Recordaba esos momentos, era como vivirlos de nuevo.
Oír como su nombre era pronunciado de ese modo, sentir como la piel se le erizaba al besar sus labios, hundir su lengua en su boca y disfrutarla como si fuera el más exquisito manjar. Sentir como tan solo estaba el calor de sus cuerpos…
Abrió los ojos de golpe.
El timbre le despertó, después de ir de fiesta con algunos compañeros se quedó dormido en el sofá, hoy era el festival del instituto, pero no quería ir, iría más tarde, cuando no fuera tan temprano. Miró con pereza la hora en el despertador, eran las ocho y media de la mañana. Sus planes habían cambiado, una vez despierto le costaba volver a coger el sueño.
"Maldita sea…¿quién carajo será a estas horas?" se levantó con pesadez y se peinó con las manos la melena color fuego, poniéndose una camisa encima sin abotonar.
De camino hacia la puerta vio que tenía un mensaje en el contestador, le dio y se quedó enfrente para escucharlo, mientras que el timbre sonaba ya por tercera vez.
"¿Dónde te has metido Anthony? Soy Johan…quizá te has dormido, pero no te he visto en la entrada y he pensado que no vendrías, hoy es el festival y podrías venir…¿Sabes que? Después he quedado con Erick, se lo pregunté ayer y aceptó, iremos a tomar algo supongo…ya te contaré. No se lo expliques a nadie y borra el mensaje cuando acabes de escucharlo." Anthony se rió y le dio a borrarlo. El timbre volvió a sonar y fue hacia la puerta enojado.
"¿Quién es a estas horas de la mañana?" abrió pesadamente la puerta y se encontró con un par de ojos color miel. "…¿Qué haces aquí?"
La duda flotando en el aire.
"…Buenos días Anth…" le miró fijamente y el pelirrojo le hizo una seña para que pasara. …l tan solo asintió y entró despacio, casi como si le diera miedo entrar.
"…" se quedó observándole, su esbelta figura se movía graciosamente, llevaba el uniforme del instituto, aunque algo desarreglado, los pantalones algo más anchos, debían ser de una talla más porque se le caían hasta casi medio trasero, mostrando un poco de sus boxers negros, la camiseta de manga corta blanca holgada y una fina chaqueta deportiva encima. "…Y bien…¿Qué querías?"
"Venía a traerte algunas cosas que te dejaste en mi habitación…" quitó de una bolsa algunas camisetas y las dejó bien colocadas encima del sofá, junto con alguna que otra cosa suya. "…te las lavé y planché…así no tienes que hacerlo tu…"
"No hacia falta…ya ni me acordaba que estaban ahí…"
El aire era tenso.
"Bueno solo era eso. Me voy." Se levantó del sofá y cogió sus cosas yendo hacia la puerta, acompañado por la mirada de Anthony. "¿No vas a ir al festival?" abrió la puerta y le dio una última mirada, supuso que quería romper el hielo y más después de la conversación que habían tenido.
"No lo sé…quizá más tarde…"
"Ah…pues que vaya bien."
"Igualmente…" verle tan delicado y calmado no era bueno para él, y menos después de ese sueño… nadie diría que era ese chico que un día antes le había amenazado con ojos rabiosos. Se mostraba tranquilo, con la mirada calmada e incluso pudo notar como se sonrojaba al sentir su mirada en él. Y no podía evitarlo, mirarle como hacia siempre…
"Adiós Anth…" eso le sonsacó de sus ensoñaciones y le miró fijamente, asintiendo levemente.
La puerta se cerró y se quedó parado enfrente de la puerta, una sensación extraña le recorrió el cuerpo y sus pies comenzaron a moverse solos, abrió la puerta del piso dejándola abierta y fue a paso rápido hacia el ascensor. Vio como las puertas se iban a cerrar y como su figura iba a perderse…
Pasó rápidamente entre medio de las puertas quedándose enfrente del castaño claro, este le miraba sorprendido.
"¿O…ocurre algo?" le miraba como si hubiera visto un fantasma y sus labios entreabiertos daban a entender que quería decirle algo pero no podía…
No podía más.
Agarró su rostro con ambas manos y presionó su cuerpo contra el más delgado, alcanzando sus labios, besándolos profundamente, bajando sus manos hacia su cintura, acercándolo más a él, intentando que no se le escapara. Podía sentir como el calor volvía a invadirle, sus lenguas se entremezclaban, jugando, explorando… las manos finas de él agarrándole el pecho. Sus respiraciones entremezcladas, la sensación de cómo algo de hace tiempo volvía… acarició los cabellos cortos, sintiendo la suavidad de ellos…
Podía pasarse una eternidad así. Devorando esa boca sin descanso, sintiendo las finas manos recorrer su pecho…
Pero no fue así…
Sintió como le empujaban fuertemente contra una de las paredes del ascensor y como una mirada enojada le miraba, como un animal herido, tenía los ojos rojos y parecía que se iba a echar a llorar. Se pasó la lengua por los labios y miró al castaño que le miraba enfurecido.
"…¿Por qué Anth?" el timbre sonó anunciando la llegada a la última planta, agarró sus cosas y le dio otro empujón al pelirrojo, pero más fuerte, con rabia. "¡¿Por qué maldita sea!?" Y se fue corriendo.
"No lo sé Gabriel…no lo sé…"
Las puertas volvieron a cerrarse y no pudo evitar sonreír al acariciarse los labios.
Y todas esas palabras le volvían a la cabeza…
"¿Qué por qué?" se dijo a si mismo intentando calmar los nervios.
Sólo él sabía la respuesta, una respuesta que tuvo que darle en el instante en que se lo preguntó.
Corría por los pasillos, esquivando a toda la gente que se paseaba para mirar las diferentes actividades. De buena mañana tuvo que ayudar en el taller de cocina, luego ir a presentar las maratones que se hacían a las diez de la mañana y finalmente pudo negarse a un listado infinito de actividades. Iba acompañado de Elizabeth que también buscaba a su novio que estaba presentando el partido de fútbol amistoso.
En ese momento jugaban los novatos, los del equipo del instituto habían jugado a primera hora y no pudo ir a verle. Precisamente le estaba buscando para disculparse, le había prometido ir a verle y no pudo. Después de pedirle que salieran después del festival aceptó, aunque no sin un bueno sonrojo y tartamudear un poco claro.
"Oye Erick ya he localizado a Alex…nos vemos luego. Si encuentras a Mya dile que estoy en el karaoke ¿ok?"
"¡De acuerdo! ¡Nos vemos luego guapa!" le dio un beso en la mejilla y se fue hacia la sala de juegos dónde había futbolines y mesas de ping-pong. Pudo localizar a Johan entre todos ellos, por la ola de chicas a su alrededor. Se quedó un momento pensando y ladeó la cabeza, ya iría luego, ahora estaría ocupado.
"Oye, oye Johan. ¿…se no es Erick?" Mark uno de los jugadores señaló hacia la salida por dónde salía el moreno, el castaño se levantó de su silla y se puso de puntillas viéndole desaparecer.
"Seguramente…" sonrió cordialmente y se volvió a sentar, debía estar muy ocupado con todas las actividades… "Uhm…me voy un momento, luego vuelvo chicos." Se despidió del grupo y se fue, intentando distinguir entre todo el cúmulo de personas a Erick.
Lo vio subiendo las escaleras que conducían a la azotea y le siguió casi por inercia.
Se sentó en la sombra y luego cayó en el suelo exhausto. Desde buena mañana sin parar, necesitaba un descanso…
"No puedo más…" suspiró fuertemente mirando el azul del cielo.
"No si ya lo veo…"
Al escucharlo abrió los ojos sorprendido, encontrándose con la mirada cristalina del castaño.
"Ah…hola Johan." Se sentó y el castaño se sentó a su lado, tendiéndole un zumo. "Gracias…"
"De nada…"
"Johan…" el castaño le miró y vio como se quitaba la chaqueta, quedándose con la camiseta de manga corta. "…quería disculparme…no pude ir a ver tu partido todo y que te lo prometí…"
"No pasa nada…sé que al ser del consejo estudiantil te tenían con un montón de actividades, no podías negarte a todas de golpe sin previo aviso…"
"Ya…" le dio un sorbo a su zumo y miró a Johan. "Oye…" vio como se volteaba a verle. "¿Dónde me llevarás hoy?" sonrió ampliamente y Johan se sonrojo débilmente sonriéndole.
"Es una sorpresa…"
"Eso no se vale…" puso morros y miró a Johan que se reía débilmente. "Cambiando de tema…¿Tú siempre eres tan lanzado?"
La pregunta le pilló desprevenido.
"¿Qué quieres decir?"
"Bueno… en los pocos días en que nos conocemos has conseguido que acepte para ir a dar una vuelta contigo y que seamos amigos…cuando ni sabías de mi existencia ¿cierto?" Erick se agarró las rodillas con ambas manos. "…no es una pregunta amenazante ¿eh? Es solo curiosidad."
"Pues si te soy sincero…hasta que no entré en la clase y te presentaste no sabía quién eras, te había visto por los pasillos y eso…pero no sabía quién eras…" Johan se rascó la cabeza con timidez. "…espero que no te ofenda."
"¿Ofenderme? Para nada… solo que es lo gracioso de los populares, todo el mundo sabe quién son ellos, pero ellos no conocen ni a la mitad de los que les admiran o van a su curso…" Sonrió y se levantó.
"Pero tu eres un año más pequeño que yo." Johan le siguió y Erick le dio un codazo bromeando.
"Seré más pequeño pero seguramente más inteligente."
"Eso no te lo discuto…" ambos se rieron y Erick se paró en medio de la escalera, quedando justo a la altura del pecho de Johan. "…¿Ocurre algo?"
"Vale más que me lleves a un sitio que valga la pena Johan Friedlander…" le señaló con el dedo dándole un golpecito en el pecho, haciendo sonreír al castaño.
"Eso te lo aseguro…" se inclinó quedándose a centímetros del rostro de Erick, haciéndole sonrojar. Johan era tan descarado a veces, le sonreía con una sonrisa pícara o su mirada a veces le ponía nervioso.
A veces dudaba si conocía al verdadero Johan.
Aunque dicen que los Escorpio siempre tienen una faceta en privado muy distinta a la que muestran…
Ladeó la cabeza, Mya y Elizabeth le llenaban la cabeza de tonterías.
"Venga vámonos que hay un taller de cocina dónde están haciendo unos pasteles muy ricos…"
Acabó la obra de teatro y se fue a cambiar de ropa, hoy no había empezado el día bien…para nada bien…
Se rió débilmente…al final le haría caso y todo…¿Sino, por que había aceptado hacer la maldita obra? Siempre le gustó hacer teatro pero nunca nadie le había dicho que tenía carisma, talento para dedicarse a ello…
Nadie excepto…
"¡Mierda!" dio un golpe seco a la mesa y se pasó las manos pesadamente por el rostro, retirándose el cabello que le caía por la frente. No tendría que haber ido a llevarle a Anthony sus cosas…si esa maldita mañana no se lo hubiera pasado por la cabeza ser algo 'amable' después de la conversación tan violenta que tuvieron…no hubiera pasado nada, la obra la hubiera echo con ganas y no con un nudo en la garganta…
"Gabriel…" una voz femenina le llamó, se volteó y se encontró con su mejor amiga del instituto, su confidente…su amiga de la infancia. "...¿Ocurre algo? He visto que te has metido demasiado en el papel…estabas muy agresivo…" intentó suavizar la situación riéndose un poco, haciendo que el castaño sonriera débilmente.
"Nada Ellen, nada…no he comenzado el día con buen pie…" se acercó y le tendió el folleto informativo de actividades. "¿Podrías ir pasando hacia la galería del concurso de fotos? Yo ahora vengo…"
"Ok…¿Estás bien?"
"Si, si…algo cansado de la obra…venga ve…" le dio una palmadita en la espalda y comenzó a cambiarse de ropa, ella se encogió de hombros y se fue a paso ligero.
Dio un manotazo a todo lo que había en el escritorio, tirándolo todo por el suelo, se dejó caer en la silla y echó la cabeza hacia atrás, acariciándose con los dedos los labios.
"Esto no va a quedar así…¡Maldita sea!" dio un golpe seco en la mesa y se quedó mirando el reflejo del espejo. La pregunta flotaba en su mente…¿Por qué le costó tanto apartarle?