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Curiosamente unidos. por Alinna

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Notas del capitulo: Erick y Gabriel hablararan tranquilamente.

Johan tiene una sorpresa para su novio.
Caminó hasta llegar al piso de Anthony, al final no pudo salir hasta un poco más tarde, se quedó haciendo repaso a un amigo suyo en el instituto y tuvo que salir corriendo. No quería hacer esperar a Gabriel.

“Tardaste un poco Erick...” Gabriel con una ceja enarcada le miró y Erick intentando recuperar aire sonrió tímidamente. “...pasa.”

“Lo siento...un amigo me pidió ayuda y no pude negarme.” Se sentó en el sofá y se quitó la chaqueta para luego suspirar fuertemente. “...Y bien...¿qué querías contarme?”

“Nada importante...Anth y a mi nos va bastante bien...pero es que hacia tiempo que no sabía mucho de ti...y quería saber si te iba bien...” miró con curiosidad al pelinegro.

“La verdad es que desde que estoy con Johan han pasado muchas cosas...yo he cambiado, todo ha cambiado un poco...” sonrió afablemente.

“¿Para bien o para mal?” preocupado miró a su amigo que negó con la cabeza.

“Todo para bien la verdad...una relación que empecé pensando que no duraría mucho al ser dos hombres y al no estar muy seguro de mis sentimientos a resultado la más satisfactoria a lo largo de mi vida...no cambiaría nada de lo que me ha ocurrido, tampoco que algunos de mi clase ya no me hablen como antes...me da igual, todo me va genial.”

“Pues me alegro Erick...la verdad es que lo tuyo con Johan fue algo extraño.”

“Fue curioso la verdad...nunca nos habíamos parado a hablar nunca y de un día para otro todo cambió...y ahora estoy contento en como nos van las cosas, soy menos tímido, gracias a Johan actúo más por mi mismo...debo reconocer que antes me escondía bastante detrás de los hombros de Johan y no luchaba por lo que quería con mis propias manos...”

“Eso esta bien...yo te he notado cambiado la verdad...hasta Anth que es un cabeza hueca para estas cosas se ha dado cuenta.” Sonrió divertido haciendo que el pelinegro riera suavemente. Erick era tan lindo, no solo por su físico, esa personalidad dulce y afable hacían que resaltara allá donde fuera. “...¿Y ha ocurrido algo más?”

“Un cazatalentos me propuso de salir en una revista.”

“¿¡De veras!? ¡Uau! ¿Qué bien, no?” sorprendido miró al de ojos verdes que negó con la cabeza. “...¿Por qué pones esa cara?”

“Porque estoy harto que me tomen por imbécil Gabriel...ese tipo, ese idiota que me propuso lo de ser modelo me estaba comiendo con la mirada, a Johan se lo negué para que no se enojara pero es la verdad y la verdad es que me dieron ganas de patearle el trasero a ese tal Douglas.”

“¿Pero la idea de ser modelo no te atrae?”

“Ese mundo no es para mi Gabriel...” sonrió tranquilamente, sin mentir. “...yo desde que he sido un niño he querido ser médico, sé que sirvo para eso...y no tengo ganas para intentar con una cosa que solo me va a llevar problemas...”

“¿Problemas?” le tendió una lata de refresco y Erick la aceptó gustoso.

“No me preguntes porque...pero sé que me traería problemas ir por ese camino, así que prefiero acabar con los estudios, entrar en la universidad y ser médico. Es mi objetivo y quiero conseguirlo.” Convencido miró al castaño claro que le dio una palmada en la espalda.

“Si que has cambiado si...”

“Gracias...”

“De nada...pero...¿Y Johan? Anth me había comentado que un cazatalentos conocido le ha propuesto una entrevista por si puede ponerle en un equipo importante...¿no?”

“Esta muy ilusionado...parece un niño con su primer juguete. Johan siempre ha querido llegar lejos con el fútbol, y si lo consigue seré el primero en ver su cara llena de ilusión...”

“Eso es bueno...la verdad es que el que más ha cambiado del grupo has sido tu Erick... yo sigo en la misma línea...”

“No digas eso...es parte de tu encanto esa alegría que llevas siempre encima.”

“Debería madurar un poco Erick, no siempre puedo ser así de despreocupado, debo hacerme cargo de mis acciones...así que por una vez e echo las cosas bien.”

“¿Qué has hecho?” miró con curiosidad a su amigo.

“El piso que tenía pequeño...lo he vendido...y el dinero que me han dado se lo he ingresado en una cuenta para mi sobrino, mis cosas serán empaquetadas y llevadas aquí mañana...lo hablé con Anth hace un tiempo y esta de acuerdo. Así que de momento viviremos juntos para ver si de verdad podemos llevar una vida de pareja normal.”

“Eso esta bien bobo...me habías asustado.” Le dio un sorbo a su refresco. “¿Y Henry, sabes algo de él?”

“La verdad es que no...pero seguro que le estará yendo bien, es un tipo con suerte.”

“¿No le guardas rencor?”

“Ahora mismo no...me mintió si, pero da igual...prefiero seguir adelante con todo, como tu...aunque yo cuando acabe la carrera de bellas artes supongo que me voy a poner a enseñar en una escuela.”

“¿Tu de maestro de artes plásticas? Vaya ahora si que me has sorprendido.” Con curiosidad miró a Gabriel que asintió contento. “¿Y Anthony?”

“De momento quiere acabar la carrera de empresariales y luego dice que se va a poner en alguna empresa como contable o alguna cosa por el estilo...no quiere estar vinculado a ninguna empresa de su familia, ha hecho borrón y cuenta nueva que se dice.”

“Parece que a los dos nos va bien...¿no?” Erick con una sonrisa amplia en los labios miró a Gabriel.

“Si...podemos estar tranquilos que de momento felices vamos a serlos por un tiempo.”


















“¿Crees que le gustara?” Johan miró a su madre que atusándose la melena castaña sonrió tranquila.

“Le va a encantar...¿cuando piensas dárselo?” Margaret miró a su hijo, estaba tan sumamente feliz, esa sonrisa encantadora no se le borraba del rostro.

“Esta noche...cuando venga de hablar con Gabriel...seguro que no se lo espera.” Sonriendo como un niño comenzó a caminar al lado de su madre. “...ya me imagino su cara; los ojos verdes completamente abiertos y...”

“Ya, ya...” Margaret prefirió no saber lo que iba a continuación. “...¿se lo dijiste al padre de Erick?”

“Si...la verdad es que me ha costado mantenerlo en secreto, su padre me ha ayudado y cuando se lo comenté no le pareció mal, todo lo contrario, me animó. ¿A papá no le molestara, no?”

“No digas bobadas hijo...no le molesta, lo único que hoy no ha podido venir con nosotros porque ha tenido que cuidar a los niños, si Marcus y Juliet hubieran venido con nosotros, la sorpresa se hubiera ido al carajo.”

“Seguro...” sonriendo miró el regalo. “...hoy será un gran día.”
















“Gabriel ya estoy aquí...” Anthony entró dejando las llaves en una pequeña mesa de la entrada del apartamento. “¿Angelito?”

Entró en la sala y al oler a comida fue hacia la cocina, el castaño claro escuchaba música tranquilamente mientras iba preparando la cena, haciendo sonreír al pelirrojo que comenzó a avanzar hacia él vigilando que no tuviera en mano ningún cuchillo o iba a cortarle en rodajas, el menor tenía unos nervios que asustaban a cualquiera.

“¿Dónde habrá ido mi idiota? Son más de las nueve y aún no se digna a aparecer...” se retiró el cabello molesto y sintió unas manos agarrándole de la cintura haciendo que se sobresaltara gritando.

“¿Quién es el idiota?”

“¡Idiota si que lo eres! ¡Me has asustado!” enfurruñado le dio un golpe deshaciéndose del abrazo y poniendo morros.

“Venga...no te enojes...” besó el cuello del menor, estremeciéndole, sonriendo para sus adentros, llegando a sus labios con rapidez para poder besarle, acercándole agarrándole de la cintura con necesidad, escuchando las pequeñas quejas del angelito entre suspiro y suspiro. “...Gabriel...”

“...” Gabriel comenzó a arrastrarle entre beso y beso hacia el baño, acariciando la espalda fuerte mientras el pelirrojo mordía sus labios con pasión, sintiendo las manos de Gabriel empujarle por el pecho y viendo que estaba dentro de la ducha.

“No te atreverás...”

“No lo sabes tu bien...” abrió la ducha haciendo que cayera el agua fría encima del pelirrojo. “...ahora enfríate las ideas...y ven a cenar.” Riéndose y corriendo para no ser atrapado por los brazos de Anthony se fue hacia la cocina, escuchando las maldiciones del pelirrojo y como se quejaba mientras salía de la ducha totalmente empapado. “...quizá me pasé un poco...” sonrió y dejó la ensalada en la mesa con la carne a la plancha.

“¿Te has divertido suficiente?” Anthony salió de la habitación con un albornoz y el cabello totalmente empapado. “...te has levantado gracioso...”

“Tenía que acabar la cena...y si hubiéramos seguido...ya sabes, ni cena, ni tonterías... y yo tengo hambre.”

“Ya podrías tener otro tipo de hambre.” Murmurando entre dientes se sentó poniéndose un poco de ensalada en su plato. “¿Cómo ha ido con Erick?”

“Muy bien...se ve que le va genial con Johan, esta muy contento...”

“¿Te contó lo del cazatalentos?” Anthony miró a Gabriel. “...el de Johan no...ese tal Douglas.”

“Si...¿a ti te lo contó Johan?”

“Si...más bien me llamó enojado, no le daba muy buena espina ese tipo, pero se ve que Erick se ha negado en rotundo y quiere concentrarse en aprobar la selectividad para estudiar medicina...” sonriendo le dio un sorbo a su cerveza. “...será un buen médico.”

“Si, se lo merece...”

“Y tu te mereces un castigo...por lo que me hiciste esta mañana en el coche y por lo antes en la ducha...” sonriendo torcidamente miró al castaño claro que lamió el tenedor provocando al pelirrojo. “...angelito no me provoques...”

“¿He dicho o echo alguna cosa? Eres tu el que te imaginas que el tenedor es otra cosa...” sonriendo triunfantemente miró a su novio que se levantó decidido. “...Anthony...no...siéntate...¡Anthony!” inútilmente sintió como el mayor lo agarró en brazos como si fuera un saco y comenzó a andar mientras el castaño claro se resistía. “¡Pervertido!”

“Habló...además...no estas en posición de decir nada...” lo tiró en la cama.

“¿Por qué?” sonriendo torcidamente miró al pelirrojo.

“Porque me provocas durante todo el día.”






















Después de darse una ducha fue hacia la habitación, Johan estaba tardando mucho, le avisó que cenaba algo rápido en casa de su madre y que llegaba dentro de poco, y le dio tiempo a cenar y a darse una ducha de mientras que esperaba al futbolista. Suspiró y quedándose con el albornoz comenzó a ponerse crema hidratante en las piernas con tranquilidad, escuchó el ruido de una puerta abrirse y se esperó.

“No te escondas pequeño futbolista...” Erick se cruzó de brazos esperando a que el castaño saliera de detrás la puerta de la habitación.

“Lo siento...” entró con una sonrisa en los labios. “...me entretuve con mi madre...¿me perdonas?” se sentó en la cama dándole un suave beso.

“Ya sabes que no puedo enojarme contigo...pero...vienes muy contento...¿qué ha pasado ya?” intrigado miró al castaño que le entregó un sobre. “¿Qué es esto?”

“Un regalo...” sonriendo ampliamente miró al pelinegro. “...ábrelo anda...”

“...” nervioso abrió el sobre, habían unos billetes de avión junto a unos folletos de información de hoteles, rutas, etc. “Johan...”

“¿Qué?”

“Eres tonto...” sonriendo ilusionado se tiró encima del castaño.

Un viaje a París.

Dónde siempre había querido ir.

“¿No deberías darme las gracias?” miró al pelinegro mientras le acariciaba el cabello con tranquilidad.

“Te quiero, te quiero, te quiero...¡Eres el mejor!” besó repetidamente los labios del futbolista aún sin creerlo. “¿Cómo has podido ocultarlo? No se te da para nada bien...”

“Me tuve que morder la lengua por un tiempo...hablé con tu padre que estuvo de acuerdo, con mi madre que me ayudó a elegir...porque si hubiera sido por mi me habrían dado el hotel más penoso y no me hubiera dado cuenta...”

“Eres un despistado...” sonrió besando los labios de Johan. “...gracias, de verdad, es un detalle...me encanta.”

“Me alegro...nos iremos el fin de semana que viene que tendremos unos días de fiesta en la universidad y tu también en el instituto...”

“No debería aflojar...tengo la selectividad dentro de poco.”

“Erick...” poniendo morros miró a su novio que se rió.

“Es broma tonto...unos días de descanso no me harán daño y menos contigo.”

“A lo mejor no te dejo salir de la habitación...” se puso encima del pelinegro desatando lentamente el albornoz. “...¿no te parece atractiva la idea?”

“Mucho...pero no disfrutaríamos de nada...”

“Yo si...de tu cuerpo...” besó los labios carnosos del menor, acariciando el pecho blanco y suave, sintiendo una de las piernas del pelinegro agarrar su cintura con erotismo, haciendo que comenzara a excitarse. “...que bien hueles...” se separó de sus labios para besar su cuello con avidez, dejando pequeñas marcas.

“Normal...me acabo de duchar...” sonrió tirando de la camiseta de Johan, consiguiendo deshacerse de ella para acariciar su pecho bien formado, perdiéndose en esos abdominales, besando sus labios con pasión, jugando con la lengua del futbolista, mientras que este acababa de quitar el albornoz blanco del pelinegro.

“Que bien que no llevas...ropa interior...” sonriendo con perversión acarició el miembro duro de Erick haciendo que este gimiera débilmente. “...voy a disfrutarte...” bajando por el pecho de Erick lamió los pezones rosados, haciendo que tirara la cabeza hacia atrás, dejando un camino húmedo hasta el miembro erecto que le estaba pidiendo ser calmado.

“Ahhn...Johan...” se llevó una mano a la boca al sentir la lengua de Erick lamer la punta del miembro como si se tratara de un delicioso caramelo, mientras que con la otra mano acariciaba sus testículos con habilidad, lamiendo toda la extensión del miembro y viendo como el menor se tensaba. “¡Ahn...!”

“Quita esa mano...o voy a dejarte así...” sonrió torcidamente viendo como Erick quitaba su mano. “...así me gusta...” se metió el miembro del menor en su boca, lamiéndolo, succionándolo, volviendo loco a Erick que gemía fuertemente de placer.

Gruñó cuando Johan dejó de atender a su miembro, agarrándole por la cintura y volteándolo, dejándole con el trasero expuesto.

“¿Qué-que haces?” sonrojado por verse en esa posición tan bochornosa tragó en seco al ver la sonrisa torcida de su novio que se dirigió hacia su entrada, lamiéndola con habilidad, haciendo que una corriente de placer estremeciera el cuerpo de Erick haciéndole gemir. “Ahn...siii...aah...”

“¿Te gusta?” sonrió con malicia y se desabrochó el pantalón, bajándoselo hasta las rodillas junto con la ropa interior. “...porque ahora voy a meterte algo con lo que vas a disfrutar más...” su miembro erecto rozó la entrada húmeda de Erick, haciendo que gimiera fuertemente.

“Ahhh...hazlo ya...” se aferró a la cama y sintió el miembro duro entrar dentro de él, gimiendo por la intrusión, sintiéndose completamente lleno. “...mu-muévete...ahn...” escuchando los gemidos en su oreja de Johan sintió como obedecía y comenzaba a moverse con nervio, con fuerza, sintiendo las caderas de Johan chocar contra su trasero deliciosamente.

Ahora más rápido, luego más lento, más profundo, tocando ese lugar que enloquecía a Erick.

“Ahnn...eres delicioso...” lamió la espalda de Erick sujetando con una mano la delgada cintura, mientras que con la otra masturbaba el miembro del pelinegro al mismo ritmo que le cabalgaba con nervio. “¡Ahhhn!”

“Me-me corro...¡aahn!” sintiéndose desfallecer llegó al orgasmo, manchando las sábanas, escuchando el gemido ahogado de Johan y como le llenaba por completo. “...ah...”

“Te amo...” besó el hombro del pelinegro, quedándose encima del cuerpo del menor.

“Yo también...”

Salió de dentro de él con cuidado, tumbándose a su lado, sintiendo los brazos delicados del menor rodearle en un abrazo necesitado, correspondiéndole besando sus sien.

Era su Erick.

Y le amaba más que a nada.
Notas finales: Hola de nuevo n.n!
Aún queda alguien por aquí?
siento la demora...u.u
pero ya saben, no dispongo del tiempo que quisiera...

Espero que este capitulo haya gustado!
Debo decir que solo queda uno más y el epílogo...;_;
esto llega a su fin...

Muchas gracias a todos/as que leen y comentan, me animan
mucho n_n

Nos vemos en el próximo capitulo!

Dejar comentarios, opiniones, etc. Muchas gracias n_n

Besos y cuídense mucho mis queridos/as lectores/as.

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