una instantnea sonrisa de alivio – Entonces si est contigo. Me asust cuando Sai dijo que le haba buscado un hogar provisional. Ah!, por cierto dejar unas cosas en el estudio. Te veo luego - Y la puerta se cerr tan bruscamente como haba sido abierta.

El an sonriente y paralizado Sasori enfoc al fin el umbral por donde haba asomado el rubio segundos atrs, notando hasta entonces la video llamada en la PC, intentando contactar por segunda vez. Se sobresalt por completo al percatarse del correo remitente de la misma. Una gota de sudor fro recorri su sien, mirando la llamada insistir y ceder en tres ocasiones ms.

Revis el documento en sus manos, estremecindose al ver sellos, muchos sellos, cdigos legales, y sobre todo, firmas. Fue imposible no saltar de nuevo cuando el timbrazo provino esta vez de su mvil, sujetndolo en el escritorio como si al vibrar el maldito se le escapara constantemente de las manos.

-S? – Solt al telfono de golpe, y el hoyo negro que antes haba endulzado Madelaine se abri vertiginosamente al or esa voz – Bien, gracias… Qu tal Amrica?... Y los dems?... – Los rodeos se le acabaron demasiado rpido para su gusto, con su interlocutor llevando la conversacin de forma rpida e inevitablemente en el sentido que obviamente le interesaba - S, l est a salvo, y con tu familia, supongo… solo era uno, y no fue tan complicado desaparecerlo – Aadi sin caer en detalles – Ah, lo otro?... pues, sobre eso…

Dubitativo, como nunca antes haba experimentado, afianz el papel y tom su decisin.

-Tienes fax? – Entrecerrando sus orbes grises, Sasori oy la negativa – Entonces lo escanear, tienes abierto el correo electrnico no es as? - Colocndola en el sitio apropiado, accedi a las funciones de la PC – Me cost buscar conexiones para accesar a la red de la Universidad, pero, uno de los requisitos para el ingreso es ser soltero y permanecer as durante toda la formacin escolar… - Oy una risa incrdula tras la lnea, la pregunta del milln y, tomando una gran bocanada de aire… - Pues, que tu hermano est casado.

… tarde o temprano tendra que haberse enterado. E Itachi se vena a enterar tarde, muy, muy tarde el con quien.


…///…


-Ms chocolate caliente – Agitando una tasa vaca al aire, Kisame saba que no necesitaba hacer ms movimiento para satisfacer sus necesidades.

No por el momento.

Disfrutando del sol en tan friolenta maana de invierno y acurrucado con los dems cerca de la fogata improvisada que haban hecho en el balcn del departamento de Itachi, el grandote gir el palillo metlico que sostena por encima del fuego, asegurndose que el bombn incrustado en este se derritiera homogneamente

-Hey, chico! Velocidad al asunto, de eso dependen las propinas – Agreg con una nota de total burla cuando Juugo, con delantal y bandeja en mano, recogi el trasto que le ofreca para rellenarla de nuevo.

-Enseguida – Resolvi ste, presumiendo su paciencia infinita.

-Yo tambin quiero ms, y por cierto, Karin – Postrado junto al primero, Suigestu tambin sonri de lo ms divertido al ver a la chica soltar un bufido de molestia con su llamado – Esa parrillada es para hoy nena.

-A callar, capullo! – Sealndolo con un enorme cuchillo sujeto en la mano sana, la chica lo fulmin con la mirada - Mira que una mano me basta para ensearte a distinguir entre gusto y obligacin!, Acaso no sabes aceptar una disculpa?!

-Por supuesto, por supuesto – Contest al aire, divirtindose a lo grande al ver que una vena se hinch en la sien de la chica peli roja.

-Cros, quin como ellos – Justo enfrente, y disfrutando de su recin entregado chocolate, Konan pareca ser la ms tranquila respecto a eso del ‘Ojo por ojo’ al que haban acordado someter a los “desconsiderados” del grupo a causa de haberlos excluido del plan que esos tres haban fraguado a sus espaldas.

-Pero linda, esto es divertido – Tobi le sonri enseguida, disfrutando tambin del show mientras soplaba un bombn incendiado – Adems, Itachi tendr que ser nuestro gato personal por un da, No te pica la idea de pedirle cosas?

-A ti te ha encantado por lo visto – Adivin ella.

-… - Con una amplia sonrisa emergiendo en su rostro, Tobi desvi la mirada hacia el ventanal desde donde se apreciaba el azabache en el interior del departamento, acercndose a Konan con confidencia – Qu, te pone la idea de vestirlo de mayordomo y hacer que nos d servicio a la habitacin?...

Ajeno al embrollo de afuera, descansando cmodamente en la sala, y metido de lleno en su propia conversacin privada a travs del mvil, Itachi solt una risita incrdula al or por la lnea que Sasuke necesitaba ser soltero para ingresar a la universidad, un requisito que pareca un chiste para todo aqul que supiera de la fobia su hermano.

-Y cul es el problema entonces?... – Como si hubiera escuchado mal, Itachi vir un poco el rostro hacia el mvil y tap su odo contrario con el ndice para escuchar mejor - Qu dijiste?...

Bajando los pies de la mesilla de centro y enderezndose de golpe en el sof, Itachi maniobr en el porttil frente a l, abriendo con sumo inters el archivo que Sasori le haba enviado recin, desplazando la barra de arriba abajo para leer hasta el ms mnimo detalle. Entornando un poco la mirada, un bufido de gracia escap de l, terminando por empezar a rer, cada vez ms alto hasta terminar por irse de espaldas sobre el sof y agarrarse el estmago presa de una repentina carcajada que prcticamente le estaba dejando adolorida la panza, esforzndose por callar para volver a hablar.

-Lo checar en la notara. Gracias, Sasori – Murmur apenas y an entre risas – Solo una cosa ms, Quin tiene el acta de matrimonio original?


-Quin fue el maldito?!! – Respingando en su sitio y dndole la espalda al brasero, Karin mostr su arma en mano con el rostro tan rojo como su cabello al haber sido pillada desprevenida - Fuiste t, cierto?! – Sentenci, arrojando el afilado artefacto hacia el albino sin mira y contemplaciones.

-Todo yo, todo yo! - Usando la bandeja de bebidas de Juugo como escudo, Suigetsu se levant a prisa para ocultarse tras su hermano - Me echas la culpa de todo!

-Entonces por qu te ests riendo?!

-Mi chocolate - Contemplando con pesar el lquido recin derramado gracias a Suigetsu, Kisame mir a Juugo dar media vuelta antes al agregar “Ir por otro”.

-Itachi-chan! – Tobi salt enseguida al ver al moreno acercarse al fin, detenindose con duda cuando ste pas la vista por el balcn y gan la atencin de todos sin problema - Quieres chocolate? – Interrog con repentina desconfianza, extendindole su taza al percibir algo raro que no alcanzaba a entender.

Itachi lo mir enseguida, esbozando una sonrisa fresca y jovial que, por alguna extraa razn, destroz al instante la fantasa del mayordomo.

-Kisame, empaca tus cosas, vendrs conmigo a Japn, necesito que me ayudes con algo – Anunci como si contara un chiste, descuadrando por completo en la escena, dando media vuelta enseguida, parando de golpe para volver a dirigirse hacia el azabache peli corto en seal de que haba olvidado algo – Ah, Tobi…

-Si? - Los ojos del joven destellaron charabitas de esperanza.

-Consgueme un Jet, el ms rpido que tengas.


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Era absurdo, no es como si no lo hubiera hecho antes… Ofuscado, Naruto se removi enrgicamente entre las sbanas, presa de una inquietud muy incmoda que prcticamente vena arrastrando desde que llegaron al hostal. Ni siquiera recordaba cuantas veces haba tenido que repetirse aquella frase. No es como si no lo hubiera hecho antes.

No, por supuesto que no.

Si bien era cierto que en el departamento en Nueva York su habitacin era independiente a la de Itachi, tambin lo era que, tras el giro que haba dado la relacin que sostenan, haba compartido cama con su abogado particular durante mucho tiempo. Tanto, que por las noches ya ni siquiera reparaba en ello. Era algo rutinario y normal, y no entenda que era lo diferente en esta ocasin…

…tal vez que se trataba de Sasuke.

Harto de sus dilemas mentales, apart las sbanas y termin sentado a mitad de la cama. Ignorante del pequeo puchero que tena en el rostro, enfoc la vista en la nica fuente de luz que haba dejado en la habitacin, la brecha luminosa que escapaba por el resquicio inferior de la puerta del bao. Y encima tardaba tanto! Le constaba que lavarse la cara, la boca, o sacudirla al terminar las necesidades hdricas nocturnas no tomaba tanto tiempo. Pues qu tanto haca?

Menearla?!

La forma en la que miraba la puerta cambi drsticamente con su idea. Lento, se desliz hasta la orilla de la cama, inclinndose discretamente hacia adelante, como si buscara escuchar algo. Culpable, no lo negaba. Su mente jams haba sido la ms puritana, y sus largos perodos de abstinencia no ayudaban. Trag pesado con solo imaginar a Sasuke en esa situacin, y sinti calor… de nuevo. Pero la idea de aligerar mas su atuendo estaba fuera de discusin, ya bastantes prendas se haba quitado en el tiempo que Sasuke llevaba encerrado, a causa de la ansiedad de la espera y la incomodidad de dormir vestido. Adems, bajo la playera deportiva y los bxers no le quedaba ms.

Una de las tantas almohadas en el lecho resbal por sus descuidos, cayendo sigilosamente sobre el fuuton que haban improvisado al pie de la cama, en espera de que su ocupante se decidiera al fin en volver a la habitacin y descansar. En ese momento, algo cuadr en la mente de Naruto. Esto no era el departamento en su ruidoso y estresante Nueva York, sino Japn, y la persona en el bao no era su pareja sino Sasuke. Alguien a quien no tena necesidad alguna de esperar despierto en la cama, y que haba prometido ir al fuuton tras desearle buenas noches.

Entonces, qu era lo que esperaba?

Distrado, enfoc la puerta cuando alcanz a percibir que sta se haba abierto, contemplando el repentino gesto de perplejidad del moreno desde primera fila.
-Sigues despierto – Afirm l, sin salir del bao.

Evaluando al azabache de arriba abajo sin disimulo ni pizca de vergenza, Naruto sonri y clav su mirada en la ajena al asentir. Sasuke era tan atractivo que si ahora le dijera que quera ofrecerle compartir la cama por mera consideracin sonara a vil excusa.

-Esperaba por ti – Susurr sincero, y que l permaneciera esttico en la puerta, obviamente sorprendido, pareca en definitiva lo ms apropiado para ambos.
Indudablemente, compartir cama, era mala idea.


…///…


Cobarde… No, esa no era la palabra. Medroso, alevoso, pusilnime, traidor, indeciso. Si, la larga lista del diccionario era ms atinada.

Un poco ansioso y de pie frente al espejo de elaborado marco de madera en aqul reducido cuarto de bao, su ms que enfadado rostro le devolva la mirada.

A qu vena todo esto?! Si la noche anterior haba decidido dejar de lado todo tipo de prejuicios intiles, no?


Y si… solo y si…

Sasuke se estruj la cabeza y se sinti tentado a arrancarla y arrojarla como hacan en el juego de baln pie. Frustrado, se derrumb sobre la tapa del vter, tratando por ensima vez de darle solucin a su catico embrollo de sentimientos, porque era algo que haba asumido, Naruto tena la increble capacidad de reavivar toda clase de sentimientos en las personas a su alrededor: alegra, simpata, ternura, cario, proteccin; pero tambin: obsesin, enfado, impotencia, frustracin, confusin, miedo… amor. Una pequea sonrisa emergi en su rostro al recordar que su propia familia ya se diriga a l como si jams hubiese sido un extrao, y suspir con desgano cuando el dilema de siempre volvi a atormentarlo. Itachi. Era mentira que pudiera asumir las consecuencias de lo que estaba haciendo sin el menor cargo de conciencia. Los tena, y por mayoreo, eso que no haba hecho ni dicho nada irremediable… an. Pero quera hacerlo, y decirlo. La duracin de este momento tan efmero como irreal penda de ello.

Y si… todo se remediaba con aceptar una vieja propuesta de matrimonio?

Casi de forma instintiva, Sasuke se abraz presa de un terrible escalofro que le removi hasta el ltimo cabello de la nuca. No, deba existir otra salida. Sin embargo, cualquiera que esta fuera, algo era seguro: Itachi no lo aceptara como si nada mientras beba una margarita. Y era esa la reaccin que ms le importaba. El cmo lo tomara el resto de su familia seguro y sera llevadero. Claro, esto en el hipottico caso de que Naruto aceptara tener algo con l.

Poda hacer eso, preguntarle. Era consciente que solo eso acabara con los insufribles “Y si” que lo acosaban cada que lo tena enfrente:

Y s, yo lo hubiera conocido primero. Y si, lo hubiera retenido en las vegas. Y si… solo y si, le propusiera algo, dejara a Itachi por m?

Volte de nuevo hacia el espejo, apartando la vista de inmediato. Kakashi tena razn. Jams se haba obsesionado tanto por algo, por alguien. Jams su concepto del bien y el mal haba sido puesto a una prueba como sta, colocando lo que senta por dos personas en una balanza para poder decidir. Itachi le importaba mucho, demasiado. Pero Naruto… Quin rayos era l para enceguecerlo as? Simplemente el chico bromista y juguetn de las vegas, pero tambin con esa faceta adulta, la que le daba un aire ausente, mayor; esa parte de l que, an separados, pensaba en Itachi con un brillo peculiar en su mirar.

Cautivado por el que miraba su hermano. Fascinado por el que se haba atrevido a voltear hacia l, que se atrevi a sonrerle, a besarle… a hacerle el amor. Tena claro quien pesaba ms. Lo frustrante era que eso lo converta en un cobarde traidor, mientras que las sensaciones que Naruto le provocaba, da a da parecan pesar un poco ms.

Poda hacerlo, preguntarle, e intentar algo si aceptaba, rompiendo lazos si lo rechazaba, hacerlo antes que sus sentimientos tocaran el punto del no retorno. Aunque, con el tiempo que llevaba encerrado ah, era ms que seguro que al volver a la habitacin encontrara a Naruto profundamente dormido sin haber podido externar los temas que tanto deseaba aclarar.

Tena que hacerlo… se levant con la mente fra, abriendo la llave para llevarse un poco de agua a la boca antes de mojarse la cara… pues como bien deca Kakashi… abandon la toallita tras secarse, gir el picaporte y abri con decisin… hay ocasiones en que un hombre debe hacer lo que tiene que hacer.

Al verlo, supo que jams podra haber estado preparado para la imagen que descubri tras la puerta.

Iluminado apenas, arrodillado y sentado sobre sus piernas casi en el borde de la cama, la silueta de Naruto se dibujaba suave y sutil entre las sombras. Sus cabellos le caan graciosos a los costados. Su camiseta perfilaba tiernamente sus hombros y pecho. Y el bxer a juego con las sbanas alborotadas, no fueron suficientes para ocultar sus muslos sinuosos que destacaban perfectos entre las telas. Not entonces como esos cristalinos ojos le buscaron de inmediato, descubriendo en ellos un brillo tan cautivador que antes no crea haber visto.

-Sigues despierto – Musit apenas, paralizado en su sitio.

Las orbes de cielo se movieron entonces, recorrindole de arriba abajo sin pizca mnima vergenza antes que Naruto le sonriera con la misma calidez de siempre, mirndole a los ojos para asentir a su afirmativa.

-Esperaba por ti – Susurr de pronto, con tanta profundidad y sensualidad que se vio estupefacto una vez ms.

Totalmente desarmado, Sasuke recorri la distancia de la puerta a la cama en segundos, apoyando una rodilla en el borde de sta antes de tomarle el rostro y unir sus labios con fuerza. Con los ojos fuertemente cerrados, entreabri la boca y apres el labio inferior de Naruto entre los suyos, succionando, subyugando, delineando los contornos hmedos y carnosos como antes no se haba atrevido.

Un corto gemido gutural escap del pecho del rubio, quien sujet enseguida al moreno por la nuca con una mano, forzando su rostro contra el suyo para impedir que se aparatara. Lo quera cerca, ms cerca. Abriendo la boca, lami los labios del otro, invitndole y consiguiendo enzarzar un placentero encuentro de lenguas con ello. Pos la mano libre en el sinuoso pecho de Sasuke, acaricindolo por encima de la tela, descendiendo hasta su vientre que se encogi estremecido por el contacto.

Abriendo una pequea brecha entre sus rostros, Sasuke cerr los ojos solo un momento, extasiado cuando Naruto bes pura y cortamente el borde de sus labios para deshacer el hilillo de saliva que los una. Tras ello, desliz el pulgar hacia afuera por su mejilla, sobre una de sus marcas, perdindose en el impo tono cristalino de sus ojos, divisando sin problemas la contrastante pupila dilatada a causa de la pobre luz del entorno. Cuanto dara por saber que yaca tras ellas…

Habra excitacin, deseo, pasin… amor, tal vez?

Entrecerr su oscura mirada, embargado por la nueva cercana que Naruto provoc, sintiendo sus labios acariciar los suyos lenta y premeditadamente, invitndole a continuar.

-Promet no tocarte – Susurr enronquecido, logrando que el rubio riera y bajara el rostro de inmediato.

-S. Lo recuerdo - Decidido a no soltarlo, Naruto le mir con travesura - Cumplirs tu promesa? – Interrog, mordindole suavemente el mentn.

-Podra… si as lo quisieras.

-Ya… - Descendiendo un poco ms, se col por debajo de su mandbula, obligndolo a alzar un poco el rostro. Apres un poco de esa piel nacarada entre los dientes y, sujetndola luego con los labios, succion decidido, percatndose como el moreno se sobresalt al descubrir demasiado tarde su fechora – Ahora que te digo que no quiero, Qu hars?

Sus miradas se buscaron por la pregunta, antes que los enrojecidos labios de Sasuke se volvieran nuevamente el centro de atencin de Naruto. Apetitosos, tentadores, besables. Mordi los propios con deseo, impaciente, apreciando el momento justo en que ese manjar perfil una sonrisa orgullosa para gesticular sugerentemente: ‘Vengarme… que ms’.

-Eh? – Sorprendido con un empujn absurdamente dbil, Naruto le aferr por el cuello al perder el equilibrio, arrastrndolo con l a la cama al haber culpado primero a sus acostumbrados achaques antes de notar que el gesto burln del azabache tena ms culpa de su actual derribe que su enfermedad.

Se estremeci acalorado al notar la diferencia, esclarecida cuando el moreno le tom por las muecas a la altura de su rostro para inmovilizarle. Sonri fascinado con la idea, Sasuke sera el to malo. Aunque ms malo se sintiera l. Malo, malsimo.

Sobre l, Sasuke se limit a alzar un poco el rostro, recordndole la hazaa en su cuello solo instantes atrs. No se distingua, por la postura y la falta de luz en la zona, pero Naruto ri completamente orgulloso al intuir lo mismo que el moreno. El chupetn sera visible, y monumentalmente difcil de cubrir.

-Veo que reconoces tu gracia – Buf indignado - Tpico de personas como t, usuratonkachis diablicos con manas de vikingo reprimido que…

Asintiendo insistentemente ante la repentina rabieta del azabache, el blondo solo necesit un par de segundos para zafar su mueca izquierda, apenas tomndolo desprevenido al sujetarle por la nuca y tirar de l, silencindolo de una forma tanto placentera como efectiva, reclamando sus labios con fuerza y demanda.

Tratando de no aplastarlo con su peso, Sasuke busc apoyarse en los codos, entrando en cuenta que Naruto no pareca estarse tomando las cosas con calma. No cuando le rode por completo el cuello con el otro brazo, no al sentir una pierna amoldar su cintura, atrayndolo como si quisiera y pudiera acercarlo ms, prcticamente arrancndole un jadeo de agitacin cuando, inexplicablemente, consigui girar e invertir la situacin sin que sus labios le dieran cuartel por ello.

-Vas... rpido - Susurr entrecortado, apenas consiguiendo intercalar sus palabras en una compleja secuencia de beso, mordida, palabra, jadeo. Eso sin mencionar el trabajo que le costaba siquiera pensar algo coherente en una situacin as, aturdido al sentir las experimentadas manos del dobe recorrer su torso de forma tan incitante, zafando los botones de la camisa con una facilidad pasmosa – Muy… rpido – jade ansioso, tomndole el rostro para entablar contacto visual e imponer una distancia que le permitiera recuperar algo de oxgeno.

-Qu hice mal? – Igualmente agitado, Naruto esboz un vago gesto de desconcierto que apenas eclips el brillo de deseo que pareca nublarle algo ms que la conciencia, pero en cuyo miedo al rechazo fue casi palpable.

-No, no es eso.- Aclar a prisa, entrecerrando la mirada cuando el rubio col las manos bajo su camisa, desplazndolas hacia los lados para terminar de abrirla.

Lo que Naruto hall no pareci ser de su total agrado. Sumergindose en sus pensamientos, el oji azul desliz una mano por el vendaje que rodeaba parte de aqul torso de forma celosa y efectiva, el cual comprima y cuidaba lo que intuy atinadamente eran las secuelas del atentado en el evento de caridad, la herida que por poco drena la vida de Sasuke.

Colocando una mano sobre la de Naruto, el azabache neg, hacindole entender sin palabras que no consideraba prudente quitarla.

-Ya no me duele – Murmur sincero, ganando una sutil sonrisa como respuesta.

Con sus zafiros fijos en el moreno, Naruto se inclin lento, obteniendo el mudo permiso para besar un poco ms arriba, estimulando la piel nacarada tan generosamente expuesta.

-Te desagrada? – Interrog en un susurro. El silencio que sucedi al entrecortado respirar del moreno pareci bastarle para repetir el gesto un poco ms a la derecha – Sasuke…

-Me gusta - Admiti casi inaudible, suspirando con cada roce. Ascendan tortuosamente lentos, inquietantes, estremeciendo su cuerpo por completo. Disfrutaba con ello. Cerr los ojos y alz el rostro de a poco cuando Naruto lleg a la base de su cuello, adicto a la sensacin de ese aliento ajeno erizar su piel con cada respirar. Realmente no escuch si el rubio haba vuelto a articular palabra, solo llegando a suponer que as haba sido cuando una respuesta totalmente honesta y sin procesar sali de sus labios. – Cllate, y contina.

Ansioso por probarlo, devorarlo por completo, Naruto no resisti la tentacin de pegarle el bocado que vena deseando darle. Mordi el lado derecho de su cuello, justo encima de la yugular, como un vampiro hambriento. Sediento de Sasuke. Su pecho ronrone satisfecho al orle gemir como vago intento de protesta por semejante trato. Se revolvi totalmente inquieto con ello, deslizando una mano por su cuello antes de volver a probarlo con mayor nfasis, besando, mordiendo, colando la lengua por su oreja cuando el moreno desvi por completo el rostro a un lado.

Atrayndolo por la nuca, Sasuke busc hundir el rostro de Naruto en su cuello, inquieto, gimiendo sin remedio ante lo efectivo de sus caricias en tan sensible zona, y tuvo que admitir que los papeles se le haban ido de control al grado de invertirse. Lejos de ser el vengador, su situacin empezaba a rayar en calidad de vctima. Pero de alguna forma muy retorcida y morbosa, el ansia de Naruto, sumado a sus magnificas actividades orales, estaba trastornando por completo su respiracin.

-Naruto… - Acalorado, se quej una vez ms cuando los dientes del blondo se ensaaron con su hombro derecho – Duele – Rebati, sin hacer intento alguno por apartarle.

Quizs era masoquista.

-Aydame - Y los deseos de Naruto, se convirtieron en los propios.

Sasuke apenas si se enderez para ayudar a sacarse la camisa, siendo derribado nuevamente en tiempo record, algo que ahora no pareca importar en absoluto. Le mir apenas una fraccin de segundo, Naruto se relami los labios con sensualidad, y un gorgorito de emocin desfalc cualquier otra sensacin en su interior.

Sus labios se juntaron, deseosos, disfrutando de morderse con deleite y premura. La misma con la que Sasuke busc tocar el cuerpo de Naruto, levantando sus ropas en el camino para alcanzar su piel con cada caricia. La misma agitacin con la que el blondo repas por completo su torso sensible y febril entre besos y suspiros.

Sasuke no saba interpretar aquello que lo mova. Solo se hunda profundo en ese torrente de excitacin, nunca antes sintindose tan necesitado por tocar y ser tocado, de aferrar su presente para no dejar el tiempo avanzar nunca ms, confirmando una y otra vez que era real, temiendo despertar en cualquier momento como lo hizo tantas otras veces.

Y todo par en un segundo, frenados cuando un temblor recorri perceptiblemente el cuerpo del moreno.

Sin desviar la atencin de tan hipnticas orbes celestes, Sasuke apret el agarre que ejerca en esos hombros espigados tras haberle alzado la playera casi por completo, jadeando cuando el rubio apart la mano de su ingle.

Irguindose un poco, Naruto se despoj de la prenda deportiva con una maniobra algo sugerente. Ms a gusto, col las manos por la pretina de mezclilla del azabache, rodeando su cadera en ida y vuelta, desabotonando y abriendo la bragueta lentamente antes de volver a descender la mano an por encima de la tela y presionar la palma sobre la abultada entrepierna, cerrndola como si intentara asirla con todo y barreras, logrando sonsacarle un gruido deseoso con la maniobra.

Sasuke sinti aquella corriente de excitacin contaminar hasta el ltimo rincn de su cuerpo, suscitada por la casi desnudez de Naruto sobre l y originada en la turgencia pulstil que yaca comprimida bajo la palma del rubio, cosquilleando, como toques elctricos que empezaban y terminaban en su misma entrepierna. Sin dudar, le tom la mano para guiarla bajo la ropa.

-Ahhh - jade quedamente y llev el rostro hacia atrs al sentir una caricia recorrer su miembro de arriba abajo, abriendo un poco las piernas para mejorar el acceso.

Lejanos vea los momentos en los que renunci a sus recuerdos y fantasas una, dos, varias veces, allegado por un sentimiento de lealtad hacia su hermano y la mezcla de respeto-aversin que senta hacia su cuado, en aqul entonces incapaz de atreverse siquiera a sugerir una situacin similar. Una donde Naruto aceptaba y participaba por completo en ella. Una donde el desenlace era tan excitante como prohibido considerando que, oficialmente, se colocara el ttulo de ‘el otro’. Algo que a final de cuentas haba terminado por hacer con tal de ser correspondido, saber que no era el nico que deseaba que esto pasara una vez ms.

Desearle, insinuarse y poseerlo mientras l an perteneca a Itachi no era algo que hubiera querido conseguir de esta forma, no bajo estas circunstancias, no con apodos y sobrenombres que sealaban traicin e infidelidad en cada uno de sus trridos actos.

Pero lo haba hecho.

-Ah… otra vez – Pidi con dificultad.

Terminando por bajarle la ropa y apretando el agarre que ejerca, el blondo descendi la mano por la virilidad de Sasuke, describiendo un movimiento sinuoso para complacerlo. Al or su excitada respuesta, Naruto solo necesit una palabra para describirle: Perfecto. Sin dejar de estimular su entrepierna, pas la otra mano por esos muslos fibrosos y formados, deslizando la punta de sus dedos por su abdomen sinuoso, su torso nacarado, rozando sus tetillas erectas por sus caricias. Contempl su rostro y se inclin hacia l, ganando la atencin de esos ojos nices siempre tan profundos como ahora excitados, sintiendo el vaho caliente de su arrtmico aliento embargar el propio, percibiendo el sonrojo en sus mejillas con perfecta claridad.

Quiso decirlo.

-Sasuke…

Pese a ser l el que ya gema entrecortado, dominado por la marea de sensaciones que Naruto desencadenaba, fue su nombre el que escuch en un murmullo. Contempl sin mucho raciocinio el azul trrido de sus ojos, esos que prometan perderlo en un abismo infinito cada que se atreva a mirarlos de frente, sin saber cmo descifrar el brillo triste y anhelante que le dirigan.

-Te quiero.

En su interior, algo se extendi como brasa por sus venas, detonado por el meldico susurro de su voz. La vaga sensacin de que aquello no era lo que l realmente quiso decir se hundi en alguna parte de su calcinado cerebro cuando la hoguera consumi su cuerpo por completo. Fue involuntario. Se tens por completo, a la par que una insoportable presin en sus riones lo hizo elevar la cadera y alzar el rostro al haberse quedado abruptamente sin aliento, cerrando los ojos y aferrando lo que sus manos alcanzaron a sujetar antes que su conciencia se elevara hasta perderse en algn punto de su cielo.

Y Fueron precisamente esos labios de gloria los que parecieron revivirlo con su contacto, llevndole a suspirar ruidosamente al sentirlos sobre los suyos.

Dejando su raciocinio junto a sus desaparecidos principios morales, guardados en su sala de espera mental, rode su cuello con ambos brazos y correspondi cada uno de sus besos con ahogada ansiedad. Soportando sin tanto problema el peso de Naruto sobre su cuerpo, dej en sus manos la tarea de quitarle por completo las prendas, y se meci hacia atrs cuando el menor se le restreg casi rayando en el descaro, descubriendo con el contacto de su pelvis que l tambin se haba desnudado, sintiendo plenamente sus sexos frotarse abiertamente en un tortuoso meneo de cadera.

-Mmmhh!

Le fue imposible saber quin de los dos se haba quejado ms fuerte. El contacto de su piel era exquisito, despertaba de nuevo esas malsanas punzadas en su ingle, aquellas capaces de envenenarle con tanta fuerza y rapidez hasta llegar al grado de detenerle la respiracin de forma tan mortalmente peligrosa como placentera.

Fue la primera vez que Sasuke se pregunt algo curioso. Poda morir ah? No sera como un paro cardiaco, solo… solo dejando de respirar. Sera una muerte extica, instantnea y hasta potica. Si suceda, entendera entonces por que Naruto estaba prohibido. Llegar en sus brazos le haca creer que tocar el cielo poda dejarlo realmente olvidado all arriba.

Sus cuerpos volvieron a deslizarse, amoldando mejor en cada vaivn, compartiendo el calor del azabache sin que eso pareciera molestar a ninguno, embriagados por la exquisitez que los invada, enfocados por completo en sentir ms con cada movimiento.

Soltando un gruido completamente audible, Naruto disminuy el ritmo, ayudndose con una mano para dirigir el miembro de Sasuke en otra direccin, a sabiendas que no podra soportar as por mucho. Sasuke tardara un poco ms, acababa de tener uno, pero l… Cerr los ojos y entreabri los labios al comenzar a frotarlo contra su entrada, percibiendo esa ereccin humedecerse, y humedecerlo, un poco a causa de la friccin.

-Naruto…

Reencontrando sus zafiros con aquella mirada oscura, tan difcilmente atenta a lo que estaba haciendo, contempl a Sasuke negar entre suspiros, temiendo las consecuencias de algo tan brusco y repentino.

-Est bien – Susurr presuroso, observando al azabache repetir su negativa. Como explicarle que no le dolera tanto. Como decirle que no haca falta empearse en dilatar sin recordarle con ello el porqu. - De verdad, est bien – Repiti. Una arruga totalmente perceptible se form en el entrecejo de Sasuke y el rubio afil los ojos ante el atisbo de duda que surgi en la mirada azabache.

-Oh – Exclam de sbito. Y el silencio anud una opresin en la oscuridad de la habitacin cuando comprendi lo que l no quera decir.

-Sasuke, yo…

Posando un dedo en sus labios, el moreno volvi a negar, atrayndole por la nuca para alcanzar sus labios, buscando pasar ese trago amargo de alguna forma. Y no conoca droga ms poderosa para el olvido que su adictivo sabor dulzn. Evitando separarse, y mirarlo, gir la postura para quedar arriba, aumentando la velocidad y demanda de sus besos, tornndolos bruscos, agresivos. No quera enfadarse… No quera imaginarlo con l!, solo quera concentrarse en que haba esperado esto demasiado tiempo como para dejar que el pasado lo arruinara, como para que importara ms de lo que ya importaba.

An con ese malestar apretando su interior, mordi su cuello con cierto rencor, oyndole respirar exaltado y tensarse bruscamente con su agresin.

-Maldita sea! – Apenas afloj la mordida, bes con arrepentimiento el sitio que segundos atrs haba lastimado – Maldita sea… - Susurr al convertir el beso en caricias, lamiendo, besando su piel, sintiendo su cuerpo relajarse poco a poco con sus roces.

Nada lo ameritaba…

Lo haba olvidado antes, y ahora solo tena que ignorarlo. Eso tambin poda hacerlo. Poda hacerlo. Sinti las manos del menor recorrer de arriba abajo su espalda, cauto, rozndola con lentitud, como si buscaran apaciguar aquello que se haba alterado.

Mas por alivio que por placer, Naruto suspir con cierta dificultad, sin dejar de acariciarle mientras senta su cuello humedecerse con los gestos de Sasuke. Haba temido lo peor, no solo por recordarle con su arrebato de impaciencia que l no haba sido ni el primero ni el ltimo, y que su cuerpo estaba obviamente acostumbrado a lo rudo. No. Lo que realmente haba temido es que, estando ya enfadado, hubiese alcanzado a ver algo. Desventajas de estar enfermo. Reacio a que su sangre funcionara como deba, su piel tenda a conservar hasta el ms pequeo moretn por semanas enteras. En esta ocasin, haba confiado en la oscuridad que los rodeaba pero, los moretones de sus brazos, las marcas en su cuello… las marcas que Itachi le haba hecho aquella ltima vez…

-Mmhh - Cerr los ojos y extendi el cuello hacia atrs con un gemido al sentir su cuerpo hormiguear por sus caricias.

… pareca que Sasuke no las haba visto despus de todo.

Le abraz y rode su cintura con las piernas, frotndose a l. Impaciente. Deseoso. Agregndole ms lea al fuego para animarlo a llegar a la parte que con tanta impaciencia esperaba.

-Kuso - Acomodndolo mejor en su regazo, Naruto le tom el rostro y lo elev para obligarle a verle a los ojos. Que notara como el deseo lo consuma entero. Que viera lo ansioso que estaba, jadeando en su rostro con la misma falta de aire que l y rehuyendo el amago que Sasuke hizo por alcanzar sus labios como una forma de protesta – Hazlo – Susurr enronquecido, sintiendo la excitacin desbordarle y carcomerle, con la imperiosa necesidad de sentirlo en su interior como si su vida pendiera de ello – Sasuke, hazlo.

Preso del abrupto aumento de la temperatura que sufra la habitacin entera, Sasuke percibi su respiracin agitarse de forma diferente cuando Naruto movi su cadera, rozando deliberadamente su entrada con su miembro hasta posicionarse el mismo, arrastrndolo de forma rpida y exitosa en su misma sintona.

Y tambin dese hacerlo.

Nadie lo impedira…

Entrecerr los ojos y empuj, introducindose apenas un poco, an guardando serias dudas sobre lo brusco de aquella intromisin.

-Aahh - Naruto exhal agitado, y su torso subi y bajo arrtmicamente con la sensacin.

Confirmando que efectivamente aquella reaccin no pareca ser causada por un dolor intenso, Sasuke tom una de sus manos, entrelazndola al terminar de hundirse en l. Y el gemido que Naruto solt, se entremezcl con el suyo, confundindolos… delatndolos.

Apretando el entrelace de sus manos, Sasuke apoy su frente sobre la contraria, embotado por esa opresin suave, hmeda, envolvente y devastadoramente deliciosa, nublando cada uno de sus sentidos. An sin aliento, lo llam por su nombre, sintiendo su juicio disolverse por completo en el aire.

Posando una mano sobre la mejilla del azabache, el menor uni sus labios con suavidad, cindose mas a l al sentir como Sasuke retrocedi un poco para volver a empujar con suavidad, llenando de nuevo su interior, invadiendo cada rincn dentro su mente y su cuerpo con cada movimiento que le sigui, recibiendo envites lentos, rtmicos, suaves.

-Ms rpido – Susurr a su odo, mordindole con poca delicadeza, perdiendo su mente por completo. – As… - Acompasando sus movimientos con los del moreno, las estocadas no tardaron en ganar fuerza y profundidad, aumentando el ritmo y disfrutando plenamente de la generosa opresin que el cuerpo de Sasuke ejerca sobre su ingle - Ms, ms.

Sin poder ver ms all de lo que sostena entre sus brazos en ese momento, Sasuke penetraba incesante, sintiendo su ser completarse como nunca antes pens.

-Ummhh! – Sasuke cerr los ojos y aument la velocidad con que lo embesta. No quera terminar an, pero lo senta cerca, cada vez ms, subiendo y carcomiendo su interior, amenazando con desbordarle en cualquier momento. Movido por la excitacin, le atrajo por la cadera con una mano, buscando sentirle an ms, poseerle por completo… marcarlo – Aahh, Naruto…!

Y an inmerso en su propio placer, el azabache lo hall. Naruto adentr sus uas en su piel, arqueando su espalda al jadear sin control, convulso cuando golpe aqul punto en su interior. Lo senta, era Sasuke, ah, ahora… nicamente l… y nadie ms.

Sus ojos se hallaron, como topando tras haberse perdido en un lugar inmenso e infinito. Sus labios se atrajeron como imanes, desesperados por sentirse sin que sus cuerpos disminuyeran el ritmo por ello, subiendo al cielo embestida a embestida, sin oponer resistencia alguna.

Seran uno…

Jadeos y gemidos lascivos de todo tipo inundaron la habitacin, tornndola caliente, asfixiante, sofocante. Cielo o infierno, ya era difcil saber exactamente donde haban ido a caer.

Con Sasuke tocando incesante esa zona que lo enloqueca, Naruto le mordi los labios con fuerza para no gritar, contenindose apenas y vanamente con la estpida idea de seguir as por la eternidad entera si fuese posible, rompiendo el contacto inevitablemente cuando el moreno se abraz su cuerpo con tanta fuerza que crey que se fundira a l, sintiendo la opresin mantenerse sobre su cadera tras esa ltima embestida, sin salir de su interior, como si el inminente orgasmo de Sasuke se empeara en arrastrarlo con l al mantener presionado ese punto, marendolo con efectividad, llevndole a cerrar los ojos y arquear la espalda cuando su cuerpo se tens por completo.

-Sasu…

Como siempre debi ser…

Alcanz a or su nombre como un susurro lejano, distante, justo cuando aqul estallido en su ingle haba conseguido electrizar por completo su ser, vacindose por completo en ese interior tan deliciosamente opresivo. Su cuerpo pareca brasa ardiente, que se torn helada al instante, extraviando su cordura en el proceso. Sinti flotar, antes de poder aterrizar poco a poco sobre Naruto, aferrndolo entre sus brazos con las fuerzas que le quedaban sin saber si el temblor que lo estremeca era el precio del xtasis, o el miedo a separarse del trozo de cielo que con tanto recelo mantena aferrado en su regazo.

Jams antes tan sensible. Respirando ansioso, Naruto contempl el rostro perlado del azabache tan cerca como hace tanto tiempo atrs, solo que ahora, l le devolva la expresin, guardando un silencio tan agradable como mgico. Nunca antes tan vulnerable. Su pecho doli… y quiso decirlo. Entreabri los labios, dudando poder abstenerse esta vez, sin el suficiente oxgeno cerebral como para hallar alguna excusa con la cual transpolar esa verdad. Realmente, quera decrselo… solo una vez.

Y sinti los labios de Sasuke alcanzar los suyos, sellando aquella confesin de forma sublime. Cerr los ojos para responder a tan delicada caricia, dejando sus palabras morir en su garganta, sepultando aqul Te amo en las profundidades de su corazn derruido.

-Creo que te amo.

Un susurro simple, casi inaudible, pero que al haber pronunciado sobre sus labios lo hizo totalmente entendible para el oji azul. Sin desear ver su expresin perpleja, Sasuke se movi apenas a un lado para darle espacio y lograr acoger posesivamente ese cuerpo pequeo entre sus brazos, pegndose a l y perdiendo su rostro en el ngulo de su hombro, casi acurrucndose, percibiendo el golpeteo desaforado del corazn de Naruto, consciente de la forma en que se haba tensado con sus palabras.

-Crees? – Susurr desafinado el menor. Quizs por la sorpresa, quizs por miedo. El azabache se limit a asentir con un cabeceo.

Relajndose poco a poco, Naruto hundi una mano en esos cabellos azabache, frotndolos para darle, y darse, tranquilidad. Las palabras de Sasuke, eran sin duda lo ms cercano a una declaracin de amor verdadero que haba recibido. Pero, pese a la emocin que lo embargaba, era irnico. Cuntas veces dese or aunque fuese un “creo” sincero por parte de Itachi? Y ahora que lo oa de otra persona, alguien puro y que llenaba sus silencios con actos, las palabras parecan sobrar por completo.

-Naruto – Llam el moreno, algo adormilado pero inquieto por su silencio, quizs hasta decepcionado de no haber recibido el eco de sus palabras – No voy a ser tu amante.

-… - Afilando sus zafiros, la seriedad nubl las facciones del menor - No lo eres ya? - Notando como la fuerza con que el azabache lo aferraba cedi, Naruto se apret a l y volvi a mimarlo, arrepintindose de lo que haba dicho. Aunque gustar, querer y amar fueran cosas distintas, Sasuke no tena la culpa de no diferenciar la lnea entre una y otra. Tampoco tena porque pagar los platos rotos de nadie.

De cierta forma, le record a su antiguo yo.

-No me casar contigo – Susurr de repente, sorprendindolo. Pese a hablar lento y sutil, como si de un momento a otro fuese a caer en brazos de Morfeo, sus palabras haban logrado paralizarle – No ser su reemplazo.

-Lo s - Inquieto, y con el desasosiego invadiendo su pecho, el blondo le abraz, virando el rostro para besar su azabache melena – Lo s…

-Te quiero para m, Naruto – Susurr apenas, cerrando los ojos repetidamente, tan cmodamente acunado, alzando el rostro hasta posar los labios en la curvatura de su cuello, solo lo suficiente para embriagarse con el sedante suave de su aroma – Lo quiero todo… o nada.

La persistencia del silencio en la oscuridad de la habitacin, cortado poco despus por el pesado suspiro de Sasuke bast para confirmar a Naruto que se haba quedado dormido. Cansado, el tambin cerr los ojos y desliz una mano por su frente, frotando luego sus zafiros con el dorso de la misma, renuente a seguir al moreno a un sitio que haca tiempo no visitaba, los sueos.

Te quiero para m Naruto. Lo quiero todo… o nada.

Y ah lo tena…

Sonri, parpadeando cuando un par de lgrimas contenidas resbalaron sin la menor consideracin hasta perderse en la tela de la cama. Con su campo visual constantemente humedecido, opt por cubrir sus ojos un rato mas, sollozando despacito. Sin querer despertarlo, pero traicionado por sus sentimientos, llor lo ms quedito que pudo.

…las consecuencias de haber dejado que Sasuke se acercara demasiado.


.o.0.o.0.o.


Apenas su frente fue tocada por sus dedos ndice y medio, sus acciones parecieron paralizarse. An estando tan feliz como lo estaba, riendo a carcajadas mientras jugueteaba con l tras lograr derribarlo sobre la alfombra del saln, la consecuencia de aqul gesto tan espontneo como inocente por parte de alguien fsicamente tan parecido fue simple.

-Baka… baka - Con la sonrisa todava dibujada en el rostro, las lgrimas… resbalaron solas. -Te quera de verdad, mucho… mucho... y an lo hago – Murmur arrastradamente, como si esa persona ausente pudiese escucharle – Por qu no te import?

Doblado por tan estpidos resentimientos, cubri sus ojos con el dorso de las manos, sollozando sin poder contenerse, temiendo que su dolor jams tocara fondo. Derramando lgrimas humillantes e intiles, que alguien ms se empecin en secar, olvid el sitio donde estaba y el porqu. Su mente pareca haber ciclado, solo citando el recuerdo de alguien que se haba propuesto olvidar pero que result tan difcil cuando todo a su alrededor se empeaba en recordrselo. Pareci reaccionar nicamente cuando un suave tirn por su cuello lo inclin al frente, hasta sentir su nariz rozar con algo suave, percibiendo sobre sus labios el aliento alcohlico de alguien ms.

-Djame… tomar su lugar.

Se oa igual o ms borracho an que el mismo, pero sus palabras lograron sembrar la calidez que tan desesperadamente necesitaba en su interior, robando su confianza y los pedazos que quedaban de si mismo con tan sincero gesto. ‘Un ladrn’ pens, cerrando los ojos cuando sus labios fueron alcanzados con suavidad, acariciados con una dulzura hasta ahora desconocida, y aderezados con un toque muy fuerte de etanol.

-Alto ah ustedes dos!, No pueden hacer algo as frente a los dems como si nada! – Or esa voz en las cercanas los hizo rer a ambos al intuir la bronca que se haban echado encima. Al abrir los ojos, Naruto supo que jams olvidara aquella expresin natural y clida en ese rostro - Pap, di algo, se estn mirando como t ya sabes!, nuestro Sasu-chan va a fugarse con un extranjero…!




Abri los ojos lentamente, despertando de un sueo tan bello como corto y extrao, encontrndose con una maana negra… negra y mojada.

Las formas que se dibujaban en el empaado cristal de la ventana cambiaban fluidamente, trazadas con cada gota de agua que resbalaba por la superficie externa de la misma y matizadas por el reflejo cambiante de luces que se movan acorde a la iluminacin de la avenida que transitaba, como acuarelas que insistan en plasmar cada uno de los recuerdos que haba hecho en ese pas. Poda sentir que el tiempo se le escurra, como si intentara retener agua con las manos, y oy la voz del taxista como si la hubiese estado esperando toda la vida.

-Aeropuerto Internacional de Tokio - Dentro del vehculo, el perceptible y rtmico sonido del parabrisas trabajando rein en el silencio, obligando al chofer a agregar algo ms – Servido, joven.

Contempl el abarrotado e iluminado edificio desde fuera de la entrada principal. Cuan diferente luca comparado con tiempo atrs, ahora saturado de gente y con decorados escarchados colgando de todo sitio posible, denotando la proximidad de las fiestas de temporada.

La hora haba llegado.

Pese al enorme vaco en su interior y el aire ausente que su rostro reflejaba, Naruto asinti en un cabeceo. Abri su mochila para sacar una vistosa y elegante billetera oscura, seleccionando con cuidado uno de los tantos billetes de su interior para pagar. Esper un segundo la reaccin de aqul hombre al entregarle el dinero, observndolo suspirar antes de empezar a buscar cambio por todo sitio posible en el vehculo y lograr as devolverle un monto exagerado como cambio. Imagin entonces el valor del billete. Simul contar y lo guard como si tuviera idea de cunto era, regresando la impecable billetera de Itachi junto a su monedero ‘gama-chan’, dentro del seguro compartimiento interno de la mochila antes de salir.

La secuencia del plan era simple: Nueva York, Itachi y, por ltimo, Orochimaru.

La primera parte del plan era la ms fcil. Traa su pasaporte y, extraamente, las identificaciones ms importantes de Itachi as como el acta de la unin legal que los comprometa dentro de la mochila. As se la haban entregado. Poda suponer porque le haba dejado dinero, pero no adivinara la razn del porque Itachi le haba dejado el arsenal de papeles y documentos tambin, como si estuviera anticipndose a algo. De cualquier forma, viajar no sera problema.

La segunda parte… esa si sera dolorosa.

Y la ltima, tomando en cuenta su premeditado desgaste de salud, no tendra que soportar su antiguo estilo de vida por mucho. Pero eso era secundario, el volver con su ex-tutor era lo que menos le importara si consegua con ello su objetivo, la libertad y la seguridad de Itachi. Dos pjaros de un tiro.

Sasuke?... l no contaba. Estara mejor con alguien que tuviera algo que ofrecerle, algo ms que sobras o momentos efmeros, y sobre todo, que pudiera quedarse una vida entera a su lado.

Obligndose a hacer a un lado sus miedos, se cubri un poco ms con la enorme paoleta estampada que abrigaba su cuello, apret la correa de la mochila al hombro y suspir hondo. Apenas haba dado un paso cuando un peculiar, y sobre todo reconocido, silbido tras l le hizo fruncir el ceo con extraeza. Abandon la idea y volvi a andar de inmediato, convencido de que aquella tonadita coqueta iba hacia cualquier chica que caminaba por ah antes que a l.

-Tanta carne y a m que me tumban los dientes, joder!*

Naruto par de inmediato con el estmago encogido de la emocin y volte enormemente sorprendido, sin reparar en como aquel desvergonzado piropo en ingls haba logrado no solo su atencin en el lugar, encontrando enseguida al culpable, un altivo motociclista recargado sobre su flamante vehculo al inicio del estacionamiento.

-Y no hace falta ser vidente para saber que el culpable de mandarme al dentista fue el estreido de tu novio - Una escalofriante pero clida sonrisa emergi en aqul rostro tan familiar, arrancndole al rubio un jadeo ahogado antes que sus pies pegaran la carrera directo hacia l, extendiendo las manos para rodearlo apenas lo tuvo a su alcance, aferrndose al grandote apenas antes que un incontenible sollozo se le escapara a traicin.

-Kisa…! - Sin poder retenerla, una lgrima corri por su mejilla cuando sinti una mano revolver sus cabellos con proteccin y suavidad, tirando la mscara de fortaleza que con tanto trabajo pretendi sostener.

-Sinceramente, esperaba hacerte rer… no llores, mi pequeo Naru chan.



Al buscar un sitio apropiado para conversar, la lluvia se detuvo con el transcurso de la maana, como s el medio da le hubiera concedido una tregua. Pero el fro pareca ser punto y aparte. A medias sentado, a medias recostado, en aqul regazo tan cmodo, la banca sobre la que estaba no dejaba de ser de un metal igual de fro e inclemente que aquel que sola azotar su cuerpo. Otra vez se sinti adolorido, aletargado… ido. Sobrecogido por ello, Naruto se acurruc un poco ms en su sitio, sintiendo de repente la clida chamarra de cuero de su acompaante cubrirlo efectivamente a causa de la diferencia de tamao.

Sus zafiros enfocaron al grandote, quien le sonri para restar importancia al asunto. A Kisame, el fro jams le haba importado demasiado.

A Kisame no le importaban muchas cosas en realidad.

Lpero, brusco, egosta y muy distrado, pero para Naruto, l era necesario a su manera y casi desde que le conoci se haba ganado un papel irremplazable. Concedindole caprichos extraos, infantiles, cuidndolo de una forma sobre protectora y absurda, a la vez que bromeaba y enfadaba a Itachi con frases coquetas que carecan de intenciones reales de conquista, Kisame se haba ganado a pulso el apodo de ‘Pap Pitufo’ para los dems, y para l. Cuanto haba extraado sus mimos, sus bromas, su constante preocupacin desinteresada. Ese trato cmplice que lo haca sentirse como un nio consentido por alguien.

-Conocas ste lugar? – Pregunt su amigo despus de esperar mucho tiempo en silencio, desviando el tema de la incmoda noticia que le haba dado instantes atrs, esa donde explic que recin haba llegado con Itachi a la ciudad, pero ste haba tenido algo ms que hacer.

Naruto contempl las cercanas en acto reflejo. Los locales parecan ms animados que nunca, el enorme centro comercial que haba visitado con los Uchiha cuando an haca preparativos para su matrimonio no dejaba de ser enorme e independiente. Como un mundo aparte. Asinti con un gesto.

-Antes de ser un centro comercial, esto era un bosque de Sakuras. Era muy popular, y la gente sola venir para diversas actividades, adems de pedir deseos por supuesto, aunque era lo que lo haca ms popular – Continu el mayor. Kisame recorri el lugar con la vista, sonriendo como si pudiera ver algo ms all de lo que tenan enfrente. Con la atencin del oji azul encima, alz la vista, desplazando la mirada de ambos al rbol que los cobijaba – Me acuerdo que a ste le daba la loquera en otoo, le decan ‘el rarito’. Eso lo salv de ser derribado como los dems.

Naruto lo reconoci entonces, y admir sorprendido el cambio que haba dado el aspecto de aqul Sakura. Antes bello, frondoso y rebosante de flores en tono rosa pastel, ahora triste, vaco, con las ramas ennegrecidas y quemadas por el fro, con sus ltimos ptalos cayendo con el peso del agua de la lluvia que resbalaba por sus frgiles superficies. El menor se reincorpor entonces, sonriendo a su amigo con resignacin.

-Kisa… vas a entregarme, Cierto?

-Los ltimos ptalos estn cayendo, es de buena suerte. Quieres pedir un deseo? - La evasiva del grandote le dio la respuesta.

Alzando la vista de sus relucientes zafiros al Sakura, Naruto los cerr despacio. Anhelante, rog de corazn, depositando sus esperanzas muy en el futuro, en una poca en la que esta vida, su vida, sera solo una madeja de recuerdos perdidos con el tiempo.


...///…


Deteniendo el paso y mirando hacia atrs al or el ruido de un motor, Sasuke contempl aqul vehculo particular pasar como poseso el punto desde donde el observaba atento la carretera.

Una arruga apareci en su entrecejo al ver la imprudencia del conductor, optando por continuar su camino como si nada, aprovechando la falta de sol en ese da nublado y agradeciendo no haberle hecho la parada a semejante inconsciente. El manejaba mal, lo reconoca, pero no a ese grado.

La imagen del convertible blanco de Shisui le pas entonces factura a la conciencia, aqul que haba dejado estacionado junto al templo local con la esperanza de que nadie se atreviera a robarle nada ah. Estaba seguro que su pariente lo hallara sin problemas cuando volviera de su luna de miel, eso gracias al sistema de rastreo satelital que le haban implementado en la agencia. Solo tena que darse cuenta primero de que su auto haba desaparecido.

Camin por un rato ms, disfrutando del curioso sonido que emitan el camino al pisar la vereda empedrada, trazada a pocos metros del asfalto y por donde se notaba que alguna persona caminaba de vez en vez. Sin pensarlo, vir su atencin hacia el mar susurrante en la distancia, parando una vez ms para contemplar la vista desde lo alto de aqul risco sobre el que segua la carretera, y donde supona la gente sola despedirse de aqul pueblillo rural cuando abandonaban el sitio despus de las festividades.

Acercndose al borde, pas su mechn derecho tras la oreja cuando el viento agit su cabello con fastidio. Decidi soltar tambin la mochila, ignorando el reluciente brillo de su colgante azul atado en su mueca derecha cuando coloc ambas manos a la altura de su boca a modo de amplificador, como si fuese a gritar a la distancia.

Sin articular palabra an, una sonrisa sincera adorn su rostro, tranquilo y relajado, tomando aire para murmurar.

-S feliz…

Baj las manos lentamente, y volte enseguida hacia el piso, ms especficamente, hacia la cabeza negra y felpuda que asomaba por el extremo abierto de su mochila, sitio donde, sugestin o no, su gato pareca sonrerle comprensivamente.

-Es un secreto, Vale?

Se ri de s mismo, decidido a creer que ese era el chiste y el sabor de la vida que Naruto le mostr. Rerse, aprender de los errores, levantarse y caminar hacia adelante. Siempre hacia adelante. Aunque lo que uno quiera no est en esa direccin, as se alejara ms y ms a cada paso que daban, aceptndolo as cuando su cuado decidi seguir siendo solo eso, su cuado, tomando un camino distinto al suyo. Su propio camino.

El rugido de un motor enorme llam nuevamente su atencin. Sasuke admir desde la distancia un triler subir lentamente la pendiente que l llevaba recorriendo desde hace rato ya, acercndose de a poco al punto donde se encontraba. Sin dudar, alz el puo derecho con el pulgar hacia arriba, recogiendo su mochila y echndola al hombro para correr hacia ste cuando vio al transporte orillarse cerca hasta detenerse.

La puerta del copiloto se abri desde adentro pues Sasuke tuvo que sujetar las asas metlicas bajo la puerta y apoyarse en un peldao para poder alcanzar la entrada a la cabina, contemplando el rostro de un hombre mayor, canoso y con lentes cuadrados sonrerle desde el asiento del conductor.

-Un poco alto, eh?

-Solo un poco – Devolvindole el gesto, el azabache se quit la mochila usando el brazo derecho a fin de adelantarla al interior y poder subir luego sin problema, jadeando con sorpresa cuando vio su colgante resbalar de su mueca con el meneo, casi perdiendo el equilibrio al haber intentado capturarla en el aire sin xito y vindolo aterrizar limpiamente sobre las piedras.

-Sucede algo? – Pregunt el hombre, apreciando la sorpresa en el rostro del moreno al volver la mirada hacia el mayor.

Negando con un gesto perplejo y esbozando una sonrisa de circunstancias, Sasuke consigui entrar y sentarse al fin, cerrando la puerta con algo de dificultad, descubriendo entonces la privilegiada panormica que tena desde el interior de aqul vehculo.

-Soy Tazuna – Sorprendi el mayor de repente, extendindole una mano con amabilidad - Para dnde vas?

-Sasuke – Se present al estrechar el saludo - Dnde va usted?

-Hokkaido, envo de “Delicious”, fruta de de la mejor calidad – Explic el sujeto, guindole un ojo para agregar – Aunque esa es la versin del comercial – Brome con una enorme carcajada, optando por volver a poner en marcha el triler con el inicio de la conversacin.

-Nieve… ah casi siempre nieva – Murmur para s.

Traicionado por una extraa emocin, asom casi medio cuerpo por la ventana cuando sinti que haban comenzado a moverse, divisando como el brillo de su zafiro se haca ms pequeo conforme se alejaba. Algo decepcionado, volvi a acomodarse en el interior, con la incmoda sensacin de que haba dejado ir una parte de s mismo con esa piedra.

-Hokkaido est bien.- Opin al fin.

-Huyendo? – El mayor carcaje de nuevo al ver su repentina expresin descolocada – El mundo es un pauelo hijo. Los problemas los llevamos dentro, huir no ayuda cuando desdoblas la tela y te ves frente a frente con ellos una y otra vez. Por cierto, aqu… - Cort de pronto, sealando una zona en su propio cuello al mirar de reojo al moreno – Te pico un mosco muy hambriento por lo visto.

-… – Pillndole la gracia a la parbola, y a la indirecta, Sasuke se cubri el chupetn de inmediato con una mano. Algo avergonzado sonri con diversin y frescura – Y que lo diga viejo… y que lo diga.


…///…

El motor de la motocicleta aull amenazante, respondiendo ante el aumento de velocidad y las rpidas maniobras de Kisame, rebasando con presteza una hilera entera de vehculos y tomar as la siguiente salida vial. Sin soltarse, Naruto reforz el agarre que sus manos mantenan torno al abdomen del grandote, refugiado tras l. Anhelaba, a la vez que no, llegar a su destino y que sucediera lo que deba ser.

Haba huido demasiado tiempo, pospuesto intilmente algo que desde el principio supo jams sera. Lo que mal empieza mal acaba, sin importar cunto intent cambiarlo. En ese aspecto, a l de nada le haba valido el esfuerzo, la dedicacin, el amor…

-Supongo que no puedo desearte suerte – Ayudndole a bajar del vehculo, Kisame sujet por inercia el casco que el rubio le extendi.

-Las intenciones bastan para m - Con una sonrisa de completo agradecimiento, el oji azul le abraz por ltima vez para dirigirse al sitio indicado por el grandote – Bye bye – Dando media vuelta, camin hacia la luminosa y victoriana entrada de aqul ostentoso hotel en zonas cntricas de Tokio.

-Naru chan – La modulacin en la voz de Kisame bast para hacerle voltear, percibiendo su preocupacin en cada faccin de ese temple aseverado – …l lo sabe, no le mientas. Lo sabe todo.

Tratando de comprender la magnitud de esas palabras, Naruto decidi al fin dejar de preocuparse, esbozando una bella sonrisa de completa calma que lamentablemente no borr la inquietud de su amigo. Ladeando el rostro con encanto, agit la mano derecha al frente para despedirse.

-Descuida, no pensaba hacerlo… ya no.


‘Qu es lo que realmente deseas, Naruto?’

-.o. Continuar… .o.-


Notas finales: ¿Por qué no pusimos notas iniciales?, simple: Es un completo misterio, y de hecho estas no serán la gran cosa, ^^ solo buscando aclarar unos puntitos que suponemos pueden confundirles y otros tantos que son causa de dudas y preguntas:


*El piropo con el que Kisame llamó la atención de Naruto es una versión modificada por él mismo. Alude al hecho de que, aunque lo intentara, no podría lanzarle los canes por culpa de un novio agresivo. En sí, la frase correcta es ‘Tanta carne y yo chimuelo’ XD.

*Segundo, nos preguntaron el nombre de la peli de donde sacamos los covers del cap pasado. Well, se trata de ‘across the universe’.


*Por último, :3 más curiosos que por el fic mismo, nos han preguntado infinidad de veces nuestra edad… ¬w¬ ok, solo diré que ‘me han dicho’ que soy una cosita tierna, encantadora y kawai… >w< ok, confieso que aún no saco la creden de elector, ¬¬ negligencias mías, pero acabo de obtener edad para hacerlo ¿ok?, no sumen de más.


Nee-chan: *alza letrero*: “Traducción: 18 años”.

TwT sip. OwO ah!!, y sobre mi nee-chan… *es amenazada con un cuchillo* >w< es algo temperamental pero, ¿cuántas veces nos han visto repetir gestos y agregar el término: gemelas? *El cuchillo se acerca peligrosamente a su yugular* ToT ok, no digo más, yo y mi dobe personal apreciamos mi vida.


Todos los reviews contestados. Solo agradezco a las beias personas que nos motivan a terminar esto *nee-chan manda besitos al aire y saluda a la audiencia*… ¬¬u, entendí eso… Well!, nos despedimos con besos, abrazos y muchos mimos.


Sayo~!!

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