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Manual de supervivencia en la selva de la vida por Ayumi

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Notas del capitulo:

Wuajajajajaja, que bonitas son las vacaciones  *-*, lo único malo es que con ellas vuelve mi hermano ¬¬. Así que si en la próxima semana no escribo nada ya sabéis quien es el culpable n_ñ

Espero que os gusteeeeeee

La noche llegó y con ella nuevos problemas, como los típicos” echaos para el lado que me caigo idiotas” de Chris, los “Darcy, me voy a arrimar a ti más que sino no cabemos” de Alan, los “palomo cojo estate quieto que te veo las intenciones y deja esa mano donde pueda verla” de Darcy o los “quita esa cuchilla de mis venas hermano psicópata” de Vincent. Vamos, lo que se dice una noche divertida, que los pobres estaban más reliados que si jugaran al twister para caber en el menor espacio posible.

La bueno eran las mañanas para los dos más jóvenes, porque entre que la rana se despertaba al salir el sol y que el pelinegro lo hacía justo después para vigilarlo y mantenerlo a una distancia prudente del culo de su hermano pues tenían la cama para ellos solo, y eso quieras que no se agradecía. Porque sí, era un hecho que Alan había decidido habitar allí hasta que su traumado favorito ahuecara el ala, incluso se había traído varias mudas de ropa para no ir siempre con la misma y causarle mala impresión.

-         Oye, no me esperes para venir aquí después de quinta hora- dijo el de las mechas aprovechando que su hermano estaba muy ocupado en el piso de abajo midiendo la distancia entre la silla que el ocuparía y la que ocuparía el anfibio para desayunar.

-         ¿Y eso?, solo hay dos opciones, o piensas dejar el nido antes de tiempo o simplemente vas de escapadita romántica.

-         Voy a comprar ropa a la ciudad.

-         Vayaaa, ¿te la comprarás de la buena? ¿de esa que tiene etiquetas y aproada por la Unión Europea?

-         Sí, pero que la del mercadillo que tú llevas tampoco es tan mala.

-         ¿Qué dices? Si me la tengo que comprar dos tallas más grandes para cuando encoja.-le contestó el pelirrojo-por cierto ¿vas con tu hermano? porque si es así y no me llevas te mato.

-         No, el tiene esa hora ocupada, voy con Vincent.

-         Vaya, vaya, ¿ya no es la rana? Que categoría.

-         Es que alguna vez le diré su nombre, ¿no?-cuestionó sonrojado.

-         Claaro, y tu hermano quiere cogerme el culo, no te fastidia. Pues tu amigo el abandonado esperará paciente a que tu hermano salga para irnos juntos-dijo mientras ponía los ojitos en forma de estrella.

-         Vamos, que aprovechas y te enteras si hay alguna detrás de él.

-         Elemental querido Watson.

 

El tiempo pasa rápidamente cuando uno no quiere, fue lo que descubrió Chris, pues las cinco horas  que antes eran una tortura ahora se le pasaron volando, y es que cuanto más cerca estaba su hora de salida más se arrepentía de haber quedado con la rana. Porque si bien no se llevaban del todo mal, si lo pensaba fríamente todo eso sonaba a cita. Solo lo distrajo la visita de Anne, que con mala cara y a regañadientes le ordenó que le informara a su hermano de que tendría una sobrina. Esa era otra, aunque le llegara a ir bien con la rana este se iría nada más nacer el bebé, y a él le faltaban dos años más o menos, dentro de un mes era su cumpleaños, para poder independizarse. Vamos, que con lo guapo que estaba callado tuvo que abrir su hocico, ya ser le había pegado de tanto que le decía mapache.

Cuando tocó el timbre los pasos de Chris eran lentos, como si lo llevaran a el matadero y su marcha no cambio de ritmo al ver parado en la cancela a la rana con unos vaqueros y una camisa pegada. Su amigo al verlo medio parado en medio del pasillo lo empujó hasta casi caer sobre el anfibio y él se sentó en un banco a la salida guiñándole un ojo.

-         Relájate, que parece que fueras a tu propio funeral-le dijo la rana sin mirarlo sentándose en un asiento del autobús después de pagar sus billetes y cogiéndolo del brazo para que se sentaran juntos.

-         Yo…solo pensaba-le contestó mirando el paisaje que no era otro que carretera y más carretera.

 Después de una hora de viaje y el culo medio cuadrado Chris se alegro bastante de pisar la acera de la estación, que con lo que a él le gustaba dormir en los viajes había acabado con la cabeza sobre las piernas del castaño y al despertar por poco le da un paro cardiaco.

Llevaban ya varias horas viendo tiendas y cuatro bolsas en las manos de la rana  cuando se decidieron a para a comer en una hamburguesería porque el presupuesto no se podía estirar más. La cola de esta llegaba hasta la puerta y más allá así que Vincent le dijo al mapache que subiera a la segunda planta a buscar una mesa libre y el después iría con la comida.

Con gran esfuerzo consiguió hacerse sitio entre la marabunta de gente que llenaba el local y consiguió una mesa con dos sillas, en una se sentó y en la otra colocó las bolsas con varia ropa, por supuesto toda negra y unos mitones de cuero del bueno que le había regalado la rana y desde ese momento se los había colocado. Al rato llegó la rana haciéndose paso con la bandeja en las manos. Pero Chris se extrañó de ver a un chico con el pelo tintado de azul detrás de él sujetando otra bandeja.

-         Este es Cold, un amigo de la universidad- le dijo Vincent al llegar colocando la comida en la mesa y trayéndole otra silla al tal Cold.

-         Vin, no hacía falta, podría haberla traído yo-le dijo el tipo sonriendo-¿y tú quién eres?-la cuota de sonrisas por lo visto ya la había gastado con la rana, porque a Chris lo miró por encima del hombro.

-         Christian, una amigo del pueblo.-también sonriendo- aunque dormimos juntos.

-         Que interesante, ¿cómo es eso Vin?

-         Es que no hay otras libres, también están su hermano y su amigo. Chris, cuando terminemos nos vamos para volver al pueblo.

-         Vale Vin-contestó con retintín en su apodo.

  

A todo esto vamos con Alan.

Cuando esos dos se fueron él se sentó y espero pacientemente más de una hora hasta que entre la oleada de alumnos localizó a Darcy. Movió la mano de un lado a otro para que lo viese y acto seguido se acercó a él.

-         Tenía entendido que salíais antes ¿que haces aquí? A todo esto ¿y mi hermano?- le cuestionó el moreno nada más verlo.

-         Tu hermano ha ido a comprarse ropa y yo decidí esperarte.

-         A él no le gusta la ropa de aquí-objetó.

-         Ha ido a la ciudad con Vincent-los ojos de su acompañante se agrandaron y vio como apretaba los puños.

-         Voy a matar a ese asqueroso maricón.

-         Deberías dejarlo.

-         ¿Qué?

-         Que haga lo que quiera, sino tal vez llegue a odiarte. ¿Qué tal tu día?

-         Pues bien, si exceptuamos que ya me han dado dos cartitas rosas y perfumadas.

-         ¿Qué…? Les habrás dejado claro que solo eres su profesor, ¿no?

-         ¿Para qué? Eran monas.

-         Ya claro…tienes razón-contestó ensombreciendo su mirada.

 

 Iban de regreso en el autobús, el pelinegro todavía enfadado no se dio cuenta de que habían llegado a la parada hasta que el otro tiró de él. Pero deshaciéndose del agarre lo empujó para que solo saliera el castaño y él no bajó hasta la otra parada en la parte alta del pueblo. Cogió el móvil prehistórico y marcó el número de Dan.

-         ¿Podrías venir a recogerme? estoy en la segunda parada del autobús.

 

En menos de cinco minutos ahí estaban su calvo amigo y la moto de este, que como le pidió lo llevó hasta su casa. Al abrir la puerta Darcy se le abalanzó examinándolo para descartar que el error de la naturaleza le hubiera hecho algo, solo después de eso lo dejó pasar.

-         ¿Dónde está el bastardo?-siseó su hermano-no me digas que te dejó solo, porque lo mato…

-         Me escapé, quiero decir-aclaró al ver el enojo en las facciones del otro pelinegro-lo dejé en la primera parada y yo bajé en la otra.

-         ¿Qué ha pasado?-cuestionó su amigo preocupado.

-         Casi al irnos vino un amigo suyo…Cold, le decía Vin, le daba golpecitos en la espalda y le miraba el culo como si de un monumento histórico se tratase. Y la rana no hacía nada, es más, parecía que no le disgustaba.

-         Estás celoso-aclaró el pelirrojo.

-         Subid arriba y llevaos tres vasos largos-ordenó el moreno mayor y echó a andar.

 

Los otros dos siguieron sus órdenes y al rato entró en la habitación Darcy con una tarrina de helado de chocolate, una botella de ron y una batidora.

-         Supuestamente las mujeres cuando estaán mal se atiborran a helado y los hombres beben hasta perder la razón, así que como vendrías a ser una mezcla pues lo mezclamos todos y listo-le aclaró a los dos adolescentes poniéndose manos a la obra y luego pasándole a cada uno un vaso con el líquido y otro se lo quedó.

-         ¿Y tú por qué bebes?-cuestionó el mapache.

-         Porque veo a mi hermano dentro de unos años llegando a mi piso y diciéndome que fulanito lo ha dejado y moqueándole el hombro a Alan.

-         Entonces tú irías a partirle la cara a fulanito, ¿no?-comentó el pelirrojo sonriendo porque lo mencionara.

-         Claro, ¿qué esperabais?

-         Está bueno, aunque le deberías haber echado más ron-dijo Christian.

-    Oye, que no quiero que mi hermano tan joven ya sea un borracho.

-    Pero si una vez llegaste a casa más borracho que una cuba y sino fuera por mamá todavía estabas intentando darle al interruptor de la luz.

-    Ya, pero tú eres mi hermano pequeño, y como me entere de que te emborrachas te voy a estar dando collejas hasta que mudes la piel.

Notas finales: Dejad reviews plis.

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