Fue caminando hasta el campo de fútbol, había llamado a Gabriel por si quería acompañarle porque estar en compañía de Anthony le ponía algo nervioso, pero Gabriel se negó poniendo alguna excusa por lo que Erick, no insistió más. Había bastante gente y muchísimos grupitos de chicas que animaban a los del equipo con chillidos. Buscó con la mirada a Anthony, estaba sentado fumándose un cigarro con tranquilidad, se acercó y le dio tocó el hombro para que se volteara.
"Buenos días Anthony." Sonrió ampliamente y Anthony apagó el cigarro.
"Buenos días Erick…¿al final Johan te convenció?" Erick asintió y el pelirrojo miró el reloj. "…esta a punto de empezar…te debe ser un poco incómodo sentarte aquí conmigo ¿no?"
"Ah, no…para nada, lo que pasa es que estoy algo nervioso, no te conozco mucho y por eso quizá esté algo callado." Erick sonrió cordialmente y Anthony se rió. "¿He sido demasiado sincero?"
"No, no…si mejor dejar las cosas claras…aunque, podrías haberte traído a un amigo si estabas tan nervioso por mi presencia." El pelirrojo intentó romper el hielo ironizando la situación.
"Para serte sincero invité a tres personas, primero a Mya, pero dice que era muy temprano y que quería dormir, Elizabeth cuando le dije que estaría contigo me dijo que no que le daba mucha vergüenza y por último llamé a Gabriel…creo que lo viste ayer conmigo ¿no?"
"Si…¿tampoco pudo venir?" Anthony se encendió otro cigarro nervioso.
"Al principio no le pareció mala idea pero quizá también fue vergüenza porque al decirle que venías se puso echo un manojo de nervios y me puso una excusa para no venir…aunque parezca mentira a veces es algo tímido."
"Ya…supongo…" le dio una calada y miró a Erick. "¿Te molesta que fume?"
"No…mi padre también fuma." Se rieron ambos y al oír el inicio del partido se pusieron a mirarlo con atención.
"Pues es un descanso…Johan es tan 'sano', que incluso cuando fumo delante suyo me pide que no lo haga por mi bien…"
"Hombre…es que si juega a fútbol debe cuidarse la salud."
El partido empezó ya con mucho movimiento, se notaba que Johan era el capitán, tenia el partido completamente controlado, su energía, su ímpetu, rebosaba por todo su cuerpo, y podía escuchar como todas las chicas le animaban a él y a todo su equipo.
Tenía tanto carisma…
Tanto…
Se levantó de la cama algo cansado, eran pasadas las diez, seguramente el partido ya habría acabado, después de la llamada de Erick no pudo volver a dormirse y se pasó mucho rato dando vueltas como un tonto en la cama. Se sentó y se miró en el espejo.
"Vaya pelos llevo…" se peinó y se vistió en un momento. Miró el jersey que se había comprado el día antes y ladeó la cabeza.
¿Por qué todo había acabado así?
La duda flotando en el aire. …l no hizo nada mal…
Quién lo estropeó todo fue el otro solo.
Cogió sus cosas y se subió en la bici, iría al partido, conocía bien a Anthony y justo cuando acababa el partido recogía a Johan y se iban, si se iba rápido aún podía acompañar a Erick a su casa y disculparse por no haberle acompañado. Pedaleó lo más rápido que pudo mientras masticaba un trozo de tostada.
Seguro…
Seguro que no estaba.
Dejó estacionada la bicicleta y entró mientras buscaba con la mirada a Erick, lo vio sentado solo, estaba hablando con Johan que aún iba con el uniforme de fútbol.
"…quizá le acompañe Johan a casa…" se dijo a si mismo eso y tras suspirar se fue hacia el baño, necesitaba aclararse un poco la cabeza, no sabía porque se había puesto tan nervioso, Anthony no estaba y eso lo quitó un peso de encima.
Solo había uno de los retretes ocupados, por lo que se lavó la cara, pudo sentir el aroma a tabaco y dio un golpecito en la puerta del baño.
"Deje de fumar que si no esto apestara a tabaco."
"¿Y a ti que co…?" Al abrir la puerta y ver la figura delicada de Gabriel de espaldas a él se calló, se estaba secando la cara con una toalla que había, se volteó y le miró con una mirada algo extraña. "…no sabía que al final venias."
Al oír esa voz se le aceleró el corazón, abrió los ojos casi con miedo y por el reflejo del espejo pudo ver la buena forma de Anthony mirándole, observándole atentamente, dejó la toalla en su sitio y suspiró.
"Me pensaba que no estabas, normalmente te cansabas de estar mirando un partido mucho rato y te ibas…¿o es que ahora te has vuelto fan del fútbol?" iba a irse cuando la mano fuerte del pelirrojo le sujetó.
"¿Te recuerdo porqué me iba de los partidos?"
"¡Si! ¿Para ir con chicas fáciles que se abrían de piernas a la mínima, quizás?" la mirada del castaño claro era una mirada herida, enojada…intentaba zafarse de la mano que le sujetaba fuertemente, pero el pelirrojo tenía más fuerza que él.
"¡Ya te conté la situación!"
"¡Por eso mismo no quiero ni verte Anth!" mierda, le había dicho como normalmente le llamaba en otras ocasiones. Dejó de resistirse y agachó la mirada cogiendo aire. "…todo quedó muy claro, tanto tu como yo nos lo dijimos todo, ya está. No quiero verte más Anthony, no quiero tener que hablar contigo, así que simplemente actúa como si no existiera, no quiero ni cruzarme más contigo ¿ok?"
"¿De verdad es lo que quieres Gabriel?" aflojó un poco el agarre, ahora simplemente le tomaba de la muñeca, manteniendo un nimio contacto.
"Si…exactamente." Le miró a los ojos decidido. "…tan solo quiero olvidar toda esta mierda." Sus ojos eran tan fríos…ni en estas situaciones cambiaban.
"Ok…" le soltó finalmente y miró los ojos miel del castaño. "…Gabriel…" parecía que quisiera retenerle con ese tono de voz…
"Anth, ya está, déjalo…y por favor, por lo menos si quieres decirme algo más y que surja efecto…cambia esos ojos, podrían congelar hasta una llamarada de fuego…" sonrió y tras despedirse con un gesto de mano desapareció por la puerta.
"Joder…"
Le pareció ver en la puerta del campo a un chico parecido a Gabriel, ladeó la cabeza, imaginaciones suyas, Gabriel no era de los que le gustaban levantarse temprano, debía estar durmiendo aún como un tronco. Johan le había dicho que se esperara a que él acabara de vestirse que le llevaría con la moto hasta su casa. Le caía bien, antes le parecía que era el típico chico popular y engreído que iba siempre con una sonrisa en la cara para poder manipular a la gente.
Pero con el poco tiempo que había hablado con él, le había parecido una persona sincera y que su sonrisa era espontánea, siempre decía todo lo que se le pasaba por la cabeza y no dudaba nunca en expresar lo que sentía. Al revés que él, que le costaba tanto confiar con la gente que también le costaba lo suyo expresar sus pensamientos.
Incluso a veces le había pedido disculpas por si se mostró el primer día que se conocieron muy a la defensiva.
"Erick." La voz de Anthony le sobresaltó, tenía mala cara, estaba algo pálido. "…¿Johan te acompañará con la moto, no?" el moreno asintió y Anthony miró hacia otro lado. "…me tengo que ir, tengo cosas que hacer ¿vale? Despídete de Johan por mi."
"Vale…"
"Nos vemos." El pelirrojo se encaminó hacia el aparcamiento y Erick se bajó de las graderías al ver como Johan se acercaba a paso rápido cruzando el campo.
"¿He tardado mucho?" el castaño comenzó a caminar con el moreno, este negó con la cabeza. "¿Anthony se ha ido, verdad?"
"Si…parecía algo preocupado, pero como no quise meterme en sus asuntos preferí no decirle nada."
"Mejor…Anthony aunque parezca mentira le molesta mucho hablar de su vida privada y casi nunca habla de ello…así que lo mejor siempre es esperar a que él lo cuente por si mismo." Johan puso la bolsa dentro del maletero de la moto y cogió uno de los dos cascos dándole uno a Erick.
"…creo que tus amigos se ríen de mi."
"¿Uhm? ¿Cómo?" Johan le miró sorprendido, Erick estaba sentado en la moto con el casco entre las manos, mirándole fijamente a los ojos. "¿Por qué dices eso?"
"Mira…" dirigió su mirada a los compañeros de fútbol que se reían con sonrisas insinuantes y como alguno 'chuleaba' delante de ellos. "…siempre que estoy hacen eso…creo que les caigo mal."
Johan no pudo aguantar más, se puso a reír a carcajada limpia, era tan inocente que no se daba cuenta que se reían con esas sonrisas porque le admiraban y 'chuleaban' delante de él para ver si se fijaba en alguno de ellos, muchos del equipo decían que Erick era un bombón y que era muy lindo, y últimamente incluso le hacían bromas al castaño preguntándole si ya le había besado como Dios manda.
"No es eso Erick…te sonríen porque te admiran."
"No intentes consolarme…sé que no es verdad. ¿Qué tienen que admirar de mi? Soy un chico normal, del montón." Suspiró y se puso el casco. "…venga llévame a casa que si no le daré vueltas a la cabeza."
"Bueno…pero lo que te he dicho es en serio, te encuentran guapo y admirable."
"¡Deja de decir chorradas Johan!" Erick se sonrojó y le dio un golpecito en la espalda, para luego sujetar su cintura al sentir como el motor se ponía en marcha y cómo salían rumbo hacia su casa.
Al llegar Erick invitó a Johan a que subiera a su casa, eran las once y seguramente después del partido el castaño debía tener un hambre de lobo, al principio se negó pero con lo cabezón que era Erick consiguió que entrara.
"Pasa…" abrió la puerta y dejó la mochila de Johan en un rincón, la casa estaba vacía. Erick se volteó a mirar a su 'nuevo' amigo que se había quedado observando las fotos del pasillo. "…una de las aficiones de mi padre…"
"¿Ah si? Pues sabe tomar fotos." Se quedó mirando la que había al final del pasillo. Una mujer muy guapa, cabello castaño oscuro, ojos verdes y una sonrisa afable. "¿Es tu madre?"
"Si…" le hizo un gesto para que le siguiera, el castaño se fijaba en todo, el piso estaba bastante ordenado y no parecía que hubiera viviendo mucha gente. "¿Quieres un bocadillo? ¿O algo más sólido?" se rió al ver a Johan tan embobado mirando las cosas.
"Uhmm…cualquier cosa…no quiero molestarte." Se levantó de la silla dónde se había sentado y se puso detrás de Erick. "Te ayudo ¿ok?" el moreno asintió. Tras un rato en silencio Johan intentó romper el hielo. "¿Vives con tus padres?"
"Con mi padre, mi madre murió de leucemia cuando era muy pequeño." Erick sonrió tristemente y acabó de cortar el pan. Miró a Johan que le miraba tristemente. "No me pongas esa cara…no pasa nada, pasó hace mucho tiempo y la verdad es que a medida que van pasando los años me cuesta más recordarla… la foto del pasillo y otras que tenemos es la única forma de poder mantener vivo su recuerdo."
"Lo siento…he metido la pata." Johan agarró el bocadillo y se sentó en la mesa mientras le daba un bocado, Erick negó con la cabeza y se sentó delante de él apoyándose sobre sus codos.
"Tranquilo…mi padre trabaja en una empresa y normalmente me lleva por la mañana con coche al instituto y luego se va a trabajar, por la noche vuelve, cenamos juntos y ya esta. Los fines de semana los tiene libres lo que pasa es que hoy ha ido a ver a mi hermano mayor."
"¿Tienes un hermano mayor?"
"Si…ya esta casado y todo." Sonrió afablemente y Johan se sonrojó un poco. "¿Y tu? ¿Tu vives con tus padres?"
"Si…yo tengo dos hermanos pequeños, uno de siete años y una hermanita de tres…si alguna vez has deseado tener un hermano o hermana pequeña, pasa un día en mi casa que ya no lo dirás más." Johan soltó una risita y Erick se rió.
"No debe ser tan terrible…"
"Te digo yo que a veces los hermanos tan pequeños son unos bichos…no paran quietos ni un segundo y a veces si les riñes le dicen a sus padres que la culpa es del hermano grande." Se rió, Erick le escuchaba atentamente y se reía con los comentarios de Johan, era un chico muy simpático.
Cuando acabó de comer miró la hora, eran apenas las doce del mediodía, se levantó y cogió el plato lleno de migajas de pan para ponerlo en el lavaplatos. Johan le miraba todo el rato hasta que vio una revista que le llamó la atención.
"Uhm…¿Qué es esa revista?" Erick se acercó por la espalda y apoyó una de sus manos en el hombro del castaño haciendo que se sorprendiera, tenia tan cerca al moreno que podía oler el ligero perfume a frutas que desprendía su cabello.
"Pues…es la que el otro día estaba mirando tu amiga…creo." Tragó en seco y notó como Erick se inclinaba para mirarla, seguramente si girara el rostro un poco se encontraría con esos dos ojos verdes que deslumbraban…
"Oh…creo que Mya se la dejó el otro día…vino aquí para coger unos apuntes y me la dejó tirada por aquí…estuvo toda la tarde diciéndome que era compatible con Escorpio y lo más vergonzoso es que me comenzó a comentar que si en la cama eran muy apasionados que no sé que…estás revistas no saben que poner…" Erick suspiró y se sentó justo al lado de Johan.
"Vaya…así que soy apasionado en la cama…"
…se comentario sobresaltó a Erick, se puso rojo como un tómate y con los ojos abiertos de par en par. No se acordaba que Johan era Escorpio y soltó ese comentario así como así.
"Ehm…uhm…pues…la verdad no lo sé…" se rió nerviosamente, no sabía que Johan fuera así de atrevido…incluso le estaba mirando de un modo que le ponía algo nervioso.
Bueno, había leído en esa maldita revista que los Escorpio son muy lanzados y que no se piensan las cosas dos veces…¡maldita sea! Todo por culpa de esa revista del demonio.
"Oye…en el festival del instituto…¿tienes muchas actividades?"
"Uhm…No muchas de echo me voy a negar a hacer algunas, me han llenado con una lista de eventos a los que quieren que asista…¿Por?" le miró aún con el sonrojo en el rostro.
"Quiero que cuando acabemos las actividades salgamos juntos."
Y en ése momento Erick parecía un semáforo en rojo…
Vaya, un Escorpio muy decidido…ante un Tauro tímido.
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