QUIEN DIRIA
Quién diría que el mink y la mezclilla
podrían fundirse un día, quien diría,
tu caviar y yo tortilla, quien diría,
parece que el amor no entiende de plus valías...
-Buenas tardes, disculpe se encontrará el señor Seto Kaiba-Una mirada de desprecio por parte de la nueva secretaria, como odiaba que Seto cambiara de personal, siempre era lo mismo. Bien no podía culparla, no era para menos, es decir quien en su sano juicio (que se debe de hacer énfasis en que el no lo tenía) iría a una empresa tan importante como KC vestido como un estudiante común... No, mejor dicho, que estudiante común se vestiría como un ejecutivo cuarentón... en fin, la culpa era de Kaiba
-El señor se encuentra en una junta, quien lo busca perdón?-
-Joey Wheeler-
-Yo lo apuntaré, si me disculpa- y ahí vamos de nuevo, la tipa esa con su cara de "Tengo que hacer una cosa más importante, odiaba que lo trataran como perro...
-Señorita, podría decirle que su novio Joey Wheeler lo está esperando- la cara de susto y enojo era una combinación extraña... esta tipa era interesante, debí haber comprado la cámara la navidad pasada.
-Disculpe señor pero no estoy para bromas, si quiere venir a pedir limosna hágame el favor de hacerlo fuera de la empresa antes de que llame a seguridad-bien la señorita era educada hasta para insultar, sin embargo él no lo era, y su paciencia se acababa aquí. Afortunadamente con tanto grito el CEO salió de su oficina, suerte de Wheeler -Joven Kaiba, usted me perdonara el escándalo pero este joven...- fue cuando Seto levantó la vista para ver a su cachorro e ignorando olímpicamente a la secretaria le abrazó y beso como lo hacía siempre que venía pro él.
-Llegas tarde cachorro-
-Claro que no- un puchero que al CEO le pareció adorable y la secretaria... bueno ella aun no salía de su asombro -Llegue temprano de hecho, pero la señorita...-al escuchar el apelativo señorita la susodicha salió del mundo de los sueños y, diablos lo que hubiera dado por tener una cámara, esa cara de fantasma no se veía todos los días -me dijo que tenías mucho trabajo, así que decidí esperara con ella- ese era su encanto... encanto diabólico a la chica le había regresado el color a la cara.
-Sabes que no me molesta- sin embargo con un IQ de 250 sabía perfectamente que la nueva adquisición de KC había tratado mal a su novio, pero Joey no la había acusado así que... -Señorita Hayano-
-S...si señor-
-La próxima vez procure recordar que el no necesita anunciarse-
-Claro, disculpe joven Joey...-
-No es nada-un guiño por parte del rubio, después de todo el cachorro siempre se había caracterizado pro su buen corazón -Vamos a comer!! me muero de hambre-
-Cancele mis citas, regresare en la tarde-
-Que tengan buen día-
-.-.-.-.-.-
Ya en el auto como de costumbre el CEO y su mascota hablaban de todo y de nada, era de las pocas oportunidades que el presidente de KC se daba para poder ser una persona normal...
-Ahora si me dejaras llevarte a un restaurante-
-No me gusta la comida, Setooo vamos a las hamburguesas-
-Ah no, ayer me hiciste comer... esas cosas que tenían carne adentro...-
-Tacos...-
-Eso! Tacos, quiero comida Wheeler-
-la hamburguesa es comida, yo que culpa tengo que en los puestos no haya vino blanco-
-Muy gracioso cachorro...-
-Anda por favor- y ahí estaba de nuevo su carita de cachorro abandonado en la lluvia, parece que Mokuba le había pasado su libro "Como convencer a Seto en 2 pasos"
Tu vas al banco yo prefiero la alcancía,
oigo Serrat y tú prefieres locomía,
tú vas al punto, yo voy por la fantasía,
parece que el amor no entiende de ironías...
Al final parece que terminaron comiendo hamburguesas… y Seto, bueno el termino en el baño.
-No seas exagerado—Joey gritaba desde fuera de la puerta del baño.
-Maldito perro me querías mat…’wac’ (Etto no se como poner el sonido de vómito xD así que cada que vean ‘wac’ ya saben que es xD)—
-Ja no puedo creer que el todo poderoso nunca haya comido hamburguesas—
-No pongas a prueba mi p… ‘wac’—
20 minutos después de que el CEO de Kaiba Corp. Tirara todo lo que su estomago traía dentro se dirigían a uno de los sitios favoritos Seto: El banco…
-Recuérdame por que te acompañe—
-Porque me amas y hace 1 hora casi me matas con esas burguesas—
-Hamburguesas Seto, se llaman hamburguesas—
-Como sea, no volveré a comer eso en mi vida—
-¿Y tacos?—
-Wheeler…-
-Ok, no más comida de humanos—
A Joey nunca le gustaron los lugares públicos, no porque temiera que los vieran, todo mundo sabía que Seto Kaiba era gay y que su pareja era él… es solo que los dos eran tan diferentes que parecía imposible que llevaran cerca de 2 años de relación, que tenia que ver eso con que al cachorro no le gustaran los lugares públicos? Pues que parecía que todos pensaban igual.
Desde hacía un tiempo Joey se acostumbro a acompañar al CEO, que le dijeran de cosas, que Seto despidiera a la mitad de la población de domino, que golpeara a la gente por hablar de más, así que para evitar disgustos llevaba siempre consigo un reproductor de música, regalo de Kaiba, claro esta…
-Como puedes escuchar esto?—Seto había terminado de sus asuntos.
-Yo no sé aun como puedes escuchar a esos tipos raros, ellos ni cantan…-
-Pero suena bien—
-Pero traen abanicos*—
-eso que tiene que ver—
-Aje… no se—una carcajada por parte de los dos, la vida definitivamente para ellos no era monótona en ningún sentido.
.-.-.-.-.
-Seto has visto que cada día tardas más en estos lugares raros—
-Bancos, cachorro, bancos—
-Deberías pensar seriamente en guardar una habitación de la mansión para meter tu dinero—
-Eso haces tú?—
-Bueno yo no tengo tanto—
-Ya aprenderás algún día… el ahorrar me hizo ser quien soy—
-Si pero parece que el soy de ahora no puede con las filas del banco—
-Muy gracioso Joey, muy gracioso…-
A pesar de que ya habían salido del tedioso lugar ahora parecía que todos los lugares a donde iba Seto Kaiba se llenaban… esta bien no… todos los lugares a donde iba Seto Kaiba siempre estaban llenos, ahora luchaban contra una pila de fanáticos desvividos por atender al castaño olvidándose de los demás clientes.
-Quizá el buscar unas vacaciones no haya sido tan buena idea—una gotita en la cabeza del rubio después de que un vendedor le ofreciera la luna a su novio.
-Ya no quieres?—
-No es eso, solo que… me parece exagerado.—
-Si quiere yo le puedo ofrecer lo mejor, una cabaña con luz, estrellas, en cualquier lugar del mundo.. frio, calor, ustedes decidan, privacidad—dijo otro de los locos que mostraba unas fotos, por supuesto Kaiba no le prestó ni la mas mínima atención, pero Joey…
-Mira Seto podemos ir aquí, parece que esta en el mejor lugar y no tenemos que salir del país—a él le brillaban los ojos con estrellitas y lagrimones.
-Vámonos…-
-Pero…-
-Vámonos, te prometo que regresaremos después de hablar con el gerente—la palabra mágica que hizo que todos a su alrededor volvieran a sus asientos y la pareja fuera a hablar con el dueño del local.
-.-.-.-.-
-No puedo creer que hayas hecho que ese tipo se desmayara—
-Oye no es la primera vez—pocas veces se podía ver a Seto Kaiba con esa expresión tan relajada y divertida, Joey era el único que la sacaba a relucir.
-Seto… de todos maneras, tienes que pedir vacaciones, un día de estos se te va a ponchar esa cabezota que tienes—
-Si pero… que quieres decir con cabezota! Bien como sea ese tipo, no puedo creer que haya transformado unas playas que están en mal estado, que no ves las noticias Joey?—
-Oye no tengo la culpa de que no me amargue la vida, además eso fue el mes anterior, no podemos imaginar que es un lindo lugar e ir, haríamos una buena acción—
-Eres tan ingenuo cachorro…- seguido de eso Seto beso a Joey, tan lenta y apasionadamente…-vamos a casa-
Quién diría, quien diría que son años los que ya llevamos juntos de la mano,
quien diría, quien diría que lo importante es aceptarte y que me aceptes como mano,
si que te amo y que me ames es una ironía, que bendición la mía
despertar junto a ti cada día...
Los gemidos se escuchaban por toda la habitación, los dos cuerpos sobre la cama se amoldaban en una unión casi perfecta el uno con el otro, una vez que hubieron llegado al orgasmo se abrazaron el uno al otro… había terminado otro día, otra noche mas.
-Te amo cachorro—le dio un dulce beso en los labios y se quedo dormido en brazos de su rubia adoración.
Sin embargo parece que esa noche Joey no podría dormir, no era porque no quisiera, estaba muy cansado, un novio, un trabajo y la universidad le absorbían demasiado tiempo, se permitió esbozar una sonrisa, le encantaba estar así desde hacía dos años que mantenía una relación con aquel gato de ojos azules… eso le recordaba, tenia que pensar en un regalo.
Yo trovador y tu estudiante de economía,
tu con los números, yo con la filosofía
y aunque suene imposible en teoría,
al amor le importa poco las utopías...
Era su segunda clase, filosofía… no es que fuera muy bueno en la materia, ni era un genio como su novio, pero esta clase la entendía perfectamente así que no le preocupaba estar recibiendo y mandándole mensajes a Seto quien parecía que tampoco le importaba mucho su clase, si mal no recordaba le tocaba administración.
Quien diría que después de terminar la preparatoria le haya tocado a ellos dos encontrarse de nuevo en la universidad, en diferentes divisiones, claro esta, pero aun así seguían viéndose… el primer día que se encontraron casi les da un infarto a los dos; después de eso ni el mismo supo como paso de ser el perro trovador que no aspiraba nada mas al cachorro oficial de Seto Kaiba.
Dos días después de su primer encuentro, todos lo evitaban y después supo que era porque Kaiba había dejado muy claro cual era su territorio y terminaron por encontrarse cada vez que podían.
-Señor Wheeler entiendo que lo que sea que esté en su celular sea mas importante que mi clase, así que me haría el favor de preguntarle a su pequeño aparatito que es la utopía—ese maestro era paranoico ante la tecnología.
-Aunque me parece risible que un pensador tan hábil haya temido dejar las sombras que lo acechan ante la evidente evolución del mundo, le contestare su pregunta ya que la respuesta yace dentro de cada persona, la utopía es la perfección imposible, aquello que soñamos y que algunos lo consiguen pero como todo en este mundo es relativo yo lo definiría como el amor que vive dentro de cada ser—oh si definitivamente el estar viviendo con el Neko le ayudaba, por lo menos a mejorar sus sarcasmos y callar la boca de las personas.
-Muy bien… pero por favor póngame atención la próxima vez.
Dice la gente que tú y yo no hacemos compañía,
por ser agua y aceite, que ironía, si fuésemos iguales que apatía...
no tendríamos de que hablar cada siguiente día.
Ya era viernes, ese día normalmente lo ocupaba para estar con sus amigos ya que a su novio le tocaba atender asuntos con los países extranjeros y salía muy tarde, sin embargo últimamente las reuniones con sus ‘amigos’ se habían vuelto… como decirlo… sofocantes hasta cierto punto, la mayoría de las veces el tema de conversación era sobre el y Seto.
Por supuesto que platicó esto con el castaño, y él tal y como era sin meditarlo le dijo “envidia”, el por su parte defendió a sus amigos, obvio que al final tuvo que admitir que tenia razón.
-Y dime Joey ¿Qué se siente ser el novio de Seto Kaiba?—
-Otra vez con eso Tristán… pareciera que no quieres que sea su novio—
-No es eso Joey, es solo que nos preocupamos por ti y pues…-
-Tú y Kaiba no se llevaban muy bien que digamos—
-¿Quieren decir que tendría que haber tenido yo un artículo del milenio para hacer pareja con Seto como lo hacen ustedes dos? Yami y Yugi—
-No seas injusto Joey—
-No soy injusto Yugi, pero entiéndeme, desde que estoy saliendo con el, dos años para ser exactos, no han hecho otra cosa mas que preguntarme cuando voy a cortar con el—
-Viejo no te exaltes—
-Yugi no quiso decir eso, lo que sucede es que hasta donde sé en la escuela no había día que no se estuvieran matando—
-Yami tiene razón viejo, si te hace algo dinos—
-Agradezco su preocupación… de hecho Seto si me ha hecho algo—
-¡Qué! ¡Que te hizo ese infeliz!—
-Me hizo volver a sonreír Tristán… y nos vamos a casar—Nadie cabía del asombro, no era por mucho, lo que sucede es que nadie creyó que el castaño sacrificaría su imagen por casarse con Joey… es decir el era el empresario más importante de todo Japón.
Por otro lado el cachorro caminaba rumbo a la mansión, pensaba como lo iba a torturar Seto esta vez… es decir el nunca le había propuesto matrimonio, pensándolo bien, de hecho nunca habían si quiera hablado de eso, ahora que se entere Seto lo mataría, seguro, bueno eso quien sabe, por lo menos histérico si se iba a poner, siempre dijo que su grupito era una bola de metiches y de chismosos y si tenía razón y ahora divulgaban y las revistas, los periódicos y su relación y matrimonio, su empresa, contratos, seguro cortaban, no podía ser cierto y si…
-¡¡Joey!!—bueno con tantas cosas en la cabeza nadie se daría cuenta de que ya había llegado al estudio del castaño, no? –Y ahora que te sucede, estas mas bruto de lo normal—
-Grr… maldito gato callejero—
-Bueno por lo menos reaccionaste—
-Muy gracioso Seto, muy gracioso—
-Bueno, ¿Qué sucedió?— Joey últimamente creía que el castaño lo estaba espiando, ya lo conocía demasiado bien, no era que se quejara pero… había veces que le daba miedo, sin más remedio y ante la mirada inquisidora de Seto le conto la mini charla que tuvo con sus amigos y como todo termino casi a golpes…
-Jaja sigues siendo tan impulsivo como siempre cachorro—
-Ellos me provocaron, no podía dejar que me siguieran molestando—
-Odio decirlo pero te lo dije…--
-¿No estás molesto?—
-Molesto… ¿Por qué? Ahora sé que el perro defiende a su dueño—
-Seto es en serio… yo, bueno tu y yo… por lo del matrimonio, ya sabes, es que me…--
-Ah eso… bueno ¿Para cuando quieres la boda?—
-¡¿Qué?!—
-No lo voy a repetir Wheeler—
-Pe… pe… Seto no empieces a jugar—
-Creo que a estas alturas deberías de saber con qué es lo que juego—sin poder contenerlo a Joey se le salieron unas lagrimas y pronto empezó a sollozar –Ya cachorro—Seto lo abrazo, como solo él podía hacerlo –Si quieres mañana mismo—
-Kaiba tú no sabes de romance o que—
-Ah no empieces Joey… --
-Seto!—
-Bien, lo hago—suelta a Joey y se coloca con una rodilla en el piso (pose tipo príncipe) toma la mano de Joey –Joey… ¿Quieres casarte conmigo?—
-¡Si quiero!—el rubio se le abalanzo provocando que los dos quedaran en el piso –Je… bueno con romántico solo me refería a que por lo menos me dieras un beso—
-Oh… te daré más que eso—lo último que la consciencia de Joey sintió fue una mano colándose dentro de su pantalón y unos dientes mordiéndole el cuello…
Quién diría, quien diría que son años los que ya llevamos juntos de la mano,
quien diría, quien diría que lo importante es aceptarte y que me aceptes como mano.
Si que te amo y que me ames es una ironía, que bendición la mía
despertar junto a ti cada día...