Después de hacer un duro entrenamiento de dos horas por la mañana en el campo de fútbol del centro de la ciudad, cogió sus cosas y tras despedirse de sus compañeros en el vestidor salió secándose el pelo con la toalla, fue hasta la puerta encontrándose con su amigo que fumaba un cigarro tranquilamente.
"Te vas a podrir…" Johan abrió el maletero del coche de Anthony y metió su bolsa de deporte, el pelirrojo chasqueó la lengua y se subió en el coche después de darle una última calada al cigarro. "…tu mismo."
"Pues si…" arrancó el motor y Johan se sentó de copiloto bajando la ventanilla para que el aire fresco de la mañana le diera en el rostro. "Me dijeron que ayer acompañaste a Erick el dulce con tu moto hasta su casa…" una risilla se le escapó de los labios.
"Como le gusta chismorrear a los de mi equipo…" Johan suspiró fuertemente, no sabía el porque estaba haciendo todo eso, simplemente era un impulso, su cuerpo reaccionaba antes que su mente, y aún podía sentir los brazos delgados de Erick en su cintura…
"¿Y cómo fue?" Anthony aceleró, se dirigían hasta el centro comercial para comprar dos o tres cosas que necesitaba el pelirrojo para su piso. Se acababa de independizar hacia poco.
"No sé, normal, le acompañé, bajó de la moto, me dio las gracias y se despidió." Se encogió de hombros y continúo mirando por la ventana. Aún podía recordar lo nervioso que estaba, con la mirada gacha y algo ruborizado, se bajó de la moto y le sonrió con timidez.
"Bah…me pensaba que te habrías lanzado…"
"¡Oye, oye! ¿Aquí quién esta diciendo que quiera yo lanzarme?" miró a su amigo con enojo, este paró el coche al ver el semáforo en rojo y miró a su amigo a los ojos, a veces no le extrañaba que tuviera tanto éxito, su piel morena relucía con el sol, el azul de sus ojos era como agua cristalina y su cabello moreno y brillante despeinado le daba un aspecto gracioso.
"No lo sé…es que es raro que de golpe te hayas interesado de esta manera por él…nunca habías actuado así, bueno, impulsivamente si, muchas veces…pero en lo que se refiere con chicos nunca…" Anthony buscó en la guantera las gafas de sol y se las puso, atándose la melena en una coleta alta.
"Nada, nada…tan solo quiero ser su amigo…conocerle algo más, pero no me interesa de ese modo…" negó con la cabeza y le dio un sorbo a la botella de agua que había en uno de los laterales del coche.
"Si tu lo dices…"
"Si, yo lo digo."
Iba caminando por el centro de la ciudad, hacia buen día y el sol no calentaba mucho. Estaba esperando a que Erick llegara, era un tardón, siempre se entretenía con cualquier cosa… hacia tiempo que le conocía y no había cambiado ni un ápice. Miró por cuarta vez el reloj y suspiró, ya habían pasado diez minutos. Un golpecito en la espalda le hizo girarse encontrándose con el moreno que llevaba una sonrisa en los labios.
"Erick…¿Es que nunca aprenderás a llegar puntual? El día que tengas novia y le hagas eso al final te va a dejar."
"Lo siento Gabriel, lo siento…" Erick miró a su amigo que le observaba con aparente enfado, pero que relajó las facciones del rostro y le dio un beso en la mejilla. "…venga vamos, quería mirarme un jersey azul claro que he visto."
"Ok, ok…¿y a veces te extrañas que te digan que pareces una chica?" iban caminando por la calle hasta que entraron dentro del centro comercial. Miró a su amigo, des de siempre había tenido una apariencia muy afeminada, ojos grandes color miel, con largas pestañas, piel blanca, cabello castaño clarito a veces parecía rubio cuando le daba el sol, lo llevaba corto pero por la parte de delante desordenado y algo más largo, dejándole que le cayeran algunos mechones por el rostro, dándole una apariencia aniñada. Un poco más alto que él, no muy ancho de espaldas pero fuerte, manos largas y dedos finos…como las manos de un pianista.
"No es mi culpa parecer una chica, además me gusta parecerlo…" bajó la mirada. "…a veces parece que piense más como una chica que no como un chico."
"Ese es tu encanto. Entiendes mejor a las personas." Cogió del brazo a su amigo y tiró de él. "…venga que aún no encontraremos ese jersey que te gusta tanto…"
Lo conocía de la academia de matemáticas, al hablar se llevaron bien y ya llevaban un tiempo saliendo por ahí para divertirse, Gabriel era un chico extrovertido y alegre, le gustaba mucho salir por ahí y nadie diría que se acercaba a los dieciocho años, tenía la sonrisa de un niño pequeño y se te podía contagiar su sonrisa con tan solo verle.
Después de comprar el jersey fueron a tomar algo en una de las cafeterías que había dentro del centro comercial, de buena mañana no había mucha gente, solo familias a algún grupo de amigos.
"¿Vosotros hacéis festival de verano Erick?" Gabriel le dio un sorbo a su café mirando a su amigo que asintió con la cabeza mientras saboreaba un trozo de pastel de crema. "Depende del día que sea podría ir a verte…"
"Estaría bien…lo que me agota es que cuentan conmigo para organizar muchísimas cosas del festival…quieren que revise un decorado dónde quieren hacer karaoke, quieren que presente las actividades deportivas que se harán y como no estoy en ningún grupo de extraescolares del instituto un listado más largo de tareas que quieren que haga…" suspiró pesadamente.
"Pues haz solo las que te gusten y diles a los otros grupos que no eres una máquina que solo podrás hacer alguna que otra cosa y ya esta…si no al final acabarás con un ataque de nervios…" Gabriel se rió y miró a su amigo que volvió a suspirar cansado. "…yo tan solo tengo que actuar en una obra de teatro que se hará y luego ir corriendo hacia la sala de arte donde se presentaran las fotos ganadoras."
"¿Una obra de teatro?"
"Si…yo hago de chico depresivo…no sabes lo que me cuesta, yo que siempre estoy riéndome…" se rió débilmente y le dio un mordisco a su bocata. "…si no tengo malentendido se ve que vuestro instituto quiere hacer un partido de fútbol para entretener un poco…"
"Si…fue idea de Johan el capitán…me lo comentó ayer cuando me llevó en moto a casa…" se puso algo nervioso y Gabriel le miró con la boca abierta. "¿Qu-que pasa?"
"¿Johan Friedlander?" Erick asintió con la cabeza. "¡Que suerte! En mi instituto se habla muy bien de él…y también de Anthony…"
"¿Conoces a Anthony?" Erick le miró con una ceja enarcada.
"Solo…de vista, pero siempre me han dicho que es un cabeza hueca que siempre anda metido en líos de faldas…" se rió e hizo un gesto de no darle importancia con la mano.
"A mi me cae bien…el otro día me choqué con él en el pasillo y me trató bastante bien…"
"Venga cambiamos de tema que hablar de tipos populares no es lo nuestro." Se acabó de un bocado lo que le quedaba de bocata y su amigo se rió. Estuvieron toda la mañana dando vueltas por el gran centro comercial, hablando, chafardeando…
Hasta que Erick en una tienda de ropa se encontró con la persona que nunca se hubiera imaginado encontrar.
"Vaya Erick…buenos días." Johan estaba ahí, mirando alguna chaqueta, con esa sonrisa blanca y deslumbrante en su rostro.
"Hola…"
"¿Has venido solo?" Johan se extraño que hubiera venido solo, el chico señaló a su amigo Gabriel que estaba fascinado con un jersey color rosa suave de una de las estanterías. Johan se rió débilmente y Erick tuvo que darle unas palmaditas en la espalda a su amigo para que prestara atención.
"Ah…¿Qué quieres Erick?" su amigo se volteó y se quedó observando al castaño que continuaba con esa sonrisa agradable en el rostro. "Oh…perdón, ¿debes ser Johan, no? Yo soy Gabriel." Gabriel no lo dijo muy animado.
"Si encantado…"
"Igualmente…oye si me disculpáis un momento voy a probarme este jersey ¿ok?" Gabriel sonrió y le guiñó un ojo a Erick, este asintió y se quedó delante de Johan algo…nervioso.
"¿Has venido solo Johan?" Erick se paso la mano por el cabello.
"Uhm…no, Anthony está en los probadores…ha visto unos vaqueros que le gustaban y ha entrado a probárselos…pero es que a mi los vestidores esos tan pequeños me ponen histéricos." Ambos chicos se rieron y Johan no pudo evitar pensar que bien le sentaba ir vestido de calle, siempre lo veía con el uniforme del instituto…
Llevaba unos vaqueros oscuros con una camiseta de color azul clara de manga corta, el pelo un poco despeinado y ese posado de despistado que le hacía ver tan…lindo.
Se estaba probando el jersey, no le quedaba mal, le hacia juego con el cabello claro, salió al pasillo y se miró en el espejo no muy convencido, se acercó a él y vio por el reflejo a una persona…se fijó disimuladamente, cabellera roja…se volteó deprisa para entrar hacia el vestuario.
"No hace falta que te mires tanto…te sienta bien este color…siempre te lo dije." La voz tranquila de Anthony hizo que se girara.
"Gracias pero no necesito tu consejo Anthony…" por suerte estaban solos y aún no había entrado nadie a probarse ropa, con desgana se quitó en medio del pasillo el jersey, mostrando su torso desnudo, dándose cuenta de que quizá inconscientemente al pelirrojo se le fue la mirada. "…y ahora si me permites."
"Gabriel…"
"¿Qué?" se puso su camiseta de manga corta y sus cosas, intentando salir con el pelirrojo en medio. Subió la mirada encontrándose con los ojos café que le miraban fríamente. "Veo que tienes mejor la mejilla…" con eso Anthony se apartó, dejando que se fuera.
"¡Mierda!"
Salió y se fue a la caja para comprar el jersey, miró hacia la entrada de la tienda y vio como Erick hablaba animadamente con Johan, parecía un buen chico después de todo, sonrió y después de pagar fue fuera dónde estaban ellos. El moreno al verle le hizo un gesto para que se acercara.
"Me ha dicho que nos puede llevar hasta casa…ellos también se van, se ve que han venido con el coche de Anthony." Erick miró a su amigo que se quedó callado unos momentos, fingiendo hacer memoria. "¿Ocurre algo?"
"Lo siento…pero yo tengo que irme ya…además tengo que irme en dirección contraria he quedado con un amigo de mi instituto…" miró hacia detrás viendo como el pelirrojo estaba pagando en la caja y volvió a mirar a su amigo. "…me voy ¿ok? Lo siento Erick…te lo compensaré." Besó la mejilla del moreno que le puso morros y luego miró al castaño. "…encantado de haberte conocido Johan." Se fue corriendo despidiéndose con un gesto de mano.
"¿Es así de imprevisible siempre?" Johan se rió y Erick asintió suspirando, para después sonreír.
"Es como una brisa primaveral…tan buen punto viene como se va." Sonrió ampliamente y miró a Johan. "¿Seguro que no le importara a Anthony llevarme? Tampoco quiero que os toméis muchas molestias, puedo ir a pie…"
"Nada de eso…ya verás como a Anthony no le molesta para nada."
"¿El qué no me va a molestar?" el pelirrojo le dio un golpecito a Johan y este se giró.
"Llevar con coche a Erick…nos viene de camino." Johan le miró con esos ojos azul claro y Anthony suspiró.
"No, no pasa nada…venga vámonos." Le dio una palmadita en la espalda a Erick que siguió a los dos chicos hacia el aparcamiento.
En el trayecto estuvieron hablando animadamente, aunque a Anthony se le veía algo pensativo, escucharon música y divirtiéndose del ratito que estuvieron con el coche. Hasta que llegaron al bloque de pisos de Erick, se bajó y le dio las gracias a Anthony, Johan se bajó también para acompañarlo hasta la puerta ya que el pelirrojo tuvo que aparcar en la otra calle, el único sitio libre.
"No hacia falta…no me voy a perder…" bromeó el moreno mientras que cogía las bolsas con alguna ropa que había comprado con Gabriel.
"Mm…es que quería pedirte algo…" Johan se atusó el cabello algo nervioso, Erick le miró con esos ojos verdes que encantaban a cualquiera. "…me gustaría…bueno si pudieses claro…que…"
"Sin rodeos…" Erick se rió haciendo que Johan se relajara un poco.
"Que mañana vinieras a ver mi partido…jugamos a las nueve de la mañana en el campo del centro…si es muy temprano para ti no…pero me haría ilusión que fueras…" miró a Erick, este le sonrió ampliamente haciendo que se sonrojara un poco. "…¿entonces?"
"Nos vemos mañana en el partido."
"¡Bien!" sus ojos cristalinos brillaron y Erick se rió, en esos momentos parecía un niño pequeño. "Estará Anthony por ahí, búscalo así no tendrás que sentarte solo."
"Ok…hasta mañana." Se despidió y entró dentro del bloque, Johan se quedó ahí hasta que lo vio desaparecer por el ascensor, fue corriendo hasta el coche de Anthony y se subió mirándole con una sonrisa.
"¿Ya has conseguido que el chico lindo venga mañana?" enarcó una ceja.
"Pues si…y tu no te quejes, ¿verdad que dices que aprecias las cosas lindas? Pues tendrás a una al lado durante todo el partido." Se rió el castaño.
"Mejor, mejor…"
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