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Capi 2º
La regla Nº 4 ha sido modificada: si desean juguetes sexuales, o comida como tal, pedirlo con anticipación, para saber cual es su sabor preferido.
15º Si quieres fetiches, debes de pedirlo con anticipación. Al menos que tu traigas el traje que deseas que usemos (enfermera, animales {zoofílicos ¬¬}), o cualquiera que desee.
Advertencia: (como dije antes) Las reglas están sujetas a cambios, aumentos y/o modificaciones.
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Al día siguiente, se encontraron en las clases, pasaron la mañana ejercitándose, tenían que mantener en buena forma el material de trabajo.
Pasaron la tarde conversando.
Los tres se despidieron, está seria la primera noche de un domingo que Sai y Gaara no la pararan juntos. Así que Sai se fue a su casa esperaba divertirse mucho la mañana siguiente.
*Lunes 3 de marzo*
Todo estaba planeado ya, Sai le había dado la dirección del hotel, el número del apartamento donde se verían.
La semana había empezado, Sai se encontraba ya en la habitación del hotel, para empezar a trabajar.
La habitación era elegante, muy limpia claro, para eso pagaba la gran cantidad. Sus amantes nunca se quejaron de la habitación, pero que más les importaba si fuera en el piso de un motel de sexta, si lo único que deseaban era tenerlos entre las piernas, *asiéndoles el oral.
A las 12 del día escucho que tocaron la puerta Sai se levanto del sillón, camino a la puerta, con su atuendo de viólame porque pagaste para eso, la abrió.
- tu debes ser Uchiha.- decía Sai recargado sensualmente en el marco de la puerta, dejando entrever una parte de su hombro.
- Itachi Uchiha, a tus servicios, o debería decir... tú ¿a los míos?- decía un hombre de cabello largo grisáceo, con dos marcas alrededor de los ojos, que eran de un color rojo. Vestido con un traje sastre, color negro, una camisa roja, y una corbata blanca. que lo hacia ver muy cerio, bueno todos los clientes se vestían formal.
- Pues para eso estoy, dime, pasaras y me darás trabajo o te quedaras para do todo el rato platicando.- mientras pasaba una de sus manos por su abdomen, muy sensualmente.
- Claro que te daré trabajo, tanto que no desearas haberlo aceptado.- mientras se relamía los labios con lujuria.
Itachi tomo a Sai por la cintura y lo pego a su cuerpo. Trato de besarlo pero Sai lo detuvo.
- Que no leíste las reglas. Se supone que tenías que leerlas para que no haya problemas.- decía Sai sin apartarse del contacto que le proporcionaba el Uchiha.
- Claro que si, pero pensé que te podría robar cuando menos uno.
- Ni lo sueñes. Y aparte ¿trajiste el documento medico? Sabes que sin eso no puedo hacer nada aunque ya hayas pagado por los servicios.
- Claro, claro aquí esta.- saca un sobre de una clínica muy reconocida.
Sai lo toma, se aparta de Itachi, lo examina y lo lee.
- Bueno, al parecer, estas limpio. Por si lo dudas, aquí están los míos.- mientras le entrega un sobre.
- No estaría de mas que lo viera.- toma el papel y lo lee.- bueno mucha lectura por hoy. Ahora a lo que he venido.
Tira los documentos al suelo, y de una patada cierra la puerta. Afuera siempre estaba el letrerito de no molestar.
Itachi se lanza a devorando el cuellos del menor, mientras que Sai le va quitando el saco.
- Nada... de marcas....recuerda...-mientras disfrutaba de las caricias proporcionadas por él.
- Lo se, lo se....- mientras toma a Sai de los muslos elevándolo.- ahora dime donde esta la recamara, por mi no hay problema que lo ágamos en la mesa.- mientras que arranca de un tirón la camisa de Sai, dejando ver su abdomen muy bien formado, pero sin llegar a ser demasiado marcado. Itachi lo comienza a lamer, provocando escalofríos a Sai.
- A l fondo.- perdiéndose en esas sensaciones que le provocaba Itachi.
Itachi lo llevo hasta la recamara, y lo tiro sobre ella, un tanto brusco. Se quito la camisa, ya que el saco había quedado perdido por la entrada, dejando ver su bien formado abdomen, mucho más marcado que el de Sai, mientras que este desde abajo lo observaba lujuriosamente. No lo iba a negar estaba muy bien ese maldito. Esto lo iba a disfrutar pensó Sai, mientras trataba de desacere de sus pantalones.
- Tranquilo.- lo detuvo Itachi cuando vio que la mano de Sai descender asía su propio pantalón.- esto...me toca a mi.- mientras pasaba sensualmente su mano sobre el miembro de Sai, quien estaba despertando ante a tal contactó.
"maldito, esa voz tan sensual, me excita" pensaba con los ojos cerrados Sai.
Itachi dejo caer la mitad de su peso sobre las caderas de Sai, produciéndole a Sai un gran espasmo. Itachi disfrutaba sintiendo como la persona debajo de él se movía con tan pequeños roces.
- Baya, yo pensé que eras un profesional.- se burlaba de de Sai.
Esto molesto mucho al mencionado anteriormente.
"Claro que lo soy, solamente que hacia mucho que no tenia a un verdadero hombre, tan parecido a Gaara, quien me despertara estos deseos en mi, pero que demonios pienso, estoy trabajando, no puedo darme el lujo de arruinar mi actuación"
Claro, para Sai todo lo que hacia era una simple y sencilla actuación, aunque el estúpido que tenia encima de el, si sabia lo que hacia, al parecer él no era ningún novato en estas cosas.
Itachi siguió bajando, pasando por sus tetillas, las cuales saboreo cual caramelo deseado. Esto provoco que Sai cerrara levemente los ojos para disfrutar. Mientras tanto Itachi siguió descendiendo, dejando un lindo camino de saliva, para que sus manos pasaran por las zonas que el anteriormente había probado. Las manos expertas de Itachi se encontraban en ese momento jugando con las ya duras tetillas de Sai, mientras que su boca jugaba al limpiador en su ombligo.
Los suaves suspiros que salían de la boca de Sai excitaban a Itachi, pero eso no era suficiente.
De pronto, Sai dejo de sentir la opresión del cuerpo sobre el, abrió los ojos para saber que sucedía.
Itachi se encontraba incado entre las piernas de Sai, observándolo con lujuria y deseo. Las manos expertas, bajaron hasta posicionarse sobre el zíper del pantalón del que se encontraba debajo de él. Lo descendió lentamente, rosando descaradamente el miembro más que despierto de Sai, cuando estuvo solamente en bóxer, unos que por cierto se le ajustaban al cuerpo asiendo que la opresión en su miembro fuera más doloroso, las manos de Itachi dejaron de tocarlo.
- Tócate.- ordeno Itachi.
- ¿Qué?-pregunto un tanto confundido.
- Quiero que te toques. EXITAME!- bueno esa era una orden más que clara.- las reglas que me has dado, no dicen nada sobre que tú te toques y que yo te mire, así que hazlo.
Esa voz grave y sensual, le ordenaba, pero que pervertido. Pero ahora que lo recordaba ninguna de las reglas decía eso, baya tendría que ponerla. No muy en contra de su voluntad acato las órdenes que el mayor le daba.
Sai, quien miraba a Itachi muy sensualmente, metió dos dedos a su boca los ensalivo bien, bajo asta donde hace unos minutos Itachi había tenido su boca y sus manos, empezó a jugar de nueva cuenta con sus tetillas. Primero la izquierda después la derecha, asiendo que Sai diera pequeños suspiros del placer que el mismo se provocaba. Itachi complacido observaba como Sai pasaba sus dedos ensalivados por todo su abdomen. Sus habidas manos vagaron hasta quedar sobre su miembro, empezando a palparlo sobre la ropa interior. Itachi más que excitado por la deliciosa visión pensó que ya era suficiente. Despego bruscamente las manos de Sai y bajo el bóxer de igual forma. Dejando al aire el erecto miembro de Sai. El mayor se despojo de sus ropas lentamente torturando a Sai con tal condenada visión. Los dos, completamente desnudos, llenos de deseos, con tanta pasión y con tanta lujuria, pero nada de lo que hacían tenia algún valor emocional eso era simple y sencillamente pura carne. Nada de eso les preocupaba a ellos, tenían que saciar sus ansias de pasión.
Itachi se posiciono de nuevo sobre el cuerpo, ya desnudo, bajo de él. Asiendo rosar sus miembros, en un delicioso espasmo. El mayor ataco de nueva cuenta el cuello expuesto de Sai, sin dejar de restregar sus miembros erectos.
"Maltitas sensaciones, tan placenteras". Pensaba Itachi "con razón vale lo que page" "el maldito desgraciado esta como quiere" "no aguanto, tengo que estar dentro"
Esto fue lo último que logro pensar el mayor, el deseo lo segó.
Itachi se separo del cuerpo, y empezó a abrir las piernas de Sai.
- En...ah...en el cajón... el bote... - lo único que podía decir Sai, ya que el Uchiha seguía tocándolo en los muslos.
- No. A mi...- decía acercándose sensualmente al oído del menor.-... me gusta hacerlo a la antigua...- bajo el rostro a la entrada de Sai, comenzando a lubricarlo con la lengua, los gemidos no tardaron en llenar la habitación. Sai tomo sus piernas alzándolas asía su pecho, para darle completa libertad para que le penetrara con su lengua.
Itachi separo su rostro de la entrada de Sai cuando creyó que ya era suficiente, pero aun así deseaba ver, por puro placer, como Sai se retorcía con sus dedos dentro de el. Le dio tres dedos, para que los ensalivara. Cuando estuvieron lo suficientemente lubricados los llevo a la entrada, metiendo dos de un solo golpe.
- HA...idiota... no seas tan bruto...- se quejaba Sai.
- Je. Pero que ¿aun te duele?- decía relamiéndose los labios con lujuria.
- Ha...claro idiota...ha...haa...ohm...hm.
- Pues parece que ya no te duele...- mientras metía el tercero, y lo seguía moviendo en el interior de Sai.
- Ahhhh.- ahora lo único que salía de los labios del menor eran lindos gemidos. Se empezaba a mover para sentir mas esos dedos fríos y largos dentro de su ser.
- Baya creo que alguien esta desesperado.-
- Hmm. Cállate, porque...haa... no soy el único.- mirando descaradamente el gran miembro de Itachi.- ya métemela de una puta vez... haa.
- Tienes razón... yo tampoco soy de piedra.- sin aviso alguno saco sus dedos remplazándolo por su gran y potente miembro. Tratando de ahogar un gran gemido de placer.
Itachi empezó las embestidas contra el cuerpo del menor, Sai abrazo con sus largas piernas la espalda del mayor, para hacer las embestidas mas profundas. Mientas que sus manos se daban placer, alrededor de su miembro. Itachi se excitaba mas al ver la cara de Sai, que antes era pálida estaba perlada de sudor y muy roja.
Las embestidas aumentaban de intensidad, los gemidos de ambos llenaban la habitación, mezclándose en un ambienté lleno de sudor y pasión.
- Más...más... motto... ita...Itachi...- repetía como disco rayado.- Itachi...más...- "ya veré si con esto no se excita..." los pensamientos de Sai se vieron interrumpidos por unas embestidas mucho más profundas, haciendo que todo intento de pensar fracasara.
Itachi observo que las manos de Sai dejaban de masajear su propio miembro, decidió retomar la ratea, asiéndolo mas brusco, y por la situación más delicioso.
Pronto, muy pronto... lo sentía llegar en cualquier momento, estaba a punto. Itachi no aguantaría más, lo sentía, la entrada de Sai era estrecha y el mismo la hacia reducir mas.
"Desgraciado" pensaba Itachi.
Sai, no aguanto más, la dolorosa, pero a la vez excitante, masturbación que Itachi le estaba haciendo sumándole las deliciosas embestidas, lo hacían sencillamente insoportable. Sai llego a la cumbre. El final del hermoso, pero a la vez falso, viaje. Vertiendo su semen en el vientre de ambos e Itachi en el interior de Sai.
Ambos, con las respiraciones entrecortadas, dejaban descansar sus cuerpos. Itachi salió de Sai, al tirarse de lado derecho de la cama.
- baya... eso fue...-Itachi estaba elogiando el "trabajo" de Sai.
- para eso...- beso el torso desnudo, que se postraba a su lado.- es que existo.
No era lo que tenia en mente pero no le iba a decir lo contrario.
- Bueno, Sai, ahora tomemos un baño.
- Que, ¿vamos a salir?
- Claro, no pensaras que estaré en la cama por una semana montándote. Aunque la verdad suena tentador, pero ya sabes como es el cuerpo humano. Así que ponte de pie.- mientras caminaba fuera de la cama en dirección del baño de la habitación.- arréglate lo más sensual y provocativo que puedas.
- Bueno eso no será mucho problema.- decía mientras habría las piernas provocativamente.
- Deja de hacer eso o no saldremos a ningún lado.- mientras volteaba su mirada del cuerpo yaciente de la cama.
- Jeje, está bien. Preparare el baño.- se levantaba de un salto de la cama y entraba al cuarto de baño.
Eran las tres de la tarde, el cielo estaba despejado, y el clima apetecía una larga caminata por el parque.
Itachi y Sai platicaban, en un parque, de cosas triviales sumamente divertidos. Cualquier persona pensaría que eran unos novios muy cariñosos. La gente de la ciudad ya estaba acostumbrada a ver ese tipo de relaciones, no era extraño que parejas de hombres caminaran por las calles sin ser objeto de habladurías, ya sociedad había cambiado mucho.
La tarde había transcurrido tranquilamente, ambos se divirtieron. Sai era una excelente compañía, para hacer actividades diversas. Sai nunca había pasado tanto tiempo con un mismo cliente, pero eso no importo para que platicaran de muchas cosas, que a ambos les agradaban, nunca fue tema de conversación su vida privada. Las cosas con Itachi, se dieron muy placenteramente, muy ligero. La semana transcurría rápido, sus, pocos días juntos, ya se habían vuelto simples. Así era, desde el lunes, en la mañana.
AGENDA DEL DIA
Lunes, Martes, Miércoles, Jueves, Viernes.
06:00 am despertar, para tener
08:00 am sexo, antes de de desayunar.
09:00 am salen a pasear por la ciudad,
asiendo parada en callejones
09:00 pm solitarios, cuan enamorados.
Les gusta el peligro.
10:00 pm regresan al apartamento
agotados. No lo suficiente,
01:00 am como para montase, otra vez.
Itachi experimentó las reglas:
El lunes 3 de marzo: cuando regresaron en la noche, probo la regla numero cinco, cada vez, que tenían sexo, era más brusco y pervertido, probó muchas posiciones con Sai. Antes que Itachi se fuera ese día, para arreglar algunas cosas en la oficina, para el día siguiente, le dijo a Sai que quería "jugar" cuando regresara en la mañana.
Itachi, se levantaba de la mullida cama, se vistió.
- ¿A que horas vas a regresar? - preguntaba Sai, mirando los movimientos de Itachi desde la cama.
- Todavía no me voy, y ya me estas extrañando, vaya me siento alagado.
- Ja ja, muy gracioso.
- Tranquilo, si regresare. Yo no desperdicio mi dinero. Solo tengo que ir a mi oficina, para dejar todo arreglado para el resto de la semana. Por cierto, mañana quiero "jugar", si sabes a que me refiero.
- Sabes, de eso vivo. ¿Qué...?
- Sorpréndeme. Y...-terminaba de ponerse su saco.-...me gustan las fresas, con crema.
- Solo eso, o quieres ambos. Supongo que para un pervertido como tú, nada es suficiente.
- Baya aun que solo hemos estado una vez, siento que ya me comprendes.- decía mientras salía, tranquilamente, de la habitación.
El martes 4 de marzo : Fue fantástico. Cuando Sai se despertó, a las 6 de la mañana, se dio cuenta que no estaba solo. Itachi se encontraba, ya a lado suyo mirándolo.
- ¿Y bien? No deseas desayunar primero.- decía Sai desperezándose.
- Claro que si desayunare.- mientras se posicionaba sobre del cuerpo de Sai, quien traía puesta una pijama pantalón, sin la camisa que es debido, comenzando a besar su torso desnudo.
- Baya, que no pierdes tiempo.- mientras, estiraba la mano y apretaba un botón, que se encontraba en la cabecera de la cama. Y continuación, tocaban a la puerta elevador.
- Esperas visitas.- dijo Itachi, un poco molesto, por a verlo detenido.
- Tranquilo, es tu desayuno.- mientras bajaba de la cama, cuando regreso traía consigo un carrito con distintos postres. Entre ellos fresas, crema chantillí, chocolate y barias cosas deliciosas más.
- Baya, yo pensé que no te había dado tiempo. ¿Y mi demás desayuno?- mientras se acomodaba mejor en la cama.
- Baya, que clase de anfitrión crees que soy.- mientras apretaba otro botón, que estaba escondido detrás de una lámpara. Activando un mecanismo, que rápidamente acciono una puerta oculta tras un espejo, dando una gran variedad de "juguetes", unos un tanto extraños.
- Bien, como te dejan tener todo esto en un hotel.
- Todos, tienen un precio. No solamente yo. - mientras tomaba lugar junto a Itachi, y este rápidamente se levantaba para ver el armamento.
- Nos vamos a divertir como nunca.
El miércoles 5 de marzo: antes que terminara la noche del martes, y se fueran a dormir. Itachi le dijo que quería verlo, "hermoso".
- Creo que tenemos, que bañarnos.- decía Sai, cansado y adolorido.
- Más, tú que yo. Pero aun así te consentiré, porque me ha gustado mucho lo que hicimos.
- Baya, que atento saliste.
- Bueno, vamos. - mientras se encaminaban al yacusi, que estaba junto al baño.- por cierto, mañana te traeré un lindo disfraz.
- Baya, eres fetichista. Aparte de pervertido; eres una cajita de sorpresas Uchiha Itachi. No pensé encontrarme a semejante pervertido.
- Y yo nunca pensé en pagar tanto para vengarme. Pero así son las cosas. Estamos a mano.
- De que será el trajecito. No me digas que aparte de pervertido, depravado y fetichista ¿eres zoofílico?
- Baya solo porque lo tomo como cumplido, todo lo que me dices, no te respondo como debería. Y no, tranquilo, hay dos cosas que nunca seré, eso será un zoofílico y un asesino... bueno de la ultima no estoy muy seguro. Mejor cambio, nunca seré zoofílico y monje. No crees que queda mejor.- mientras atacaba el cuello de Sai a lamidas.
- Te creo. Nuca serás un monje, lo de zoofílico, aun me queda duda.
Después de terminar su baño, donde Sai fue tratado con mucho cuidado por parte de Itachi. Se fueron a dormir. Cuando Sai despertó observo que frente de el se lucia un hermoso vestido, corto color rosa con blanco, de holanes. Mientras se incorporaba en la cama y desperezaba su mente. Lo vio más claramente de arriba asía bajo.
El traje consistía en una diadema con lasos, blancos y rosas, amarrados en un costado en un moño, bajando colgado en perfecto orden, podía observarse y distinguirse la forma del vestido, un cuello cuadrado, mangas cortas, adornadas con moños de la misma manera que la diadema, bajando podía ver que era corto y con mas holanes en el recogido, un atuendo muy lindo para una niña mimada, pero eso no era todo, el atuendo seguía, unas calcetas blancas con moños rosas, colgadas en un gancho junto a uno zapatos negros de charol.
Sai solo pedía, que Itachi se volviera zoofílico.
- Parece que ya despertaste. "princess" - decía, con lentitud, Itachi.
- Cuando... ¿Cuándo has tenido tiempo, para comprar eso?- mientras se levantaba de la cama y observaba el vestido.
- Hey, no eres el único que tiene dinero. ¿No te gusta? Déjame decirte que lo he, mandado a hacer especialmente para ti.
- Pero porque tenia que ser, tan...tan...
- ¿Lindo, perfecto, sexy?
- No. Tan rosa. No pudiste escoger otro color.
- Pero, eso resaltara tu piel blanca. Además si te sonrojas así como ahora...- lo tomo desprevenidamente por la cintura y acerco sus rostro, como para besarlo.- te veras aun mejor.
- Hay, y que dijiste este ya cayo, no.- mientras, apartaba sus labios.- yo, no me sonrojo tan fácilmente. Prueba con otra cosa.
- Bueno, tenia que tratar, no lo crees. Dame crédito.
- Bien, me bañare. Y me pondré esa cosa, para acabar rápidamente con esto.- mientras se encaminaba a la ducha.
- Para tu andar, "princess"
- Deja de llamarme así.
- Bueno, no te pongas así. Se me olvido decirte, que "esa cosa" como tú la llamas, salió muy cara como para un rato.
- Eso que significa. Al punto.
- Que para el polvo de la mañana, no lo usaras.
- Entonces.
- Lo llevaras puesto, todo el día, hasta que lleguemos en la noche, te lo quitare. Mientras tanto, te paseare por la ciudad, con ese hermoso atuendo. Y te llamare "princess"- la mirada de Sai se perturbo, por un instante.- serás por el día de hoy, mi hermosa princesita.
- Demonios. Porque no fuiste zoofílico.
- Ahora te arrepientes. Bien, empecemos con el itinerario.
Itachi, tiro de un jalón a Sai a la cama. Y empezó la faena del día.
Muchos y muchas, observaban a la hermosa pareja que se había detenido a tomar un rico helado, en la mesa de afuera de un parque.
Algunos envidiaban a Itachi por tener a tan "hermosa pareja" y otras, envidiaban a la "hermosa princesa", porque así la llamaba Itachi en publico mientras le daba de comer el helado en la boca, por tener tan perfecto novio. Lo que no sabían era que eso no era más que una farsa muy bien montada, Sai como buen anfitrión, para vender su producto, se sonrosaba intencionalmente, cosa que no pasó desapercibida par Itachi. Pero no fue reprochada, en lo absoluto, sabía muy bien que todo lo que asía Sai no eran muestras de afecto sino simple y sencillo trabajo, para un cliente más. Aparte de las desapariciones, en callejones obscuros para tocar, por debajo del vestido, porque hasta la ropa interior le compro, e lamer con deleite el cuello.
El jueves 6 de marzo: Itachi siguió lo planeado, pero cuando estaban en el polvo de la noche, y aunque esa era una regla prohibida. La rompió, asiéndole a Sai algunas envestidas muy profundas, asiéndose daño el mismo.
El viernes 7 de marzo: El último día de la semana que pasaría con el pervertido, como lo había bautizado Sai, no había mencionado la noche anterior, aunque el supiera que estaba mas que prohibido, pero como fue muy placentero, hacerlo de esa manera que se olvido de reprochárselo. Además los cuidados que Itachi le daba a su entrada, al día siguiente, lo asían un poco blando. Ninguno de los clientes, le habían prestado la mas mínima atención, cuando eran demasiado bruscos, aunque eso no sucedía frecuentemente, ya que normalmente el era el seme. Pero bueno, no tenían porque hacerlo.
El día había llegado, el último de los cinco días, que había pasado con la excelente compañía de Sai, y no había podido ni robarle un puto beso. Baya que era difícil. Hasta cuando estaba dormido, bueno, no le agradaba quitarle un beso a una persona dormida, el quería ver su cara cuando le plantara un beso, el orgullo Uchiha le impedía rebajarse a eso, pero aun así cuando logro quitarse por tres minutos ese orgullo, no lo logro.
La mañana pasó como siempre, el polvo, el desayuno, después la salida, para la cena fue algo especial, ya que ese era el último día, Itachi había invitado a Sai a un restaurant muy popular, caro y exclusivo.
- Bueno, esta es la ultima cena.
- Así es, espero que te guste la despedida.- decía Itachi mientras el mesero se acercaba para darles el menú.- gracias.
- Gracias. - mientras tomaba el menú.
La velada fue muy placentera, la comida deliciosa y la compañía excelente. Los pensamientos de ambos estaban, en total, acuerdo en eso.
Tenían que dar lo mejor de si, para que terminara lo mejor posible, habían llegado a la habitación del hotel.
Itachi no perdió tiempo, así que tomó Sai entre sus brazos, mientras que esté metía ambas manos en el pantalón de Itachi, para sacar la camisa, ya que el saco lo habían dejado en el coche.
Continuara......Fin capi 2º
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