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Manual de supervivencia en la selva de la vida por Ayumi

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Notas del capitulo:

Volví(es que creo que no me dará tiempo de actualizar en la semana), y ahora en vez de hacer sufrir al mapachito le tocó al pelirrojo, gomen TT_TT

Espero que os gusteeeeee

La luz del Sol entraba por las ventanas enrejadas del instituto, no se veía ni un alma por los pasillos, solo de vez en cuando a la conserje entrando en las clases para dejar la tiza diaria, los profesores aun no había llegado, mas en la sala de estos había tres personas, una de ellas un profesor sustituto y los otros dos alumnos.

-         Venga, piensa que mañana nos perdemos las clases por el viaje y que como hay puente no te perderás ningún apunte importante-le decía el pelirrojo al mapache que iba ya por el quinto sobrecito de azúcar.- Además, te estás comiendo tu propia colección.

-         Que va…estos son repetidos…-decía medio ausente pero con la suficiente fuerza como para evitar que su hermano le quitara sus provisiones- Mirad…este es del bar “La charca”…el bar de Vincent-mientras se lo tragaba de un tirón.

-         ¡Que te va a dar una sobredosis de azúcar!- intentaba detenerlo el mayor.

-         ¿Qué quieres? Si la abuela no deja entrar dulces en su casa.

-         Te lo aguanto hoy, pero desde mañana hasta que termine el viajito no quiero verte con el careto o sollozando en las esquinas. Ahora me voy que tengo clase con cuarto A y debo prepararlo todo para cuando llegue.

-         ¿Cuándo llegue quién?-cuestionó Alan un poco celoso.

-         Una chica de las que están colgadas por mí, que está bastante bien.

-         Pero no puedes liarte con ella porque eres su maestro.

-         Ya, pero me espero a que termine el curso y listo. Vosotros volved a vuestra aula, y alegra esa cara hermanito, que en el viaje te entretendrás bastante-saliendo de allí dejando a un pelirrojo con los ojos muy abiert6o y tan ido como su amigo.

-         ¿Quieres un poquito de azúcar?

-         Sí, supongo que es lo mejor-y así ambos amigos se dirigieron a su clase ahogando sus penas con dulzura.

 

Para los matones no pasó desapercibida la baja moral de sus presas, hasta el estúpido de Michael dejó de reírse a costa de los dos cuando vio que seguían teniendo la mirada perdido y ni le contestaban. Incluso probaron a decirles cosas frikis a ver si reaccionaban, pero nada, seguían igual. Así que finalmente se cansaron y se fueron con las chicas que llevaban media hora moviendo el culo para que les prestaran atención a hablar de sus cosas.

En el recreo Chris se armó de valor y fue en la búsqueda de Ane a que le dijera que tal les había ido en el primer día e intentar sonsacarle información mientras que su amigo ya más recuperado iba a vigilar que Darcy no se acercara mucho a Catherine, como se llamaba la chica.

-         Anne… ¿qué tal os trata Cold?-le preguntó el mapache a esta cuando la encontró en un rincón del patio.

-         Si lo que te preocupa es que si le ha saltado a la yugular la respuesta es, no. Le es imposible con… ¿cómo se llamaba?...A sí, Dan. Por lo visto tu hermano lo ha mandado en misión especial o algo así-para cuando terminó de decir el “así” el otro ya corría feliz de la vida en la búsqueda de su hermano y cuando lo encontró se le tiró encima refregándose contra él y diciéndole lo buen hermano que era ante la mirada atónita del pelirrojo.

-         Creí que no te caía bien la rana-le dijo a su hermano cuando este logró quitárselo de encima.

-         Y no me cae bien, si le pedí que lo vigilara es porque si te pone los cuernos quiero ser el primero en retorcerle el cuello.-en este punto fue cuando Alan más o menos captó lo que sucedía.

 

Después de esto la sonrisa no desaparecía de la cara del mapache, tanto que a veces daba miedo y por eso los macarrillas de cuarta seguían sin acercárseles ya que ahora pensaban que la locura había llamado a sus puertas.

En la entrada del instituto los esperaban los padres de Chris que a la carrera los metieron en el coche argumentando que habían encontrado un avión que salía antes para no tener que quedarse en Francia y esperar al otro día hasta que saliera el tren.(según la madre salía más económico el coger un tren nocturno).

-         Tú madre ya lo sabe y me ha dado tu maleta- le dijo a Alan- Chris, vete a la perrera (así llamaban a los dos asientos de detrás ya que era de siete plazas) con las maletas que sabes que se salta mucho atrás y tu abuela no está para esos trotes.

-         Abuela, todavía me extraña que te hayas ido y dejado al abuelo sin tu “gran” dieta-comentó el mayor.

-         Que va, le he dejado la comida lista para que solo tenga que calentarla-contestó muy orgullosa de haberlo pensado.

 

Total, que después de hora y media de atasco, varios “¿queda mucho?” del mapache, algún que otro “se me está quedando el culo cuadrado” de Alan o Darcy y una “interesantísima” charla sobre las dietas del mundo de la abuela llegaron al dichoso aeropuerto. Los dos frikis estaban bastante emocionados porque sería la primera vez que viajarían en avión, pero el otro no creía que su madre fuera tan generosa como para haber comprado los billetes en una compañía medianamente buena y al pedirle su billete al pelirrojo para cerciorarse este le dijo que lo llevaba ella ya que su madre solo lo pagó.

Cada vez se alejaban más y más de las colas para entrar a los aviones de las compañías conocidas y cuando su madre se paro frente a una el espanto congestionó la cara de los demás, incluso la de la vieja. Pero este se acentuó cuando vieron el avión que los llevaría a Francia.

-         Vamos a morir-fue lo único que pudo articular Alan.

-         No te preocupes, si te das cuenta en las noticias todos los que se estrellan son de compañías famosas.-dijo la mujer más joven.

-         Vamos a morir y no lo sabrá nadie-puntualizó el de las mechas.

-         Que pesados que estáis. En uno como este viaje yo para el viaje de fin de curso de mi último año de instituto-volvió a intentar tranquilizar la madre de los pelinegros.

-         Peor aun, vamos a viajar en un avión jubilado-comentó Darcy.

-         Hija…tal vez estemos a tiempo de cambiar los billetes…

-         Pero que delicados sois, venga, andando.

 

El viaje en si no fue mal si exceptuamos el intenso ruido que no se iba ni masticando diez chicles, (hicieron la prueba) que se movía para los lados a cada rato y por el miedo a estrellarse la abuela hasta sacó el rosario para rezar y que más que aterrizar chocó contra el suelo. Ahora se encontraban en un taxi apelotonados y con las dos mujeres gritándole al taxista que corriera que iban a perder el tren, aunque tenían una hora por delante y no cayeron en que él hablaba francés y ellas inglés.

Al llegar a la estación tenían media hora por delante por lo que tuvieron que esperar unos veinte minutos hasta que los dejaron pasar.

-         Columna R vagón 4-les dijo una señorita al mirar los billetes. Pero antes de llegar a la dichosa columna tuvieron que pasar todo por rayos X.

-         Mamá, ¿por qué de todas las columnas que hay nos tuvo que tocar la única que no tenía banco para sentarse?- preguntó Chris después de un cuarto de hora esperando ya que el tren estaba llegando tarde y con la maleta de su abuela al hombro, que como era de cuando se casó no tenía ruedas.

 

Cuando por fin llegó el tren dejaron a Alan en su compartimento al que aun no habían llegado los que lo compartirían con él y se dirigieron al suyo propio a acomodarse. Bueno…acomodarse era un decir porque la separación entre cada par de literas era menos que el ancho de las maletas y tuvieron que entrar de lado por la puerta para caber. Como no había donde dejar las maletas se la encasquetaron al gótico que dormiría en la litera de la izquierda arriba de su abuela y en la que por culpa de los bultos casi ni cabía. En la derecha dormirían Darcy en la de arriba y su madre debajo.

A eso de las once de la noche entró el pelirrojo cuidadosamente para no despertar a las dos mujeres que roncaban, porque el mapache estaba muy ocupado esquivando golpes de maletas como para dormir y Darcy estaba ocupado con el ordenador portátil.

     -      Dejadme dormir aquí por favor, me iré antes de que venga el revisor por la                   mañana para despertaros antes de llegar- rogó el recién llegado- Es que no soporto a mis compañeros, no hacen más que decirme que me van a pintar el pelo de un color decente.

-         Yo te haría sitio sino fuera porque no tengo ni para mí.

-         Darcy…

-         Vengaaaa, sube, pero ten en cuenta que es posible que no duermas con la luz del PC.

-         Gracias- apenas se lo dijo subió a toda prisa y se pegó contra él pues la verdad la litera no era muy grande y estaba bastante desvencijada.- Oye…-dijo cuando pasó media hora y creyó que su amigo dormía- ¿estás seguro que a esa chica le gustas tú y no tu cuerpo?

-         ¿Y eso qué importa? No conozco a nadie a la que le guste por como soy.

-         Eso no es verdad…

-         ¿A no? Dime quien.

-         Pues…-contestó todo rojo.

-         ¿Ves?, es mentira.

-         Eso no es cierto ¡a mí me gustas por como eres y no como un trofeo!-le dijo enfadado, pero se tapó la boca al darse cuenta de su error y ver que el otro lo empujaba-yo…lo siento… no quería…

-         Quita…-no le dio tiempo a formular un insulto pues Chris le arreó con una maleta dejándolo inconsciente.

-         Apágalo que gasta energía en balde-le pidió a su amigo pero este seguía inmóvil- no te preocupes, mañana ni se acordará, y sino siempre le puedo decir “hermanito, yo empecé soñando que el anfibio me decía eso y mira como ha acabado”.

 
Notas finales: Dejad reviews plis.

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