Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Manual de supervivencia en la selva de la vida por Ayumi

[Reviews - 143]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueno, esta semana estará mi hermano en mi casa así que no podré actualizar T-T

Espero que os gusteeee

 

Dos de la madrugada, ronquidos de la madre de los pelinegros, el mayor de estos inconsciente, un pelirrojo apoyado en su pecho durmiendo, un pobre muchacho con insomnio al que no se le ocurrió nada mejor que asomarse a ver como estaba su abuela ya que normalmente esta roncaba aun más que su madre y un grito que despertó a los durmientes.

-         ¿Qué pasa Christian?-cuestionó alterada la madre de este.

-         Lo siento…es culpa de la abuela-señalándola. Esta tenía una redecilla en la cabeza y movía la cabeza en círculos- que entre lo oscuro que está y como va parece la anciana del exorcista.

-         Es que estoy buscando la señal del programa de radio que echan a estas horas sobre la salud alimenticia.

-         Mamá, que la gente va a pensar que estas loca-le dijo la otra mujer arrebatándole la radio- A dormir todo el mundo.

 

A los cinco minutos en el compartimiento solo se escuchaban los ronquidos de las mujeres.

      -     ¿Cuándo me dormí?-preguntó Darcy sobándose la cabeza- ¿Por qué me dolerá   

             tanto? Ni que me hubiera golpeado-ante esto último los otros dos rieron 

             nerviosos.

-         Eso será que el traqueteo del tren te fue adormeciendo sin que te dieras cuenta.

-         Oye Alan, ¿tú no me dijiste algo?

-         ¿Yo? Que va, será algún sueño tuyo.

-         Si tu lo dices…-finalizó no muy seguro cerrando los ojos para volver a dormir mientras el pelirrojo suspiraba aliviado y hacía lo mismo.

-         Asquerosos suertudos-masculló el mapache por lo bajo apretando el peluche de la rana que entre golpe y golpe había conseguido sacar de su maleta contra el pecho. Se descolgó de la litera con cuidado de no pisar a su abuela y salió para explorar un poco.

 

En su tour por el tren encontró las habitaciones de primera clase en las que el pasillo entre las literas era amplio y que aparte de más espaciosa tenía para guardar las maletas. También localizó los cuartos de baño en lo que unía cada vagón, que por cierto al pasar por ellos por poco no se caía del movimiento que tenía.

Al cabo de una hora en la que hasta se tumbó en los pasillos a ver si así por lo menos echaba una cabezadita y se harto de ver paisajes oscuros por las amplias ventanas de los vagones decidió ir al cuarto de baño de su vagón. Se dirigió allí y con el medio sueño que llevaba encima se olvido de llamar así que como no tenía el pestillo puesto simplemente abrió.

-         Vaya, lo siento. No sabía que estabais aquí- se disculpó cerrando la puerta. Pero a los 10 segundos cuando su cerebro procesó lo que había visto la abrió de nuevo rápidamente- Hermano…no es que me importa que tengas a mi amigo contra la pared casi cogido en brazos y comiéndole la boca pero… ¿hay alguna razón?

-         Hermanito, no es que me importe que andes por el tren con las zapatillas de pelusa de la abuela y con un peluche de rana contra el pecho pero, ¿hay alguna razón?-contestó este con otra pregunta y soltando un poco al pelirrojo que mantenía la cara roja y escondida a ver si así su hermano se iba.

-         Lo de las zapatillas es porque sino lo sabes mamá solo ha echado las suyas y no para nosotros, estoy andando por aquí porque no se si lo sabes pero estar contra 4 maletas en una misma litera no es muy cómodo y el peluche…-sus mejillas se colorearon por la risita de su hermano y pensar en el anfibio-bueno, por lo menos yo estoy con el peluche que me regaló mi novio pero tú tan heterosexual como dices ser estás con Alan enseñándole “anatomía” así que contesta.

-         Es que…-habló Alan- bueno…se acordó de lo que le dije y…le dije que la única forma de demostrarme que no le interesaba era esta…

-         Vaya, entonces desde ahora serías mi cuñado ¿eh, amigo?

-         No-cortó su hermano-porque a mí este mariconeo no me va-empujando a su hermano para irse de allí- Chris, te quiero en tu litera en menos de un cuarto de hora y tú puedes irte a la que pagaste.

-         Cada vez estoy más seguro que al nacer se le cayó al médico de los brazos-contestó furioso el pelinegro- ¿es que está tonto a que?

-         Bueno, déjalo. Es libre de elegir lo que quiera.

-         Pero si estoy seguro que va a tener que abrir la ventana del compartiment6o y estar al lado lo menos una hora para que se le baje el calentón.

-         Ya, pero supongo que habrá que dejarle su tiempo para que lo acepte…Yo me voy ya, a ver si mis compañeros están durmiendo o han perdido el tinte.

-         No, tú te vienes, que aunque tenga que montarte sobre las maletas no le vas a dar el gusto de pensar que eres como una muñeca que coja y tire cuando le interese.

 

Vamos, que si el pelinegro estaba apretado solo ahora con su amigo estaba seguro que había nacido para el contorsionismo. Lo bueno fue que a eso de las 5 se quedo dormido, lo malo…que a las 7 se despertaron su madre y su abuela y por lo tanto los despertaron a todos argumentando que llegaba una hora para llegar y debían ir al vagón comedor para desayunar. Para cuando por fin llegaron a la barra el mapache tenía   una mejilla menos ya que cada dos por tres se chocaba contra las paredes con ella. Aunque a veces (cuando no se hacía mucho daño) era queriendo para que su amigo se alegrara algo y dejara de tener esa cara de depresivo. Allí su abuela derramó el café encima del camarero y por poco acaban fregando platos en compensación.

Cuando por fin llegaron a Barcelona y bajaron del tren sus tíos los esperaban allí, se montaron en un autobús y llegaron al piso de estos. Mientras que sus tíos desayunaban ellos deshicieron las maletas y cuando acabaron fueron a ver la Sagrada familia.

-         Con lo bonita que sale en las fotos…-empezó a hablar Darcy cuando se encontraban dentro del monumento.

-         Y yo lo único que veo son andamios, trabajadores y chinos sacándoles fotos a los andamios-completó su hermano.

-         Pues vedlos bien porque nos ha costado tres euros entrar a cada uno.-con la excusa del dinero su madre les hizo dar por lo menos tres vueltas enteras a todo lo que estaba abierto al público hasta pudieron salir.

 

Como a su abuela le dolían los pies del viaje según ella la tarde la pasaron viendo las tiendas cercanas y un centro comercial que había por allí. Lo bueno fue cuando por la noche llegó su primo.

-         ¡Ángel!- fue el grito que se escucho por toda la casa tras el porrazo que dio contra el suelo cuando Chris se le tiró en cima- cuanto tiempo.

-         Es que vives muy lejos primito-le contestó acariciándole la cabeza mirando al pelirrojo que estaba asomado por donde apareció su primo- Tú eres…

-         Alan, mucho gusto-le tendió la mano-soy amigo de Chris.

-         Yo soy Ángel-tiró del brazo de Alan y lo abrazó- ¿tú también quieres ver el salón del manga ese?

-         S..sí.

-         ¿Qué hay primito?- eso fue Darcy que había aparecido y de un empujón separó al pelirrojo.

-         Bien, vengo de trabajar ya sabes, cosas de trabajar en un banco.-le respondió atusándose el cabello rubio- ¿y tú para que has venido?-entrando en su cuarto que debería compartir con el propio Darcy y sacando les zapatillas de su club de fútbol, el Barcelona para luego ponérselas.

-         Para ver a la familia.

 

La posible discusión fue interrumpida por el grito de la abuela de que fueran a la mesa a cenar y durante esta les dijeron al mapache y a su amigo que dormirían con la madre del primero ya que el tío dormía en el sofá y la abuela y la tía en otro cuarto.

-         Si tenéis necesidad me pedís los tapones, que por lo menos mi madre ronca de lo lindo-les informó el rubio antes de irse a su cuarto.

 

Y en eso tenía razón, pero no solo su madre, sino que todas las mujeres parecían una orquesta junta ya que cuando una no roncaba lo hacía las otras dos. Vamos, que otra noche de insomnio, pero un ruido los distrajo así que se levantaron a ver que era y encontraron en la terraza a Darcy con las zapatillas de su primo en la mano amenazando con tirarlas aunque para cuando llegaron se callaron.

- Iros a dormir chicos-les pidió el pelirrubio.

- ¿Qué pasa?-preguntó Chris.

- Nada, que nuestro primo y yo estamos solucionando unos asuntitos.

 

Después de eso volvieron a pelear aunque esta vez era uno por una parte intentando recuperar lo que le pertenecía y el otro intentando tirarlas. Pero con el ruido también se despertó la madre de los pelinegros, aunque cuando apareció los otros habían sido alertados por sus pasos y estaban bien quietecitos.

-         ¿Qué hacéis?

-         Pues…vemos las estrellas-respondió el mapache tratando que colara.

-         Dejaros de tonterías y todos a dormir si no queréis ver estrellas de un golpe.

-         ¡Sí señora!-fue la respuesta general.

Notas finales: Dejad reviews plis.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).