Caminaban por las calles del centro, fueron al cine, se lo pasaron bien, hablando, disfrutando del tiempo y tras ver una película le llevaba al lugar 'sorpresa' que no le quiso decir a Erick. Se alejaron de la muchedumbre del centro y cogieron un atajo por unos caminos que conducían a unos descampados. El sol estaba poniéndose y podía verse a lo lejos el leve color oscuro que amenazaba con salir en la noche.
"Es aquí…" Johan tomó un respiro de aire fresco y miró al moreno que le observaba atentamente. "¿No te gusta?"
"Si que me gusta si…pero nunca imaginé que te gustaran estos sitios…normalmente a los chicos como tu les gustan…no sé…"
"¿Los bares de copas?" sonrió mirando al moreno que asintió casi con miedo. "Tienes ese prototipo de chico popular en la cabeza y no hay manera de sacarlo ¿eh?"
"Bueno…es que des de fuera todos se ven iguales…" Erick sonrió y se apoyó en un árbol.
"Si te digo la verdad no sé ni cuando empecé a ser considerado 'popular'… es una tontería serlo o no serlo…" el castaño notó como unas pocas gotas de agua caían encima de su rostro. "¡Mierda!"
"Está empezando a llover…" Erick miró en su mochila y suspiró. "…no llevo paraguas…"
"Pues yo tampoco…" Johan suspiró notando como cada vez caía más fuerte la lluvia. "…solo nos queda correr…"
"¿Correr?" el moreno miró con sus ojos verdes al castaño que sonrió ampliamente. Johan lo tomó de la mano y tiró de ella arrastrando a Erick con él. "¡Johan!"
"Venga mi casa queda cerca. ¡Vamos!"
Paseaba tranquilamente por el instituto, el festival se estaba acabando y tan solo quedaban algunas de las actividades, paradas de comida y poca cosa más, con algún taller de espectáculo. Pudo relajarse un rato e intentar buscar a su amigo entre la multitud. Después de la obra de teatro y de ir a ver la exposición de fotografía se dirigió hacia el otro instituto a ver a su amigo Erick. Incluso lloviendo no paraban, iban con chubasqueros y paraguas, aunque él simplemente le gustaba mojarse.
Vio a David, uno de los amigos de Anthony, lo conoció un día en un bar de copas cuando fueron a festejar el cumpleaños de este. Se acercó y le ayudó con la caja que llevaba que parecía ser muy pesada.
"Gracias…sea quién sea…" la caja era muy grande por lo que no veía a Gabriel, le ayudó a dejarla en un rincón dónde había muchas más.
"¿Has perdido forma o qué?"
"¡Gabriel, que sorpresa!" se acercó y le dio una palmada en la espalda sonriendo ampliamente, era un chico muy afable y siempre estaba riendo. "¿Qué tal? ¿Vienes a ver a Anthony?"
"Uhm…no más bien a él no…" ladeó la cabeza y David le miró algo preocupado. "¿Has visto a Erick por algún lado?"
"¿Erick? ¿Es el chico de primero, no?" Gabriel asintió y él se llevó la mano en la cara. "…creo que se fue con Johan…los vi irse juntos justo hace unas horas…"
"Vaya…pues da igual, ya lo veré en otra ocasión." Suspiró y vio como gente que pasaba le miraba raro, riéndose y señalándole. "…¿Aún siguen con los rumores?" chasqueó la lengua y miró a su amigo que le miraba con preocupación.
"Bueno…supongo que hay gente que no acepta a los homosexuales…"
"Tonterías…lo que les pasa es que no tienen nada más que hacer que ir jodiendo a los demás…" miró con descaro a un grupo y se volteó. "…me voy ¿ok? Me enferma estar aquí."
"No te preocupes…ya se irá arreglando."
"Si tu lo dices…" ladeó la cabeza y comenzó a andar, él siempre había ido con la verdad por delante, no tenía ningún reparo en decir que era homosexual y si le preguntaban si lo era, él simple y llanamente lo asentía y seguía con su vida. Sabía que mucha gente le miraba con asco…pero en la sociedad no podía pedir que le aceptasen a la primera.
Un golpe seco le sacó de sus ensoñaciones, demasiado brusco, incluso se tambaleó perdiendo el equilibrio.
"Vigila por dónde vas zorra…" un chico de un grupo se rió.
"¡Tío que asco que te has rozado con un maricón!" el otro lo dijo aún más fuerte para intentar avergonzarle.
"Sois todos una pandilla de críos…" suspiró fuertemente y miró desafiante al grupo que se volteó hacia él. A veces le fallaba ser tan contestón.
"¿Qué es lo que has dicho 'señorita'?"
"¿Quieres volver a oírlo niño de papá? Eres un crío a quién le tendrían que bajar los humos…" se cruzó de brazos y vio como se le acercaban más, su corazón latía a mil por hora, sabía que se estaba buscando una buena pelea…pero no permitiría que le pisotearan así.
"A ti si que te vamos a bajar los humos…" uno de los chicos le agarró del cuello de la camiseta dispuesto a darle un puñetazo.
"¡Eh, pandilla de enanos!" una voz grave hizo que se voltearan, en la entrada del instituto había un chico muy alto, con el cabello de punta rubio y la piel algo bronceada. Salió de su coche y los chicos le miraron con respeto. "¿Ocurre algo?"
"Bah, dejémosle… total es una puta maricona…" se voltearon y se fueron.
"…" Gabriel se quedó mirando al chico, más bien al hombre, tenía aspecto de ser mucho más mayor que él. "…supongo que te tengo que dar las gracias…"
"Sería lo más apropiado en estos momentos." Sonrió y tapó con su paraguas negro. "Te estas empapando…"
"Bueno…me gusta mojarme." Sonrió cordialmente y estornudó.
"Ya veo ya… pero a este paso pillarás una pulmonía. Venga súbete al coche…te llevaré a una cafetería para que entres en calor." El hombre como si le conociera de toda la vida le dejó el paraguas en las manos mientras subía al coche.
"…" se quedó mirándole desconfiado.
"Va hombre, va… que ni tu eres la caperucita roja, ni yo el lobo feroz…" bromeó y se rascó la cabeza con ingenuidad. "…que maleducado, me llamo Henry, soy el propietario de la cafetería Mouse de aquí al lado."
Lo miró fijamente, un tipo extraño. Miró hacia los alrededores, vio como Anthony salía del edificio del instituto acompañado de una chica que le sostenía el paraguas. Se quedó mirándole fijamente y el pelirrojo se quedó parado observándole fijamente.
"De acuerdo…" plegó el paraguas y se subió al coche cerrando la puerta tras de él, mirando des de el cristal empañado la silueta de Anthony.
"Pues vamos…Por cierto…¿Cómo te llamas?"
"Gabriel…"
"Uhm…bonito nombre."
Se estaba secando el cabello con una toalla y llevaba puesta la ropa de Johan, un jersey algo ancho con unos pantalones de deporte. La madre de Johan se escandalizó al verlos todos empapados y los mandó a ducharse y a vestirse con ropa seca. Primero se duchó Erick y después Johan.
Se había quedado en el salón esperando a su nuevo amigo, la madre del castaño estaba limpiando los platos, de golpe unas manos pequeñas le sujetaron del jersey.
"Tu no eres Anthony…" un niño igualito que Johan le miraba fijamente, parecía una replica suya pero en miniatura.
"Ehm…pues no, soy Erick, un…amigo de tu hermano." Sonrió cariñosamente, siempre le habían gustado los niños, aunque tenían una mirada muy directa. "…¿Y tú como te llamas pequeño?"
"No soy pequeño, ya soy mayor." Puso morros y su madre le agarró de la nariz. "¡Auchh mamá!"
"Sé más educado Marcus, parece mentira…" su madre tenia el cabello castaño claro, ojos marrones y baja de estatura, se veía joven aunque iba algo de cabeza con las tareas domésticas.
"No pasa nada señora…" el moreno intentó calmar la situación, vio como una niña con los cabellos casi rubios se acercaba a paso torpe hacia él, hasta quedarse en frente. Tanto Marcus como Erick la miraron extrañados.
"Súbeme…" lo dijo bajito y algo sonrojada. El moreno sonrió y la agarró subiéndola a su regazo.
"Vaya, veo que se te dan bien los niños…" Johan salió de la ducha ya vestido y agarró a Marcus subiéndolo lo más alto y empezando a dar vueltas con él.
"¡Bájame hermanito!" el niño se reía mientras su hermano lo llevaba dando vueltas hacia la cocina. "…venga que ya son las ocho pasadas tendríais que ir a cenar ya… Y Juliet también tendría que estar ya…¿Mamá Juliet ha cenado ya?"
"Si claro que si…¿me haces un favor? ¿Puedes subir a acostarla? Yo ahora tengo que acabar la cena para tu padre y ocuparme de que Marcus se acabe toda su cena…" La mujer se pasó las manos por el rostro y miró directamente al moreno. "…Erick tu como si estuvieras en tu casa…seguro que tu casa no es un zoo como esta…"
"Bueno…es que somos tan solo dos en mi casa."
"Oh disculpa…" la mujer se disculpó torpemente mientras le ponía la servilleta a su hijo para que no se manchara.
"No, no pasa nada…" se rió amablemente y vio como Johan des de el portal le hacía una señal para que subiera a su habitación, se encogió de hombros y tras echarle una última mirada a la madre de Johan subió con su nuevo amigo.
"Siento que hayas tenido que presenciar tanto jaleo…seguro que ahora no quieres un hermano pequeño ¿no?" Johan se atusó el cabello nervioso y abrió la puerta, Erick entró curioso mirando las paredes repletas de posters de jugadores de fútbol y de alguna chica famosa. "…está echa una leonera…" se rió nerviosamente y comenzó a guardar el montón de ropa que había por encima de la cama.
"No te preocupes…si yo tengo la habitación tan ordenada es porque hay poca faena que hacer en casa y me dedico a veces a dar un poco de orden…" se sentó en la silla que había delante de la computadora y Johan se sentó en la cama.
"Uhm…¿quieres quedarte a cenar?"
"No, no… mi padre me estará esperando." Se pasó las manos por su cabello negro azabache suspirando. "…¿Me podrás prestar un paraguas?" el castaño asintió tranquilamente. "…¿Sabes? Me gusta tu familia…"
"Anda ya…si es un desorden de casa y de familia…" se rió y miró a Erick, se veía tan frágil. El pantalón y jersey que le había dejado eran algo grandes para él, y tras esas prendas se podía deducir una figura delgada pero esbelta. El cabello aún húmedo le caía por el pálido rostro y los ojos verdes resaltaban en todo su lindo rostro.
"A mi me gusta…a veces me doy cuenta que cuanto más tiempo pasa, más pierdo el recuero de mi madre…temo olvidarla en algún momento sin darme cuenta…" miró por la ventana como caían cada una de las gotas contra el cristal.
"…"
Ambos se quedaron callados, uno porque estaba en sus pensamientos, otro miedo en decir algo equivocado.
"Es algo tarde…debería irme." El moreno se levantó de la silla y el castaño casi automáticamente le agarró del brazo sorprendiéndole.
"Eh…voy a ver si tu ropa está seca…espérame aquí." Se fue algo nervioso y Erick suspiró mirando el vacío, en tan poco tiempo lo que sucedía…
El sonido de la melodía del móvil de Johan le sacó de sus ensoñaciones, no cesaba de sonar por lo que se tomó la libertad de descolgar.
"¿Si?"
"¿Johan? ¿Cómo es que no me has llamado? ¡Te he estado esperando en la entrada del instituto para irnos juntos! ¿Se puede saber dónde te habías metido?""
"Uhm…perdona soy un amigo de Johan, ahora te paso con él no cuelgues."
"Ah…bueno, ¿Y se puede saber que hace quedando contigo y no conmigo que soy su novia?"
Se quedó callado, parecía que había enmudecido de golpe.
"…"
"¿Erick?" Johan se quedó parado en frente suyo, con una bolsa con su ropa dentro. "…¿Ocurre algo?"
"Es para ti, es tu novia, lo he cogido porque no paraba de sonar." Le tendió el celular y el castaño lo cogió.
"Oh…vaya…pues…gracias." Johan sonrió y Erick se quedó mirándole a los ojos.
"Mejor me voy, gracias por todo." Cogió uno de los paraguas de la entrada y abrió la puerta.
"¡Espera Erick? ¿No quieres que te acompañe?"
"No, no…gracias por todo, nos vemos otro día…" cerró la puerta tras de él y no le dejó tiempo a contesta.
Hoy le apetecía caminar bajo la lluvia…
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