Después de una noche de insomnio, su cuarto era un horno, hoy otra vez iba más dormido que despierto. Solo que este día en especial había un pequeño cambio, sus padres debían ir a arreglar un problema con la residencia de su hermano así que iba y volvía del instituto a pata. En algunos momentos se podía pensar que era sonámbulo, y uno con suerte, pues todo el camino de ida lo hizo con los ojos cerrados, vamos, que fue un milagro que no lo atropellaran y lo dejaran más plano que un sello. Solo salió de su letargo en la puerta enrejada de su destino, como era su costumbre llegó cuando solo estaba la conserje intentando arrancar un chicle que tapaba el objetivo de una cámara de seguridad. Al llegar a su clase se derrumbó sobre su asiento y utilizando la mochila como al mohada decidió echar una siestecita. Lo despertaron unos pasos por el pasillo, más que pasos eran taconazos. La puerta se abrió, no hacia falta llave ni nada para abrirla pues la cerradura estaba rota, por ella ingresó una chica con el pelo castaño claro y ondulado. Christian no exteriorizó su asombro al ver a esa niña allí.
- Te has perdido-le preguntó calmo y con un deje de dulzura para no asustarla.
- Tú eres el desgraciado que se metió con mi hermano mayor-le espetó esta furiosa.
- ¿Qué?-aunque…ahora que lo pensaba tenía un vago parecido con…-¿eres hermana de Michael?
- Si.
- Bueno, pero le insulto lo normal, él me atiza yo le insulto.
- No a ese, sino al grande-grande.
- ¿A quién?
- Si hombre, pelo castaño, con melenita-le contestó intentando hacerle recordar.
- Pos…ni idea…
- Al que le dijiste cerebro de rana-le gritó furiosa.
- Aaaa, ese.
- ¿Cómo que ese? Lo has insultado, ahora mismo vas a ir a rogar su perdón.
- Pero si seguro que no sabe ni sumar-contestó restándole importancia.
- Pues para que lo sepas es un excelente estudiante, y sacó todo matrícula de honor.
- Vaya, pues no lo aparenta…
- Para ser listo no hace falta ser un rechazado por la sociedad.
- Oye, una cosita que quería preguntarte,¿tú eres de esas pro-obesidad infantil?-le preguntó señalando su panza.
- No, estoy embarazada.
- Aaaa-cinco segundos para procesar, loading…listo-¿Qué?
- Embarazada, fecundada, me han hecho un bombo, como prefieras llamarlo.
- Pe…pero…si no debes de tener más de diez años…
- Tengo catorce, solo soy un año menor que tú.
- Aaaaa, catorce-loading de nuevo-pe…pero si a esa edad tendrías que estar jugando con la Nancy, Barbie, mi pequeño pony, action man, lo que te vaya más. Pero con muñequitos…
- Tú te criaste con Barney,¿cierto?
- Bu...bueno… ¿y el papá?
- Es que como era en una fiesta pues ni idea.
- Había una vez…un barquito chiquitito…
- Oye, que todavía no ha nacido como para que le andes cantando nanas.
- Que no podía…que no podía…que no podía navegar…
- Anda, este está grillado
- Anne, ¿qué haces aquí?¿me buscabas?-preguntó apareciendo por la puerta Michael-¿y qué haces con el raro?
- Pues vine a que se disculpara…pero creo que se ha quedado cogido en el “barquito chiquitito”.
- Que se va a quedar pillado, tú, despierta-le ordenó pegándole una colleja.
- Había una vez…un barquito chiquitito…
- Ves, te lo dije.
- Anda, si va a ser verdad.
- Creo que deberíamos llamar a alguien-opinó la chica.
- Que va, esto es más fácil. Mira, por ahí va Mashashi Kishimoto.
- ¿Dónde, dónde?-preguntaba Christian totalmente recuperado y montado sobre el pupitre para ver si lo divisaba.
- Te lo dije, es un friki, para sacarlo del shock lo mejor es decirle cosas de frikis.
- Buena lógica hermanito.
- Si ya habéis terminado de psicoanalizarme me voy.
- ¿El listillo faltando a clase?
- Si, a ver si así me olvido de tu cara, que es que me ha revuelto el estómago de solo verla-le dijo antes de salir por la puerta pero alcanzando a oír un “ha tenido gracia el chaval” por parte de la muchacha.
Después de eso se dirigió a un parque de arena cercano, que de parque solo tenía el nombre pues el columpio estaba descolgado y estaba seguro que si te apoyabas en el tobogán este se desarmaría. Se sentó en un banco y cerró los ojos, después de todo solo se fue porque seguramente del sueño se hubiera quedado dormido en clase. Sintió como este se hundía aun más.
- ¿Qué quieres?- preguntó sin abrir los ojos.
- Para conseguir que te disculpes he de ser pesada, así que desde ahora soy tu amiga, que seguro que para un antisocial como tú es lo peor del mundo.
- La amistad no es mala si es verdadera-le contestó-ni creas que conseguirás que le pida perdón a ese estúpido.
- Podrías ser un poco más sociable.
- Y tu un poco menos facilota y no estarías preñada.
- Es una buena observación-le concedió-llévame a mi casa, anda.
- ¿Por qué debería?
- ¿Y si me intentan hacer algo malo?
- ¿Vives muy lejos?
- O mucho, pero si quieres puedes pasar allí la mañana, con mi hermanito.
- ¿Qué tiene él que ver?
- Que es gay-le dijo sin pudor alguno.
- ¿Y?-le preguntó con mala cara, como si a él eso le importara mucho.
- Que tienes una cara de uke que espantas.
- ¿De que?
- Te lo explico por el camino, anda, mueve ese culo del asiento y vamos ya antes de que vengan a meterse contigo y me cree mala fama.