Había amanecido, los pájaros cantaban en los árboles, la brisa movía las hojas y el despertador sacaba a dos chicos uno pelirrojo y otro pelinegro con mechas de un apacible sueño para el primero y de los únicos diez minutos de sueño para el otro. El último recorrió toda la habitación con los ojos, al no localizar a la rana allí se levantó de un salto decidido a encontrarlo, aunque antes haría una parada en el servicio.
Mientras tanto el otro se desperezaba y guardaba en su mochila, que la tenía debajo de la cama con calendario incluido, un pelo que había encontrado en la almohada y que pertenecía a Darcy. Cuando lo hizo se dirigió a la cocina en la búsqueda de este, que por lo tragón que era seguro estaba allí saqueando la nevera.
Chris llegó todavía medio dormido al baño, por eso no reparó en que alguien se estaba bañando y no fue hasta que este se le tiró de nuevo a la boca que se dio cuenta de que delante de él estaba Vincent con una toalla anudada a la cintura y de nuevo haciéndole una exploración bucal. Resultado: una rana sobándose el chichón creado en su cabeza por el impacto de un objeto, para más señas un bote de sales de baño, y un mapache respirando agitado y con los ojos casi desorbitados.
- ¿Se puede saber por qué lo hiciste?
- ¿Por qué me atizas? eres un mapachito bruto.
- Y tú una rana con las ancas muy largas, así que dame una buena explicación que calme el mal humor que me ha proporcionado una bonita noche de insomnio.
- Creo que está claro.
- No lo está.
- Una carita como la tuya no se puede desaprovechar estando en las manos de una lagarta, así que mejor pasas a pertenecerme.
- Eso en tu idioma vendría a ser como que me quieres, ¿no?
- Dicho así suena mejor-aprobó saliendo por la puerta no sin antes darle un beso superficial.
- Pervertido-grito rojo de vergüenza.
- Eso debería decirlo yo, si quieres verme solo pídelo, no tienes que espiar.
- Yo…no sabía que estabas…
- Bueno, por cierto, dile a tu hermano que me hacen falta duchas de agua fría en plena mañana-continuó alejándose.
- ¿Agua fría?-se preguntó a sí mismo haciendo nota mental de enterarse de la historia luego.
Cuando Alan bajó buscó en la cocina a su morenito, al no encontrarlo rastreó el piso inferior, pero un sonido en el patio llamó su atención. Al salir encontró a Darcy que había quitado la bombona del gas de el termo y riendo macabramente.
- ¿Qué…?
- La muñequita asalta cunas se está duchando, así que para calmar a sus hormonas de mariquita loca que mejor que una duchita bien fría.
- Desde luego…-comentó sonriendo con pesar-¿por qué odias tanto a los gays?-cuestionó como quien no quiere la cosa pero ansioso por su respuesta.
- Bueno…-dijo apartado la mirada-¿qué te importa?
- Vamos, nos conocemos desde que éramos críos, yo era el niño que siempre iba con tu hermano y tú su hermano el que nos asustaba con una sabana como si fuera un fantasma.
- Cuando tenía doce años…un cabronazo me cogió el culo...¿contento?
- Entonces… ¿es por una especie de trauma infantil?
- Me voy-comentó malhumorado intentando entrar a la casa, pero fue retenido por el pelirrojo.
- No deberías generalizar, ¿qué tal si a tu hermano le gusta Vincent? ¿acaso lo dejarías tirado?
- No…pero tampoco se lo pondré fácil a ese asqueroso pederasta, soy un hermano sobre protector en extremo.
- Ya, todavía recuerdo cuando le pegaban a Chris y te reías de él, pero luego a escondidas le partías la cara a quien le rozara.
- Pues eso-deshaciéndose del agarre y entrando.
- Pon la mesa, yo hago el desayuno, que hay que aprovechar que el despertador de tu abuela ha muerto y poder untar más mantequilla.
Chris bajó corriendo las escaleras seguido por el anfibio por el olor que desprendía el desayuno recién hecho. Lo malo es que por primera vez en su vida llegaba tarde así que se metió dos tostadas en la boca abriéndola lo más posible e hizo lo mismo con su amigo colgándole la mochila de un brazo y tirando del otro dirigiéndose a la puerta. Se despidió con un leve movimiento de mano.
Cuando al fin llegaron todavía les quedaban unos minutos, así que se quedaron en la puerta del instituto para charlar.
- ¿A qué no sabes qué? Tú hermano no es un homófono retrógrado.
- Ya, y apunta con una escopeta a Vincent porque no le gusta su forma de andar-dijo sarcástico.
- Que nooooo, es solo un traumado más. Por cierto ¿qué tal con la rana? ¿por qué la traqueotomía?
- ¿Eso? esta mañana me ha dicho en su idioma de macarrilla que me quiere.
- ¿Qué le has contestado?
- ¿Contestarle?
- Claro, como en las películas, está el típico “yo también te quiero amor mío” con abrazo y beso o el “no es por ti, es por mí” con cara de circunstancias.
- Etto…
- No le has dicho nada, ¿no? seguro que te has quedado mirándole con cara de tonto y ya. Quien no te conozca que te compre.
- Deja la charlita mami, que vamos ya a tocado la sirena-dijo dándose la vuelta.
Las clases pasaban iguales, robos de propiedad privada, collejas e insultos por doquier, algún que otro impacto en el cráneo de Chris y de Alan. Pero por lo menos el primero no esperaba que mientras fue a beber solo, le dijo a Alan que no era tonto como para perderse por un pasillo, Michael le acorralara buscando venganza. Por lo que tampoco espero que al abrir los ojos por la falta de los golpes, los cerró en un acto reflejo, este estuviera empotrado contra una pared y ver a su hermano con cara de asesino en serie y una sonrisa macabra mientras le decía que fuera a hablar con el director por su comportamiento.
- Era de esperarse que intentara algo así-comentó Alan que se encontraba a un lado de Darcy.
- ¿Qué…qué haces aquí?
- Por lo visto había un puesto vacante como profesor de tecnología y el error de la naturaleza lo pidió para mí diciendo que son prácticas, ya sabes, si puedes enseñar dibujo técnico a un grupo de adolescentes pasotas construir el plano de una casa es pan comido. Y ahora moved el culo que os toca conmigo y como lleguéis tarde vais a estar de pie tanto tiempo que os saldrán ampollas en los pies.
Por eso cuando Christian llegó a casa de sus abuelas pasó de ellos y a la carrera se dirigió de nuevo en la búsqueda del castaño. Como siempre lo encontró en el cuarto de limpieza.
- Gracias por buscarle un trabajo.
- Venía en el periódico-contestó levantando la vista del trozo de papel y observando al pelinegro-además, a ti te cae bien.
- Yo…mañana salgo antes porque falta mi tutora, aprovechando eso y que ya he terminado los exámenes hasta dentro de una semana me llevarás a la ciudad a comprarme ropa nueva. No acepto réplicas.-contestó tajante cerrando la puerta y bajando las escaleras sonrojado.