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Curiosamente unidos. por Alinna

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Notas del capitulo: Encuentros y nuevas decisiones.
No sabía muy bien con que sensación se despertó en el cuerpo, después de darse una ducha y ponerse el uniforme del instituto se miró vagamente en el espejo, todo seguía igual…nada cambió y la sensación ardiente en sus labios aún seguía atormentándole.

La conversación con Gabriel le había ayudado bastante, Johan tenía novia, un equipo de fútbol que lo era casi todo para él, unos amigos que le valoraban hasta el punto de idolatrarle… ¿entonces porque besarle?

No conocía a la novia del castaño, la había visto algunas veces, una chica muy guapa y con una sonrisa algo de plástico, pero no le gustaba juzgar a las personas sin conocerlas, sus dos amigas, Elizabeth y Mya le habían contado que era tan superficial que no la aguantaba nadie, tan solo su grupo de amigas que tenía el mismo peso de cerebro, según Elizabeth no llegaba ni a los dos gramos.

Ladeó la cabeza, y luego, estaba el hecho de que ambos eran chicos, nunca le había parecido que Johan fuera homosexual, pero por el beso apasionado que le dio…

Se sonrojó hasta las orejas y se pasó las manos por el rostro, él tampoco se había planteado si le gustaban los chicos o no, tan solo había salido con chicas y el beso con el castaño no le desagradó en lo absoluto.

Miró hacia la ventana y el sol le dio de pleno en el rostro, dentro de poco serían las vacaciones de verano, Johan se iría a la universidad y ya no lo vería más, quizá coincidirían un día por la calle…pero…

El corazón le comenzó a palpitar cada vez más rápido y se quedó parado en frente del espejo. ¿Ya no le vería más?

Agarró sus cosas y tras cerrar con llave y coger la bicicleta comenzó a ir hacia el instituto, hoy su padre se había ido antes por una reunión y no había podido llevarle.

Entró en el aula con desgana, llegó demasiado temprano no había nadie, miró por la ventana distraído y vio como los del equipo de fútbol salían, Johan caminaba solo por el medio del patio, ya con el uniforme, una chica rubia le seguía e intentaba hablarle pero el castaño no parecía prestarle mucha atención.

Era Sara.

Apoyó su rostro en el frío cristal y se quedó observando al jugador, quién le diría que el gran Johan, uno de los chicos más populares, le había besado apasionadamente contra la puerta de su habitación. Volvió a sonrojarse por segunda vez en esa mañana y vio como el castaño clavaba des del patio sus ojos azules en él, se puso nervioso y tras aguantarle la mirada unos segundos miró hacia otro lado. Cuando intentó localizar otra vez al jugador ya no estaba en el patio.

Suspiró entre aliviado y nervioso, solo debía evitarle y en cuanto surgiera el momento oportuno ya aclararían las cosas, seguramente Johan le diría que había sido un impulso tonto, que era tan solo una broma o peor, podía haberlo hecho para dejarle en ridículo delante de sus amigos.

Aunque le quedaba la esperanza de que no sería así y que lo que vio en Johan y lo poco que conoció era cierto.

Honesto…y algo apasionado.

Ladeó el rostro bruscamente y miró dentro de uno de los pupitres de Mya, había esa estúpida revista que hizo que ellos dos se conocieran, la miró por encima: era de ayer, decía las predicciones del horóscopo para toda la semana y la que venía después.

"A ver… Tauro…aquí…ehm…dice: tendrás sorpresas y podría ser que te ocurriera algo fuera de lo normal…" suspiró fastidiado. "…lo siento pero ya me ha ocurrido…"

Dejó la revista encima del pupitre y vio como la puerta se abría, por fin comenzaba a llegar gente.

"Hola Erick…"

Se volteó al escuchar esa voz que le era tan familiar.

"Jo-johan…" se quedó parado delante de él, el castaño simplemente entró y cerró la puerta tras de él, acercándose lentamente, haciendo que Erick retrocediera hasta chocar su espalda con el frió cristal de la ventana. "…bu-buenos días…¿querías algo?"

"No te hagas el tonto Erick…" pasó uno de sus brazos por uno de los costados del moreno, haciendo sentir a este totalmente atrapado.

"No sé de que me hablas…" suspiró y bajó la mirada, no le seguiría el juego, Johan tenía novia.

"De lo del otro día…" Johan clavó sus ojos azules en él.

"Ah eso…ya ni me acordaba, fue una broma bastante extraña…no pensemos más en ello ¿vale? Es una tontería." El moreno sonrió y se apartó de esos brazos que le atrapaban. El más alto volvió a atraparlo y lo empujó contra la pared algo brusco, sorprendiendo a Erick.

"¿Lo dices en serio?"

Tragó en seco, otra vez esa mirada tan penetrante, esos ojos azules mostraban agresividad, deseo, totalmente diferentes a los que veía cuando hablaba tranquilamente con él.

"Claro…" se quedó parado delante del mayor que continuaba sin dejarle ir. "…venga apártate que dentro de poco comenzaran las clases…"

"Mientes…" su voz hizo que levantara el rostro, las manos poderosas del castaño le agarraron fuertemente de la nuca y lo acercaron a él, se agachó un poco y atrapó otra vez esos labios.

Las manos delicadas del moreno estaban en el pecho musculado de Johan, sin saber muy bien si apartarle o retenerle. El cuerpo de Erick reaccionaba antes que sus pensamientos, respondía al beso con pasión, más entregado que la primera vez, disfrutando de los labios que le besaban apasionadamente.

Se separaron poco a poco, respirando entre ellos.

"Esto esta mal…" pasó sus manos blancas por el rostro del castaño, mirando los ojos azules que le miraban con deseo.

"Erick…" pasó sus fuertes brazos alrededor del cuerpo delicado atrapándolo, acariciando esa cadera estrecha, delineando sus formas, deleitándose con el contacto de su cuerpo, tantas veces le había observado y lo había deseado… sin darse cuenta había llegado a esa situación, sin darse cuenta comenzó a desear con tanta pasión besar esos labios. Atrapar esa delicada figura que parecía tan frágil.

Pasó su lengua por sus labios y la adentró en esa deliciosa boca que le hacia volver loco, comprobando que el ojiverde contestaba tímidamente al beso para luego seguir el juego de sus lenguas y abrazar con más fuerza su espalda ancha, perdiéndose en ella.

El contacto frío del cristal de la ventana en su espalda, el calor de sus cuerpos.

Escucharon pasos y Erick le empujó por el pecho apartándolo y respirando agitadamente. Mirándose a los ojos, viendo la fuerte figura de Johan más sexy y provocadora que nunca.

"Esto…esto no tiene que suceder más…" el moreno se pasó las manos por el rostro e intentó irse inútilmente, Johan le agarraba del brazo. "¡Déjame Johan!"

"¡Escúchame!" agarró por la cintura a Erick haciendo que le encarara.

"¿Qué ocurre aquí?" se voltearon ambos al escuchar ese tono de voz tan familiar.

"Sara…" Johan soltó suavemente la cintura del moreno y este se quedó quieto, aún sujeto por la mano de Johan.

"Te estaba buscando…me gustaría hablar a solas…" recalcó lo último y miró con desprecio al moreno que aún estaba completamente sonrojado. "…¿se puede saber que ha ocurrido? Hay un aire un poco tenso…"

Erick iba a irse soltándose del agarre de Johan.

"Nada…y a ti no te importa." Las palabras secas del castaño hicieron que Erick mirara sorprendido a Johan. "…no hay nada que hablar, hemos terminado y ya esta."

Erick se quedó con los ojos abiertos de par en par. No se podía creer lo que oía, miró de reojo a la rubia que le miraba casi al borde de las lágrimas.

"¡Eres un estúpido!" gritó y la alarma del comienzo de clases sonó. Se oía el murmuro de la gente que comenzaba a subir, Sara tras dar una última mirada a los dos chicos se fue cerrando la puerta de un portazo.

"…" Johan soltó el agarre y se pasó las manos por el cabello, nervioso. "Ven al terrado a la hora del patio…me gustaría hablar contigo…"

"…" agachó la mirada sonrojado y Johan la pasó la mano por el hombro sobresaltándole.

"Por favor…" se volteó y abrió la puerta cruzándose con dos o tres compañeras de clase del menor. "…nos vemos."

Y Erick asintió nervioso, aún sintiendo que iba a caer de lo que le temblaban las piernas.
















Miraba entretenido la agenda de Anthony, algunas anotaciones para los deberes, alguna que otra cosa anotada por alguna chica y demás, cogió un bolígrafo que había por allí y comenzó a tachar todos los nombres de las estúpidas chicas que se habían anotado allí. La dejó en el suelo y tras estirarse perezosamente se sentó en la cama mirando al pelirrojo que dormía.

"Anth…despierta…" Gabriel bostezó y escuchó como el pelirrojo clamaba por dormir un poco más. Sonrió, quién le hubiera dicho que esa mañana amanecería en su cama, tras lo ocurrido en los baños no pudo hacer más que ir a su casa esa misma noche, su cuerpo deseaba estar con él.

"Buenos días…" Anthony abrió los ojos poco a poco y observó al castaño sonriendo, se levantó y abrazó por detrás a Gabriel quedándose con los labios pegados en su cuello.

"Me haces cosquillas…"

"Yo preferiría hacer otro tipo de cosas…" puso una mano en el pecho del menor empujándolo hacia atrás y colocándose él encima. Besando sus labios mientras acariciaba el cuerpo desnudo de Gabriel.

"¿No tuviste bastante ayer?" se rió entre el beso y agarró por el rostro al pelirrojo, acariciando sus mejillas, mientras este hacia el intento de volver a besarle.

"No…¿o es que eres como el ángel Gabriel y me vas a castigar por mis pecados?" se rió y lamió los labios del castaño, quizá pararía sus labios pero sus manos no, acarició el miembro del castaño haciendo que suspirara.

"¿Acaso eres Satanás?" mordió el labio inferior de Anthony.

"Seguramente soy mejor que él en la cama…" sonrió lascivamente.

"Pues no te voy a perdonar los pecados…" besó profundamente al pelirrojo perdiéndose en esa boca que le enloquecía, pasando sus delicados brazos por esa espalda ancha y musculada, profundizando el beso sin separarse de esos labios que le provocaban tanto.

Las manos del mayor recorrieron el cuerpo delicado de Gabriel agarrando con decisión sus piernas y haciendo que rodearan su cintura, rozando su miembro erguido contra la entrada del castaño haciéndole gemir entre el beso.

Rompió el beso y quitó la sábana que los tapaba a ambos, pasando su lengua y delineando un camino húmedo hasta la cadera de Gabriel haciendo que suspirara sofocadamente.

"Ahn…" pasó sus manos y sus delgados dedos por el cabello largo y sedoso de Anthony. "…venga…no me tortures más Anth…"

¿Cómo iba a negarse a tal petición?

Lamió el miembro del menor, disfrutando de los sonidos eróticos que salían de la garganta de este, metiéndose por entero el miembro duro, sintiendo las manos en su cabeza que le empujaban con frenesí cada vez a un ritmo más rápido.

Dios, le volvía loco.

Dejó su miembro para bajar hacia su entrada, haciendo que Gabriel temblara ante el contacto de la ávida lengua, haciendo que se estremeciera y gimiera de placer, agarrándose a las sábanas.

"¿Qué es lo que quieres?" suspiró sofocadamente volviendo a los labios del castaño, besándolos febrilmente mirando esos ojos color miel, se pasó la lengua por los labios y sintió la mano de Gabriel en su cabello tirando ligeramente de él dejando expuesto su cuello.

"Quiero que metas esto…" agarró con la otra mano el miembro duro de Anthony masajeándolo ligeramente. "…y que me hagas desvariar…" pasó la lengua por ese cuello clavando eróticamente los dientes.

"Ah…" gimió anticipadamente, Gabriel le calentaba tanto.

"Ven…" abrió ligeramente las piernas y rodeó firmemente la cintura del mayor, moviendo sus caderas, haciendo que el miembro excitado rozara en su entrada. "…aaahn…te quiero ya…"

Entró de golpe dentro de ese delicioso cuerpo, sintiendo la estrechez de este, gimiendo fuertemente con el castaño que arañó de arriba abajo su espalda. Comenzó a moverse lenta y profundamente, haciendo del vaivén algo completamente delicioso.

"Gabriel…" besó sus labios y los mordió, dejándolo rojos e hinchados.

"Ma-más rápido…" el castaño tiró la cabeza hacia atrás sintiendo que dentro de poco llegaría al clímax. Estaba muy excitado y no aguantaría mucho más teniendo a Anthony dentro de él.

El pelirrojo obedeció y comenzó a moverse más rápido, más intenso, llegando al límite, dando en ese lugar que hacia que el menor gimiera bajo su yugo, completamente tomados ambos por la pasión.

Sintió una corriente eléctrica que recorrió su espina y como el orgasmo inundaba su cuerpo, haciendo que gimiera roncamente y llenara completamente a Gabriel, quien se derramó entre ambos.

Cayó exhausto encima de su cuerpo, respirando agitadamente, intentando regularizar su respiración. Sintiendo las pieles pegadas y la respiración entrecortada de Gabriel en su cuello.

Las manos delgadas y de pianista como él decía, rodearon su espalda y sintió esos labios carnoso besarle la sien.

"Quédate aquí todo el día…" Anthony salió lentamente de él y apoyándose sobre sus codos observó a Gabriel, estaba tan hermoso, los cabellos alborotados, los labios hinchados y rojos, la boca entreabierta, los ojos un poco humedecido y nublados, y su pecho subiendo y bajando por la respiración.

Solo él vería esa imagen.

Un Gabriel exhausto por hacer el amor.

Solo él.

"Cómo tu quieras…" sonrió y pasó sus manos por el cabello largo y rojo que caía como una cortina. "Anth…"

"Dime…" pasó sus amplias y poderosas manos por los labios de Gabriel, agradeciendo volver a tenerle en sus brazos y disfrutar de los momentos de intimidad que tenían.

"¿Qué somos?"

"Un chico muy guapo y pelirrojo con un angelical castaño claro que le esta observando con ojitos de niño bueno…" sonrió y recibió un pellizco en el abdomen. "¡Auch!"

"En serio…ya sabes…si tan solo ha sido un polvo prefiero que me lo digas…" su corazón palpitaba fuertemente, no sabía muy bien que respuesta prefería.

"Si hubiera sido un polvo no te hubiera echo una tercera ronda y mucho menos por la mañana…te habría dicho que te fueras…¿y que te acabo de decir angelito?" besó sus labios y Gabriel sonrió cariñosamente.

"Que me quede todo el día…"

"Y si te quieres quedar más tiempo puedes…" Anthony besó la mejilla del castaño y se quedó abrazándolo. "…deberíamos ir a ducharnos…estamos pegajosos…"

"Creo que si…"

Ambos se sonrieron mutuamente.

"Pues venga vamos." Se levantó de la cama y fue al baño. "¿Vienes?"

"Si…¿sabes en que estaba pensando?" Gabriel se sentó en la mullida cama para luego levantarse y observar la cama revuelta, escuchó el ruido del agua correr y un; dime, por parte del pelirrojo. "…Nada da igual." Se rió por lo bajo y fue hacia el baño.

Habían acertado con lo de que para Piscis sería un muy buen día.
Notas finales: Primeramente disculparme por tardarme tanto en actualizar, pero he ido algo atareada...u.u así que si aún hay alguien por aquí espero que disfrute de este nuevo capitulo n_n

Muchas gracias a todos los que leen y comentan, me animan a continuar ^_^

Nos vemos en el próximo capitulo! Y espero que sea más pronto!

Dejar comentarios, opiniones, etc. Muchas gracias!

Besos y cuídense n_n

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