Como cada mañana, no pudo evitar levantarse temprano, miró a su lado y vio como el moreno dormía placidamente, su respiración era delicada como él mismo y los cabellos negros despeinados le caían por su frente, se inclinó levemente y le besó los labios suavemente para no despertarle. Se puso la ropa deportiva en el baño y salió a correr por la playa.
Le costaba acostumbrarse a no tener un entrenamiento físico como cuando estaba en la ciudad que iba a un campo para entrenar fútbol y no perder la habilidad. Y algo a lo que tampoco se acostumbraba era a dormir con Erick, no le desagradaba, para nada, pero le costaba controlarse y no hacer alguna estupidez. Tampoco quería intentarlo ya que llevaban poco tiempo juntos y pensaba que quizá Erick le despreciaría.
Demasiadas dudas.
Volvió al cabo de una hora y abrió la puerta silenciosamente, quizá aún no se había despertado nadie. Vio que Gabriel estaba preparando algo en la cocina, llevaba una camiseta ancha que reconoció que era de Anthony.
"Hola buenos días…" Johan se retiró el cabello pegado en su frente de haber corrido tanto rato, el castaño claro se volteó y le sonrió.
"Buenos días Johan…vaya…¿de donde vienes?" le miró extrañado mientras observaba al castaño que suspiraba cansado.
"De correr por la playa…me ayuda a quitar las presiones y a desahogarme un poco…" lo dijo sin pensar y Gabriel enarcó una ceja.
"Iré sin rodeos…¿Habéis tenido ya sexo tu y Erick?" le dio un sorbo a su taza humeante de café, mientras que Johan para la sorpresa del castaño claro, sin sonrojarse negó ligeramente con la cabeza. Ese chico tenía facetas desconocidas. "¿Es eso lo que te preocupa?"
"Un poco…no sé si ha sido buena idea dormir con él…me cuesta controlarme…quiero ir más allá de los besos…y mi cuerpo pide a gritos abalanzarme sobre Erick." Desvió la mirada tranquilo, Gabriel se sonrojó levemente, decididamente Johan parecía pasional. Y lo escondía muy bien bajo esa faceta tranquila y despreocupada.
"Quizá…yo no soy el mejor en aconsejar, porque yo y Anth vamos bastante…descontrolados en ese tema." Se rió débilmente sonsacándole una sonrisa a Johan. "…pero siempre puedes comentárselo, no es una buena comparación, pero cuando a Anthony le apetece hacer algo conmigo me lo dice…"
"O directamente lo hace ¿no?" Johan se rió haciendo que Gabriel suspirara.
"Pues si…no te voy a mentir, aunque a veces actuar impulsivamente no es del todo incorrecto, a veces hace que una persona se decida que hacer y en no perder la oportunidad." La puerta de una de las habitaciones se abrió y el pelirrojo entró en la cocina en ropa interior, Gabriel suspiró fuertemente y se pasó la mano por el rostro. "…¿acaso no tienes vergüenza?"
Anthony tras darle una palmada en la espalda a Johan a modo de saludo se acercó a Gabriel agarrándolo y acercándolo a él, besándole efusivamente, Gabriel comenzó a darle golpes en el pecho para que se separara, decididamente no tenia vergüenza.
"Bueno chicos, os dejo a lo vuestro…me voy a duchar."
"¡Eres tonto!" se separó de Anthony pellizcándole el trasero, haciendo que este sonriera entre el beso y agarrando por la cintura al menor. "¿No ves que Johan estaba delante?"
"Si lo sé…precisamente no es muy bajito que se diga, y es ancho de espaldas y moreno…creo que si que se ve bastante…" sonrió diciendo eso con tono irónico. "…pero es que verte con esta camisa y la ropa interior me pone tanto…" lamió los labios del más bajo perdiéndose en esa boca que le enloquecía.
"Anth…" pasó sus brazos alrededor del cuello del más alto, disfrutando del beso.
"Perdonad…¿el baño esta libre?" Erick los miró a ambos y Anthony abriendo un ojos le dio una señal con la mano como diciéndole que si, Erick algo sonrojado se fue hacia el baño, esos dos no cambiaban ni a tiros.
Agarró sus cosas para ducharse, le molestaba un poco despertarse y no ver a Johan, cada mañana se iba a correr y le daba la sensación de que huía de él, por la noche lo notaba muy tenso y nervioso. Suspiró fuertemente y se encaminó hacia el baño, tenía mucho sueño y los ojos parecían que se le iban a cerrar. Abrió la puerta y se comenzó a desnudar.
Abrió la puerta de la ducha y se encontró con algo sorprendentemente…sexy.
Johan lo miró algo sorprendido y Erick se quedó prácticamente con la boca abierta. En cuanto saliera mataría a esos dos que le habían dicho que el baño estaba libre.
"¡Per-perdona!" se volteó y se tapó con una toalla, notó como una mano mojada le acariciaba el hombro.
"Puedes ducharte conmigo si quieres…" la voz de Johan era seria, tragó en seco y tan solo oía el palpitar de su corazón. "…si te incomoda no…"
Erick se volteó y con la mirada gacha entró con el futbolista en la ducha, cerrando la puerta tras de él, el espacio era algo reducido, pero no le incomodaba, más bien le ponía nervioso tener que estar pegado a su piel desnuda.
Se había duchado con muchos en los vestidores comunes del instituto, se había desnudado delante de muchos chicos y bromeando estando desnudo, y ahora le daba vergüenza estar delante de Johan de esa manera.
Notó como el agua le caía por el rostro y cerró los ojos fuertemente.
"Relájate…" se rió el castaño besándole la frente.
"Lo siento…te debo parecer un crío." Erick se rió débilmente, comenzando a enjabonarse y sintiendo las manos del mayor frotando su espalda, ya no estaba tan nervioso y le pareció una situación intima, como la de una pareja normal.
"Nada de eso…" le aclaró el jabón con agua y comenzó a enjabonarse el cabello y luego a aclararlo. No pudo evitar observar el cuerpo de Erick, era tan delicado, su piel era tan suave al tacto…
Maldición una sensación placentera estaba recorriendo su cuerpo, y precisamente tal y como estaban no podría disimularlo sin que el moreno se diera cuenta.
"Erick…" el aludido se volteó observando ingenuamente al castaño que le abrazó y le presionó contra su cuerpo, besando sus labios, mordiendo el inferior y sintiendo como su piel pegada se erizaba ante el contacto.
Las manos de Erick acariciaron la espalda mojada del futbolista, el agua aún corría y les mojaba a ambos, haciendo que la piel fuera más resbaladiza, sus lenguas enredándose profundamente, explorando cada rincón, Erick gimió débilmente entre el beso al sentir la erección de Johan contra la suya. Ese cuerpo le provocaba tanto…
Aunque le costara aceptarlo, había estado esperando para que esto sucediera…
Quería sentir la pasión descontrolada de Johan, sentir sus fuertes brazos presionándole contra ese cuerpo escultural, esos labios furiosos arrebatándole besos apasionados…y esa lengua explorando su boca febrilmente.
Johan decidido acarició el miembro erguido de Erick, esa situación le estaba excitando mucho, muchas veces había fantaseado en ir más allá con Erick, y ahora para su sorpresa y agrado vio que el moreno estaba también bastante excitado.
"Johan…" sus labios se abrieron en un suspiro provocando más al castaño que agarró firmemente su objeto de deseo, masajeándolo lentamente, mientras mordía la piel del lánguido cuello del menor. Haciendo que un quedo suspiro saliera de esa boca. "…ah…"
"Mierda…" sentía como su miembro comenzaba a dolerle de tan excitado que estaba, el pelinegro sofocado dirigió su mirada hacia abajo, bajó su mano y comenzó a imitar a su novio, haciendo que gimiera débilmente, haciendo que le dieran más ganas de escuchar esos gemidos. "…Erick…aahn…"
Volvió a besar esos labios, mordiéndolos, sintiendo como el menor más apasionado devolvía el beso con efusividad, masturbando su miembro más rápido, sintiendo como Johan gemía entre el beso, pero no podía separarse de esos labios.
"Más rápido…" Erick echó la cabeza hacia atrás, moviendo las caderas inconscientemente, provocando más y más al futbolista que no se perdía detalle de cada gesto del rostro de su novio. "…aaah…"
Sentía como una corriente eléctrica recorría el cuerpo de ambos, sintiendo que llegarían pronto al clímax, acariciando y masturbándose más rápido, la lengua del castaño recorriendo su cuello, mordiéndolo dejando pequeñas marcas, la mano de Erick agarrando por el cabello a Johan mientras gemía.
"¡Ahn!"
Derramándose ambos al mismo tiempo, llegando al clímax.
Se quedaron juntos, pegados, abrazados, sintiendo la piel pegada de uno y de otro, disfrutando de ese momento, de esa situación tan excitante, nueva y sobretodo de intimidad entre ellos dos.
"…te adoro…" Johan acarició el rostro de Erick, besando sus labios, dejando que el agua continuara emanando entre ellos.
"Te quiero…" esas dos palabras susurradas, hicieron que el corazón del castaño diera un vuelco, observando a su novio, que despeinado y con los ojos brillantes le observaba con sinceridad, con los labios enrojecidos y un ligero rubor en sus mejillas.
"Yo también…" sonrió ampliamente volviendo a besar sus labios.
Quizá Gabriel tenía razón, y aunque a veces va bien comentar las cosas, actuar directamente no va mal…
El móvil comenzó a sonar fuertemente, abrió los ojos pesadamente y tanteando aún con los ojos cerrados la mesa de noche agarró el maldito aparato que era tan ruidoso. Quizá iba bien para comunicarse, pero era tan molesto después de una buena dosis de sexo…y más con su angelito.
"Contesta ya…me esta matando…" Gabriel se puso la almohada en la cabeza, no tenían remedio, comenzaron en la cocina y acabaron torpemente en la habitación, aunque la ropa quedó olvidada por el pasillo.
"Cállate o te voy a castigar…" le dio un azote en el trasero y contestó. "¿Si? Al habla un lindo y sexy pelirrojo." Gabriel se rió débilmente al escucharlo, volteando su rostro para verlo, apoyándose sobre sus codos.
"Veo que estas de buen humor…" esa voz grave.
"¿Papá? ¿Cómo que me llamaste?" bostezó débilmente, viendo que Gabriel se estaba riendo descontroladamente en la cama, no creo que se molestara por esa contestación, pero al castaño claro le hizo gracia.
"Veo que estas con alguien…"
"Uhm…no es la televisión, tan solo estoy con un gatito que he encontrado." Se arrastró por la cama, hasta quedarse encima de Gabriel que se volteó boca arriba, acariciando el rostro del pelirrojo y dándole besos cortos en el cuello. "…un gatito muy grande y mimoso." Sonrió acariciando la cabeza de Gabriel que le mordió el cuello. "…muerde fuerte…" susurró.
"Ya bueno…lo que sea. ¿Llegaste ya al apartamento?"
"Claro…hace un sol espléndido y tranquilo que no romperé nada." Se mordió el labio inferior al notar como Gabriel lamía su pecho y trazaba un camino húmedo hasta su cuello y mandíbula, besando sus labios profundamente.
"Confío en ti…He hablado con tu madre y dentro de unos días nos pasaremos…queríamos hablar de un asunto contigo…"
"Ahm…" intentó contestar pero tenía los labios carnosos de Gabriel besándole, le empujó por el pecho mirándole a los ojos, mordiendo su cuello. "¿Qué asunto?" susurró contra su piel mientras el menor se reía débilmente, su respiración le hacia cosquillas.
"Sobre la universidad…hemos pensado que estaría bien que fueras al extranjero."
Las piernas de Gabriel le rodearon la cintura y volvió a besar sus labios, mientras acariciaba su espalda de arriba abajo, arañándola.
"Ah…"
"¿Anthony me escuchas?"
"Si, si…pero ya sabes que yo no quiero irme…y me dijisteis que la decisión era mía…" dejó el móvil encima de la cama dejando el manos libres. "…además creo que me quedaré con este gatito y no quiero dejarlo…es muy cariñoso y me echara en falta…" sonrió lascivamente mientras bajaba por el cuerpo de Gabriel, este le detuvo agarrándolo por la espalda.
"Métela ya…estoy muy caliente…" Gabriel sonrió mordiendo el labio inferior, susurrándole a la oreja para que no se escuchara.
"Pues no gimas muy alto…o te escuchara mi padre…" sonrió torcidamente acariciando con su miembro ya erguido la entrada del menor, haciendo que se mordiera el labio inferior, moviendo sus caderas contra las del pelirrojo en un pedido mudo.
"Ya hablaremos sobre eso, queremos que tengas un futuro brillante, y no creo que un estúpido gato tenga nada que ver…deja de poner excusas…"
"Ahhh…" reprimió un gemido al sentir el miembro duro entrar en él, arañando la espalda del pelirrojo, este sonrió complacido, haciendo un esfuerzo para no gemir, esa situación le estaba poniendo extremadamente excitado. "…no son…excusas…este gatito…es muy travieso…"
"¿Anthony se puede saber que estas haciendo?" el tono del padre del pelirrojo ya era algo enojado.
"Dios…cuélgale o oirá un gemido que no olvidará en su vida…" mordió el hombro de Anthony al sentir como este se movía lenta y profundamente dentro de él.
"Nada…tengo que colgar…dios…ahn…" colgó torpemente el móvil y lo tiró al suelo, sin dar tiempo a que su padre contestara. "…prepárate…puedes gemir cuanto quieras…"
"Anth…" comenzó a moverse más rápido, más profundo, haciendo que su cuerpo temblara de pies a cabeza, haciendo que gimiera fuertemente mientras Anthony lo embestía fuertemente. Tocando ese lugar que le hacía enloquecer.
"Ahhn…eres delicioso Gabriel…" abrazó su cuerpo, embistiendo más fuerte contra ese pequeño cuerpo, sintiendo su total estrechez, haciendo que una deliciosa sensación recorriera su cuerpo y que una capa de sudor comenzara a cubrirles a ambos. Sus respiraciones, sus gemidos…le volvían completamente loco.
"Me corro…ahhn…" Gabriel besó profundamente al pelirrojo, encontrándose con la ávida lengua que le dio juego, sintiendo como con las últimas embestidas llegaba al orgasmo y se derramaba entre ambos. Sintiendo la esencia caliente en él.
"¡Ahh!" gimió roncamente entre sus labios y cayó exhausto encima del castaño claro, respirando fuertemente.
Gabriel era mucho más que una droga.
Ese cuerpo le pedía más y no podía negarse, le hacia caer una y otra vez en sus redes.
"…dos veces…estoy cansado…" se rió haciendo que Anthony riera débilmente. Las manos delicadas de Gabriel acariciaron la espalda ancha del pelirrojo. "…te arañé bastante fuerte…yo de ti no iría a la playa hasta dentro de unos días… y tienes mis marcas por todo el cuello…" se rió besando cariñosamente su sien.
"Gabriel…"
"Dime…" acarició la larga cabellera, apreciando que en esos momentos Anthony fuera tan cariñoso con él. Su relación había cambiado tanto…
"Te quiero…"
Y esas palabras fueron las únicas que resonaron en su mente.
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