CAPITULO IX: SUEÑOS MUERTOS
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No habría una sola palabra para describir la lista de sensaciones que los embargó en ese momento. No, no la había, pero si había una que daba la mínima idea del por que el aire parecía haberse esfumado de forma tan abrupta... dejavoú.
Si por lo menos, Naruto dejara de mirarle de semejante forma, Sasuke ya habría notado que estaba en todo su derecho de exigir algo de espacio personal. O tal vez... Sasuke aún no asimilaba que de hacer el mínimo intento de poner barrera de por medio, un ademán... una simple palabra de protesta y Naruto ya hubiera roto ese extraño juego de miradas que, segundo a segundo, parecía ganarles partida.
Tomar la iniciativa no es fácil, y Naruto lo sabía, pero todo se complica si acababas derribando bajo de ti a la persona incorrecta, con sus oscuros -y profundos- ojos fijamente clavados en ti, su rostro a escasos centímetros del tuyo y su aliento confundiéndose con el tuyo de forma cálida. Una situación impropia, pero sumamente tentadora. Miró esos labios una vez más... sería tan fácil robarle un beso.
La nostalgia se apoderó del rostro de Sasuke... ahí estaba otra vez esa mirada. Que dejara de verle así ¡Con un demonio! ¿Que ganaba Naruto con eso? No... La cuestión era, ¿El mismo, qué estaba esperando sucediera? Las palabras de momentos atrás parecían tan estúpidas ahora. ¡Despierta Sasuke, despierta! Si esto no era más que otro sueño, uno que ahora más que nunca, iba destinado a desaparecer apenas reaccionaran.
-Yo... - Naruto sonrió débilmente al notar la extraña mirada de Sasuke... ¿En que rayos había pensado? Posó su dedo índice en esos llamativos labios al ver un intento de respuesta por parte del azabache - Soy tan torpe... - Agregó retrocediendo al fin, algo que debió hacer desde el comienzo.
Cerrar los ojos cuando sus labios se unieron fue fácil. Besarlo e incitarlo a responder tras la sorpresa fue algo... delicioso y espontáneo. Pero, para Sasuke, saber por que había sido precisamente él, el que sujetó a Naruto y buscó sus labios para lograr semejante gesto, eso... eso era algo que su corazón sabía de sobra ya, pero que su cerebro borró... una vez más.
¿En que momento se les había ido todo de las manos?
*.*.* FLASH BACK *.*.*
Permanecía recargado espalda a la pared, justo a un lado de la puerta, con sus zafiros clavados al suelo sin observar realmente su pie derecho tamborileando por la impaciencia... ¿Y si no llegaba?...
El tema poco le importaba a Sasuke, eso había quedado muy claro en su última "conversación". Aún así... necesitaba verlo. ¿Y si le pilló en el truco? No, a menos que... se paralizó y levantó la vista con temor al pensar en esa posibilidad.
-No - Naruto agitó la cabeza con rapidez - El no sabe el número de Itachi... no lo sabe - Agregó entre susurros con el corazón latiéndole a mil al pensar en la remota posibilidad de que ambos se encontraran, por error obviamente - Itachi dijo que tardaría... y Sasuke, no sabe su número - Se repitió tamborileando de nuevo el pie.
Elevó la mirada al techo del gimnasio y respiró profundo varias veces, deslizándose espalda a la pared cuesta abajo, vencido por la gravedad... y por el peso de sus acciones. Cerró los ojos para tratar de pensar con claridad. Que locura... buscar a Sasuke tras lo sucedido, definitivamente lo era, pero lo hecho, hecho estaba y para las siete faltarían solo un par de minutos más.
-"Tsunade obba sama y Jiraiya ero sama, llegarán tarde" - Murmuró recordando la conversación de unas chicas de limpieza - "Sabes que Iru chan suele encerrarse en la biblioteca hasta altas horas, búscale ahí" - Continuó como si aún viera a Kakashi hentai explicándose ante la amable Shizune nee chan, quien al parecer, iría tras arreglar unos asuntos - Asuma san, Kurenai san y Konohamaru kun están en un desfile de modas con fines de beneficencia.
Abrió sus zafiros algo más tranquilo y miró en su puño derecho el croquis de la mansión plasmado en una servilleta. Era increíble la cantidad de información que consigues tras fingir perderte por la casa un par de veces, justificando la necesidad de un pequeño croquis provisional que cualquier servicial mucama se arregla en obsequiarte. Además, no en balde podía memorizar casonas así con suma rapidez, después de todo era el digno "portero" de las múltiples andadas que acostumbró con su banda en tiempos de "papi Orochi".
El súbito crujido del cerrojo bastó para hacerle ponerse en pie de un brinco al perder la poca calma que había conseguido, posando las manos en la puerta cuando esta se abría lentamente hacia el, temiendo realmente ser descubierto cuando, quien quiera que fuese, notara que la puerta no abriría por completo. Para alivio suyo, no parecieron fijarse en ese detalle al entrar.
Asomó con cuidado por el borde de la puerta y retrocedió en un respingo al ver a Sasuke analizando el resto de la habitación sin reparar aún en su presencia... ¿Llego?... Desvió su mirar y parpadeó sorprendido ¡Llegó! Volvió la vista a él con rapidez, encontrando en instantes su nuevo objetivo... no podía olvidarse de las evidencias.
-¿Itachi? - Sasuke se adentró un poco, aún paseando la vista por el lugar, girando en breve al escuchar la puerta azotarse tras él y la sorpresa se apoderó lentamente de su mirar - Naruto... - Susurró.
El aludido no pudo evitar sonreír al verle así, pero el "clic" de la puerta tras él cuando la aseguró de forma "más que apropiada", le recordó que tenía cosas que hacer, o mejor dicho, deshacer. Sin más, llevó ambas manos al frente, averiguando lo más rápido que podía el funcionamiento del móvil que ahora sujetaba.
Aun presa de la sorpresa, Sasuke frunció el ceño con extrañeza al ver a Naruto picar y picar teclas en... ¡¿Ese era acaso su móvil?! Hurgó entre sus ropas con rapidez volviendo la vista a él al notar lo que le faltaba... ¡¿En que momento?!
Mensajes de texto, bandeja de entrada: "El zorrito que bailó para ti en las vegas estaba perdido. Gimnasio 7 de la tarde. No le digas a nadie. Itachi" Enviado por número desconocido: 888526967761... Borrar.
-Ya está - Naruto extendió el móvil hacia el azabache - Lo lamento pero, no puedo dejar que él lo vea. Y... gracias por venir.
-Fuiste tú - Un certero movimiento y Sasuke recuperó su móvil, dedicando una mirada reprobatoria al oji azul, que este esquivó al instante - ¿Qué quieres?
Naruto volvió la vista al frente rápidamente, con las palabras en la boca, paralizándose al topar de frente con esa mirada tan... intimidante. No pudo evitar desviar la vista de nueva cuenta, mordiendo su labio en un acto inconsciente de auto-represión. ¿Qué le pasaba? Si era solo Sasuke, el chico de las Vegas... vale, el adorable, elegante, inocente, rebelde e inconscientemente seductor chico al que... Momento... al grano Naruto. El punto era...
-El no lo sabe... ¿cierto? - Soltó el mayor, e inexplicablemente, Sasuke también decidió que la pared contraria a donde estaba Naruto, era lo más interesante del mundo en ese momento - Itachi no lo sabe - El oji azul bajó la vista sin poder formular palabra alguna - No sabe lo de las vegas.
Sasuke aferró el móvil en sus manos con más fuerza de la necesaria. Ese silencio... era agobiante. Lo era realmente cuando una parte tuya quería creer en imposibles al grado de llegar a ser absurdamente ilusa.
-Él... solo sabe que hubo alguien - Murmuró el rubio con dificultad - Pero... - Naruto le miró al fin, dejando la angustia que realmente sentía a flote - ¡¿Pero como decirle que fuiste tú?! ¡¿Cómo?! - Exclamó ansioso, negando al encararle de nuevo - ¡¿Y encima tenías que ser su hermano?!
Inexpresivo, Sasuke le contempló respirar con rapidez y frotarse el rostro con una mano al agacharse junto a la puerta. La situación se volvía... incómoda, pero, seguiría así de no resolver este "asunto pendiente".
-¿Qué quieres? - Repitió con el mismo tono frío, que ya empezaba a volverse rutinario en él.
-No digas nada - Soltó el menor de golpe, mirándole fijo - Por favor, no digas nada... por favor... - Sasuke frunció el ceño sin entender porque esas palabras le molestaban... le molestaban mucho - No le digas - Le escuchó repetir y torció el labio cuando esa molestia se tornó en una horrible punzada en su interior - Por favor...
-¡Basta! - Naruto se estremeció temeroso cuando Sasuke le miró molesto - Como si quisiera decir algo. Que le veas la cara a Itachi es problema de ustedes, no me metas, te dije que conocerte y... todo lo demás, fue un error... un terrible error que solo deseo olvidar.
Sasuke sonrió con sarcasmo y sujetó su cabeza, terminando por sentarse también al sentir todo darle vueltas, procurando estar a una distancia prudente de él... haber dicho eso fue...
-Lo lamento - Soltó Naruto con la mirada perdida al frente y una seriedad desagradable en su rostro - Pero yo... no me arrepiento de eso - Sasuke disimuló la leve sorpresa que le invadió el oír semejantes palabras - Fue un fin de semana... divertido - agregó esbozando una débil sonrisa - Estaba tan triste y ustedes, estaban ahí...
-Triste - Repitió inaudible sin notarlo. Y es que aquél semblante que aún recordaba, e incomodaba, había vuelto, Naruto volvía a mirar igual que aquella vez, tan distante.
-... Nosotros - Y una risa tonta escapó del menor - Yo, me enfadé con Itachi y... todo había terminado - Confesó con Sasuke escuchando atentamente - Solo quería escapar y las vegas fue como un refugio que esperaba justamente por mí.
Naruto devolvió la vista a Sasuke, ambos sosteniéndola en silencio, como esperando unas palabra más, unas que flotaban inútilmente en el aire y obviamente sabían no serían pronunciadas... ya no. Las cosas eran diferentes para ambos, y aquél tiempo que compartieron juntos parecía... tan distante.
-Para mí... - Sasuke vaciló un segundo antes de continuar - Siempre será un error... - Y Naruto sonrió resignado, después de todo... esto, era lo mejor - No me importa, no hay... nada que valga la pena recordar.
Sasuke sostuvo la mirada en él un poco más, aprovechando que Naruto volvió la vista al frente. Parecía, otra vez ausente. Como odiaba esa mirada en él, esa que apenas semanas atrás lo había llevado a cometer estupidez tras tontería, por que no había otra forma de llamarlas, todo con el fin de cambiar esa expresión... por eso la odiaba tanto.
-No diré nada... - Soltó de súbito ante la sorpresa del oji azul, detestándose ahora más que nunca por lo que acababa de hacer... era la última vez que cedía... la última - No es por que tú lo pidas. Simplemente... aunque lo deteste, el baka de Itachi es mi hermano, y... ustedes dos... tú y él... van a...
-Hum - Naruto afirmó en un cabeceo al intuir la pregunta que suponía Sasuke no podía pronunciar.
-¡Tonterías! - Soltó torciendo el labio molesto - El matrimonio es una sarta de estupideces. Hacer votos frente a una maraña de extraños que te critica por cualquier error, es una forma inútil de jurar amor eterno a alguien a quien puedes incluso odiar... es pura hipocresía. Jamás haré algo así.
Naruto bajó la vista de forma inconsciente, y sonrió. Tal y como esperaba, Sasuke seguía siendo aquél chico franco e ingenuo. ¡Tonto, boda-fóbico sin remedio que jamás...! jamás se casaría con alguien como... que jamás se casaría con nadie.
-¿Realmente crees en esas tonteras? - Interrumpió el azabache mirando al menor con enfado - Para hacer algo así necesitas estar chiflado, creí que pensabas más o menos como yo... supongo que me equivoqué.
-Igual que Kiba y Shino, tengo razones. Quizás no son igual de fuertes, pero... son motivos suficientes para mí- Naruto frotó sus manos entre si, rozando el borde de aquél par de vendoletes que aún portaba en su puño derecho - Hay cosas, que crees puedes borrar, olvidar o simplemente dejar atrás, hasta que te das cuenta que no. Entonces el miedo a que sea demasiado tarde, te invade.
-Eso es conformismo, no es una razón - Soltó el azabache con algo de decepción y el rubio negó en silencio - Quieres decir... ¿"No sabes lo que tienes, hasta que lo pierdes"?
-No eres intuitivo pero si resultaste listo - El oji azul carcajeó bajito ante la molestia del otro, aferrando su puño derecho contra sí.
Sasuke frunció el ceño. Le miró de nuevo, notando al fin aquellos vendoletes y, sin saber por que, la imagen de una olvidada y rota rockola surcó su mente fugazmente. No... que tontería.
-Cuando el miedo a perder algo valioso sea mas grande que todo - Retomó el oji azul - Cuando escuches que algo grita fuerte dentro de ti - Sasuke le miró extender su mano hacia él, posándola suavemente sobre su pecho - Cuando aquí, duela muy fuerte - Naruto topó con esa mirada pura y expectante, y no pudo evitar sonreír con sinceridad - Ese día, comprenderás que hacer votos es una insignificancia y que los demás, no importan.
Sasuke bajó la vista lentamente, observando la gema que Naruto portaba en el dedo anular cuando este volvió a aferrar su puño contra sí. El legado Uchiha a su hermano, lo recordaba y reconocería donde fuera. "Fue divertido... estaba tan triste" resonó en sus oídos mientras le contemplaba en silencio... "¡te odio!" le recordó gritar en las vegas cuando lo conoció, ahora entendía el porque... "Cuando el miedo a perder algo valioso..." Sasuke sonrió... "Por favor, no le digas"... Su sonrisa se amplió y clavó la vista al techo, aferrando su camisa a la altura del pecho en forma inconsciente... dolía.
-Basta - Murmuró ante la extrañeza del oji azul sin haberse dirigido a él en realidad. Sasuke cerró los ojos agotado - Ya entendí tus razones... basta dobe - dedicó, esta vez al menor.
-¿Eh? - La sorpresa se apoderó del rostro de Naruto al notar que Sasuke... sonreía de nuevo.
-De verdad eres diabólico con ganas - Soltó el azabache dedicándole una sonrisa de medio lado - ¿Quieres que termine por vomitar? El cuento cursi al baka de Itachi por favor - Carcajeó dejando a Naruto atónito con semejantes gestos, opacando lo fuerte que él aún sujetaba su pecho - Neh Dobe, si vas a ser mi cuñado, llevemos la fiesta en paz... seamos amigos - Finalizó, extendiendo su mano hacia él.
-... - Naruto parpadeó aún sin salir de la sorpresa - Tu... ¿No me odias? Si solo ayer dijiste que...
-Ayer - Interrumpió con un toque serio - Éramos dos extraños. Ayer, cometimos un par de errores, te llamé ramera y a Itachi estúpido, además... ayer no estaba de buen humor - Soltó, resoplando son algo de diversión - Hoy, quiero olvidar eso. Esta es mi manera de demostrar que si puedes serle fiel a ese estúpido de ahora en adelante, te ganarás mi aprecio y mi respeto, aunque por ahora, ese es un secreto que él debe ignorar ¿Correcto? Tu inútil prometido aún me debe una disculpa - Sonrió topando sus dedos índice y medio en la frente del oji azul, haciéndolo reaccionar - Pero además, no eres tan despreciable después de todo... seamos amigos.
Naruto simplemente estaba pasmado ¿Fue acaso Sasuke el que aferró su mano entre la suya con un toque... fraternal? Le miró de nuevo, sin poder creer que él se acomodara nuevamente espalda a la pared y mirara al techo tan despreocupadamente ¡¿Amigos? ¿Al día siguiente de profesarle aversión total?... ¡¿Qué rayos pasaba por la mente de este chico?! Él era extraño, era raro, era bipolar... aferró su puño derecho contra sí con una pequeña sonrisa y un agradable cosquilleo en su interior, él era... increíble.
-Hey tu- Soltó el azabache palmeando el piso a su lado - Siéntate.
-¡Si! - Sin chistar, Naruto se acercó desviando su mirar hacia él de vez en vez. Serían amigos, aún le parecía increíble. Amigos... Se frotó los brazos con ansiedad... amigos... le miró de nuevo - Hum... ¿Sabías que la capa de ozono desaparecerá por completo en tres décadas y, los bloqueadores solares y la evolución humana será el tema del momento?
-¿Eh? - Sasuke volteó hacia él con extrañeza - Que mal... - Perdiendo su vista de nuevo al frente.
-... - El oji azul viró el rostro en dirección contraria con un pequeño puchero ¿Mal? ¡Era horrible! además, Sasuke era pálido, el tema debía interesarle, se lo decía preocupado en son de su nueva amistad. Suspiró angustiado al instante, que tema tan tonto. Y de nuevo las palabras de Sasuke volvieron a su mente... amigos. Volvió la vista a él con decisión - Etto... leí que en Japón, a diferencia de Nueva york, el clima es extremista, el calor insoportable y el frío abrasador.
-¿Qué? - Y Sasuke enarcó una cejita contrariado - Es cierto, se aproximan diciembre y enero, suele nevar mucho... abrígate bien - Terminó, volviendo la vista al gimnasio.
Unas líneas azules surcaron el rostro de Naruto ¿Nevaba tanto acaso?... Frotó sus cabellos con ansiedad al recordar que Itachi había hecho su maleta, más le valía haber metido algo más que aquella horrible bufando o asaltaría su tarjeta de crédito y compraría un arsenal de abrigos solo para vengarse... ¿Por qué?... Miró sus manos al frente, dejando sus alborotados mechones cayéndole por el rostro... ¿Porque ahora era tan difícil hablar con Sasuke?... Giró sus manos de arriba-abajo, mirándolas de forma ausente... ¿Por qué ahora esa gema pesaba tanto? como si estuviera... encadenado.
Sasuke frunció el ceño al no escucharle ¿Ahora por que estaba tan callado? Notó que miraba sus manos con interés ¿Tanto le gustaba esa gema? Bueno, si bien se la había dado Itachi, y combinaba con sus ojos, pero... Un segundo, ahora que lo miraba mejor, Naruto estaba realmente greñudo. Hurgó entre los bolsillos internos de su chaqueta, estaba seguro que lo cargaba, después de todo, Kakashi siempre se aseguraba que lo trajera consigo ¡Al fin! Sacó lo que buscaba, riendo con un toque maléfico al estirarlo hacia Naruto y... deslizar cuesta abajo.
-¡¡Itai!! -Naruto se alejó de Sasuke al sentir un fuerte tirón en su cabeza - ¡Eso duele, idiota!
Se paralizaron un segundo y Naruto parpadeó con un par de puntitos en vez de ojos al ver a Sasuke fulminándolo con la mirada, diablos, era lo malo de tener la lengua tan larga, además, a que venía ese peine.
-¡¡Como que Idiota!! ¡Usuratonkachi! - Sasuke resopló rabiando - ¡Pareces un kappa de cabellos con semejantes nidos de golondrina en la cabeza!
-¡Déjales ser! - Naruto metió manos de por medio al ver a Sasuke abalanzarse hacia él dispuesto a peinar y peinar hasta dejarle calvo ¿Eso de cargar un peine era de familia? Que tenían él e Itachi contra su cabello - ¡Mis greñitas no! ¡Atentarás contra vida salvaje!
-¡No digas estupideces! - El azabache se limitaba a esquivar los intentos del menor por arrebatarle su "arma" - ¡Déjate peinar de una buena vez! ¡Ni que fueras a morir por eso!
Aún con el peine a salvo tras él, Sasuke paró en seco al ver a Naruto detenerse súbitamente con un gesto de desconcierto en el rostro, notando con horror, y muy tarde, como el peso del menor terminó por llevarlo de espaldas al piso.
Ambos se miraron con sorpresa cuando el suceso atrajo inevitablemente un recuerdo a la mente de ambos. No habría una sola palabra para describir la lista de sensaciones que los embargó en ese momento. No, no la había, pero si había una que daba la mínima idea del por que el aire parecía haberse esfumado de forma tan abrupta... dejavoú.
*.*.* FIN DEL FLASH BACK *.*.*
Se separaron unos centímetros aún con sus frentes juntas, los pulmones clamando aire y los ojos cerrados por el mar de emociones que semejante gesto había provocado. Lentamente, ladearon sus rostros en direcciones contrarias, entreabriendo sus labios cuando rozaron una vez más, dispuestos a repetirlo.
"Kimi no kokoro eh* kimi no kokoro eh* bokuro kokoro wa"
-¡Wah! - Naruto se abrazó al cuello de Sasuke con fuerza al ser llevado hacia atrás sin previo aviso cuando este se sentó de golpe tras escuchar esa melodía.
Se miraron de frente con sorpresa al notar la horrible posición en que habían quedado por el "incidente", con Naruto sentado frente él, de nuevo igual que... aquella vez.
"Kimi no kokoro eh* kimi no kokoro eh* bokuro kokoro wa"
Ambos llevaron la vista hacia la izquierda, donde el brillante móvil de Sasuke vibraba altisonante y con insistencia, olvidado a solo un palmo de distancia.
-¡Mi culpa! - Exclamó Sasuke de golpe al empujar a Naruto con ambas manos, separándose de forma brusca para arrastrarse velozmente hacia su móvil, abriéndolo con suma rapidez - ¿Hola?... ¿Hola?...
Sin respuesta, Sasuke cerró el móvil de inmediato, estático y mirando a su alrededor de forma distraída sin poder asimilar lo que había hecho solo momentos atrás. Volteó de súbito al escuchar la puerta crujir con fuerza tras él.
-Disculpa aceptada - Soltó Naruto al desaparecer velozmente por el umbral sin molestarse en cerrar siquiera.
Sasuke bajó la mirada unos segundos. Se puso de pie, tratando de enviar algo de oxígeno a su cerebro para pensar... ¡Piensa baka, piensa!... ¿Pero pensar que?... Volvió la vista a la puerta perdiendo todo intento de lucidez al ver Naruto asomar de nuevo, aún con los nervios a flor de piel y un discreto tono rosa en sus mejillas.
-Hum... tu, ¿Quisieras venir a patinar un día de estos?... - Soltó el oji azul con suma rapidez y casi arrastrando las palabras - ¡Tu sabes, como amigos! Con más gente y todo eso.
-Si claro - Respondió casi de inmediato con un extraño tono de voz que no se conocía - Vayamos pronto - ¡¿Dijo que?! Pero apenas había respondido, Naruto volvió a desaparecer del lugar, sin despedirse esta vez siquiera.
Sasuke sujetó su cabeza, hasta respirar era difícil, prácticamente sentía que estaba a punto de sufrir su primer ataque cardiaco, bien, eso no podía ser tan malo como esto... Que alguien le dijera que no había pasado, que no se había vuelto a dejar llevar, que no estaba volviendo a cometer estupideces sin pensar.
"Kimi no kokoro eh* kimi no kokoro eh* bokuro kokoro wa"
Recordó su móvil. Lo abrió por inercia, respirando hondo y pesado al llevárselo al oído, tratando de sonar lo más normal posible antes de hablar.
-¡¿Qué?! - Vale, le ganó la ansiedad y unas inexplicables ganas de desquitarse con el primero que le pasara por delante.
-"Hey, tranquilo Sasu, solo tengo un problemita y necesito que me digas que hacer" - Exclamó esa conocida voz al otro lado de la línea ante su total extrañeza - "Fácil ¿no?".
-¿Eh? - Sasuke frunció el ceño al instante, acaso el eco que había resonado en la habitación era... No - ¿Qué...?
-"Hacia los baños Sasu-chan" - Interrumpió, paralizándolo al instante al comprobar su teoría.
No era verdad... giró lentamente... ¡No, no, no!... contemplando por primera vez en su vida a esa persona con horror verdadero. Retrocedió un paso de forma inconsciente al verlo de pie en la puerta de las duchas, agitando una mano como quien te saluda por la calle antes de comenzar a acercarse.
-Yo... - Susurró sin aliento al teléfono y retrocedió de nuevo, con los ojos abiertos de par en par - Yo...
-"Solo dime que hacer" - Retomó el otro aún al móvil. Sasuke le miró detenerse frente a él y bajar el aparato al borrar ese gesto de eterno aire despreocupado que solía dedicarle, eso si que le puso los pelos de punta - Es que, no sé si lo que acabo de ver es para brincar de felicidad o soltarme a llorar como magdalena.
-... Tío Kakashi - Articuló apenas en un hilo de voz. Bajó lentamente su móvil sin que alguna otra parte de su cuerpo pudiera reaccionar aún.
-Sasuke... - El peli plata movió su cabeza en un gesto reprobatorio antes de mirarle de esa forma tan... odiosamente lastimera - En que lío te has metido, ¿Que estás haciendo?... ¿A que juegas?
-No... no es eso... - Sasuke retrocedió sin poder esquivar el suave abrazo que el mayor le dio, forcejeando molesto al no poder zafarse, estaba demasiado aturdido - Suéltame... déjame...
-Mis ojos no me mienten Sasuke y no puedes negarme que anoche hiciste algo más que contar ovejas con Gaara - Palabras que bastaron para dejarlo estático una vez más. Era verdad, no podía negar eso a Kakashi si él mismo lo había sacado del cuarto de invitados esa mañana - Y sé también lo que acabo de ver.
Su tío lo aferró con fuerza y Sasuke agradeció enormemente que no pudiera ver el inexplicable gesto de impotencia que apareció en su rostro en ese momento, apretó los dientes y aferró el saco del mayor con más fuerza de la que el mismo controlaba. De repente... se sentía mal... quería destrozar todo, gritar tan fuerte... y sobre todo, quería que ese mísero dolor en su pecho desapareciera de una buena vez.
-Ya no eres un niño... - Murmuró el peli plata, sonriendo cuando Sasuke apoyó la frente a su hombro - No diré nada, pero... - Frotó su espalda y dudó, sin embargo, necesitaba decirlo, Sasuke necesitaba saberlo - Él no es para ti - Susurró casi sin voz.
Kakashi retrocedió de golpe cuando Sasuke le empujó, zafándose de forma brusca y repentinamente agresiva, contemplando con tristeza la desagradable mirada que apareció en el rostro de su sobrino.
-Tienes razón - Sasuke aferró los puños con fuerza - En que no necesitas decírmelo - Exclamó suspirando pesadamente -... lo sé.
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Azotó la puerta tras él y subió a la cama, perdiéndose entre las enormes colchas de la misma como si su vida pendiera de ello, acurrucándose y repitiendo la misma frase en su mente una y otra vez.
-No mires atrás Naruto, no mires atrás - Vale, mentalmente no era tan eficaz - Solo no mires atrás - Repitió, aferrando contra sí la primer almohada que encontró.
¡Esto era terrible! Al haberse propuesto buscar a Sasuke para "cortar lazos", Naruto jamás imaginó que las cosas se pondría así de peli agudas, con lo que había pasado solo la noche anterior, le resultaba aterrador el giro que había tomado todo.
-¡Teme! - Soltó esbozando un pequeño puchero - ¡Teme, teme, teme...! Teme... - Hundió su rostro en la almohada para no gritar de nuevo.
Sasuke era eso, y mucho más, como le pide ser amigos y al segundo siguiente lo incita de esa manera, definitivamente era un teme, pero...
-Yo también... soy tan torpe...
Soltó la almohada, quedando en medio de la nada bajo las colchas, respirando hondo en la oscuridad que embargaba la habitación
-Supongo que eso fue... - Murmuró llevándose un par de dedos a la boca, cerrando los ojos al deslizarlos lentamente por sus labios - El beso de despedida que no me atreví a robarte aquella vez, cuando aún dormías.
Rodó acomodándose boca abajo. Sin pensar, estiró su brazo palpando a su lado, buscando algo por inercia y un desagradable picor comenzó a comerle la vista al notar que... alguien faltaba.
-¿No pudo... solo volver a ser cruel? - Un incontenible suspiro emanó del oji azul, y optó por volver a aferrar la almohada contra su rostro cuando aquella sensación húmeda descendió lentamente por su nariz.
Era absurdo, sabía que sucedería, sabía que todo terminaría definitivamente apenas hablaran y precisamente por eso lo había buscado apenas tuvo oportunidad. Giró la almohada, solo buscando un sitio mas seco en la tela.
-Fin... - Susurró en total quietud. Con los ojos cerrados dejó que sus recuerdos surcaran su mente por última vez.
Al lado de Sasuke había hecho, quizás, los mejores recuerdos que tenía... días libres... disfrutando sin culpas... viviendo sin prejuicios. Quería verlos por última vez... antes de pasar página.
-Nunca, nunca más... Sasuke...
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-"¡¡¡¿Hiciste queeeeé?!!!, !!¿Eres idiota?!!"
Tapó su oído con una mano y alejó con la otra el teléfono lo más que pudo, aún así, era perfectamente capaz de escuchar la sarta de reclamos que su amigo profesaba, ante las miradas curiosas de la gente a su alrededor.
-Baja la voz ¿Quieres? - Exclamó de nuevo a la línea con el ceño fruncido - Escucho perfectamente.
-"Es que no te entiendo Itachi, que ganas con buscarlo ¿No se supone llegamos a un acuerdo al separarnos? Sabes lo riesgoso que es y por favor dime que vas solo"
-Voy solo y lo sé tiburoncín - El azabache miró la luz del semáforo volver a verde y avanzó entre la multitud de personas - Pero han pasado años desde aquello, nadie lo recuerda, además, ¿Que tendría de malo que quiera visitar a un primo lejano?
-"No me tomes el pelo Uchiha Itachi" - El azabache sacó la lengua de forma traviesa - "Sabes a la perfección que ustedes dos juntos no eran precisamente un camaleón en la selva, además..."
-Dejando de lado eso, Kisame - Interrumpió Itachi deteniéndose al final de aquél boulevard - Creo que Miyuki desapareció.
Itachi no bajó el móvil pese al silencio que esperaba y efectivamente consiguió dejar tras la noticia. Apoyó la mano libre en el cercado metálico que lo resguardaba el borde de aquél alto desnivel vial, contemplando desde ahí el juego de luces en el que Tokio se había convertido tras la puesta del sol.
-"Itachi... ¿eso no es motivo para hacerme caso? Además..."
-Pudo haberse mudado - Volvió a interrumpir el azabache con aire despreocupado - No lo creí necesario, pero fue un error buscarlo sin preguntar a mi familia primero que había sido del querido tío Danzou.
-"Óyete nada más, no tienes vergüenza" - Y el azabache rió recargándose de espaldas al cerco metálico - "Además..."
-Mañana diré en casa que me place visitar al primo Miyuki y punto, déjate de especulaciones, tengo que colgar se acaba el crédito y...
-"¡¡Deja de cortarme el rollo!!" - E itachi volvió a separar el móvil de su oído por un instante - "Está bien, si quieres suicidarte no me importa, pero recuerda que ya no caminas solo Itachi"
-... - El aludido frunció el ceño un instante - Estaremos bien, no lo busco por esas razones - Y sonrió de nuevo despreocupadamente - Solo quiero visitar a mi primo. Por cierto ¿Dije que se acaba mi crédito?
-"No sé quien es más necio, en fin. ¡Como llegaron? Los extrañamos mucho. Tobi y Konan no dejan de comer helado ¿Cómo sigue Naru chan?
-Kisa, solo tenemos dos días fuera - El azabache suspiro resinado antes de mirar al cielo, observando las nubes cubrir las estrellas - Naru chan esta bien. Conociéndolo debe estar acurrucado en cama, sabes lo friolento que es - Y sonrió traviesamente - Debe tener frío, cuando llegue le abrazaré y diré que va a cuenta tuya ¿neh?
-"¡Espero y no le hagas cosas raras, tu, ero-desquiciado!" - La estridente risa de Kisame inundó el móvil -
Un pequeño tic apareció en la ceja del Uchiha conteniendo las ganas de atravesar el pacífico en ese preciso instante para ahorcar personalmente a ese pitufo inoportuno.-"Bueno, ese silencio me deja tranquilo, salúdalo de nuestra parte y dile que tiene mi permiso para torturarte el tiempo que el quiera"
-Hai, hai, saludos a todos y fe...
-"TIP, TIIIP... por favor, introduzca un nuevo código al móvil si desea continuar la llamada"
-Odio cuando se acaba el crédito - Exclamó mirando el móvil con desgano, cerrándolo con un aura depresiva.
Volvió la vista una vez más a las luces centelleantes de la ciudad y un pequeño escalofrío le hizo meter las manos a los bolsillos de la gabardina al sentir la brisa recorrer el lugar.
-No pude desearles "feliz Halloween" - Exclamó, esbozando una pequeña sonrisa al imaginar lo colorido que nueva york estaría esa noche, con miles de adornos naranjas por doquier y mocosos gritando "Dulce o truco" - Nueva York...
Miró al cielo con añoranza. Casi podía ver lo animados que estarían Kisa, konan y Tobi, celebrando entre risas, cena instantánea y litros de alcohol, quizás irían al barrio chino, si apenas el año pasado...
Cerró los ojos cuando una nueva brisa recorrió el lugar, emprendiendo el camino de vuelta.
Apenas el año pasado, Sasori había pedido disculpas por lo sucedido, y celebraron todos juntos, Deidara, Kisame, Konan, Tobi y... el nuevo invitado.
# -¿Él te gusta? - Susurró aquella voz a su oído, venciendo increíblemente lo alto del audio, que se alzaba sin piedad aún en aquél rincón. Volvió la mirada, encontrando aquél par de expectantes zafiros y... sonrió.
-No, no me gusta. #
Parecían haber pasado siglos desde aquello.
-Lo amas... ¿cierto? - Resonó claramente entre el ruido del trafico en el boulevard.
Itachi detuvo su marcha y elevó la vista con sorpresa al reconocer esa voz. Recorrió el lugar con la mirada, bufando molesto al no ver a nadie conocido en las cercanías. Y pensar que por un momento creyó que esa persona se hallaba realmente frente a él. Aquél juego de números que yacía olvidado en su agenda, volvió a su mente.
-No tengo crédito - Murmuró retomando su marcha, deteniéndose tras solo un par de pasos al ver una inoportuna caseta telefónica un par de metros mas adelante.
Los números volvieron una vez más en un orden molestamente exacto ¡Maldita la hora en que los memorizó!... ¿Llamarlo?... Llamarlo ¿solo para contestar aquella pregunta? Frunció el ceño decidido y reemprendió su marcha, acercándose paso a paso hacia aquél cubículo público.
-No - Soltó al aire al pasar de largo - No lo amo.
Sin detenerse, miró de reojo la tras él... no había sido tan difícil. Paró en seco y giró lentamente con incredulidad, contemplando inmóvil la caseta ya a una distancia afortunadamente prudente.
-Odio cuando se acaba el crédito - Soltó molesto aquel rubio al entrar y tomar la bocina mientras hurgaba los bolsillos de su abrigo. Sin prestar atención a su alrededor, introdujo el cambio que halló para marcar a la brevedad - Sé que estás en el estudio...
Una nueva brisa recorrió el lugar e Itachi sujetó sus cabellos, que molestaban victima del aire, observando como Deidara cerraba la puerta de la caseta y afianzaba su abrigo contra sí, recargándose espalda al cristal... y a él.
-¡Sasori contesta de una buena vez que ya agotaste mi crédito con el buzón! - Soltó "dulcemente" el oji azul a la bocina - ¡Se que el muy maldito te induce al mal y por eso no levantas el teléfono, pero dile que si me lo vuelvo a cruzar...! - Deidara se detuvo y volteó curioso.
Paseó la vista por el lugar extrañado, contemplado la gente deambulando por la zona como si nada... que raro... juraría que estaba siendo observado. Volvió la vista a la bocina y respingó al escuchar aquel par de golpes al cristal tras él.
-Joven ¿Quiere darse prisa? - Una chica desde fuera, le señalaba en reloj con insistencia.
El oji azul frunció el ceño y volvió orgullosamente a su "conversación", dejando a la chica bufando molesta en la acera.
-¿Sabes? - Continuó Deidara - Deberías contestarme, estoy gastando mi crédito en teléfono público por molestar en lugar de comprar otra tarjeta - Explicaba mientas agregaba otra moneda a la caja, bufó molesto y torció el labio al no escuchar nada aún - Dile que tengo en mi poder a "obra maestra" - Soltó de forma escalofriante.
-"¡Sabía que tu la tenías!" - Soltaron tras la línea y Deidara sonrió triunfal - "Mas te vale que no te atrevas a hacerle nada o si no..."
-Vaya, si es ni mas ni menos que el cabecilla del complot - Murmuró entre risas - Tú, y yo, tenemos serios problemas amigo.
-"¿Problemas? ¿De esos que uno resuelve en el calor de una buena cama?" - Respondieron con ahínco y de forma juguetona.
-Cállate, sabes a que me refiero - Soltó molesto el rubio introduciendo una nueva moneda a la caja - Dile a Sasori, por que sé que esta contigo, que nos consiga un par de días más ¿Entendiste?
-"¿Qué? ¿Acaso mi artista estrella no puede con un trabajito indefenso?"
-¡Dile que nos consiga un par de días si no quieres que nuestras cabezas rueden idiota! - Soltó con renovado enfado - ¿Olvidas quien es el culpable de que aún no terminemos esa renovación? Pero ni creas, me la debes y lo sabes - Suspiró con cansancio - Volveré y seguiré un rato más, ¿Esta bien? - Soltó con contrastante tranquilidad.
-"Entendido" - Aquella voz también se tornó tranquila - "¿Quieres que pase por ti?" - Agregó.
-... - Deidara volvió la vista a la calle, contemplando los alrededores, había cada vez menos gente - Hum...
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Contemplaba ausente el techo del gimnasio, recostado en una de las bancas del lugar sin poder dejar de darle vueltas al mismo asunto.
-¡Joder, Sasukeee! - Kakashi se sentó de golpe, frotando sus plateados cabellos con frustración.
-¿Sigues sorprendido? - Soltó alguien más en las cercanías. Kakashi volvió la vista sin sorprenderse.
-¿Tú no?
Aún en momentos así, Iruka no dejaba de lucir bien. Con sus cabellos cayendo libremente, húmedos y goteando sobre la toalla a sus hombros y solo ese pans holgado. El peli plata suspiró dejando caer su rostro cabizbajo, derrotado cuando Sasuke volvió a su mente. Estaba aún demasiado preocupado para prestar mucha atención a otros detalles.
-Al menos la verdad, resultó más sensata que tu primer teoría - Razonó Iruka con tranquilidad, rodeando la banca para sentarse tras él, abrazándole por detrás y recargando su rostro a su hombro.
-Es verdad - Kakashi sonrió y viró el rostro a su izquierda, consiguiendo dejar un beso corto en labios de Iruka, que este no se molestó en esquivar - Que las rabietas de Sasuke hubieran sido ataques de celos hacia su propio hermano hubieran sido algo trágico para la familia entera - Admitió - Pero eso no es lo grave del problema...
-Lo sé - El castaño le miraba también de forma decaída - Lo vi también.
-No, no entiendes, no conoces a Sasuke como yo. Iruka, me temo que Sasuke no se ha dado cuenta todavía de la magnitud sus acciones... de lo que está haciendo... de lo que está sintiendo. Además... - un toque de preocupación apareció en el rostro de Kakashi - Itachi es el peor perdedor del mundo... ese niño parece que también lo sabe, si Itachi se entera, no sé que pueda suceder.
-Sasuke... - Iruka aún contemplaba a Kakashi pasivamente - Se parece tanto a ti - Murmuró rozando sus frentes, cerrando los ojos para no ver la leve sonrisa irónica que asomó el rostro del mayor - ¿Qué hacías aquí? te dije que nunca más vendría... que no esperaras - Susurró.
-Pero llegaste Iru chan... el día menos indicado, pero llegaste - Kakashi posó una mano a la cabeza del castaño, removiendo sus cabellos con suavidad - Te lo repetiré las veces que sean necesarias... Hay cosas que nunca cambian, y mi corazón, es solo una de ellas.
- Necio... Lo siento...
-Deja de hacer eso - Kakashi volvió a sonreír, cerrando los ojos al apoyarse totalmente en el - Yo soy el que te busca, no es tu culpa. Soy el que acepta que las cosas sean así... deja de disculparte.
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Apagó el televisor al no haber nada bueno, o mejor dicho, al no conseguir distraerse, derrumbándose boca abajo en la comodidad de la almohada y alfombra de su habitación... solo buscando un segundo de paz.
-¡Gaa chan! - Temari irrumpió en la habitación sin tocar y Gaara supo que el mundo no conocía la justicia - ¡Gaa chan arriba!
El peli rojo ladeó el rostro lentamente, mirando con desgano a su hermana revoloteando al abrir las ventanas de la habitación. ¿Qué no tenía frío? Parloteando miles de cosas que no le interesaban, o mejor dicho, que no ganaban su interés.
-Papá dice que es el último favor que nos pide, le dije que te negarías rotundamente pero ya lo conoces, dijo que de negarte te despidieras de Japón, ¿Qué dices? - Y la rubia se agachó frente a él, mirándole atentamente.
-Hai - Murmuró con las mismas ganas que tenía desde hacía rato - Esta bien.
-Definitivamente has estado raro, no pensé que aceptarías algo así con tanta facilidad - Temari ladeó el rostro sin quitarle la vista de encima. Gaara volvió su rostro a la almohada. Como odiaba el instinto femenino, y los sonrojos que últimamente solían aparecer cuando recordaba... "eso" - En fin, buenas noches Gaa chan.
El oji verde le sintió dejar un beso en sus cabellos, alborotándoselos antes de salir de la habitación tan rápido como había llegado... al fin, quietud... una brisa fría recorrió el lugar desde la ventana, consiguiendo hacerlo titiritar... el mundo, no conocía la consideración.
Se levantó con calma, cerrando un ojo en acto reflejo al conseguir sentarse. En verdad era difícil andar el día entero así sin quejarse. Se acercó a la ventana para cerrarla, mirando a su paso las... ¿Vacías calles del suburbio?...
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Se detuvo al fin, respirando con agitación tras uno de sus ya frecuentes recorridos maratónicos. Se sujetó a lo primero que alcanzó cuando el mundo pareció girar un instante, consecuencias de detenerse tan repentinamente.
Alzó la vista, contemplando el solitario y oscuro parque infantil al que había ido a dar, optando por sentarse al columpio del que se sujetaba, recuperando aire con más confianza.
"El no es para ti"
Cerró los ojos con fuerza, negando con enfado ¡Lo sabía! ¡No era necesaria tanta faena! Abrió de nuevo los ojos sin levantar la vista, clamando aire aún con rapidez ¿Que tenía que hacer Kakashi en el gimnasio en domingo y a esa hora?... ¿Por qué tuvo que verlo él justamente?... ¿Por qué tuvo que verlo alguien?
Y sus palabras hicieron eco de nuevo en su mente.
-Yo no... - Murmuró aferrando las cadenas del columpio con fuerza - No es eso... - Y sujetó su pecho una vez más - Yo... lo sé - respiraba cada vez con mayor rapidez, esa carrera si que le estaba pasando factura - Sé que aquello... - Susurró - Fue un sueño... pero son solo sueños - agregó a modo de excusa - Son solo sueños Kakashi... - Sasuke alzó el rostro lentamente notando lo borroso que veía el lugar - Y los sueños, no son reales... todo esta bien, por que los sueños desaparecen... y mueren...
Parpadeó tratando de aclarar su visión y aquello que llevaba reteniendo desde que huyó de Kakashi, desde que escuchó aquella frase tan obvia y molesta, emergió.
Se sentía frustrado... se sentía mal... impotente al saber perfectamente que era aquello que caía libremente por sus mejillas. Húmedas y frías, una tras otra, sin importar en lo más mínimo donde estaba su orgullo. Balanceó levemente el columpio, quizás así, con la brisa, secarían con mayor rapidez.
Se balanceó un poco más fuerte. Que fiasco... haberse aferrado a un extraño al grado de correr tras él en un aeropuerto... Se impulsó un poco más alto... Haberse entregado conscientemente pese a estar ebrio... Que iluso...
Sonrió con burla, impulsándose una vez más... ¡Que fiasco era haber llegado a querer tanto...
Derrapó los pies en la tierra, deteniendo el columpio con rapidez al escuchar pasos en la hojarasca de las cercanías, pasando sus manos por su rostro con disimulo, permaneciendo cabizbajo al notar que se detenían frente a él... ¿Kakashi le habría seguido?
-Sasuke - Llamó aquella voz tan inesperada y Sasuke se paralizó al darse cuenta de a quien pertenecía - ¿Sasuke que tienes?
Gaara le miraba de frente y desconcertado, alcanzándole al fin tras haberle visto pasar corriendo justo por delante de su casa, sin creer realmente lo que tenía delante suyo, o mejor dicho, las condiciones en que ese alguien parecía estar frente suyo.
-... - No podía levantar el rostro, como dejar que le viera así, como dejar que notara que... no era precisamente por él - No es nada - Susurró con rapidez e indiferencia.
-Nada - Repitió el peli rojo, agachándose para mirarle mejor, frunciendo el ceño cuando Sasuke desvió el rostro a un lado con sus mechones en el rostro -... ¿te riñeron?
- No es nada - Repitió.
-Nada... - Murmuró con enfado, dejando un pequeño silencio, haciendo memoria - ¿Tu hermano tuvo que ver? - Sasuke negó con rapidez y Gaara sonrió débilmente - Es él único que podía lastimarte así... ¿no?
-No...- Curioso... curioso que Gaara empezara a conocerlo así de bien ¡Kakashi boca floja! Esa información debía habérsela dicho él. Sasuke se estremeció al sentir al menor abrazarle con suavidad.
-Si se meten contigo... se meten conmigo, somos cómplices ¿recuerdas? - Gaara lo estrechó un poco más, sin conseguir moverlo un centímetro - Ahora, busquemos un sitio más...
-Neh - Soltó en un susurró, aún fuertemente aferrado a las cadenas del columpio - ¿No mentías? ... Cuando ayer dijiste"Te quiero"... ¿No mentías?
-No necesito repetírtelo Sasu - Gaara se sonrojó un poco desviando la vista un segundo - Sabes que te quiero, de verdad y... mucho...
Sasuke cerró los ojos con fuerza, soltándose de súbito para corresponder ese abrazo ante la sorpresa del menor.
-¿Sabes? - Murmuró Sasuke luchando por no derrumbarse, después de todo, con Gaara ahí, no tenía razones para ello - Yo también te quiero mucho y... perdón... de verdad, lo siento.
Gaara frunció el ceño con extrañeza ¿Qué significaba eso? Después de todo, esto distaba demasiado de las historias románticas que Temari solía leer, y no es que esperara hacer de Romeo y Julieta con Sasuke, era solo que... solo que... ¿Romeo estaba tan triste cuando iba junto a Julieta?
Sonrió al notar lo tonto que estaba sonando. Se limitó a esperar, frotando su espalda en repetidas ocasiones, mirando alrededor varias veces, perdiendo la noción del tiempo que llevarían así. Buscar un sitio cálido para hablar mejor ya era algo absurdo con la hora, lo mejor era volver, pero después de un rato más, una idea extraña pasó por su mente ¿Acaso Sasuke... no quería volver?
-Sasu... - Llamó, sin obtener respuesta - Sasu... - Intentó de nuevo - ¿Quieres...? - Se sonrojó al darse cuenta que sonaría más horrible de lo que había pensado - ¿Quieres venir a mi cuarto?
Un pequeño silencio... que vergüenza ¡Jamás debió pedirle eso!... más frío, y Sasuke asintió.
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Se removió al sentir su cuerpo estremecerse, cerró los ojos con algo de fuerza, debatiendo internamente si debía
despertar o no. Algo lejanamente parecido a un gemido emanó de sus propios labios, haciéndolo más consciente de que realmente podía despertar y... quizás si deseaba despertar... ¿Por qué estaba tan inquieto?
Abrió los ojos al fin, medio adormilado, contemplándose cómoda y correctamente tapado por las colchas. Parpadeó, molesto por la tenue luz que provenía del escritorio de la habitación y se sentó frotando una mano por su rostro para espabilar.
-¿Te molesta la luz? - Exclamaron bajito desde la puerta del baño. Naruto posó la vista en Itachi, le miró en pijama y negó en silencio al creer se preparaba también para descansar - Si te cubres entero, puedes volver a dormir.
El azabache se acercó al escritorio y tomó uno de los libros que había puesto ahí tras su llagada, tomando asiento cómodamente de espaldas al mueble.
-¿Estudiarás? - Murmuró el oji azul, mirándole asentir sin apartar la vista del texto.
Naruto volvió a frotar sus ojos notando con extrañeza la enorme manga contra la que se refregaba. Se miró con una de las camisas de Itachi a modo de pijama y volvió la vista a él de reojo al entender que lo había despertado
-Tú... me manoseaste - Soltó bajito, con un deje de reproche.
-Te cambié, no pensabas dormir así - Exclamó Itachi, pasando la página del libro - No te enojes, no te hice nada.
-... - Naruto afiló levemente sus zafiros y sin miramientos... - Salías del baño - Agregó con duda.
-Prueba más a mi favor de que no te hice nada - Itachi le miró con severidad un instante antes de volver a su libro de texto.
Abogados... siempre buscando pruebas.
Naruto le quitó la mirada de encima, es verdad, Itachi si que tenía razones para quejarse. Cerró los ojos y suspiró frotando sus brazos contras sí al sentir su piel estremecerse aún por lo que quiera que le hubiera hecho Itachi momentos atrás. Le miró de nuevo, leyendo en silencio.
Ahora que había aclarado las cosas con Sasuke, por así decir ¿Aún tendría problemas para estar con Itachi?... Quería que las cosas funcionaran, había decidido "recoger la toalla tirada en el ring", había dado el primer paso y ahora... solo había una manera de averiguar si ya podía volver a caminar, o por el contrario, seguía cojeando, lastimado por tantos tropiezos.
Naruto bostezó sonoramente, captando la atención de Itachi para bajar de la cama con "sumo cuidado".
-Tómate tus pastillas - Dedicó el mayor de forma ausente y Naruto torció el labio molesto cuando el volvió la vista al libro.
En fin, se dirigió al baño, pasando una mano por su estómago en el camino... agruras molestas.
Itachi alzó la vista un segundo al ver que tardaba. No necesitaba de mucho para tomar un vaso de agua, cuatro tabletas y su nuevo tratamiento. Cerró el libro y se levantó, necesitaba asegurarse que estuviera bien, deteniéndose a medio camino al ver que ya salía.
-¿Todo bien? - Preguntó al notarle un gesto de falso enfado.
-¿Hum?... si - Naruto sonrió frotando una mano por su estómago una vez más, ya pasaría... pronto pasarían.
Volvió la vista a Itachi al notar que volvía a su sillón como si nada. Sin prisa, le siguió pasivo y lentamente.
Itachi leía de nuevo, o eso quería, pues notar a Naruto caminando a su alrededor y mirándole tal cual depredador a su presa, no era algo que cuadrara en este justo momento de su relación. Miró de reojo a Naruto sentarse al escritorio y notó perfectamente el amplio cuello de la camisa resbalarle por el hombro de forma sexy... kuso... levantó un poco más el libro, forzándose a leer... leer, leer.
Naruto torció el labio y bajó con lentitud. Pasó a su lado y rozó con una mano el brazo de Itachi, posándola con la otra a su hombro al situarse detrás, presionando ambos lados con delicadeza al inclinarse hacia él.
-Estas tenso - Susurró a su oído.
-Naru chan - Itachi cerró el libro frente a él con enfado. Si quería torturarlo lo estaba consiguiendo, y si Kisame le aconsejaba semejantes métodos, él no iba a permitirlo - Basta.
El aparente enfado de Itachi cambió a desconcierto, enarcando una cejita al verlo ir al frente y tomar asiento en sus piernas de forma sensual... ¿Era su imaginación o Naruto estaba provocándolo de verdad?
-Itachi - Murmuró el oji azul sonriendo al ver el libro que aún tenían de por medio. Sabía de sobra métodos que mandaba esos obstáculos lejos, muy lejos, aún hubiera exámenes, no fallaban - Fóllame... - Soltó, llevándose un dedo a los labios y ladear el rostro de forma coqueta.
El azabache abrió la boca de súbito, perplejo por semejante proposición ¡Era oficial! Naruto le había levantado el castigo. Sin esperar a que se arrepintiera, besó sus labios de inmediato, botando el libro para estrecharlo al fin, sujetándole por el cuello y la cintura.
Itachi tornó aquél beso lento, dándose tiempo para acercarlo, consiguiendo hacerle abrir la boca cuando frotó levemente sus cuerpos contra sí, aprovechando para disfrutar centímetro a centímetro en el interior de su cavidad.
Naruto se sujetó a él y posó una mano en el rostro de Itachi mientras respondía y disfrutaba de ese gesto tan propio de ellos, sin embargo... aún podía sentir ese pequeño atisbo de duda en su interior.
Debía seguir, seguir hasta finalizar lo que él mismo había provocado. Sintió sus mejillas encenderse poco a poco cuando las manos de Itachi comenzaron a recorrer su cuerpo, levantando a breves instantes el borde de la camisa a su paso y se paralizó un momento cuando Itachi juntó sus cuerpos una vez más. Él... estaba realmente "reaccionando" con la situación.
Se separaron un instante y sin avisar, Itachi se levantó de súbito. El oji azul se abrazó a él para no caer, siendo posado de espaldas a la cama en solo cuestión de instantes.
Naruto le miró despojarse del camisón y descubrió que de verdad era muy tarde para volver a atrás. Con las piernas a ambos lados de su cintura y un peligroso Itachi recién salido de abstinencia a Gatas encima suyo, desabotonando uno a uno los botones de la camisa que solo momentos atrás le había puesto... muy, muy tarde...
sin embargo. El oji azul tomó al azabache por el rostro y unió sus labios con arrebato, suspirando con él al aumentar la demanda de sus besos, alzando las manos para dejar que Itachi le arrebatara la camisa al perder la paciencia, volviendo en instantes a donde habían quedado, tirando de la liga que sujetaba esos largos cabellos oscuros para pasar la mano con libertad por ellos.
-Te extrañé... - Murmuró Itachi rozando sus labios por su cuello de forma sensual - Sentir tus besos... - Mordiéndole con suavidad y deseo al oírle suspirar con sus caricias - Probar tu piel... - Descendiendo a besos por su torso ya desnudo - Te extrañé... te necesito... te deseo...
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Un extraño crujido en el pasillo le hizo abrir los ojos. Permaneció un momento quieta y en silencio... nada... ¿Sería solo su imaginación? Un golpeteo más fuerte y se sentó de golpe, definitivamente no eran alucinaciones suyas.
-¿Tío? - Exclamó con duda.
Un chirrido más y encendió la lamparilla de junto, clavando sus ojos verde aguamarina en la puerta. Sin respuesta,
se levantó directo hacia la puerta, abriéndola de golpe para asomar al pasillo con cautela
.-¿Quién anda ahí? - Exclamó una vez más.
-¿Temari chan? - Soltaron tras ella haciéndola respingar y girar de golpe. La silueta de un hombre en sus cuarenta y algo, cabellos claros hasta los hombros y ojos castaños le devolvió su mirar desde la puerta de otra habitación en las cercanías - Con que eras tú - Exclamó su tío con alivio - Vuelve a la cama y descansa - Agregó regresando en breve a su habitación.
-¿Eh? - La rubia frunció el ceño con extrañeza.... ¿Una confusión doble? Relajando su rostro en breve - Quizás - Murmuró no muy convencida.
Volvió la vista al fondo del pasillo y se encaminó con rapidez hacia otra de las habitaciones, tomando el pestillo con certeza y girándolo sin éxito.
-¿Cerrado? - Susurró con leve sorpresa.
Miró el umbral de madera intentando pensar en una razón para que su hermano tomara semejantes medidas, hallándola casi al instante, seguro y la cerró tras ella se marchara rato atrás.
-Que descanses - Murmuró optando por volver sobre sus pasos sin querer despertarle, ya le preguntaría al día siguiente si él también habría escuchado algo.
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Tosió un par de veces y pasó el dorso de su mano por sus labios, limpiando de forma burda los restos de saliva que tendría en ellos. Contemplaba entre cansado e indiferente el interior del inodoro, aferrando una vez más el borde, cuidando que el sudor en sus manos no le hiciera jugarretas.
Otra vez frío... y más intenso que antes, sería el sudor que le empapaba el cuerpo. Al final, había terminado por cortar todo el rollo sin haber llegado a nada, pero era eso o terminar por vomitarle en la cara.
-¡Naruto abre de una jodida vez! - Notó que él llamaba de nuevo a la puerta. No pensaba abrir - ¡Naruto!
Otra vez nauseas...
Una nueva arcada y tosió con fuerza al no tener más que devolver... ¡Maldición!... Ignoró una vez más el llamado a la puerta, llevándose una mano a la boca para amortiguar ese acceso de tos. No quería... no quería lastima de nadie... no quería pensar de nuevo en eso.
La tos se detuvo al fin y apartó la mano, mirándola fijamente al notar algo extraño en esto...
-¿Sangre? - Susurró inaudible, percatándose del temblar que se apoderó de él.
Sin perder tiempo tiró de la palanca y tomó el papel, limpiándose con suma rapidez, tallando el piso que había llegado a salpicar de ese tono tan horrible... ¿Sangre?... Tiró el papel teñido al cesto y le cubrió con más, levantándose rápidamente para abrir el grifo de agua. Frotó sus manos con ansiedad más de una vez, enjuagándose la boca también... ¿Por qué sangre?
-¡¡Naruto!!
Un tirón por su brazo y se vio frente a frente con Itachi, observándole molesto sin que eso aparatara aquella palabra de su mente... ¿Por qué sangre?... Naruto amagó con volver de frente al grifo, necesitaba lavarse, pero el fuerte agarra del mayor le hizo permanecer al frente, intentó de nuevo sin éxito ¡Necesitaba lavarse!
-Estás limpio ya - Murmuró Itachi abrazándole con suavidad, aferrándole un poco más al notar el temblor del oji azul entre sus brazos - Estás limpio ya.
Naruto frunció el ceño. No, no lo estaba. Quiso zafarse, enfadándose al no conseguirlo. ¡No necesitaba lástima de nadie!
-Quiero estar solo - Murmuró Naruto con falsa frialdad, sin lograr inmutar al mayor - ¡Déjame solo! - Soltó exasperado forcejeando con él una vez más.
-¡Naruto maldición! - Itachi le aferró con fuerza por las muñecas - ¡Cálmate! - logrando paralizarlo cuando le besó de súbito.
El oji azul abrió los ojos con sorpresa un segundo, cerrándolos con fuerza al siguiente... "No me beses, no lo hagas"... aferrando sus hombros con fuerza y apretándolos a modo de reproche... "Te sabrá a sangre"...
Naruto siempre había contemplado las razones que Itachi tendría para estar con él, las posibilidades que su decreciente salud le ofrecía, el destino que le esperaba... y lo aceptaba... había concluido que Itachi por lo menos le quería, su salud tenía una última oportunidad y podría vivir tranquilo, pero ahora... ahora... por primera vez, sentía que todo era inútil... por primera vez sintió la magnitud de la palabra "muerte" en sus hombros... sentía miedo... pero era algo que debía superar... solo.
Itachi le liberó las manos y se apartó, abrazándole débilmente, con algo de temor y desconcierto. Su típico sabor dulzón, Naruto, él... sabía a...
-Déjame solo - Repitió el oji azul cabizbajo, con ese temblor aún en su voz y su cuerpo.
-No - Le aferró un poco más - ¿No entiendes que estoy contigo?
-No tienes que hacerlo...
-¡Quiero hacerlo! - Itachi cerró los ojos con fuerza - No estás solo, no tienes que hacerlo solo, estoy contigo, ¿No lo entiendes? Estaré contigo... déjame sobrellevarlo contigo, puedes aferrarte a mí que yo... no te soltaré.
Naruto miraba al frente en silencio y sus labios temblaron un momento. Aunque fuera por lástima, esas palabras... le daban calidez. Le aferró los brazos con duda.
-No tienes que estar solo - Repitió el azabache bajito - Estaré contigo... puedes aferrarte a mí.
Deslizó sus manos por su espalda... "No quiero estar solo"... Naruto cerró los ojos acomodándose en su regazo... "No quiero temer". Aunque fuera solo por un tiempo ¿Podría Itachi fingir un tiempo más?... Quería creer en esas palabras, confiar en él... ¿Podría estar a su lado... solo un tiempo más?
-Regresemos... - Exclamó el mayor aún preocupado - Necesitas dormir...
Naruto asintió sin soltarle aún... ¿Podría regalarle... solo el tiempo que le quedara?
o.0.o.0.o.0.o. CONTINUARÁ .o.0.o.0.o.0.o