"Gracias por llevarme…" bajó de la moto tendiéndole el casco al futbolista. "…¿seguro que te va bien?"
"Claro…hoy entraba en la universidad más tarde…y no perdería la oportunidad de acompañarte…" sonrió ampliamente y el pelinegro negó con la cabeza. "¿Quieres que luego pase a buscarte?"
"Ok…" sonrió y besó la mejilla del castaño. "…nos vemos luego."
"Adiós…si ocurre algo llámame ¿eh?" miró preocupado a Erick que tras suspirar entró dentro del instituto, encontrándose con Mya e Elizabeth.
"¡Hey! ¿Qué tal todo Erick?" la rubia miró preocupada al pelinegro.
"Bien…¿por?" miró a ambas chicas que se miraron entre ellas preocupadas. "…¿Mya? Va decirlo…no me gustan estos silencios…"
"Verás…es que…" Mya miró a la rubia que desvió la mirada nerviosa.
"¡Hombre pero si esta la mujer de Johan!" Sara se acercó con sus amigas al pelinegro, este sorprendido por lo dicho la miró fijamente. "Escuchaste bien niña…nos enteramos de que estas saliendo con Johan…ahora entiendo porque tanto interés en ti…"
"Venga Sara déjale ¿quieres? Que aún estés resentida porque Johan te dejó no es su culpa." Mya cruzándose de brazos miró a la rubia que chasqueó la lengua molesta.
"Quizá tienes amiguitas que te defienden pedazo de maricón, pero ya te digo que voy a hacer que los chicos de la clase te hagan la vida imposible. Señor Erick el dulce" mordaz miró al chico que tragó en seco. "Y dale recuerdos a Johan."
Se hizo un silencio entre la gente que pasaba y les observaba, Erick seguía parado en el pasillo, hasta que Mya e Elizabeth tirándole del brazo se lo llevaron a la azotea. Les daba igual si se perdían clase.
"¿Estás bien Erick?" la morena miró a Erick que seguía callado. "¿Erick?"
"¿Quién descubrió que estaba con Johan?" miró incrédulo a las dos chicas.
"Se ve que el otro día os vieron en el cine…dos amigas de Sara que iban dando un paseo, y se ve que os vieron…cogidos de la mano y eso…"
"Estoy perdido…no me imaginaba que se sabría tan temprano…no estoy preparado por lo que puedan decir..." se llevó las manos al rostro.
"¡No digas eso Erick! En clase tienes gente que te digo yo que les dará igual con quién estés…solo serán cuatro estúpidos del grupo de Sara…nos tienes a nosotras." Mya miró a la morena que asintió.
"¡No lo entendéis! Me alegra saber que tengo gente que me apoya. Pero…estarán murmurando siempre…diciendo cosas…¡Y eso a mi me afecta!"
"Ahora tranquilízate porque aún no ha pasado nada…solo ha sido Sara la que ha dicho algo…ahora volveremos a clase y tu darás la cara."
"Pero…"
"¡Erick! Ten más confianza en ti mismo." Elizabeth cogió de la mano al pelinegro y se lo llevó hasta llegar a la clase, dónde al entrar los tres de golpe la clase enmudeció, Erick respiró profundamente y caminó con decisión hasta su puesto, sentándose con tranquilidad. Intentando aparentar estar sereno.
Los días pasaban y la situación no cambiaba. Erick los primeros días intentaba calmarse y seguir, pero todo ello le estaba superando. Las clases transcurrían más o menos con tranquilidad, solo al salir de las clases era cuando le decían cosas. Chicos que le decían maricón, puta, enfermo…haciendo que cada vez se sintiera peor, intentando controlar las lágrimas. Algunas chicas de la clase se habían acercado a darle apoyo viéndole tan afectado.
Algunos chicos por miedo a lo que dijeran los otros simplemente le saludaban y luego ya no le decían nada.
"Voy a la enfermería…necesito tumbarme…" mareado se despidió de sus amigas que iban hacia la próxima clase, caminando por los pasillos.
"¡Mirad el maricón del instituto! ¡Caminar todos con el trasero enganchado a la pared o podría violaros!" uno que paseaba por el pasillo comenzó a gritar eso riéndose. Chocándose con él otro de los chicos que iba con el grupo de Sara.
"¡Que asco me ha rozado! ¡Ahora se me va a pegar esta enfermedad!"
"¿Qué quieres? ¡Hay gente de esta que es tan viciosa! ¡Quién lo iba a decir! ¡El tío más inteligente y el que se deja dar más por culo!"
Empezaron a reír todos fuertemente, Erick corrió hasta la enfermería, encontrándosela vacía, tumbándose en la cama, llorando fuertemente, intentando controlarse. Toda la presión del día, todos los insultos, cada vez se le hacia más insoportable.
Johan no debía enterarse…
O seguro que se preocuparía y habría problemas con Sara.
"¡Oye, Oye! ¿Qué haces Mya?" Elizabeth miró a la morena que le hizo un gesto de silencio.
"…Voy a llamar a Johan…creo que Erick se ha dejado el móvil aquí al irse a la enfermería." Aprovechando el descanso de clases cogió el móvil del pelinegro.
"¿Cómo? Si se entera Erick se va a enojar…"
"¿Y que quieres que haga? Antes he hablado con Erick y me ha dicho que no le diría nada a Johan para no preocuparlo…¿crees que me puedo quedar quieta? Mira como están las cosas y son los primeros días que viene al instituto con los otros sabiendo lo de él y Johan…"
"Ya…la gente es verdaderamente escoria." Miró algunos chicos que se paseaban por allí.
"Tu tranquila…seguro que Johan lo arregla en un momento." Sonrió torcidamente y Elizabeth la miró con curiosidad. Cogió el teléfono móvil y al tercer toque se descolgó.
"¿Erick? Estoy en clase…" en voz baja se escuchaba a Johan.
"No soy Erick…soy Mya…hay un problema muy grande."
Se despertó cuando la encargada de la enfermería le despertó, cogió sus cosas aprovechando que ya no quedaba nadie en clase y bajó las escaleras, yendo hacia la puerta, encontrándose con Johan con su moto, y no tenía precisamente cara de felicidad.
"Hola Johan." Intentó sonreír y se acercó al futbolista.
"¿No hay nada que debas contarme?" miró al pelinegro que dio un respingo, temblando ligeramente.
"Y-yo…" agachó la mirada.
"No digas nada, me lo ha contado Mya." Agarró por el mentón al chico, haciendo que le mirara con los ojos llenos de lágrimas. "…pero tranquilo que he venido a dejar un par de cosas claras." Besó la frente del pelinegro. "…quédate aquí, voy a buscar a Sara."
"¡Da igual Johan! No es para tanto ya se les pasara…"
"¡No seas ingenuo Erick! ¿Crees que si se lo dejas pasar van a mejorar las cosas? ¡Al contrario! Se van a acostumbrar a que tu no digas nada…y entonces van a continuar con los comentarios…"
"¡O quizá se aburren y me dejan en paz!" miró al castaño que chasqueó la lengua molesto. "Johan…"
"¡No me jodas Erick! ¡No permito que nadie te haga semejante putada! ¿Entiendes?" enojado miró al pelinegro que tragó en seco, esa faceta de Johan, tan agresivo, sobreprotegiéndole…no sabía si le gustaba o le asustaba.
"Déjaselo a Johan…" Gabriel apareció de detrás de los muros, sobresaltando al pelinegro. "¿Acaso piensas que ha venido solo? Mi novio mafioso también viene a divertirse…" sonrió y a Erick al ver a Anthony, si que le pareció sacado de una película de mafiosos.
Traje negro, el cigarro colgando de sus labios y las gafas de sol oscuras.
"Te dije que no te arreglaras tanto…ahora pareces tu el héroe, imbécil." Johan se cruzó de brazos mirando al pelirrojo que le dio una calada a su cigarro.
"Últimamente le he pillado el gusto a ir vestido así, me siento poderoso." Se rió torcidamente y Gabriel suspiró mientras le secaba la nariz al pelinegro con un pañuelo.
"Venga, venga…que tienes unas amigas que son unos cielos…han llamado a Johan para que asustara un poco a Sara…y como Anthony le tiene mucha manía se ha apuntado."
"¿Por qué hacéis tanto por una cosa tan pequeña?" Erick se pasó la mano por los ojos, quitándose las lágrimas.
"Johan porque te quiere, yo porque sé lo que es que te digan esas cosas y eres mi amigo…y Anthony…"
"Le tengo ganas a esa Barbie sin cerebro…"
"Ahí tienes a tu Barbie…y viene con su corrillo de amigos." Gabriel señaló al grupo que venía riéndose, sin darse cuenta de la presencia de Johan. "…tu ven conmigo Erick…nos pondremos por allá escondidos." Se llevó al pelinegro quedándose tras los muros del instituto.
Johan caminó a paso decidido hacia la rubia, quedándose enfrente de ella. Esta sorprendida y callada se quedó con la mirada fija en él, las amigas se quedaron algo más atrás, mientras que los chicos se acercaron.
"Hombre…pero si es Johan…¿Cómo te va con tu nueva novia?" uno de ellos miró al futbolista que les ignoró, agarrando por el brazo a Sara y sujetándola con fuerza. "¡Hey no la toques!"
En un momento cayó al suelo, Anthony sonrió crujiéndose los huesos de las manos.
"Oye…¿tu no eres Albert? El chico que me dijo una vez que no le importaría salir con Erick…¿verdad? ¿O me equivoco imbécil?…" el pelirrojo miró a los otros chicos que dieron dos o tres pasos hacia atrás. "¿Queréis que os renueve la cara gratis?" sonrió torcidamente, haciendo que los otros asustados negaran con la cabeza. "…pues si volvéis a ir diciéndole puta al novio de Johan…no seré yo el único que os parta la cara, si no Johan y algunos más del equipo de fútbol…ya sabéis esos que les encantaba haceros novatadas. Que buenos recuerdos…¿verdad?" apagó el cigarro en la mano del chico que estaba tendido en el suelo, haciendo que gritara. "Y vosotras chicas…" miró a las amigas de Sara que asustadas se apartaron. "…si no mantenéis esa boca cerrada…tendréis que ir al hospital, Johan tiene más manías en si son chicas, pero yo la verdad no tengo ninguna…me importa poco golpear una cara femenina a una masculina."
Al escuchar esos las chicas comenzaron a correr.
"¡Cobardes! ¡Me dejáis sola!" Sara intentando liberarse de Johan gritaba, viendo como tanto sus amigas como los chicos salían corriendo. "¡¿Qué mierda quieres Johan?!"
"¡¿Te atreves a preguntarme que mierda quiero Sara?!" enojado estampó a la chica contra el muro, haciendo que gritara. "¿¡Que crees que quiero eh?! ¡Va, dilo!"
"¡Se lo merecía! ¡Fuiste un idiota por dejarme y irte con ese niñato! ¡Debía vengarme! ¡Además! ¡No es normal! ¡No es normal que dos hombres estén juntos!"
"¡¿Y tu que mierda sabes?! ¡Déjale en paz de una maldita vez!" enojado miró a la rubia que se estremeció. "…y te juro que si no le dejas en paz me va a importar poco que seas una chica…¿entiendes?"
La rubia se levantó y al borde de las lágrimas se fue. Johan suspiró y tras tranquilizarse un poco miró a Erick que estaba con Gabriel, tenía los ojos rojos de llorar.
"Ehm…bueno, Anthony y yo nos vamos que tendréis cosas de que hablar…" miró al pelirrojo y le hizo un gesto. "¿Ya te has divertido? Una buena actuación…"
"Me gusta ponerme en el papel del mafioso malo…" se rió débilmente y pasando el brazo alrededor de los hombros del castaño claro miró a la pareja que estaba en silencio. "…nosotros nos vamos, si hay algún que otro problema decírmelo que a mi me encanta asustar a la gente." Besó la sien de Gabriel y se fueron.
"Sube a la moto…vamos al piso de un amigo." Le tendió el casco al pelinegro.
"¿Al piso de un amigo?"
"Si...podremos hablar mejor allí." Sin decirle nada más, arrancó la moto y se fueron.
Erick no dijo nada en todo el camino, tan solo abrazaba fuertemente la cintura del futbolista, apoyando su cabeza en la ancha espalda, intentando que el nerviosismo de su cuerpo aminorara un poco.
Se pararon delante de unos bloques de pisos sencillos, subieron por el ascensor tras aparcar la moto en el parking y Johan no parecía querer decirle nada, él tan solo intentó calmarse y esperar a que su novio quisiera decirle alguna cosa. Abrió la puerta con unas llaves que se sacó del bolsillo y le dejó entrar primero.
"¿Y tu amigo?" Erick entró casi con miedo, dejando sus cosas en el suelo, al lado del sofá.
"No está, me dejó al cargo del piso…se fue al extranjero durante un tiempo…y así me queda cerca de la universidad…"
"No me lo habías dicho…"
"Era una sorpresa…"
"Ah…"
Silencio.
Un silencio molesto.
"Ahora vamos a hablar…" Johan se sentó en el sofá y le hizo un gesto al menor para que hiciera lo mismo.
"Ya estamos hablando." Sabía muy bien de que quería hablar, y el futbolista parecía muy molesto y enojado.
"Erick…" su tono fue más contundente, más serio, haciendo que Erick agachara la mirada, sentándose a su lado. "…bien, ahora me vas a contar, por que maldita razón me escondiste todo lo que te ha estado pasando estos días…"
Tragó en seco.
Tenía miedo, tenía miedo de que Johan se enojara y le dejara.
Quería hablar pero la voz no le salía.
Y esa mirada azul le estaba tragando.