Una ráfaga de aire helado despertó a Chris, al abrir los ojos aparte de temblar por la baja temperatura de esa noche vio con los ojos entrecerrados por el sueño la calle en la que estaba su casa. Del susto se despertó totalmente y se dio cuenta de que estaba siendo cargado por la rana.
- ¿Se puede saber por qué no me levantaste?
- Con los ronquidos que dabas creí que sería difícil.
- ¿Dónde están tus amigotes?
- Se han ido a sus casas. Me costó mucho convencer a Dan de que no hacía falta que te llevara.
- ¿Y tu hermana, y Alan?
- Se han ido a casa de Alan, por lo visto le sentó mal que le ignoraras y ella ha ido con la excusa de ayudarlo a comprender tu actitud.
- ¿Sabías que tu hermana tendría futuro de furcia?
- Ya, suelen decirlo.
- ¿Piensas soltarme de una vez?- le preguntó cuando ya habían entrado al recibidor de la casa incluso.
- Tu cuarto está en el segundo piso.
- No estoy minusválido- le rebatió furioso saltando hacia abajo y propinándole una patada de paso.- me voy a dormir antes de que mis padres se enteren que hemos llegado y me den la charla-le dijo subiendo las escaleras.
- Que duermas bien mapache, porque mañana con mi hermano en tu casa seguro no lo harás.
- Que caces muchas moscas.
Se metió en la cama y se tapó con la fina sábana, su madre decía que así gastaba menos detergente y cabían más cosas en la lavadora, con tanto frío no podía dormir. Siempre era igual, o se asaba o se congelaba. Cogió el taburete que se encontraba en el baño y montándose encima de él abrió el cajón que estaba en la parte de arriba de su armario, donde su madre guardaba las mantas. Con un guate en cada mano apartó una de un rosa chillón, a ver si le daba reacción alérgica, y cogió la negra llena de pelusas de tanto tiempo que llevaba allí. Se relió en ella como un gusilu y se tiró en la cama dispuesto a dormir. Lo de dispuesto va porque cuando ya tenía los ojos casi cerrados del sueño algo, o más bien alguien susurró a su oído “corre caperucita que te coge el lobo”.
- Asquerosa rana subdesarrollada sonámbula-masculló entre dientes al encender la luz y verlo a su lado. Lo cogió de la mano con la intención de dejarlo en el colchón hinchable donde dormía, todavía se preguntaba como era que no lo había echado a él a dormir allí, pero el anfibio parecía no tener la más mínima intención de moverse, incluso el muy cara dura se durmió sobre el colchón-mierda-dijo molesto yendo al cuarto de su hermano y cogiendo cuatro reglas de sesenta centímetros que estaban desperdigadas por la cama-de algo me servirá que estudie arquitectura-se dijo más para si mismo colocándolas en medio de su cama levantando así “el muro de reglas”. Cuando hubo terminado miró a Vincent que parecía dormir- como te pases te meto las reglas por el culo…bueno, mejor no que a saber si te gusta. Te arreo con ellas…no, a ver si le va el sadomasoquismo….buemo, mejor no te pases-terminó su monólogo viendo que el otro no le echaba cuenta terminó por pensar que dormía de verdad-anda que vaya nochecita voy a tener…
Contra todo pronóstico no pasaron ni cinco minutos cuando ya estaba dormido. Lo peor vino cuando al despertarse vio la cara de la rana invadiendo su espacio personal, para más señas a la altura de su pecho ya que este se había puesto en plan ovillo.
- Rana-le llamó moviéndolo por los hombros, cuando lo vio abrir los ojos le dijo-no es que me importe ni mucho menos, pero creo que tenías que ir al hospital a recoger a tu hermano.
- ¿Qué hago aquí?-le preguntó todavía medio dormido.
- Eres un sonámbulo pervertido.
- ¿Te he hecho algo?
- Susurrarme al oído y dormir conmigo.
- ¿Y eso es pervertido?-pero al ver la mirada odio del otro calló- deberías ir a ver a tu amiguito.
- Yo hago lo que quiero-le contestó cruzando los brazos.
- Ayer le dije a Dan que se llegara por ti a los once para llevarte, así que vístete rápido que te quedan treinta minutos.
- ¿Por qué debería hacerlo?
- ¿Por qué juzgas a la gente antes de oír tan siquiera su explicación y luego te andas quejando de que te prejuzgan por tu forma de vestir? Mi hermana se irá antes, yo se lo dije, así que podréis hablar tranquilamente.
- Me tratas como si fueras mi padre.
- ¿Acaso querrías que lo hiciera de otra forma?-le cuestionó divertido levantando una ceja, ante esto recibió un cojinazo en plena cara, un bufido y varios insultos made in Christian.
Como el Vincent dijo a las once en punto tenía a Dan y sus puños americanos aporreando la puerta. Antes de que sus padres se levantaran y le hicieran tragársela con pomo y todo abrió y sonrió con nerviosismo.
- Buenos días.
- Te llevo-le contestó el otro cogiéndolo del brazo y montándolo en la parte de atrás de una moto azul oscura de la que tuvo serias dudas sobre si podría soportar o no el peso del calvo. Al rato llegaron a l puerta de la casa del pelirrojo y antes de que Chris pudiera arrepentirse su acompañante ya había llamado y al segundo abrió Alan. Dan le arreó un empujón haciéndolo entrar en la casa, cerró la puerta y gritó que volvería dentro de una hora.
- Christian…
- Se que me utilizabas.
- Lo siento, pero pensé que no hacía falta decírtelo. Que a ti las cosas se te escapan con facilidad y tu padre es capaz de fusilarme a punta de escopeta.
- Que bien, encima de tonto chismoso.
- No he dicho que seas tonto-intentó defenderse.
- No hace falta, ¿qué clase de idiota después de que su amigo de la infancia lo deje tirado para volverse popular y lo apalee cada vez que a un retrasado le da la gana es tan idiota como para dejarse engañas de nuevo por ese mismo chico?
- Mira, si te hace sentir mejor dejo a Michael y su banda, como muestra de arrepentimiento y eso.
- ¿Enserio?
- Claro, es muy aburrido estar con esos.
- ¿Y te das cuenta ahora grandísimo retrasado?-le preguntó con un tic en el ojo.- pero aparte de eso ahora tú serás mi esclavo por un tiempo.
- Luego yo soy el manipulador, casi prefiero tu odio.
- Te regalaré ropa interior de mi hermano.
- ¿Qué quiere mi señor?-le contestó con los ojos brillantes.
- No quiero ni imaginarme para que la quieres, pervertido.
- Pues no tendrás la mente muy pura tú cuando has sido quien me lo ha ofrecido-contraatacó haciendo que su amigo se ruborizara.