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Curiosamente unidos. por Alinna

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Notas del capitulo: Erick deberá encarar una situación nueva para él. Gabriel no podrá resistirse y el pasado de sus padres se irá viendo poco a poco descubierto.
No sabía que ponerse, sacó un montón de ropa de dentro del armario en busca de algo que pareciera formal y a la vez no tanto, Johan sentado en su cama le miraba entre aburrido y divertido. Y eso aún le ponía más nervioso. Estaba entre unos pantalones negros algo ajustados o unos vaqueros.

"¿Cuál te gusta más?" se volteó hacia su novio que se encogió de hombros.

"Si te soy sincero te prefiero en ropa interior…pero a mis padres no creo que les gustase demasiado…" riéndose suavemente hizo que Erick le pusiera morros. "…aunque mi madre ya te ha visto en ropa interior."

"Gracias a una persona que no me dio tiempo para decirle que su madre había vuelto de las comprar y que podía entrar en cualquier momento…¿acaso no tienes un seguro en la puerta?"

"No…a mis padres no les gusta que tenga uno…dicen que es innecesario…"

"Pues les podrías pedir que te colocaran uno…así me ahorraría el tener que encarar a tu madre…ahora me da vergüenza mirarla a la cara." Se quitó los pantalones y se empezó a colocar unos blancos bajo la atenta mirada del futbolista.

"A mi me pilló en pelotas…no sé que es peor." Se cruzó de brazos y Erick se acercó a la cama con el torso desnudo buscando una camiseta. "…y es que cuando te veo así me dan ganas de…" intentó atrapar al pelinegro que con intuición se separó esquivándolo. "…¿no quieres que te agarre?" sonrió torcidamente.

"No es eso querido…pero como puedes ver dentro de una hora tenemos la cena en tu casa…y se nos entretenemos en ciertas cosas…" irónico se inclinó hacia el castaño y besó sus labios levemente. "…no nos dará tiempo…porque siempre te entretienes haciéndome varias cosas para hacerme sufrir…así que…" lamió los labios del futbolista haciendo que este se sonrojara levemente por la reacción de Erick. "…no, no podemos." Se separó y agarró una camiseta de manga corta azul.

"Diablos…aunque yo no diría hacerte sufrir…más bien hacértela pasar en grande." Sonrió divertido y Erick le sacó la lengua de modo infantil. "…dentro de poco empezarás el instituto ¿no?"

"Pues si…" suspiró. "…¿tu al final en que universidad te has inscrito?"

"En la de nutrición…me interesa." Sonrió complacido. "…tendré un horario bueno y esta aquí cerca…por lo que podré, si quieres, irte a buscar algún día."

"Por mi no hay problema…" se quedó pensativo. "…el otro día les dije a Mya e Elizabeth que estaba contigo."

"¿Qué dijeron?"

"Que ya era hora…que se veía a mil metros que acabaríamos liados." Suspiró profundamente y Johan se echó a reír. "…mi padre también lo intuyó enseguida…yo no lo entiendo…creo que soy idiota y no me doy cuenta de las cosas."

"Eres ingenuo…"

"Vaya gracias…" miró enfurruñado al ojiazul.

"No es una crítica Erick…a mi me gusta, es lo que te hace ver más lindo." Consiguió hacerse con la cintura esbelta del pelinegro, besando su abdomen. "…después del instituto…¿Qué quieres hacer?" miró con curiosidad al ojiverde, nunca le había preguntado a que quería dedicarse.

"Medicina…" sonrió orgulloso. "…las notas me van perfectas últimamente, y si sigo así este año y en la selectividad estudio mucho…podré tener suficiente nota para la carrera de medicina…"

"Son muchos años…" continuó besando el abdomen del menor por encima de la ropa mientras sus manos jugaban con el borde del pantalón.

"Lo sé…pero me gusta mucho, y no es por ser creído…pero creo que tengo cualidades para poder seguir adelante con medicina." Acarició con sus manos los cabellos castaños. "…Johan…"

"¿Uhm?"

"Bésame…" se inclinó levemente quedándose a escasos centímetros del rostro del futbolista.

"Eso no se pide…" sonrió entre sus labios, besándole, llevando sus manos hasta la espalda delicada, aferrándose a ese cuerpo, levantándose de la cama, llegando hasta la puerta y dejándole acorralado allí, sin dejar de besar sus labios carnosos. "…esta situación me recuerda a la primera vez que te besé…" sonrió entre el beso volviendo a atrapar su boca, lamiendo cada rincón.

"Ahm…pero fue en tu casa…" se rió levemente y acarició la fuerte espalda, perdiéndose en cada músculo, en su piel tostada por el sol.

"Chicos…¿queréis que os lleve?" la voz del padre de Erick des de detrás de la puerta les hizo separar poco a poco. "¿Erick? ¿Johan?"

"S-si papá…ahora abro." Se separó del cuerpo caliente del futbolista y abrió la puerta tras quitar el seguro, encontrándose con su padre sonriente. "…uhm…¿Johan que hacemos?"

"Hombre si quiere llevarnos…yo esta vez no he traído la moto…así que si nos acercara nos haría un favor." Sonrió ampliamente y Erick aún sonrojado salió de la habitación siguiendo a su padre.

"¿Tu a donde vas papá?" miró a su padre que se colocaba bien la corbata.

"A cenar a casa de tu hermano…Lisa su mujer, ha preparado hoy un pastel y no quiero perdérmelo." Sonrió como un niño y su hijo se rió débilmente. "…si quieres te guardo un poco y lo traigo para el desayuno."

"Como quieras…"

"Bien vámonos." Johan agarró la mano de Erick y salieron del apartamento.













Step se encendió un cigarro tranquilamente en su despacho, estas semanas investigando había podido descubrir bastante, por no decir todo. Dora impasible estaba delante de él tomándose un baso de bourbon, mientras que Charles sin mirarla siquiera fumaba como el rubio.

"¿Has conseguido descubrir algo más?" Dora se sentó en una de las butacas mirando al chico que no levantó la mirada de sus papeles. Ese hombre le ponía demasiado nerviosa.

"Claro…si no, no os hubiera llamado." Le dio una calada a su cigarrillo y miró a Charles que con la mirada le insinuó que prosiguiera.

"He estado siguiendo a Gabriel, no tiene ninguna conducta extraña, todo al contrario, un chico normal, vive solo, trabaja en una cafetería para pagarse el alquiler y normalmente va con Anthony a todas partes, algunas veces va a casa de su hermana a cuidar de su nuevo sobrino, y tanto la hermana como su marido tampoco tienen nada que esconder…"

"Así que no ha servido para nada…" Dora chasqueó la lengua molesta.

"Dora…déjale continuar." Charles mordaz miró a la mujer que calló enojada.

"Como pensé la muerte de los padres de Gabriel no fue accidental…digamos que el padre de Gabriel…David Caser…estaba metido en algunos líos…" les tendió las fotos del accidente y Charles frunció el ceño al ver tal accidente. "…un coche no queda así por un simple choque, se usaron explosivos…y fue premeditado. David Caser era marchante de arte, y no uno cualquiera, traficaba con algo más que cuadros…"

"¿Droga?" Charles miró al rubio, que asintió. "…vaya…"

"No hay nada que indique que fuera uno de esos camellos colgados…todo al contrario, lo controlaba todo perfectamente…por lo que me ha hecho pensar que era un proveedor muy importante, junto con su hermano, el dueño del casino." Les enseñó una foto del hermano de David. "…ese hombre esta forrado gracias al casino pero sus cuentas están llenas de dinero des de hace muchos años, y el casino, podríamos decir que apenas lo heredó hace poco."

"¿Así que el difunto padre de Gabriel era alguien importante?" Dora miró algo nerviosa al rubio.

"Ya lo creo…por eso les aconsejo que no se metan mucho, si lo mataron fue por algún asunto turbio…y yo sinceramente, con la mafia no me quiero meter…ya tuve bastante años atrás." Se cruzó de brazos apagando el cigarro en el cenicero. "…así que boss si quería hacerle chantaje al chiquillo le aconsejo que no, él no sabe nada y por mucho que le explique no se lo va a creer…" recogió todos los papeles tranquilamente.

"Tampoco pretendía hacerlo, solo quería saber si había algo extraño en él, su apellido me sonaba de algo…y me acordé que años atrás conocí a un tal David Caser, pero mi memoria no es la misma y no me acuerdo bien cuando le conocí…¿Y todo el dinero que ganó con la droga?" Charles nervioso miró a Step que sonrió.

"Está en una cuenta de ahorros destinada a su dos hijos…aunque ellos tan solo se piensan que es una herencia cualquiera…ahí hay dinero para que puedan vivir cómodamente como ustedes…boss…" Step se levantó recogiendo sus informes. "…Eso es todo."

"Gracias…es lo que quería saber…aún podremos sacarle provecho a que nuestro hijo este con ese tal Gabriel…si tiene dinero no nos tendremos que preocupar demasiado." Dora con una sonrisa miró a su marido que asintió.

"Toma tu dinero." Le dio un maletín con sus honorarios.

"Siempre es un placer trabajar para usted boss…eso si, los informes e información me los llevó yo…no quiero problemas, mi trabajo finalizó aquí." El hombre asintió y Step contó el dinero.

"¿No hay nada más? ¿Ninguna otra persona relacionada con el tema de David Caser?"

Step se quedó callado.

"No que yo sepa…"

"De acuerdo, gracias por todo Step." Estrechó la mano del rubio y se fue hacia la puerta acompañando a su mujer. "…cuando tenga otro encargo te llamaré."

"Ok…"

La puerta se cerró.

"Aún me queda a alguien a quién investigar." Miró la foto de Henry, el dueño de la cafetería, algo le decía que ese hombre no era del todo normal.
















"Hola chicos…" la madre de Johan, Margaret les abrió la puerta sonriente. La pareja entró aún cogida de la mano. "…esperad en la sala…aún no está del todo terminada la cena."

"Ok mamá…" Johan entretenido entró en la sala, sus dos hermanos, Juliet medio adormilada estaba en el sofá montando unos puzzles en el regazo de su padre, y Marcus completamente despierto jugaba animado con unos coches de juguete. "…hola papá."

"Ah…hola hijo…hola Erick." Le sonrió afablemente al pelinegro que le correspondió la sonrisa y se sentó en el sofá algo nervioso, otras veces había venido a casa del futbolista, incluso hablado con el padre, pero hoy estaba más nervioso que de costumbre. "…venga Marcus recoge que es la hora de ir a dormir."

"¿Ya? Yo quería quedarme un rato con Erick…" Marcus se aferró al brazo del pelinegro que sonrió revolviéndole el cabello. "…Venga papá…"

"No puede ser hijo…tenéis un horario vosotros, luego por la mañana estáis muy cansados. Dile buenas noches a todos y sube arriba." Su padre ya cansado se levantó con Juliet en brazos bostezando notablemente.

"Vale…" se levantó poniendo morros.

"Papá ya los pongo yo a dormir y que Erick me ayude, tu ve con mamá que no puede con todo sola en la cocina…" Johan cogió a la pequeña y su padre con una sonrisa de agradecimiento se fue hacia la cocina. "Venga Marcus…que Erick te llevará a dormir."

"¡Bien!" sonriendo ampliamente le cogió de la mano y comenzaron a subir las escaleras, Johan miró al pelinegro y le sonrió, le había reconfortado, estaba muy nervioso y ahora al hacerle actuar como normalmente le había ayudado a tranquilizarse.

Les pusieron los pijamas a ambos y los metieron en sus respectivas camas después de que se lavaran los dientes, Juliet nada más poner la cabeza encima de la almohada cayó rendida, y aunque Marcus al principio gruñía y se quejaba porque decía que él era mayor y que podía quedarse hasta más tarde acabó por dormirse también.

"Uf…gracias Johan." Miró al futbolista que distraído le miró des de un escalón más bajo que Erick.

"¿Por?" pasó su mano por la cintura esbelta del menor y le besó la mejilla.

"Eso de coger a los niños y hacer como otras veces…me ha ayudado a tranquilizarme…" sonrió ampliamente y Johan le devolvió el gesto.

"No hay de que…no entiendo porque te pones nervioso…otras veces has venido aquí a pasar la tarde y has hablado con mis padres…¿Por qué una cena te pone más nervioso?" miró con una ceja enarcada al menor.

"No lo sé…supongo porque veo que es algo más serio…me da vergüenza después de que tu madre nos pillara en tu habitación el otro día…" puso morros algo sonrojado y Johan se rió débilmente. "…a mi no me hace gracia."

"Tu tranquilo…mamá no es de esas que te van a hacer algún comentario negativo, incluso no me comentó nada después de lo que sucedió, ella se lo toma todo con calma…"

"Una pregunta…tu…¿tu con Sara te acostaste?" esa pregunta pilló desprevenido al castaño que frunciendo el ceño le miró. "…contesta, no me enojaré."

"Uhm…no…ya sabes…lo típico si…"

"¿Lo típico?" miró suspicazmente al castaño que se encogió de hombros.

"No sé…besos y eso." Ingenuamente comenzó a bajar las escaleras seguido por Erick.

"¿Qué quiere decir y eso?"

"Estás preguntón ¿eh?" sonrió pícaramente y se volteó quedando en frente del menor que poniendo morros estaba con la mirada baja. "…me dijiste que no te enojarías, eso era antes de estar contigo ¿no?"

"Si…" hizo un puchero que a Johan se le antojó irresistible.

"Pues ya esta…te aseguro que tus besos y caricias me calientan más que no las suyas." Sonrió triunfantemente.

"¡Johan!" sonrojado hasta las orejas siguió al futbolista que riendo se fue a preparar la mesa.
















Se escuchaban risas a lo largo del pasillo de la enorme mansión, los padres de Anthony habían organizado un cóctel para los amigos y el pelirrojo había tenido que aceptar aparecer por ahí, y solo porque el angelito le acompañaba que si no, no hubiera ido ni que le hubieran pagado. Miró al castaño claro que con su traje azul marino y bebiendo de su copa observaba a toda esa pandilla de hipócritas, reprimiéndose para no besar delante de todo ese bullicio de personas a Gabriel. Su padre y él habían quedado que si querían que les dejaran en paz se comportaran. Sus padres eran hombres de negocios realmente importantes, más de una vez habían salido en revistas y diarios, gracias a sus enormes empresas y su enorme popularidad a nivel mundial.

Gabriel nunca lo había sabido porque la cadena de empresas no tenía un nombre que se pudiera asociar a la familia de Anthony, y su apellido era bastante común en la población, por lo que podría llegar a ser cualquiera.

Ahora tenía un novio, guapo, inteligente, lujurioso, pasional, celoso, con mal humor, rico y con unos padres mafiosos.

Sonrió para sus adentros.

Le encantaba el pelirrojo.

"Me duelen los pies…" Gabriel chasqueó la lengua molesto, mirando hacia arriba, encontrándose con los ojos color café de Anthony que le observaban. "¿Ocurre algo?"

"No…que te encuentro muy sexy con este traje…póntelo más a menudo…me gusta el trasero que te hace…" sonrió torcidamente encendiéndose un cigarro con tranquilidad.

"Si, si…" suspiró exasperado.

Caminaron por los pasillos donde no había gente, todo el bullicio de gente estaba en la sala y por los pasillos alejados no había completamente nadie.

"Oh…Anthony…" una chica se acercó a la pareja y Gabriel miró al pelirrojo que suspirando le guiñó un ojo a Gabriel. La chica era realmente linda, curvilínea, ojos color ámbar y cabello negro, pálida y luciendo un vestido brillante negro. "Cuanto tiempo…¿Cómo estas?"

"Bien…¿y tu?" miró a la chica que retirándose la cabellera se encogió de hombros para luego soltar un ligero:bien. "Te presento a Gabriel…"

"Encantada…" sonrió hipócritamente y Gabriel le correspondió recibiendo dos cargados besos en las mejillas. "…bueno Anthony…¿algún día podríamos quedar, te parece?"

Y al decir eso, una alarma salió en la mente de Gabriel.

Ese tono coqueto, esa manera de retirarse el pelo para mostrar su escote.

Si él pudiera le demostraría delante de esa bruja que Anthony era suyo, y de un modo un poco…exagerado.

"Uhm…creo que no…ahora estoy con alguien."

"¿Tu una relación seria? No me hagas reír querido…esa chica debe tener más cuernos…pobrecilla…tu siempre has sido incapaz de tener novia."

Eso ya era la gota que derramaba el vaso.

Miró a los alrededores no había nadie y el pelirrojo se percato de las miradas asesinas de su angelito, temiéndose que la atacara allí mismo.

"En ese caso sería pobrecillo niña…" se cruzó de brazos mirando a la chica que sorprendida le observaba.

"¿Perdón? ¿Qué has dicho?"

"Lo que has escuchado que en ese caso sería pobrecillo…el novio soy yo." Miró con una sonrisa torcida a la chica que abrió la boca sorprendida.

"¿Es una broma?"

"La verdad es que no Gina...estoy con Gabriel des de hace mucho tiempo." Pasó el brazo alrededor de los hombros del castaño claro que aún enfurruñado ponía morros.

"Ah…pues…bueno…mejor me voy…creo que debo encontrar a unas amigas allá dentro…" se fue sin mirarles más a la cara, y Anthony se puso a reír.

"¿Viste su cara? ¡Dios, se quedó con una cara!" miró a su angelito que continuaba con morros y le agarró del mentón. "…¿Qué te ocurre pequeño?"

"Odio a todas las mujeres que dicen eso de ti: no puede tener novia o, cuantos cuernos tendrá la novia…argh…me ponen malo." Se cruzó de brazos esquivando la mirada del pelirrojo.

"Bah…déjalas, eso es porque en parte, antes era así…pero ahora por si no lo ves estamos juntos des de hace bastante tiempo y sin ningún problema." Aprovechando que no pasaba nadie besó los labios carnosos de Gabriel, sintiendo esos brazos rodear su espalda y apoyando su cuerpo en la pared.

Disfrutando totalmente de esos labios.

Perdiéndose en esa boca.

Sin darse cuenta de que habían sido vistos y observados por una lente de cámara.

"Vamos…o aún me costará despegarme de ti." Sonrió ampliamente y Anthony le siguió.
Notas finales: Hola! siento tardarme tanto...
pero la línea no andó muy bien
y no pude actualizar hasta este momento...
Espero que este capitulo guste...
he puesto todo mi esfuerzo en él n_n

Muchas gracias a todos los que leen y comentan!
Me animan a continuar ^_^

Dejar comentarios, opiniones, etc. Muchas gracias ^_^

Besos y cuídense mis queridos/as lectores/as n_n

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