Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Manual de supervivencia en la selva de la vida por Ayumi

[Reviews - 143]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Gomen por haber tardado más pero es que estar en época de exámenes es horrible TT_TT

Gracias a tod@s l@s que han dejad revies o que llen esta historia ^^

Espero que os gustee

Entraron a presión y gracias al empujón del portero. Por lo visto el grupo todavía no había aparecido y entre los gritos de la gente, que el aire allí estaba más limitado que el dinero en su casa y lo apelotonados que estaban llegó a pensar en salir de allí antes de desmayarse por el agobio. La rana nada más entrar había desaparecido, el calvo estaba moviendo los brazos intentando hacerles un hueco más cerca del escenario y su amigo Alan estaba siendo arrastrado a la barra por una chica que si no fuera porque llevaba en la cara tres kilos de maquillaje y unos zapatos de aguja de esos que solo verlos ya te duele hubiera jurado que era Anne.

Aunque pensándolo detenidamente Anne era perfectamente capaz de salir así, pero era imposible que hubiera llegado antes que ellos. De todos modos el aburrimiento pudo con él y se acercó donde esa chica conversaba sin parar mientras su amigo movía de vez en cuando la cabeza para ver quien era.

-         Chris, se me olvidó decirte que yo también venía-sip, sin lugar a dudas esa cara de arrepentimiento falsa era de Anne.

-         ¿Qué haces aquí?

-         Pues lo mismo que tú, venga a un concierto.

-         Claro, lo que no cuadra no te gusta esta clase de música y estás aquí. Antes de que digas que si te gusta te recuerdo que cuando la puse para ducharme me dijiste que “apagara ese trasto infernal”. Por cierto, ¿cómo has llegado?

-         En autostop. No me sermonees que yo puedo ir donde quiera-le contestó apretando el brazo de Alan que mantenía entre los suyos.

-         Ya que veo que os lleváis tan bien yo me voy para que haléis más tranquilitos-dijo el pelirrojo intentando escabullirse de la tenaza de la chica.

-         Cielo no hace falta, si Chris ya se iba, ¿cierto?

-         Claro, venga Alan, vamos-contestó tirándole del otro brazo.

-         Él se irá si quiere.-tirándole del brazo.

-         ¿No ves que si quiere?-tirando más fuerte.

 

Pero la chica le puso la zancadilla a un camarero que pasaba por allí con una bandeja con cuatro cócteles que cayeron sobre la cabeza del pelinegro.

-         Lo siento, disculpe-repetía el camarero. Christian le echó una mirada odio a la chica que hablaba tan campante con su amigo mientras que este lo miraba de reojo.

-         No pasa nada-le contestó caminando hacia el servicio para intentar quitarse por lo menos el fuerte olor a alcohol de su cabello. Al entrar se acercó al lavamanos y suspiró con pesar echándose un poco de agua por encima de la cabeza.

-         ¿Qué te ha pasado?

-         ¿Qué hacías aquí rana?

-         Lo normal que se hace.

-         Tu hermana me ha tirado cuatro copas a la cabeza. Bueno, más bien hizo que el camarero tropezara-puntualizó al ver que levantaba una ceja burlón.

-         Debes tener la cabeza muy dura para que no te haya pasado nada.

-         ¿Eso en el lenguaje de los anfibios es un cumplido?

-         Es solo una opinión-le contestó quitándole un trozo de cristal que colgaba de su pelo- mete la cabeza bajo el grifo.

-         ¿Y eso por qué?

-         Para lavártela, que si no cuando llegues a tu casa van a creer que te has bebido hasta al barman.-le contestó mientras el otro un poco reticente aun le hacía caso.

-         Vale, pero ni se te ocurra echarme jabón de las manos. Que se me quedaría como a un puercoespín.

El otro no le contesto y empezó a mojarle todo el pelo refregándole. De vez en cuando se acercaba un poco y le olía para ver si ya no se notaba tanto, pero las clases de peluquería se interrumpieron cuando un bajo empezó a sonar.

-         Mierda, ya han empezado-masculló Christian levantando la cabeza, cosa que hizo que Vincent se mojara un poco y corriendo a la salida. Pero al salir se acordó que los baños estaban en la otra punta, por lo que no llegaba ni a verle un pelo a la vocalista.

-         ¿No ves?-le preguntó el anfibio que estaba detrás de él.

-         ¿Tú que crees?

-         Por lo menos lo escuchas.

-         Claro, pero la gracia de un concierto es ver a los del grupo. No la espalda de un tipo al que no conoce ni su madre.

-         Si quieres puedes montarte encima de mí.

-         Tú quieres romperte las piernas y acompañar a tu hermano en el hospital, ¿verdad?

-         No era jefe de una banda de motones por nada, tengo más fuerza de la que crees.

-         Si te rompes la columna no es mi culpa-le contestó agarrándose a su espalda y siendo alzado por el otro, (cogiéndolo del culo por cierto con la excusa de empujarlo) hasta que se encontraba con las piernas sobre los hombros de Vincent- me siento como un niño en las cabalgatas de reyes.

-         ¿Ves?

-         Sí ¿peso mucho?

-         Un poco, deberías adelgazar.

-         Uy, lo siento, pero es que yo no suelo imaginar que me tendré que montar encima de alguien.  

-         ¿Qué hace mi hermana aquí?

-         Intentar ligarse a Alan, creo que le gusta.

-         Ya, pero a él le gusta tu hermano.

-         Claro que le gusta… ¿mi qué?  

-         ¿No lo sabías? Por eso Anne es tu amiga, porque me dijo que él tarde o temprano se acercaría a ti para acercarse a tu hermano.

-         No…yo me parecía a mí raro que le cayera bien a alguien…

-         A Dan le has caído bien.

-         ¿A quién?

-         El que se sentó a tu lado. Yo de tu dejaba la autocompasión para otro momento, porque encima que te cojo para que veas bien porque eres un mapachito delicado quiero que te aprendas de memoria hasta cuantos dobleces tiene el vestido de la cantante.

-         Lo que digas, creo que tiene diez en la caída.

-         Así me gusta.

-         ¿Sabes que no eres muy normal que se diga?

-         Me lo fue a decir el que tiene el pelo mojado y con más grados que un semicírculo.

 

Cuando todo acabó aparecieron los demás macarras con Anne y Alan. Christian se dio media vuelta agarrado al brazo de la rana y empezó a andar pasando de largo de sus supuestos amigos. Pero sonriéndole al tal Dan, que ya que estaba se ganaba a una mole protectora. En el autobús se sentaron como antes, solo que esta vez no le echó n la más mínima cuenta a los comentarios del pelirrojo y acabo dormido sobre la panza de Dan.

 
Notas finales: Dejad reviews plis ^^

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).