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Lecciones de guitarra por yukie

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Notas del capitulo:

Espero que les guste..

 

En lo personal, a mi me gusta bastante el twinsest de estos dos. Pero si a alguien le gusta la banda y no es de su agrado. Le pido disculpas, no es mi intencion molestar a nadie. Es solo divercion.

 

Sayônara! 

 

pd: alguien sabe como subir fotos?

 

pasa que este fic es producto de una foto que me inspiro... y queria subir la foto.. pero no se como hacerlo... si alguien sabe le agradeceria que me dijiera...

Lecciones de guitarra

 

- Cálmate, no va a pasar nada, es solo un poco de lluvia- dijo Tom con tono ausente. Bill volvió a sentarse en la silla, con el respaldo pegado a su pecho, inclinándose hacia delante y hacia atrás.

- Ha llovido durante días, y justo ahora tienes que estar con esa tonta guitarra?- Bill molesto, infló sus cachetes y volteó a mirar el reloj, eran las seis y estaba casi en total oscuridad en el exterior.

- Ja, si tú fuiste el que comenzó con la idea de la banda, y ahora te quejas...- El rostro de Bill cambió de expresión en segundos a una más triste y seria.

- No es eso Tom, es que…le pones más atención a ese pedazo de madera que a mí y pues…- Bill giró su rostro hacia otro lado - Uff... no es nada, olvídalo. Tom soltó una carcajada.

- No me digas que te has puesto celoso...- se burló en respuesta, quitando al fin la mirada de las notas frente a él.

- ¡Que no! Solo me fastidia escuchar esa cosa todo el día.

- No seas delicado, yo no me quejo de escuchar tu voz todo el día- defendió Tom a su guitarra.

- Mi voz es linda, tú no tocas bien- contestó Bill, mirando que las cejas de su gemelo expresaban enojo.

- Qué?!... Idiota…

El menor tragó saliva, mirando que esta vez su hermano se había enojado por insultar a su querida guitarra. Bill suspiró, odiaba esa guitarra, no que Tom tocara, le gustaba la manera en que interpretaba la música y como se sumergía en ese mundo, pero esa guitarra… Sí, su hermano gemelo tenía razón, se sentía celoso de ese simple objeto que tenía más atención de parte de su hermano mayor. Bill hacía santo y seña para que le diera un poco de tiempo, y esa cosa solo estaba ahí, estática y sin vida. Incluso los ojos de Tom brillaban en cuanto sus manos pasaban encima de sus cuerdas, parecía ser su novia o algo por el estilo, y eso de que un brillo se reflejaba en sus pupilas, no pasaba ni con las chicas con las que Tom estaba, por eso a Bill no le importaban todas las chicas que se peleaban por el cuerpo de su gemelo, pero…esa estúpida guitarra.

- Estás molesto?- Preguntó. Tom no le respondió, como si no hubiera pronunciado palabra alguna - Tom, me enseñas a tocar tu guitarra? -cuestionó en voz baja.

- No… - Bill sintió que se le encogía el estomago ante la negativa de su hermano y se quedo mirando al piso -…hasta que te disculpes.- Su hermano mayor le sonrió.

- De acuerdo, lo siento. -Tom hizo un espacio en el sillón donde estaban algunas hojas donde tenía unas notas, las puso en el piso, y con su mano invitó a su gemelo a que se sentara a su lado.

- Observa con atención, estos son los acordes básicos, es solo presionar adecuadamente, además tienes que agarrarla de esta forma...- El menor estaba atento a cada palabra de parte de su hermano, le parecía grandioso que le enseñara cosas, y cuando él lo hacía, era más especial que de parte de cualquier otra persona. Tom pasó la guitarra a su hermano, y la alejo rápidamente - Tómala con cuidado, es delicada...- Bill rodó los ojos y asintió con fastidio. La agarró de una forma extraña, esa cosa no estaba hecha para él, no se imaginaba en algún escenario tomando el lugar de Tom

- No Bill, así no… uff.- Tom se levantó encima del sillón, haciéndose un lugar detrás de Bill y sentándose pegado a su espalda. Colocó sus manos sobre las de Bill - Es sencillo, de esta forma....

Otra vez un escalofrío recorrió el cuerpo de Bill, quien sacudió sus pensamientos, tratando de escuchar lo que su hermano le decía, pero no servía, el calor le estaba nublando el pensamiento y solo escuchaba el latir acelerado de su corazón. No era muy bueno en controlar sus impulsos, era fácil cuando se iba a encerrar a su habitación o simplemente se alejaba de su hermano pero ahora las ganas de pegarse mucho más al cuerpo de su gemelo le estaban torturando al igual que el de girar su rostro para besar los labios que tenía al lado, o al menos entrelazar su mano con la de su hermano.

Estaba consciente de que estaba mal y su conciencia se lo recordaba a cada segundo. Las fantasías que últimamente solía tener con su gemelo y el comienzo de la adolescencia y sus hormonas, no dejaban de recordarle sus anhelos de conocer de otra forma y en otro plano a su gemelo. Bill no se dio cuenta que se había quedado estático, hasta que sintió un golpe en su nuca.

- Despierta! En qué tanto piensas?- Bill sintió arder su rostro ante esa pregunta y no respondió nada; su hermano se confundió por aquella reacción.

- No estoy acostumbrado a tener esta cosa, además esta muy pesada…-se quejó, mirando al tan odiado objeto.

- Cuando pienso que no puedes ser más exagerado, siempre me sorprendes- Tom quitó la guitarra de las manos de su hermano, colocándola a un lado. Cuando iba a levantarse, las manos sobre sus piernas le obstaculizaron cualquier movimiento.

- Quédate un rato así- Pidió Bill casi inconcientemente, Tom suspiró y se quedó de aquella forma.

Bill recostó su espalda sobre el pecho de su gemelo. Los ojos del mayor miraron con detalle las expresiones del rostro de Bill, y sus movimientos que eran un tanto extraños, parecía inquieto por algo. Tom rodeó la cintura de su hermano menor.

- Tienes algo?- Cuestionó. Bill estaba inseguro de contarle la verdad, de esos dilemas en su interior, eran solo pensamientos, hasta ahora no había hecho nada, pero sentía que el solo pensar hacer otras cosas con su gemelo, ya era algo malo. El viento golpeaba a cada segundo con más fuerza, Tom notó eso y miró preocupado las ventanas, no quería inquietar más a su gemelo - Bill, vamos al sótano.

- Por qué?-preguntó el menor. Tom buscó mentalmente alguna excusa

- Solo por curiosidad, si vamos prometo... no llevarme la guitarra-Bill sonrió, y corrió hacia el sótano. El mayor dejó su guitarra ahí, mirando que la madera de las ventanas se empezaba a aponer débil, no quería que le pasara nada a su guitarra, pero antes que cualquier cosa, estaba su hermano.

Después de bajar las escaleras, miró que había de todo y cerró fuertemente la puerta, observando divertido que Bill curioseaba por cada uno de los estantes.

-Has encontrado algo nuevo?

- Sí, mira. Esta campera pensé que se le había comido la lavadora, pero… aquí estaba, no es genial?… Por qué has cerrado la puerta?- Quiso saber Bill. Tom le sonrió para que se relajara.

- No te preocupes, es para que si mamá llega, no nos interrumpa.

- Interrumpir qué?

- Nuestra platica - Tom se sentó en uno de los últimos escalones de cemento y Bill se sentó un escalón más abajo - Te he notado algo extraño, hay algo que te preocupa?…Si es algún idiota que te molesta, sabes que yo le puedo romper la…- Bill se rió.

- No es eso, Tom… No quiero hablar de eso ahora - Dijo Bill mientras se quitaba y volvía a poner los anillos de sus dedos - No podrías seguir enseñándome a cómo agarrar tu guitarra?

- Por qué te interesa aprender? Me quieres sacar de la banda?- Preguntó en tono de broma pero con tristeza de que fuera cierto.

- Jamás! Tú y yo estaremos juntos siempre…Solo quiero que me enseñes, veo que es importante para ti y yo… quisiera…- Bill trataba de explicarse. Tom se puso detrás de él, como si tuviera una guitarra imaginaria entre sus brazos.

- Colocas tu mano aquí...- Pronunció Tom arrastrando sus palabras, a lo que Bill se le figuró como un tono sensual en su gemelo.

- S… sí - No podría creer que su propio hermano le estuviera poniendo nervioso.

Era una idea extraña, pero a Bill se le ocurrió que Tom leía sus pensamientos y por eso le estaba provocando, divertido, todas esas reacciones. "Imposible" pensó Bill, relajándose un poco más mientras seguía los movimientos que la mano de su gemelo le guiaba a realizar.

Un espasmo recorrió su cuerpo cuando sintió la nariz de su hermano en su cuello.

- Hueles muy bien, te pusiste algo?- Dijo Tom con el rostro pegado al cuello de Bill, quién arqueó la espalda, intentó hablar, pero solo tartamudeaba-Otra vez estás raro.

- Eh… raro? yo?- Bill rió nerviosamente -Claro que no, estoy de lo más normal.

- Con que normal,no? En cuanto te toqué te pusiste así- Insistió Tom, mirando como su hermano se tensaba ante cada palabra- En fin, sigamos… con tu mano derecha, tocaras las cuerdas, se dice fácil pero…-La mirada de Tom se centró en el rostro de Bill que estaba con las mejillas sonrojadas.

El sonido de la madera resquebrajándose de las ventanas se hacía más sonoro. Bill iba a preguntar algo, pero él pegó sus manos al cuerpo de Bill -No te desconcentres.

El estómago de Bill parecía una corrida de toros sin parar al tener la mano de su gemelo pegada a él. Un temblor extrañó comenzó a presentarse en su cuerpo, aún más, al escuchar el susurro de su hermano en su oído.

- Concéntrate....- Bill por la sorpresa, pegó su cuerpo, estando entre las piernas de su hermano gemelo. Tom entrelazó sus dedos con los de Bill, los de su mano izquierda, y su mano derecha estaba sobre el ombligo de su hermano menor- Ya dime la verdad Bill, sientes celos de mi guitarra?

- Un... un poco...-La lengua de Tom pasó sobre el cuello de Bill.

- Un poco?

- Esta bien, mucho…- Contestó Bill con dificultad, tratando de ahogar los sonidos de placer que causaba el contacto con su hermano.

- Quieres sentirte como ella...?- Cuestionó Tom, dando pequeños besos al cuello de su hermano.

- A qué te refieres con eso?- Como respuesta, Tom movió los dedos de su mano derecha, como si su hermano fuera la misma guitarra, bajando lentamente hasta el borde de su pantalón y sacando de la garganta de Bill pequeños jadeos.

- A esto…- Susurró Tom, bajando al mismo escalón en el que estaba sentado su hermano menor. Un gemido se escuchó claramente de la boca de Bill y el color rojo en sus mejillas se extendió por toda su cara mientras sus dientes mordían con fuerza su labio- Contigo parece ser más difícil que te escuches de la manera que quiero....

- A que estas jugando, Tom? Ya suéltame- Pidió Bill, pero sus reacciones y su cuerpo parecían pedir lo contrario.

Tom colocó los dedos de la mano que sujetaba de Bill en su boca, para succionarlos un poco, mientras que su otra mano, apenas con las yemas, tocaba la piel de su gemelo, Bill por su parte se retorcía sin querer liberarse de lo que le estaba haciendo.

En los pensamientos de Tom, no había ni uno claro, solo se le había ocurrido el abrazar y distraer a su hermano para que no se preocupara por el exterior, y aquello se le estaba saliendo de las manos, pero en vez de querer detenerlo, deseaba continuar, saber en que terminaría todo. El menor no sabía como reaccionar, solo se dejaba llevar por lo que su carne pedía, con la mano que tenia libre, solo se aferraba a la tela del pantalón de su hermano.

- Escuchemos… como suenas si te toco aquí..-murmuró el chico de las rastas, que tocaba con delicadeza el vientre bajo de su gemelo. Bill gimió entre dientes.

Su hermano mayor sonrió, soltó su mano y subió su remera azul, para pasar su lengua por la línea de su espalda. Bill arqueó su cuerpo, y Tom aprovechó esa oportunidad para besar sus labios, el menor se quedó sorprendido los primeros segundos, pero correspondió el beso, aunque con torpeza. El mayor era un experto, tanta práctica le había servido, mientras Bill con dificultad besaba a una chica, sin embargo, sentía tanta calidez entre los labios de su gemelo, que no le importaba si besaba bien o no, la sensación de sus labios con los suyos era única.

Sus lenguas se encontraron y lucharon por tener el control, luego simplemente se dieron caricias. Los dientes del menor atraparon la lengua de su hermano mayor, cosa que sorprende al otro, Bill sonrió y después mordió también los labios de su gemelo, con lentitud y saboreándolos con su lengua.

Bill sentía que ahora no era en su rostro donde se concentra su calor, sino en su entrepierna, y comenzaba a doler, tomó la mano de su hermano para dirigirla a ese lugar.

– Tócame aquí, Tom… por favor.- Sobre la ropa, Tom pasó la yema de sus dedos, estremeciendo a su hermano. El cuerpo de Tom por impulso se juntó con el de su gemelo, Bill abrió sus ojos al sintir detrás de el que su hermano se encontraba de igual manera excitado.

Los jadeos entrecortados ahora salían de la boca de Tom. Mientras su mano derecha acariciaba por encima en donde su gemelo le había pedido, la otra recorria la piel de la espalda de Bill hasta llegar a su pecho, y acariciar su vientre; sentía tanto calor de parte del cuerpo de su gemelo, lo estaba enloqueciendo.

Por su parte, Bill no dejaba de gemir y colocó sus manos en cada uno de los muslos de su gemelo, apretándolos. Tom deseaba que su hermano subiera más sus caricias.

A cada roze, las ansias en el cuerpo de Tom eran más, si lo pensara no estando en aquella situación, se le haría de lo mas extraño querer tener a su hermano como a esas chicas, pero en más de una ocasión lo había pensado, y ahora que Bill estaba vulnerable, podría quitarse esos locos sueños que tenía junto con su hermano.

Su miembro no podría mantenerse quieto más tiempo, quería rozar contra el cuerpo de su gemelo, y comenzó a hacer el vaivén detrás de su cuerpo. Bill se hizo atrás para ayudar a su hermano, y es que por las expresiones que podía ver en su hermano, su boca entreabierta de la que salían esos gemidos, ese pequeño rubor en sus mejillas, sus ojos ape nas abiertos, sentía que su gemelo le anhelaba con intensidad, igual que el mismo.

Sus manos se quitaron de encima del cuerpo de Bill, arrodillándose en un escalón más abajo, frente a su hermano, abrió sus piernas para seguir acariciando a Bill, éste puso sus brazos alrededor del cuello de su gemelo.

- Esto… ah… es muy incómodo..-se quejó Bill ante la dureza de esos escalones hechos de cemento. El mayor cargó a su hermano, quién se sujetó con sus piernas, para conducirlo hasta un sillón que estaba en ese sótano, sentándole en éste. Se puso en cuclillas para seguir haciendo lo que fue interrumpido.

Tom despojó a Bill de la parte superior de su ropa, para que sus manos recorrieran con más libertad, lenta y delicadamente al principio, y después con desesperación y fuerza dejando algunas marcas en su piel, es que aquellos sonidos que daban como resultado las caricias en los lugares adecuados, subían de manera acelerada la temperatura del cuerpo de Tom, hasta el punto de solo querer más que tocar esa piel.

El pecho de Bill se agitaba con rapidez, una de sus manos logró llegar hasta debajo de esa enorme remera que traía puesta su hermano. Bill no soltó el cuerpo de su hermano, haciendo más fuerte el agarre de sus piernas para que el cuerpo de su gemelo se acercara más. Con ese movimiento Tom se distrajo un poco. Bill, tomando ventaja, fusionó sus labios nuevamente con los de él.

- Si continuo… voy a pervertirte..-pronuncio Tom con su voz entrecortada, su respiración estaba acelerada. Bill sonrió.

- Crees que soy tan inocente?-Tom arqueó una ceja, sintiendo como la mano de Bill se colaba debajo de su pantalón y sus boxers-Se lo que te gusta, Tomi…-susurró Bill, relamiéndose sus labios, las piernas de Tom parecían perder fuerza cuando su hermano comenzó a acariciar su miembro-Si supieras todo lo que pienso ahora mismo....-Bill soltó el agarre de sus piernas, mirando como Tom se pegaba a su cuerpo sin que él le empujara.

Sin dejar de tocar debajo de la ropa a su gemelo, Bill colocó a Tom sobre el sillón, haciendo que se recostara poco a poco, hasta que quedó debajo de el, entre sus piernas. El menor soltó aquella liga que sujetaba las rastas de su hermano. Lamió el mentón de éste, quitando su mano de donde le estaba brindado caricias, quitó la remera enorme que cubría el pecho de Tom.

Cuando dejó de acariciarle, Tom recuperó más conciencia, dándose cuenta que su hermano menor estaba tomando el control, de un movimiento, ahora era Tom el que se encontraba encima.

- Creíste que te sería tan fácil dominarme?-Bill sonrió sensualmente y puso su mano sobre la entrepierna de su hermano, moviéndola lentamente, haciendo que su gemelo se volviera a sentir débil.

- Parece que "esto" si quiere que yo te domine...-Lentamente Tom se dejó llevar, para quedar nuevamente abajo.

Dándose cuenta que si quitaba su mano de ese lugar, su hermano volvería a intentar tener el control, no la quito de ahí, solo con la otra desabrochó el pantalón, bajándolo sin despegar su mano. Tanto había fantaseado con eso sin que su hermano supiera. Tal vez Tom tenía más experiencia en vivo, lo había practicado ya, pero Bill se lo había imaginado muchas más veces y en ocasiones que las que su hermano había tenido citas exitosas.

Cada noche, desde los once años, su mente no le dejaba en paz, teniendo que terminar en la ducha fría, o haciendo que sus manos recrearan las de su gemelo, y en otras ocasiones hasta su misma almohada, soñaba como hacia solo suyo a Tom, en otras, era su hermano mayor el que le brindaba todo aquello.

La boca de Bill se acercó al vientre de su hermano, recorriendo su piel apenas con la punta de los labios, sentía como la ropa interior de Tom se estaba humedeciendo. No estaba seguro de que fuera un sueño o en realidad estuviera pasando, pero lo disfrutaría. Su boca ahora se concentraba en los pezones de Tom, besándolos, rodeándolos con su lengua, mordiéndolos un poco, haciendo que arqueara su espalda. Las manos de Tom estaban acariciando la espalda de su hermano menor, bajando para tocar donde la espalda terminaba y comenzaba algo que los ojos de Tom no dejaban de mirar hace ya tiempo.

Bill saboreaba a placer la piel de su hermano que se encontraba descubierta, succionando y dejando marcas, mordiendo su cuello y hombros, llegando con lentitud otra vez hasta su boca, donde los besos ya se habían vuelto salvajes, las manos de Tom apretaban con fuerza hacia él a Bill, mientras sus piernas rodeaban el cuerpo de su hermano menor. Bill se quitó su pantalón de mezclilla, dejándolo tirado en algún lugar del piso, volviendo a besar a su hermano, sacando su erección de debajo de su ropa interior, y de igual forma quitó la ultima prenda que le impedía todo contacto con la piel de su hermano.

Sintiéndose poseído por tanto deseo, juntó su miembro con el de su hermano, gimiendo los dos al mismo tiempo, comenzando a moverse para rozarse entre ellos. Un hilo de saliva se formaba desde la boca de Tom, Bill observaba esa boca, quería volverlo a besar, y así lo hizo, uniendo sus lenguas, dejando su razón de lado; sus salivas y sabores se mezclaron. El menor se separó para buscar un poco de aire, pero las manos de Tom le pegaron a su boca otra vez.

La lengua de Tom entraba y salía sin ningún freno, Bill le seguía, imaginándose que sus lenguas estaban haciendo en sus bocas lo que ellos tanto deseaban.

Separándose de Tom, Bill se le quedó mirando, colocando sus manos en los hombros de él, jalándolo para quedar él recostado y Tom encima, Bill tenía las enormes ansias de hacérselo a Tom, pero aún era más grande la curiosidad de saber que tan bueno era en eso su hermano. Rodeando a su mayor con sus brazos, tomo impulso para quedar a lado de su oído.

- Hazme tuyo-Un escalofrió recorrió el cuerpo de Tom. Observó como su gemelo ponía su pierna entre sus piernas, rozándola, el mayor solo sentía la humedad del líquido que le impregnaba. Tom, para acomodar las ideas alborotadas de lo que le haría a Bill, comenzó a besarlo.

Quemaba, cada caricia que le brindaba Bill desde debajo de su cuerpo, le quemaba la piel. Sus alientos que chocaban, los temblores del cuerpo de Tom eran ya casi incontrolables como el deseo de tener a su hermano. Tom levantó un poco las caderas de su hermano, entrelazando sus manos con los glúteos de Bill, causando más gemidos de su boca. A Tom le dolía mucho su entrepierna, quería ya estar dentro de su gemelo, pero tenía que prepararlo antes, y aún quería acariciarle más, provocarle más, pero si seguía de esa forma, su cuerpo no soportaría más.

Buscó con ansias algo en ese lugar que sirviera como lubricante, solo miro un poco de aceite, no sabía de que era, solo miró que no le hiciera daño a su gemelo, volvió rápidamente a ese sillón, colocando en su mano un poco del líquido, introduciendo con cuidado un dedo dentro de Bill; éste se quejo por la incomodidad, pasados unos instantes, se relajó disfrutando los movimientos que hacia Tom en su interior.

Bill, mirando que su hermano estaba absorto de lo demás, puso ambas manos cerca de la erección de Tom, mirando como se estremecía al contacto, Bill sonrió divertido, comprobando que al igual que él, su hermano se había vuelto mucho más sensible en cada poro.

Una pequeña bombilla alumbraba ese sótano, en su mayoría era oscuridad, pero eso les había brindado mayor intimidad, como si esa oscuridad misma les envolviera, escondiéndolos de todo lo demás. Al mirar que su hermano ya se encontraba, en lo que el pensaba, listo para el siguiente paso, le penetró con lentitud, soportando las uñas que se enterraban en su espalda; como Bill apretaba sus dientes, le besó para calmarlo y hacerle pasar el dolor del principio. Ya estando casi por completo dentro del cuerpo de su hermano, y como parecía que el dolor no se esfumaría tan rápido como Tom quisiera, se quedó quieto, hasta el momento que el cuerpo de Bill, moviéndose, le pedía que continuara.

Eran caricias prohibidas todo lo que se brindaban, pero la razón se había ido desde ese primer contacto, sacando ese deseo y locura de tenerse de esa manera, en ese vaivén lento, al contraste del sonido del viento del exterior, volviéndose salvaje en momentos, y volviendo a la lentitud otra vez.

Temblores y estremecimientos de ambos, al sentir más cerca el final de esa intimidad, no querían que terminara, pero igual necesitaban que fuera así, las sensaciones, los besos, las palabras que salían entre los gemidos y jadeos de placer, todas eran a flor de piel. El sudor salía de cuerpo de ambos, goteaba hacia la piel de Bill, la boca de este tomaba ese líquido, que a su paladar tenía un sabor dulce, como a miel, de ese mismo sabor dulce que al besar la boca de su gemelo.

Sensualmente las manos de Bill pasaban por todo el cuerpo de su gemelo, Tom pasaba las suyas por las piernas de su hermano menor, igual por sus muslos, todo su pecho y vientre, su espalda, hasta llegar a sus glúteos, para hacer las embestidas más fuertes. Al instante las piernas de Bill se enredaron al cuerpo de su hermano mayor. No podían parar, Bill se sentía en su límite, el fluido que salió de su interior declaró que él ya había terminado y se sentía exhausto, el silbido del viento no se escuchaba más.

- Continua…-pronunció el menor, mirando que su hermano se disponía a salir de su interior. Sin decir nada más, su gemelo iba a comenzar sus movimientos, pero unas voces en el exterior los hicieron volver a la realidad.

- Bill?Tom? Dónde están, hijos?-Era la voz de Simone.

Con rapidez y miedo se separaron y buscaron sus ropas tiradas por doquier en ese sótano, no mirando si estaban bien puestos sus pantalones, o de que si su cabello lucia despeinado, solo se preocupaban de colocar sus ropas encima de ellos, cuando justo el menor de los gemelos se colocó su última prenda, y su hermano agarraba sus rastas con una liga que encontró en el piso, la puerta se abrió. Bill recordó que su hermano seguía con un pequeño problema, no había podido terminar, pero al mirar a su gemelo observó que por la ropa tan holgada que tenia, ni siquiera se notaba, suspiró aliviado.

- Chicos, no les ha pasado nada? Aquí están, Simone-La figura que se observó detrás de la puerta, era la de Gordon. Ambos gemelos subieron las escaleras para observar el gran desastre que había producido los vientos.

- Qué pasó?-preguntó Bill al mirar el desastre, como la guitarra de Tom igual estaba muy maltrecha, pensó que su hermano pondría una cara muy angustiada al mirar el estado de su guitarra, pero éste solo la tomo entre sus manos, miro a Bill y sonrió.

- Tendré que estrenar una después...-Sus ojos volvieron a su guitarra, expresando algún tipo de melancolía.

- Yo… yo te comprare una nueva, Tom.-Simone abrazo a sus dos hijos.

- Me alegra que no les haya pasado nada, la tormenta pasó, pero parece que las ventanas y la puerta no soportaron mucho. Iremos a casa de los abuelos un rato, mientras arreglan todo esto..-les anunció Simone, observando que sus dos hijos se miraban entre ellos de una manera mas íntima pero no le tomó importancia; ellos tenían una relación especial y de alguna manera incomprensible para alguien externo a ellos, hasta para ella misma, su madre.

- Pues entonces vayan abajo por sus cosas chicos-dijo Gordon. Ambos asistieron, Simone sentía una extraña inquietud por dejarlos solos, iba a bajar, pero la mano de Gordon le tomó de su muñeca.

- A dónde vas? Ellos saben arreglar sus cosas, ya sabes lo independientes que son, tú misma lo dijiste.

- Lo se, pero… hay algo extraño que me preocupa, amor...-comentó la mujer rubia, mirando la puerta abierta del sótano.

- Qué? Bill y Tom estaban bien, mira que estaban muy tranquilos en el sótano jugando, no les ha dado miedo por lo del incidente.

- No es eso, solo un presentimiento..-respondió Simone, teniendo un impulso de ir a mirar que era lo que hacían sus hijos.

- Seguramente es lo del miedo de la tormenta, tranquilízate, vamos por tus cosas para que distraigas tu mente-Ella asintió, tratando de olvidarse de esa inquietud.

En el sótano, Bill y Tom agarraban parte de su ropa, Bill no dejaba de mirar de reojo a su hermano, hasta que después de dejar de lado ese temor que tenía, se acercó a su oído. Tom, a lo que su gemelo le dijo, con un sonrojó en su rostro y Bill metió el aceite que su hermano había usado en una pequeña maleta, la dejó a lado, guardando ambos silencio para asegurarse que ni su madre ni Gordon estuviesen cerca. Bill se puso en cuclillas para acabar con la tortura de su hermano.

-Aaah...

 

FiN!

Notas finales:

Gracias por leer y espero que haya sido de su agrado y no haya nadie molesto

 

 

Matta ne!

 

 

 

<*YuKiE*>


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